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Un año sin tí ... un año contigo |
Hay heridas que ni el tiempo puede cerrar, como la que hace un año se abrió en nuestros corazones, cuando nuestro hermano, amigo y compañero Carlos, fue asesinado por un militar neonazi cuando acudía a luchar contra el racismo.
Desde entonces, al igual que algo en nuestro interior murió también aquel día, nació un fuerte sentimiento de reafirmación total e inacabable, para luchar hasta morir con todas nuestras fuerzas contra el fascismo y las injusticias.
Así de esta manera, el antifascismo madrileño está más unido y organizado que nunca.
Basta con observar como todos los dias 11, no faltan flores nuevas en el lugar donde cayó nuestro compañero.
Del mismo modo, grupos antifascistas le han homenajeado cada día 11, atacando las sedes, los símbolos, y a lxs cómplices que se mancharon las manos con la sangre valiente de Carlos.
Así, grupos políticos como Democracia Nazi-onal, que fueron quienes convocaron la manifestación racista a la que acudía Josue Estebanez de la Hija, quien asesinó a nuestro hermano cuando acudía a impedir tal acto impermisible, así como todas las agrupaciones de extrema derecha, han recibido una respuesta contundente cada vez que han osado volver a dar un paso en unas calles que deben estar vetadas para ellxs.
Y ni el lugar, ni el escaso tiempo de antelación con el que han anunciado sus actos (a veces con tan solo un día), ni sus tretas, ni los despliegues policiales, han sido capaces de evitar que la rabia antifascista haya respondido siempre.
Carlos, un chico de 16 años, una mañana de domingo decidió que no valía la pena quedarse en casa, cuando en la calle había algo que su deber moral le obligaba a hacer. Por eso, ahora más que nunca debemos honrarle siguiendo su ejemplo, saliendo a la calle avivando la llama de la lucha.
Dejando bien claro que nunca consiguieron ni conseguirán matarlo, pues su corazón late con fuerza en el nuestro. Y que cada vez que salgan a la calle, ahí de frente se encontrarán con nosotrxs, decididxs, imparables, y dispuestxs a todo, para acabar con el fascismo de una vez por todas.
Porque aquel fatídico 11 de noviembre tocaron techo, porque tienen que esconderse como las ratas que son, desde aquel día triste.
Ahora es el momento, y es deber de todxs, salir a la calle a combatir contra el fascismo sin pedir ni dar cuartel.
Porque contra los nazis no hay tregua.
Carlos, te prometemos allá donde estés que no pararemos de luchar hasta el último aliento, y que tu rostro contemplará sonriente como Madrid es y será la tumba del fascismo.
EL MEJOR HOMENAJE
CONTINUAR LA LUCHA
La Haine

Etiquetas: medios, memoria, multitud, politica, sabiduria, violencia.
A Carlos no sólo lo mató un militar fascista, también son cómplices de su vil asesinato todos esos medios de comunicación, por muy progresista que algunos de estos medios pretendan ser, que en todo este tiempo han mentido, manipulado e intoxicado hasta la saciedad, demostrando que sólo oyen la voz de su amo: el gran capital.
Quien paga manda, y los que mandan necesitan de estas bandas fascistas, se llamen como se llamen, para imponer su régimen de opresión y explotación.
El fascismo está en auge, la crisis capitalista lo alimenta, pero el movimiento antifascista también lo está, decidido a hacer frente al racismo, la xenofobia, y a cualquier tipo de opresión.
Los antifascistas malagueños no vamos a permitir que nuestra ciudad sea tomada por estas bandas fascistas al servicio de los explotadores y opresores, al servicio de quienes han provocado esta crisis, de quienes están mandando al paro a miles de trabajadores/as en expedientes de regulación de empleo, de quienes quieren expulsar a los trabajadores/as inmigrantes porque ya no les hace falta su fuerza de trabajo, de quienes nos están quitando el dinero para dárselo a los banqueros y especuladores, de quienes quieren la “España una, grande y libre” y niegan la pluralidad nacional del Estado español y el derecho democrático de los pueblos a decidir su futuro en paz y libertad.
Un año después de su asesinato, seguimos recordando a Carlos, como también a Lucrecia Pérez, Guillem Agulló o Aitor Zabaleta, a los compañeros rusos Alexei Krylov, Feodor Vasilevich, y Olga Rukosyla, al compañero checo Jan Kucera, o al compañero italiano Nicola Tommasoli. Esto y solo esto es el fascismo: muerte y opresión.
¡CARLOS VIVE LA LUCHA SIGUE!
