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Gaza al borde de un desenlace |
Israel maneja dos opciones:
A) Masacre militar.
B) Masacre por hambre.
Desde septiembre de 2007, Israel sustituyó la estrategia de la "masacre militar" en alta escala por la del "genocidio económico" en masa de la población de Gaza para doblegar la resistencia y terminar con el gobierno de Hamás.
No obstante esta estrategia de aniquilamiento masivo y silencioso de un millón y medio de seres humanos (un holocausto inédito en la historia de la humanidad) los cohetes palestinos siguen cayendo noche y día sobre las ciudades fronterizas israelíes y la resistencia palestina se niega reconocer la legitimidad del Estado de Israel.
En consecuencia, a punto de terminar el año, los halcones sionistas israelíes se enfrentan a un dilema de difícil resolución: O terminan de matar de hambre a la población palestina en masa, (profundizando aún más el bloqueo económico) o inician una gigantesca operación militar para exterminar a sangre y fuego a Hamás y a los combatientes de la resistencia.
Este fin de semana, Olmert y su gabinete discutían opciones con opiniones divididas entre los que quieren el "aniquilamiento militar" y los que se inclinan por profundizar la "masacre por hambre", mientras la mayoría del mundo -con total indiferencia- celebraba las fiestas navideñas en familia con el Papa Noel sionista (de la Coca Cola) incluido.
De acuerdo con medios israelíes, el Estado judío ha dado 48 horas de plazo a Hamas para que ponga fin al lanzamiento de cohetes y morteros contra poblaciones fronterizas israelíes desde la Franja de Gaza, bajo la amenaza de iniciar una operación militar en alta escala en la región.
Según la prensa israelí, el gabinete de seguridad del primer ministro Ehud Olmert tomó el domingo la decisión definitiva sobre una eventual respuesta militar a los ataques palestinos.
Con el lanzamiento de cohetes y morteros, los 12 grupos radicales palestinos que actúan en Gaza, buscan que Israel ponga fin al bloqueo a la Franja y mantenga permanentemente abiertos todos los pasos fronterizos.
Diversos analistas han señalado que las últimas declaraciones de Olmert y los pasos diplomáticos de Livni indican que Israel podría estar preparando una ofensiva militar de alto espectro contra Hamas.
Desde hace más de un año hay un hecho real y verificable en Gaza: Israel, con la complicidad explícita de la UE y EEUU, mantiene un bloqueo económico genocida sobre la empobrecida población de la Franja que reviste -según la ONU y todas las organizaciones humanitarias que actúan en la zona- una situación de catástrofe humanitaria histórica e inédita.
Para producir esta masacre silenciosa (un holocausto de proporciones gigantescas silenciado e ignorado tanto por los gobiernos del mundo como por la gran prensa internacional) el Estado judío invasor cuenta con una herramienta principal: El bloqueo de alimentos y combustibles mediante el cierre de fronteras.
Por medio de esta estrategia, sumamente mortal y efectiva, el Estado sionista viene limitando al mínimo sus operaciones militares (condenadas internacionalmente) que han fracasado sistemáticamente en el control político y social de la región.
El "bloqueo" -coinciden desde la ONU, la Cruz Roja, organizaciones humanitarias, hasta observadores internacionales- ha convertido a la Franja de Gaza, con un millón y medio de habitantes, en una gigantesca masacre producida por el hambre y las enfermedades colaterales que produce el colapso generalizado de los centros de salud y de atención sanitaria de la población.
En Gaza, no solamente no hay trabajo: Ya no hay comida, ni remedios, ni combustibles, ni electricidad para satisfacer a las necesidades básicas de su población pulverizada por la falta de recursos para supervivir.
Literalmente -y como sostienen la mayoría de los funcionarios de la ONU y la Cruz Roja- Gaza se está muriendo lentamente de hambre mientras la desnutrición y las enfermedades diezman a su población infantil.
La "solución militar" de Israel en Gaza y Medio Oriente (exterminar a sangre y fuego a la resistencia) fracasó sistemáticamente y su ejército perdió la aureola de invencible durante su derrota en el Líbano a manos de Hezbolá en agosto de 2006.
