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Rusia: Putin advierte de escudo antimisiles |
"Los planes estadounidenses apuntan contra el potencial estratégico de Rusia cualesquiera que sean los argumentos que esgrima Washington", afirmó Putin.
El primer ministro ruso, Vladimir Putin, advirtió el martes que el despliegue del escudo antimisiles estadounidense en Europa perjudicará a los países europeos e indicó que el acuerdo de seguridad europea propuesto por Rusia refleja los principios básicos relativos al control de armas y al espacio de seguridad común, informó la agencia rusa de noticias RIA Novosti.
"Nadie podrá decir ahora quién saldrá ganando, pero seguro que Europa y el mundo entero saldrán perdiendo", expresó Putin desde San Petersburgo, donde hoy se inauguró una conferencia internacional sobre derecho humanitario.
"Los planes estadounidenses apuntan contra el potencial estratégico de Rusia cualesquiera que sean los argumentos que esgrima Washington", afirmó Putin. Así, aseguró que Rusia desistirá de instalar sus misiles Iskander en la provincia de Kaliningrado si Estados Unidos se abstiene de desplegar su escudo antimisiles en Europa.
En cuanto al acuerdo de seguridad propuesto por el presidente ruso, Dimitri Medvedev, en junio, y que ya han apoyado varios países europeos, Putin declaró que "el documento legalmente vinculante deberá proporcionar garantías creíbles de seguridad iguales para todos".
También deberá, según él, reflejar los principios básicos sobre control de armas, incluyendo el "principio para la suficiencia razonable (de defensa) y mecanismos para la cooperación en la no proliferación nuclear, además de la lucha contra el tráfico de drogas, el terrorismo y el crimen organizado".

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, multitud, politica, violencia.
► miércoles, 26 noviembre, 2008
De la Administración saliente, Obama recibe una herencia muy complicada en materia de política exterior y de un golpe, no será posible desembarazarse de todos los problemas, porque en política internacional, países como EEUU no pueden dar virajes repentinos.Hará falta cierto tiempo, y el asunto será cuánto tiempo necesitará Obama para reconsiderar los conceptos de su Gobierno sobre Rusia.
EEUU debe reconsiderar sus posturas con respecto a Rusia porque esto ya lo ha hecho Europa y sin un ajuste de estrategia hacia el Viejo Continente, Washington difícilmente podrá sostener su influencia y prestigio.
Seguramente Barack Obama será mejor presidente que George W. Bush porque ser peor que Bush es algo imposible.
Incluso el senador republicano John McCain, teniendo en cuenta su biografía y plataforma política, seguramente también sería mejor que Bush, aunque hay que reconocer que estos planteamientos son más bien reacciones emocionales.
En política, las cosas son diferentes, en algunos casos es poco con ser bueno, y se dan ocasiones cuando ser malo es insuficiente.
El interrogante ampliamente difundido sobre qué será mejor para Rusia, Obama o McCain, se oculta una visión muy limitada de un asunto que en realidad es más complicado.
En realidad, lo que Rusia necesita es que el presidente que asuma el poder en EEUU se ponga al día con la realidad y que la Casa Blanca al fin aprenda a ver, escuchar y comprender lo que está pasando en el mundo.
Independientemente de la forma en que se analice la Administración de Bush-hijo, en lo que se refiere a Rusia, parece que él y Condoleezza Rice no pudieron salir de los esquemas que imperaron en los tiempos de Ronald Reagan.
De esta forma EEUU quedo rezagado de un mundo que ha cambiado vertiginosamente, y ahora, le corresponde alcanzar a Europa, Asia y a Rusia.
Todos los países del mundo marchan hacia delante, mientras que EEUU sigue apostando a que es una potencia monopolista de exclusividad mundial.
La nueva Administración estadounidense debe considerar a Rusia de otra forma porque ya no se trata de la Rusia tambaleante de Borís Yeltsin, ni la Rusia en vías de recuperación de Vladímir Putin, sino una Rusia totalmente nueva.
La Rusia nueva no aspira a restablece una ideología imperialista o recuperar "zonas de influencia".
Sencillamente, Rusia está reafirmando sus intereses nacionales de acuerdo a su importancia económica y geopolítica en el mundo por el perímetro de sus fronteras, lejos de ellas, y en cualquier punto de los dos hemisferios.
La Rusia nueva, no es aquella Rusia que se dejó engañar con que la OTAN no se ampliaría a costa de los países del bloque socialita, las repúblicas bálticas, Ucrania y Georgia.
