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Vaticinan guerra civil en Estados Unidos |
Hace diez años, Igor Panarin, decano de la facultad de Relaciones Internacionales de la Academia Diplomática de Rusia pronosticó que a más tardar en el otoño boreal de 2009, a consecuencia de una crisis económica en Estados Unidos estallará una guerra civil que conducirá a la división del país en estados independientes.
Para ese entonces, las declaraciones de Panarin, fueron interpretadas como el argumento de una novela de ciencia ficción, pero actualmente, algunos elementos de sus predicciones parece que pueden ocurrir.
En una reciente entrevista a Panarin expuesta a continuación, el diario Izvestia pone a juicio de los lectores la opinión del experto en torno a cómo puede evolucionar la situación actual, con pronósticos tan o más controvertidos que los pronunciados hace una década.
En su entrevista, Panarin, doctor en Ciencias Políticas, expone los motivos que obligarán a EEUU a imponer una hipotética reforma monetaria, que será fatal para el resto del mundo, opinará sobre la élite política a que pertenece el presidente electo estadounidense Barack Obama, y también explicará porqué a Rusia le conviene tener relaciones amistosas con China.
Pregunta: ¿De adonde sacó la tesis sobre el colapso de EEUU precisamente en 1998 cuando ese país gozaba de prosperidad y era líder mundial indiscutible?
Respuesta: En la Conferencia Internacional "Guerra de la Información" celebrada en Austria en septiembre de 1998, tuve la oportunidad de exponer ante 400 expertos, entre ellos 150 de EEUU, un informe analítico sobre la situación mundial.
Cuando en mi discurso hablé de que EEUU se desmembraría en pedazos, en la sala se escucharon gritos salvajes. Pero mi tesis tenía fundamento. Ya en ese entonces estaba claro que la fuerza destinada a destruir EEUU tendría una naturaleza financiera y económica a partir del dólar que no tiene ningún respaldo y en consecuencia es una moneda carente de valor.
La deuda externa de EEUU ha crecido y crece con la dinámica de un alud, desde una deuda casi cero a comienzos de 1980, hasta 2 billones de dólares en 1998 cuando expuse mi informe.
Ahora esa deuda supera los 11 billones de dólares, y esta situación no es otra cosa que una típica pirámide financiera que irremediablemente se derrumbará.
Pregunta: ¿Y caída de esa pirámide puede desplomar a toda la economía estadounidense?
Respuesta: Ya la está derrumbando. A consecuencia de la crisis financiera de los cinco bancos más antiguos e importantes de Wall Street han dejado de existir tres, y los dos restantes, a duras penas sobreviven porque han tenido que soportar las pérdidas más grandes de la historia. Ahora, se habla de cambiar el sistema de regulación de las finanzas a dimensiones globales y EEUU ya no puede desempeñar la función de regulador mundial.
Pregunta: ¿Y quién lo puede reemplazar?
Respuesta: Hay dos pretendientes, China con sus enormes reservas y Rusia como país que puede desempeñar un papel de regulador en el entorno asiático y europeo.
Recientemente, se celebró la cumbre del G-20 en Washington que promovió la propuesta de crear una arquitectura nueva en las relaciones internacionales en la que el Fondo Monetario Internacional (FMI) tendrá un protagonismo especial, pero el FMI necesita recursos.
Los participantes del G-20 pidieron esos recursos a China y Japón. Las reservas de oro de China equivalen a más de 2 billones de dólares, es el principal acreedor de EEUU, y a partir de ahora, China inevitablemente influirá en la política del FMI.
En este sentido no fue ocasional que en la cumbre del G-20 el presidente chino, Hu Jintao, se entrevistara con el presidente ruso, Dmitri Medvédev y con el primer ministro británico Gordon Brown.
Inglaterra será sede de la próxima reunión del G-20 en la primavera boreal de 2009, y Rusia fue uno de los países que en la cumbre de Washington propuso los principios básicos del nuevo sistema financiero mundial, que por visto, coincide con la visión que tiene China con respecto a ese proceso reformador.
