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Geopolítica de USA: El buque hace agua |
Cuando, el 8 de agosto pasado, el ejército de Georgia invadía a Osetia del Sur y bombardeaba su capital, Tsjinvali, dejando una estela de casi dos mil muertos y provocando el éxodo de decenas de miles de vecinos, comenzaba a ejecutarse, cual rito vergonzante -el fin andaba, anda oculto-, una nueva etapa de la estrategia de dominación yanqui en el Cáucaso, como eslabón imprescindible en la ambiciosa geofagia del Tío Sam.
Y cuando el gobierno de Moscú respondía al pedido de auxilio de los atacados, con una contraofensiva relampagueante, demoledora, enviaba al mundo desde puntos ocupados en el interior de la república invasora un claro mensaje de que Rusia vuelve a la liza geopolítica con increíbles bríos, y que no está dispuesta a permitir la expansión de Estados Unidos y la OTAN en sus fronteras. Al menos, ello es consenso entre diversos analistas, muchos de los cuales aún se ocupan en desmontar la gigantesca campaña de desinformación que propone el estereotipo mental de la agresora Georgia como víctima de Misha, “el osezno que sueña con su antigua condición de oso”.
Ante la avalancha de falacias y acaso medias verdades, atentos observadores como Miguel Urbano Rodríguez (sitio digital La Haine) subrayan que soldados y oficiales de la fuerza de estabilización internacional presente en el territorio osetio fueron abatidos durante la embestida, y que las tropas enviadas por el Kremlin se mantuvieron en las profundidades de Georgia para acelerar las negociaciones tendentes a garantizar la paz real. Ambigüedades en el texto del Acuerdo firmado permitieron actitudes desafiantes del presidente Mijail Saakashvili, las cuales motivaron algún retraso en la retirada del contingente ruso, dice Rodríguez.
Y dice correctamente. Claro que Saakashvili se las da de bravo, si bien una “malhadada” televisora lo ha exhibido aterrorizado, entre sus guardaespaldas, ante un ruido que el imaginó proveniente de aviones rusos del Armagedón. Y se las da de tal con todas las de la ley, porque muchos coinciden en que este “mandatario de bolsillo de George W. Bush” (por cierto, en las solemnidades de su país suele hablar en el inglés de estudiante en USA) contaba con el visto bueno de la Casa Blanca y Occidente, que en su momento lo instalaron en el poder por medio de un “golpe de Estado blando”, la “revolución rosa” patrocinada por intermedio de “fundaciones”, fondos para una supuesta ayuda al Tercer Mundo y ONG europeas, canadienses y norteamericanas.
Esta “clamorosa revolución”, nos recuerda en aporrea.org el colega Víctor Wilches, resulta en no tan última instancia un ardid para establecer, o apuntalar, la hegemonía mundial que busca Washington, acezante, mediante aparatos camuflados de buenas intenciones como la Fundación Nacional por la Democracia (NED), controlada por los halcones-gallina de Bush y experta en asignar cuantiosas sumas monetarias para la compra de supuestos opositores. Fundación experta también en amañar elecciones e instruir a los grandes medios sobre el mensaje favorable a la “oposición democrática”, para establecer regímenes políticos amigos de Estados Unidos.
Es tal el grado de manipulación de los heraldos del Imperio que, en el caso de la guerra emprendida por Bush y Saakashvili llegaron al fariseísmo de presentar como pertenecientes a la georgiana ciudad de Gori dantescas fotografías, de desolación y muerte de civiles, tomadas en Tsjinvali al paso de las tropas enviadas por Tbilisi.
Ahora, ni la campaña antirusa; ni la alharaca del presidente Bush, la secretaria de Estado Condoleezza Rice, la canciller alemana, Angela Merkel, y otros conspicuos dirigentes de la Unión Europea, han impedido que la verdad reluzca entre el dédalo de falsedades: desde la caída de la Unión Soviética, las políticas de la Oficina Oval han rezumado el propósito de cercar a Rusia de Estados hostiles, lacayos de EE.UU.
En la región del Cáucaso, las energías se han centrado en la injerencia en los asuntos internos de Azerbaiyán, Ucrania y Georgia, y de la propia Rusia, donde fuerzas sumamente interesadas apoyan al fundamentalismo islamista y a los separatistas de Chechenia.
Como si no bastara, el puntillazo final: los desvelos de Estados Unidos, al mando de Occidente, han fructificado con el saqueo y la privatización acelerada de todos los recursos estatales de las antiguas repúblicas socialistas -quizás con la honorable y anatematizada excepción de Belarús-, para lo cual se creó el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, con el “angélico” fin de “favorecer la transición a una economía de mercado y promover la iniciativa privada”.
A estas alturas, ningún analista de claro entendimiento duda de que la guerra lanzada por el gabinete de Tbilisi tenía como objetivo prioritario controlar lo más rápidamente posible el minúsculo territorio de Osetia del Sur, separado de su hermana Osetia del Norte por una decisión administrativa de la época de Iósif Stalin, para pasar a emprender el sometimiento de la otra provincia separatista, la república autónoma de Abjasia, con el seguro amparo de la Unión Europea y Washington, que exigirían el inmediato cese de las hostilidades. Ante el hecho consumado, Moscú se vería obligada a aceptar la nueva realidad: Estados Unidos campeando por sus respetos sobre el Cáucaso, el mar Caspio y el mar Negro. Estados Unidos, dueño de los inmensos recursos petrolíferos y gasíferos de la región y de largos corredores por donde trasiega buena parte de los hidrocarburos hacia el mercado internacional.
Más allá de Osetia
Pecaría cuando menos de débil visual quien no percibiera en este entuerto otras aristas, superpuestas capas de causas y efectos. No en balde muchos estiman que la derrota del ejército georgiano -a pesar de que Tbilisi congrega una ayuda militar gringa solo sobrepasada por la destinada a Tel Aviv- hace que la estrategia de domeñar a Rusia semeje una barca que se inunda, aunque sus tripulantes se las arreglen para achicar desesperadamente.
Y eso que el anhelo tiene el olor “santificado” de lo añejo. Porque, si atendemos al politólogo Heinz Dieterich, ya el presidente Bill Clinton desechó la opción posible de integrar a Rusia en la Unión Europea y la OTAN, y, contra la opinión del propio Jonh Kenneth Galbraith, fundador de las dos doctrinas fundamentales de la política imperial estadounidense -el Grand Area y el Containment (contención)-, se rindió a estas en lo que viene a constituir la reedición de la Guerra Fría. O sea: “el brazo militar del imperialismo trasatlántico, la OTAN, reforzado por Israel, debía amenazar directamente a Rusia desde su fronteras. Balcanización y cordon sanitaire militar, apoyado en la amenaza nuclear antimisilística (Star wars)”, que hoy involucra a antiguos aliados de la URSS como Polonia y la República Checa, “fue la política de Clinton durante ocho años, en el ajedrez de la dominación mundial”.
Sin embargo, apostilla nuestra fuente, el propósito empezó a fallar cuando el entonces presidente Vladimir Putin recuperó el Estado ruso del control de la mafia y de Occidente, bloqueando el importante “paso transcaucásico conquistador”, que Washington había planeado a través de la separación de Chechenia. Con los consabidos reveses en Iraq, Afganistán y Paquistán, la camarilla encabezada por el dúo Cheney-Bush decidió dar el golpe reparador en el Cáucaso, para lo cual creó una fuerza de choque georgiana mediante instructores norteamericanos, la armó y le dio experiencia de combate en las planicies mesopotámicas. No satisfecha, estacionó avanzadas fuerzas misilísticas ucranianas en Georgia y aprovechó la distracción mundial de los juegos olímpicos de Pekín y la ausencia de Moscú de Putin (ahora primer ministro) y Medvédev (flamante presidente) para el ataque con artillería pesada que se cebó en Tsjinvali.
Solo que los grandes estrategas occidentales no previeron la manera mesurada y fría, rápida, con que el Gobierno moscovita liquidaría la intriga imperial-oligárquica, como la califica Dieterich, en el nivel planteado: el militar. Manera que se extiende, con el reconocimiento de la independencia de Osetia del Sur y Abjasia, el anuncio de que esta última rubricará un acuerdo sobre el emplazamiento de bases militares de la Federación euroasiática en su territorio, “para protegerse de una agresión”, e incluso con el manifiesto interés de Osetia del Sur de unirse a Osetia del Norte, en el seno de la madre Rusia. Madre, porque los antecesores de los osetios provienen de las estepas del río Don.
Lecciones del diferendo
Conforme a algunos analistas, cuestiones como la presencia de buques de la OTAN en el mar Negro no han permitido, incluso ni a las autoridades moscovitas, percibir en toda su magnitud el hecho de que el potencial militar de la Alianza se va reduciendo raudo; que, lejos de fortalecerla, la ampliación hacia el Este la debilita. No se percibe en su real significado, insisten los comentaristas, que casi todos los países de Europa continental envían cada vez más reducidos contingentes a Afganistán, o simplemente se niegan a combatir. Mientras tanto, el número de anglosajones no alcanza para dos guerras simultáneas: la iraquí y la afgana.
