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El zapato de la dignidad |
Al mejor estilo de humor negro cabría decir aquel viejo chiste que popular que rezaba que fue lo último que le paso por la cabeza a Bush antes de irse de Irak. Muchos podrían pensar que reflexionó acerca de los aproximadamente 16 millones de desplazados, muertos, mutilados sin hogar, huérfanos, pero no es así.
Los zapatos negros de la dignidad, zapatos negros que llevaban en su viaje un millar de muertos y quien sabe cuántos desaparecidos, torturados en un mundo donde las leyes parecen ya no garantizar la vida en sociedad.
Zapatos dignos que seguramente servirán de inspiración para la trova, para la música protesta que día a día grita a los cuatro vientos que es necesario que todos a la vez nos levantemos y tomemos al tío san por cachos.
En pocas ocasiones podría decirse que el mundo le queda pequeño a alguien y creo que éste es el caso. Pobre ser humano al que le hará falta comprar una parcelita en la luna para poder pasar el resto de su vida en si se quiere relativa paz, aunque soy de los que piensa que seres como éstos solo roban el oxigeno a la humanidad, en todo caso espero que viva muchos años para ver colmo uno de los tantos hijos de los que él asesino de manera impune y ante la mirada hipócrita del resto del mundo acabe con su soberbia nación.
Peor la providencia evitó que los proyectiles consiguieran su blanco para así no tener que ver como el mundo entero se deshace en disculpas ante el magnánimo y pobrecito presidente saliente de los Estados Unidos de Norteamérica. Sino que por el contario queda para el recuerdo y como advertencia para quienes decidan en el futuro atropellar a los pueblos que la balanza de poder esta inclinándose y la gente violentada ha decidido también porque no violar las reglas que con ellos mismos se violan a diario.
Cosa esta muy peligrosa para la vida en sociedad, y para la reflexión de todos. ¿hasta qué punto se pueden violar impunemente los derechos de todos detrás de una investidura presidencial sin pagar el precio?
En todo caso ya este tristemente recordado personaje de la Casa Blanca tendrá algo que responder a sus nietos cuando le pregunten “abuelito que fue lo último que pasó por tu cabeza antes de dejar de ser presidente? Y el dirá con orgullo hijos, hijitos, al mejor estilo yanqui de salir a lo grande, lo último que la historia me hizo pasar por la cabeza antes de irme fue un “par zapatos negros”.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, multitud, politica, violencia.
El reportero de la televisión independiente Al Bagdadia, que llamó "perro" a Bush y le lanzó sus zapatos, dos de las peores ofensas que puede cometer un musulmán, no era muy conocido en Irak, excepto porque su nombre apareció en titulares cuando fue secuestrado por hombres armados en el 2007.
Petición de solidaridad a los medios árabes
"El comité directivo del canal Al Bagdadia exige a las autoridades la liberación inmediata de Al Zaidi de acuerdo con la línea de libertad de expresión y democracia prometida por el nuevo régimen iraquí", ha dicho el presentador de las noticias en un comunicado leído ante las cámaras.
En el comunicado se afirma: "Al Bagdadia considera a las autoridades norteamericanas e iraquís responsables de cualquier medida contra Al Zaidi, que en caso de tomarse, será un recordatorio de la conducta llevada a cabo durante la era del dictador (Sadam Husein) caracterizada por la violencia, los arrestos indiscriminados y las fosas comunes". El canal ha instado a los medios árabes e internacionales a mostrar su solidaridad con el periodista.
Corazones llenos de orgullo
"El acto de Montazer llena los corazones de los iraquís de orgullo", ha asegurado un hermano del periodista a la agencia Reuters, al tiempo que exigía su liberación. "Estoy seguro de que muchos iraquís quieren hacer lo que hizo Montazer. Mi hermano suele decir que todos los huérfanos que hay ahora en Irak se han quedado sin padres por culpa de Bush", ha afirmado. Oriundo de la ciudad chiita de Nassiriya, a 350 km al sur de Bagdad, el joven reportero vive con sus hermanos en el centro de Bagdad.
Durante la rueda de prensa de Bush y Al Maliki ayer por la tarde, Al Zaidi le gritó al presidente norteamericano: "Este es el beso de despedida del pueblo iraquí, perro". Entonces, lanzó un zapato a Bush, que el mandatario esquivó agachándose, seguido de otro, que le rozó la cabeza.
Al Zaidi fue sacado arrastras de la sala de prensa por guardias de seguridad mientras gritaba y forcejeaba. Sus gritos e insultos podían oírse cuando la conferencia continuó después de que se calmara el tumulto ocasionado.
En El Cairo, el director de programación de ese canal, Muzhir al Jafaji, ha expresado su "temor por la seguridad" de Zaidi. El canal de televisión Al Bagdadia fue creado en el 2005, financiado por un empresario iraquí.