"El armazón que une a EEUU es muy frágil"
Pregunta: Con los líderes mundiales el asunto está claro, volvamos de nuevo a EEUU, ¿Cuáles son los síntomas que apuntan hacia un posible desmoronamiento del país?
Respuesta: Varios factores evidentes. Primero que todo, a medida que avanza el tiempo, los problemas financieros y económicos de EEUU se agudizarán. Millones de estadounidenses perderán sus ahorros y a lo largo y ancho del país aumentarán los precios y el desempleo.
Gigantes industriales como General Motors y Ford están al borde de la quiebra y esto quiere decir que ciudades enteras quedarán sin fuentes de empleo, los gobernadores de los estados federados en términos cada vez más perentorios exigirán ayuda de la Reserva Federal, que no podrá atender todos los frentes, y aumentará peligrosamente el descontento nacional.
Por un tiempo, ese descontento lo contuvo las elecciones presidenciales y la esperanza de que Obama haría el milagro, pero ya en la próxima primavera boreal, todos los estadounidenses comprenderán que en EEUU no ocurrirá ningún milagro.
Otro segundo factor importante es la vulnerabilidad legal de EEUU. En EEUU no existe un marco jurídico único que impere en todo el territorio del país, incluso en asuntos relativamente triviales como las normas de tránsito son diferentes en cada estado.
El armazón legal que sostiene a EEUU es muy frágil, incluso en el ejército norteamericano en Irak prestan servicio extranjeros que aceptaron combatir a cambio de la ciudadanía estadounidense. De esta manera, las Fuerzas Armadas no pueden ser garante de las instituciones públicas y finalmente, la división entre las élites políticas que de forma palpable se manifiesta en condiciones de crisis.
Pregunta: ¿Cómo se fragmentará el país? Está claro que en el sur estadounidense aparecerá algo parecido a México, ¿Cómo será el resto?
Respuesta: EEUU se dividirá en al menos seis pedazos. El primero abarcará la costa del Pacífico y al respecto, se puede citar que, por ejemplo, en San Francisco, el 53% de la población son de origen chino, que un descendiente chino ya fue gobernador del estado de Washington, y que la ciudad de Seatlle es considerada la puerta de la emigración china a EEUU. Es evidente que el litoral pacífico tras el desmoronamiento de EEUU quedará bajo la influencia de China.
Un segundo pedazo en sur, será una formación muy afín a México, sobre todo porque en muchos estados sureños de EEUU el idioma español ya es lengua oficial. Una tercera zona corresponderá a Texas donde siempre han existido fuertes tendencias independentistas.
A pesar de que la costa Atlántica de EEUU supone un conglomerado étnico y de mentalidad muy heterogénea se podrá fraccionar en dos partes y el centro del país donde se encuentran los estados menos prósperos habitan las minorías indígenas que ya declararon su independencia del gobierno federal. Aunque esas declaraciones independentistas fueron interpretadas como simples gestos políticos, no obstante, ese precedente tiene su importancia.
En la zona norte de EEUU siempre ha sido muy fuerte la influencia de Canadá y en lo que respecta a Alaska, incluso Rusia puede albergar ciertos planes pues, si se recuerda la historia, la Rusia zarista cedió ese territorio en arriendo...
"Los billetes de cien dólares que circulan en el mundo, sencillamente quedarán congelados"
Pregunta: ¿Y qué va a pasar con el dólar?
Respuesta: En 2006 EEUU, Canadá y México firmaron un pacto secreto sobre los preparativos para la introducción del amero, una especie de unidad monetaria para los tres países, y esto quiere decir que Washington prepara una reforma monetaria. En el desarrollo de esta reforma los billetes de cien dólares que circulan en el mundo sencillamente pueden quedar congelados.
Por ejemplo, bajo el pretexto de una falsificación masiva perpetrada por terroristas, lo que obligará una comprobación de autenticidad de todos los billetes en circulación.
