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Israel descarga pólvora con hedor electoral |
Una sesión parlamentaria sin gran antagonismo político y la ventaja otorgada por nuevos sondeos al derechista partido Likud, despejaron hoy cualquier duda de que los bombardeos aéreos de Israel contra Gaza tienen un fuerte hedor electoral.
La Knesset interrumpió su receso de fin de año para una audiencia especial en la que los protagonistas fueron los líderes de los tres partidos más influyentes en el destino político del estado judío, al menos hasta los comicios anticipados de febrero próximo.
La canciller y jefa del gobernante partido Kadima, Tzipi Livni, el ministro de Defensa y caudillo del Laborista, Ehud Barak, y el derechista Benjamín Netanyahu, máxima figura del Likud, abordaron el conflicto como si se tratara de un foro-debate electoral.
El espectáculo transcurrió de modo simultáneo a los ataques aéreos contra la Franja de Gaza que han causado más de 320 muertos y mil 400 heridos, incluidos residentes en la ciudad de Rafah, donde fueron bombardeados túneles clandestinos en la frontera sur con Egipto.
Primero Barak, en su condición de titular de Defensa, afirmó que los israelíes “no tenían otra opción” que atacar y advirtió de que la operación militar contra el enclave palestino podría extenderse e incrementarse “hasta lograr todos los objetivos”.
Barak ordenó el movimiento de tanques y otros vehículos militares bien artillados hacia la frontera del territorio palestino, mientras el gobierno del primer ministro, Ehud Olmert, aprobó la movilización de seis mil 500 reservistas que son concentrados en cercanías de Gaza.
Según el ejército judío, se han ejecutado desde el sábado hasta el mediodía de este lunes al menos 300 ataques y descargado unas 100 toneladas de bombas contra supuestas infraestructura del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas), que controla el enclave costero.
Ante un hemiciclo bastante vacío, el líder laborista dijo que “los objetivos de esta operación (codificada como Plomo Duro) son frenar los ataques de Hamas a nuestros ciudadanos y soldados”.
Incluso, admitió que la agresión “había sido planeada por el equipo de seguridad desde hacía muchos meses”, lo que prueba que el viaje de Livni a Egipto el jueves pasado fue puro trámite diplomático y desdice su afirmación de que “hicimos todo lo posible”.
Livni afirmó ante el parlamento que se trata de un “conflicto real entre moderados y extremistas” y aseguró que el asedio a Gaza propiciará “cambios fundamentales de la seguridad y la infraestructura en el sur de Israel”, en referencia a la zona del desierto de Negev.
Interesada de trasmitir un complicado mensaje de tolerancia y firmeza, la dirigente de Kadima dijo que mantendrán las negociaciones de paz con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que preside Mahmoud Abbas, por considerarla favorable a vivir en paz con los israelíes.
Sin embargo, el jefe negociador de la ANP, Ahmed Qurei, aseguró hoy que el diálogo estará cancelado mientras Tel Aviv ataque a Gaza.
Netanyahu, a quien un sondeo difundido este lunes le otorgó ligera ventaja respecto a Livni en la preferencia del electorado, valoró de útil la ofensiva militar del gobierno “para mostrar la fortaleza de Israel”, pero la consideró “insuficiente” y “demasiado demorada”.
El líder opositor se pronunció por destruir la infraestructura militar de Hamas y, además, despojarlo del poder en Gaza, una postura radical siempre bienvenida en una sociedad donde cultivar el sentimiento anti-árabe es garantía de una exitosa carrera política.
Además, instó a Olmert a destituir al ministro de Ciencias, Cultura y Deportes, Raleb Majadle, tras acusarlo de “boicotear una reunión del ejecutivo en tiempo de guerra”, y arremetió contra parlamentarios árabe-israelíes también opuestos a la agresión.
El aludido sondeo de Maagar Mochot, difundido por Radio Israel, confirió a Netanyahu un 28 por ciento de preferencia electoral para convertirse nuevamente en primer ministro, frente a un 25 por ciento para Livni y un lejano nueve por ciento para Barak.
