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La confianza en el "sistema" |
La operación tuvo todos los ingredientes para conmocionar: Ataque sincronizado y a mansalva con explosivos y armas de última generación, perpetuado por un comando altamente especializado contra hoteles cinco estrellas de la India y lugares donde se reúne la crema de la crema de la política y el empresariado trasnacional. Primer mensaje: El "terrorismo" está vivo. Segundo mensaje: El "terrorismo" ataca los bastiones de la economía mundial. Síntesis: La economía planetaria puede colapsar. ¿Por la crisis? No, por culpa del "terrorismo islámico".
La zona céntrica y turística de Bombay, la capital financiera de la India, se convirtió el miércoles durante varias horas en un infierno de gritos, corridas, sangre y sirenas de ambulancias y patrulleros, luego de que varios ataques coordinados y simultáneos, con ametralladoras y granadas de mano, impactaran en diferentes lugares claves de la ciudad.
El "blanco" y la metodología de atentado coincidió con la masividad del resultado destructivo conseguido: Más de 100 muertos, más de 250 heridos y decenas de rehenes tomados por los atacantes.
India no es extraña a ataques "terroristas" violentos de este tipo, pero los especialistas coinciden: Este último en Bombay luce mucho más sofisticado y mejor coordinado que la mayoría de los atentados ocurridos en años recientes.
El tipo de "blancos" del ataque sugiere que intentan minar la confianza en la economía local y alejar la inversión extranjera señalan con énfasis algunas agencias sin investigar ni analizar las "pistas" del atentado.
El primer mensaje (tácito), también contundente, parece no arrojar dudas: "El terrorismo está vivo".
Y, como viene sucediendo desde el 11-S hasta aquí, la "reacción internacional" (en realidad reacción de los gobiernos y establishment de poder capitalista del mundo) se encargó de dejar en claro que el "terrorismo" es una amenaza global que hay que combatir como prioridad número uno.
Desde la Casa Blanca hasta la Unión Europea, la ONU, pasando por Rusia y los gobiernos de Asia, Africa y América, las "condenas" fueron unánimes y plantearon la necesidad de una mayor coordinación de la lucha contra las "organizaciones terroristas".
Pero, y como en este nivel de operaciones de masacre sofisticada tipo comando, ejecutadas por fuerzas especiales "irregulares" no hay harina fundamentalista "terrorista-religiosa" (como vende el sistema) sino objetivos políticos, hay que empezar a evaluar e investigar, como hacen los criminólogos frente a un homicidio, en los posibles "beneficiarios" del ataque "terrorista".
Primer axioma para que el "terrorismo" (desde el 11-S y más atrás) funcione como herramienta para conseguir objetivos políticos a escala global: Que la prensa masiva del sistema no analice (tal como sucede) causas, efectos y beneficiarios del "acto terrorista". Cuando solo se busca a los "autores" (los ejecutores) y no se investiga causa y efecto (el objetivo político y el beneficiario) el acto "terrorista" queda reducido a una acción de "criminales irracionales".
Ejemplo: Ni las autoridades ni la prensa internacional se interrogan cuál fue el objetivo político de la operación masacre en la India. Solo buscan al "autor", y el autor invariablemente aparece (como siempre sucede) convertido en Al Qaeda o en alguna "organización fundamentalista islámica" conexa.
La mejor materia prima para que el "terrorismo" siga cumpliendo con sus objetivos políticos y manipuladores es que nadie se interrogue para qué sirve el "terrorismo" en la realidad práctica.
Así se inventó el fantasma Al Qaeda-Bin Laden para generar "terror mediatizado" con alto rédito para las políticas estratégicas de EEUU y Europa y un alto perfil de rentabilidad para las armamentistas (de la "guerra contraterrorista") que hoy abrevan en un presupuesto mundial de US$ 1,2 billones.
Entonces, tenemos un primer nivel de "aprovechamiento y beneficio" de la masacre de la India: Un reciclamiento global de los "planes contraterroristas" (de los que participan todos los ejércitos y gobiernos del mundo) y una reafirmación doctrinaria de la "guerra contraterrorista" apuntalada por EEUU y Europa a nivel mundial.
El "terrorismo" está vivo
Así como un edificio necesita de un "mantenimiento constante" para preservar su estructura", la "guerra contraterrorista" necesita de atentados y de "amenazas" constantes para mantener su operatividad y alimentar su mística doctrinaria internacional.
