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Torturas: El pensamiento retrógrado |
En el estado español la tortura no sólo se aplicó siempre, sino que incluso se defendió públicamente como método "patriótico". Vale la pena darle una hojeada al libro titulado "Defensa de la tortura y las leyes patrias que la establecieron: Impugnación del tratado que escribió contra ella el Doctor D. Alfonso María de Acevedo: Su autor Don Pedro de Castro, Colegial que fue del Mayor de San Clemente de Bolonia, Catedrático de Teología en aquella Universidad, Canónigo de la Catedral de Málaga, al presente de la Metropolitana de Sevilla y actual Presidente de la Mesa de Examinadores Sinodales de su Arzobispado".
Así reza la portada de este fervoroso trabajo. Al pie, dice "Con licencia. En Madrid: Por Miguel Escribano, calle de Bordadores, Año de 1778. Se hallará en la Librería de Joseph Mathías Escribano. Calle de Atocha."
Dos primeras observaciones: quien defiende la tortura es un encumbrado canónigo español de la iglesia católica; en la misma fecha de la publicación del libro, una nación vecina de la brutal y atrasada "España" marchaba aceleradamente hacia la revolución de la "libertad, igualdad, fraternidad".
Prologando el trabajo del canónigo, se incluye el pronunciamiento del Colegio de Abogados de Madrid, una extensa resolución en la que aprueba la publicación y las ideas que sostiene.
"El Colegio es del sentir que a lo menos tiene esta (la obra de Pedro de Castro) igual, y acaso más mérito y justicia para ver la luz pública, que el que tubo la Disertación de Don Alfonso María de Acevedo (en contra de la tortura)...
"Afirmar el Doctor Acevedo que la tortura es un perjuicio, es un horrible dogma, es una cruel opinión, una acción inicua y excecrable, y en fin una tiranía... (No corresponde hablar así)
"...de una cosa aprobada y establecida por nuestras leyes patrias y Católicos Soberanos, en cuya defensa debemos exponer nuestras vidas, sin oponernos a sus mandatos, ni aún interpretarlos, quando no admiten duda...
"...El mismo uso y felicidad con que se ha aplicado (la tortura) en sus casos determinados sabiamente por nuestras leyes, y dirigido según su espíritu por fieles ministros, y los muchos delincuentes que por su medio han satisfecho a la vindicta pública, la califican a pesar de toda especulación de justa, útil y necesaria.
"El que ciertos delitos atroces, como son los de lesa Magestad divina y humana, hayan de trascender el suplicio del delincuente y extenderse a su mísera descendencia, parece todavía más repugnante a la razón natural, que dicta que los delitos sólo obliguen a los autores, y sin embargo lo vemos establecido en el govierno de Dios, y seguido sin escrupulo alguno de la benignidad de la Iglesia."
Para que no queden dudas cerca de la "benignidad" de la iglesia católica, los papas Clemente V, Paulo IV y San Pío V en sus bulas, "entendieron el espíritu de blandura en otra forma que el Doctor Acevedo, y le juzgaron conpatible con la pesquisa de los delitos y castigo de sus autores por medio de la tortura."
"La semiplena prueba precedida de mala fama del acusado, que la Lei requiere para proceder al tormento..." La ley sostenía que sólo se podía torturar al "infamado" (al de mala fama)."
Es extenso de exponer, pero en este libro, el promotor de la tortura polemiza con el Impugnador de Acevedo, porque éste se basa en el Fuero de Vizcaya y lo pone de ejemplo.
En estos breves fragmentos vemos la vigencia que tiene ese pensamiento retrógrado en la "España" de hoy. Se habla de "las leyes patrias" con la misma unción y severa prevención con que lo hacen los defensores de la intangibilidad de la Constitución española. Afortunadamente, en la actualidad hay otros colectivos de abogados que militan con dignidad en el Derecho, pero aquel Colegio de Abogados de Madrid tiene en tribunales y bufetes de hoy sus dignos herederos.