"Los clanes políticos de EEUU se enfrentan abiertamente"
Pregunta: Explique su tesis sobre la división de la élite política de EEUU, ¿se refiere a las diferencias entre demócratas y republicanos?
Respuesta: No del todo, en la dirección política de EEUU existen dos grupos o clanes. El primero se les puede llamar "globalistas" e incluso hasta "trotskistas" porque su plataforma ideológica tiene ciertas analogías tácticas a las de Trotsky, que no se conformó con la revolución en Rusia sino que aspiró a la revolución del proletariado mundial.
Los globalistas estadounidenses siempre consideraron que había que vencer a la Unión Soviética como punto de partida para controlar el resto del mundo y esa es su meta.
Al segundo grupo se pueden denominar como los "patriotas" que aspiran a la prosperidad de su país. Partidarios de ambos clanes militan tanto en el partido democrático como en el republicano, un ejemplo que explica esa situación fue la votación del plan anticrisis propuesto por la Administración republicana, que en un comienzo fue rechazada por los mismos republicanos en el Congreso.
Pregunta: ¿Y quiénes son los líderes de los dos clanes?
Respuesta: Entre los globalistas las figuras clave son el vicepresidente de EEUU Dick Cheney, la Secretaria de Estado Condoleezza Rice y entre los patriotas el Secretario de Defensa Robert Gates, el director de la CIA Michael Hayden y el Director de Inteligencia Nacional almirante Michael McConnell.
La mayoría de los globalistas pertenecen a la élite financiera y los patriotas predominan en entidades de las Fuerzas Armadas, el Servicios Secreto y la industria militar.
Los clanes políticos de EEUU se enfrentan abiertamente, por ejemplo, el año pasado un informe elaborado por el clan de patriotas negó categóricamente que el programa nuclear de Irán tiene componente militar en abierta contradicción con las posturas expuestas por Cheney y Rice.
Otra situación similar ocurrió hace poco en una audiencia del Congreso dedicado a la "guerra de los cinco días" en el Cáucaso.
Los globalistas bajo la batuta de Rice afirmaron que Rusia había comenzado el conflicto y que por ello debería ser castigada con sanciones, pero los patriotas representados por los servicios secretos intervinieron con una postura diametralmente opuesta al afirmar que Georgia había comenzado el conflicto con Rusia al agredir a Osetia del Sur.
Pregunta: ¿Y con cuál de los clanes simpatiza Obama?
Respuesta: Los patriotas encabezados por Gates desempeñaron un papel clave en la victoria obtenida por Obama en las elecciones y por ello, es de esperar que ese clan exigirá al nuevo presidente cambios en la política general.
En este sentido, es interesante el hecho de que el republicano Gates sea considerado como uno de los candidatos de más opción para ocupar la Secretaria de Defensa o incluso la Secretaria de Estado. La influencia de los patriotas en el presidente electo es notable, a propósito, una de las primeras reuniones convocadas por Obama fue con representantes de los servicios secretos.
"Debemos cortar la cuerda que nos tiene atados al Titanic"
Pregunta: ¿Qué significado tiene para Rusia la victoria de los patriotas en EEUU?
Respuesta: Para nosotros es una de las variantes menos perjudicial, porque precisamente los patriotas se pusieron de nuestro lado en el conflicto del Cáucaso. En la reciente visita de Medvédev a EEUU no fue objeto de tensiones a consecuencia del conflicto con Georgia, en cambio hubo una atmósfera muy tranquila y favorable.
Pregunta: ¿Qué tiene que hacer Rusia para evitar las convulsiones que pueden provocar el colapso de EEUU?
Respuesta: Desarrollar el rublo como moneda de circulación regional. No dilatar más la creación de la bolsa de hidrocarburos para vender crudo y gas en rublos. Hace unos días, Rusia y Bielorrusia firmaron un acuerdo sobre el pago por el crudo y el gas en rublos, esto es el comienzo del proceso para convertir al rublo en una divisa regional.