En muchas ocasiones Rusia dio muestras de buena voluntad y confianza. Actualmente, el balón se encuentra del lado de EEUU, y en consecuencia, debe convencer a Moscú de sus buenas intenciones y no lo contrario.
Rusia sabe muy bien que es lo que no quiere de Obama. Moscú no quiere que Obama siga los juegos nucleares de Bush en la República Checa y Polonia donde planea emplazar su sistema de defensa antimisil dirigido contra Rusia.
Los argumentos de que el sistema es una respuesta a la amenaza iraní ya no convencen a nadie, y recientemente, Medvédev declaró que Moscú responderá al DAM de EEUU con el emplazamiento de misiles Iskander en el enclave ruso de Kaliningrado.
Rusia no quiere que Washington en el perímetro de su frontera siembre régimen con políticos marionetas como Saakashvili. ¿Por qué EEUU no permite que cada país decida su propio destino?
Rusia no quiere que el papel de la ONU sea remplazado por la OTAN en el futuro y que las bases del Derecho Internacional no se rectifiquen según "circunstancias" como ocurrió en Kosovo y Yugoslavia.
Rusia no quiere un progreso ficticio en las negociaciones sobre la estabilidad estratégica, la no proliferación de armas de aniquilamiento masivo y aspira a que se establezca un clima de trasparencia en las negociaciones en torno al DAM en Europa.
Es mucho lo que Moscú no quiere de Obama, pero Rusia no está del todo segura sobre lo que el nuevo presidente estadounidense se dispone hacer.
Es evidente que los estadounidenses no van a renunciar a su idea del liderazgo global, pero la situación actual los obligara a redistribuir sus fuerzas en la arena internacional optando por una cooperación más estrecha con Europa, China y Rusia para solucionar muchos problemas mundiales.
Moscú y Washington no tienen que ser aliados y tampoco adversarios, y si Obama lo quiere, Rusia y EEUU pueden establecer un nivel de interrelación estable a partir de la reducción de armamento.
Podemos ponernos de acuerdo sobre un nuevo tratado global sobre la reducción y el control de armamento nuclear en sustitución del Tratado sobre la reducción y limitación de las armas ofensivas estratégicas (START-1) cuyo plazo expira en diciembre del año próximo.
Semejante tratado puede ser firmado en el verano u otoño boreal de 2009.
Obama puede elegir entre lograr un nuevo régimen de control de armamento y la cooperación con Rusia en asuntos como Irán, Corea del Norte y la renuncia al DAM en Europa.
O optar por una variante menos optimista, que prevé la agudización de las relaciones bilaterales entre Rusia y EEUU que pueden empeorarse todavía más si Washington tutela el ingreso de Ucrania y Georgia a la OTAN.
Aquí cabe recordar que la reciente guerra del Cáucaso tuvo un efecto positivo. Este conflicto obligó a muchos en Occidente a comprender que la expansión de la OTAN hacia las fronteras sur de Rusia amenaza con desestabilizar seriamente las relaciones entre Rusia, Europa y EEUU.
La paliza que recibió Saakashvili fue la última advertencia de que el mundo ya cambió y no es posible encerrar a Rusia con regimenes marionetas.
Cuando Medvédev habla que Rusia tiene intereses privilegiados con sus países vecinos está describiendo las mismas relaciones que tienen otros países, por ejemplo, las relaciones entre EEUU e Inglaterra.
La esencia que encierran las palabras de Medvédev, y que pueden considerarse como mensaje a Obama es simple.
No es posible atentar contra la seguridad regional y las fronteras de Rusia con provocaciones como la aventura georgiana o el DAM en la República Checa y Polonia y al mismo tiempo declarar que EEUU está dispuesto a cooperar con Moscú en el fortalecimiento de la seguridad estratégica y global.
Semejante postura hipócrita, característica de la política de Bush y Rice ya son inadmisibles y a Moscú le gustaría que en política exterior, Obama de un giro y cambie de forma radical su actitud hacia Rusia, de lo contrario, no habrá negocio.
Los dirigentes rusos, primero Vladimir Putin, y ahora el presidente, Dmitri Medvédev, dejaron en claro que no tolerarán una ampliación del bloque hacia el este, en desmedro de la seguridad nacional.
Rusia, según el Kremlin, dará una respuesta adecuada ante tales amenazas, incluido el proyectado escudo antimisil de Estados Unidos en Europa.
