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Apuestas sobre fecha de asesinato a Obama |
Las apuestas sobre una posible fecha de asesinato del presidente electo, Barack Obama, generó polémicas entre las autoridades y ciudadanos del estado norteamericano de Maine, señalan hoy medios de prensa.
Este jueves el consejo municipal de la ciudad de Standish, en el sudeste de Maine, consideró censurable un cartel que solicitaba a los clientes de una tienda apostar un dólar para adivinar el día del atentado a Obama.
Standish condena en los más fuertes términos esta actividad que incita a la violencia contra cualquier individuo, sin importar su posición, raza o etnia, refiere la declaración de las autoridades locales.
Sin embargo, algunos residentes defendieron al dueño del establecimiento comercial porque tenía derecho a la libre expresión aunque fuera de mal gusto.
De acuerdo con el Portland Press Herald, los pobladores conocen este tipo de acto como el Concurso la Escopeta de Osama Obama.
Por otra parte, analistas coinciden en afirmar que la elección del primer mandatario afroamericano no significa que el racismo desapareció en Estados Unidos.
El peligro de Obama es diferente al de sus antecesores porque proviene más de la ira de los locos domésticos, y tal vez menos de los fanáticos extranjeros, comentó recientemente un agente del Servicio Secreto al New York Daily News.
Luego de los comicios del pasado 4 de noviembre, cientos de incidentes expresan el odio racial en esta nación, reportó el Southern Poverty Law Center (SPLC).
Según medios de prensa, estudiantes de segundo y tercer grado en un autobús escolar coreaban “asesina a Obama” en Rexburg, Idaho.
Mientras, en al menos dos estados se quemaron cruces con el símbolo del Ku Klux Klan frente a casas de simpatizantes de Obama.
La agencia privada de análisis sobre asuntos de seguridad e inteligencia Stratfor advirtió que Obama es un objetivo para pistoleros racistas.
Estadísticas recientes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) indican un incremento en los llamados “crímenes de odio” cometidos entre 2003 y 2006.
También, el número de las denominadas “agrupaciones de odio” que operan en este país aumentó en un 48 por ciento desde el 2000, según un informe anual del SPLC.

Etiquetas: conocimiento, medios, multitud, politica, sabiduria.
Entre los estrategas selectos participan el presidente de Time-Warner, Richard Parsons; los ex secretarios del Tesoro de Clinton, Lawrence Summers y Robert Rubin; el ex secretario de la Reserva Federal (FED) 1979-1987, Paul Volcker; el presidente de Google, Eric Schmidt; el multimillonario Warren Buffett, de 77 años, considerado el hombre más rico del mundo, presidente de Berkshire Hathaway, conglomerado de empresas lideradas por compañías de seguros.
También figuran el ex secretario de Comercio, William Daley; el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, Timothy Geither; el ex congresista demócrata por Michigan 1977-2003, David Bonior; el alcalde de Los Angeles, Antonio Villaraigosa; el ex comisionado de la Comisión de Valores (SEC), Roel Campos; el ex representante demócrata David Bonior; y el ex presidente de la SEC, William Donaldson.
Otros miembros del equipo son el ex vicepresidente de la Junta de Gobernadores de la FED, Roger Ferguson; la gobernadora de Michigan, Jennifer Granholm; la presidenta de Xerox, Anne Mulcahy; el ex ministro del Trabajo de Clinton en 1993-1997, Robert Reich; la ex presidenta del Consejo de Asesores Económicos, Laura Tyson, y la presidenta de una división de la cadena hotelera Hyatt, Penny Pritzker.
Casi la mitad de los asesores económicos de Obama ha ocupado cargos fiduciarios en empresas que "retocaron" sus declaraciones financieras o contribuyeron a la crisis mundial, o ambas cosas. Nada de esto fue debatido por los grandes medios al momento de ser seleccionados.
Richard Parsons, el vínculo Obama-CNN
Richard Parsons, el presidente de Times-Warner Inc., propietaria de CNN, también director de Citigroup, ocupaba un puesto ejecutivo más bajo cuando la empresa mediática fue sancionada en 2004 por la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC) por fraudes contables. El Washington Post informó el 13 de abril 2004 que la SEC acusó a Times-Warner de falsificar sus réditos contables en 2002, ocultando más de 400 millones de dólares ganados en publicidad después de su fusión con America Online (AOL) en 2001.