En una decisión sin precedentes históricos, el Estado sionista de Israel declaró en septiembre de 2007 a la Franja de Gaza, controlada por Hamás, como una "zona enemiga" gobernada por el "terrorismo", y decidió cortar la electricidad, el agua, los combustibles y otros suministros vitales a un millón y medio de palestinos que habitan en el área que ya se encontraban -según la ONU- en estado de catástrofe humanitaria a causa del bloqueo económico establecido por el eje EEUU-Israel-Unión Europea.
De esta manera, la potencia judía invasora no sólo carga sobre sus hombros los genocidios militares en masa de población civil en Líbano y en Gaza, sino que además, con su decisión de bloquear económicamente a Gaza, inició la era del "asesinato colectivo" por desnutrición, enfermedades y carencias de condiciones básicas para la supervivencia, que generan a los palestinos de la Franja el bloqueo y la suspensión de los servicios vitales.
En términos concretos, el gobierno de Olmert decidió cambiar la estrategia de los "asesinatos selectivos" contra los dirigentes de la resistencia palestina, por la estrategia del "asesinato colectivo" (por medio del bloqueo) contra un millón y medio de palestinos que habitan la Franja de Gaza.
El estrangulamiento económico de Gaza, a su vez, le permitió a Israel preservar a sus tropas y a su gobierno del desgaste político de las masacres militares manteniendo al mínimo los asesinatos de civiles que se suceden casi como un formulismo burocrático.
La matanza de Gaza, tanto como la masacre del Líbano de2006, sobrepasan en crueldad y en perversidad criminal a cualquier hecho histórico del pasado, pero su realidad es tapada diariamente en las grandes cadenas internacionales (en manos del sionismo) que sacan el drama del genocidio perpetrado por Israel y lo sustituyen por el conflicto de Israel contra el "terrorismo.
Pero este genocidio conlleva objetivos políticos: Por medio del bloqueo económico Israel quiere forzar a Hamás y las organizaciones de resistencia palestina a reconocer al Estado de Israel y a terminar con el lanzamiento de cohetes a ciudades fronterizas de Israel.
La Franja de Gaza se enfrenta a una "catástrofe" humanitaria si Israel continúa bloqueando la entrada de ayuda humanitaria por los pasos fronterizos, según alertó en noviembre la comisionada general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Karen AbuZayd.
En este sentido, afirmó que el balance de la situación de los habitantes de Gaza durante el cierre de los pasos fronterizos fue el más grave desde los primeros días de la Intifada hace ocho años.
"Ha estado cerrado mucho más tiempo que nunca antes... y no tenemos nada en nuestros almacenes... Será una catástrofe si esto persiste, un desastre", aseguraba AbuZayd, cuya agencia es el principal organismo que atiende a los refugiados palestinos.
Israel cerró los pasos fronterizos después de que los milicianos de Gaza respondieran con el lanzamiento diario de cohetes a una incursión de sus tropas el pasado 4 de noviembre en el territorio controlado por Hamás después de cinco meses de tregua.
Actualmente, la UNRWA proporciona raciones de comida a 820.000 personas calificadas como refugiados, mientras que el Programa Mundial de Alimentos (PAM) ayuda a otras 200.000 personas, explicó AbuZayd a Reuters desde Amán (Jordania).
Las cestas de alimentos que facilita la UNRWA, que supone casi el 60 por ciento de las necesidades diarias de cada palestino e incluye productos básicos como leche y azúcar, se han agotado y la mayoría de la harina se habrá consumido a finales de este mes, alertó AbuZayd.
La insuficiencia alimentaria está terminando por afectar a la población de Gaza, donde viven un millón y medio de personas y en el último mes han aumentado los índices de malnutrición. "Hay un problema crónico de anemia. Hay signos de que está incrementándose. De los que estamos empezando a darnos cuenta es de lo que llamamos atrofia infantil... que significa que que (los niños) no comen lo suficientemente bien para crecer más que sus padres", señaló el funcionario.