La opinión del opositor a la tortura, el doctor de Acevedo, es reputada como una ofensa, un "horrible dogma... cruel... y execrable", tal cual ocurre hoy con denunciantes de la tortura que terminan procesados porque "la Guardia Civil no tortura". Si repasamos las respuestas que los gobiernos españoles dan a estas denuncias veremos que existe una perfecta continuidad en esta línea de pensamiento. Tras la aprobación por mayoría del protocolo contra la tortura, en el Parlamento de Gasteiz, el ministro Pérez de Rubalcaba mostró en público su mosqueo y Esperanza Aguirre (PP), presidenta de la Comunidad de Madrid, dijo a la prensa que el presidente español no debía recibir a Juan José Ibarretxe por "la ofensa que ayer el Parlamento vasco ha perpetrado a todos los españoles y muy especialmente a la Guardia Civil". Es decir, el mismo discurso de 1778: cuestionar la tortura es ofender a la patria y al monarca.
Más de una vez se ha justificado la aplicación de la tortura por sus resultados. "El uso y felicidad con que se ha aplicado sabiamente", decían el canónigo y los abogados del Colegio de Madrid. Dictadores latinoamericanos lo han defendido públicamente en reportajes. "Si no ¿cómo quiere sacarle información al subversivo, información que servirá para salvar vidas?", decía un militar retirado argentino a una periodista francesa. A este nivel se encuentra la dictadura española, que ampara la tortura y a los torturadores.
Otra de las claves está dada en la afirmación de que es lícito que el "suplicio del delincuente" pueda "extenderse a su mísera descendencia", puesto que así lo dispone la "benignidad" de la Iglesia en su propio gobierno. La dispersión de los presos vascos, con su finalidad criminal, es la aplicación práctica de esta vieja idea.
Es interesante ver que "las leyes patrias" permitían torturar al "infamado", es decir, a quien tuviera "mala fama". De eso se encarga hoy la Brunete mediática española, concertados en repetir y mejorar las versiones policiales, que convierten en "terrorista" a todo detenido vasco que cae en sus manos. Los medios difunden a los cuatro vientos que detuvieron a un "etarra", aunque este no tenga la más mínima relación con la violencia, y crean las condiciones para que la "opinión pública" se desentienda de los derechos que tiene ese ciudadano indefenso, incomunicado, en manos de expertos torturadores.
La referencia que el impugnador de la tortura hace al Fuero de Vizcaya no deja de tener un gran valor simbólico. En este punto también están enfrentados los vascos con el estado español. Son tradiciones distintas. Los vascos no han sido menos salvajes que otros pueblos, pero fueron construyendo en sus Fueros un corpus doctrinario de contenido democrático, para la convivencia, por el cual, entre otras cosas, los reyes debían avenirse a respetar esas leyes y jurarlas, mientras que el atraso intelectual español los llevó a pergeñar "leyes patrias" y sostener "Católicos Soberanos", en cuya defensa -dicen- "debemos exponer nuestras vidas, sin oponernos a sus mandatos, ni aún interpretarlos, quando no admiten duda...". Hoy, solventan a un parásito coronado y procesan a quienes se atreven a oponerse a sus mandatos.
La "España" bruta, anacrónica, feudal, late aún en el corazón del estado. Los fascistas siguen pensando como Pedro de Castro. Ni siquiera el ropaje neoliberal con que se disfrazan los del PSOE, la izquierda del franquismo, les alcanza a ocultar al inquisidor, al verdugo, al atormentador que llevan adentro, abonados al concepto que subraya este viejo libro: La tortura, feliz y sabiamente aplicada por voluntad de las leyes patrias y de los Soberanos, no puede cuestionarse. Quien lo haga, como aquel Alfonso de Acevedo, estará agraviando a la ley y a la Monarquía.
La lucha sigue siendo la misma de siempre. El progreso contra la bestia negra del oscurantismo.