La invasión de Osetia del Sur por Georgia no hace más que avalar la aseveración de debilitamiento, pues, aunque todos los miembros de la OTAN se solidarizaron enteramente con Tbilisi, la asociación no le brindó ayuda militar alguna durante la guerra. Ni siquiera en forma de suministro de armas, no ya la participación directa en las hostilidades.
Para calzar estas apreciaciones, los expertos se extienden en hechos como que la OTAN no pudo adoptar una resolución política coherente sobre los sucesos, que la composición de la escuadra que arribó al mar Negro después de la conflagración volvió a ofrecer un fehaciente testimonio de la inoperancia del bloque, pues no apareció en la zona ninguno de los 17 portaaviones con que cuenta la enorme armada, con la cual la rusa no puede compararse. “Al enviar hacia las costas de Georgia una escuadra así, la OTAN demostró a Rusia que solo pretendía guardar las apariencias”, concluye uno de los articulistas que, aun si pecaran de exagerados, nos proveen de detalles para deducir que la estrategia imperial en el Cáucaso anda haciendo agua, en procelosa mar.
Prolijos argumentos estos que se entrelazan con otros, entrevistos aquí, allá y acullá, y que significan certeras estocadas al brutal unipolarismo liderado por Estados Unidos. En el criterio del colega Víctor Wilches, que compartimos en toda la línea, la primera cornada al orgullo de Washington se la propinó la insurgencia iraquí. Esta ha puesto a la superpotencia en crisis, hasta el punto que otros poderes se dieron a desafiarla abiertamente, contribuyendo a que cancaneen los planes hegemónicos. Situación que se hace más intolerable tras al resurgimiento de los talibanes (los llamados neotabilanes) en Afganistán, enseñoreados ya en más del 50 por ciento del territorio.
Segunda estocada resulta la contundente derrota militar encajada a Israel por Hezbolá, en la guerra del Líbano en el verano de 2006. Los combatientes chiitas de la resistencia obligaron a Tel Aviv a abandonar, por el momento, los deseos expansionistas de reconfiguración del Oriente Medio y la ocupación de la “nación de los cedros”, que se habría convertido en plataforma para una posterior arremetida contra Siria, y contra Irán, que se mantiene enhiesto en el propósito de desarrollo nuclear pacífico, a pesar de las amenazas yanquis. Como tercera estocada, el observador señala la acción con que Moscú cortó a EE..UU., de raíz, la ambición de convertirse en la superpotencia dominante del Cáucaso.
A estas lanzadas contra el anhelo dictatorial yanqui podrían adicionarse otras como el magistral contragolpe del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a la política desestabilizadora en América Latina, con la expulsión del embajador gringo, Patrick Duddy, en solidaridad con Bolivia, pasto de las apetencias del Imperio y de la oligarquía local. Para hacer más lancinante la herida en el flanco de la bestia, Brasil ha declarado: “No toleraremos una ruptura en el ordenamiento institucional boliviano”.
No en balde una agencia internacional de prensa afirmaba, lapidaria y premonitoriamente: “Bombardeos supersónicos rusos sobrevuelan el Caribe, Bolivia y Venezuela expulsan a los embajadores estadounidenses, y Honduras, una vez fiel aliado de Washington, es ahora amiga de Cuba, mientras el auge de la izquierda mella la influencia regional de Estados Unidos”.
Así las cosas, no desbarran precisamente quienes enarbolan el aserto de que la estrategia de Washington está trastabillando, y que con la batalla por Osetia del Sur comienza a despejarse el dilema acuciante de si una sola potencia hegemónica o el inicio explícito de un nuevo orden internacional, basado en un mundo decididamente multipolar.
¿Alguien se atrevería a desdecirlos?
Eduardo Montes de Oca

El vehículo lleno de explosivos estalló frente al cuartel de las tropas pacificadoras rusas en el centro de Tskhinval alrededor de las 16:40 horas locales (11:40 GMT) y la onda expansiva destruyó las ventanas de los edificios aledaños.
"Este ataque fue un trabajo de los servicios especiales georgianos. Este acto terrorista en Osetia del Sur prueba que Georgia no ha abandonado su política de terrorismo de Estado", aseveró Kokoity, citado en despachos de la agencia rusa de noticias Interfax.
Agregó que acciones como éstas minan los esfuerzos de la comunidad internacional para estabilizar la situación en la región y bloquear el acuerdo de paz promovido por el presidente francés Nicolas Sarkozy.
Un portavoz del Ministerio georgiano del Interior rechazó las acusaciones de las autoridades surosetias y afirmó que sólo son una provocación para mantener la tensión entre Moscú y Tbilisi.
El comandante de las fuerzas pacificadoras rusas, general Marat Kulakhmetov, confirmó a la agencia Itar-Tass que se trató del estallido de un coche que se encontraba estacionado frente al cuartel tras haber sido decomisado horas antes en una aldea georgiana.
"Dos vehículos fueron decomisados en la aldea de Ditsa esta mañana. Había cuatro personas, probablemente georgianas, en el interior de los automóviles. No portaban identificaciones pero sí armas de fuego y granadas F-1", refirió.
Tanto los vehículos como los hombres fueron trasladados al cuartel de Tskhinval, explicó Kulakhmetov al señalar que una bomba -probablemente de unos 20 kilogramos- fue plantada en uno de los dos coches en algún momento.
Este hecho ocurrió en momentos en que Rusia prepara ya su retiro militar del territorio georgiano, en línea con los acuerdos de paz que pusieron fin a los enfrentamientos armados con Georgia por la separatista Osetia del Sur.
Esa región georgiana declaró su independencia en 1992 con el apoyo de Rusia, pero sin el reconocimiento de Georgia ni de la comunidad internacional; sin embargo tras el conflicto armado de agosto pasado, Moscú la reconoció ante las críticas de Tbilisi.
El auto estalló cerca del Estado Mayor de las fuerzas rusas de mantenimiento de la paz.
Según el general, la potencia de la explosión fue de 20 kg de TNT (Trinitrotolueno).
Previamente, una portavoz del gobierno de esa región separatista prorrusa de Georgia había cifrado en seis los muertos y en cuatro los heridos.
La portavoz, Irina Gagloieva, jefa del comité de información de Osetia del Sur, explicó que el vehículo había sido confiscado a unos georgianos antes de explotar.
"Se puede suponer que es un atentado", añadió.
El presidente de Osetia del Sur, Eduard Kokoiti calificó la explosión de acto subversivo y responsabilizó a las autoridades georgianas de la autoría del atentado.
"La explosión causó la muerte de siete militares incluido el Jefe del Estado Mayor Unificado para Mantenimiento de paz en Osetia del Sur, Iván Perik", señala el documento.
En el automóvil que estalló estaban escondidos 20 kilogramos de trilita.
Ese mismo día sufrió un atentado el jefe de la Administración del distrito de Leningorski, Anatoli Marguíev. El 5 de octubre murió abaleado desde el territorio georgiano un empleado de la compañía de construcciones encargada de reparar las viviendas en Osetia del Sur.
"Da la impresión que ciertas fuerzas en Georgia no quieren que los efectivos rusos de paz transfieran tranquilamente sus funciones a los observadores de la Unión Europea", dice el comunicado de la cancillería rusa.
"Esas fuerzas hacen agravar conscientemente la situación e intentan provocar nuevas acciones bélicas en el Cáucaso", reza el texto.
Hay dos cuestiones que siguen siendo objeto de discrepancias, señaló. La primera es quien tiene la responsabilidad por lo que sucedió en agosto pasado, y la segunda tiene que ver con el reconocimiento de Osetia del Sur y Abjasia por parte de Moscú. Rusia dice que no piensa cambiar su postura al respecto pero se trata de territorios pertenecientes a Georgia y ningún país miembro del Consejo de Europa reconoció su soberanía, recordó Lluís Maria de Puig al calificar la situación actual como "un callejón sin salida".
En la noche del 7 al 8 de agosto de 2008, Georgia rompió hostilidades en Osetia del Sur, antigua autonomía que se rebeló contra Tbilisi a principios de la década anterior. El ataque georgiano redujo a ruinas la capital suroseta y provocó víctimas entre la población civil y las fuerzas de paz rusas emplazadas en la región. Moscú tuvo que enviar tropas al Cáucaso para frenar el baño de sangre.
Una vez logrado este objetivo, reconoció la independencia de Abjasia y Osetia del Sur.
"Las autoridades de Tbilisi persiguen el objetivo de agravar la situación en Samtsje-Dzhavajetia (región de mayoría poblacional armenia en Georgia), con el fin de acusar del separatismo a los armenios", declaró Artsruni a los periodistas.
"Al hacerlo, Tbilisi intenta evitar el cumplimiento de los compromisos asumidos ente la comunidad mundial en materia de protección de las minorías étnicas residentes en Georgia, incluida la armenia", dijo él, añadiendo al mismo tiempo que la reacción de la parte armenia a tales sucesos debe ser muy sopesada.
"Los pasos concretos en tal situación los deben dar las respectivas organizaciones internacionales, la diáspora armenia y la sociedad ciudadana de Armenia", subrayó.
La cancillería georgiana recordó a este respecto que Rusia "perpetró en agosto de 2008 una agresión militar contra Georgia y mantiene ocupada una parte de su territorio", por lo cual semejante inspección resulta inadmisible.