Como en el planeta capitalista ya no quedan guerras ni conflictos armados multiplicados (salvo Irak y Afganistán), los complejos militares industriales y las armamentistas suplen esa baja vendiendo tecnología y armas de última generación para "combatir al terrorismo" a escala mundial.
Los atentados "terroristas" (como el de la India) que se suceden secuencialmente están destinados a mantener viva a la maquinaria del negocio armamentista y a preservar a la "amenaza terrorista" como principal instrumento de manipulación para conseguir objetivos políticos y económicos.
El "terrorismo" ataca a la economía mundial
Pero, analizando el "blanco" de los atentados de la India (hoteles cinco estrellas que alojan a empresarios y representantes del establishment económico internacional) se detecta la búsqueda de un segundo objetivo central: Sembrar "terror" en el poder económico mundial.
Bombay, además de ser la capital financiera de la India, es uno de los símbolos más emblemáticos del desarrollo del capitalismo trasnacional en Asia. En las metrópolis de la India conviven los rascacielos, la tecnología y el confort capitalista de última generación con millones de seres humanos durmiendo y viviendo las calles en medio de aguas y desperdicios putrefactos.
El "terrorismo" en India (con ataques periódicos) reviste categoría de modulo experimental y "modelo exportable" a las grandes metrópolis de Europa y EEUU.
El mensaje del miércoles: Ningún empresario o ejecutivo del capitalismo transnacional está vacunado contra un "ataque terrorista" repentino en cualquier lugar del mundo donde se encuentre. Al Qaeda y el "terrorismo islámico" tienen la mira puesta en la economía: Buscan el "caos terrorista-económico-financiero" del mundo.
Bin Laden, Al Qaeda y sus "organizaciones islámicas" subsidiarias pueden invertir la lógica del "peligro": El "tsunami terrorista" borra de la escena y desplaza de la atención mundial al "tsunami económico".
La lógica del "caos terrorista-económico"
Junto con las bolsas y los mercados financieros se derrumbó la confianza en el "sistema": Las potencias centrales han perdido la "gobernabilidad" económica y el proceso se dirige a una crisis social y política a escala global.
Hay caos económico producido por una crisis financiera que ya devino en crisis recesiva expandida tanto en los países centrales como en los países de la periferia emergente y subdesarrollada del mundo.
¿Qué necesita el sistema para desviar la atención de la crisis recesiva global que amenaza a la supervivencia de la rentabilidad capitalista a escala global?
¿Qué necesitan EEUU, la Unión Europea y sus bancos centrales que han venido fracasando sistemáticamente con todas las "inyecciones de liquidez" y los planes de "rescate financiero" en las metrópolis centrales?
¿Qué necesita Barack Obama y el equipo sionista que lo controla para evitar que la crisis económica le arruine la asunción presidencial, y para no seguir repitiendo las operaciones fallidas de Bush y el sionismo conservador con los "mega-rescates"?
Respuesta: Necesitan generar otra "crisis", inducida y controlada, que tape y desvíe la atención de la crisis económica fuera de control.
En ese escenario, ¿Para qué sirve fundamentalmente la herramienta "terrorista" que reapareció el miércoles en la India?
En primer lugar, como módulo experimental para desviar la atención de una crisis mundial capitalista inmanejable, creando (por medio del "miedo al terrorismo") un conflicto inducido y controlable que tape y distraiga la atención de la verdadera crisis.
El 11-S en EEUU detonó el miedo al "terrorismo social", y la lógica de la "guerra contraterrorista" que vino detrás sirvió para justificar nueva invasiones militares y la lógica de un nuevo "enemigo mundial" que sirvió para legitimar nuevos proyectos de conquistas de mercados y de negocios capitalistas por el planeta.
¿De "terrorismo social" al "terrorismo económico"?
Esa es la tendencia (y señal) más clara que está marcando la operación "terrorista" en la India dirigida contra el empresariado y el poder capitalista trasnacional, citado por la prensa internacional como el "blanco" del ataque.
Al fijar los ojos en este "detalle", la prensa internacional está marcando a su vez los escenarios de los próximos ataques y "amenazas terroristas" de Al Qaeda y las organizaciones fundamentalistas islámicas.
¿Un 11-S financiero? La lógica y los patrones funcionales de la CIA y las agencias europeas y estadounidenses con el "terrorismo islámico" dicen que sí.

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, medios, politica, violencia.
Durante ocho años de gestión, Bin Laden y Al Qaeda se convirtieron casi en una "herramienta de Estado" para Bush y los halcones neocons que convirtieron al "terrorismo" (y a la "guerra contraterrorista") en su principal estrategia de supervivencia en el poder.
