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Bank of America lanza un SOS |
Bank of America, el mayor banco de Estados Unidos por activos, podría necesitar por segunda vez la ayuda del Gobierno para absorber las pérdidas derivadas de la adquisición de Merrill Lynch, según informaciones de Bloomberg.
Las fuentes consultadas por el portal financiero señalana que los detalles podrían conocerse el próximo 20 de enero. Es enetonces cuando la entidad podría presentar las primeras pérdidas trimestrales en 17 como consecuencia de los elevados gastos derivados de la compra de Merrill Lynch y Countrywide Financial Corp. Bank of America ha recibio ya 25.000 millones de dólares del Gobierno.
El banco, con sede en Charlotte -Norte de Carolina- ya advirtió a los reguladores en diciembre que podría abandoar la compra del banco de inversión ante los malos resultados empresariales de Merrill Lynch, peor de lo esperado.
Las acciones de Bank of America perdieron el año pasado un 66% y acumula pérdidas del 30% desde el CEO del grupo dijera a sus empleados el 6 de enero de este año, que el comportamiento de la compañía durante el año pasado podría no cumplir las expectativas. Sus títulos cayeron ayer por debajo de los 10 dólares por primera vez desde 1992.

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Si en la jornada precedente bancos europeos como HSBC y Deutsche Bank se habían encargado de poner en el punto de mira al sector, hoy las principales presiones proceden del exterior, concretamente de Bank of America.
El mayor banco estadounidense por activos podría necesitar un segundo rescate a cargo de las autoridades estadounidenses. Los 25.000 millones de dólares de origen público recibidos hasta ahora por Bank of America y Merrill Lynch, en proceso de integración con el anterior, no serían suficientes para asimilar las pérdidas, según publica Bloomberg.
Los detalles de las eventuales nuevas ayudas públicas podrían ser desvelados la próxima semana, el día 20, coincidienco con la publicación de los resultados de Bank of America. Entocnes, el banco podría anunciar sus primeras pérdidas trimestrales en 17 años. Las mayores complicaciones en sus cuentas procederían de la absorción de Merrill Lynch, y de la anterior de Countrywide Financial.
Los problemas de Bank of America saltan al primer plano de la actualidad apenas un día después de que se reactivaran los planes de una posible escisión de Citigroup, en un nuevo intento por asegurar su supervivencia.
"El hecho de mantener el toro no es para no empeorar la situación", afirma la directora comercial de Bank Of America Anne Finucane, "es la primera decisión tomada para crear uan entidad que ofrezca un servicio fabuloso a nuestros clientes".
La ejecutiva de la entidad también ha comentado que "el banco tiene la intención de conservar el nombre de Merril Lynch durante el mayor tiempo posible" Por otro lado, el toro no sobrevivirá en los ámbitos corporativo, comercial y banca de inversión y de negocio en los que se utilizará uno de la matriz.
Bank of America anunció el pasado 15 de septiembre que había llegado a un acuerdo para adquirir Merrill Lynch por 44.000 millones de dólares (31.000 millones de euros) para proteger a esta entidad del previsible colapso de Lehman Brothers.
Esta compra unió al primer grupo bancario de Estados Unidos con una de las empresas más célebres de banca de inversión. La fusión se produjo dentro de un contexto para llegar a un acuerdo de cómo salvar de la quiebra a Lehman Brothers.
Precisamente ha sido la adquisición de este banco de inversión y las pérdidas derivadas de la operación las que han obligado al Gobierno de Estados Unidos a intervenir para evitar su colapso. El rescate se produce además horas después de que el Senado de Estados Unidos diera ayer luz verde a la segunda parte del plan de ayuda al sector financiero y que contempla ayudas de 350.000 millones de dólares, de los que podrá disponer el presidente electo, Barack Obama, cuanto tome posesión de su cargo.
Ésta es la segunda vez que Bank of America recibe apoyo estatal. La primera vez consiguió una inyección de capital de 15.000 millones de dólares, mientras que otros 10.000 millones fueron a parar a Merrill Lynch con quien ahora ultima su fusión. En un comunicado conjunto, el Tesoro y la Fed señalan que este rescate "responde a su compromiso de garantizar la estabilidad del mercado".
Bank of America cerró la compra de Merrill Lynch por 19.400 millones de dólares sin la ayuda estatal pero el importante deterioro del entorno económico y financiero desde el 15 de septiembre, cuando se produjo la quiebra de Lehman Brothers.
Las acciones de la compañía se derrumbaron ayer un 18,4% hasta 8,32 dólares, después de fijar mínimos en 17 años ante la duda de los inversores sobre la capacidad el banco de sortear la crisis.
La noticia ha provocado una reacción inmediata en los mercados, duramente castigados en las últimas sesiones por los renovados temores en torno a la salud del sistema bancario y a su capaz de supervivencia ante la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial. De hecho, Los futuros norteamericanos registra subidas superiores al 1%, mientras que las bolsas asiáticas han despedido una semana de claro signo bajista.