Por coincidencia, al día siguiente de la elección presidencial, el 5 de noviembre 2008, en lo más álgido de la crisis, el grupo mediático Time-Warner anunció ganancias de 1.100 millones de dólares para el tercer trimestre, por las ventas publicitarias de sus redes de televisión por cable como CNN y HBO y la película de Batman "The Dark Knight" (El Caballero Oscuro). Estas ganancias de 30 centavos de dólar por acción resultan 22,22% más altas que los 900 millones de dólares, o 24 centavos por papel, obtenidos en igual período del año pasado, según un comunicado de Time Warner.
El conglomerado Times-Warner, que también controla los estudios de cine Warner Bros, no ganó más porque tuvo que indemnizar muchos despidos en la editorial Time Inc. (Revista Time) y en New Line Cinema, pero aún espera ganancias de 5% para todo el 2008, en medio de la crisis. Sus ingresos ascendieron a 11.700 millones de dólares aportados en gran parte por la cadena de cable CNN, "que se benefició de altos índices de sintonía por su cobertura de la elección presidencial en Estados Unidos. Los ingresos por los anuncios de cable y suscriptores crecieron un 9 y un 10 por ciento, respectivamente", indicó la compañía.
El filme de Batman fue uno de los más taquilleros de la historia y hasta noviembre había recaudado cerca de 1.000 millones de dólares en la venta de entradas a nivel mundial. La película ayudó a elevar las ganancias de la compañía en un 6 por ciento.
Who is who?
Robert Rubin tiene un controvertido pedigree contable: fue presidente del comité ejecutivo de Citigroup Inc. cuando este banco publicó trabajos falsos de investigación de analistas, ayudó a la Enron Corporation a disfrazar sus libros, fue sorprendido maquillando los suyos, fue director en Ford Motor Co. (2000-2006), que también cometió faltas contables, y ahora cabildea a favor del rescate de esa compañía automotriz y del Citigroup.
Anne Mulcahy, reponsable ejecutiva de Xerox y directora en el Citigroup, al igual que Parsons tenía un puesto de menor rango cuando la SEC también sancionó a su compañía por fraudes contables en 2002. Mulcahy y Parsons también fueron directores de Fannie Mae cuando la empresa estaba infringiendo reglas contables.
William Daley, el ex secretario de Comercio, tiene también un historial controvertido: pertenece al comité ejecutivo de JP Morgan Chase & Co., uno de los 9 grandes bancos que acaban de recibir 125.000 millones del presupuesto de rescate del Tesoro, junto con Citigroup.
Laura Tyson, ex asesora económica de la Casa Blanca, fue directora durante diez años del banco de inversiones Morgan Stanley, castigado en 2004 por la SEC por violaciones contables y beneficiario desde hace un mes de 10.000 millones de dólares del Departamento del Tesoro.
Penny Pritzker, la encargada nacional de finanzas de la campaña de Obama, formó parte del consejo de administración de la sociedad de cartera del prestamista subprime Superior Bank FSB, una entidad financiera más entre las causantes de la actual crisis. Además, en 2001 la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) adquirió el control de la Caja de Ahorros del Área de Chicago, donde su familia tenía una participación de 50%. Los dueños de la Caja de Ahorro se comprometieron a pagarle al Gobierno Federal 460 millones de dólares en un plazo de 15 años para cubrir las pérdidas que tuvo la FDIC al comprar una entidad quebrada.
Warren Buffet, considerado entre "las personalidades más brillantes" del grupo de asesores de Obama, tiene también su historia: estuvo en la comisión de auditoría del consejo de administración de Coca Cola Co. cuando la SEC concluyó que el fabricante de refrescos había engañado a los inversores sobre sus beneficios. También fue investigado por la SEC en 1974, que sospechaba un "conflicto de interés" en la fusión de Berkshire pero salió ileso.