En tanto, la dirección del canal de televisión reclamó la liberación del periodista -que fue retirado de la sala por guardias de seguridad iraquíes y estadounidenses- y expresó su preocupación por su seguridad.
Según sus compañeros de trabajo, el gesto de Muntazer fue premeditado. “Muntazer nos había prevenido desde hace meses, al menos desde hace siete meses, que lanzaría los zapatos a la cabeza de Bush si tuviese la ocasión de estar frente a él”, comentó a la citada agencia francesa uno de sus compañeros en las oficinas de Al Bagdadia en Bagdad, canal iraquí que tiene su sede en El Cairo
En un comunicado difundido el lunes en antena, la empresa para la que trabaja Zaidi solicitó la liberación inmediata de éste “conforme a la democracia y la libertad de expresión que el nuevo régimen (iraquí) y las autoridades estadounidenses han prometido al pueblo iraquí”.
Por el momento no se informó dónde está detenido el periodista. El jefe de programas del canal, Mujir al Jafaji, mostró sus temores por su seguridad.
Según un abogado contactado por la AFP, Tareq Harb, Muntazer podría ser condenado “a un mínimo de dos años de prisión si se le acusa por insultos a un jefe de Estado extranjero de visita en Iraq”.
La pena podría llegar a los 15 años de prisión si es inculpado por “intento de homicidio contra un jefe de Estado”.
“No está relacionado con el antiguo régimen (de Saddam Hussein). Su familia fue detenida por Saddam. Es un hombre orgulloso de ser árabe, un joven de espíritu abierto. Los estadounidenses le detuvieron en dos ocasiones”, reveló un compañero del canal.
Mundo árabe elogia al hombre que lanzó zapatos contra Bush
El mundo árabe elogió el lunes a un reportero iraquí que le lanzó sus zapatos al presidente George W. Bush en señal de desprecio, al tiempo que miles de iraquíes salieron a las calles para exigir la libertad del periodista, a quien calificaron de héroe.
Muntadhar al-Zeidi, que el año pasado fue secuestrado por milicianos extremistas, estaba detenido por los servicios iraquíes de seguridad y fue interrogado sobre si alguien le pagó para que lanzase los zapatos contra Bush durante una conferencia de prensa la víspera en Bagdad, dijo un funcionario iraquí.
Además, se le realizaban exámenes para determinar la presencia de drogas o alcohol, y los zapatos estaban retenidos como evidencia, dijo el funcionario, que habló a condición de anonimato.
Mostrarle la suela de los zapatos a alguien en el mundo árabe es señal extrema de falta de respeto y lanzarle los zapatos es aún peor.
Diarios en todo el mundo árabe imprimieron el lunes fotos de Bush esquivando los zapatos, y estaciones televisivas transmitieron repetidamente el incidente, que fue objeto de muchas bromas y elogiado por numerosas personas en la región.
"Irak considera el domingo como el día internacional de los zapatos", dijo un mensaje de texto que circulaba el Riad, la capital saudí.
Periodistas palestinos en la ciudad cisjordana de Ramalla bromearon acerca de quién tendría el valor suficiente para lanzarle los zapatos a la secretaria de estado norteamericana Condoleeza Rice.
El mandatario estadounidense dialogaba con los reporteros el domingo acompañado del primer ministro de Irak, Nuri al-Maliki, cuando el hombre gritó en árabe "¡Este es un beso de despedida, perro!" y le arrojó los zapatos.
"Esto es por las viudas, los huérfanos y todos los muertos en Irak", agregó.
Bush se agachó para evadirlos y ninguno de ambos mandatarios fue alcanzado por los proyectiles improvisados.
El periodista es corresponsal de la estación de televisión iraquí Al-Baghdadia, con sede en El Cairo.
La respuesta al incidente de partes de los árabes en las calles era de elogio.
"Al-Zeidi es el hombre", dijo el hombre de negocios jordano Samer Tabalat, de 42 años. "El hizo lo que los líderes árabes no hicieron".
Ghazi Abu Baker, un tendero de 55 años en la ciudad cisjordana de Jenin, afirmó: "Este periodista debería ser elegido como presidente de Irak por lo que ha hecho".
Aparentemente tratando de sacarle provecho al sentimiento árabe, la estación de televisión Al-Baghdadia, donde trabaja al-Zeidi, transmitió el lunes repetidamente pedidos a las autoridades para que pongan en libertad al reportero, en tanto mostraba imágenes de explosiones y reproduciendo una música de fondo que denunció la presencia militar estadounidense en Irak.
El mandatario estadounidense visitó la capital iraquí cuando le faltan apenas 37 días para que herede la guerra su sucesor, el presidente electo Barack Obama, quien ha prometido acabar con el conflicto.
El pasado domingo, durante una rueda de prensa ofrecida por Bush y el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, Ziadi se levantó del asiento en el que se encontraba y después de gritar "este es el beso de despedida, perro", lanzó sus dos zapatos contra el mandatario estadounidense, sin acertar en el blanco.