Kazajstán y Bielorrusia ya pagan por la electricidad generada en Rusia en rublos, ahora el objetivo debe ser firmar para finales de 2008 el mayor número posible de contratos para que el año próximo las exportaciones rusas sean pagables en rublos, en este caso, Rusia podrá evitar algunos impactos de la crisis global que todavía no repunta.
Debemos cortar la cuerda que nos tiene atados al "Titanic financiero", que a mi juicio, se hundirá definitivamente en poco tiempo.
NOTA: LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDIRÁ OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, medios, memoria, multitud, politica.
Ahora es más sencillo auditar las miserias de la otrora superpotencia unipolar cuando sus finanzas y su economía se encuentran en caída libre debido al tsunami financiero que provocaron mediante su demencial casino bursátil.
Durante una conferencia en Lombard Street Research, Paul Volcker, muy solvente ex gobernador de la Reserva Federal y antecesor del maligno cuan locuaz Alan Greenspan, sentenció la “quiebra” del sistema financiero global (The Daily Telegraph, 17/11/08).
Hay que ser verdaderamente hipermasoquistas para perder el tiempo en escuchar a los Choms locales (las chachalacas del hampa organizada de los multimedia sovietizados), quienes emulan a los músicos del Titanic en pleno hundimiento.
El mismo Obama ha admitido que el tsunami, que analistas de peso colocan a niveles peores de 1929, se encuentra en su preludio. Barack Obama parece haber tomado las riendas del poder con dos meses de antelación, ante la fuga despavorida de Baby Bush, con el fin de intentar paliar la delicada vulnerabilidad de Estados Unidos mediante la clintonización financiera (clintonomics).
La revista francesa Marianne aporta la cifra antigravitatoria de 1.4 cuatrillones de dólares (mil millones de millones en anglosajón) de “derivados financieros” a punto de explotar y que se encuentran en el centro del tsunami, mientras el serio Banco Internacional de Pagos (que desechó la hilarante candidatura del malhadado Guillermo Ortiz, quien no sabe cómo huir del Banco de México) los ubica en 675 trillones de dólares (millones de millones en anglosajón). Da igual si son trillones o cuatrillones: su explosividad es igualmente letal.
En esta coyuntura dramática, Igor Panarin, prominente analista político, profesor de la diplomacia rusa y especialista en ciberguerra, vaticinó el colapso del dólar y la balcanización de Estados Unidos, en una entrevista al rotativo Izvestia (24/11/08): “el dólar no tiene ningún respaldo. La deuda externa de Estados Unidos ha crecido en avalancha (…) Es una pirámide a punto del colapso”.
Igor Panarin había vaticinado hace 10 años en una conferencia en Australia la debacle económica de Estados Unidos y ahora es más sanguinario sobre su colapso en curso: “debido a la crisis financiera, tres de los más antiguos y grandes cinco bancos de Wall Street han cesado de existir, y dos se encuentran en agonía. Sus pérdidas son las mayores de la historia. Vamos a ver un cambio en el sistema regulatorio a escala financiera global. Estados Unidos no será más el regulador financiero del mundo” y será sustituido por “China, con sus amplias reservas (nota: se ha de referir a sus pletóricas divisas) y Rusia, que puede jugar el papel de regulador en Eurasia” (nota: se ha de referir a su poderío nuclear). Panarin no es un vulgar improvisado ni pertenece a la escuela de los Choms, sino que es un lúcido pensador visionario.
Tampoco se debe soslayar la operatividad conceptual del Kremlin en la dramática coyuntura que vincula en forma dual la crisis del caduco orden mundial: el acoplamiento del reposicionamiento militar ruso en el Cáucaso y el tsunami financiero estadunidense.
A Estados Unidos, que se ha consagrado a balcanizar y globalizar al mundo, el prominente analista ruso le propina una sopa de su propio chocolate al vaticinar su balcanización en seis pedazos: “la costa del Pacífico, con su creciente población china; el Sur, con sus hispánicos; Texas, donde los movimientos independentistas han crecido; la costa del Atlántico, con una mentalidad distinta y separada; cinco de los más pobres estados centrales con sus poblaciones nativas estadunidenses; y los estados del Norte, donde la influencia de Canadá es poderosa”.
