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La Cumbre: el torito y la flamenca |
Me van a perdonar ustedes el que, pese a lo anunciado el pasado jueves, hoy no escriba de la bolsa. La actualidad manda y es día de hacer Cumbre en Washington pese a tener la más absoluta convicción de que la Historia mirará con desdén el intento de Bush de salir de ella con el pie derecho, la desesperación del arrogante Sarkozy por hacer justamente lo contrario y el absurdo empeño de España por participar en una farsa que, tal y como está planteada, les digo yo que va a servir para poco, seguro, en el horizonte inmediato y, salvo que tenga de un modo u otro continuidad en sus postulados, en un futuro algo más lejano en el tiempo.
Si es cualidad positiva de un buen estratega elegir bien sus batallas, no podemos decir que nuestro gobierno haya estado muy lúcido, la verdad. Cosa que, por cierto, a estas alturas de la película sorprenderá a pocos. Qué candidez McCoy. El combate no se libraba en nuestro nombre sino en el del partido socialista. ¿Cómo? Sí, sí. La ardorosa defensa del orgullo patrio no ha sido sino un nuevo ejercicio de distracción mediática en la que lo esencial ha vuelto a ser encubierto por el perentorio manto de lo accidental. Nuevo ejemplo de su capacidad de alejar la información del núcleo a la periferia, fuerza centrífuga del malabarismo informativo. Y mientras los nubarrones macro continúan soltando granizo del tamaño de bolas de tenis, la ciudadanía -particulares, empresas, administración local y regional- a cubierto y Zapatero, sacando pecho en Estados Unidos para gozo contemplativo de su coro de palmeros. Qué crack.
Vayamos a lo sustancial, que es sábado, majete.
Primero. La Cumbre en sí nace fracasada. El ostentoso objetivo de refundar el capitalismo es, en sí, una auténtica chorrada, ustedes me perdonarán. Por mucho que se empeñen algunos, no existe una uniformidad legislativa global que permita aplicar recetas comunes a diestro y siniestro. Ni voluntad de que exista, para qué nos vamos a engañar. Todo lo más nos encontraremos con, como se dice ahora, unos lugares de encuentro colectivos que, frase manida hasta la arcada, sentarán las bases comunes para, sigo, sigo, un nuevo modelo de acción entre la economía financiera y la real. Bla, bla, bla.
Sería para mi milagroso que gobernantes más adictos al corto plazo de la siguiente votación que los banqueros a sus bonos fueran capaces de pergeñar un marco estable de actuación que pudiera penalizar, llegado el caso, el rédito electoral que se deriva de las falsas bonanzas económicas que permiten las burbujas financieras. Ojalá me equivoque pero, a fuer de ser sincero, me extrañaría. Quienes pretender decidir su futuro y el mío, que ya es pretensión, son los mismos, en sus siglas y casi en sus nombres, que fueron incapaces de advertir lo que estaba ocurriendo, actuar de forma preventiva para corregirlo y sacrificar ese crecimiento ficticio con el que engalanaban sus pecheras como los antiguos coroneles soviéticos con medidas contracíclicas y de protección de la economía real. Parece que en política el concepto doblez no se estila.
Segundo. La equiparación con Bretton Woods da risa. Es de una pretenciosidad absurda, sinceramente. Entre otras cosas porque en 1944 la preocupación era la economía real, ahora la principal causa de consternación es la economía financiera. Una diferencia que no es manca, la verdad. Si la materia de objeto no es la misma, difícil será que las conclusiones puedan ser equiparables, digo yo. Alguno podrá argumentar que probablemente gran parte de los problemas que se pusieron entonces encima de la mesa, eran consecuencia de la inadecuada solución de una crisis financiera anterior que había traído consigo una serie de conflictos que desembocaron en la Segunda Guerra Mundial. Desde ese punto de vista, por tanto, sería mejor que los errores no se reprodujeran y atajar la coyuntura actual cuanto antes.
