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Israel y el terrorismo de Estado |
El terrorismo de Israel es viejo. Lo pusieron en práctica aún antes de la creación de su propio Estado.
Lo ejercieron para expulsar de Palestina a los británicos en 1946. Las bombas las colocaron en el hotel Rey David de Jerusalén. Luego, en 1948, asesinaron al mediador de la ONU, Folke Bernardotte, porque no facilitaba la concreción de sus propósitos.
Ni siquiera con EEUU han sido absolutamente leales.
Velando por sus propios intereses realizan actos que sólo les beneficia a ellos. En el caso Lavón, en 1954, trataron de volar en Egipto varias oficinas de EEUU para crear discordia entre Washington y El Cairo. Venden armas a los enemigos de EEUU y transfieren tecnología estadounidense a potenciales adversarios del imperio. Desvían ilegalmente la ayuda militar norteamericana y son abundantes sus operaciones de espionaje contra EEUU.
A pesar de ello EEUU tiene una larga historia de ayuda política a Israel. Usando su poder de veto, en 1972 impidió en la ONU la resolución que condenaba los ataques israelíes contra el sur de Líbano y Siria.
Desde 1972 han usado ese mismo veto para impedir 42 resoluciones que condenan o critican con severidad acciones del Estado de Israel. Impidieron en el 2006 la adopción de la resolución que exigía el alto al fuego en la Franja de Gaza. Su programa de armas de destrucción masiva, incluyendo armas nucleares tiene el apoyo de EEUU. El afán de mantener la superioridad militar en la región los ha convertido en un socio indispensable.
Libre para perpetrar agresiones y violencia actúa como un Estado forajido. Con la excusa de una guerra preventiva invade la franja de Gaza bombardea escuelas y asesina niños y mujeres sin importarle un bledo la Convención de Ginebra, el derecho internacional y todas las reglas de orden mundial. Su rasero es el terror practicado desde el Estado con ilimitada maldad.
Para esto no hay ONU, ni hay Tribunal Penal Internacional.
La hipocresía de una comunidad internacional antidemocrática, sometida en sus decisiones a intereses geopolíticos, exalta el genocidio y pone en peligro la paz mundial.
Ex Fiscal General de la República

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, memoria, multitud, politica, violencia.
"Necesitamos dejar claro nuestro reconocimiento por la existencia del Estado de Israel y nuestra disposición de ayudar a construir el Estado palestino", dijo Lula, quien la semana pasada envió a su canciller, Celso Amorim, a una gira por Oriente Medio.
El presidente insistió en que es "plenamente posible" la existencia de los dos estados vecinos, con relaciones diplomáticas, y consideró que "el pueblo palestino merece esa chance".
Para alcanzar ese objetivo, Lula dijo que todas las partes deben reunirse.
"Necesitamos detectar quién quiere los conflictos, poner a esas personas en una mesa de negociación, junto con las fuerzas políticas que tienen influencia tanto en la Autoridad Palestina, sobre todo Hamas, y en el pueblo de Israel, para que se pueda comenzar una conversación y encontrar una fórmula para que puedan vivir en paz y cada uno desarrollar su país", dijo Lula.
El mandatario insistió en que Naciones Unidas, cuya actuación en la región ha criticado, debe ejercer un papel clave en ese sentido.
"La decisión del Consejo de Seguridad de definir la necesidad de un acuerdo de paz es importante que se respete, tanto por el lado palestino como por el lado israelí", agregó.
Lula recordó que envió a Amorim a Oriente Medio "para decir que Brasil está interesado en participar activamente, para que podamos encontrar, definitivamente, el camino de paz en aquel territorio".
Según analistas, la CCE puso de relieve las tensiones entre la mayoría judía y la minoría árabe de la Knesset (órgano legislativo israelí) a raíz de la brutal ofensiva militar en el enclave palestino.
La comunidad árabe residente en Israel ha protagonizado varias demostraciones callejeras de repulsa a los bombardeos contra la franja costera, causantes en 17 días de al menos 920 muertos y alrededor de cuatro mil 300 heridos, de acuerdo con fuentes médicas.
A los comicios anticipados previstos para el mes próximo concurren como principales favoritos al cargo de primer ministro el líder del conservador Partido Likud, Benjamín Netanyahu, la canciller, Tzipi Livni, y el titular de Defensa, Ehud Barak.
Livni y Barak buscan el favor del electorado con una demostración de nacionalismo avalada por la operación Plomo Fundido dirigida a combatir al grupo Hamas, aunque los bombardeos y la invasión militar a Gaza afectan a toda la población palestina.
El comité electoral, integrado por 37 miembros en su mayoría de los principales partidos políticos, votó por amplia mayoría a favor de una moción presentada por dos agrupaciones ultranacionalistas que acusaron a los árabes de incitación y apoyo a grupos terroristas.
Esos partidos también valoraron la oposición de los parlamentarios árabes a la guerra como un “rechazo a reconocer el derecho de Israel a existir”, además de fustigar los viajes hechos a Líbano y Siria, países considerados enemigos por el gobierno israelí.
De acuerdo con datos oficiales, una quinta parte de los siete millones de habitantes del estado hebreo es de origen árabe, un segmento que formalmente goza de plena ciudadanía, pero ha sufrido históricamente discriminación y pobreza.