Suena interesante el aislamiento del Wasp (“blanco protestante anglosajón”, tesis formulada por Bajo la Lupa, 9/11/08), pero peca de una abultada hispanización en detrimento de la más real “mexicanización”.
Igor Panarin pone en tela de juicio el “arrendamiento financiero” de Alaska (leasing), que pudiera ser reclamada por Rusia. ¡Ah, caray! ¿Qué hará la pistolera petrolera Palin ante el reclamo ruso de su antiguo territorio de Alaska? ¿Alcanzará a México la balcanización de Estados Unidos y, peor aún, su texanización bushiana?
Panarin coloca la lápida sobre el dólar, que será “sustituido” por el amero (coincidencias con Bajo la Lupa, 19 y 29/10/08): “en 2006 un acuerdo secreto fue alcanzado entre Canadá, México y Estados Unidos sobre la divisa común del amero como nueva unidad monetaria. Esto podría señalar los preparativos para sustituir (sic) al dólar. Los billetes de 100 dólares que han inundado al mundo podrían ser simplemente congelados, bajo el pretexto, digamos, de que los terroristas (sic) los falsifican, por lo que tendrían que ser investigados”. Panarin se fue a la yugular de Estados Unidos y deja entrever la vinculación profunda entre las finanzas estadunidenses, los “terroristas” y el narcotráfico global.
Finalmente, sopesa el reposicionamiento de Rusia ante la prospectiva de la extinción del dólar y la balcanización de Estados Unidos: “desarrollar el rublo como divisa regional. Crear un sistema de intercambio de los hidrocarburos en rublos (nota: los petrorrublos). Debemos romper los amarres que nos ligan al Titanic financiero que, desde mi punto de vista, se hundirá muy pronto”.
A nuestro juicio, la regionalización de las divisas, en detrimento de la globalización unipolar del dólar, podría constituir el ancla para el “nuevo Bretton Woods”, que deberá disponer de un sistema multipolar de divisas con sus respectivas esferas de influencia.
Tal geopolítica de las finanzas pareciera encaminarse en forma regional en donde emergerían las nuevas divisas del orden multipolar: el euro para el continente europeo (con una extensión nada descabellada a los restantes países del mar Mediterráneo); el rublo para la periferia inmediata de Rusia (con extensión hasta las entrañas del Cáucaso y Centro Asia); el yuan del “circuito étnico chino”, extensivo a Hong Kong, Macao, Taiwán y Singapur, así como a la península coreana y al bloque de los 10 países del Sudeste asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) y ,tristemente, el amero para el funesto TLCAN.
¿Cuál será la divisa de la anglósfera?
Faltaría definir la divisa común de las petromonarquías árabes (en vías de formación), la zona de influencia de la rupia de India, la futura divisa regional de Sudamérica y la de los países islámicos, donde Irán jugaría un papel preponderante.
¿Se aferrará el decadente “México neoliberal” del PRIAN al amero o se unirá creativamente a la futura divisa sudamericana?
En España, a pesar del silencio de las instituciones, los vientos que corren son aún peores. Los informes de Cáritas, Foessa y otras organizaciones alertan sobre el aumento alarmante de la pobreza, mientras asistimos estupefactos al derroche de recursos públicos en campañas publicitarias, compra de suntuosos automóviles y costosos estudios de todo tipo y sin ninguna validez, que realiza la “clase política”.
La información era falsa, pero el rumor ayudó a desencadenar una ola de apuestas contra Morgan Stanley. Su presidente ejecutivo, John Mack, se quejó amargamente de que operadores codiciosos estaban sembrando el pánico. Pero faltaba una información esencial: ¿Quién, exactamente, estaba detrás de esas transacciones?
