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Gaza: Parte de guerra |
Gaza al borde de un desenlace: Israel no deja nada vivo y busca una tregua urgente con Hamás. Cómo será el acuerdo de huida "victoriosa".
Hay una percepción táctica compartida: Los costos superan a las ganancias. En diferentes posiciones de la masacre (uno el victimario y el otro la víctima), Israel y Hamás, coinciden en un mismo objetivo: Negociar antes que la catástrofe los supere. Mientras tanto, en total impunidad, convertida en una "noticia más" en la prensa internacional, continúa la mayor operación militar de exterminio de civiles de la historia. Israel sigue matando pero ya se enfrenta a su peor enemigo: El tiempo.
Israel, en sus tres fases de la operación "Plomo Sólido" lanzada el 27 de diciembre (los bombardeos, la invasión terrestre, y el actual "cerco" a Gaza) ya asesinó a más de 980 palestinos, hirió o mutiló a más de 4400, mató a 280 niños, destruyó en un 70% la infraestructura administrativa de Gaza, provocó una catástrofe humanitaria de magnitudes inéditas, y no consiguió su objetivo de máxima: Destruir los arsenales y la capacidad operativa de los cohetes palestinos que siguen impactando en las ciudades israelíes.
En otras palabras, tras 18 días de masacre militar, y con la total complicidad y la inacción de los gobiernos y de las potencias que controlan la ONU, el Estado judío no pudo conseguir lo que se propuso: Terminar con los cohetes palestinos, presionar e imponer una tregua del "vencido" a Hamás, y conseguir un repliegue "victorioso" de sus tropas en Gaza.
Israel apostó su estrategia al exterminio militar, y utilizó simultáneamente el exterminio aéreo, el exterminio terrestre, y el exterminio económico, como armas de guerra para presionar e imponer una negociación en términos de rendición incondicional a Hamás.
Hoy la estrategia de exterminio israelí se encuentra con un enemigo inexorable: El tiempo.
Al que ahora también se agrega una zona de combate desfavorable.
Israel se encuentra en la periferia de la ciudad de Gaza y sus tropas y tanques ya pelean una batalla peligrosa y de alto riesgo en barrios y callejuelas infectadas de "ataques sorpresa", de francotiradores y de trampas explosivas que les producen cada vez más bajas a los soldados judíos, ocultadas celosamente por el mando militar israelí.
En esa zona de combate, se reduce la capacidad de fuego de los tanques y blindados y el factor humano (el miedo a la muerte) comienza a gravitar sobre la psicología de los soldados judíos.
Simultáneamente, Israel mantiene su estrategia de "terror militar" con bombardeos combinados por aire y por tierra, contra objetivos enclavados en zonas residenciales densamente pobladas, que aumentó en grados notables la matanza de civiles, mujeres y niños en las últimas horas.
La matanza ya es masiva, impune, a cara descubierta y sin que las potencias y los gobiernos del mundo levanten un solo dedo para detenerla, y mientras la tragedia humana de Gaza ya casi ni siquiera ocupa las portadas principales de las grandes cadenas y medios internacionales.
Simultáneamente, y agregada al costo de la masacre militar, la catástrofe humanitaria producida por el bloqueo económico, completa el cuadro de rechazo y aislamiento internacional de Israel.
A las marchas y protestas progresivas en su contra que se multiplican por los cinco continentes, ya se vislumbra un movimiento global orientado a denunciar en todos los foros y espacios públicos el genocidio israelí en Gaza apoyado por las comunidades judías del mundo.
Hasta el propio Mamhoud Abbas, un aliado incondicional del eje EEUU-Israel acusó este martes al Estado judío de Tratar de "aniquilar" a la población de Gaza.
Claramente la estrategia israelí está aprisionada en su falta de resultados concretos que lo lleva a extender en el tiempo la masacre militar.
Desde el lunes los medios israelíes destacan una línea creciente de división en la cúpula del poder judío entre los que proponen avanzar en la línea de exterminio militar, y los que proponen la negociación de una tregua ventajosa con Hamás aprovechando su debilidad política y militar.