Por si fueran pocas las tensiones que ha generado el espinoso asunto en los últimos dos años, el embajador estadounidense en Kiev, William Taylor, declaró ayer que existen otras vías para pasar “a la próxima etapa” de ingreso en la alianza.
Se refirió a la posibilidad de que Ucrania y Georgia ingresen al bloque sin que se les haya concedido a ambos países el Plan de acción de membresía (MAP), como un paso previo para reunir los requisitos de socios.
Como en la cumbre de abril celebrada en Bucarest, los 26 llegarán divididos nuevamente a la cita ministerial de diciembre, ante la negativa de algunos pesos pesados dentro de la alianza a la entrada de las dos repúblicas ex soviéticas.
Analistas consultados por la publicación rusa Expert Online sostienen que el presidente saliente, George W. Bush, intenta avivar los nervios entre Moscú y Bruselas antes de su salida de la Casa Blanca.
Consciente de la reticencia que causan tales planes a los aliados europeos, el representante de Washington en Kiev dijo que de no ser posible la concesión del MAP, “buscaremos otros caminos para hacer lo que quieren los ucranianos, sus líderes y el gobierno”.
Consideramos, subrayó, que Ucrania está lista para unirse a la OTAN ahora. Se sabe que los países del Báltico y Polonia están dispuestos a dar un espaldarazo a Washington en el tema.
Entre los opuestos sobresalen Francia, Alemania, Bélgica, Italia y Holanda. Sus posiciones de rechazo se acrecentaron tras la agresión de Georgia a Osetia del Sur en agosto y la intervención de Rusia con una fulminante operación de imposición de paz.
Alexander Rap, politólogo del Consejo Alemán Sobre Política Exterior, declaró a Expert Online que en Occidente no confían en Ucrania al considerar que no ha cumplido con todas las obligaciones para la integración en la alianza noratlántica.
Rap afirmó que no ocurrirá ninguna ruptura en la cumbre de diciembre ya que Bush carece de autoridad para imponerse y por otro lado, Ucrania y Georgia se han desacreditado en los últimos meses, por lo que ningún aliado querrá arriesgarse, opinó.
Steinmeier fue informado sobre la iniciativa estadounidense el pasado lunes por la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.
La parte norteamericana pretende en la reunión de Bruselas acelerar la incorporación a la OTAN de las mencionadas ex repúblicas soviéticas, incluso sin contar antes con la invitación oficial a integrase al Plan de acción de membresía (MAP).
Durante la cumbre de Bucarest, Alemania y otros países occidentales, entre ellos España, consideraron que no era el mejor momento para satisfacer las demandas de Georgia y Ucrania.
En ese entonces, Berlín también rechazó los planes de Washington de agilizar la entrada de sendos países al MAP, debido a la existencia de una división interna en el primer caso y los conflictos congelados en el segundo.
Esa postura fue ratificada por la canciller federal alemana, Angela Merkel, durante una visita a Rusia, en octubre último.
Moscú, por su parte, se niega al ingreso de Tiflis y Kiev a la OTAN por considerarlo un factor desestabilizador para el propio bloque militar y parte del proyectado cerco contra la nación euroasiática.
Como en Bucarest, los 26 estados miembros del grupo llegarán con opiniones contrapuestas a la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de diciembre, ante la visible negativa de algunos de acoger en la alianza a las dos ex repúblicas soviéticas.
"Es imposible obligar a Osetia del Sur a reincorporarse a Georgia. Los osetas no quieren vivir con los georgianos tras lo sucedido en los años noventa y los recientes acontecimientos. Georgia exterminaba a sus propios ciudadanos", indicó Chiesa.
"Hay que reconocer el derecho de Osetia del Sur a la autodeterminación", destacó el eurodiputado y expresó su indignación "con la cobertura informativa que los medios de prensa occidentales dieron al conflicto en el Cáucaso".
"Es algo ignominioso", concluyó.
La exposición gráfica "Osetia del Sur, días trágicos de agosto de 2008" se inauguró ayer en una galería de Roma y quedará abierta al público hasta el 6 de diciembre.
El pasado viernes los representantes de Osetia del Sur sostuvieron encuentro con periodistas italianos y se entrevistaron con el presidente de la comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Diputados, Stefano Stefani.
Antes de llegar a Italia, la delegación suroseta visitó Bélgica y Alemania.
La incorporación se ha congelado y con ello todo el proyecto estratégico de los EEUU, que ha convertido a los dos países en verdaderos satélites después de provocar y financiar “revoluciones de colorines”, se ha desplomado hasta que “lleguen mejores tiempos”.