"No hay ninguna garantía de que Rusia se abstenga del intento de emprender nuevas acciones agresivas o usar en perjuicio de la seguridad nacional de Georgia la información recabada en el transcurso de tal visita de evaluación o inspección", consta en una declaración emitida por Exteriores.
En agosto pasado, Rusia envió tropas al Cáucaso para poner cese a la agresión georgiana contra Osetia del Sur. Más tarde, reconoció la independencia de esta república, así como de su par, Abjasia.
"El sargento Glújov, que presta servicio en el territorio de Osetia del Sur, fue secuestrado por los servicios secretos georgianos y trasladado a Tbilisi", comunicó Drobishevski.
El departamento militar ruso exige que Georgia devuelva al militar ruso secuestrado.
"Después que la Alianza haya apoyado al líder georgiano (Mijaíl Saakashvili) resulta difícil hablar del desarrollo de la cooperación militar", dijo Rogozin en declaraciones al periódico Krasnaia zvezda.
"Moscú rechaza las acusaciones inconsistentes y condena la política de apoyo a un régimen agresor como el de Saakashvili", manifestó.
Los países de la OTAN acusaron a Rusia del empleo desproporcionado de la fuerza durante el conflicto en el Cáucaso y anunciaron el cese de la labor en el marco del Consejo Rusia-OTAN. Además, fueron suspendidos todos los ejercicios conjuntos y las escalas de los buques de la Alianza en los puertos rusos.
Los embajadores de Rusia y de los países de la Alianza reanudaron el diálogo el 26 de enero en Bruselas.
Informó que las relaciones entre OTAN y Rusia serán examinadas en la reunión que celebrarán en marzo en Bruselas los ministros de Asuntos Exteriores de 26 países miembros de la Alianza. También asistirá la nueva secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton.
"Sea como sea, estoy satisfecho con el estado actual de las relaciones con Rusia y espero que sean exitosas en el futuro", expresó el secretario general de la OTAN.
Anteriormente, Rogozin comunicó que el relanzamiento del diálogo entre la OTAN y Rusia será objeto de discusión durante una entrevista que el jefe de la Alianza, Jaap de Hoop Scheffer, mantendrá el próximo 6 de febrero con Serguei Ivanov, vicepresidente del Gobierno ruso. El encuentro tendrá lugar en el marco de la Conferencia de Múnich a la que Ivanov asistirá como jefe de la delegación rusa.
Las relaciones entre la Alianza del Atlántico Norte y Rusia se deterioraron después de que en agosto pasado Georgia lanzó una ofensiva militar contra Osetia del Sur y Moscú tuvo que enviar tropas al Cáucaso para imponer la paz. Los países de la Alianza calificaron como "desmesurada" esta respuesta y suspendieron las sesiones del Consejo Rusia-OTAN a todos los niveles. Rusia también frenó varios programas de cooperación. A principios de diciembre pasado, el jefe de la OTAN, Jaap De Hoop Scheffer, recibió de los países miembros la luz verde para reanimar de forma "condicionada y gradual" el diálogo con Moscú.
La sociedad georgiana se resiste a reconocer su derrota en lo concerniente a las repúblicas de Osetia del Sur y Abjasia, lo que es también un hecho importante. En este contexto, los apellidos y biografías de los ministros juegan un papel absolutamente secundario.
Finalmente, el futuro político de Saakashvili se decidirá en una capital que no será Tbilisi. Actualmente, en Washington se está evaluando la herencia que a Barack Obama le dejaron los neoconservadores. En este sentido se analizan muy seriamente las consecuencias del apoyo al régimen de Saakashvili que pueden provocar una nueva confrontación con Rusia y de si realmente vale la pena secundar a la "flamante democracia" en Georgia.
No se puede esperar que la política estadounidense de un giro de 180 grados. EEUU no tiene esa tradición. Pero es muy posible que la administración Obama haga ciertas correcciones al respecto, las cuales pudieran provocar serios cambios en Georgia. Precisamente estas correcciones serán objeto de análisis más importante que pronósticos relativos a los nuevos enroques en Tbilisi.
"Después que la Alianza haya apoyado al líder georgiano (Mijaíl Saakashvili) resulta difícil hablar del desarrollo de la cooperación militar", dijo Rogozin en declaraciones al periódico Krasnaia zvezda.
"Moscú rechaza las acusaciones inconsistentes y condena la política de apoyo a un régimen agresor como el de Saakashvili", manifestó.
Los países de la OTAN acusaron a Rusia del empleo desproporcionado de la fuerza durante el conflicto en el Cáucaso y anunciaron el cese de la labor en el marco del Consejo Rusia-OTAN. Además, fueron suspendidos todos los ejercicios conjuntos y las escalas de los buques de la Alianza en los puertos rusos.
Los embajadores de Rusia y de los países de la Alianza reanudaron el diálogo el 26 de enero en Bruselas.
En entrevista al diario ruso Nezavisimaya gaceta, publicada hoy, Churkin dijo que los diplomáticos rusos en la ONU están dispuestos a dialogar con sus colegas georgianos, de expresar éstos tal deseo.
Churkin también anunció que los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU están celebrando las consultas para concordar el nuevo mandato de la misión de la ONU en Georgia, cuyo mandato actual expira el 15 de febrero de 2009. Anteriormente, se denominaba como "Misión de observación de la ONU en Georgia" y sus integrantes trabajaban tanto en el territorio georgiano como en Abjasia. Pero tras el reconocimiento por Rusia de la independencia de Abjasia se presentó la necesidad jurídica de modificar el mandato y el nombre de la misión.
Rusia reconoció la independencia de Osetia del Sur y Abjasia el 26 de agosto del año pasado a solicitud de los pueblos y parlamentos de estas repúblicas autoproclamadas desde hace 15 años, tras la agresión georgiana contra el pueblo suroseta a primeros de agosto de 2008. En respuesta, Tbilisi rompió las relaciones diplomáticas con Moscú. Desde aquel entonces los dos países no mantienen contactos diplomáticos directos.
Georgia agredió el 8 de agosto de 2008 a la república independentista de Osetia del Sur. Su capital, Tsjinvali, quedó prácticamente en ruinas. Perdieron la vida civiles y miembros de las fuerzas de paz. Rusia se vio obligada a lanzar una operación de coerción a la paz en Osetia del Sur y reconoció la independencia de Osetia del Sur y de Abjasia. En respuesta, Tbilisi rompió las relaciones diplomáticas con Moscú y anunció que abandonaba la Comunidad de Estados Independientes (CEI).
Shamba expresó su esperanza de que la situación cambiará y otros Estados reconocerán finalmente la independencia de Abjasia.
"Mientras, muchos países europeos exigen que Rusia anule su decisión de reconocer a Abjasia, pero lo hacen en vano porque Moscú ya no dará marcha atrás", aseguró el canciller abjaso.
En el texto de la resolución, la presencia de la ONU se denomina simplemente como "misión de la ONU", sin concretar el aspecto geográfico, puesto que Rusia y Abjasia creen imposible dejar su nombre anterior: "Misión de observadores de Naciones Unidas en Georgia". (mas...)
La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU no menciona la integridad territorial de Georgia
La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la prórroga por cuatro meses del mandato de la misión en Transcaucasia no menciona la integridad territorial de Georgia, declaró hoy el embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin.
"El documento no menciona en ningún momento la integridad territorial de Georgia", dijo el diplomático.
Tras haber reconocido la independencia, Rusia no considera a Abjasia y Osetia del Sur parte del territorio de Georgia. (mas...)
Todos los Estados miembros son conscientes de que la OSCE tiene gran responsabilidad en las gestiones internacionales que apuntan a garantizar la estabilidad duradera en el Cáucaso Sur, manifestó la ministra griega de Exteriores, Dora Bakoyannis, quien ejerce la presidencia de turno en la OSCE.
Esta organización trabajaba en Georgia desde 1992 pero su mandato expiró a principios de este año. En diciembre pasado, Rusia se pronunció en contra de prolongarlo alegando la necesidad de una revisión a la luz del nuevo rango de Abjasia y Osetia del Sur, antiguas autonomías georgianas cuya independencia Moscú reconoció en agosto de 2008. (mas...)
Osetia del Sur detiene y expulsa a observadores de la OSCE por considerar que su mandato carece de validez
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Osetia del Sur considera que los observadores de la OSCE que operan en Georgia carecen del mandato legal para desempeñar funciones en el territorio suroseta, subrayó un comunicado de la entidad difundico hoy con motivo de la detención y expulsión de observadores de la OSCE.
"El mandato de la OSCE en Georgia para Osetia del Sur perdió su validez después de agosto de 2008", afirmó la nota del Ministerio de Asuntos Exteriores de Osetia del Sur, al comentar que policías surosetas detuvieron a dos observadores OSCE y tras la comprobación de sus documentos, se les pidió abandonar Tsjinvali.
Las autoridades de Osetia del Sur en más de una ocasión han propuesto a la OSCE celebrar consultas para regular las relaciones recíprocas y firmar un convenio que sirva de base jurídica para la actividad de la OSCE en la república caucásica.