William Donaldson fue presidente de la SEC cuando esta comisión que "vigila" el mercado bursátil autorizó en 2004 que los grandes bancos de Wall Street "apalancaran" sus balances más allá de cualquier prudencia, es decir, que vendieran paquetes de deudas respaldados por más deuda. Entre los beneficiados estuvieron Lehman Brothers Holdings Inc. y Bear Stearns Cos., los dos grandes bancos que primero quebraron y desataron la crisis financiera.
Donaldson estuvo de 1998 a 2001 en la comisión de auditoría de un proveedor de servicios gratuitos de correo electrónico llamado Mail.com Inc. Justo antes de que abandonara la SEC, en 2005, esta misma agencia disciplinó a la empresa de correo por violaciones contables producidas durante la gestión del mismísimo Donaldson.
El jefe de Gabinete
Rahm Emanuel, el congresista de Illinois que fue director de Freddie Mac en 2000 y 2001 mientras la entidad hipotecaria cometía fraude contable. El periodista Jonathan Weil, escribió en ElBoletín.es: "Idealmente, este cargo debería ocuparlo alguien a quien no se pueda engañar fácilmente. Piénsenlo: de toda la gente que Obama podría haber elegido para jefe de gabinete, ¿no pudo encontrar a alguien que no hubiera formado parte del consejo de administración de Freddie Mac?
Rahm Israel Emanuel, de 48 años, demócrata del lobby sionista, nacido en Illinois, recibió su maestría en locución y comunicación en la universidad Northwestern en 1985. Amigo cercano de David Axelrod, jefe de estrategia de la campaña presidencial de Obama, dirigió campañas de congresistas demócratas y llegó a ser asesor de Bill Clinton después que le consiguió donaciones de la comunidad judía por 72 millones de dólares para la campaña de 1992. Estuvo en la Casa Blanca de 1993 a 1998, primero como "ayudante del Presidente", después como "consejero mayor para política y estrategia"
En 1998 ingresó al banco de inversiones Wasserstein Perella (ahora Dresdner Kleinwort), donde permaneció hasta 2002, llegando a ser director gerente de la oficina de Chicago en 1999, donde se hizo de 16,2 millones de dólares en 2 años y medio de trabajo como banquero, según su declaración jurada al Congreso, cuando se convirtió en legislador. Trabajó en 8 compras relevantes para Wasserstein Perella, entre otras, Commonwealth Edison, de Peco Energy, y GTCR Golder Rauner, de SecurityLink, unidad de seguros inmobiliarios de Communications.
En 2000, Clinton lo nombró en la junta directiva de la hoy quebrada Corporación Federal de Hipotecas de Préstamos para la Vivienda, más conocida como "Freddie Mac". En 2000 ganaba US$ 31.060 al mes, pero en 2001 aumentó a US$ 231.655 y mientras estaba en ese casrgo, Freddie Mac fue involucrada en un escándalo por pagos de contribuciones a campañas electorales demócratas e irregularidades en la contabilidad. El organismo regulador del sector hipotecario (OFHEO, su sigla en inglés), acusó a la junta directiva de Freddie Mac de "fallas en su deber al no prestar atención a las materias sometidas a su responsabilidad". Emanuel renunció al directorio en 2001, cuando se convirtió en representante del 5° distrito de Illinois ante la cámara baja.
Una ilusión que se esfuma
Weil escribió que el presidente electo necesita asesores nuevos y rápido, para evitar que su gestión sea más de lo mismo. "Estamos pasando por una crisis de confianza en el capitalismo estadounidense", dijo. "Estas no son las personas indicadas para restaurar su sentido del honor. Muchos de ellos deberían ser citados como testigos esenciales de inmediato, no incluidos en el círculo íntimo de Obama. ¿Acaso no aprendió Obama nada de la desdichada selección de James Johnson, ex jefe de Fannie Mae, para encabezar su comité de búsqueda de un candidato a vicepresidente?"
"¿Piensa que gente como Robert Rubin o Richard Parsons ofrecerán buenos consejos sobre cómo evitar que banqueros deshonestos o directores distraídos hundan nuestra economía?", editorializó Weil. "¿O que no confundan las necesidades del país con sus propios intereses? ¿O que la gente que nos llevó a esta larga pesadilla financiera tiene idea de cómo rescatarnos?".