En el escenario táctico, y con las agujas del reloj en contra, Israel se encuentra en un círculo vicioso de matar y seguir matando, sin ninguna perspectiva de conseguir su objetivo de máxima (terminar con los cohetes) en el corto plazo.
Paradojalmente, y como ya lo anticipamos en otro informe, el principal enemigo de Israel ya no es Hamás, sino el tiempo que corre en su contra.
Y precisamente de ese factor, el tiempo, se nutre la estrategia operativa de Hamás que no basa el fuerte de su táctica de combate en lo militar, sino en el desgaste politico y psicológico de Israel.
Los estrategas militares israelíes señalan que Hamás elude el combate, y sólo ejecuta operaciones aisladas y temporales contra sus tropas, mientras sus comandos permanecen en acecho permanente protegidos y escondidos en los recovecos y callejuelas de la ciudad de Gaza.
Los analistas árabes responden que ese no es un acto de cobardía sino una táctica de batalla orientada a explotar los flancos débiles de Israel, cuyo fracaso se acentúa con el correr de las horas.
Como en Faluya los marines yanquis, los comandos israelíes comienzan en Gaza a transitar una etapa donde la "guerra de nervios" impuesta por Hamás supera en intensidad a la acción de los combates callejeros.
Pero la estrategia de Hamás se encuentra con un límite: El tiempo lo mata a Israel, pero Israel mata sin interrupción a sus combatientes y aniquila con misiles y bombas de racimo a la población civil y la infraestructura de Gaza.
El lunes -señalan analistas de uno y otro lado- la situación ingresó en un statu quo que se acentúa este martes: La operación militar "Plomo Sólido" ingresó a un callejón sin salida: Si Israel sigue matando pierde, y si deja de matar también pierde.
En consecuencia, y como señala la prensa israelí este martes, mientras las tropas y armas judías siguen masacrando civiles se extienden las líneas de negociación (con distintos mediadores, entre ellos Egipto) para sentar al estado mayor de Hamás en una mesa de negociación que posibilite una tregua en términos ventajosos para Israel.
Pero Hamás no se "chupa el dedo": Si bien sus dirigentes saben que también juegan con el tiempo en contra y con el peligro de ser "borrados del mapa" por los misiles israelíes, todo indica que están dispuestos a explotar al máximo los flancos débiles de Israel en una negociación de cese el fuego.
Este martes trascendió en la prensa árabe y judía una versión de que Israel está dispuesto a ceder a una una de las exigencias de máxima de Hamás para una tregua inmediata: El levantamiento del bloqueo y la apertura de fronteras.
Según Haaretz, hay un convencimiento acentuado en el poder israelí de que el costo político de la catástrofe humanitaria supera incluso, en el plano internacional, al de la masacre militar.
El representante especial de la Unión Europea para el Medio Oriente, Tony Blair, aseguró el lunes que un cese de las hostilidades era sólo "cuestión de días" y hasta el primer ministro israelí, Ehud Olmert, señaló que un cese del fuego no estaba tan lejano.
Además de la saturación del costo político de la masacre, hay señales concretas de que el gobierno de Israel está preparando a la opinión pública israelí para la aceptación de una tregua sobre la base de los "daños infligidos a Hamás", como ya destacan Olmert y su gabinete.
La prensa israelí está hablando por estas horas del "duro golpe" propinado a Hamás con la operación terrestre, y los servicios judíos filtran versiones sobre el desmantelamiento de la estructura de lanzamiento de cohetes y de los túneles de contrabando de armas que dejaría a Hamás y la resistencia palestina convertidos en "leones herbívoros".
Pero en los hechos, y según lo que también filtran algunos medios israelíes, Israel no apuesta a un desenlace militar sino a una tregua negociada con Hamás que le asegure, por un tiempo, que los cohetes no caerán sobre territorio judío.
Hay dos razones de peso que apuran el reloj de una tregua con Hamás: Las elecciones de Israel en febrero y la asunción de Barack Obama a la presidencia de EEUU el 20 de Enero.
El lobby judío que sostiene a Obama presiona por una tregua que salve a Obama de asumir con la braza ardiendo de Gaza en pleno desenlace de la crisis económica en EEUU.