Tropas georgianas atacaron Osetia del Sur el 8 de agosto de 2008, destruyendo una parte de su capital, Tsjinvali. Rusia, al defender a los habitantes de Osetia del Sur, muchos de los cuales recibieron la ciudadanía rusa, introdujo tropas en la república y tras cinco días de operaciones de combate desplazó a los militares georgianos de la región suroseta.
A finales de agosto, Rusia reconoció la independencia de Osetia del Sur y Abjasia. En respuesta, Georgia rompió relaciones diplomáticas con Moscú y declaró dichas repúblicas territorios ocupados. (mas...)
El mandato de los observadores de la OSCE en Georgia no se extiende a Osetia del Sur y Abjasia
La decisión del Consejo Permanente de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) de prolongar el mandato a los observadores de esa organización en Georgia no se extiende a Osetia del Sur y Abjasia, informó un comunicado de la cancillería de Rusia.
Tras reconsiderar un veto impuesto anteriormente, en la reunión del Consejo Permanente de la OSCE el pasado 12 de febrero Rusia aceptó prolongar hasta el 30 de junio de 2009 el mandato a los observadores militares de la OSCE en Georgia.
"Teniendo en cuenta la complicada situación de seguridad en las regiones de Georgia adyacentes a las fronteras de Osetia del Sur y Abjasia, la parte rusa considera que la prolongación del mandato a los observadores de la OSCE es una medida necesaria porque refuerza la seguridad en esas zonas tras la agresión de Georgia contra Osetia del Sur en agosto de 2008", dice la nota de la cancillería rusa.
Según los términos establecidos, en Georgia operarán 20 observadores militares con la misión de informar a los países miembros de la OSCE de la situación de seguridad en las zonas del territorio georgiano adyacentes a las fronteras de Osetia del Sur y Abjsaia.
Los observadores también deben controlar si Georgia cumple los compromisos de mantener a sus tropas y armamento en las guarniciones de dislocación permanente según los acuerdos Medvédev-Sarkoszi firmados por Rusia y Georgia con mediación de la UE el 12 de agosto y el 8 de septiembre de 2008. (mas...)
Georgia participó entre 2003 y 2008 en la operación internacional de mantenimiento de paz en Irak. Durante el conflicto bélico de agosto pasado en el Cáucaso, el contingente georgiano abandonó Irak y regresó a Georgia por orden del presidente y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas georgianas, Mijaíl Saakashvili. (mas...)
Georgia niega supuestas consultas para la instalación de bases de la OTAN en su territorio
El ministro georgiano de Defensa, David Sijarulidze, refutó hoy los rumores según los cuales las autoridades de Tbilisi negocian con la OTAN la instalación de bases militares en su territorio.
En declaraciones a medios de prensa georgianos en Cracovia, ciudad polaca a que llegó para participar en una reunión de la Comisión Georgia-OTAN, el ministro dijo que no hubo negociaciones sobre el emplazamiento de una base militar de la Alianza Atlántica en el territorio georgiano.
"Georgia propone a la Alianza utilizar su territorio como vía alternativa de tránsito hacia Afganistán. Las autoridades de Tbilisi confirman este compromiso asumido en el marco de la cooperación con la OTAN", manifestó Sijarulidze a la cadena de TV georgiana Imedi.
En la reunión de la Comisión Georgia-OTAN se discute el envío de soldados georgianos a Afganistán para participar en la operación antiterrorista internacional.
Georgia participó de 2003 a 2008 en la operación multinacional en Irak. Durante la agresión de Georgia contra Osetia del Sur en agosto del año pasado, el presidente Mijaíl Saakashvili ordenó el regreso a la patria del contingente militar georgiano de 2.000 hombres. (mas...)
La OTAN seguirá ampliándose pero tendrá presente las preocupaciones de Rusia
El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, declaró hoy que la Alianza seguirá ampliándose pero no ignorará los temores de Rusia.
"El conflicto en el Cáucaso ha convencido a algunos que las buenas relaciones con Rusia y la ampliación de la OTAN son cosas incompatibles, pero no es así", dijo Scheffer.
"La Alianza continuará su ampliación pero tendrá presente las preocupaciones de Moscú", manifestó el secretario general de la OTAN. (mas...)
"Espero que los ministros se manifiesten en apoyo a la integridad territorial de Georgia y rechacen el plan de Rusia de emplazar bases militares en el territorio georgiano", dijo el portavoz de la OTAN.
(mas...)
La OTAN se opone a los planes de Moscú de emplazar bases militares en Abjasia y Osetia del Sur
El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, declaró hoy que la Alianza se opone rotundamente a los planes de Moscú de emplazar bases militares rusas en las repúblicas caucasianas de Abjasia y Osetia del Sur.
Rusia se propone crear una base militar en Abjasia y dos más en Osetia del Sur. En cada una de las bases prestarán servicio 3.700 efectivos.
"Los ministros de Defensa de la OTAN apoyan la integridad territorial de Georgia y expresan preocupación por los planes de Moscú", dijo Scheffer en Cracovia donde se dieron cita los ministros de Defensa de la Alianza y se reunió la Comisión Georgia-OTAN.
Preguntado si la OTAN planea restablecer sus relaciones con Rusia en nivel oficial, Scheffer contestó: "Lo decidirán los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN que se reunirán a primeros de marzo en Bruselas". (mas...)
"Nosotros pudimos detener al agresor. Salvamos la vida de la población e impedimos una catástrofe humanitaria", dijo el presidente en relación la guerra emprendida por Rusia contra Georgia y que concluyó con la derrota de ejército georgiano, protagonista de la agresión.
Según el presidente ruso, los países del mundo están en el deber de impedir a toda costa que se repitan acontecimientos parecidos.
"Para impedir que se repitan ese tipo de situaciones se necesitan los esfuerzos solidarios de la comunidad internacional, y la implantación de nuevos mecanismos para conservar la seguridad internacional", subrayó el presidente ruso.
En las consultas participaron delegaciones de Rusia, Georgia, Abjasia, Osetia del Sur, la Unión Europea (UE), Estados Unidos, la ONU y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
Oficialmente, los representantes abjasios y surosetas no participan en calidad de delegados de sus respectivos países, sino a título personal, según acuerdos establecidos.
Sin embargo en la práctica, esto simplemente es una demostración de "etiqueta política" que permite a la delegación de Georgia "mantener las apariencias", porque todos, incluso los representantes de Tbilisi, comprenden perfectamente que sin la participación de Abjasia y Osetia del Sur las negociaciones en Ginebra no tendrán ningún sentido.
Hablando en términos deportivos, el cuarto round de negociaciones (como los tres anteriores) concluyó en un empate, y precisamente esta circunstancia supone el resultado más relevante del proceso negociador, que por demás, delineó o más exactamente, confirmó algunas tendencias importantes.
Antes que todo, el proceso negociador dejó de ser un evento con pronunciado contenido ideológico y muy politizado como lo fue al comienzo.
Ahora, en Ginebra predomina un trabajo rigurosamente diplomático, y en el marco de la presente ronda, la discusión se desarrolló en dos grupos de trabajo sobre temas concretos, y un debate general durante la sesión plenaria.
El primer grupo analizó los asuntos de seguridad.
Es necesario resaltar que no se discutió el estatuto de Abjasia y Osetia del Sur y tampoco asuntos globales para la regulación pacifica de este contencioso separatista.
Las conversaciones trataron sobre la organización de un control adecuado y la implantación de mecanismos para impedir nuevos incidentes en los territorios adyacentes en las líneas de separación entre Georgia, Abjasia y Osetia del Sur.
Para el efecto, en las conversaciones se recomendó que delegados rusos, georgianos, abjasios y surosetas celebren encuentros semanales en la localidad georgiana de Ergneti.
El segundo grupo se dedicó a analizar mecanismos prácticos para ayudar a los refugiados y ciudadanos expulsados de sus viviendas por la guerra, el asunto central fue cómo garantizar el libre acceso de artículos, productos y materiales indispensables para la ejecución de programas de carácter humanitario.
Cabe resaltar que como en las dos últimas rondas de negociaciones, la retórica de los delegados cada vez es más moderada y constructiva. En las ponencias ya no se escuchan expresiones como "régimen criminal", "ocupantes", "línea roja".
En las negociaciones, los participantes ya no se prepararán a "librar batalla diplomática total". Ahora predomina el principio de que cada reunión celebrada ya es un logro positivo. También vale notar que ha disminuido el interés de la prensa tanto rusa como occidental por lo que se hace en Ginebra con relación al Cáucaso.
Probablemente porque los temas de las conversaciones son muy específicos y de interés tal vez para los expertos que siguen de cerca los procesos políticos en el Cáucaso.
Si en la primera ronda de conversaciones los diplomáticos georgianos categóricamente rechazaron hablar con "agresores" (Rusia) y "separatistas" (Osetia del Sur y Abjasia), ya en la cuarta ronda ayudaron a establecer mecanismos concretos para el trabajo de los grupos.
Esto es favorable primero que todo a Abjasia y Osetia del Sur que paso a paso elevan cualitativamente su estatuto y en cada una de las rondas celebradas han demostrado posturas responsables y constructivas.
Esa labor de rutina diplomática, además de las propuestas adecuadas favorece más al reconocimiento de las dos antiguas autonomías georgianas que la ola de reconocimientos por parte de países africanos o latinoamericanos.