Esta claro que todos los esfuerzos "por superar la crisis" se orientan a salvar a los banqueros del Viejo y el Nuevo mundo, a un costo estimado de 3 millones de millones de dólares. Con el 10% de esa suma podrían haberse alcanzado las metas del milenio contra la pobreza, o cubrir los 30 mil millones de dólares que pidió la FAO para enfrentar el hambre y los 20 mil millones solicitados por la OMS para vacunas de gente pobre del tercer mundo. Pero cuando sufren los pobres no hay crisis. Cuando tiemblan los ricos… sí hay crisis y severa.
Pero Weil todavía cree en Obama. Dijo el presidente electo "ha creado la esperanza de que EEUU puede volver a representar todo lo que es bueno en el mundo. No es muy tarde para cambiar de rumbo. Sería bueno empezar por deshacerse de este grupo de asesores". ¿Cómo? Si este grupo le financió los mil millones de dólares que ahora se dice que gastó en su campaña…
En política exterior y respecto a Irán, Obama repitió que se opone "al desarrollo de armas nucleares y el apoyo a organizaciones terroristas por parte de Irán". Pareciera que el mapa de ese país está dibujado para la próxima guerra que reclama el complejo militar industrial. Se habla mucho de la inminente caída de las grandes compañías automotrices, con General Motors a la cabeza, pero no se ha escuchado ninguna queja de las empresas militar-industriales: Lockheed Martin, Boeing, Northrop Grumman, General Dynamics, Halliburton, Raytheon, United Technologies, Science Applications International Corporation, Computer Sciences Corporation y muchas otras mega-compañías que fabrican máquinas de guerra para el Pentágono. Y podría ser porque los directivos de los 10 megagrupos que controlan la información y el entretenimiento, incluido Time-Warner Inc., también se sientan en los directorios del complejo militar industrial, que hoy también es mediático.
Obama dijo que todavía no examinaba una carta del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad, pero que pensaba "responder adecuadamente", añadiendo que EEUU sólo "tiene un presidente a la vez en el cargo". Obama debe ser "elegido" por el Colegio Electoral el 15 de diciembre y asumirá el 20 de enero. Sabe que existe interés por saber quiénes integrarán su gabinete, pero dijo que los anunciará "en las próximas semanas".
La obvia estela de Bill Clinton
Por lo que sabemos a esta hora, los nombramientos de sus principales asesores (los que asegurarán la transición hasta el 20 de enero, cuando asumirá plenamente sus poderes, relevando a George W. Bush) y los rumores sobre los altos cargos de su primer Gobierno apuntan a que Barack Obama mantiene la línea iniciada con la elección de Biden: la experiencia. Entre los nombres que se anuncian, además de sus leales Rahm Emanuel (como jefe del Gabinete) y David Axelrod (estratega de su campaña), están (a falta de confirmación) personajes ligados directamente a Bill Clinton como Gregory Craig (que lo defendió durante el impeachment por el caso Lewinsky), James Steinberg (viceconsejero de Seguridad), Jason Furman (asesor económico) o Mona Stuphen, Anthony Lake o Susan Rice (que fueron integrantes del Consejo Nacional de Seguridad de Clinton). Como posible fiscal general se menciona a Eric Holder; como secretario de Comercio a Bill Richardson, a Timothy Geithner al frente del Tesoro y a la archiconocida Hillary Clinton como todopoderosa secretaria de Estado. Pero, además de la experiencia, todos ellos tienen, además, otro común denominador: representan al centro-derecha del partido (o del espectro ideológico), con todos los lazos políticos, económicos y financieros que ello supone.
Curiosamente, los primeros pasos del presidente electo se asemejan bastante a los que protagonizó, hace dieciséis años, Bill Clinton. Tras una campaña en la que repitió el lema «Primero el pueblo» como si de un mantra se tratara, Clinton realizó un serie de nombramientos claves (Lloyd Bentsen, Mickey Kantor o Warren Christopher, por ejemplo) que reflejaron, más bien, su compromiso con las grandes corporaciones del poder económico entonces (y ahora) vigente. Clinton se escoró enseguida hacia la derecha de su partido, aunque, curiosamente, muchos europeos siguen creyendo aún hoy que se trató de un presidente de izquierdas, lo que, entre otras cosas, demuestra una vez más lo permeables que seguimos siendo a las operaciones mediáticas de algunos grandes grupos de comunicación. Esta situación fue descrita ya en 1993 con indudable inteligencia por la escritora y columnista Barbara Ehrenreich, quien subrayó que el golpe a la izquierda de Bill Clinton, simplemente, «nunca ha sucedido». Pero Ehrenreich puso sobre el tapete una cuestión que también podría aplicarse hoy a Europa: «Quizás hace ya mucho tiempo que hemos olvidado lo que significa `izquierda´».