Daniel C. Bilbao

Etiquetas: conocimiento, memoria, multitud, politica, sabiduria, violencia.
El resto del Plan de Derechos Humanos es satisfactorio para Amnistía Internacional, pese a que "contiene importantes ausencias", pues "ni siquiera aparecen" las víctimas de la tortura y los malos tratos.
Su portavoz también se ha mostrado "partidaria" de introducir la grabación de vídeo y audio en todo el proceso de detención de los acusados de terrorismo y ha deseado que próximamente "se amplíe al resto de detenidos".
Amnistía ha celebrado el establecimiento de una comisión anual en el Congreso y ha instado a que "tenga continuidad en próximos gobiernos y no muera en esta legislatura".
Respecto a las víctimas del franquismo, Del Pozo ha criticado que "se siga dejando en manos de los familiares la carga de las exhumaciones".
Por otro lado, esta organización ha denunciado que en las relaciones bilaterales los derechos humanos no sean prioritarios, pues "faltan medidas concretas y visibles para promoverlos en países como Colombia, Cuba, Marruecos, Guinea, China, Rusia y Estados Unidos".
Amnistía Internacional ha aplaudido además la decisión de adoptar una estrategia nacional contra el racismo, analizar la realidad de los servicios de violencia de género de las Comunidades Autónomas y elaborar el Plan específico para las mujeres inmigrantes maltratadas.
El juez sólo tuvo oídos para la petición fiscal.
Ibai Egurrola, Amets Ladislao, Xabier Gutiérrez, Mari Mertxe Alcocer y Maribel Prieto fueron trasladados por la mañana a la sede de la Audiencia Nacional después de permanecer cinco -los tres primeros- y tres días -las dos últimas- incomunicados en manos de la Guardia Civil. Tras interrogarles, el juez Santiago Pedraz hizo caso omiso de las torturas relatadas por los detenidos y accedió a la petición del fiscal Juan Moral para enviarles a prisión acusados de «colaboración con organización terrorista».
Los cinco denunciaron ante el juez que fueron torturados y que mientras han permanecido en manos de la Guardia Civil han tenido los ojos vendados, para que no pudieran ver nada, según informó a media tarde de ayer el movimiento pro amnistía. Además, negaron las declaraciones realizadas ante sus captores.
En el caso de Amets Ladislao, la joven explicó que durante el tiempo que permaneció incomunicada estuvo desnuda; fue golpeada en los genitales con algo similar a un listín telefónico; le aplicaron «la bolsa» en más de cincuenta ocasiones, hasta dejarla sin respiración; y recibió constantes amenazas, tanto de muerte como de contenido sexual.
La vecina de Berango llegó a perder el conocimiento.
Siguiendo la información difundida por el movimiento pro amnistía, a Javier Gutiérrez también le aplicaron «la bolsa», fue golpeado con las palmas de las manos abierta y amenazado de forma continua.
Ibai Egurrola refirió que, además de «la bolsa», le colocaron una pistola en la cabeza, amenazándole con que iban a matarlo. En otro momento le dijeron que iban a aplicarle electrodos.
Mari Mertxe Alcocer, que presentaba una marca en la mejilla, denunció haber recibido muchos golpes en la cara y recordó que le arrojaron agua fría estando desnuda.
Maribel Prieto explicó que le golpeaban, le tiraban del pelo y de noche le obligaban a permanecer de pie para impedirle que pudiera dormir. Además, un guardia civil le amenazó con obligarle a hacerle una felación.
Tras llegar a Gipuzkoa
Egurrola, Ladislao y Gutiérrez fueron arrestados la noche del lunes en Irun, una vez que cruzaron en un automóvil la muga entre Lapurdi y Gipuzkoa. Desde un primer momento, el Ministerio español de Interior relacionó estas detenciones con las practicadas apenas unas horas antes en una localidad del Pirineo francés, cerca de Bagnères de Bigorre, apuntando a que los tres habían «escapado» del cerco policial. En la operación conjunta de la Gendarmería y la Guardia Civil fueron detenidos Aitzol Iriondo, Eneko Zarrabeitia y Aitor Artetxe.