Para muchos ya es un hecho que el proceso de Ginebra sobre el Cáucaso es serio y durará mucho tiempo.
Ya quedó descartada de plano la ilusión de que el conflicto en el Cáucaso es un caso único que no se parece a la situación de Chipre, los Balcanes, Oriente Medio y ya nadie piensa que ese contencioso se puede solucionar únicamente con un gesto de buena voluntad expresado por Moscú.
Un resultado positivo y significante de las conversaciones de Ginebra es que todos sus participantes consideran que lo más importante es que la población que habita en esas zonas, disfrute de todos los derechos y garantías elementales, independientemente del estatuto político o el color de bandera que penda en los edificios de las entidades oficiales.
Otro aspecto positivo e importante para Rusia es que el formato de esas conversaciones le permitirá a Moscú desarrollar sus relaciones con Occidente.
Tras reconocer la independencia de Abjasia y Osetia del Sur, Rusia, no obstante quiere mantener hasta donde sea posible el estatus quo que imperaba en Europa en las últimas décadas.
Esta postura de Rusia quedó demostrada en el proceso para la solución del conflicto en la región de Alto Karabaj entre Armenia y Azerbaiyán al promover la firma de la declaración de Moscú.
Para Occidente esta declaración más que documento es un conjunto de tesis y declaraciones. Ahora Moscú intenta conservar el nuevo estatus quo surgido en el Cáucaso tras la guerra, y las conversaciones de Ginebra son un recurso muy útil para conseguirlo.
Por su parte, Occidente renunció a valorar la "guerra de los cinco días" y sus consecuencias desde el prisma "blanco-negro". Por lo visto, EEUU y la UE están dispuestos a discutir el problema del Cáucaso junto con Rusia en lugar de aislar a Moscú.
Por el momento, se puede decir que la discusión comenzó, y que es complicado pronosticar cuándo y cuál será el fin de ese proceso negociador.
Serguei Markedónov
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDIRÁ OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
"La Federación Rusa está dispuesta a apoyar la prórroga del funcionamiento de la OSCE tanto en Georgia como en Osetia del Sur en forma de dos misiones, lo que respondería a las nuevas realidades políticas y jurídicas de la región", dijo el embajador.
El país está atravesando dificultades serias: la ayuda que prometieron estadounidenses y europeos para que se "recuperaran" de la guerra no fue gran cosa, y no toda llegó a buen puerto. En Tblisi, lo mismo que en otras ciudades, se han visto ya varias manifestaciones de protesta contra las estrecheces económicas, el desempleo y el trato reservado a los refugiados de guerra. Actualmente el campo de oposición lo colman muchos antiguos e importantes aliados del presidente, que no quieren terminar a su lado en el banco de los acusados ante el inminente desastre nacional. Es más: los acusadores más encarnizados de Saakashvili son antiguos exponentes del régimen Se trata de personalidades como el ex-presidente del Parlamento, Nino Burjadadze (a quien muchos consideran el rival más distinguido, amén de aspirante a sucesor del presidente), el cual definió el gobierno en funciones como "criminal"; el precedente primer ministro Zurab Nogaideli, que tilda al presidente de "traidor y cobarde"; ex-ministros y ex-embajadores de alto rango, que han volcado acusaciones durísimas sobre la manera como se llegó a la catastrófica guerra de agosto (en realidad todos han concedido la razón a la tesis rusa, según la cual fue el régimen georgiano el que desencadenó las hostilidades esperando obtener una intervención estadounidense a su favor o ganar terreno en el campo). Otro ex-ministro, Irakli Okruashvili (responsable de defensa hasta 2007), condenado en rebeldía a 11 años de cárcel por corrupción -ahora en exilio en Francia- tras haber criticado al presidente, se prepara a desafiar al régimen regresando a su patria. Mucha gente considera que este regreso, de producirse efectivamente, señalaría el momento crucial en el que Saakashvili perdería de verdad el control de la situación y podría ser derrocado.
Entre tanto, lo que queda claro es que el respaldo y las simpatías de las que ha gozado hasta ahora su gobierno se van evaporando rápidamente. La salida de George W. Bush de la Casa Blanca supone que el principal apoyo de Saakashvili ha dejado de existir (Obama hasta ahora apenas ha mentado Georgia, y en cambio ha emprendido un proceso de rápido acercamiento con el Cremlin). Muy poca gente en Europa o en Estados Unidos puede sostener razonablemente que el presidente georgiano disfruta de consenso popular y gobierna un país estable y democrático. Al contrario: la atención occidental parece dirigirse al control del desarrollo del próximo e inevitable vuelco político. Por su parte, Moscú espera que el fruto maduro caiga si no en sus manos no demasiado lejos.
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"Sólo hay fuerzas policiales allí", precisó. Asimismo, subrayó que no tienen armas pesadas.
El segundo acuerdo "impide a Georgia introducir efectivos militares en una serie de zonas en torno a Abjasia y Osetia del Sur", declaró Haber al agregar que "este compromiso también se cumple".
Hubo varias denuncias acerca de la supuesta concentración de fuerzas georgianas en las inmediaciones de Abjasia y Osetia del Sur, señaló, pero jamás se comprobaron durante las inspecciones que los observadores de la UE hicieron sobre el terreno.
"Esperamos que EEUU, Ucrania y otros Estados que se identifican como jugadores con sentido de responsabilidad en la palestra internacional lo tengan en cuenta en su política", señaló. (mas...)
Anteriormente, la fragata visitó Sevastópol, puerto de Crimea (Ucrania).
El Klakring es el primer buque estadounidense que entra en aguas del mar Negro en 2009, luego que el último navío de la OTAN abandonó aguas de ese mar en diciembre de 2008, después de haber llegado con una misión de ayuda a Georgia, durante el conflicto con Osetia del Sur, en agosto del año pasado.
A bordo del Klakring se encuentran 15 oficiales, 190 marineros y otros militares, seis pilotos y 15 personas de personal auxiliar.
Están previstos ejercicios conjuntos y actividades culturales, incluido un match de fútbol entre la tripulación del Klakring y guardacostas de Georgia.
El 2 de abril, el capitán de la fragata, Scott Smith, y representantes de la tripulación se reunirán con el jefe de la policía fronteriza georgiana, el general Zaza Gogawa, y el director del Servicio de Guardacostas, el capitán de navío Besik Shenguelia.
Ese mismo día, a Batumi llegarán el embajador de EEUU en Georgia, John Teft, y el ministro de Defensa de Georgia, David Sijarulidze.
La fragata abandonará las aguas jurisdiccionales de Georgia el 3 de abril.
"Las Fuerzas Armadas que vamos preparando tendrán una calidad nueva", manifestó Saakashvili tras reunirse el pasado lunes con el general de la Marina James Cartright, vicepresidente del Comando Conjunto del Ejército estadounidense. "Que nadie se haga ilusiones al respecto", agregó.
Saakashvili recordó que "un 20% del territorio georgiano está ocupado, los riesgos son altos, continúan las provocaciones y la situación regional es complicada", por lo cual "Georgia seguirá adelante con la creación de un Ejército moderno y mucho más poderoso, va a incrementar el número de sus efectivos y, lo que es más importante, elevará el nivel de su adiestramiento".
Saakashvili se refirió a las repúblicas de Abjasia y Osetia del Sur, reconocidas por Rusia como Estados independientes después de que en agosto pasado el Ejército georgiano agrediera su territorio.
Para evitar una catástrofe humanitaria en Abjasia y Osetia del Sur, las tropas rusas desplazaron a los invasores georgianos, ocasionando pérdidas sensibles a su infraestructura militar.
Tras esta derrota contundente, Saakashvili asimismo subrayó que la cooperación política y militar entre Georgia y EEUU "entró en una nueva fase".
James Cartright, por su parte, aseguró que Washington va a continuar la "cooperación estratégica" con Tbilisi. El general encabeza una delegación militar estadounidense que se desplazó a Georgia para examinar la situación de su Ejército después del conflicto de agosto pasado en torno a Osetia del Sur.
Así comentó él en rueda de prensa las declaraciones del presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, sobre los planes de acrecentar el potencial militar.
"Esas palabras del señor Saakashvili, pronunciadas en el contexto de una conducta agresiva y provocadora de los militares georgianos en las zonas limítrofes con Abjasia y Osetia del Sur, no hacen sino confirmar lo obvio: Tbilisi no ha extraído enseñanzas de los acontecimientos del año pasado y se prepara a tomar revancha, por lo visto", señaló el diplomático.
"A pesar de tener opiniones distintas sobre las causas y el desarrollo de los sucesos que tuvieron lugar en agosto del año pasado, acordamos desarrollar esfuerzos por conseguir un arreglo negociado a largo plazo de la situación en el Cáucaso, la que no es estable en el momento presente", dice el documento.
El embajador destacó que las "autoridades tanto de Tbilisi como de Tsjinvali tienen dar su consentimiento para la actividad de ambos grupos".
Refiriéndose a la discusión internacional sobre seguridad en el Cáucaso que se mantiene en Ginebra, Azimov indicó que la postura de Rusia "es bien clara".