En la línea de las primeras designaciones de Clinton, los expertos consideran que al menos la mitad del equipo económico de transición de Barack Obama tiene también lazos directos con las grandes compañías y con Wall Street; por ningún lado aparece alguien que pueda reclamarse representante de los trabajadores.
Algunos precedentes inquietantes
Si nos alejamos del personaje, de la figura, es mucho más fácil saber a qué atenernos en base a unos pocos ejemplos: Barack Obama votó a favor de confirmar la Patriot Act (que restringe derechos, garantías y libertades constitucionales, a fin de ampliar el poder represivo del Estado sin la intervención del poder judicial, con la excusa de la seguridad nacional y la lucha contra el terrorismo) en 2006; votó a favor del Foreign Intelligence Surveillance Act, cuya enmienda en 2008 otorga aún mayor impunidad a la red de espionaje -interna y externa- estadounidense; y votó muchas veces a favor de nuevos fondos para la guerra. Ahora, uno de los primeros exámenes que la Administración Obama deberá superar si quiere hacer creer realmente que está dispuesto a terminar con la era Bush, llegará precisamente cuando tenga que abordar varias sentencias judiciales que le exigirán hacer público material de los servicios secretos sobre casos de espionaje a ciudadanos estadounidenses. Tendrá dos opciones: invocar, como Bush, la seguridad nacional, o comenzar a restaurar derechos y libertades.
En espera de sus primeras decisiones, incluso en estos momentos de euforia colectiva por su elección, muchos le reprochan ya haber pasado del esperanzador «Change we can believe in» al mucho más conocido y triste «Business as usual». Obama ha podido crearse una imagen que muchos identifican con el cambio, pero la imagen no es suficiente, debe exigírsele muchísimo más.
1) La mayoría de los funcionarios que van a integrar el gabinete de Obama (más del 80%) pertenecieron al gobierno del ex presidente Bill Clinton,
2) Los niveles de decisión estratégica (los puestos claves) de la Casa Blanca van estar en manos de reconocidos operadores del lobby sionista bancario de Nueva York.
Las cuatro áreas principales de gobierno (la Jefatura de Gabinete, el Departamento de Estado, el Tesoro y la Vicepresidencia) serán ocupadas por funcionarios leales a Clinton, incluida su mujer, Hillary, que controlará la política exterior.
La política militar y el Departamento de Defensa (el Pentágono) previsiblemente también va a estar en manos de un representante de la causa imperial sionista.
En definitiva, y más allá de cualquier análisis, la presencia del lobby alrededor de Obama es contundente. Y Bill Clinton ya se ha convertido en la "sombra" detrás del poder.
La realidad indica que finalmente terminó imperando la lógica del poder sionista: Joshep Biden, Vicepresidente (control del lobby sobre la Casa Blanca), Rahm Emanuel, jefe de Gabinete (control del lobby sobre el entorno de Obama), Timothy Geithner, secretario del Tesoro (control de lobby sobre el Sistema de la Reserva Federal), e Hillary Clinton, secretaria de Estado (control del lobby sobre la política Exterior).
El máximo nivel de decisión política, las áreas de ejecución presidencial y el entorno del presidente, el máximo nivel de decisión económica financiera, y el diseño y la ejecución de la política exterior (el corazón del Imperio) van a estar en manos de operadores del lobby sionista (en versión liberal) de la "gran manzana" bancaria de Nueva York.
Faltaría llenar el casillero de la secretaria de Defensa (el Pentágono) para cerrar el círculo. La Casa Blanca (el poder político), el Tesoro (el poder financiero), el departamento de Estado (el poder imperial) y el Pentágono (el poder militar) responderán a los intereses estratégicos del lobby judío que gobernará EEUU con Obama como la "frutilla de la torta".