Inmediatamente después de la agresión, Ziadi fue neutralizado y detenido por los miembros de la seguridad que se encontraban en la sala.
En el barrio de mayoría chií de Ciudad Sadr, en el este de Bagdad, varios vecinos han participado en una manifestación en la que pidieron la liberación de Ziadi, según la agencia independiente de noticias iraquí Asuat al Irak.
La protesta, en la que los manifestantes describieron al reportero como "héroe", empezó en Ciudad Sadr y terminó en la plaza de Al Firdus, en el centro de la capital.
En la cultura árabe mostrar la suela del calzado a alguien es un insulto y lanzar los zapatos es considerado aún peor.
El grupo pacifista, que se opuso a la ocupación del país árabe desde su comienzo, convocó a una protesta en el Parque Lafayette, frente a la Casa Blanca, para exigir la puesta en libertad de Al-Ziadi.
En un comunicado, los activistas indicaron que llevarán a la protesta 'un enorme suministro de zapatos' con los nombres de los ciudadanos iraquíes que fueron asesinados durante la invasión, informó la agencia de noticias EFE.
'Es indignante que Al-Ziadi pueda recibir dos años de prisión por insultar a George Bush, cuando Bush es el responsable directo de la muerte de 1,5 millones de iraquíes y 4 mil 200 soldados estadounidenses, y cinco millones de iraquíes desplazados', dijo una de las integrantes de Code Pink, Medea Benjamín.
Por su parte, el Voces Iraquíes por la Paz expresó a través de un comunicado que las acciones del periodista no son más que una expresión 'del asco que tantos iraquíes y estadounidenses sienten contra un hombre que ha causado tanto dolor y sufrimiento'.
► miércoles, 17 diciembre, 2008
En el caso de que le devuelvan sus ahora famosos zapatos, al ser declarado inocente desde el punto de vista penal, tendrá opción de venderlos al mejor postor y con la suma que perciba de alguna u otra manera aportará en algo para atenuar el sufrimiento de su pueblo. Algunos hombres de negocios han manifestado el deseo de pagar por ellos fuertes sumas de dinero. Claro está, primero habrá que averiguarse dónde están los zapatos, quién los tiene. Unos dicen que la policía iraquí los retuvo como evidencia del delito, otros dicen que la seguridad del presidente norteamericano los tomó como recuerdo de aquel domingo 14 de diciembre.El incidente de los zapatos iraquíes ha tenido bastante resonancia en el mundo, opacando por completo la razón por la que llegó George Bush a Irak. La organización islamista Hezbollah, calificada de terrorista por EEUU, calificó al periodista de "valiente" y "héroe". La ONG libia presidida por una de las hijas del dictador Muammar Gaddafi anunció que le otorgará "la orden al coraje" de dicha institución.
En todo el mundo árabe y en muchas partes del globo terráqueo sólo se habla de los zapatos lanzados al "amado" George Bush. En Irak ya se habla hasta del "Día internacional del calzado". Todo esto testimonia que la autoridad del presidente estadounidense está totalmente por los suelos. Que no se le tiene el mínimo respeto. Y lo más triste de todo, que por él muchas personas en el mundo odian al pueblo norteamericano que no tiene culpa de las atrocidades cometidas durante su Gobierno.
► miércoles, 17 diciembre, 2008
Al Zaidi se lanzó al estrellato a raíz de una rueda de prensa conjunta que Bush y el primer ministro de Iraq, Nuri al Maliki, ofrecieron el pasado domingo en Bagdad. Este reportero de 29 años, empleado de la cadena de televisión Al Bagdadiya, se quitó de repente un zapato y lo arrojó contra el mandatario estadounidense, con el grito de que era "un beso de despedida para el perro". Un rato después, lanzó en la misma dirección el segundo zapato, "por parte de las viudas, los huérfanos y todas las víctimas iraquíes". Bush pudo esquivar el impacto y más tarde hasta calificó de "chistoso" el incidente que, según las tradiciones árabes, equivale a un insulto muy grave.El reportero "expresó de esta manera la actitud de todos los iraquíes hacia George W. Bush, quien destruyó Iraq", manifestó Adnan Hamad en una entrevista con RIA Novosti. Hamad no es el único iraquí que aspira a quedarse con los famosos zapatos. Un empresario iraquí anunció la víspera que pagaría cualquier precio por ellos.
Muchos iraquíes piensan que Al Zaidi "se comportó como auténtico patriota" y "expresó la conciencia de toda la nación" pero el suceso derivó en la detención del reportero a quien amenaza actualmente una pena de al menos dos años de cárcel por la agresión contra un estadista extranjero.
Abogados de la vecina Jordania ya llamaron a sus colegas del mundo árabe y a la Unión Internacional de Abogados a que se erijan en defensa de Al Zaidi. Exigen liberarlo y que sea juzgado fuera de Iraq, por tratarse de un país ocupado. "Cualquier cargo contra él supone una violación de los derechos humanos y de las normativas internacionales en esta materia, aparte de que se contradice con el derecho a oponer resistencia a la ocupación", consta en una nota emitida por la organización sindical de los abogados jordanos.