EL MEJOR HOMENAJE, CONTINUAR LA LUCHA
COORDINADORA ANTIFASCISTA DE MÁLAGA (CAM)
► miércoles, 12 noviembre, 2008
Hay una tradición histórica de utilización del asesinato político para desmovilizar: con el disparo por la espalda de Gotemburgo y el asesinato de Génova, lograron frenar la lucha antiglobalización. Con el asesinato de Darío y Maxi en Argentina, lograron frenar la lucha piquetera.Esos no fueron quizás asesinatos planificados en detalle, si no provocar situaciones políticas que llevan a muertes populares. Pero en Madrid les salió el tiro por la culata. A pesar de que intentaron llegar a una situación política similar, dando alas al fascismo para que se crezca, sabiendo de que eso iba a terminar con la muerte de un antifascista, la etapa tuvo una deriva inesperada para ellos: el movimiento antifascista se unió y creció.
Esto no quiere decir que la situación se va a "institucionalizar", y que se va a permitir que el movimiento antifascista reemplace a los moribundos IU y PCE como "ala izquierda" del sistema, sobre todo porque ven que es un movimiento indomesticable. Van a intentar otras maniobras, seguramente de peor calado, y debemos estar atentos, no bajar la guardia.
El ex presidente italiano Francesco Cossiga, en su carta al jefe de policía, demuestra mucha lucidez política: "... habida cuenta también de la situación de la oposición (ya no tenemos al Partido Comunista ni el férreo servicio de orden de la CGIL [central sindical burocrática]), estas manifestaciones aumentarán en número y gravedad".
Efectivamente, en el estado español ocurre algo similar, ahora el sistema no cuenta con un servicio de orden "por izquierda" como el que le brindaba hace unos años el PCE y los matones de CCOO y UGT.
Hay que leer con atención las palabras de Cossiga, "una política de orden público eficaz debe basarse en una amplia aprobación popular, y la aprobación se forma sobre el miedo, no a las fuerzas de orden, sino a los manifestantes", en las que propone dar vuelta el apoyo popular al antifascismo mediante el asesinato no de un militante, que se convertiría en mártir, si no de un anciano o un niño, para terminar con aquello de "Piquete y cacerola, la lucha es una sola". Cossiga entiende, acertadamente según sus intereses, que los piquetes deben ir por un lado y las cacerolas (clase media) por otro.
Y la policía ya está empezando en algunos países a aplicar tácticas a las que no estamos acostumbrados. Por un lado utilizar más a los secretas, que no salen en la tele ni en las fotos de los diarios y pueden llegar a provocar una de las muertes que pide Cossiga. Y por otro dejar quietos a los robocops, que aparecen en esas fotos siendo atacados por los "anti-sistema".
La madre de Carlos resume correctamente la situación política en Madrid al año del cobarde asesinato de su hijo. Basta con releer las palabras que dijo casi al comienzo de la marcha:
20.55: La Haine entrevista a Mavi Muñoz, madre de Carlos Palomino, que nos dice: "He venido a la manifestación porque siento orgullo y satisfacción de ver que Carlos sigue en la memoria de sus compañeros y sus amigos. Eso me hace estar muy contenta de la lucha que se esta llevando adelante, ver que de alguna forma su muerte no fue en vano. Y eso se refleja en el aumento de las movilizaciones que ha habido a lo largo de este año en el movimiento antifascista madrileño. Creo que se está avanzando. Ahora lo importante es que no tiene que haber retroceso, hay que continuar y profundizar en esta vía de lucha."
Pero sobre todo sus palabras finales:
"Por favor os pido que continuéis la lucha, os pido que acabéis con esas alimañas y que cada día suméis uno más en vez de restar. Muchas gracias"
► miércoles, 19 noviembre, 2008
No tiene sentido que el gobierno haya aprobado una ley de Memoria Histórica para reconocer y compensar a las víctimas del franquismo y que ahora cierre los ojos ante un problema actual, real y grave como son las agresiones y asesinatos por parte de neonazis.Es ilógico que no se esté considerando como terrorismo los atentados de estos sujetos cuando superan en número de muertes al resto de víctimas producidas por grupos terroristas en el país, y por supuesto superarlos con creces en número de agresiones y a utílizar en multitud de ocasiones técnicas comparables a otros grupos terroristas, tener un respaldo político enmarcado en las actividades, objetivos e ideología de la ultraderecha, etc
Este terrorismo de ultraderecha es uno de los principales problemas de seguridad ciudadana en nuestro país, pero el estado parece tener cierto interés en ignorarlo, en otorgarle el beneficio de la impunidad y darle prioridad a otros asuntos de seguridad de menor repercusión para el ciudadano común.