Analistas coinciden en que la coyuntura preelectoral, de cara al 10 de febrero, tiene gran incidencia en la postura de los principales políticos israelíes con aspiraciones a encabezar el gabinete.
Todos, sin excepción, se juegan su futuro político inmediato, y quizás definitivo, en el éxito de la ofensiva militar contra los palestinos.

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, medios, memoria, multitud, politica.
En Tel-Aviv se realizaron dos manifestaciones. Una ayer, en vísperas de la ofensiva y otra hoy, en la cual se dieron cita dos mil habitantes de esta urbe. La marcha que comenzó en horas de la noche frente a la cinemateca del centro de Tel-Aviv finalizo con el corte de la Avenida Kaplan, frente al cuartel general de Tzahal (el ejercito israelí) y el Ministerio de Defensa y se saldo con varios detenidos. El diputado comunista Dov Khenin, que encabezo las manifestaciones de ayer y hoy exigió el procesamiento judicial por crímenes de guerra del ministro de Defensa israelí y líder laborista, Ehud Barak. "Barak quiere conseguir votos a cambio de sangre palestina", dijo. En las manifestaciones de Tel-Aviv participaron también miembros de Meretz (afiliado a la Internacional Socialista) que protestaron contra la dirigencia partidaria que apoya la criminal acción del Tzahal.
De acuerdo a la ex-diputada comunista Tamar Gozansky que marcho en las dos manifestaciones realizadas en Tel-Aviv "solo una solución política basada en una paz justa que reconozca el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino, pondrá fin a las hostilidades. No estamos de acuerdo con el bombardeo de poblaciones civiles, tanto israelíes como palestinas, pero todo tiempo que continúe la ocupación, continuará la violencia. Nuestro partido proclama que es menester poner fin a la ocupación de los territorios palestinos, acabar con el cerco impuesto a la Franja de Gaza, desmantelar los asentamientos israelíes en los territorios y resolver la cuestión de los refugiados palestinos acorde con las decisiones de las Naciones Unidas. Solo un Estado Palestino soberano e indenpendiente con Jerusalén Oriental como capital - podrá garantizar la paz para los dos pueblos".
“La muerte de una única víctima israelita justifica el asesinato de centenas de palestinos. Una vida israelita vale un centenar de vidas palestinas. Es esto lo que el Estado de Israel y los media mundiales más o menos descuidadamente repiten, con cuestionamientos marginales. Y esta alegación, que acompañó y justificó la más prolongada ocupación de territorios extranjeros de la historia del siglo XX, es visceralmente racista. Que el pueblo judío acepte esto, que el mundo esté de acuerdo, que los palestinos se sometan – esta es una historia de bromas irónicas. Nadie encuentra la gracia…”
John Berger
Mientras el mundo entero está espantado ante las terribles imágenes emitidas desde Gaza, la opinión pública israelita apoya masivamente la sangrienta ofensiva de Barak-Olmert. Esto incluye al Meretz, la oposición de izquierda parlamentaria. A pesar de haber manifestado preocupación por las muertes de civiles, el lider del Meretz, Haim Oron, en una entrevista a la televisión israelita, se adhirió a los argumentos de la propaganda oficial, responsabilizando a Hamas por el baño de sangre. Un discurso mistificador como este está siendo copiado por la mayoría de los líderes del mundo occidental, con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, superando incluso a la Secretaria de Estaos de los EE.UU., Condoleezza Rice. Vamos a poner los hechos como son:
Gaza está siendo el blanco del ejército israelita desde la victoria de Hamas, y el cerco impuesto sobre más de 1,5 millones de civiles -por Israel, mas también por la llamada comunidad internacional– es en sí un acto de violencia y un crimen de guerra.
El ataque israelita es una agresión planificada: de acuerdo con las noticias israelitas, Ehud Barak planificó el ataque a Gaza ya en Agosto.