Bueno, entonces la Cumbre debería desempeñar un papel ejecutivo y no meramente regulatorio o supervisor que, en este caso concreto, el orden de los factores sí que altera sustancialmente el producto. Y no es el caso. Poner nuevas normas de funcionamiento a algo que no funciona no sólo es una extraordinaria pérdida de tiempo sino que lleva consigo un enorme coste de oportunidad. Porque, en esencia, lo que pasa hoy día es que no hay sistema financiero, entendido como el instrumento que sirve para canalizar el ahorro a la inversión. Prueba de ello es el último requiebro del Secretario del Tesoro, Paulson, que, consciente de esta brutal realidad, ha decidido pasar por encima de la banca comercial para acudir directamente en ayuda de empresas y particulares. Un salto cualitativo de enorme importancia cuyas implicaciones se han perdido entre el marasmo diario de información.
Tercero, el caso español. La paradoja que supone el hecho de que mientras estalla una crisis los gobernantes de todo el planeta se dediquen no a su corrección sino a la prevención de la siguiente, probablemente porque nadie se atreve a chistarle a China sobre su divisa o decirle las verdades del barquero a un Estados Unidos en esencia quebrado y dependiente desesperadamente de la financiación extranjera, cobra especial dramatismo en nuestro país. Oyendo ayer a la omnipresente María Teresa Fernández de la Vega -y viendo su fondo de armario que ríase usted de los 150.000 dólares en atrezzo de Sarah Palin que fueron objeto de escándalo en el bando republicano durante la campaña electoral norteamericana- tras el Consejo de Ministros, uno puede llegar a la conclusión de que hemos ido, como a los Festivales de Cine, a exportar las bondades de nuestro modelo del que se han hecho eco esa misma prensa extranjera que tanto nos zahiere. Se podía haber llevado ZP el torito y la flamenca para plantarlos encima de la mesa negociadora si de hacer patria y mirar al pasado se trataba. Y regalárselos a ese primer ministro checo, futuro presidente de turno de la Unión, que ha dicho en numerosas entrevistas que, básicamente, todo esto como que le importa un comino y al que generosamente hemos cedido uno de nuestros asientos, de nuevo instruidos por ese tercero que si nos dice ven, dejamos todo. Hasta a Sonsoles, si hace falta.
Mire usted, querida vicepresidenta. Para ese viaje no hacían falta estas alforjas, ¿no cree? Pero bueno, admitamos pulpo como animal de compañía. ¿Qué importamos a cambio? Absolutamente nada. El Presidente, ya se lo anticipo, no traerá ni una receta contra el paro, ni para mejorar la educación, la innovación o la competitividad, ni para minorar la dependencia energética, o abrir el mercado doméstico. No sigo por no aburrirles. No se va a hablar en Washington de tipo de cambio, ni del precio del dinero, ni de globalización versus proteccionismo ni de nada parecido. Lo políticamente correcto contra lo universalmente necesario, una vez más. Zapatero volverá con la misma sonrisa con la que salió de España en la convicción de que nuestros problemas sólo encuentran su causa y su justificación allende nuestras fronteras. Este hombre, desde luego, no pierde la fe en su baraka o buena suerte personal. Y ya se sabe, mientras todo coincida en el tiempo, a tirar balones fuera.
Concluyo. A usted, que hace un ejercicio admirable de ascetismo mental leyendo mis Valores Añadidos cuando le viene en gana, y a McCoy, que con tan poca gana hoy lo escribe, esta Cumbre de Washington ni nos va ni nos viene. Aunque la propaganda gubernamental se empeñe en hacernos creer lo contrario. Su impacto sobre nuestras vidas será absolutamente nimio, insignificante, residual a corto plazo. Una vez concluida, tendremos los mismos problemas de cada día que escapan de la grandilocuencia política y aterrizan en el pago de la hipoteca, el cole de los niños, la cesta de la compra. Muchos de nuestros compatriotas, y de esos otros que llegaron a España para ayudar a construir la ilusión de riqueza con la que nos despertábamos cada día, se verán en la calle como consecuencia de una crisis que para ellos no se apellida Lehman, Bear o Fannie Mae. Será día 17 y habrá pasado la mitad del mes y empezarán los cambalaches para apurar los días hasta la siguiente paga. Otro lunes al Sol. Y cuando lo acordado este fin de semana quiera llegar a nuestras vidas con la importancia que ahora le quieren asignar, habrán transcurrido tantos meses, e incluso años, que será un mero destello fugaz en el recuerdo colectivo. Desgraciadamente.
