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EEUU: Las automotrices sin rescate |
El Congreso suspenderá su sesión legislativa esta semana sin aprobar una ley para extender préstamos de emergencia a las automotrices estadounidenses, pero podría reanudarla en diciembre si las compañías presentan un plan "viable" para su supervivencia, dijeron líderes legislativos demócratas el jueves.
El líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid, y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijeron que las automotrices no les han proporcionado una estrategia viable para darles un giro de 180 grados a sus finanzas.
Un plan de "compromiso" fraguado por un grupo bipartidista de senadores para extender préstamos a la industria a través de un programa del Departamento de Energía parece haber fracasado.
"Queremos asegurarnos de que haya viabilidad", dijo Reid. "Sólo podemos ayudar si están dispuestos a ayudarse a sí mismos".
El Congreso podría volver a reunirse la semana del 8 de diciembre, dijeron Reid y Pelosi, pero sólo si las automotrices presentan un proyecto aceptable. "Hasta que no muestren el plan, no podemos mostrarles el dinero", dijo Pelosi.
Eso deja a las Tres Grandes automotrices de Detroit (General Motors Corp., Ford Motor Co. y Chrysler LLC) tratando de determinar qué medidas específicas podrían tomar. Tras dos días de testimonios ante el Congreso esta semana, los presidentes ejecutivos de las tres automotrices no lograron obtener suficiente apoyo para un rescate, en gran parte debido a que muchos legisladores siguen sin estar convencidos de que los ejecutivos estarían cambiando de manera fundamental la forma en que operan sus empresas.
Los ejecutivos Rick Wagoner, de GM; Alan Mulally, de Ford, y Robert Nardelli, de Chrysler, le restaron importancia a la necesidad de recortar más empleos o renegociar sus contratos con su mayor sindicato, United Auto Workers. Además, dijeron que la principal razón por la cual necesitan dinero es por el colapso de los mercados financieros. Pero pocos legisladores están de acuerdo.
Los ejecutivos también fueron criticados por no tomar medidas simbólicas para mostrar que comparten los sacrificios. Los congresistas de ambos partidos los criticaron por volar en sus aviones corporativos a Washington para pedir miles de millones de dólares de los contribuyentes. También se les presionó para que recortaran sus salarios a US$1. Nardelli dijo que lo haría, mientras que Wagoner y Mulally presentaron objeciones al respecto.
La junta directiva de GM discutirá el estado de la compañía en una conferencia telefónica programada para hoy. La junta se ha estado reuniendo varias veces por semana mediante teleconferencia para monitorear las crecientes dificultades financieras de la automotriz. Pese al revés en Washington esta semana, la junta continúa apoyando a Wagoner, dijo un portavoz.
Wagoner ha sido criticado por no ser capaz de articular claramente cuánto dinero necesita GM para mantenerse a flote y por no presentar un sendero convincente hacia la rentabilidad en las condiciones actuales del mercado.
La junta de GM también tiene programada una reunión regular para el 2 diciembre. La supervivencia de las automotrices se ha convertido en una batalla que avanza día a día debido al inesperado colapso del mercado automovilístico en EE.UU. y a la excesiva erosión de la liquidez en el tercer trimestre. Los directores de GM, así como la gerencia de la compañía, creen que las opciones de la empresa para evitar la quiebra son limitadas sin la asistencia del gobierno federal, dijeron varias personas al tanto.
En su testimonio en Washington, Wagoner dijo que no está claro si GM podrá sobrevivir con los fondos que tiene hasta que el presidente electo Barack Obama tome posesión del cargo en enero. A fines de septiembre, la compañía tenía US$16.200 millones en efectivo.
En Ford, cuya situación financiera es algo mejor que la de GM, los ejecutivos están esperando a ver si el Congreso alcanza un acuerdo de compromiso para extender préstamos estatales a la industria, según fuentes cercanas.
Aun así, no se mostraron muy optimistas sobre la posibilidad de un rescate inmediato y están planeando metódicamente cómo enfrentar una variedad de posibles escenarios que podrían darse en las próximas semanas y meses.