Incrementando el estrangulamiento, el mayor banco de Israel, el Hapoalim, declaró que a finales de mes no efectuaría más transacciones con Gaza, imponiendo un eficaz bloqueo financiero sobre una economía que depende del shekel israelí. Otros bancos planean hacer lo mismo, arrinconados por la declaración israelí de septiembre de 2007 que etiquetaba Gaza como “entidad enemiga”.
Hace casi un año, Karen Koning AbuZayd, comisionada general de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados [UNRWA], ya había advertido que “Gaza está al borde de convertirse en el primer territorio reducido intencionadamente a un estado de abyecta destitución”.
La funcionaria acusó a a Israel de estrangular Gaza, pero también citó el silencio cómplice de la comunidad internacional, principalmente de EEUU y la UE que se sumaron al bloqueo a principios de 2006, tras las elecciones presidenciales en Palestina que dieron el triunfo a Hamas.
La medida del estrangulamiento económico fue pensada como una estrategia -avalada por EEUU y Europa- para aislar internacionalmente a Hamás y crear las condiciones para un levantamiento en la Franja de Gaza contra su gobierno.
Como la operación -desde sus instalación en septiembre de 2007- fracasó, Israel desde hace cinco meses viene endureciendo las condiciones del bloqueo que no se detuvo ni siquiera durante la "tregua" que acaba de ser levantada por Hamás.
De acuerdo con el diario Jerusalem Post, los políticos israelíes han buscado reforzar la impresión de que "No tendría sentido que Israel derrocara a Hamas porque la población de Gaza es Hamas".
En un comunicado oficial, Richard Falk, el Relator Especial de la ONU sobre la situación de derechos humanos en los Territorios Ocupados desde 1967, denuncia el bloqueo de Israel sobre Gaza como "una violación flagrante, continua y masiva del derecho internacional humanitario".
El alto funcionario describe la situación de catástrofe humanitaria, califica las políticas implementadas como un "Crimen contra la Humanidad", acusa de cómplices a los gobiernos que continúan brindando su apoyo político y económico a Israel, llama a las Naciones Unidas a adoptar inmediatamente una acción protectiva para proteger a una población civil que está siendo castigada colectivamente, y destaca que la Corte Penal Internacional debería imputar a los líderes civiles israelíes y los comandantes militares responsables del sitio a Gaza por violaciones al derecho internacional humanitario.
Este fin de semana según la prensa israelí, el gabinete de Olmert estaba dividido entre los que proponen lanzar una operación militar demoledora para terminar con la resistencia palestina y sus plataformas de cohetes, y los que sugieren endurecer aún más las condiciones del bloqueo económico para obligar a Hamás a claudicar.
Solo hay dos opciones: masacre militar o masacre por hambre.
El Holocausto palestino no se discute, sólo se discute la metodología de ejecución, mientras los gobiernos y las organizaciones internacionales miran para otro lado, con la mayoría de la humanidad consumiendo fiestas navideñas con el Papa Noel sionista (de la Coca Cola) incluido.

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, memoria, multitud, politica, violencia.
El Estado judío de Israel volvió a la "solución militar" pedida a viva voz por todos los sectores políticos (conservadores y "progresistas") para terminar con los cohetes artesanales palestinos que caen como moscardones sobre las ciudades fronterizas israelíes.
La estrategia de la muerte por hambre con el bloqueo de alimentos, combustible y medicina no bastó para cumplir con sus objetivos de aislarlo internacionalmente y terminar con el gobierno de Hamás y las organizaciones de la resistencia.
La acción psicológica de los cohetes artesanales (que siembran caos, confusión, y desgastan políticamente al gobierno de Tel Aviv) resultó más fuerte que el genocidio económico inducido para generar una rebelión interna contra Hamas. Y los halcones del Estado madre del sionismo mundial debieron recurrir nuevamente a los misiles de última generación para demostrar tanto a su "frente interno" como al frente externo que está efectivamente en "control de Gaza".