S.McCoy

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, mentiras, monopolios, multitud, politica.
Pero lo visto, oído, leído, imaginado, especulado… y hasta revelado por el Espíritu Santo, en relación con “la perra” cogida por este hombre para que le invitaran a la reunión del G-20 en Washington, ha podido conmigo. Mi cuerpo serrano ha sido incapaz de metabolizar las toneladas y toneladas de vergüenza ajena y de sensación de ridículo patrio que le han sido servidas en los últimos días por los fontaneros de la Moncloa, los subordinados partidarios de Ferraz y los palmeros mediáticos del sistema; empeñados todos ellos en cambiar su estúpida actuación como mendicante presidente del Gobierno (recorriendo medio mundo en súplica perenne de una silla para sentarse en la mesa de camilla de Bush) por un espectacular éxito internacional de consecuencias inimaginables para nuestro país.
Lo he pasado fatal todos estos días, lo reconozco, y lo sigo y seguiré pasando hasta que este joven muchacho, de carácter afable, luchador tenaz, cabezón donde los haya, antiguo y anodino calientaescaños y “culiparlante” en el Congreso, aventajado político luego que tuvo la osadía (y la suerte) de ganarle la partida al ladino Bono, más tarde secretario general de su partido y ahora, parece ser, presidente delegado para el sur de los Pirineos del nuevo Ente económico mundial liderado por su amigo Sarkozy, vuelva de esa reunión/trampa de alto nivel organizada y gestionada por el “patocojo” de Bush (con la boleta de la jubilación ya en el bolsillo de su uniforme de combate de top gun).
Cónclave económico global que, sin embargo, amenaza, si hacemos caso a los últimos informes de prestigiosos centros de poder financiero, con terminar como el rosario de la aurora, es decir, como acaban siempre esas almibaradas, sosas, irrelevantes, improductivas y caras “cumbres iberoamericanas” a las que ZP acude anualmente, acompañado por su inseparable pareja política de hecho, el rey Juanito, con el fin de vacilar un poco con nuestros subdesarrollados amigos de allende el charco, pedirles que tengan un poco de paciencia con nuestras empresas/tiburón, ponerse hasta las cejas (nunca mejor dicho) de comer y beber productos de la tierra y, si se tercia, y hay que hacer callar a algún líder sureño antiespañol, respondón y revolucionario, para que el campechano y abotargado Borbón, oído el grito zapateril de “Majestad, a por él”, se lance al cuello del interfecto con su atiplada voz y sus suaves maneras diplomáticas tan reconocidas internacionalmente.
Por cierto, ahora que hablamos de viajes. ¿Pero quién autoriza en este país la orgía viajera que últimamente protagonizan el Marco Polo con barriga cervecera que tenemos en La Zarzuela y su abultada familia? Porque, vamos, es que no paran de subirse y bajarse de aviones (oficiales, claro) para ir a los lugares más recónditos (cuantos más mejor) y con los motivos más fútiles: olimpiadas, bodas, visitas oficiales, la ya reseñada cumbre/juerga de El Salvador (dos aviones oficiales de gran capacidad mejor que uno), excursiones de la señora consorte a escuelas de Tailandia o sabe Dios donde, revistas protocolarias a soldados españoles en el exterior (que dan mucho de sí, sobre todo cuando hay muertos de por medio)… y, en el colmo de los colmos, el reciente viaje al Japón (del que acaban de regresar los señores Borbón) para inaugurar ¡un centro del Instituto Cervantes!, señores. ¡Casi nada! Pero, coño, con perdón, que uno se calienta sin querer ¿es que no podía haber protagonizado esa memez cultural el embajador español en Tokio, que está allí, en lugar del ya feo y gordo rey de todos los españoles? Ya que, y no descubro nada nuevo, todos estas excursiones internacionales de nuestra amada pareja regia (y de la juvenil subsidiaria que ahora tampoco descansa ni un minuto desde que la Leti se modernizó sus estructuras) las acabamos pagando todos los contribuyentes. En una época de crisis letal como la presente en la que ya empieza a haber gente que ha decidido ponerse a adelgazar, pero no por cuestión estética o por indicación médica de su endocrino (que no lo tienen) sino por cuenta de Solbes.