La OTAN ha congelado la incorporación de Georgia y Ucrania y ha optado por normalizar las relaciones con Rusia. (Batallón georgiano en Iraq que fue trasladadado por EEUU para invadir Osetia).
En la cita los Estados Unidos intentaron a toda costa acelerar la incorporación de las ex repúblicas soviéticas a lo que se opusieron varios países, entre ellos importantes miembros del bloque como Alemania, resueltos a impedir cualquier plan agresivo contra Rusia resultase triunfante. Alemania objeta la posibilidad de que Georgia y Ucrania ingresen al pacto militar sin que antes se les haya concedido a ambos estados el Plan de Acción de los países Miembros(MAP), como se acordó en la anterior reunión.
El MAP requiere del voto unánime de los actuales 26 estados miembros de la alianza noratlántica.
Para cada país se elabora individualmente un plan, con objetivos a cumplir en el futuro: eso supone que todo el proyecto estratégico de los EEUU que ha convertido a los dos países en verdaderos satélites después de provocar “revoluciones de colorines”, se ha desplomado hasta que lleguen mejores tiempos.
La OTAN ha congelado la incorporación de Georgia y Ucrania y ha optado por normalizar las relaciones con Rusia.
Ponderan en Rusia posición OTAN sobre Ucrania y Georgia
El presidente del comité parlamentario ruso de Relaciones Internacionales, Kontantin Kosachev, afirmó hoy que la mayoría de los miembros de la OTAN tiene conciencia de los problemas de envergadura que afronta la alianza.
Kosachev se refirió en declaraciones a la radioemisora Mayak que Ucrania y Georgia no son necesarias ahora, ni en un futuro previsible para la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Subrayó en ese sentido que la OTAN enfrenta una cantidad colosal de problemas como las guerras en Afganistán, Iraq y los conflictos en Congo, Darfur, cuyas soluciones no se avizoran por ahora.
Está claro, dijo el diputado ruso, que Ucrania y Georgia no ingresarán al Plan de Membresía de la alianza (MAP), debido a las posiciones intransigentes de aliados como Alemania, Francia, Italia, Bélgica y Luxemburgo.
Asoció la negativa del MAP a Kiev y a Tiflis como consecuencia, según él, de la conciencia que existe dentro de la OTAN sobre la seriedad de los problemas que ello acarreará. Es evidente que no desean colgarse la soga al cuello, aseveró el legislador.
Kosachev recordó que el empuje de Georgia y Ucrania a la OTAN fue siempre un proyecto de Estados Unidos, en el cual Washington puso mucho dinero y esfuerzos.
Afirmó que Mijail Saakashvili y Víctor Yuschenko llegaron al poder precisamente para materializar ese plan, al que se opone de forma categórica Rusia por considerarlo una amenaza a su seguridad nacional y un quebrantamiento del balance de fuerzas en esa región.
En opinión del parlamentario, políticos de Estados Unidos, Ucrania y Georgia continuarán sus maniobras para dar una imagen de que el denegado ingreso no cambiará las cosas.
De otro lado, está claro que la Casa Blanca no dejará en el camino dos proyectos en el que desplegó colosales recursos y que forman parte de la estrategia geopolítica norteamericana en el espacio postsoviético.
El secretario general Jaap de Hoop Scheffer anunció ayer como resultado de la primera sesión del Consejo OTAN a nivel de cancilleres que el bloque decidió no concederle a las dos repúblicas ex soviéticas el MAP, como paso previo a la entrada en la alianza.
La posición final deberá conocerse este miércoles en un comunicado oficial de la cita ministerial de los 26 países miembros. Rusia se mantiene expectante por los resultados de la cita en Bruselas.
Sin duda esa decisión aleja por tiempo indefinido el acariciado sueño de los gobiernos encabezados por Yuschenko y Saakashvili, sumidos al mismo tiempo en profundas crisis políticas internas.
De hecho el gabinete de ministros de Ucraniana aprobó el pasado 26 de noviembre un proyecto de resolución del Presidente sobre el plan integral Ucrania-OTAN para 2009, a instancias de la colaboración bilateral, con la mira puesta en la integración al bloque occidental.
Consejo Rusia-OTAN podría sesionar en diciembre
La partida hacia Bruselas del jefe de la representación militar de Rusia ante la alianza atlántica, y declaraciones de un diplomático eurasiático de alto rango anticipan hoy una próxima reunión informal del Consejo Rusia-OTAN.