La resistencia moral y militar de los combatientes palestinos (sólo con recursos primitivos y cohetes artesanales contra misiles de última generación) y la presión de un pueblo hambriento y olvidado por los gobiernos y la "comunidad internacional" finalmente no pudo ser contenida ni neutralizada por el genocidio económico (la muerte silenciosa) y obligó a los estrategas de Tel Aviv a optar nuevamente por la vieja fórmula: La masacre militar a cara descubierta.
Como en el Líbano, y en la misma Gaza, en el 2006, los cruzados militaristas de la ocupación ya se embarcaron nuevamente en otra aventura criminal-represiva de difícil pronóstico donde los muertos y el asesino (a diferencia del genocidio económico con diplomacia internacional) están a la vista.
Los cuerpos ensangrentados y desgarrados (de hombres, mujeres y niños) por los misiles de la aviación israelí no son judíos sino palestinos.
Un guetto de un millón y medio de seres humanos hambrientos y carentes de casi todo convertidos en blancos móviles de la potencia sionista imperial que convirtió a su tierra en un "gran campo de concentración".
Por el momento, y frente a la magnitud numérica de la masacre, los militares y políticos del Estado sionista este sábado se sacaron la máscara de la negociación diplomática de la "la paz" y volvieron su origen: La "opción militar".
En definitiva, la "cara exterminadora genuina" del invasor sionista, sin intermediaciones políticas y diplomáticas para ganar tiempo.
Hoy se abre otro capítulo en Medio Oriente, y ahora habrá que empezar a evaluar las implicaciones estratégicas, el efecto acción-reacción, de la nueva masacre en el mundo islámico en la región.
Demasiada sangre para que pase desapercibida en el gran tablero estratégico de la guerra asimétrica del mundo islámico contra el invasor sionista.
Las cifras son coincidentes: Citando fuentes oficiales del ministerio de Sanidad palestino, la mayoría de las agencias internacionales informan que más de 200 palestinos fueron muertos, y centenares resultaron heridos y mutilados por el bombardeo masivo israelí sobre Ciudad de Gaza y en el sur de Gaza, concretamente en las localidades de Jan Yunis y el paso de Rafá.
Imágenes de televisión mostraron cadáveres esparcidos por el suelo y heridos que eran trasladados por conmocionados equipos de rescate. El ataque causó importantes daños en edificios, según estima Reuters.
Los reportes, en general, hablan de cuerpos ensangrentados y mutilados esparcidos entre los escombros de los edificios derruidos por los misiles que hace difícil la estimación de la verdadera cantidad de muertos y complica la tarea de los médicos y rescatistas.
La CNN habla de hospitales colapsados y carentes de insumos básicos y de infraestructura adecuada para atender a las necesidades de los centenares de heridos apilados de cualquier manera en los pasillos de los centros de atención.
Técnicamente, y tal como lo vienen advirtiendo la ONU y las diferentes organizaciones humanitarias que actúan en el área, más de 900.000 palestinos (sobre una población de un millón y medio) carecen de toda fuente de recursos y solo viven de la ayuda humanitaria en Gaza.
La población, convertida en un gran campo de concentración, supervive casi sin electricidad, sin combustible, sin alimentos y sin remedios, que sólo ingresan por goteo cuando el ejercito judío abre las fronteras y permite el paso de los camiones para "aliviar" las condiciones del genocidio por el bloqueo económico.
El corresponsal de la BBC en Jerusalén, Paul Wood, señaló que resultará muy difícil evaluar el total de víctimas en medio del caos que se generó tras el bombardeo. Asimismo agregó que el ataque podría ser la antesala a una ofensiva militar por tierra.
El Ejército israelí confirmó que había llevado a cabo ataques, y dijo que iban dirigidos contra "infraestructuras terroristas", prometiendo continuar y ampliar los ataques si fuera necesario.
Más de veinte misiles fueron dirigidos a las sedes de los cuerpos de seguridad de Hamas en el centro de Gaza, matando a más de 100 personas según informaron fuentes del grupo militante palestino.