Bueno, pues vuelvo con Zapatero para terminar. ¿Pero que le ha podido pasar a este hombre con la cumbre de Washington que, a todas luces, no va a servir para casi nada pues todos sabemos que nació sobre la marcha, en aquella minicumbre de Sarkozy a la que él no fue invitado, porque en aquellos momentos de pánico algo había que hacer ante el peligro cierto de que se derrumbara con estrépito todo el sombrajo financiero mundial. Y que, a dos días de su comienzo, no cuenta todavía con un orden del día fiable (circulan por ahí documentos-propuestas para todos los gustos: el europeo, el americano, el del G-20. el de los países emergentes…¡ah! y el de Zapatero-Blanco) ni ninguno de sus invitados sabe a ciencia cierta de que se va a hablar allí en realidad, teniendo en cuenta que el poderoso jerarca que debe gestionar en buena medida sus resultados (el bronceado Obama) ha decidido poner tierra de por medio entre él y el “cadáver político” que todavía ocupa la Casa Blanca.
¡En lucha por la III República!
Fdo: Amadeo Martínez Inglés
A la cita en la capital norteamericana también acudirán los titulares del FMI, el Banco Mundial y el Banco Central Europeo, así como el Presidente del Gobierno español, quien ocupará una de las dos bancas de Francia, que es miembro del G-7 y Presidente de turno de la UE.
Turbulencias
La convocatoria extraordinaria del G-20 responde a la más profunda crisis del capitalismo desde la Gran Depresión de la década de los ´30 del pasado siglo. La debacle iniciada en el inflado sector inmobiliario norteamericano se ha extendido como plaga, contagiando a los mercados mundiales, arrasando el sistema financiero, obligando a los gobiernos a inyectar billones de dólares y euros en las instituciones financieras y causando ya impacto en la economía real. La recesión atrapa a varias economías desarrolladas, las quiebras se extienden más allá de los bancos, la industria automotriz ha sido duramente sacudida.
Algunos datos de los últimos días dan una medida de la situación:
- La economía norteamericana está en recesión, con una caída del 0,3% en el tercer trimestre del 2008. En similar situación se encuentran el Reino Unido, Francia y Alemania. El FMI espera en el 2009 un decrecimiento de la economía de Estados Unidos en 0,7% y pronostica para la zona euro una contracción del 0,5%.
- La industria automovilística está de capa caída, especialmente en EE.UU. General Motors, Ford y Chrysler han acumulado pérdidas de miles de millones de dólares. GM advirtió que puede quedar sin liquidez antes de fin de año y sus acciones siguen bajando precipitadamente para valorarse ahora al mismo nivel de 1946. En Europa, los gigantes franceses del automóvil Peugeot-Citröen y Renault, así como las alemanas Porsche, BW y Daimler, tendrán que cerrar temporalmente algunas de sus plantas para reducir la producción.
- Diecisiete bancos han quebrado en Estados Unidos en lo que va de año. La consultora Weiss Research señala que 1479 bancos y 158 agencias de créditos y ahorros están en riesgo de quiebra en ese país.
- El Departamento del Trabajo norteamericano informó la pasada semana que en el mes de octubre se perdieron 240 mil puestos de trabajo, en el décimo mes consecutivo en que las nóminas se contraen. El desempleo se sitúa así en un 6,5%, el nivel más alto desde octubre de 1994. Un millón 200 mil norteamericanos han quedado desempleados en lo que va de 2008.
- El número de parados en Alemania se situó en 2 997 000 pesonas, según la Agencia Federal de Empleo. Es una cifra muy cercana a la barrera simbólica de los 3 millones de desempleados alcanzados en noviembre de 1992, en plena anexión del este.
- Son más de 20 millones las personas que pueden quedar sin empleo en los próximos 12 meses, según estimaciones de la Organización Mundial del Trabajo.
- La deuda nacional de los Estados Unidos supera ya los 10, 2 billones de dólares. La deuda española ha pasado del 37% al 42% del Producto Interno Bruto debido al paquete de rescate aprobado por el gobierno de ese país.
- El consumo de los norteamericanos tuvo su mayor caída en 28 años, según datos del Departamento de Comercio, al descender un 3,1%. Un golpe significativo para una economía que depende en dos tercios del consumo.
