«« | »» |
Gaza: Parte de guerra |
El sábado Israel ingresó a Gaza, la dividió en tres el domingo, no puede terminar con Hamás, sigue matando, pero ahora tiene un problema: Salir.
En Gaza, una franja territorial de 45Km de largo por 8 de ancho, hay un millón y medio de palestinos en estado de catástrofe humanitaria, no hay comida, no hay electricidad, no hay combustible y el sistema de salud está colapsado.
Israel ya está adentro, y ahora el reloj y los muertos de Gaza van a ser los protagonistas fundamentales de su destino en las próximas horas.
Gaza está asediada por dos tipos de muerte: Los misiles israelíes y la catástrofe humanitaria. Para el millón y medio de palestinos del campo de concentración la muerte llega del cielo, de la tierra y de las fronteras criminalmente cerradas por el bloqueo judío.
La Franja es un cementerio ignorado por el resto del mundo (incluido los países árabes) y las tropas judías corren el riesgo de quedar sepultadas en él. Y morir en estos momentos para el Estado judío y los líderes sionistas que lanzaron la operación de exterminio no significa necesariamente la derrota militar o la baja de sus soldados, sino quedarse entrampados en la ratonera sin cumplir con sus objetivos de máxima: Destruir las lanzaderas de cohetes y misiles, apresar o matar a la cúpula de Hamás, y luego operar (unilateralmente o con EEUU un "cese el fuego" que le permita un retiro "honroso y victorioso del cementerio).
Desde el domingo a la noche Gaza, se divide en tres escenarios de combate, por el sur, por el centro y por el norte, y en ninguno, salvo tomar posiciones, las fuerzas judías han logrado el objetivo de máxima de su misión: Destruir la capacidad y la infraestructura operativa de Hamás y el resto de las organizaciones de la resistencia palestina.
Según describen los corresponsales y observadores internacionales, las fuerzas judías han tomado posición en la ciudad de Gaza, y salvo ataques de "toco y salgo" esporádicos o de combates relámpagos feroces que nacen y se apagan con la misma intensidad, Hamás y sus combatientes se "esfumaron de la escena".
Amparados en el conocimiento de cada porción de terreno de su territorio los comandos de la resistencia no presentan blancos fijos sino que desde el sábado aparecen, atacan con morteros y granadas a las tropas y blindados judíos y luego desaparecen sin dejar rastros.
También son frecuentes, según los observadores, las "encerronas" con coches bomba y fuego de francotiradores que complican el avance de los tanques y equipos blindados.
Según medios árabes, los vericuetos y escondrijos de la superpoblada ciudad de Gaza favorece este tipo de táctica combativa y ahorra bajas a los comandos palestinos.
En consecuencia, y como señala un corresponsal de la BBC, los tanques y soldados judíos permanecen la mayor parte del tiempo en en sus posiciones, limitados a bombardear supuestos búnkeres o nidos de la resistencia, y a la espera de la aparición de un enemigo que se ha convertido gradualmente en fantasma.
Si bien ni Israel ni la resistencia proporcionan cifras oficiales de las bajas, el mando militar judío hablaba este lunes de "docenas" de combatientes palestinos muertos mientras que las cadenas árabes también hablaban de decenas de soldados israelíes muertos sin que se precise o confirme la información.
En cambio, según la sanidad palestina, tras el ingreso de las tropas y blindados a Gaza los civiles se convirtieron en las víctimas principales del fuego cruzado de los tanques, aviones y baterías misilísticas judías contra la infraestructura de Hamás.
Con un agravante: Las tropas en su avance disparan constantemente sobre objetivos ubicados en un área superpoblada y las víctimas (entre ellas, niños y mujeres) ya superan a las de los combatientes de la resistencia.
En uno de esos operativos, durante la jornada un tanque israelí demolió una casa y mató a trece civiles, según informaron varias agencias internacionales.
Este lunes la prensa israelí coincidía en un título: "El objetivo de Tzáhal (el ejército judío) es la estructura del terror de Hamás". Según Haaretz, luego de ingresar el sábado a la ciudad de Gaza las fuerzas del Ejército comenzaron a buscar en el área a los escondites de armas, a la infraestructura terrorista y a los terroristas.
Al mediodía del lunes, según el diario, los operativos no habían arrojado ningún resultado. Como prueba del fracaso, los grupos de la resistencia palestina de Gaza continuaban el con el lanzamiento de cohetes contra el sur del Estado judío.
Siguiendo la tendencia de los combatientes, las armas y la logística de Hamás se convirtieron en fantasmas que, de tanto en tanto, le auguran a Israel desde sus escondites una "tumba en Gaza".
En este cuadro de situación, Ehud Barak, uno de los integrantes, junto a Olmert y a Livni, del triunvirato criminal de Tel Aviv, dijo que "la ciudad de Gaza está parcialmente cercada".
Obviamente se le olvidó decir que está cercada con las tropas judías adentro, sometidas no solamente al fuego sorpresivo de la guerrilla palestina sino también a una presión psicológica que va a ir en aumento con el correr de las horas y de los días.