El bombardeo, el más intenso -según la cadena BBC- que se ha llevado a cabo sobre los territorios palestinos recientemente, se produjo días después de que finalizara la tregua entre Israel y Hamas.
El ministro de defensa israelí, Ehud Barak, advirtió que están preparados para desplegar una mayor ofensiva militar en caso de ser necesario.
La operación lanzada este sábado por la aviación israelí contra el movimiento islamista "acaba de comenzar", afirmó el portavoz del ejército Avi Benyahu a la radio militar israelí.
"La operación, lanzada tras una decisión del gabinete, acaba de comenzar. Puede llevar tiempo. No fijamos un plazo y actuamos en función de la situación en el terreno", afirmó.
En el comunicado oficial del ejercito israelí se "explica" que los ataques tenían como objetivo eliminar "los operativos de terror de Hamas", así como campos de entrenamiento y almacenes de armamento militar.
"La operación continuará y se ampliará cuando se requiera en base a la evaluación (de los comandantes)", explicó Barak. "Nos enfrentamos a un período que no será sencillo ni fácil".
El portavoz de la policía de Hamas Islam Shahwan dijo que un complejo policial en Ciudad de Gaza estaba celebrando una ceremonia de graduación para nuevos agentes cuando fue atacada. El jefe de la policía, Tawfiq Jabber, estaba entre los muertos, dijo la radio.
Cadáveres uniformados se amontonaban y los heridos se retorcían de dolor, señala la agencia AFP.
Los miembros de los equipos de rescate trasladaban a coches y ambulancias a los que mostraban señales de vida, mientras que otros intentaban reanimar a los que estaban inconscientes, según mostraron imágenes de televisión.
Varios de los miembros de los equipos de emergencia -agrega la AFP- se golpeaban la cabeza y gritaban: "Allahu akbar (Dios es el más grande)". Un hombre gravemente herido recitaba silenciosamente versos del Corán.
En otro punto, se abría un enorme cráter en el suelo. Médicos cercanos llevaban a gente a una ambulancia, según la agencia EP.
Algunos testigos dijeron que los ataques fueron llevados a cabo por aviones y helicópteros de combate.
Una espesa nube de humo negro se elevaba sobre Ciudad de Gaza, donde el puerto e instalaciones de seguridad del grupo islamista Hamas resultaron gravemente dañados.
El primer ministro, Ehud Olmert, advirtió el jueves a Hamás que dejara de lanzar proyectiles o pagaría un alto precio. "No dudaré en utilizar la fuerza de Israel para atacar a Hamas y la Yihad (Islámica)", dijo a la televisión Al Arabiya, una cadena árabe muy seguida en Gaza.
Alrededor de una docena de morteros y cohetes fueron disparados desde Gaza el viernes. Uno de ellos cayó accidentalmente en una casa del norte de Gaza, causando la muerte a dos hermanas palestinas de 5 y 13 años e hiriendo a una tercera, dijeron médicos palestinos.
En tanto, el Gobierno de Al Fatá en Ramalá ha puesto en marcha una campaña de donación de sangre y de medicamientos y ha hecho un llamamiento a todos los médicos de Gaza para que acudan a los hospitales, colapsados ante la afluencia de heridos, informó Mohamed Odeh, un responsable del Ministerio de Sanidad palestino, a Europa Press.
El ataque -coinciden todas las fuentes- comenzó el sábado a la mañana con el lanzamiento de no menos de 30 misiles desde aviones F-16 israelíes sobre los cuarteles de la fuerza de seguridad de Hamas en la capital de la Franja, particularmente sobre la sede central del contingente policial del grupo islámico y el puerto de la ciudad.
Paradojalmente, el presidente israelí, Shimon Peres, afirmó que el ejército no entraría en la Franja de Gaza, en una entrevista concedida antes de los ataques lanzados este sábado al diario saudí Asharq al Awsat.
"No habrá una guerra. No entraremos en Gaza y hay otros métodos" para "poner fin a los disparos de cohetes" de Hamas, declaró Peres.