Como dicen los especialistas, se van los "petroleros" y llegan los "bancarios". El Complejo Militar Industrial cede espacio en la Casa Blanca, y ahora hegemoniza Wall Street. Se van los "neocon" y llegan los "liberales":
En cuanto a las carteras de Justicia y Comercio, deberían quedar bajo el mando de Eric Holder y Bill Richardson, respectivamente, sionistas pro-israelíes confesos provenientes del gabinete de Clinton.
"Al parecer, los nuevos rostros no tienen ninguna oportunidad de integrar el gabinete de Obama", señaló el portavoz del Comité nacional del Partido Republicano, Alex Conant.
"El gabinete de Barack Obama empieza a parecerse a un encuentro de "clintonianos", añadió.
En un editorial, el diario conservador The New York Post baraja asimismo las ironía: "Felicitaciones a Hillary (y Bill) Clinton, que parecen haber ganado las elecciones presidenciales, a pesar de los resultados oficiales del 4 de noviembre".
Si bien la prensa y los analistas conservadores destacan con letras de molde la alevosa composición "clintoniana" que va a tener el futuro gabinete de Obama, la "gran prensa" que apoyó su candidatura (como es el caso de The Washington Post y The New York Times) mantiene un sugestivo "silencio" frente a las críticas republicanas.
Hillary Clinton, como estaba previsto, será la nueva secretaria de Estado de EEUU del gobierno de Obama.
Según The New York Times, Hillary Clinton aceptó ser la próxima secretaria de Estado y la cadena de televisión NBC reveló que el lunes el equipo de Obama anunciará que el próximo secretario del Tesoro será el actual presidente de la Reserva Federal de Nueva York, Timothy Geithner.
Bill Clinton fue el arquitecto de la "burbuja financiera", piloteó la expansión de los negocios en la ex "cortina de hierro", y le dejó expedito el camino a Bush para que iniciara la era de la "guerra contraterrorista" y de las guerras de conquista petrolera en Medio Oriente y Eurasia.
Durante la era Clinton se consolidó la "apertura de mercados" en el ex espacio soviético: Los bancos y corporaciones capitalistas se expandieron por las ex repúblicas socialistas y se apoderaron de sus mercados y de sus recursos naturales (incluidos redes de oleoductos petroleros y gasíferos) desmembrando el poder económico de la Federación Rusa.
La administración Clinton, en alianza con la UE-OTAN, complementó la estrategia de "toma de mercados" con una política de ocupación de los ex espacios soviéticos mediante conspiraciones golpistas que instalaron gobiernos "prooccidentales" en las ex repúblicas socialistas. Además, consolidó su estrategia geopolítica militar en la región a partir del bombardeo y desmembramiento de la ex Yugoslavia, y sentó las bases para la expansión en Medio Oriente a partir de los bombardeos preventivos en Irak.
La lectura formal (generalizada) del nombramiento de Hillary Clinton al frente del Departamento de Estado es que: compensa la "falta de experiencia" de Obama en decisiones estratégicas de política exterior, una calificación que los republicanos utilizaron como caballito de batalla para descalificar al candidato demócrata durante la campaña.
Pero, la realidad es que Hillary (tanto como Obama) carece de experiencia en materia de conducción de políticas del Estado imperial. La futura secretaria de Estado sólo acredita como experiencia válida los ocho años que ejerció como Primera Dama al lado de su esposo, el ex presidente Bill Clinton, hoy sindicado como jefe político del lobby que rodea a Obama.
Pero la presencia de Hillary Clinton en un área clave de la política imperial obedece a cuatro razones principales:
A) Hillary fue la "candidata presidencial" original del lobby, que solo optó por Obama cuando la senadora comenzó a caer en las encuestas.
B) Hillary es el reaseguro de la continuidad del enfoque pro-israelí de la política exterior.
C) Hillary legitima y amplia el consenso interno de Obama, tanto en el Partido Demócrata como en la capa mayoritaria de los votantes blancos, negros y latinos.