Tanto Wagoner como Mulally dijeron que no han empezado a hacer planes de contingencia en caso de que sus compañías necesiten solicitar la protección por bancarrota. Sin embargo, Chrysler sí que ha empezado a tomar esos pasos. Nardelli le dijo al Congreso que a fines de año los fondos de su compañía podrían caer debajo del nivel necesario para seguir operando.

Etiquetas: conocimiento, memoria, monopolios, multitud, politica.
Las acciones de Citigroup cerraron ayer en 4,71 dólares, su nivel más bajo en 15 años, pese al anuncio realizado ayer por el investor de Arabia Saudí, el Príncipe Alwaleed bin Talab bin Abdulaziz Al Saud, de que aumentará su participación en el banco hasta el 5%.
Además de la venta total del grupo, los ejecutivos estudian desprenderse de diferentes activos de la compañía, como Smith Barney. Asimismo, estarían considerando la posibilidad de fusionarse con un rival. En este aspecto, algunos analistas han dirigido sus miradas hacua Morgan Stanley y Goldman Sachs.
"Llevar la tasa objetivo a 0% tendría costos para la Fed. Una preocupación que ha sido expresada en el pasado se relaciona con el efecto sobre los fondos mutuos de mercado monetario. No creemos que este costo sea suficiente para obligar a la Fed".
Los ministros de Comercio y de Relaciones Exteriores del Foro de Cooperación de Asia Pacífico (APEC), que el fin de semana celebrará una cumbre en Lima, llamaron el jueves por su lado a rechazar cualquier forma de proteccionismo y a avanzar rápidamente en la negociación de un acuerdo mundial de libre comercio.
Muchos Gobiernos anunciaron que están decididos a intervenir para proteger a sus empresas del impacto de la crisis.
Pero la industria automovilística estadounidense se sumió en la depresión, después de que los demócratas en el Congreso aplazaran una votación sobre el rescate de los 'Tres Grandes' fabricantes de coches del país -General Motors, Ford y Chrysler- al menos hasta diciembre, y les exigieran un plan de reestructuración.
El líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, indicó que es una "triste realidad" que aún no haya suficiente apoyo para el rescate a pesar del acuerdo logrado por senadores demócratas y republicanos de Estados donde millones de empleos dependen de la industria automovilística.
Reid pidió a los presidentes de los 'Tres Grandes' diseñar un plan de reestructuración y el Congreso debe decidir si otorgar miles de millones de dólares de financiación en diciembre.
El presidente de Ford Alemania, Bernhard Mattes, en tanto, considera que la Unión Europea (UE) debería otorgar unos 40.000 millones de euros en préstamos al sector automovilístico europeo, que también atraviesa serias dificultades.
Mattes precisó en una entrevista con el diario alemán Bild que esta ayuda no implicaría asistencia estatal sino que buscaría "permitir a todos los fabricantes de automóviles europeos la posibilidad de cumplir con los requerimientos de la UE sobre la eficiencia del combustible y las emisiones, de manera más rápida".
Los problemas de la industria automovilística salieron nuevamente a luz con el anuncio de los planes de Toyota Motor Corporation de eliminar 3.000 empleos temporales en sus fábricas en Japón en respuesta al declive en las ventas.
Los últimos anuncios de despidos llegaron un día después de que PSA Peugeot Citroen anunciara planes para eliminar 3.550 empleos en Francia y otras dos empresas japonesas anunciaran 2.700 despidos.
"Es un accidente de automóvil tras otro", dijo Martin Slaney, de la consultora GFT en Australia.
"El riesgo de una recesión económica a escala mundial se profundiza día a día. La perspectiva de una Gran Depresión II es genuina y está asustando a los inversores", añadió.
La decisión de los senadores estadounidenses de aplazar una decisión sobre un rescate al sector del automóvil sacudió a Wall Street, donde el Dow Jones se hundió un 5,56% el jueves.
Las Bolsas asiáticas permanecieron gran parte de la sesión de este viernes en territorio negativo pero luego lograron revertir la tendencia cuando los inversores comenzaron a comprar para beneficiarse de las gangas.
La Bolsa de Tokio cerró en alza de 2,7%, Hong Kong ganó un 2,9% y Sidney un 1,9%.
El ministro de Finanzas nipón, Shoichi Nakagawa, dijo que el Gobierno está dispuesto a tomar las acciones necesarias para contrarrestar la violenta volatilidad de los mercados financieros de Tokio.