Hay suficientes pruebas históricas en la materia: El 11-S sirvió de justificación para las invasiones de Irak y Afganistán, el 11-M en España preparó la campaña de reelección de Bush y fue la principal excusa para que EEUU impusiera en la ONU la tesis de "democratización" de Irak legitimando la ocupación militar, el 7-J en Londres y las sucesivas oleadas de "amenazas" y "alertas rojas" le sirvieron a Washington para instaurar el "terrorismo" como primera hipótesis de conflicto mundial, e imponer a Europa los "planes contraterroristas" hoy institucionalizados a escala global.
Como se sabe, los "planes contraterroristas" son el principal rubro de los presupuestos armamentistas a escala global (US$ 1.2 billones), y conforman la mayor tasa de rentabilidad de las corporaciones armamentistas que giran alrededor de los complejos militares industriales de EEUU y de Europa.
Decenas de informes y de especialistas -silenciados por la prensa oficial del sistema- han construido un cuerpo de pruebas irrefutables de que Bin Laden y Al Qaeda son instrumentos genuinos de la CIA estadounidense que los ha utilizado para justificar las invasiones a Irak y Afganistán y para instalar la "guerra contraterrorista" a escala global.
La "versión oficial" del 11-S fue cuestionada y denunciada como "falsa y manipulada" por un conjunto de ex funcionarios políticos y de inteligencia, así como de investigadores tanto de EEUU como de Europa, que constan en documentos y pruebas presentados a la justicia de EEUU que nunca los investigó aduciendo el carácter "conspirativo" de los mismos.
(Ver: Documentos e informes del 11-S. Al Qaeda y el terrorismo "tercerizado" de la CIA. La CIA ocultó datos y protegió a los autores del 11-S. Ex ministro alemán confirma que la CIA estuvo implicada en los atentados del 11-S. Informe del Inspector General del FBI: Más evidencias de complicidad del gobierno con el 11-S. Atentados del 11-S: 100 personalidades impugnan la versión oficial)
El aparato de la prensa sionista internacional, a pesar de su marcada tendencia "anti-Bush", jamás se hizo eco de estas investigaciones y denuncias que se siguen multiplicando, mientras que sus analistas solo toman como valida la "versión oficial" instalada en la opinión pública a escala global.
El establishment del poder demócrata (que ejerce la alternancia presidencial con los republicanos en la Casa Blanca) jamás mencionó la existencia de estas investigaciones y denuncias en una complicidad tácita de ocultamiento con el gobierno de Bush.
Simultáneamente, y durante los ocho años de gestión de Bush, los demócratas no solamente avalaron las invasiones de Irak y de Afganistán y votaron todos los presupuestos de la "guerra contraterrorista", sino que también adoptaron como propia la "versión oficial" del 11-S.
Este pacto de silencio y de encubrimiento entre la prensa y el poder imperial norteamericano preservó las verdaderas causas del accionar terrorista de Bin laden y Al Qaeda, cuyas "amenazas" periódicas son publicadas sin ningún análisis y tal cual la difunden el gobierno y suss organismos oficiales como la CIA y el FBI.
Tras la derrota de los republicanos con MacCain el 4 de noviembre, los especialistas se empezaron a interrogar que sería de Al Qaeda y Bin Laden durante la gestión de Obama.
Si bien el ahora presidente electo de EEUU durante la campaña asumió como propia la "guerra antiterrorista" emprendida e institucionalizada por Bush, nada indicaba que la estrategia de Estado montada alrededor de las apariciones y amenazas cíclicas de Bin Laden y Al Qaeda continuaría durante su gestión.
Curiosamente, durante la campaña presidencial ni Al Qaeda ni Bin Laden se hicieron presentes para "amenazar" a Bush y a EEUU.
Tampoco, en ningún momento -y también para sorpresa de los especialistas- aparecieron las clásicas "amenazas terroristas" (en videos) de Bin Laden que se hicieron presentes cíclicamente cada vez que la administración Bush necesitó "legitimarse" local e internacionalmente (ya sea para una elección interna, para levantar imagen o para justificar una invasión militar).
Esta situación -acompañada de la decadencia de Bush en las encuestas- llevó a pensar a algunos especialistas que Al Qaeda y Bin Laden habían ingresado el ocaso, y que con ellos terminaría un ciclo marcado por el "terrorismo" utilizado como herramienta del estado imperial.