- Los ingresos personales de los estadounidenses bajaron en el tercer trimestre un 8,7%, la mayor caída desde que se inició el registro de este indicador en 1947.
Status quo
Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional son señalados como los grandes culpables de la crisis, por el papel fundamental que juegan en orden financiero y económico internacional construido en Bretton Woods y prevaleciente hasta hoy.
Ambos intentan mantener sus céntricas posiciones, tratando de erigirse como garantes de la estabilidad del sistema. Mientras la mayoría habla de cambiar la arquitectura financiera, Bush insiste en que basta una reforma del sistema de mercado liberal. “En este momento de incertidumbre económica mundial sería precisamente el momento equivocado para rechazar métodos probados para crear prosperidad y esperanza”, dijo el inquilino de la Casa Blanca en una de sus más recientes alocuciones radiales de los sábados.
El FMI, por su parte, ofreció de inmediato sus servicios en el clímax de la crisis tras la quiebra de Lehman Brothers. Su Director Gerente, Dominique Strauss-Kahn dijo: “Puede haber autoridades nacionales o regionales, pero hace falta un garante global, una institución que verifique las normas… Debido a que reunimos a todos los países, somos capacer de definir y de garantizar el compromiso y el interés general. Esto es lo que más necesita el mundo”.
Pero precisamente, en ese mundo, unos cuantos recuerdan el nefasto papel del FMI con sus Programas de Ajuste Estructural, la liberalización a ultranza de las finanzas y las fronteras abiertas sin restricciones al capital extranjero.
“Sería la cosa más absurda seguir con quienes nos han llevado hoy a esta crisis financiera mundial. Creo que es ya tiempo de dar el descanso eterno a los acuerdos de Breton Woods, porque ya estamos en otro mundo”, declaró a Prensa Latina el Presidente de la Asamblea General de la ONU y ex canciller nicaragüense Miguel D´Escoto.
El mandatario ecuatoriano Rafael Correa, haciendo alusión al FMI y el Banco Mundial, dijo durante la Cumbre Iberoamericana: “…eso no hay que rescatarlo, hay que botarlo al tacho de la basura…ellos son los culpables del gran desastre de los pueblo latinoamericanos”.
A su vez, el Canciller de Argentina Jorge Taiana enfatizó durante la reciente reunión extraordinaria del Consejo de Mercosur: “En el caso de algunos países y específicamente de Argentina, hemos señalado que el Fondo Monetario Internacional es uno de los responsables por la situación que atraviesa el mundo financiero”.
En las últimas semanas, el FMI ha brindado asistencia financiera de emergencia a Hungría y Ucrania, cuyas economías estaban al borde del colapso. A Ucrania le concedió un crédito de crisis por 16 400 millones de dólares y a Hungría le aprobó un préstamo contingente de 15 700 millones. La deuda externa de Hungría equivale hoy a algo más que su Producto Interno Bruto.
Islandia también ha solicitado un crédito al FMI, el primer país desarrollado que solicita asistencia del Fondo desde que Gran Bretaña lo hiciera en 1976, por el riesgo de bancarrota que sufre su economía. Sin embargo, los países europeos encabezados por Holanda y el Reino Unido han bloqueado la aprobación del préstamo porque el gobierno islandés no se ha plegado a las exigencias de ofrecer garantías estatales a los inversores extranjeros y otros condicionamientos.
Las últimas grandes intervenciones del FMI databan de la crisis asiática de 1997-98 y sus réplicas en América Latina.
Mirada desde el Viejo Mundo
La Unión Europea ha encabezado a su forma el pelotón de reclamantes de una nueva arquitectura financiera. Los países del Viejo Continente han sufrido la debacle de sus bancos, embaucados por las hipotecas tóxicas que envueltas en papel de celofán les vendieron los bancos norteamericanos.
La molestia europea se hace evidente en declaraciones recientes del Primer Ministro de Luxemburgo Jean-Claude Juncker quien declaró que Estados Unidos ignoró las advertencias de Europa en los últimos años sobre una crisis financiera: “Todos los problemas que hoy son la raíz de la crisis financiera internacional fueron abordados, identificados y discutidos. Todo lo que dijimos pasó”- señaló el también coordinador de los ministros de finanza de la zona euro”. No digo que los estadounidenses se burlaron de nosotros, pero dejaron claro que pensaban que nosotros éramos nerviosos e hiperactivos y no entendieron el nuevo planeta que ellos consideraron se lo impondrían a otros”.