La noticia de la prohibición electoral coincidió con la primera condena -a 14 días de cárcel en una dependencia militar- contra un reservista del ejército israelí negado a entrar a Gaza con su unidad terrestre en protesta por la matanza de civiles palestinos.
Una organización de asesoría legal indicó que desde el comienzo de la ofensiva, el 27 de diciembre, ocho reservistas hebreos han pedido su asesoría luego de ser llamado a filas.
Los judios verdaderos como los que suscriben esta carta condenan con toda su energia al sionismo y al terrorista del Estado ilegitimo de israel y apoyan todos los derechos del pueblo palestino y los de los otros pueblos oprimidos por la esquilmación y exclavitud que han sufrido de mano del imperialismo.
Esto deja muy claro lo que está ocurriendo en Gaza y en todo el mundo con el sionismo por si a alguno le quedaban dudas sobre quienes son los verdaderos terroristas.
Nosotras/os luchamos por una causa justa independientemente de la raza, la nacionalidad, la religión y el idioma o el color de la piel, por eso nos estamos encontrando, nos reconocemos y entendemos, como personas dignas. La Victoria es de los justos, téngalo muy claro los injustos.
Con "V" de Verdad y "V" de Valentía se escribe Victoria.
"¡¡Hasta la Victoria siempre, ACABEMOS CON EL APARTHEID SIONISTA!!"
International Jewish Anti-Zionist
Ahora Tel Aviv va un paso más allá y excluye de la vida política a los árabes que sí tienen nacionalidad israelí, que son los que se pudieron quedar dentro de las fronteras tras la guerra de 1948 y que llevan años sufriendo discriminación y pobreza.
Hace unos meses, estando en Jerusalén, un judío israelí del Alternative International Center, contrario a la ocupación de los territorios palestinos, me decía lo siguiente:
"El drama de Israel es que dentro de unos años los palestinos serán ya el 50% de la población y por eso si quiere seguir siendo un Estado judío tendrá que llevar a cabo otra limpieza étnica como la de 1948 o legitimar la política del apartheid que en realidad ya practica."
Es escalofriante comprobar cómo el Estado israelí ofrece todo tipo de servicios a los colonos judíos y ninguno a los palestinos. Basta con seguir el trayecto de un camión de la basura: Recoge las basuras de las casas donde habitan judíos, se salta todas las viviendas de los palestinos.
Israel aparta y encierra a los palestinos para que no amenacen la esencia judía de su Estado. Los aísla tras verjas y muros de cemento, los apiña en cárceles a cielo abierto como la de Gaza, adonde en 1948 fueron a parar miles y miles de refugiados expulsados de sus casas, en las que se instalaron judíos no solo por iniciativa propia, sino respaldados por el Estado, que legitimó el robo de esas viviendas a través de leyes como la llamada de los Ausentes.
El Estado israelí es prisionero de los sectores más radicales de su población:
No tiene Constitución porque los judíos ultra ortodoxos no lo permitirían, ya que para ellos la única Constitución es la Torá, y de hecho creen que en realidad el verdadero Estado judío solo se formará cuando regrese el Mesías.
No renuncia al ideal del Gran Israel porque los colonos se le echarían encima, y por eso legitima la perpetuación y el crecimiento de los asentamientos judíos ilegales que convierten a Cisjordania en un queso gruyere y trocean aún más los territorios palestinos.
No asimila a los palestinos que viven en los territorios que ocupa pero tampoco les deja desarrollarse de manera autónoma y con independencia.
Y así Israel cae en su propia trampa. No puede ser una democracia mientras este tipo de prácticas sigan produciéndose. Tiene en su suelo a personas a las que niega derechos de manera sistemática. Pero se proclama como la única democracia de Oriente Próximo.
La prohibición de los partidos árabes israelíes en las elecciones es un paso de Israel hacia el abismo. Debería corregirlo de inmediato. Así mismo la sociedad israelí debería reflexionar sobre la dirección que desea tomar. Algo no va bien cuando grandes sectores de la población de un país no permiten que se introduzcan determinados temas en el debate público. Y eso ocurre a diario en Israel.
El propio partido Meretz, a la izquierda del partido laborista israelí, no se atrevió hasta el pasado sábado a unirse a las organizaciones israelíes que se manifiestan pidiendo el cese de los ataques contra Gaza. Un portavoz del Meretz quiso ser ambiguo, no condenó la masacre de palestinos, ni siquiera quiso cuestionar las acciones del Ejército, solo expresó su temor a que haya bajas entre los soldados israelíes si la operación militar se prolonga.
Es seguro que la salud de la sociedad israelí mejoraría si la gente estuviera dispuesta a tener empatía y a entender que su país está eligiendo políticas que solo conducen a la perpetuación de la guerra, a la segregación y a la discriminación de un pueblo, el palestino.
"Como judío, me preocupa mucho formar parte de un país que mata a inocentes o los enjaula. Es terrible que con la excusa de no querer ser nunca más víctimas nos convirtamos en verdugos" me dijo el integrante del Alternative International Center. Es seguro que la salud del país mejoraría si sus habitantes se preocuparan por lo que ocurre al otro lado de las vallas que su Estado levanta. Hay israelíes que lo hacen desde hace años. Ellos deberían ser el futuro de Israel.
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