Esa hipótesis se desmoronó cuando, la semana pasada, el director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), Michael Hayden, indicó que la guerra contra al-Qaeda está lejos de haber terminado, a pesar de que su líder, Osama bin-Laden, está aislado de las operaciones diarias y probablemente se está escondiendo en la región tribal del noroeste de Pakistán.
La CIA afirmó que el grupo sigue siendo la "amenaza más seria para Estados Unidos" en un momento en que el país está viviendo la "primera transición presidencial en tiempos de guerra en 40 años".
Esta semana, Al Qaeda se "recicló" con un comunicado de su "número dos", Ayman al Zawahiri, quién arremetió contra Barack Obama por apoyar a Israel durante la campaña electoral y dar la espalda a sus raíces musulmanas, según una grabación difundida este miércoles.
"La nación musulmana recibió con enorme amargura tu postura hipócrita respecto a Israel", afirmó el supuesto jefe "terrorista" egipcio en el mensaje publicado en el sitio web del Instituto SITE de EEUU. "Naciste de un padre musulmán, pero elegiste posicionarte junto a los enemigos de los musulmanes", añadió.
Durante la campaña para las presidenciales del 4 de noviembre, Obama visitó Jerusalén y defendió la necesidad de mantener el respaldo estadounidense al Estado judío.
En esta línea, Al Zawahiri acusó a Obama y a otros afroamericanos que han ocupado cargos importantes, como Condoleezza Rice o Colin Powell, de actuar como "esclavos negros" al servicio de los blancos. "Lo que Malcolm X decía sobre los esclavos empleados del hogar se aplica también a ustedes", indicó en referencia al activista asesinado a mediados de los años 60.
En la grabación, el "segundo" de Osama bin Laden advirtió al próximo presidente de EEUU de que fracasará si continúa con las políticas del actual ocupante del Despacho Oval, George W. Bush, sobre todo en Afganistán. "Entérate de que los perros de Afganistán han encontrado deliciosa la carne de tus soldados, así que mándales miles y miles", amenazó en la grabación.
Obama, el heredero
Las "reaparición" de Al Qaeda y el contenido de su "mensaje" trazó una clara señal de que Obama "heredará" la "guerra contraterrorista" de Bush y que las "cruzadas" de Bin Laden contra el Imperio tendrán una continuidad con la administración demócrata que asume en enero.
Y esto reafirma una tendencia ya probada: La "guerra contraterrorista" no es una política coyuntural de Bush y los halcones neocon, sino una estrategia global del Estado imperial norteamericano diseñada y aplicada tras el 11-S en EEUU, que va a tener una línea de continuidad con el gobierno demócrata de Obama.
La administración Bush, tras el 11-S, no solamente instaló un nuevo sistema de control político y social por medio de la manipulación mediática con el "terrorismo", sino que además inauguró un "nuevo orden internacional" (sustitutivo de la "guerra fría" con la ex URSS) basado en la "guerra contraterrorista" que sirvió de justificación a las nuevas estrategias expansionistas del Imperio norteamericano y de las trasnacionales capitalistas.
En términos geopolíticos y militar-estratégicos, con la utilización de la leyenda mediática de Bin Laden y el peligro del "terrorismo internacional", a partir del 11-S el Imperio norteamericano (potencia locomotora unipolar del planeta desde la caída de la URSS) sustituía aspectos claves de su supervivencia como Estado imperial.
En un planeta sin guerras inter-capitalistas, ya casi sin conflictos armados (al margen de Irak, Afganistán y Medio Oriente), la leyenda de Bin Laden y el "terrorismo internacional" sirvió (y sirve) para alimentar y justificar las estrategias expansionistas del Imperio norteamericano, para crear nuevos y potenciales mercados a la trasnacionales capitalistas de EEUU y Europa, y para mantener en funcionamiento a los complejos militares industriales que han encontrado en la "guerra contraterrorista" su nueva tajada ganancial en el negocio armamentista.
Para el analista y profesor estadounidense, Michel Chossudovsky, un estudioso del "terrorismo" como herramienta de Estado, “Se presenta la Guerra Global contra el Terrorismo” (GWOT, en sus siglas en inglés) como “Choque entre Civilizaciones”, una guerra entre valores y religiones en disputa cuando en realidad no es sino una indiscutible guerra de conquista, impulsada por objetivos económicos y estratégicos.