Ante la magnitud de la masacre, parece que nadie en los resortes de decisión en Tel Aviv escuchó al presidente (decorativo) del Estado judío sionista.
En general, los observadores y corresponsales coinciden en que la matanza "recién comenzó".
Fuentes militares citadas por el diario Haaretz señalan que el Estado Mayor están evaluando la continuidad de las operaciones aéreas y una posible invasión por tierra.
No obstante, señala el diario judío, son mayoría las voces de funcionarios civiles que en el gabinete de Olmert se oponen a una continuidad de la masacre militar aduciendo que, por ahora, la represalia ha cumplido con el objetivo de "darle una lección a Hamás".
Las primeras declaraciones de EEUU y la Unión Europea como reacción a la matanza no dejan dudas: La masacre militar indiscriminada contra la población de Gaza no es tal sino que sólo se trata de "operaciones contra objetivos terroristas". Y las victimas (la mayoría civiles y niños) no son tales sino que son "blancos terroristas".
El eje sionista USA-UE-Israel vuelve a su vieja costumbre: Disfrazar una matanza imperial de ocupación convirtiéndola en una "guerra contra el terrorismo islámico".
Siguiendo esta línea, EEUU no condenó el ataque y la masacre judía sino que instó el sábado a Israel a evitar víctimas civiles en sus ataques aéreos contra Gaza, y dijo que Hamas debe detener los ataques "terroristas" con cohetes contra Israel para que "cese la violencia".
La Casa Blanca -señala Reuters- no pidió el fin de los ataques aéreos israelíes, que han matado al menos a 160 personas en Gaza, controlada por Hamas, sino que solo instó al "cese de la violencia" entre Israel y el gobierno de Hamas.
"Hamas debe poner fin a sus actividades terroristas si quiere desempeñar un papel en el futuro del pueblo palestino", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Gordon Johndroe, sin nombrar para nada a los más de 160 muertos y 300 heridos palestinos que dejó como saldo la matanza militar judía.
"Estados Unidos insta a Israel a evitar víctimas civiles cuando apunta contra Hamas en Gaza", declaró el vocero imperial sin aclarar que las oficinas y edificios oficiales de Hamas están mezclados con las viviendas de la población civil.
Por su parte, y mezclando al invasor con el invadido, el Alto representante de la Unión Europea, Javier Solana, ha pedido hoy un alto el fuego "inmediato" entre israelíes y palestinos en la Franja de Gaza, y ha reclamado a las dos partes "la máxima contención".
"Hacemos un llamamiento a un inmediato alto el fuego y pedimos a todos la máxima moderación", continúa el jefe de la diplomacia europea, sin mencionar en ningún momento la masacre área israelí con misiles contra un pueblo hambriento e indefenso y un gobierno que sólo cuenta con armamento liviano contra tanques, aviones y baterías de última generación.
Según Solana, "hay que hacer todo lo posible para reanudar la tregua", sin una gota de condena a la acción militar israelí.
Por su parte, el jefe del Estado francés y presidente de turno de la Unión Europea (UE), el sionista judío declarado y confeso, Nicolas Sarkozy, solicitó hoy la "interrupción inmediata de los lanzamientos de cohetes contra Israel y de los bombardeos israelíes sobre Gaza" (Obsérvese que sitúa y prioriza los lanzamientos de cohetes palestinos, que casi no generan víctimas, sobre el bombardeo fulminante judío que en pocos minutos asesinó a más de 160 personas mutilando a más de 300).
Sarkozy condenó, en un comunicado, las "provocaciones irresponsables (de Hamas y la resistencia palestina) que han conducido a esa situación", así como el "uso desproporcionado de la fuerza" de ambos lados, "omitiendo" la desproporción existente entre Hamas y la superpotencia militar israelí.
"No existe una solución militar en Gaza", añadió el presidente francés, que pidió que se instaure una "tregua duradera", además de llamar a las partes a la contención, como si la masacre militar fuera un "conflicto" entre enemigos en igualdad de condiciones.