► miércoles, 17 diciembre, 2008
"Según han informado los agentes de seguridad, Muntazer (al Zaidi) fue detenido por los iraquíes en la 'zona verde' (ndlr: sector ultraprotegida) y fue golpeado por los servicios iraquíes de seguridad", declaró a la AFP su hermano Durgham, de 32 años.La 'zona verde' es el sector de alta seguridad de Bagdad donde se agrupan las administraciones iraquíes, la representación de la ONU y las embajadas norteamericana y británica. La conferencia de prensa en la que se produjo el incidente tuvo lugar en el despacho del primer ministro Nuri al Maliki, situado en la 'zona verde'.
"Tiene rotos un brazo y varias costillas y tiene heridas en el ojo y en la pierna", añadió Durgham. Sin embargo, no concretó si las heridas se produjeron en el momento del arresto o mientras estuvo detenido.
"Fue arrestado por los servicios de Muaffak al Rube", el consejero iraquí de seguridad nacional, añadió.
En plena rueda de prensa en la noche del domingo en Bagdad, Muntazer al Zaidi, de 29 años, periodista del canal de televisión al Bagdadia, lanzó sus dos zapatos contra el presidente Bush, que efectuaba una visita sorpresa a Irak, y le gritó: "Este es el beso del adiós, perro". Bush esquivó los dos zapatazos. El periodista fue detenido inmediatamente y sacado del lugar por los servicios de seguridad iraquíes, mientras gritaba a Bush: "Usted es responsable de la muerte de miles de iraquíes".
Un periodista de la AFP vio manchas de sangre en el suelo, en el lugar en el que Zaidi fue detenido.
Inmediatamente el incidente se convirtió en el principal tema de conversación en Irak.
Mostrar la suela del zapato y tratar a alguien de perro, son graves los peores insultos en la cultura árabe.
Los radicales chiítas y sunitas le mostraron su apoyo: el movimiento del líder radical chiíta Moqtada Sadr le hizo su héroe y el comité de los ulemas sunitas musulmanes lo calificó de "ícono de la resistencia contra la ocupación". Pero para numerosos iraquíes interrogados consideraron que, aunque ellos también odian a George W. Bush, no fue "apropiado" ofender a un "invitado", ya que eso va en contra de la cultura de hospitalidad árabe.
Este martes, la mayoría de los periódicos iraquíes se limitaban a describir el incidente acompañado de una fotografía del presidente norteamericano mientras se agachaba para esquivar el proyectil vestimentario. Solamente dos diarios publicaban editoriales, una de condena y otra de apoyo al periodista de Al Bagdadia. Ni siquiera el principal sindicato de los periodistas iraquíes se mostró solidario, considerando que se trata de un caso aislado.
El departamento de Estado norteamericano consideró que Muntazer al Zaidi actuó solo y que lo único que intentaba era llamar la atención.
El gobierno iraquí calificó el episodio de "vergonzoso" y exigió las disculpas de Al Bagdadia, que tiene su sede en El Cairo.
Sin embargo, el periodista se ha convertido en héroe para varios periódicos y grupos políticos en el mundo árabe. La cadena libanesa New TV, conocida por su postura antiamericana, le ha hecho públicamente una oferta de empleo y ha añadido que está "dispuesta a correr con los gastos de su liberación" y su defensa.
Zaidi trabaja desde hace tres años en ese canal de televisión y es licenciado en la Universidad de Bagdad. Según su hermano, hace tiempo que planeaba lo que hizo y aprovechó su puesto en la televisión para llevarlo finalmente a cabo. Un periodista de la cadena afirmó que "Muntazer odia a los norteamericanos, odia a los soldados estadounidenses y odia a Bush".
En un comunicado, la organización remarca que "no aprueba ningún acto de violencia", pero subraya que las autoridades iraquíes "tienen la obligación de investigar toda denuncia de tortura u otros malos tratos infligidos a Muntadhar al Zaidi y de procesar a los presuntos autores de tales abusos".
"Además, las autoridades deberán revelar el paradero de Al Zaidi, garantizar que se le permite tener un acceso regular y sin demora a asistencia letrada, a su familia y a la atención médica que precise, y protegerlo frente a la tortura y los malos tratos", añade.
Muntadhar al Zaidi es corresponsal del canal de televisión iraquí Al Baghdadia, que tiene su sede en El Cairo. Al parecer, en 2007 fue capturado por hombres armados y ha sido detenido e interrogado por fuerzas estadounidenses en dos ocasiones en Irak.
En virtud de la legislación iraquí (artículo 227 del Código Penal de 1969), Muntadhar al Zaidi se enfrenta a dos años de prisión o a una multa por insultar públicamente a un jefe de Estado extranjero. Ayer declaró ante el juez y rechazó al abogado que le fue asignado, el mismo que defendió al ex dictador Sadam Husein.