"La GWOT -señala- es la columna vertebral del Imperio estadounidense. Define la doctrina militar de Estados Unidos e incluye el uso preventivo de armas nucleares contra los “patrocinadores estatales” del terrorismo.
La doctrina de la “guerra defensiva” preventiva y de la “guerra contra el terrorismo” contra Al Qaeda constituyen las piedras angulares esenciales de la doctrina militar estadounidense", afirma.
El objetivo es presentar una "acción militar preventiva", lo que significa que la guerra es un acto de "autodefensa" (y no un acto de conquista imperial), contra dos categoría de enemigos: “los Estados canallas” y los “terroristas islámicos”, de los que se afirma poseen armas de destrucción masiva, añade Chossudovsky.
Es decir que, desde el punto de vista del dominio geopolítico militar, la leyenda de Bin Laden y el "terrorismo internacional" fue utilizada por Washington para justificar la existencia de un nuevo "enemigo estratégico" (sustitutivo de la Unión Soviética) que fundamentó una nueva doctrina de seguridad nacional (las "guerras preventivas") que se empezó a instrumentar con las invasiones a Afganistán y a Irak.
Ese "enemigo estratégico", venía a compensar la figura que había desaparecido con la caída de la Unión Soviética que legitimaba con su presencia (y en el marco de la Guerra Fría) las guerras de invasión y la carrera armamentista que engordaban las ganancias de las megacorporaciones del Complejo Militar Industrial y de los bancos de Wall Street que lucran con las "reconstrucciones" de los países conquistados.
Hoy el uso "multifunción" de la leyenda mediática de Bin Laden y el "terrorismo internacional", excede las fronteras de EEUU y se convierte en lógica esencial de preservación política, militar y económica no solamente del Imperio locomotora estadounidense sino de todo el sistema capitalista en su conjunto.
De esta manera, y al imponer la "guerra contraterrorista global" nivelada como hipótesis de conflicto central para todas las naciones, EEUU reafirmó su propia doctrina de "seguridad nacional" y agenda de "guerras preventivas" en todo el planeta.
Con la "era Bin Laden" el "terrorismo" suple a la lógica del dominio por medio de la guerra militar convencional y sirve como justificación global de las políticas de sometimiento y control social aplicadas por el sistema capitalista trasnacional con EEUU a la cabeza.
La conformación de acuerdos militares y de "planes contraterroristas" por parte de los Estados (tanto centrales como dependientes), aseguran, a su vez, que los complejos militares y la industria de la guerra sigan funcionando a full movilizando tecnología de punta y capital financiero con asiento en la catedral de Wall Street.
Y si se detuviera la industria y el negocio armamentista centralizado alrededor del combate contra el "terrorismo" (alimentado por un presupuesto de US$ 600.000 millones) terminaría de colapsar economía norteamericana que hoy se encuentra en una crisis financiera-recesiva de características inéditas.
Esta es la mejor explicación de porqué Obama, cuando se siente en el sillón de la Casa Blanca, se convertirá en el "heredero forzoso" de la "guerra contraterrorista" de Bush a escala global.
Manuel Freytas
Un memorando interno obtenido por The Associated Press dice que el FBI recibió un informe “verosímil aunque no fundamentado” de que terroristas de al-Qaida habrían analizado a fines de septiembre el ataque al metro.
El vocero de Seguridad Interior Russ Knocke dijo que la advertencia fue emitida como asunto de rutina, pero añadió que podría incrementarse la presencia policial en Nueva York y otras áreas metropolitanas grandes.
Según el informe, los terroristas de al-Qaida “a fines de septiembre habrían discutido ataques a los sistemas de transporte de pasajeros en y alrededor de la ciudad de Nueva York. En estas discusiones se habría hablado de atacantes suicidas o la colocación de explosivos en los sistemas de transporte subterráneo/ferroviario de pasajeros”.
“No tenemos detalles concretos que confirmen que este plan ha avanzado más allá de la expresión de aspiraciones, pero emitimos esta advertencia por temor a que ese ataque pueda ser ejecutado durante la inminente temporada de festividades”, dice el documento, fechado el martes.
Si bien las agencias federales suelen emitir todo tipo de advertencias, ésta emplea un lenguaje particularmente franco.
Funcionarios de inteligencia y seguridad interior, junto con las autoridades locales, intentaban corroborar la información “y seguirán investigando todas las pistas posibles”, dice el memorando.
El jueves, con la festividad de Acción de Gracias, comienza extraoficialmente la temporada de fiestas que concluye el día de Año Nuevo.
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