D) Hillary es judía y militante sionista. Compensa, no la "falta de experiencia de Obama", sino la falta de militancia de Obama en la causa sionista. Hillary es el reaseguro de que las líneas directrices de las políticas del "Gran Israel" seguirán vigentes en Medio Oriente y en el resto del mundo.
Y hay otra razón de peso (lógico y funcional) para que Hillary sea la nueva secretaria de Estado: Es la mujer de Clinton, y piensa con el cerebro de Clinton.
La continuidad del negocio con el "salvataje"
En cuanto al otro puesto clave, el Tesoro, la columna vertebral del sionismo financiero que (junto a la Reserva Federal) controla al Imperio estadounidense, será ocupado (no por casualidad) por Timothy Geithner, actual presidente de la estratégica Reserva Federal de Nueva York donde se encuentran las casas centrales de los 100 principales bancos y entidades financieras de EEUU.
El demócrata Obama planea nombrar a Geithner, de 47 años, como secretario del Tesoro, mientras que Lawrence Summers, de 53, será el director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, según dijo el sábado un miembro de su equipo de transición.
Ambos fueron miembros del gobierno de Bill Clinton, e integraron, junto con Rubin, las líneas estratégicas del plan de "apertura económica y "libre mercado" que terminó configurando el reinado de la especulación financiera a escala global.
Tanto Geithner como Summers representan el más alto nivel de decisión del lobby sionista bancario con central en Nueva York, y su nombramiento al lado de Obama es la señal más clara de que el lobby apunta a privilegiar el sector financiero en crisis como centro de su gestión.
Summers, quien fue secretario del Tesoro con Clinton, diseñó para Obama su estrategia de "respuesta a la crisis financiera" durante la campaña, y jugará un destacado papel al elaborar la política económica y coordinar a los asesores de su Gobierno.
Geithner, el actual presidente de la Reserva Federal de Nueva York donde se encuentran los pulpos gigantes beneficiados con el plan de rescate financiero de US$ 700.000 millones de Bush, será el sucesor de Paulson.
En este escenario, será el continuador del plan de "crisis" de Bush para rescatar a las entidades quebradas y que dio curso a un formidable negocio financiero de los bancos privados del Sistema de la Reserva Federal (liderado por la Reserva de Nueva York) que fue posibilitado por la corrupción y el lobby bancario sobre los políticos, incluidos los candidatos presidenciales.
De acuerdo con Center of Responsive Politics (Centro para Políticas Responsables), los legisladores que votaron a favor del plan de rescate en el Congreso de EEUU reciben como promedio un 50% más en donativos de los bancos de Wall Street y otras entidades financieras que quienes votaron en contra.
La presencia de Geithner como nuevo secretario del Tesoro es la prueba más contundente de la continuidad del plan de rescate financiero de Bush (y del macro negocio financiero que conlleva) durante la gestión de Obama.
Geithner, como secretario del Tesoro, posibilita que, y con garantía del Estado norteamericano, el conjunto de bancos privados que conforman la Reserva Federal seguirán actuando en la práctica (y dentro del esquema funcional del "súper-rescate" emprendido por el Gobierno federal) como una supra-entidad prestataria que manejará un fondo billonario orientado a hacer negocios (también billonarios) con los cadáveres dejados por el colapso financiero en EEUU.
Pero, y tal como lo resalta la prensa norteamericana, Obama planea elevar el monto del "rescate" (o sea del negocio).
Según The Wall Street Journal, congresistas del partido Demócrata estadounidense estudian dar su respaldo a un billonario plan de "estímulo económico" diseñado por Geithner y Summer con el que el gobierno de Obama intentará "salir de la recesión" por la que atraviesa ese país.
Como ya viene sucediendo con el plan de Bush-Paulson, el "plan de estímulo" de Obama centra su eje funcional en la normalización del sector financiero como meta para restaurar a la economía real en crisis .
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, indicó que los economistas del equipo de Obama sugirieron la necesidad de adoptar un plan valorado en "cientos de miles de millones" de dólares.
Por supuesto que, ni la prensa conservadora ni las usinas republicanas, revelan este "detalle" (del macro negocio capitalista con la crisis) cuando critican a Obama por haber convertido su gabinete en el "regreso de Bill Clinton".
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