Los cohetes lanzados sobre ciudades de Israel fueron una represalia a agresiones militares anteriores, y no fueron lanzados por Hamas, sino por la pequeña organización Jihad Islámica;
El ataque a Gaza es parte integral de la guerra santa neo-conservadora contra el mundo islámico, y la administración neo-conservadora de los EE.UU., así como Egipto y otros regímenes reaccionarios árabes, instaron a las autoridades israelitas a desencadenar la ofensiva antes que Obama entrase en la Casa Blanca.
La intención declarada de Barack Obama de abrir conversaciones con la República Islámica de Irán es una de las principales preocupaciones de las administraciones cesantes en Tel Aviv y Washington, y la ofensiva contra Gaza es una tentativa de provocar una reacción iraní que permita la represalia israelita y de los EE.UU. En los últimos días, el viceministro de Defensa israelita, Ephraim Sneh, bien conocido por su obsesión anti-iraní, vinculó sistemáticamente los cohetes de Hamas (sic) a Irán, evidentemente, sin presentar ninguna prueba.
Esta estrategia general, basada en la mistificación del “choque de civilizaciones” y en la guerra global contra el Islán, es compartida por todos los partidos sionistas de Israel y explica el apoyo del Meretz a la actual agresión.
A pesar de no ser de esperar un cambio rápido de la política norteamericana en el Occidente asiático, los líderes israelitas y sus patrocinadores neo-cons en Washington están preocupados por el cambio en la administración americana, y temen que una nueva estrategia pueda quebrar la guerra global preventiva. El ataque a Gaza es una tentativa de última hora de cambiar las relaciones de fuerza en el Medio Oriente, antes del fin de la era neoconservadora.
Y antes de concluir, no olvidemos la dimensión obscena: los centenares de víctimas de los bombardeos israelitas sobre Gaza son víctimas colaterales de la campaña electoral israelita. Para aumentar su apoyo popular antes de las elecciones, todos los líderes israelitas están compitiendo para ver quien es el más duro y quien está dispuesto a matar más. Ehud Barak, no obstante, tiene una memoria muy corta, y Shimon Peres puede recordarle que este cálculo cínico no es necesariamente mejor: la masacre de Qana, que supuestamente hubiese traído la victoria a Shimon Peres, tuvo como consecuencia que centenares de millares de ciudadanos palestinos volviesen las espaldas al Partido Laborista.
A pesar de su brutalidad, con todo, Ehud Barak permanece como uno de los más populares líderes en la arena israelita, y los millares de manifestantes que han salida a las calles ayer, casi sin ser convocados, protestando contra la masacre, pueden indicar que todos lo que están detrás de él, incluyendo el Meretz, no van a recibir sus votos. Es previsible que el repudio internacional y el relativamente amplio sentimiento antiguerra entre los electores fuerce al Meretz, una vez más a cambiar de posición. Debían, por fin, recordarse de la antigua verdad que los electores prefieren siempre el original: cuando el Meretz sanciona la estrategia de guerra y las mentiras de Netanyahu, los electores van a preferir votar a Netanyahu en lugar de su pálida e insípida copia.
Traducción al portugués de Luís Leiría.
Michael Warschawski
Centro de Información Alternativa
29-Diciembre-2008
Que Livni pueda derrotar al líder de derecha durante las votaciones dependerá en parte de si Israel logra su objetivo sin demasiadas bajas civiles o militares israelíes, indicaron los analistas.
Tanto Livni como el ministro de Defensa, Ehud Barak, pusieron en juego sus carreras políticas al lanzar este ataque, agregaron.
"Si no hubiesen tomado medidas, habrían llegado a su fin políticamente", a pesar de que el resultado aún es incierto, dijo Shmuel Sandler de la universidad Bar-Ilan, cerca de Tel Aviv.
Agregó que las vacaciones de Navidad, la crisis económica global y el período de transición presidencial en Estados Unidos favorecieron un buen momento para que Israel lanzara su ofensiva después de que Hamás declarara el 19 de diciembre el término de la tregua de seis meses con Israel.