En su visita a Bush el pasado 18 de octubre, acompañado del Presidente de la Comisión Europea José Manuel Durao Barroso, el mandatario francés Nicolás Sarkozy le expresó a su homólogo estadounidense que tenía el mandato de los 27 países de la UE de “encontrar una solución correspondiente” y “emprender una revisión a fondo del sistema financiero internacional y de los principios básicos del capitalismo mundial”
El pasado fin de semana los mandatarios europeos se encontraron para buscar un consenso de cara a la Cumbre de Washington.
Las diferencias han sido evidentes entre las propuestas de Francia y las de Alemania y Gran Bretaña. Ángela Merkel y Gordon Brown se distancian de las propuestas de Sarkozy de hacer frente a la crisis nacionalizando sectores claves de la economía europea.
Los mandatarios europeos concordaron en centrar su propuesta en darle al FMI el papel de celador de las finanzas del mundo, otorgándole mayor poder para que impida las crisis financieras, con más dinero para ayudar a los países con problemas. Allí como se sabe tanto Estados Unidos como los europeos en conjunto tienen poder de veto. Es como darle nuevamente las llaves al ladrón.
También propusieron crear estructuras supervisoras de los mercados para evitar que revienten nuevas burbujas.
Francia e Italia han abogado por ampliar el G-8 con algunas naciones emergentes, para imprimirle visos más inclusivos y democráticos al exclusivo club de los poderosos.
Propuestas del mundo emergente
Las llamadas naciones emergentes se han parapetado en la crisis para reclamar el espacio que les corresponde en el concierto internacional. China, Rusia, Brasil y otros países piden una mayor participación en los espacios decisorios.
“Necesitamos hacer las reformas necesarias en las instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, como aumentar la representación de los países en desarrollo…incluso en puestos de alto nivel”, expresó el vicecanciller chino He Yafei.
China espera que el esfuerzo mundial para enfrentar la crisis conduzca a un sistema financiero “imparcial, justo, inclusivo y ordenado”.
Brasil, a través de su Ministro de Hacienda Guido Mantega señaló que “es cada vez más difícil negarle a las economías emergentes y en desarrollo una participación más relevante en las decisiones mundiales”, ya que la crisis financiera mundial “hizo todavía más evidente (…) que la administración de la economía global y las finanzas internacionales necesitan cambios urgentes”.
“Los países emergentes representamos el 75% del crecimiento mundial pero participamos mínimamente en las decisiones de los organismos internacionales que deben representar mejor la nueva correlación de fuerzas en el mundo”.
Reuniones recientes de los Ministros de Finanzas de Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y México avalaron la propuesta de convertir al G-20 en el escenario para las principales decisiones económicas internacionales, elevando su representación al nivel de Jefes de Estado y de Gobierno, ya que hasta ahora ha sido sólo un foro de reflexión entre los Ministros de Finanzas y los Presidentes de los Bancos Centrales de los países miembros.
Aspiran con ello a garantizar una mayor presencia en las decisiones de las economías emergentes, que son hoy los principales acreedores mundiales, con reservas que frisan los 9 millones de millones de dólares en divisas y activos.
¿Nueva arquitectura?
En las vísperas de la reunión, el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz ha dado su visión sobre el camino a seguir: “… mientras que EE.UU y Gran Bretaña dominaron el viejo Bretton Woods, el paisaje mundial actual es notablemente diferente. De la misma forma, las viejas instituciones de Bretton Woods estuvieron definidas por un conjunto de doctrinas económicas que ya se ha demostrado que fracasan no sólo en los países en desarrollo sino incluso en el corazón del capitalismo. La próxima cumbre mundial debe enfrentarse a esas nuevas realidades si se quiere trabajar efectivamente hacia la creación de un sistema financiero global más estable y equitativo”.
Pero poco se ha de esperar de la cita de Washington, como no sea tímidos pasos reformistas que prolonguen la agonía del enfermo. El revolcón necesario no vendrá.
Estados Unidos ya advirtió que no deben esperarse medidas concretas. Para la Casa Blanca el encuentro debe servir para identificar las causas de la crisis, examinar las medidas tomadas para enfrentarla y exponer ideas sobre futuras reformas.