El incidente ha inspirado entretenimiento en internet, uno de ellos www.sockandawe.com, un juego de palabras con la frase “shock and awe” (impactar y sobrecoger), términos usados por los oficiales militares estadounidenses para describir el ataque aéreo inicial a Bagdad en 2003.
El tribunal actuó de oficio y presentó una queja en nombre del periodista, Muntadhar al-Zeidi, y "examinará las imágenes para identificar quiénes lo golpearon" y le provocaron moretones cerca del ojo y en el resto del rostro, agregó el juez Dhia al-Kinani.
Al-Zeidi fue tirado al suelo por guardias de seguridad luego de que agrediera a Bush en una conferencia de prensa en Bagdad el fin de semana pasado, y desde entonces hubo distintas versiones sobre su estado.
Uno de sus hermanos dijo que estaba muy golpeado y con un brazo quebrado, pero otro afirmó haberlo visto en buenas condiciones.
El joven periodista, de 29 años, permanece bajo prisión preventiva en espera de un posible juicio en su contra por insultar a un líder extranjero, un cargo por el que podría ser condenado hasta con dos años de cárcel.
"Fue golpeado y abrimos un expediente por eso. Al-Zeidi no presentó una queja y puede retirar los cargos si quiere", dijo el juez al-Kinani, citado por la cadena de noticias CNN.
El magistrado también confirmó que el periodista escribió una carta de disculpas al primer ministro, Nuri al-Maliki, algo que fue desmentido ayer por los familiares del agresor. Según la Constitución iraquí, el presidente puede conceder perdones a pedido del premier.
Ayer, el asesor de comunicación de la oficina del primer ministro, Yasin Majeed, había declarado que en una carta "Zaidi dijo que este acto tan feo no tiene disculpa".
Sin embargo, la familia negó esas disculpas. "Esta información no es en absoluto verdad. Es una mentira. Muntazer es mi hermano y lo conozco muy bien. El no pide perdón", dijo Udai al Zaidi, y enfatizó en que si sucedió fue "bajo presión".
El incidente convirtió a Al-Zeidi en un héroe nacional y se interpretó como una señal de la indignación de muchos iraquíes por la invasión estadounidense del país, lanzada en 2003. Miles de iraquíes se manifestaron para exigir su liberación.
El juez dijo que la investigación estará terminada y será entregada a la corte el domingo, luego de lo cual se fijará una fecha para una primera audiencia en diez días como máximo.
El pasado miércoles [14 de enero] el abogado de Zaidi, Dhiyaa al-Saadi, afirmó que había podido ver los partes médicos que forman parte del expediente judicial de Zaidi para sostener la denuncia del periodista de haber sido torturado tras ser detenido el 14 de diciembre por las fuerzas de seguridad del primer ministro iraquí Nuri Kamal al-Maliki.
Saadi afirmó que dos partes médicos firmados por médicos del gobierno en la semana en que Zaidi fue detenido describían marcas en la cara y el cuerpo del periodista, especialmente graves en sus piernas y brazos, la pérdida de un diente, un corte profundo en el arco de la nariz y lo que parecía una quemadura en la oreja.
Saadi afirmó que no se le permitió sacar los partes médicos del despacho del juez de instrucción, con lo que estos documentos no se pueden verificar de forma independiente. Pero el registro de las heridas de Zaidi coincide con la descripción que hizo su hermano tras visitarlo en la cárcel el mes pasado.
Uday al-Zaidi, de 33 años, afirmó el pasado miércoles que temía que su hermano, que se enfrenta a más siete años de cárcel, no quede libre de la custodia del gobierno.
Por su parte, el asesor legal de Maliki, Fadhil Mohammed Jwad, declaró el miércoles que Zaidi no había sido torturado y que recibiría un juicio justo.
Se había previsto la fecha del juicio para el 31 de diciembre, pero se aplazó a petición de su abogado que refutó la base de la acusación.
El episodio del zapato tuvo lugar el 14 de diciembre durante una conferencia de prensa televisada con Bush y Maliki en la Zona Verde de Baghdad. Zaidi se levantó, arrojó un zapato a Bush y gritó: "¡Esto es un regalo de los iraquíes. Éste es el beso de despedida, perro!". Antes de ser reducido Zaidi arrojó su otro zapato a Bush. Los dos zapatos fallaron. Se vio como pegaban a Zaidi mientras los guardas del primer ministro lo sacaban fuera de la sala. En Iraq es un grave insulto arrojar un zapato a alguien.
Varios días después, Maliki afirmó que la idea se le había dado a Zaidi un hombre al que el primer ministro describió como un "cortador de cabezas", al parecer una referencia a los miembros del grupo extremista sunní de al-Qaeda en Mesopotamia, conocido por decapitar a la gente.