Las miradas se dirigen ahora a Citigroup y los temores a una posible nacionalización de la compañía. Los rumores en torno a la adopción de medidas drásticas para evitar un colapso similar al de Lehman Brothers, empiezan a cobrar cuerpo en Wall Street, que espera pérdidas de 10.000 millones de dólares.
Tanto Citigroup como Bank of America se retratan hoy ante los inversores con la presentación de sus cuentas de resultados.
En concreto, Bank of America ha registrado unas pérdidas de 1.790 millones de dólares en el cuarto trimestre del ejercicio, ó 48 centavos por acción. Estas pérdidas contrastan con las ganancias de 268 millones de dólares que registró en el mismo periodo de 2007 y, sobre todo, con algunas las previsiones del mercado que esperaba unas cuentas positivas.
Los analistas consultados por FactSet, por ejemplo, estimaban que registraría un beneficio de 24 centavos por acción. Desde Citigroup, sin embargo, uno de sus analistas, Keith Horowitz, señaló el pasado 11 de enero que el banco registraría números rojos de 3.600 millones.
En cualquier caso, estos resultados, que inicialmente se iban a publicar el próximo 20 de enero pero que la entidad decidió adelantar, no recogen el impacto negativo de las cuentas de Merrill, cuya compra completó Bank of America el pasado 1 de enero. Según esta entidad, Merrill Lynch perdió 15.300 millones de dólares en el cuarto trimestre.
Los títulos de Bank of America se han desplomado 75% desde que el 15 de septiembre anunciara la adquisición de Merrill Lynch después de 48 horas de aceleradas negociaciones y en la misma mañana uqe lehmna Brothers presentó su quiebra. A partir de entonces las condiciones del mercado empeoraron sustancialmente, y la digestión de Merrill comenzó a atragantársele.
Recibirá una segunda ayuda de 138.000 millones
El Tesoro de Estados Unidos y la Reserva Federal han salido, por segunda vez, al rescate del mayor banco de Estados Unidos. Le otorgarán un salvavidas de 138.000 millones de dólares (unos 104.930 millones de euros) de los cuales 20.000 millones serán fondos del Gobierno americano y 118.000 millones corresponderán a una garantía federal de dólares en activos tóxicos, para facilitarle la absorción de Merrill Lynch. Las acciones de Bank of America rebotan un 14% en la preapertura de Wall Street.
Este plan de emergencia anunciado por el Departamento del Tesoro, la Reserva Federal y la agencia Federal Deposit Insurance, otorgará al banco 20.000 millones de dólares de un fondo de rescate oficial a cambio de acciones preferentes.
El Gobierno americano también ha acordado compartir las pérdidas provocadas por activos en problemas, que el mayor banco estadounidense por activos asumió cuando pagó unos 19.400 millones de dólares por Merrill Lynch, en un operación que se completó el pasado 1 de enero.
Así, recibirá otros 118.000 millones como parte de una garantía federal de dólares en activos tóxicos, para facilitarle la absorción de Merrill.
BofA intenta salir adelante después de la compra de Merrill Lynch, mientras Citi intenta deshacerse de Smith Barney. Esta semana, el mercado crediticio aumentó las posibilidades de un posible impago por parte de Citi, aunque las posibilidades son menores a las que había en noviembre, antes del rescate. El riesgo de impago por parte de BofA parece mucho menor, lo que significa que el mercado espera una importante inyección de capital que afectará al precio de las acciones, pero protegerá a los acreedores.
La oleada de ventas recuerda a la tendencia registrada cuando saltaron las alarmas antes de la crisis crediticia. En el último semestre de 2008 asistimos a tres fatídicos fines de semana en Wall Street: el rescate de Citigroup, el 23 de noviembre, el colapso de Lehman Brothers, el 14 de septiembre, y el rescate de Fannie Mae y Freddie Mac, el 13 de julio. Durante las semanas anteriores, se habían producido caídas del 65%, 78%, 50% y 56% respectivamente en las acciones implicadas.
O los mercados vieron el alcance de los problemas, o el Gobierno de EEUU se vio obligado a actuar en nombre de los mercados. El resultado es el mismo. En los casos de Frannie y Citigroup, se produjeron fuertes rebotes los viernes anteriores, cuando los operadores entendieron que los rescates eran algo inevitable, e inmediatamente después de las intervenciones. El caso de Lehman fue distinto. Pero, aunque lo hubiéramos visto antes, no esperábamos que se repitiera con tanta celeridad. No podremos comprobar cómo afectarán las últimas ventas a las entidades hasta que las acciones no alcancen por lo menos los niveles registrados durante la crisis de noviembre.
The Financial Times Limited 2009.
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