El embajador precisó que a efectos de robustecer la estabilidad en la región es indispensable alcanzar acuerdos sobre el no empleo de la fuerza, concordar el régimen de seguridad a lo largo de las fronteras de Georgia con Osetia del Sur y Abjasia y prohibir envíos a Georgia de armas ofensivas.
Azimov también responsabilizó a Tbilisi por la situación tensa en las regiones georgianas adyacentes a Abjasia y Osetia del Sur. "Georgia continúa aumentando la capacidad combativa de sus unidades militares, incluidas las fuerzas especiales del Ministerio del Interior, y sigue construyendo puestos fortificados en la zona próxima a la frontera con Osetia del Sur", indicó el embajador ruso.
"Los observadores de la OSCE y de la Unión Europea, desplegados en la región, prefieren silenciar en sus informes los aprestos bélicos de Georgia", lamentó Azimov.
La cancillería de Abjasia comenta que esa declaración "causa desconcierto y desde hace un año no se corresponde con la realidad".
"El problema consiste en que los mediadores internacionales, apegados al principio de la integridad territorial de Georgia, ignoran las circunstancias objetivas y quieren que Georgia se haga con los territorios considerados sujetos del Derecho Internacional", explica la cancillería abjasa.
"Por esta razón, Abjasia sigue insistiendo en que sea renovado el mandato de la Misión de la ONU que durante 15 años es el principal mediador internacional en la zona del conflicto georgiano-abjaso", dice el comunicado.
La noche del 8 de agosto de 2008, Georgia agredió a la república autoproclamada de Osetia del Sur y sometió a fuego artillero su capital, Tsjinvali, causando más de 1.500 muertos entre la población civil.
Rusia envió tropas para reforzar el contingente de paz que tenía emplazado en la zona del conflicto y para proteger a los vecinos locales, muchos de los cuales tienen ciudadanía rusa.
La operación de imposición de la paz terminó el 12 de agosto y las partes implicadas acordaron un plan de arreglo del conflicto. Rusia anunció que ultimaría el 22 de agosto la retirada de sus refuerzos militares de Georgia pero mantendría el número necesario de efectivos de paz en la llamada zona de seguridad.
El 26 de agosto, el presidente ruso Dmitri Medvédev firmó los decretos sobre el reconocimiento de las repúblicas caucasianas de Abjasia y de Osetia del Sur, que proclamaron su independencia de Georgia en 1992 y desde entonces existían como Estados independientes sin el reconocimiento internacional.
Cumbre de la OTAN ratifica planes de incorporar a Georgia y Ucrania y reanudar sus relaciones con Rusia
Tras el recién ingreso de Albania y Croacia, los 28 países miembros de la OTAN confirmaron hoy la intención de incorporar a Ucrania y Georgia en el bloque Atlántico y reanudar las relaciones con Rusia mediante el Consejo Rusia-OTAN.
"En Budapest decidimos que Ucrania y Georgia serían miembros de la OTAN, ratificamos los detalles de esa decisión, como también la decisión adoptada por los ministros de asuntos Exteriores de la Alianza en diciembre pasado", subrayó el comunicado final de la cumbre dedicada a sexagésimo aniversario de la fundación del bloque militar.
Según el documento, la OTAN brindará a los gobiernos de Ucrania y Georgia "toda la ayuda posible" para desarrollar las reformas económicas y políticas necesarias para cumplir las condiciones requeridas por la OTAN a los países miembros.
Esa ayuda se desarrollará mediante las comisiones OTAN-Ucrania y OTAN-Georgia, "que desempeñan un papel central en la vigilancia de los procesos que comenzaron en la cumbre de Bucarest", indicó la declaración.
En este sentido, la Alianza destacó el trabajo del buró de relaciones y divulgación de la OTAN en Kiev y Tbilisi y aplaudió "la exclusivamente valiosa aportación de Ucrania y Georgia en las operaciones que desarrolla la Alianza".
Por otra parte, la declaración final del bloque atlántico expresó la esperanza en que las sesiones del Consejo Rusia-OTAN podrán reanudarse para el próximo verano boreal (a partir de junio) y exigió a Rusia renunciar al reconocimiento de las independencias de Osetia del Sur y Abjasia.
"Continuando la resolución adoptada por los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN en diciembre de 2008 y marzo de 2009, esperamos con impaciencia el restablecimiento de las sesiones del Consejo Rusia-OTAN para antes del verano de 2009 a nivel de ministros", indicó el comunicado del bloque atlántico.
Las actividades del Consejo Rusia-OTAN fueron suspendidas por la alianza de forma unilateral en respuesta a la intervención de Rusia para imponer la paz y salvar a la población de Osetia del Sur agredida por el ejército georgiano en agosto de 2008.
Tras infringir una contundente derrota a las tropas de Georgia, Rusia reconoció la independencia de Osetia del Sur y Abjasia y estableció con sus gobiernos relaciones diplomáticas como garantía de seguridad para las poblaciones de las nuevas repúblicas caucásicas.
En relación a esas repúblicas, cuyo destino tiene analogías con el caso del reconocimiento de Kosovo, la OTAN instó a Rusia a revocar el reconocimiento de sus independencias.
"Este reconocimiento contradice los principios y valores fundamentales del Consejo Rusia-OTAN, la OSCE y la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la integridad territorial de Georgia", resalto el comunicado de la OTAN.
En el documento el bloque expresó preocupación de que Rusia planea ampliar su presencia militar "en esas regiones de Georgia", pero Moscú considera que el emplazamiento de soldados rusos son garantía de seguridad para la población de esas repúblicas.
Durante catorce años los soldados rusos integrantes de las fuerzas de paz en Osetia del Sur y Abjasia defendieron la seguridad de la población civil de estas regiones separatistas hasta la agresión emprendida por Georgia el año pasado.
Le acusan de ejercer un autoritarismo que ha acallado las reformas democráticas prometidas en la revolución rosa de 2003 que le llevó al poder en la ex república soviética.
La guerra de agosto, cuando Rusia aplastó la incursión georgiana en la región separatista de Osetia del Sur y envió sus tanques a 40 kilómetros de Tiflis, dio alas a los críticos que consideran que el presidente ha cometido muchos errores para mantenerse en el poder hasta 2013.
Pero la participación era menor que las previsiones de la oposición de reunir a 150.000 personas, reflejando lo que los analistas consideran una falta de un fuerte liderazgo opositor, unidad o apoyo, más allá de la capital.
"Hemos venido aquí con una demanda muy firme para hacer que Saakashvili dimita", dijo Manana, un manifestante de edad avanzada. "No nos iremos esta vez, nos quedaremos aquí hasta el final", declaró.
Los diplomáticos dicen que la posición de Saakashvili parece ser fuerte pese a la guerra, en la que varios aliados le abandonaron y las repetidas remodelaciones ministeriales.
Muchos georgianos están cansados de las disputas políticas en la capital y son favorables a los llamamientos del Gobierno a la estabilidad mientras se profundiza la crisis económica.
Algunos georgianos consideran a Saakashvili una persona insolente e impulsiva y se cuestionan cómo gestionó la guerra. Pero gana apoyos del consenso que prevalece en el país: Rusia fue la culpable.
Occidente -que obtiene gas y petróleo procedente del mar Caspio a través de Georgia- está alerta ante una posible repetición de los episodios de noviembre de 2007, cuando la policía dispersó con gases lacrimógenos y balas de goma las últimas manifestaciones de gran envergadura contra Saakashvili.
La manifestación transcurre con tranquilidad y casi no se observa la presencia de agentes de las fuerzas de seguridad en las calles, pues la policía controla los principales edificios públicos desde su interior.
El mitin, en el que los opositores planean reunir a hasta 150.000 personas, marca el comienzo de una campaña nacional de acciones de protesta que tiene como fin conseguir la renuncia de Saakashvili.
Día de la independencia
Según adelantó la ex ministra de Asuntos Exteriores y líder del partido La Vía de Georgia, Salomé Zurabishvili, la oposición se plantea conseguir ese objetivo para el 26 de mayo próximo, cuando el país celebra el día de su independencia.
El jefe del Estado, según informó la oficina de prensa de la Presidencia, está en Tiflis y trabaja en su despacho.
Uno de los dirigentes del partido oficialista Movimiento Nacional Unido y presidente del comité de Defensa del Parlamento, Guivi Targamadze, declaró que las autoridades "no impedirán las acciones pacíficas de la oposición, pero no tolerarán que éstas salgan de los marcos constitucionales".
Una marea de decenas de miles de manifestantes, entre quienes hicieron acto de presencia conocidos líderes opositores, paralizó este jueves el centro de Tiflis. Las protestas se generalizaron en otras grandes ciudades como Batumi y Poti.
La oposición llamará al pueblo a una acción nacional de desobediencia civil en caso de que Saakashvili se niegue a abandonar el puesto de forma voluntaria, declaró una de las dirigentes organizadoras, Eka Becelia, citada por el portal Georgia Online.
Precisó que esperarán hasta la hora fijada para adoptar decisiones sobre próximas acciones.
De momento, los principales líderes de la protesta en Tiflis aseguraron que permanecerán toda la madrugada en vigilia en los muros del Parlamento.
Becelia subrayó que en 2007 las organizaciones contestatarias cedieron en aras de mantener la paz en el país; sin embargo, el “pueblo georgiano recibió a cambio el agosto de 2008”, en alusión a la guerra emprendida por Saakashvili contra Osetia del Sur.