Para los expertos, y contrariamente a lo que se cree, la operación "Plomo Sólido" nunca tuvo como objetivo central la destrucción total de Hamás y el derrocamiento de su gobierno que implicaría para Israel tres pasos que no no está dispuesto a dar:
A) Ocupar territorialmente Gaza,
B) hacerse cargo de su administración y
C) contener el estallido social con caos y luchas intestinas que generaría la desaparición de Hamás de la escena.
Las tres fases de la masacre militar solo fueron utilizadas por Israel como herramienta de presión bélica para someter a Hamás y obligarlo a cumplimentar los dos objetivos estratégicos centrales de la operación "Plomo Sólido": La firma de una tregua y de un acuerdo duradero que asegure el final de los ataques con cohetes a las ciudades israelíes.
En el Plan B (ya anticipado por IAR Noticias) hay una opción de máxima y una de mínima. En la de máxima, se contempla una tregua duradera y de largo plazo y un "plan de paz" que ya fue rechazada de antemano por el mando superior de Hamás.
En la de mínima, se contempla una tregua de corto plazo, con detención de los ataques de misiles palestinos a territorio israelí, que le posibilitaría al Estado judío maquillar un "repliegue victorioso" argumentando el "golpe demoledor " que le aplicó a Hamás.
Formalmente, Hamás exige el levantamiento del bloqueo y un retiro incondicional de sus tropas y tanques de Gaza antes de negociar una tregua.
Pero se sabe, ya es vox populi en los medios árabes y palestinos, que la plana mayor de Hamás en Damasco y Gaza está evaluando una propuesta alternativa: Negociar su permanencia en Gaza mediante una tregua que incluya el levantamiento del bloqueo y un llamado a elecciones con la participación de Abbas y de Al Fatah.
Se trataría de un paso intermedio, donde Israel cubriría las apariencias de un repliegue "victorioso" con la reposición de Abbas (un socio incondicional) en el seno del poder de Gaza.
Y Hamás cubriría las apariencias de una "tregua victoriosa" con el repliegue de Israel y el levantamiento del bloqueo y la apertura de los pasos fronterizos.
Hay otras combinaciones en danza, según las versiones árabes y judías de este martes, pero todas apuntan a una tregua con la permanencia de Hamás y el retorno del "gobierno de unidad" en Gaza.
¿Un empate técnico?
Para nada: Israel ya perdió la guerra.
Por una razón precisa: Cualquiera de las variantes de "tregua" que Israel negocie con Hamás, posibilita a la organización islámica y al resto de los grupos palestinos tiempo para su recuperación política y militar.
En cambio Israel, deja en pie a Hamás (al que prometió destruir ante el mundo y su sociedad), suma los miles de muertos y heridos de Gaza a la masacre multitudinaria con derrota militar en Líbano, y termina de demoler su imagen de "superpotencia invencible" en el Medio Oriente.
Además, los mártires de Gaza ya empalidecen el Holocausto judío contado por los judíos.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, medios, multitud, politica, violencia.
Potentes explosiones causadas por bombardeos de la aviación y disparos de artillería pesada se escucharon también en Beit Lahiya, mientras los soldados invasores intentaron adentrarse en zonas densamente pobladas, con saldo impreciso de víctimas.
Según estadísticas palestinas, tras 18 días de agresión hay al menos 935 palestinos muertos y alrededor de cuatro mil 300 heridos, de ellos cerca del 40 por ciento civiles, en su mayoría niños y mujeres.
La ONU, por su lado, estima que 250 infantes han perdido la vida por el conflicto, mientras son más de 20 mil los desplazados internos y prevalece una crítica situación humanitaria porque el 88 por ciento de la población de Gaza necesita ayuda alimentaria, ahora limitada.
Entretanto, también se conoció de violentos enfrentamientos armados en las localidades de Beit Lahiya, al norte de esta ciudad, y en el este de Khan Younis, la segunda urbe del enclave situada al sur.
La intensidad de los choques se atribuyó a la decisión del mando militar judío de arreciar la ofensiva terrestre con la incorporación de más reservistas que, al igual que las fuerzas regulares, son repelidos por las milicias islamistas, coincidieron varias fuentes.