"Hamás no entendía cómo cayeron en una trampa, entre el cese del funcionamiento de Washington durante Navidad y todos los ojos vueltos hacia la crisis financiera mundial", expresó Sandler.
Unos 325 palestinos, incluyendo cerca de 60 civiles, han muerto durante los tres días de devastadores ataques israelíes en Gaza, controlada por Hamás desde 2007 y cuyos dirigentes son partidarios de la resistencia armada contra Israel y niegan el derecho de existir al estado judío.
Livni, de 50 años, fue elegida para reemplazar al primer ministro saliente, Ehud Olmert, como líder del partido gobernante, el centrista Kadima, después de que dimitiera por una investigación de corrupción en septiembre. Olmert continúa como primer ministro provisional hasta las elecciones.
Peligra la ventaja de Netanyahu
Muchos sondeos predicen que Netanyahu ganará las elecciones, pero una encuesta televisiva el domingo en la noche mostró que Livni gana terreno sobre el partido Likud de Netanyahu, a sólo dos escaños.
La encuesta realizada por el Canal 10 israelí también mostró un aumento de cuatro puntos en el apoyo al ministro de Defensa, Ehud Barak, de 66 años, también ex primer ministro, jefe del Ejército y principal candidato del partido laborista de centroizquierda.
Observadores políticos dijeron que el impacto de la ofensiva en las elecciones será importante, pero no decisivo debido a que el proceso está avanzado. Livni y Barak pueden perder apoyo si Israel tiene bajas considerables o fracasa en detener los ataques desde Gaza, dijeron los analistas.
"Sabemos que el efecto inmediato ha sido una mejora de la opinión pública sobre Livni y Barak. No sabemos cuánto durará", dijo Mark Heller, un analista de estrategias de la Universidad de Tel Aviv.
"Livni puede morder la ventaja de Netanyahu, pero es muy temprano para decir que le ganará", agregó Sandler, cientista político.
Muchos expertos creen que fue la presión pública sobre el Gobierno para detener el lanzamiento de cohetes en el sur del país, que causan pocas víctimas pero dañan casas y desatan el pánico, la que ha provocado la ofensiva, y no las maniobras electorales.
Barak, por su parte, saca partido de las mismas circunstancias y de que en periodo bélico se aprecian sus antecedentes de militar más laureado del Estado y ex jefe del Estado Mayor. Es el capitán del barco, que se la juega. Porque Olmert no se presentará a las elecciones. Cualquier precipitación o error de cálculo puede desembocar en un patinazo estrepitoso. El martes, Barak fue el único miembro del Gobierno que se atrevió a considerar la tregua de 48 horas propuesta por Francia, lo que le ha acarreado severas críticas por oportunismo político y porque refleja dudas en el Ejecutivo. El hasta ahora claro favorito, Netanyahu, aguarda a que capee el temporal, a ver cómo termina, y atento a todo conato de resbalón de sus rivales.
Donde con certeza no habrá elecciones es en los territorios palestinos. El 9 de enero concluye el mandato del presidente, Mahmud Abbas, sin visos de que vaya a abandonar el cargo. La profunda división política entre Cisjordania y Gaza hace inviables los comicios desde hace meses. Pero los acontecimientos en la franja son de los que provocan un coste político impactante y duradero. Sobre todo cuando la actitud tibia de los líderes de Fatah y de la Autoridad Nacional Palestina causa la frustración que se observa en la población, incluidos muchos seguidores de Fatah. Hamás acusa a sus contrincantes palestinos de instigar la agresión de Israel contra la franja.
En Ramala, se produjeron ayer enfrentamientos leves entre partidarios de Hamás y de Fatah. "Colaboracionistas", gritaban los islamistas a sus rivales. Los dirigentes y militantes de Hamás, reprimidos con denuedo en Cisjordania por la policía de la Autoridad Palestina, apenas se atreven a asomar el pescuezo. Ayer fue la primera vez en meses que se pudieron observar banderas de Hamás y de Hezbolá.
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