Registros de las operaciones examinados por The Wall Street Journal ofrecen ahora una respuesta parcial. Esos documentos revelan que algunas de las mayores firmas de Wall Street (Merrill Lynch & Co., Citigroup Inc., Deutsche Bank y UBS AG ) estaban apostando a lo grande contra Morgan Stanley. La estrategia de esas firmas se basaba en utilizar complejos instrumentos financieros llamados CDS (por sus siglas en inglés de Credit-Default Swaps), un tipo de seguro contra la cesación de pagos.
Un examen de esas transacciones realizado por WSJ también revela que los CDS jugaron un rol importante en empeorar el panorama pesimista del mercado sobre Morgan Stanley, lo que, a su vez, llevó la os operadores a invertir contra las acciones de la firma, vendiéndolas al descubierto. La correlación entre las transacciones con CDS y la venta al descubierto aceleró la caída del banco.
Este relato ha sido elaborado a partir de la revisión de las transacciones y más de 70 entrevistas con ejecutivos de Wall Street, operadores, corredores, gestores de fondos de cobertura, investigadores y reguladores.
Durante años, la venta de CDS ha sido una mina de oro para Wall Street. Pero, irónicamente, en aquellos tumultuosos días de septiembre, el mercado de CDS se volvió contra Morgan Stanley. Se convirtió en un barómetro muy visible del pánico de 2008, alimentando la crisis que acabó provocando una intervención del gobierno.
Otras firmas también estaban negociando CDS de Morgan el 17 de septiembre: Royal Bank of Canada, Swiss Re y varios fondos de cobertura.
La presión también se intensificó en otro frente: hubo un aumento en las ventas al descubierto —apuestas contra las acciones de Morgan— por parte de grandes fondos de cobertura. Al final del día, la acción de Morgan había caído 24% y las autoridades temían que los inversionistas rapaces estuvieran con la mira puesta en los bancos de inversión.
Ese tipo de transacción, que ya había derrumbado a Bear Stearns Cos. y Lehman, hizo que las acciones de Citigroup se desplomaran 60% la semana pasada, llevando al banco a un nuevo rescate gubernamental.
Origen del caos
Los inversionistas todavía están intentando descubrir lo que causó el caos en el mercado a mediados de septiembre y si los CDS o las acciones de Morgan Stanley fueron negociados de manera ilícita. El fiscal general de Nueva York, Andrew Cuomo, la oficina de la fiscalía general de Estados Unidos en Manhattan y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) están investigando si hubo manipulación del mercado por parte de corredores que supuestamente divulgaron falsos rumores para lucrar con sus apuestas. Las investigaciones también buscan verificar si los operadores compraron CDS a altos precios para provocar temores respecto a la estabilidad de Morgan y de esa forma lucrar en otras inversiones, y si las transacciones involucraron cotizaciones falsas, según fuentes al tanto.
Todavía no ha surgido públicamente ninguna prueba de que ninguna firma haya hecho nada ilegal en relación a las acciones o CDS de Morgan Stanley. La mayor parte de las firmas afirma que compró los CDS para protegerse contra posibles pérdidas con varios tipos de negocios que estaban haciendo con Morgan. Algunas aseguran que sus inversiones en CDS fueron pequeñas frente a todas las transacciones de ese tipo que se hicieron ese día.
Probar que el precio de cualquier papel fue manipulado es extraordinariamente difícil. El mercado de CDS no es nada transparente: las transacciones se hacen por teléfono e email, sin cotizaciones de precios públicas. Erik Sirri, un director de mercados de la SEC, afirma que el mercado de canjes es vulnerable a la manipulación. "Las transacciones de bajo volumen en un mercado relativamente pequeño pueden ser usadas para (...) sugerir que un crédito es considerado débil por el mercado", testificó el mes pasado ante el Congreso de EE.UU. Sirri dijo que la SEC temía que las transacciones con CDS estuviesen causando inversiones contra las acciones.