Con un poco más de moderación, Moscú incurrió en la misma estrategia sionista de mezclar al invasor con el invadido.
Rusia exigió hoy a Israel que detenga los bombardeos de la Franja de Gaza y que el movimiento islamista palestino Hamas deje de atacar con cohetes el territorio israelí, para "romper el círculo vicioso de la violencia".
Según un comunicado oficial del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Andréi Nesterenko, publicado en la página web ministerial, "Moscú considera necesario detener con urgencia las acciones de fuerza masivas contra Gaza, que ya causaron numerosos víctimas y sufrimientos a la población civil palestina".
La nota insta también a Hamas a que "cese los ataques con cohetes contra el territorio de Israel".
"Estamos convencidos de que la tarea más urgente es frenar la "confrontación armada", restablecer la tranquilidad y evitar el horror y los sufrimientos de la población civil en ambos bandos", añadió el comunicado ruso "omitiendo" el detalle de que no puede haber una "confrontación armada" entre una superpotencia nuclear invasora y una pequeña fuerza de seguridad solo equipada con fusiles y armamento liviano.
Rusia, prosiguió, como miembro del Cuarteto de mediadores internacionales para Oriente Medio, junto a EEUU, la ONU y la Unión Europea, "continuará en diversos formatos sus esfuerzos por romper el círculo vicioso de la violencia".
El cese de las hostilidades "es una condición indispensable para resolver los problemas existentes por la vía de las negociaciones", señala el documento ruso sin reparar que entre Israel y Hamás no hay "hostilidades" sino una guerra asimétrica entre una superpotencia invasora y grupos de resistencia que se mueven con recursos logísticos y armamento casi artesanales.
La Liga Árabe ha convocado una reunión de emergencia para este domingo, a petición de Jordania, entre otros miembros, para estudiar una acción conjunta destinada a poner fin a una agresión israelí que parece no haber hecho más que comenzar.
"Estamos asistiendo a un espectáculo cuidadosamente planeado. Debemos esperar que haya muchas más bajas. Tenemos que hacer frente a una catástrofe humanitaria mayor", ha avisado el secretario general de la Liga Árabe, Amr Mussa.
Incluso los dos únicos países que han firmado acuerdos de paz en Israel, Egipto y Jordania, ambos activos en las negociaciones para poner fin al conflicto israelo-palestino, han acusado al Ejecutivo de Tel Aviv de cometer una matanza.
Desde El Cairo, un responsable egipcio denunció a Al Yazira la "masacre sin precedentes" acometida en la franja mediterránea poco antes de que el presidente, Hosni Mubarak, anunciara que protagonizará un nuevo impulso para "renovar la tregua y lograr una reconciliación interpalestina que ponga fin al sufrimiento de la población". El Gobierno egipcio ha anunciado la apertura del cruce de Rafah, que comunica Gaza con Egipto, para ayudar a evacuar a los heridos.
Los Hermanos Musulmanes egipcios, la principal oposición al régimen de Mubarak, no sólo han acusado de la masacre a Israel sino también a regímenes como el cairota. Su máximo responsable, Mohamed Mehdi Akef, ha calificado los ataques de "crimen sin comparación alguna en la Historia" y ha lamentado en declaraciones a France Presse que "el mundo entero mire sin hacer nada".
Akef, que ha calificado a todos los dirigentes árabes, a la ONU y a la Unión Europea de "aliados de los sionistas" por su política de castigo hacia la franja de Gaza, ha criticado especialmente al Ejecutivo de su país, que recibió a la ministra de Exteriores israelí Tzipi Livni el pasado jueves en una visita donde ésta advirtió que sería lanzada una ofensiva militar contra Gaza.
Por su parte, el rey Abdulá bin Abdelaziz de Arabia Saudí ha prometido al presidente palestino, Mahmud Abás, que se pondrá en contacto urgentemente con el presidente de EEUU, George W. Bush, y otros líderes internacionales para que presionen a Israel para que detenga su ataque sobre Gaza.