La familia de Zaidi, sin embargo, ha insistido en que éste no está vinculado con ningún grupo político y que actuó solamente para mostrar su oposición a la invasión estadounidense de Iraq en 2003.
Desde que fue detenido solo unas pocas personas han visto al periodista, incluyendo una visita de su hermano y otra de su abogado, ambas el 21 de diciembre. Ambos dicen que todas sus peticiones posteriores de visita han sido denegadas o ignoradas por el gobierno y por el poder judicial.
Sigue sin estar claro quién es responsable de conceder las visitas a Zaidi. Jwad, asesor legal del primer ministro, afirmó que era competencia del juez de instrucción y del abogado del sospechoso, pero un portavoz del juez afirmó que el asunto estaba reservado a "la rama ejecutiva".
Durante una entrevista telefónica, Abdul Sattar al-Biriqdar, portavoz del Alto Consejo de Poder Judicial, que administra el sistema judicial iraquí, afirmó que el juez de instrucción, Dhiyaa al-Kinani, no tenía noticia de que los familiares de Zaidi y su abogado hubieran pedido repetidas veces visitarlo en la cárcel.
En un primer momento Biriqdar negó saber dónde estaba preso Zaidi pero más tarde afirmó que estaba en un centro de detención iraquí en la Zona Verde bajo control de la Brigada Bagdad, una unidad militar que depende directamente de la oficina del primer ministro. Añadió que cualquiera que quisiera visitar a Zaidi sería autorizado a hacerlo. "Nadie le impide visitarlo", dijo.
Pero durante una reciente visita al complejo militar un soldado del ejército iraquí que custodiaba las instalaciones le dijo a un periodista que solicitaba visitar a Zaidi que se fuera inmediatamente y añadió que era "peligroso" tratar de visitarlo. El soldado, que no se identificó, afirmó que no sabía si Zaidi estaba en las instalaciones o no.
El miércoles no hubo respuesta a un correo electrónico enviado a Maliki solicitando poder visitar a Zaidi.
El portavoz judicial, Biriqdar, afirmó Zaidi no había dicho al juez de instrucción que hubiera sido torturado o golpeado mientras estuvo bajo custodia y que cuando el juez recibió a Zaidi el mes pasado no apreció señales de abusos policiales.
"El juez de instrucción afirmó que no se le había notificado que hubiera sido torturado o golpeado", afirmó Biriqdar. "Muntader Zaidi no dijo que hubiera sido golpeado y no pidió ser examinado por un tribunal médico".
Pero unos días después de reunirse con el juez, tanto el abogado de Zaidi como su hermano dijeron que cuando pudieron visitarlo era evidente que había sido golpeado.
Riyadh Mohammed, Alissa J. Rubin, Atheer Kakan y Souadad al-Salhy colaboraron con este artículo.
*N. de la t.: En Iraq hay decenas de miles de detenidos, hombres, mujeres y niños, la mayoría de ellos en paradero desconocido desde la invasión estadounidense en 2003.
(mas...)
"A principios de este mes, su familia entró en contacto conmigo a través del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), y esta semana voy a escribir al Ministerio de Asuntos Exteriores federal para pedir a Suiza que le de asilo político", dijo el abogado, según el diario.
"Una vez instalado en Ginebra, este hombre, que es soltero y sin hijos, podrá trabajar como periodista en Naciones Unidas", agregó.
Según el letrado ginebrino, el periodista, que está en prisión preventiva tras haber lanzado sus zapatos a Bush durante una rueda de prensa, corre riesgos en Irak.
"Aunque muchos iraquíes han apoyado su gesto, está a merced de extremistas de todo pelaje", señaló el abogado, "y no podrá volver a trabajar como periodista sin sufrir enormes presiones".
"De tendencia izquierdista, se muestra muy crítico hacia el actual gobierno iraquí, al que considera demasiado sumiso ante los americanos. Su vida puede convertirse en un infierno en su propio país", subrayó.
El gesto de Al Zaidi de tirar los zapatos, que en la cultura árabe se considera una forma de gran desprecio, ocurrió el 14 de diciembre, cuando el presidente saliente de EEUU efectuaba una visita sorpresa a Bagdad.
El corresponsal de la cadena Al Bagdadi lanzó un zapato, y después otro, a Bush, quien logró esquivarlos, al grito de "este es el adiós del pueblo iraquí, especie de perro. De parte de los huérfanos y de los que han muerto en Irak".
Ahora está procesado por "agresión contra un jefe de Estado extranjero en visita".
El periodista ha reconocido ante el juz de instrucción que volvería a hacer lo mismo.
El juicio, previsto para el 31 de diciembre, fue pospuesto a otra fecha.
"Las cosas van a desbloquearse ante la justicia cuando asuma el presidente (estadounidense) Barack Obama", opinó el abogado.
Muntazer Al Zaidi, de 29 años, es un periodista chií que en noviembre fue secuestrado durante tres días por militantes de esa rama musulmana antes de ser liberado.