Bush se fue este jueves a hablar en el corazón de Wall Street. Allí señaló que 'la crisis no fue un fallo del sistema de libre mercado y la respuesta no es tratar de reinventar este sistema'.
'Algunos culpan de la crisis a la insuficiente regulación en el mercado hipotecario de Estados Unidos. Pero muchos países europeos tenían regulaciones más extensas y han tenido problemas idénticos a los nuestros', dijo en su intento por defender el sistema estadunidense.
Ante las críticas crecientes al capitalismo y tras indicar que es un momento decisivo para la economía global, señaló que el camino es 'arreglar los problemas que enfrentamos, hacer las reformas necesarias y seguir adelante con los principios que guían el libre mercado que han llevado prosperidad y esperanza alrededor del mundo', afirmó.
Bush sostuvo que "el capitalismo de libre mercado es mucho más que una teoría económica. Es la locomotora de la movilidad social, la autopista del sueño americano".
A su vez, una red de casi 600 organizaciones no gubernamentales de 88 países expresó en una declaración sus aprehensiones sobre la cumbre: “Nos preocupa profundamente que ese encuentro se realice de manera precipitada y no inclusiva y que, en consecuencia, no aborde el espectro total de los cambios necesarios ni distribuya las cargas equitativamente”.
No hay dudas de que el saldo final del encuentro, que tendrá lugar en el National Building Museum, se reducirá a la implementación de controles y regulaciones de tipo financiero, pero no se mirará a la economía real y a la esencia de que el crecimiento capitalista es insostenible e incurable.
Ya lo había advertido Fidel en sus Reflexiones: “Existe gran temor de que los países más ricos del mundo, reunidos con un grupo reducido de países emergentes golpeados por la crisis financiera, aprueben un nuevo Bretton Woods ignorando al resto del mundo”.
Randy Alonso Falcón
Le hacen guiños a Estados Unidos, soñando que los ayudará a resolver sus propios problemas económicos inyectándoles sumas fabulosas de monedas de papel a sus tambaleantes economías, que sostienen el intercambio desigual y abusivo con los países emergentes.
Sólo de esta forma pueden garantizarse las ganancias multimillonarias de Wall Street y los bancos de Estados Unidos. Los recursos naturales no renovables del planeta y la ecología ni siquiera se mencionan. No se demanda el cese de la carrera armamentista y la prohibición del uso posible y probable de armas de exterminio masivo.
Ninguno de los que participarán en la reunión, convocada precipitadamente por el actual Presidente de Estados Unidos, ha dicho una palabra sobre la ausencia de más de 150 Estados con iguales o peores problemas, que no tendrán derecho a decir una palabra sobre el orden financiero internacional, como propuso el Presidente pro tempore de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Miguel D'Escoto, entre ellos la mayor parte de los países de América Latina, el Caribe, África, Asia y Oceanía.
Mañana se inicia la reunión del G‑20 en Washington. Bush está de plácemes. Proclama que de la reunión espera un nuevo orden financiero internacional. Las instituciones creadas por Bretton Woods deben ser más transparentes, responsables y efectivas. Es lo único que admitiría. Para señalar la prosperidad de Cuba en el pasado, habló de que una vez estuvo sembrada de campos de caña de azúcar. No dijo, por cierto, que se cortaba a mano y el imperio nos arrebató la cuota establecida durante más de medio siglo, cuando la palabra socialismo no se había pronunciado todavía en nuestro país, aunque sí las de ¡Patria o Muerte!
Muchos sueñan que, con un simple cambio de mando en la jefatura del imperio, este sería más tolerante y menos belicoso. El desprecio por su actual gobernante conduce a ilusiones del probable cambio del sistema.
No se conoce todavía el pensamiento más íntimo del ciudadano que tomará el timón sobre el tema. Sería sumamente ingenuo creer que las buenas intenciones de una persona inteligente podrían cambiar lo que siglos de intereses y egoísmo han creado. La historia humana demuestra otra cosa.
Observemos con atención lo que dice cada cual en esa importante reunión financiera. Las noticias lloverán. Estaremos todos un poco mejor informados.
Fidel Castro Ruz
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