No obstante, al día siguiente, la ministra francesa de Interior, Michèle Alliot-Marie avaló la tesis de que la Policía francesa dejó que fuera la Guardia Civil quien capturara a Egurrola, Ladislao y Gutiérrez. Desde ese momento, desde el movimiento pro amnistía se mostró una gran preocupación por el trato que pudieran recibir mientras permanecieran incomunicados en dependencias del instituto militar español.
El miércoles la Guardia Civil continuó con la operación arrestando a Alcocer, en Algorta, y Prieto, en Berango.
Durante estos días, desde la Audiencia Nacional y desde la propia Guardia Civil se indicó a los familiares de estos cinco ciudadanos vascos que se les iba a aplicar el denominado «protocolo Garzón» para prevenir malos tratos. Es más, el viernes, el Consejo de Ministros aprobó el Plan de Derechos Humanos, que incluso trasladó a la ONU indicando que el Estado español se pone «en la vanguardia mundial».
Pero, en contra de lo que le ha indicado repetidamente la ONU, mantiene en vigor la incomunicación de los detenidos
Colaboración en «acogimiento y traslado»
Siguiendo la tesis defendida por la Fiscalía en base a los informes de la Guardia Civil, Santiago Pedraz ordenó el ingreso en prisión de Ibai Egurrola, Amets Ladislao, Xabier Gutiérrez, Maribel Prieto y Mari Mertxe Alcocer por colaboración con ETA.
Concretamente, les imputa el «acogimiento y traslado» al Estado francés de los presuntos militantes de ETA Asier Borrero -actualmente en paradero desconocido- y Aitor Artetxe.
En relación con Artetxe -arrestado el lunes-, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional española, de guardia esta semana, afirma que fue trasladado el mismo lunes al Pirineo francés por Ladislao en un vehículo marca Skoda, y que las «labores de lanzadera» las realizaron Egurrola y Gutiérrez con un Opel Zafira.
Según indicó la agencia Efe, el Ministerio de Interior considera que esta operación conjunta de la Policía francesa y de la Guardia Civil ha permitido desarticular «una red segura», de reciente creación, dedicada a ayudar a militantes de ETA y preparar su traslado.
Mientras tanto, en Algorta ayer 12o personas reclamaron la libertad de los detenidos.
GARA
Tras su comparecencia el juez les ha levantado la incomunicación, pero según ha hecho saber el movimiento pro amnistía, nadie de confianza ha podido visitarlos todavía. Las mismas fuentes han indicado que cuando los arrestados permanecían en estado de incomunicación fueron asistidos por un abogado de oficio que, viendo su situación, pidió por su cuenta el Habeas Corpus para los detenidos, es decir, que comparecvieran cuanto antes ante el juez. Entre otras cosas, el abogado observó que Landaberea no paraba de temblar.
Mientras, el magistrado ha dejado en libertad a June Villarrubia. Según ha informado el movimiento pro amnistía, Villarrubia ha señalado que ha pasado "cinco días de infierno" a manos de la Guardia Civil. Le han colocado la bolsa varias veces hasta dejarla sin respiración, la han desnudado y realizado diversos tocamientos. Le han tirado del pelo una y otra vez balanceándola de lado a lado y ha soportado duros y largos interrogatorios.
La joven no ha declarado en comisaría y ha negado todas las acusaciones ante el juez.
Según ha hecho saber el movimiento pro amnistía, los tres han declarado en estado de incomunicación ante el juez Ismael Moreno.
Los tres fueros apresados el pasado martes, y en la misma operación fue arrestada también Saioa Urbistazu, joven que anteayer fue puesta en libertad sin ningún tipo de cargos.
El ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, les acusó de conformar un "comando de información". Ismael Moreno denegó la aplicación del "protocolo Garzón".
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