Según su tía Un Zaman, "el lanzamiento de sus zapatos lo quería hacer desde hace tiempo. Ha cumplido su sueño".
"Mi cliente -afirma el letrado Poggia- detenido en condiciones difíciles, se ha convertido en un símbolo de la cólera del pueblo iraquí frente a la opresión extranjera, que ha causado en cinco años la muerte de miles de personas".
Y agregó que "Ginebra es el símbolo de la apertura y de la acogida. Por eso, los allegados de mi cliente han querido que se inicien las gestiones para ayudarle".
Zaidi, de 29 años de edad, ha estado detenido desde que arrojó sus zapatos contra Bush cuando éste ofrecía una conferencia de prensa con el primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, en Bagdad el 14 de diciembre de 2008.
Se tenía previsto que Zaidi enfrentara un juicio a fines de diciembre, pero el jefe de su equipo de defensa, Diyaa al-Saadi, logró un aplazamiento después de que presentara una impugnación por los cargos contra su cliente.
Saadi quiere que se reduzca el cargo de "ataque a un jefe de Estado extranjero durante una visita oficial" a simplemente un insulto a Bush.
Sin embargo, el vocero confirmó que se mantendrá el cargo de ataque, que es un delito que implica un periodo de prisión de entre cinco y 15 años de acuerdo con la ley iraquí.
(Xinhua)
En su primera comparecencia ante el Tribunal Penal Central de Irak, el reportero de la cadena de televisión Al Baghdadia aseguró que lanzó sus zapatos contra Bush en respuesta a las "violaciones que se cometen contra la población iraquí", informa la CNN, que indica que Al Zaidi fue recibido en el tribunal con aplausos y gritos de ánimo de los seguidores que esperaban en la puerta.
"Sólo podía ver a Bush y pensar en la sangre de los inocentes fluyendo bajo sus pies mientras él sonreía. En ese momento, sentí que es el hombre que ha matado nuestra nación... el principal asesino y la persona responsable de la muerte de nuestra nación", explicó.
"SENTIMIENTOS DE TODOS LOS IRAQUÍES"
Según su declaración, Al Zaidi indicó al juez que "no tenía intención de matar al comandante de las fuerzas ocupantes... incluso aunque hubiera tenido un arma". "Estaba expresando mis sentimientos internos y los de todos los iraquíes del este al oeste y del norte al sur, y los sentimientos de odio que sienten por él", señaló.
Además de contar de ya había intentado humillar a Bush en otras ocasiones, Al Zaidi manifestó que mientras Bush enumeraba las victorias conseguidas en Irak durante la rueda de prensa de diciembre, él sólo podía pensar en los millones de civiles que han muerto y en los desplazados que ha dejado el conflicto. También destacó las mezquitas que habían sido atacadas, las violaciones de mujeres por parte de las fuerzas extranjeras y las humillaciones que viven los iraquíes cada día.
"Yo no sé de qué logros estaba hablando. Los logros que yo podía ver eran los más de un millón de mártires y un mar de sangre. Hay más de cinco millones de huérfanos iraquíes por la ocupación... Más de un millón de viudas y más de tres millones de desplazados por la ocupación", afirmó.
Durante su declaración, el periodista denunció que después de lanzar los zapatos fue golpeado delante del primer ministro y del mundo, tras lo cual le encerraron en el calabozo.
Tras la sesión de hoy, el juicio contra Al Zaidi ha quedado aplazado hasta el 12 de marzo, periodo en el que el tribunal pedirá al Gobierno que aclare si la visita de Bush era oficial o no.
En la primera sesión de este juicio, que se llevó a cabo el 19 de febrero pasado, Montazer señaló que había decidido lanzar sus zapatos a Bush para vengar la "opresión de Estados Unidos en Irak" y protestar por la ocupación militar extranjera en este país. "Sentí que la sangre de los inocentes corría debajo de mis pies cuando vi la sonrisa de Bush, que vino para despedirse de Irak en la última cena, tras dejar más de un millón de mártires, además de la destrucción económica y social del país", agregó el periodista en esa ocasión, según el relato de sus abogados.
Al Zaidi, de 27 años, trabaja para el canal de televisión vía satélite Al Bagdadia, cuya sede está en El Cairo. El periodista, al que defienden en los tribunales prestigiosos abogados iraquíes, tiene derecho de apelar la sentencia, aunque este paso no ha sido anunciado aún por el equipo que le defiende.
Además de lanzar sus zapatos, el periodista insultó a Bush: "Este es el beso de despedida, perro". Todo ello sucedió un mes antes de que Bush que abandonara la Casa Blanca al término de su mandato.
En Irak, igual que en gran parte del mundo árabe, arrojar un zapato es una de las mayores ofensas que se pueden cometer contra una persona, al igual que llamarlo "perro". El acto de Al Zaidi lo convirtió en héroe nacional y sentó precedentes en protestas públicas por todo el mundo contra la política internacional de Estados Unidos.