Hoy hemos comenzado un combate decisivo y llamamos al pueblo a no entregarse, declaró la dirigente.
Las manifestaciones ocurridas entre el 2 y 7 de noviembre de 2007 fueron reprimidas violentamente por la policía. El gobernante declaró estado de emergencia y anunció elecciones presidenciales para el 5 de enero, cuyos resultados fueron catalogados de fraudulentos por la oposición.
Unido a los reconocidos opositores participan hoy en las protestas antiguos colaboradores de Saakashvili como la ex titular del parlamento Ninó Burdzhanadze; el ex primer ministro Zurab Nogaideli y el otrora representante de Georgia ante la ONU, Irakli Alazania.
Figuran también entre los detractores del presidente la ex canciller Salomé Zurabishvili y el ex ministro de reintegración, Georgui Jaindrava.
Saakashvili declaró en alta disposición combativa a las tropas especiales, el ejército y la policía.
"Exhortamos al Gobierno de Georgia y a los participantes de la manifestación del 9 de abril a hacer lo posible por que esta acción se desarrolle pacíficamente, sin dejar cabida a la violencia", declaró Robert Wood, portavoz del Departamento de Estado de EEUU.
El diplomático estadounidense subrayó la necesidad de que todas las fuerzas políticas participen en el proceso de reformas democráticas en Georgia, incluido el desarrollo de la legislación electoral y la creación de oportunidades para la prensa independiente, y prometió el apoyo de Washington en esta compleja tarea.
Los organizadores de la manifestación pretenden forzar la dimisión del actual dirigente mandatario, Mijaíl Saakashvili, y convocar nuevas elecciones presidenciales. Esperan un seguimiento de al menos 150.000 personas, se niegan a dialogar con las autoridades y están dispuestos a continuar las protestas hasta que se cumplan sus demandas.
La manifestación de hoy coincide con el vigésimo aniversario de la represión de un mitin multitudinario que tuvo lugar en Tbilisi dos años antes de la desintegración de la URSS. Desde la noche del miércoles, la gente lleva flores y velas encendidas hacia la sede del Parlamento georgiano para conmemorar a las 21 víctimas de aquellos acontecimientos. (mas...)
Oposición georgiana da 24 horas al presidente para que dimita y abandone el país
Miles de participantes de una protesta ante la sede del parlamento de Georgia, en un llamamiento público exigieron hoy al presidente del país Mijaíl Saakashvili, renunciar a su cargo y abandonar el país, informó la agencia Novosti-Georgia.
"La sociedad exige que Mijíal Saakashvili se porte de modo adecuado y cumpla la voluntad del pueblo. Se le ofrece la última oportunidad para ponerse por encima de sus intereses personales", dice el llamamiento.
Los organizadores de la protesta dijeron que esperarán 24 horas la respuesta de Saakashvili y partir de la decisión que adopte el presidente, trazarán un nuevo plan de acción.
"Saakashvili está obligado a permitir al pueblo cambiar de modo constitucional el poder y demostrar con eso al mundo entero de que somos una nación digna y civilizada", señala la proclama que enarbola la oposición.
"Aquí está representada toda Georgia. La gente acudió para decir su "No" de modo pacífico al desmembramiento del país, a la política de terror y violencia, a la intimidación, la falsificación de las elecciones, el aplastamiento de la libertad de palabra y pensamiento y a otros factores negativos", declaró la oposición.
Según varias fuentes, en la protesta organizada por 14 partidos participan centenares de miles de personas. (mas...)
Saakashvili da a entender que permanecerá en el cargo de presidente cuatro años más
El presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, dio a entender hoy que permanecerá en el cargo hasta 2013, a pesar de las exigencias de la oposición que insiste en su dimisión inmediata.
"Georgia construirá una nueva central eléctrica de gran potencia en cuatro años próximos, o sea, durante mi mandato presidencial", dijo Saakashvili antes del acto de firma del memorándum sobre la construcción de hidroeléctrica con una compañía turca. Según el presidente en ejercicio, "eso significa que el país dará por resuelto el problema de seguridad energética".
En referencia a los mítines organizados ayer por la oposición en Tbilisi, Saakashvili indicó que es un derecho democrático de los georgianos al igual que de otros habitantes de países europeos.
"Mostraron su madurez política tanto las autoridades como los ciudadanos. El país se mantiene en la senda del desarrollo democrático sostenible", afirmó el presidente.
Según Saakashvili, en el momento actual se promueven al primer plano las tareas de paliar los efectos de la crisis financiera global, resguardar la seguridad del país y reformar los sistemas político y judicial.
"Es fácil presentar ultimátums. Resulta mucho más difícil trabajar conjuntamente. Debemos asumir la responsabilidad común para proteger al país", dijo Saakashvili a medios de prensa en Tbilisi.
Ayer la oposición dio al presidente Saakashvili 24 horas para dimitir y abandonar el país. (mas...)
Oposición georgiana comienza acción de desobediencia civil
La oposición georgiana declaró hoy el comienzo de una acción de desobediencia civil, afirmó en un mitin en Tbilisi uno de los líderes de la oposición, Leván Gachechiladze, informó la agencia Novosti-Georgia.
La víspera, los líderes de la oposición dieron 24 horas al presidente georgiano Mijaíl Saakashvili para responder a la exigencia de miles de manifestantes de presentar su dimisión y fijar la fecha de nuevas elecciones presidenciales.
Durante un encuentro esta mañana con periodistas, Saakashvili dio a entender esta mañana sin equívocos que no piensa entegar el poder. (mas...)
Ministerio georgiano del Interior desmiente detención de 60 activistas de un partido de oposición
El Ministerio del Interior de Georgia desmintió hoy el arresto de 60 activistas del Movimiento Democrático-Georgia Unida, liderado por la ex jefa del parlamento Ninó Burdzhanadze, como denunciaron algunos medios de prensa.
"No hay datos algunos que confirmen esa información. Pedimos dar nombres de los detenidos, pero nadie pudo hacerlo", señaló a la agencia Novosti-Georgia el funcionario de alto rango del ministerio, Shotá Jizanishvili.
Entretanto, fuentes del Movimiento Democrático-Georgia Unida dijeron a la agencia que la policía arrestó la madrugada del jueves a unas 60 personas, pero sólo una parte de los detenidos eran activistas del partido. Según las fuentes, la policía ya liberó a la mayoría de los arrestados.
Las fuerzas de oposición convocaron hoy un mitin multitudinario en la parte central de Tbilisi para exigir la dimisión del presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili. (mas...)
Televisión estatal y la oposición de Georgia acuerdan informar sobre protesta contra presidente
Los líderes de la oposición georgiana llegaron a un acuerdo con la Televisión Pública respecto a cómo se debe cubrir la multitudinaria acción de protesta de hoy, en que se exige la dimisión del presidente Mijaíl Saakashvili, informó el líder oposicionista Leván Gachechiladze.
"Durante el espacio noticioso que comienza a las 20.00, el Primer Canal reflejará de lleno el desarrollo de la acción de hoy", dijo.
La administración de la Televisión Pública dio su visto bueno para la comparecencia en directo de los líderes de la oposición, si ellos expresan tal deseo, añadió. (mas...)
Oposición invita a Saakashvili a participar en debates televisivos
La líder del partido Movimiento Democrático-Georgia Unida, y ex presidenta del Parlamento de Georgia, Nino Burdzhanadze, intervino hoy en un mitin de la oposición en Tbilisi y propuso al presidente del país, Mijaíl Saakashvili, participar juntos en debates televisivos, informó la agencia Novosti-Georgia.
"Invito a Saakashvili a entablar un diálogo directo. Estoy dispuesta a participar junto con él en debates televisivos y presentarle mis quejas. Quiero recordarle que el pueblo georgiano tiene paciencia, pero nunca se dejará humillar ni permitirá pisotear su dignidad", expresó Burdzhanadze.
Señaló que el mitin multitudinario organizado cerca del Parlamento es una confirmación de sus palabras.
"Debemos ser persistentes y pacientes, y lucharé hasta el final por un futuro mejor de Georgia", declaró Burdzhanadze, una de las principales líderes de la oposición georgiana. (mas...)
La oposición georgiana se plantea el objetivo de unir el país
El principal objetivo que se plantea la oposición es unir realmente al país, declaró el líder de la Alianza para Georgia, Irakli Alasania, ex embajador de Georgia ante la ONU, durante una masiva acción de protesta que se desarrolla hoy ante la sede del parlamento, cuyos participantes exigen la dimisión del presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili.
Las tropas georgianas atacaron el 8 de agosto de 2008 a Osetia del Sur, destruyendo una parte de su capital, Tsjinvali. Al defender a los habitantes de la república secesionista, muchos de los cuales tienen ciudadanía rusa, Rusia introdujo tropas en Osetia del Sur y como resultado de unas operaciones de combate que duraron cinco días expulsó a los militares georgianos de la república.
A finales de agosto de aquel mismo año, Rusia reconoció la independencia de Osetia del Sur y Abjasia. Como respuesta, Tbilisi rompió relaciones diplomáticas con Moscú y declaró territorios ocupados esas dos repúblicas de Transcaucasia.