Tal encuentro podría efectuarse antes de que finalice el año en curso, afirmó el embajador del Kremlin ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Dmitri Rogozin.
Las afirmaciones del funcionario coincidieron con la partida hacia Bruselas del ex jefe del Ejército de Tierra, Alexei Máslov, designado recientemente representante castrense de Moscú ante el bloque político-militar de Occidente, informó aquí Radio Mayak.
Nombrado el 4 de agosto último en sustitución del vicealmirante Valentín Kuznetsov, Máslov debió aguardar debido a la suspensión de los contactos bilaterales tras la agresión de Georgia contra Osetia del Sur iniciada el 8 de agosto de 2008.
La incursión de Tiflis contra Tsjinvalí segó la vida de mil 500 civiles y cerca de 80 pacificadores rusos, y provocó la acción de imposición de paz ordenada por el Kremlin.
En esas circunstancias, bajo presión del instigador de la acción agresiva de Georgia, Estados Unidos, la OTAN tomó partido a favor del régimen de Mijail Saakashvili y suspendió los contactos con Moscú.
Tales circunstancias aconsejaron aplazar la partida de Máslov hacia Bruselas, admitió el embajador Rogozin.
Recientemente los cancilleres de los países de la alianza noratlántica propusieron celebrar una reunión informal del Consejo Rusia-OTAN con el objetivo de reanudar el diálogo político, confirmó el secretario general del bloque, Jaap de Hoop Scheffer.
Estamos dispuestos a sostener pláticas informales en el marco del Consejo Rusia-OTAN, sostuvo el funcionario de origen holandés.
Poco antes de que los 26 tomaran esta decisión, Saakashvili reconoció haber ordenado el ataque contra Tsjinvalí cuando la población dormía, información que lo coloca en situación incómoda ante una comisión investigadora sobre el tema, creada en Bruselas.
En adición, los ministros de Exteriores de los 26 países de la Unión Europea desatendieron presiones norteamericanas y fracasó la propuesta de conceder a Ucrania y Georgia el Plan de Acción de Adhesión a la alianza (MAP por sus siglas en inglés).
Esta decisión satisface reclamos de Moscú contra lo que el Kremlin considera una seria amenaza a su seguridad nacional, y contribuye a allanar el camino para una próxima reunión informal del Consejo Rusia-OTAN.
Divisiones marcan inicio de reunión ministerial de la OTAN
Posiciones contrapuestas en torno a la eventual adhesión de Georgia y Ucrania en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) marcan hoy el inicio de la reunión de ministros de Exteriores del bloque en esta capital.
Hasta las últimas horas de ayer, aún no existía claridad sobre los términos de la declaración que debe salir del encuentro, donde se debatirán también las relaciones con Rusia, según fuentes diplomáticas.
Luego de varias jornadas de pugnas y el análisis de 18 versiones, los 26 Estados miembros continúan en desacuerdo sobre la fórmula más adecuada para el tema de la ampliación del grupo. Todo parece indicar que los cancilleres deberán decidir por sus propias cuentas.
En la magna cita Estados Unidos intentará a toda costa acelerar la incorporación de las ex repúblicas soviéticas a lo que se oponen varios países, incluso importantes miembros del bloque como Alemania, resueltos a impedir cualquier plan fuera de lo previsto.
Según publicó la víspera el semanario germano Der Spiegel, las intenciones de Washington generaron fricciones con Berlín, que sostiene el argumento de no abandonar lo acordado en la última cumbre de la OTAN, celebrada en abril pasado en Bucarest.
Alemania objeta la posibilidad de que Georgia y Ucrania ingresen al pacto militar sin que antes se les haya concedido a ambos estados el Plan de Acción de Membresía (MAP), como se acordó en la citada reunión.
El MAP requiere del voto unánime de los actuales 26 estados miembros de la alianza noratlántica. Para cada país se elabora individualmente un plan, con objetivos a cumplir en el futuro.
Según un funcionario de Bruselas, Alemania no es el único del bloque que reprueba la expansión de la OTAN. También lo hacen, en mayor o menor medida, Bélgica, Francia, Italia, Portugal y España, entre otros.
Pero un asunto de alta prioridad para la alianza es, sin dudas, la normalización de las relaciones con Rusia.
En más de una ocasión Moscú expresó su desacuerdo con la ampliación de la OTAN hacia el este por considerarlo un factor desestabilizador para el propio bloque militar y parte del proyectado cerco contra la nación euroasiática.
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