Parece que para el gobierno la diferencia radica en las víctimas de estos asesinatos, lo que parece indicar que al igual que hay ciudadanos de primera y de segunda, también hay muertos de primera y de segunda categoría. Los últimos parecen no merecer homenajes de ningún tipo por parte del estado.
(Quien quiera información sobre las cifras anuales de víctimas y su tipología, solo tiene que consultar el informe RAXEN publicado por el Movimiento contra la Intolerancia)
Las víctimas de la ultraderecha: prostitutas, homosexuales, representantes de pequeños partidos y sindicatos de izquierda, anarquistas, toxicómanos, inmigrantes, indigentes, parecen no importar a ningún representante del poder, pero lo cierto es que estas víctimas representan a una gran parte de la población, o al menos reciben el apoyo y la solidaridad de una gran parte, a pesar de la vergonzosa poca atención que reciben de los estados. De ahí la gran respuesta de los colectivos sociales ante un ataque fascista. No es este un problema entre bandas como se ha repetido hasta la saciedad en los media massa y pediría desde aquí a los medios de comunicación que dejasen de difundir esta idea, que a la larga, cuando la realidad se vuelva obvia, será contraproducente para los mismos medios que se han encargado de propagarla, ya que ni se sostiene por los hechos en sí (en realidad tanto en el mundo judicial como en ciencia, las opiniones cuentan bastante poco, se trabaja con hechos contrastables y constatables) ni pasarían, ni siquiera con un triste aprobado un curso de ética periodística. Es posible que algunos militantes antifascistas estén en alguna banda callejera, pero es evidente que la gran mayoría de los individuos que luchan día a día contra el fascismo no lo están y se sienten ofendidos por ser etiquetados burdamente por los medios de comunicación que deberían encargarse precisamente de aclarar estas diferencias en vez de embrollar el asunto para intentar inculcar una opinión muy concreta, tendenciosa y partidista en el público. Los medios de comunicación tienen el deber de informar y saben perfectamente que la información que se oculta también puede modificar la opinión de la gente. Ante una cantidad limitada de datos, la mente humana solo puede llegar a un número limitado de conclusiones, y no a todas las conclusiones posibles ni a las de mayor complejidad y veracidad. Estos mismos medios saben perfectamente que una mentira repetida mil veces se convierte por efecto de la costumbre en una verdad. Pero en este caso no va a ser así.
Es vergonzoso incluso el sentido peyorativo que se le ha intentado dar a la palabra “antifascismo”, cuando representa una lucha a favor de la libertad, contra el autoritarismo y los crímenes contra la humanidad cometidos por los regímenes totalitarios durante la historia reciente. Es como intentar buscar un sentido peyorativo en la palabra “pacifismo” o “ecologismo”.
Deberíamos plantearnos en caso contrario si acciones judiciales como las que está llevando a cabo el Juez Garzón contra el franquismo son tambien un problema entre bandas callejeras, y si este juez apoya alguna de dichas bandas. Obviamente caeríamos en un sinsentido porque las implicaciones políticas de estas acciones judiciales son las mismas implicaciones que han llevado a condenar el holocausto judío durante la Segunda Guerra Mundial, la búsqueda de los nazis responsables del exterminio de miles de republicanos españoles en el campo de exterminio de Mauthausen y las mismas que han llevado a la calle a miles de personas a recordar el asesinato de Carlos Palomino.
El problema de la lucha contra el fascismo y el terrorismo neonazi tiene conexiones profundas en otros ámbitos mucho más complejos. Es de sobra conocida la tendencia de la ultraderecha a insertarse en posiciones o cargos sociales que les otorguen algún tipo de poder: jueces, militares, cuerpos de seguridad, obispos, empresarios, banqueros, etc. Quizás de ahí la poca disposición de ningún gobierno a solucionar este asunto de forma eficiente, ya que el hecho de intentar una depuración de este tipo de psicópatas entre los altos cargos del estado puede conllevar el riesgo de que se posicionen contra ellos con toda la fiereza y tiranía de la que se saben capaces. El miedo, el terrorismo fascista también ha conseguido coartar lo que debería ser el normal funcionamiento de una sociedad supuestamente democrática.
Ante todo esto sólo cabe apoyar la admirable valentía de todos los que día a día luchan contra el fascismo conscientes de la importancia de esta lucha y que contando sólo con sus propios medios ejerce esta labor, sin importarle la opinión o las artimañas de unos medios de comunicación que con sus manipulaciones, consciente o inconscientemente permiten la impunidad de este singular tipo de terrorismo.
(Anónimo)
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