El líder de Hamas en Gaza, Ismail Haniyeh, vaticinó que Israel no emergerá victorioso, y subrayó que “esta sangre sagrada que ha sido derramada nunca será en vano (…) la sangre y los cuerpos de niños y mujeres será una maldición que perseguirá a esta ocupación”.
Hamas y otros grupos palestinos, por su lado, continuaron los disparos de morteros contra las tropas terrestres y de cohetes contra el territorio israelí, donde desde el comienzo de la guerra han causado 13 bajas fatales, 11 de ellas militares, según Tel Aviv.
Las autoridades hebreas aseguraron ver una reducción del 50 por ciento en la capacidad de fuego de los islamistas, aunque entre las primeras horas de hoy lanzaron al menos 10 misiles contra el sur.
En las localidades de Ashkelon, Sderot y Be'er Sheva impactaron el lunes, indistintamente, unos 30 cohetes y el domingo sumaron 22.
Pese a los llamados diplomáticos para un cese del fuego, el primer ministro hebreo, Ehud Olmert, aseguró que mantendrán la ofensiva mientras hasta conseguir detener el lanzamiento de cohetes por parte de Hamas y cortar sus fuentes de suministro de armas.
Según diversos reportes, las tropas hebreas –apoyadas por violentos ataques de la artillería aérea, naval y terrestre- se acercaron a la ciudad de Gaza y rodearon áreas del norte como Jebaliyah y Beit Hanoun, mientras también arreciaron su empuje por el sur.
Potentes explosiones se escucharon anoche y esta mañana, a la vez que se observaron humaredas entre los edificios de la ciudad, agredida durante 19 días consecutivos con saldo de casi mil muertos y alrededor de cuatro mil 300 heridos palestinos.
Fuentes médicas locales y de la ONU incluyen en las cifras de víctimas fatales a unos 400 niños y mujeres, mientras también hay reportados casi 26 mil desplazados dentro del enclave costero.
Los israelíes, por su lado, confirmaron 13 muertos, 10 de ellos militares, y un número impreciso de heridos a raíz de su ofensiva, mientras reconocen que Hamas aún posee capacidad para lanzar cohetes a su territorio, al menos más de 30 en las últimas 24 horas.
Entretanto, helicópteros judíos continuaron hoy el sobrevuelo a prudencial altura en diferentes partes de Gaza y perpetraron ataques también en el oeste y norte de la principal ciudad, al tiempo que aviones F-16 repitieron los bombardeos en la sureña Rafah.
Esa localidad fronteriza con Egipto sigue siendo blanco de extensas incursiones aéreas israelíes que buscan destruir los túneles subterráneos por donde Tel Aviv asegura que los palestinos entran de contrabando víveres y armamentos hacia la bloqueada franja.
Miles de residentes se vieron obligados ayer a abandonar sus viviendas en Rafah y buscar refugio por temor a ser alcanzados por bombas diseñadas para perforar la tierra hasta grandes profundidades, según describieron testigos.
Los choques se mantienen a pesar de las gestiones diplomáticas regionales y los llamados de funcionarios de la ONU y de la Cruz Roja Internacional a detener las hostilidades para aliviar la situación humanitaria de 1,5 millones de palestinos residentes aquí.
Mientras Israel ignoró una resolución de la ONU que instó al cese inmediato del fuego y -según sondeos- la mayoría de sus ciudadanos respalda la agresión, el líder de Hamas aquí, Ismail Haniyeh, defendió el derecho de resistencia a la ocupación y exigió la retirada judía.
Entre los objetivos incluidos en la ofensiva se encuentran varios comandos militares, la comisaría central de la ciudad de Gaza y cinco zonas desde las que supuestas facciones armadas palestinas disparan proyectiles de mortero contra el territorio israelí.
De acuerdo a los portavoces militares, también figuran nueve instalaciones en las que se fabrican y almacenan armas, entre ellas una ubicada en la vivienda de un miembro de Hamas en Gaza capital.
Los bombardeos desde el aire destruyeron 35 túneles el sur de la franja de Gaza.
Las fuerzas terrestres israelíes continúan avanzando desde el norte de la franja hacia la su capital, situada prácticamente en el corazón del territorio y donde reside el grueso de la población de Gaza, habitada por 1,5 millones de personas.