Morgan había empezado septiembre en buena forma. En los dos primeros trimestres fiscales, terminados el 31 de mayo, había registrado ganancia. Al contrario de Lehman, no estaba muy expuesto a las hipotecas residenciales de alto riesgo, aunque era vulnerable a los mercados de inmuebles comerciales y de préstamos apalancados. Mack sabía que la ganancia del tercer trimestre sería mayor de lo esperado.
El 14 de septiembre, mientras Lehman se preparaba para pedir la protección por bancarrota, Mack les dijo a sus empleados mediante un informe interno que Morgan "estaba posicionada para salir victoriosa en este desafiante entorno". El día siguiente, la firma consiguió algunos nuevos clientes de fondos de cobertura que habían huido de Lehman.
Sin embargo, los rumores persistían, con los operadores preocupados por qué firma de Wall Street sería la siguiente en caer. La conversación entre los fondos de cobertura, según algunos operadores, era que Morgan Stanley tenía US$200.000 millones en riesgo debido a sus transacciones con American International Group Inc., la aseguradora que entonces se encontraba al borde de la quiebra. Eso no era verdad. Morgan le informó a la SEC que su exposición a AIG era "irrelevante".
Algunos corredores de J.P. Morgan Chase & Co. estaban sugiriendo a clientes de Morgan que era arriesgado conservar cuentas en esa firma, según fuentes al tanto. Mack se quejó a James Dimon, presidente ejecutivo de J.P. Morgan, que puso fin a esas habladurías, según esas fuentes. Deutsche Bank, UBS y Credit Suisse también ofrecieron sus servicios a los fondos de cobertura atendidos por Morgan, según fuentes al tanto.
El 16 de septiembre, las acciones de Morgan Stanley cayeron abruptamente durante el día, aunque repuntaron más tarde. Algunos fondos de cobertura sacaron activos de la firma, preocupados por la posibilidad de que Morgan pudiera seguir los pasos de Lehman hacia la corte de bancarrota, con el riesgo de inmovilizar los activos de los clientes. En un esfuerzo por calmar los temores, Morgan Stanley publicó su ganancia esa tarde a las 4:10, un día antes de lo previsto.
"Es muy importante devolver algo de cordura al mercado", afirmó Colm Kelleher, el director general de finanzas de Morgan, en una teleconferencia con inversionistas.
"Francamente, la situación se está poniendo fuera de control, y se están repitiendo rumores ridículos."
El analista de UBS Glenn Schorr le preguntó a Kelleher por el costo cada vez más alto de los seguros en el mercado de canjes para incumplimiento de deuda de Morgan Stanley. La protección para US$10 millones de deuda de Morgan Stanley había aumentado a US$727.900 por año, de US$221.000 el 10 de septiembre, según CMA DataVision.
"Cierta gente se está concentrando en los CDS como excusa para dar un vistazo a las acciones", respondió Kelleher, insinuando que los corredores que apuestan a los CDS también estaban vendiendo al descubierto acciones de Morgan Stanley, apostando a que el precio de los títulos caería.
Es imposible saber con certeza cuál era la motivación de los compradores de los CDS de Morgan Stanley. Estos compradores de CDS recibirían pagos si Morgan Stanley incumpliera sus pagos de bonos y préstamos. Algunos compradores, sin duda, poseían esos seguros del banco y simplemente trataban de protegerse contra una posible insolvencia. Pero los CDS también eran una buena forma de especular, para corredores que no tenían esos valores. El valor de los CDS aumenta ante el temor de impago. Así que los corredores que creían que los temores sobre Morgan Stanley podían intensificarse podían usar los CDS para intentar obtener una ganancia rápida.
En medio de la incertidumbre de ese 16 de septiembre, Millennium Partners LP, un fondo de cobertura con US$13.500 millones en activos, pidió sacar US$800 millones de los más de US$1.000 millones de activos que tenía en Morgan Stanley, según personas al tanto de las extracciones. Por separado, Millennium también había vendido al descubierto acciones de Morgan Stanley, parte de una serie de apuestas pesimistas sobre firmas financieras, afirmó una de estas personas. Además, el fondo de cobertura compró opciones de venta, que le daban el derecho de vender acciones de Morgan a un precio fijo en el futuro.