¿Qué va a hacer Israel en medio del cementerio (donde el hambre y la desesperación hacen más ruido que los misiles) y con el enemigo convertido en fantasma?
Ya se manejan opciones:
A) Un acuerdo de "unidad" Hamás-Abbas (mediado por Egipto).
B) Un llamado urgente de cese el fuego operado por Francia y EEUU en la ONU.
C) Un cese "unilateral" del fuego por parte de Israel aduciendo la "emergencia humanitaria".
El punto A ya fracasó en reiteradas oportunidades, el punto B es el más viable pero requiere de tiempo que a Israel se le acaba, y el punto C no cumple con la requisitoria del "retiro honroso" de las tropas israelíes.
En resumen, Israel ya está ante el escenario más temido: Virtualmente se encuentra en control de Gaza, y no solamente es el responsable de los muertos por la masacre militar y por la catástrofe humanitaria sino que además ahora es el responsable "administrativo" de Gaza con su gobierno "desaparecido" y la infraestructura del Estado destruida.
El invasor, por fin, sin intermediarios, se encuentra sólo frente a su propia obra: La muerte masiva de palestinos, el caos y la ingobernabilidad.
Estratégicamente, y desde el plano de la acción psicológica, a Hamás ya ni siquiera le hace falta combatir: Sólo le basta con seguir invisible y extender lo más posible su desaparición de todos los lugares que solía frecuentar.
Israel ya está en la ratonera: Ahora pelea más que nada contra la agujas del reloj. Una ironía que sigue marcando su destino invasor en Gaza.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, memoria, multitud, politica, violencia.
A once días del comienzo de las operaciones militares de exterminio israelí, los muertos de la masacre ya superan los 650, los heridos y mutilados ascienden a más de 3200.
Este martes, el propio Olmert admitió que Israel, tras cuatro días de ofensiva terrestre todavía no consiguió terminar con Hamás y con su infraestructura de lanzamiento de cohetes.
Este martes 6 de enero en Gaza no hay tiempo para enterrar los cadáveres, los heridos se mueren apilados en los pasillos a oscuras de los hospitales colapsados, donde ya no quedan insumos ni material de cirugía para atenderlos.
Ya casi no queda nada con que supervivir: No hay luz, no hay agua, no hay comida, y no hay resguardo posible ante los misiles y las bombas israelíes de racimo disparadas noche y día desde aviones, barcos, tanques y baterías terrestres.
Gaza no es un campo de batalla convencional, sino un ejercicio cruzado de "tiro al pichón" contra un millón y medio de seres humanos, para quienes la única luz existente es la producida por las llamaradas multicolores de los misiles y las bombas israelíes.
Pero este martes, los que dirigen la operación de exterminio desde Tel Aviv parecen haber superado el récord de patología criminal que, durante más de sesenta años, la historia escrita por los judíos le adjudicó a Hitler y a los nazis.
Al menos 45 civiles, entre ellos 12 niños, murieron al atacar Israel dos escuelas administradas por las Naciones Unidas (ONU) en ese territorio palestino, y 12 miembros de una misma familia perdieron la vida cuando su vivienda fue atacada.
Los misiles israelíes enfilaron hacia una escuela gestionada por la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) en la ciudad de Jabaliya (norte de la Franja de Gaza) y mataron a más de 43 civiles, la mayoría niños, según el nuevo balance de fuentes médicas palestinas.
El balance de muertos aumentó rápidamente a medida que los equipos de socorro empezaron las tareas de rescate entre los escombros del edificio.
Horas antes, otros dos civiles murieron cuando un ataque de la artillería israelí alcanzó otra escuela de la ciudad de Jan Junés (sur de la Franja). Y tres personas más fallecieron en otro ataque aéreo contra una escuela del campo de refugiados de Shati, en la ciudad de Gaza, señalaron fuentes médicas citadas por agencias internacionales.
Además de los muertos en las escuelas de la ONU, otros dos palestinos, uno de ellos miembro de Hamás, fallecieron por disparos israelíes en el barrio de Cheij Radwan, en la ciudad de Gaza, y un niño de cinco años murió en otro ataque en Jan Junés.
En Zeitun, los cadáveres de ocho miembros de una misma familia -cuatro de ellos niños- fueron sacados de entre los escombros de su casa, destruida por una bomba israelí.
Moaweya Hasanein, jefe del servicio de emergencias y ambulancias de Gaza, dijo que hay, además, decenas de personas heridas a causa de la explosión que afectó a la escuela al-Fakhoura, en el campo de refugiados de Jabaliya, y donde se refugiaba población civil que huía de los enfrentamientos armados en la zona.
En tanto, milicianos palestinos siguieron lanzando cohetes hacia suelo israelí. Por primera vez, unos de los proyectiles llegó a Gadera, una ciudad del sur de Israel que se encuentra a 40 kilómetros de la Franja de Gaza, y causó heridas leves a un bebé, informaron vecinos de la localidad.