Israel también concentra fuerzas en la frontera con la franja mediterránea en previsión de que se decida intensificar la operación, denominada "Plomo fundido", que está a la espera de recibir luz verde por parte del Ejecutivo para entrar en una eventual tercera fase.
Entre tanto, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, acusó este martes a Israel de querer "aniquilar" a la población de Gaza.
"Esta agresión es más feroz cada día", dijo el dirigente.
Ya han muerto al menos 975 palestinos y se registran 4.400 heridos desde el 27 de diciembre, según el último balance ofrecido por el jefe de los servicios de urgencia en Gaza, Muawiya Hassanein.
Por la tarde, la aviación israelí atacó el norte de la franja de Gaza, matando a al menos ocho palestinos, entre ellos tres niños que jugaban en la calle en Jabaliya (norte).
El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, afirmó que la ofensiva había alcanzado "la mayoría" de los objetivos "pero, probablemente, no todos".
"Mientras no se logren no cederemos a ninguna presión" para cesar la ofensiva, dijo. "No buscamos una salida (a la crisis), sino un éxito. Como lo definió Olmert, necesitamos una estrategia que nos conduzca a un éxito, en el tiempo que haga falta".
A nivel diplomático, Egipto esperaba el martes que Hamas se comprometiera rápidamente con su plan para lograr un alto el fuego en Gaza, a pesar de que el movimiento islamista manifestó sus reservas.
Un enviado israelí, Amos Gilad, viajará este jueves a El Cairo para negociar este plan.
En Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU le dio este martes su apoyo al secretario general, Ban Ki-moon, antes de su partida a Oriente Medio, donde intentará poner fin a los combates entre Israel y Hamas, en aplicación de la resolución 1860 que llama a un alto el fuego inmediato.
En Washington, la próxima secretaria de Estado, Hillary Clinton, aseguró en el Congreso que la administración de Barack Obama hará "todos los esfuerzos posibles" para propiciar un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos. También negó cualquier diálogo con Hamas, mientras no reconozca el Estado de Israel y renuncie a la violencia.
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, cursó una carta a su colega boliviano, Evo Morales, para plantearle un acuerdo internacional que permita frenar la ofensiva militar de Israel en la franja de Gaza, informó este martes en La Paz un ministro iraní.
El primer ministro británico Gordon Brown se mostró "profundamente perturbado" por las escenas de sufrimiento de Gaza y este martes habló con su homólogo israelí, Ehud Olmert, y con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, para presionarles en favor de un alto el fuego.
En Ginebra, las agencias humanitarias de la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) expresaron este martes su "creciente frustración" por no poder socorrer eficazmente a la población indefensa de la franja de Gaza.
Un millón de habitantes viven sin electricidad, 750.000 sin agua, y los hospitales funcionan con generadores auxiliares, según la ONU.
Fuerzas israelíes atacan sin piedad
El Ejército de Israel disparó contra una mujer y tres hombres que enarbolaban una bandera blanca cuando abandonaban su casa tras un ataque israelí en Gaza.
La Organización No Gubernamental israelí Betselem afirmó en un comunicado que un testigo, Munir a-Najar, residente de la aldea de Khuza, explicó por teléfono que al menos la mujer fue abatida pero que desconoce su estado porque él tuvo que huir de la zona.
El incidente se produjo después de que en la noche del martes fuerzas israelíes allanaran el terreno y demolieran viviendas en esa aldea, cercana a la frontera con Israel.
De acuerdo con el relato del testigo, ya por la mañana, Rawhiya al-Najar, una mujer palestina, de 50 años, salió de su casa con una bandera blanca en la mano para que el resto de su familia pudiera seguirla y abandonar la vivienda.
El testigo añadió que tras ser abatida, la mujer permanecía inmóvil en el suelo sin que el resto de la familia ni los servicios de emergencia pudieran acercarse para prestarle auxilio.
Explicó que los militares israelíes abrieron fuego cuando el grupo había caminado veinte metros, e identificó a los tres hombres como Muhammad Salman a-Najar, de 54 años, Ahmad Juma a-Nahjar, de 25, y Jalil Hamdan a-Najar, de 80, al parecer de la misma familia.
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