"Miren, tenemos que proteger nuestros activos", le aseguró Israel Englander, director de Millennium, a un ejecutivo de Morgan Stanley, según una persona al tanto de la conversación. "Esto no es personal". Esas apuestas a la caída de las acciones, pequeñas en comparación al tamaño total de Millennium, aumentaron en valor a medida que caían las acciones de Morgan.
En la mañana del 17 de septiembre, David "Tiger" Williams, presidente ejecutivo de Williams Trading LLC, que ofrece servicios de corretaje a fondos de cobertura, se enteró por uno de sus operadores que un fondo había movido una cuenta de corretaje de US$800 millones de Morgan Stanley a un rival. El operador, que estaba al teléfono con el director del fondo que había movido el dinero, preguntó por qué. Morgan Stanley iba a quebrar, respondió su cliente.
Al ser presionado para dar más detalles, el director del fondo repitió el rumor sobre que Deutsche Bank había retirado una línea de crédito de US$25.000 millones. Williams acudió a los teléfonos. Sus fuentes en el mercado le dijeron que creían que el dato era falso. Pero el daño ya estaba hecho.
Para las 7:10 de esa mañana, un corredor de Deutsche Bank cotizó la compra de protección sobre US$10 millones de deuda de Morgan Stanley en un precio de US$750.000. Para las 10 de la mañana, Citigroup y otros agentes bursátiles les cotizaban al precio de US$890.000. A medida que se extendió el rumor sobre Deutsche, las acciones de Morgan cayeron abruptamente, de US$26 a las 10 de la mañana a cerca de US$16 a las 11:30.
Antes del mediodía, los agentes bursátiles comenzaron a cotizar el costo de seguros sobre Morgan en "puntos por adelantado", que en la jerga de Wall Street se refiere a transacciones en que los compradores deben pagar por lo menos US$1 millón por adelantado, más una prima anual, para asegurar US$10 millones de deuda. En el caso de Morgan, algunos agentes bursátiles pedían más de US$2 millones por adelantado.
Durante el día, Merrill compró CDS para cubrir US$106,2 millones en deuda de Morgan Stanley, según los documentos de corretaje. Deutsche Bank compró CDS que cubrían US$50,6 millones; Swiss Re, US$40 millones; UBS y Citigroup, US$35 millones cada uno; Royal Bank of Canada, US$33 millones, y ACM Global Credit, un fondo de inversión operado por AllianceBernstein Holding, US$28 millones, según los documentos.
Al día siguiente, algunos de esos nombres habían vuelto al mercado. Merrill compró protección sobre otros US$43 millones de deuda de Morgan Stanley; Royal Bank of Canada, US$36 millones; y Citigroup, US$20,7 millones, indican los documentos. Ninguna de las firmas desea hacer comentarios sobre cuánto pagaron por los CDS, o si obtuvieron ganancias sobre las operaciones.
"La protección que compramos fue una simple cobertura, no fue motivada por ninguna valoración negativa de Morgan Stanley", afirma John Meyers, un vocero de AllianceBernstein. Un vocero del Royal Bank of Canada afirma que el banco compró los CDS para gestionar su "riesgo crediticio" de Morgan Stanley, y que no estaba "apostando en contra de Morgan Stanley y no realizó operaciones pesimistas sobre sus acciones".
Voceros de Deutsche Bank y Citigroup aseguran que sus operaciones de corretaje fueron relativamente pequeñas. Merrill, UBS y Swiss Re no quisieron comentar sobre las operaciones.
Durante el frenesí de corretaje el 17 de septiembre, John Mack había comenzado a mantener conversaciones sobre una fusión con Wachovia Corp. Cuatro días más tarde, Morgan Stanley cambió el curso y se convirtió en un holding bancario y obtuvo mayor acceso a fondos del gobierno. El mes pasado, tras levantar US$9.000 millones de un banco japonés, recibió una inyección de capital de US$10.000 millones del gobierno de EE.UU.
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