Las fuerzas israelíes dividieron Gaza en tres para evitar que los combatientes de la resistencia reciban refuerzos, lo que impide el libre movimiento dentro del territorio a su millón y medio de habitantes. Además, dificulta el trabajo de las agencias humanitarias y agrava la situación de la población civil, que fuentes de la ONU calificaron de "dramática".
Los combates entre tropas israelíes y militantes de Hamás se extendieron este martes a las zonas urbanas de la Franja de Gaza donde se combatía a decir de portavoces de Hamás: "Casa por casa y cuadra por cuadra".
Tras la noche del lunes los violentos enfrentamientos en varios barrios de la ciudad de Gaza (Tuffa, Zeitun y Chujaiya), continuaron este martes en esos sectores y en otras zonas urbanas de Jabaliya, Beit Lahya (norte de la Franja), Bureij, Deir el-Balah (centro) y Jan Junés (sur).
"El ejército (israelí) cortó en dos la Franja de Gaza y cercó la ciudad de Gaza", reconoció el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak.
"Lanzamos esta operación para asestar un golpe duro a Hamás, cambiar las condiciones de vida en el sur de Israel, llevar la calma y la seguridad a los ciudadanos y parar el contrabando de armas hacia la Franja de Gaza", añadió Barak, enumerando así los objetivos de la ofensiva israelí, lanzada el 27 de diciembre.
Este martes el propio Olmert confirmó la impotencia de Israel para terminar con las lanzaderas de misiles palestinos a Israel.
El Primer Ministro israelí rechazó el pedido de la Unión Europea de adherirse a una tregua humanitaria de 48 horas en la Franja de Gaza.
"Mire donde están disparando. Ya han alcanzado a Gedera. Antes de la calma (tahdiya), (sus proyectiles alcanzaban una distancia de) 20 kilómetros. Después de la calma, llegan a los 40 kilómetros. Si hay otra tregua, alcanzarán los 60 kilómetros y aún más. Yo respeto a las Naciones Unidas y a sus instituciones, pero ahora tenemos que actuar de conformidad con la iniciativa regional liderada por los norteamericanos y poner una 'cobertura internacional' sobre el fuego en Gaza", explicó Ehud Olmert a los ministros de Exteriores de la Unión Europea, en su despacho en Jerusalén.
Las declaraciones del Primer Ministro se producen como respuesta al anuncio de Hamás según el cual aumentará el alcance de sus cohetes para amenazar a un mayor número de israelíes.
Olmert agregó que "lo más importante desde nuestro punto de vista es detener el contrabando y el fortalecimiento de Hamás. Hemos tenido suficientes gestos. Exigimos acciones que traigan seguridad a los residentes del sur de Israel".
El jefe del Gobierno judío pidió a los ministros de Exteriores europeos, entre ellos al de la República Checa, Karel Schwarzenberg, de Suecia Carl Bildt y al Comisario de la UE Benita Ferrero-Waldner, que apoyen una iniciativa regional en la que Egipto asumirá el control de la llamada ruta Filadelfia y prevendrá el contrabando de armas en Gaza.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, por su parte insistió este martes en Damasco en que "no hay una solución militar" para la franja palestina de Gaza y se mostró a favor de cambiar "el círculo de violencia por el círculo de la paz".
Sarkozy hizo sus declaraciones tras reunirse con el presidente sirio, Bashar al Asad, como parte de la gira por Oriente Medio que le llevó ayer a Egipto, Cisjordania e Israel, y que terminará hoy mismo en el Líbano.
"La violencia debe terminar lo antes posible", afirmó Sarkozy, quien calificó de "inaceptable" el lanzamiento de cohetes desde Gaza hacia territorio israelí.
Este martes, la prensa israelí comenzó a largar versiones alarmantes de una posible irrupción de Irán y Líbano en el conflicto, lanzadas por los servicios de inteligencia judíos.
Según esas versiones. Irán y Siria están permanentemente tratando de introducir, de contrabando, cohetes mejorados en la Franja de Gaza.
Hasta ahora la mayoría de los cohetes disparados contra Israel tienen un alcance de hasta 20 kilómetros, y han sido fabricados por Hamás. Otros han sido introducidos por partes y armados en la Franja, y de acuerdo con los reportes en la prensa israelí pueden alcanzar y aún superar los 45 kilometros.
De acuerdo con el diario Haaretz, fuerzas de Hezbolá en Líbano están en el más alto nivel de alerta ante un posible ataque de Israel a sus búnkeres y refugios.
Según el diario, una fuente libanesa señaló que el grupo chiíta determinó "no dar a Israel una oportunidad de vengar su derrota en la guerra de 2006 y por lo tanto, aumentó su nivel de alerta para fines de defensa".
La fuente también dijo que Hezbolá teme un ataque sorpresa por parte de Israel en el sur de Líbano y que "el Estado judío puede aprovechar el período de transición entre las dos administraciones de norteamericanas para iniciar una nueva aventura con el fin de imponer la nueva realidad a lo largo de la frontera libanesa".
«« | Inicio | »» |