Sus abogados describieron la sentencia de "dura" y anunciaron que la apelarán.
Zaidi se había declarado inocente y afirmó que no se arrepentía de nada. "Mi reacción fue natural, como lo habría hecho cualquier otro iraquí", dijo Zaidi durante el juicio.
El juicio se reanudó este jueves en Bagdad, tres semanas después de haber abierto procedimientos.
El reportero de televisión ganó notoriedad por su acto, que fue ampliamente celebrado en el mundo árabe.
Famoso
Zaidi se enfrentaba a 15 años de prisión por atacar a un jefe de Estado extranjero.
Lanzó sus dos zapatos contra Bush durante una rueda de prensa celebrada el pasado 15 de diciembre, un gesto considerado como un insulto muy grave en el mundo árabe.
Gritó además que Bush era "un perro" y que los zapatos eran "un beso de despedida" de aquellos que habían muerto, quedado huérfanos o enviudado en Irak.
Bush pudo esquivar los zapatos y no pareció molesto por el incidente, haciendo incluso bromas tras enterarse que eran talla 10.
Entre rejas
Según los abogados, el periodista estaba expresando su oposición a la presencia de EE.UU. en Irak y Bush nunca estuvo en peligro.
"¿Han escuchado alguna vez que alguien haya muerto por un zapatazo?", dijo el abogado Dhiaa al-Saadi, en diciembre.
Zaidi fue arrestado y ha estado tras las rejas desde entonces.
Parecía en buen estado de salud, a pesar de informes de sus familiares y amigos de que recibió una paliza poco después de su detención.
La Corte Penal Central de Iraq sentenció el pasado jueves 12 a Al-Zaidi a tres años de cárcel por “ofensa” al entonces presidente norteamericano, una sanción inferior a la prevista inicialmente de hasta 15 años por “agresión” a un dignatario foráneo, recordó la agencia de noticias Prensa Latina.
“Aunque el sindicato respeta la decisión e imparcialidad de la justicia iraquí, apela al presidente Talabani y al primer ministro Al-Maliki para que muestren una clemencia paternal hacia el colega Al-Zaidi”, expresó el gremio en una misiva.
El periodista, de 30 años, ganó notoriedad cuando en medio de una rueda de prensa que ofrecían conjuntamente Bush y el jefe de gobierno iraquí lanzó sus dos zapatos al mandatario estadounidense y le gritó “este es un beso de despedida, perro”.
Las dos acciones son vistas como mayúsculas ofensas en los países árabes e islámicos, de ahí que la osadía del profesional desató multitudinarias expresiones de apoyo entre sectores populares de la región, por lo general con fuertes sentimientos antinorteamericanos.
Por su lado, el Observatorio expresó su pesar por el “chocante veredicto” y urgió a las principales figuras del poder ejecutivo a intervenir en el asunto.
El subdirector del OLP, Hadi Jalo Marei, pidió a Talabani la emisión de un decreto presidencial de perdón y a Al-Maliki liberar al reportero “a través de canales políticos y parlamentarios”.
"Y esto por varias razones: sus motivaciones, su edad y el hecho de que no ha cometido delitos con anterioridad", precisó Saadi.
"Tuvo buena conducta en la cárcel y por eso la corte ha reducido su pena", concluyó el letrado.
La letrada y activista siria Hala Syuleiman Al-Asad, que en la actualidad es la directora del grupo de abogados internacionales que defiende a Muntadar al-Zaidi, llegó a la capital española para participar como ponente en el simposio internacional "Políticas en Oriente Medio: Mitos y Realidades", que organiza del 9 al 22 de este mes la Asociación Cultura, Paz y Solidaridad Haydée Santamaría.
A su llegada declaró a Efe que el periodista iraquí se encuentra bien anímicamente, aunque al principio, asegura, fue torturado, y que solo le quedan cuatro meses de prisión, ya que al final se logró que le redujeran la pena de cárcel de tres a un año.
En la primera condena, el Tribunal Penal Central de Bagdad sentenció que este periodista de 27 años que trabajaba para la cadena de televisión Al Bagdadiya, era culpable de perpetrar un acto hostil contra un jefe de Estado extranjero, delito recogido en el artículo 223 del Código Penal.
Tras la presentación del recurso, el tribunal de apelación le consideró que la pena de tres años de cárcel era excesiva teniendo en cuenta las circunstancias en las que se produjo el incidente y el estado psicológico del periodista cuando cometió el acto, que según él, lo hizo como consecuencia de la ocupación del país.
La abogada siria, que pertenece al Centro Árabe de Documentación y Seguimiento Jurídico de Crímenes de Guerra con sede en Damasco (Siria), subrayó hoy en sus declaraciones a Efe que no se trató de una agresión, sino de un acto de resistencia.
El 14 de diciembre del 2008, Al Zaidi le tiró los zapatos al entonces presidente de EEUU cuando ofrecía una rueda de prensa conjunta con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, en Bagdad.
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