"Sea el mercado de acciones o el mercado cambiario, los cambios súbitos y extremos no son bienvenidos", dijo Nakagawa en una conferencia de prensa. "Si vemos casos de este tipo, debemos adoptar las acciones apropiadas y necesarias".
Las Bolsas europeas registraban resultados contrastados hacia las 12H15 GMT. La Bolsa de Fráncfort, la mayor de la zona euro, perdía un leve 0,28% y París se hallaba casi sin cambios a -0,04%, mientras Londres ganaba un 0,90% y Madrid subía un 1,91%.
Los problemas económicos de la Eurozona fueron subrayados por los resultados de un nuevo sondeo que muestra el declive de la actividad en el sector privado en los 15 países que comparten el euro, con la mayor caída en noviembre desde que comenzó a efectuarse este estudio.
El índice compuesto de gerentes de compra (PMI) de la Eurozona, compilado por el centro de estudios e investigación Markit, cayó a 39,7 puntos en noviembre, contra 43,6 en octubre, según una estimación inicial.
Singapur, en recesión, anunció un paquete de 1.500 millones de dólares estadounidenses para facilitar el crédito, mientras el primer ministro indio, Manmohan Singh, prometió utilizar todas las herramientas fiscales y monetarias disponibles para minimizar el impacto de la crisis financiera.
La factoría de autos de Oshawa es una de las cinco plantas de montaje que experimentarán recortes en su producción, o extenderán paros temporales, dijo la empresa.
Las otras son las plantas de Lordstown (Ohio), donde se producen los Chevrolet Cobalt y los Pontiac G5, Orion Township (Michigan), Wentzville (Misuri) y Kansas City (Kansas).
El jefe de GM, junto a sus homólogos de Ford y Chrysler, buscan obtener una concesión de 25.000 millones de dólares en ayuda pública al sector automotor, apoyo financiero que les permitiría, según ellos, superar la crisis de liquidez que les amenaza en breve plazo, y a GM en primer lugar.
Según el periódico, el consejo de administración de GM, que apoyo sin dudar a Wagoner en los últimos meses, reconoce que obtener el desbloqueo de fondos suplementarios "es una prioridad de primer orden". Pero los directivos no desean descartar la posibilidad de recurrir a un llamamiento a la quiebra.
La declaración de quiebra, conocida en la legislación norteamericana como Capítulo 11, permite a una empresa reestructurarse baja la supervisión de un juez. Esto se traduce generalmente en concesiones salariales y en pérdidas para los accionistas y acreedores.
Reaccionando a esta información, GM indicó al Wall Street Journal que el consejo de administración había efectivamente abordado el tema de la quiebra pero que no lo consideraba como "una solución viable que responda a los problemas de liquidez del grupo".
La dirección estudia todos los medios en su poder para evitar un llamamiento a la quiebra, señaló GM al cotidiano estadounidense.
Por otro lado, el grupo automovilístico alemán Opel "no está en quiebra" y "no prevé cierres, ventas de fábricas o supresión de empleos", declaró al dominical Welt am Sonntag el responsable para Europa de su casa madre estadounidense, General Motors (GM). Opel acaba de pedir la ayuda del gobierno alemán declarándose víctima de las dificultades económicas de GM pero "no está en quiebra", aseguró Carl-Peter Forster al dominical.
"Cierres de fábricas, ventas de plantas o supresión de empleos no están al orden del día", añadió al anunciar "momentos difíciles" para Opel.
Respecto a la ayuda solicitada al gobierno, Forster subrayó que fue una decisión en caso "de que haya problemas más graves en Estados Unidos y si el circuito financiero no puede ser garantizado por la casa madre".
"Debemos prepararnos a momentos difíciles no sólo en Opel sino en todo el sector del automóvil", reconoció el directivo al estimar que la liquidez del grupo alemán está garantizada hasta 2009, incluso sin la ayuda estatal.
La petición de Opel no ha suscitado entusiasmo en el Estado alemán, que teme que los fondos puedan ser desviados por la casa madre estadounidense.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha prometido tomar antes de Navidades una decisión sobre una eventual garantía estatal.
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