El rey expresó a Abás su condena por el ataque israelí e invitó a los palestinos a que dejen sus diferencias a un lado por el interés de su pueblo.
En Jordania, el rey Abdula II ha contactado con Mubarak y con el presidente palestino, Abu Mazen, para "lanzar una iniciativa árabe e internacional que ponga fin a la agresión israelí". En un comunicado, el monarca ha destacado que los ataques "tenían como objetivo civiles inocentes, incluidos mujeres y niños”, y ha insistido en que "la violencia sólo logrará complicar la crisis y no traerá seguridad a Israel".
Su ministro de Comunicación, Naser Judah, ha anunciado que el reino hachemí "ejercerá todos los esfuerzos posibles con los poderes más influyentes de la región para poner fin a las operaciones militares israelíes", mientras que el titular jordano de Exteriores ha trasladado una protesta de su Gobierno a los cinco países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.
Cientos de personas han salido a las calles ondeando banderas de Hamas para congregarse ante la sede de Naciones Unidas en Amán, donde han coreado consignas en contra de Israel y de la ocupación en general. Jordania alberga a 1.7 millones de refugiados según la UNRWA (la organización de Naciones Unidas dedicada a su asistencia), por lo que cada acontecimiento en los territorios ocupados tiene una enorme repercusión social.
Desde el Líbano, el primer ministro Fouad Siniora ha calificado los ataques de "trágicos y criminales" y ha exigido una reunión de emergencia de la Liga Árabe que unifique la respuesta de los países del entorno.
En los campos de refugiados palestinos que alberga el país de los Cedros ya se han vivido manifestaciones de protesta, aunque la más importante ha sido la convocada por Hizbula en los suburbios del sur de Beirut, zona que controla.
Miles de libaneses chiíes han respondido al llamamiento del Partido de Dios saliendo a las calles para condenar la masacre ondeando banderas palestinas. El movimiento chií Amal, aliado de Hizbula y liderado por el portavoz del Parlamento libanés, Nabih Berri, ha exigido una acción internacional que ponga fin a los crímenes israelíes en Gaza, e incluso el líder del grupo suní Mustaqbal, Saad Hariri, próximo a Estados Unidos, ha tachado la acción de "masacre contra la nación árabe".
En el Líbano, existe un alto riesgo de que los acontecimientos en los territorios palestinos tengan repercusión, dada la presencia de 400.000 refugiados (un 10% de la población libanesa) y el apoyo de Hizbula a Hamas.
Precisamente el jueves fueron localizados y desactivos ocho misiles Katiusha instalados sobre lanzaderas caseras que apuntaban a Israel, en un episodio que muchos analistas han asociado con la amenaza israelí sobre Gaza y que ha sido interpretado como una posible respuesta de los grupos palestinos afincados en el Líbano a un ataque como el vivido hoy. Los responsables de las divisiones libanesas de Fatah y Hamas han desmentido ninguna implicación en el intento de agresión.
En Libia, miembro temporal del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el presidente Muammar Gadafi ha entablado conversaciones con los dirigentes árabes para "tomar una posición seria y firme tras la carnicería que ha tenido lugar en Gaza". A petición de la Liga Arabe, su Ejecutivo está tratando de convocar una reunión especial del Consejo de Seguridad para obtener una condena internacional a la masacre.
En cuanto a Siria, el campo de refugiados palestinos de Yarmuk, uno de los más importantes del país, también ha sido escenario de protestas. El presidente sirio, Bashar Asad, ha contactado con numerosos líderes locales como el emir de Qatar, el rais libio y los presidentes de Sudán, Yemen y Argelia para debatir posibles respuestas y se ha sumado a la petición de una reunión urgente de la Liga Árabe.
Otros países como Emiratos Arabes Unidos se han sumado a la condena de un ataque del que apenas hay precedentes. Por poner un ejemplo, la operación 'Lluvias de la Ira' de junio de 2006, con la que Israel respondió a la captura del soldado Guilad Shalit a manos de militantes palestinos, se cobró las vidas de 165 personas en el transcurso de todo un mes.
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