"Quiero dirigirme a nuestros hermanos abjasos y osetas, para decirles que Georgia les tiende una mano amiga y que todos los problemas que hay entre nosotros pueden resolverse por medio de sostener negociaciones y recuperar la confianza", dijo Alasania.
"Nos reunimos aquí para mostrar a los dirigentes del país y al mundo entero nuestra unanimidad. El pueblo depuso confianza en Saakashvili en su tiempo, pero ¿qué hizo él para justificarla y para unir el país? Nos reunimos aquí con el propósito de cambiar la dirección del país y acometer transformaciones por métodos pacíficos, sin agresión ni insultos recíprocos", señaló. (mas...)
En la historia de la Georgia independiente no ha habido precedente alguno que testimonie una transferencia del poder mediante las urnas. Gracias a la "Revolución de las rosas" Mijail Saakashvili fue aupado en el poder, sustituyendo a Eduard Shevardnadze quien a su vez tomó las riendas del país tras el derrocamiento de Zviad Gamsajurdia. Actualmente, la oposición georgiana que sacude al régimen de Saakashvili aspira a utilizar la misma forma para tomar el poder.
A diferencia del 2003, cuando el Kremlin influyó en la destitución de Shevardnadze, Moscú ahora no puede influir en el proceso de cambio de gobierno en Georgia. En ese entonces el ministro de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa, Igor Ivanov, viajó al Tbilisi para convencer a Shevardnadze que debía ceder el trono presidencial al nuevo líder. Rusia no puede hacer esto con Saakashvili, por lo que tendrá que seguir de cerca lo que acontece en ese país asiático a ver quien gana: ¿la oposición o Saakashvili?
El presidente ruso Dmitri Medvédev declaró a nivel mundial que no quiere tener ningún trato con Saakashvili, pero un político no se puede permitir decir "quiero, no quiero", siendo consciente de lo que puede acarrear esta postura en situaciones delicadas. Mientras Saakashvili se encuentre en el poder, el ingreso de Georgia en la OTAN no debe preocupar; el país pierde atractivo para los inversionistas extranjeros, sobre todo, cuando se trata de proyectos de construcción de oleoductos evitando el territorio de Rusia. Pero a ésta ni a Europa les conviene que se dé un vacío de poder con un elemento de inestabilidad en Transcaucasia, que puede surgir en Georgia si se intenta llevar a cabo una "Revolución de terciopelo".
Sin embargo, afirmar que Occidente "entregó" a Saakashvili sería trivial. Después de la agresión georgiana contra Osetia del Sur, a Saakashvili pueden hacerle serios reclamos, considerarlo el "tonto del paseo" y no invitarlo a los clubes occidentales, no obstante, el antigua principio "sí es un bastardo, pero es el nuestro" no ha caído en desuso.
Ayer, la líder del partido Vía de Georgia, y ex cancillera georgiana Salomé Zurashvili, convenció a los manifestantes suspender la protesta en la noche argumentando que provocadores tenían planes de organizar desórdenes y saqueos en la ciudad para comprometer a la oposición.
Según fuentes de la oposición, actualmente frente al parlamento de Georgia se encuentran al menos diez mil personas, que emprendieron dos marchas de protesta, una hacia la sede de la televisión estatal y otras hasta una estación de metro para bloquear el camino hacia la residencia del presidente georgiano, Mijail Saakashvili.
La jornada de protesta prevista para hoy concluye con un mitin en el parlamento y después se pedirá a todos regresar a sus viviendas para evitar provocaciones, indicó un portavoz de la oposición.
Mañana domingo la oposición se abstendrá de convocar actos de protesta para no interferir la celebración religiosa del Domingo de Ramos, pero convocará a sus activistas a reanudar las protestas el próximo lunes, indicó el portavoz.
Comentó que el acto frente a la residencia presidencial continuará las 24 horas y que simultáneamente se realizará cada tarde un mitin de protesta frente al edificio del Parlamento.
"Nuestra acción aquí se va a desarrollar las veinticuatro horas al día", aseguró el portavoz del Partido Conservador de Georgia, Kaja Kukava, al comentar la aparición de las tiendas de campaña cerca de la residencia del jefe del Estado. Frente a la sede del Parlamento, aseguró, también habrá mítines cada tarde.
Paralelamente, los opositores van instalando en diversas partes de Tbilisi las jaulas, "símbolo de que Georgia degeneró en un Estado policial", según manifestó Leván Gachechiladze, líder de la Oposición Unificada.
Los militantes del movimiento juvenil ruso "Nashi" ("Los nuestros") escogieron por su parte otro símbolo para dejar claro la aversión que sienten hacia Saakashvili: pretenden depositar hoy ante la embajada de Georgia en Moscú 1.850 rosas marchitas, según el número de los días que sigue en el cargo este político que subió al poder gracias a la llamada "revolución de las rosas", en 2004.
"Deseamos un relanzamiento de las relaciones ruso-georgianas, la vuelta al diálogo constructivo, a la amistad y a la comprensión mutua. Saakashvili es el último obstáculo en el camino hacia estos objetivos", afirman los miembros de este movimiento.
Oposición georgiana pondrá jaulas en todo Tbilisi en alusión al carácter policial del régimen gobernante
La oposición georgiana, que exige la dimisión del presidente del país Mijaíl Saakashvili, planea poner en Tbilisi por todas partes jaulas aludiendo a que Georgia es un Estado policial, dijo hoy a la prensa el líder de la Oposición Unida, Leván Gachechiladze.
En las jaulas montarán guardia los ciudadanos que apoyan las exigencias de la oposición, informó la agencia Novosti-Georgia.
Un hermano del líder de la Oposición Unida, el cantante Gueorgui Gachechiladze, desde hace más de dos meses se encuentra por su propia voluntad en una celda improvisada y dice que no saldrá de allí hasta que cambie el poder en Georgia. Al recluso voluntario lo visitan políticos y personalidades públicas para conversar con él sobre la situación en el país. El canal de televisión Maestro transmite en directo espacios de ese "reality-show".
Desde el 9 de abril, la oposición realiza en Tbilisi una acción exigiendo la dimisión de Saakashvili.
Desde hace seis días, la oposición realiza actos de protesta en Tbilisi exigiendo la dimisión del presidente del país Mijaíl Saakashvili y hasta el momento no ha habido dialogo entre los manifestantes y las autoridades.
Aseguró que las autoridades no serán las primeras en emplear la fuerza.
"Pero es importante que los manifestantes que no son controlados por los líderes de la oposición, no cometan actos de violencia", agregó el viceprimer ministro.
Presidente de Georgia propone diálogo con la oposición
El presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, propuso el diálogo a las fuerzas políticas de la oposición, que desde hace tres días convocan protestas y acciones de desobediencia civil exigiendo la dimisión Saakashvili y la convocatoria a comicios presidenciales.
"Nuestra propuesta de concertar un diálogo sobre el fortalecimiento de las instituciones democráticas, la solución de los desafíos económicos y los problemas de seguridad es real y profunda. Esta propuesta abarca a toda la población y partidos", dice un comunicado difundido en la página digital de la presidencia de Georgia.
Según el comunicado, Saakahvili considera que el dialogo es la única salida a la actual situación política que vive el país caucásico.
"Es un proceso difícil, es sencillo hablar términos de ultimátum. Pero yo y mi gobierno estamos dispuestos al diálogo. De nuevo invito a todas las fuerzas políticas incorporase a este proceso", indicó el comunicado presidencial.
Ayer, la oposición georgiana declaró el comienzo de una acción de desobediencia civil, según afirmó en un mitin en Tbilisi uno de los líderes de la oposición, Leván Gachechiladze.
El pasado jueves, al menos 14 partidos de la oposición concedieron 24 horas a Saakashvili para responder a la exigencia de miles de manifestantes de presentar su dimisión y fijar la fecha de nuevas elecciones presidenciales.
Durante un encuentro ayer con periodistas, Saakashvili dio a entender que no piensa abandonar el poder.
Entretanto, la oposición georgiana continúa los actos de desobediencia civil, exigiendo la dimisión del presidente Mijaíl Saakashvili quien dio a entender que no abandonará el cargo, a pesar de las acciones de protesta.
El ministro informó que para el 16 de abril está fijada la ronda definitiva de las negociaciones de expertos georgianos y estadounidenses, en la que se coordinarán los proyectos concretos.
El primer ministro de Georgia, Nika Guilauri, dijo en la reunión del Gobierno este martes que de los 242 millones de dólares 20,5 se destinarán para la salud pública; 20 millones, para el sector municipal; 133,5 millones, para los proyectos económicos y 68,5 millones, para los fines de mejoramiento de las condiciones de vida de los desplazados.
Rusia interviene
La estrategia fracasó cuando Rusia repelió el ataque a la región aliada con Moscú, forzando la retirada de las tropas georgianas. Luego de fuertes combates y en medio de temores en cuanto a que Rusia podría provocar un cambio de Gobierno en Tibilisi, la Unión Europea promovió un plan que condujo al fin de las hostilidades.
Estados Unidos y la Unión Europea condenaron la incursión, con lo cual se deterioró la relación de ambas con Moscú a causa de lo que parecía una agresión desproporcionada por la parte rusa. A cambio, los rusos acusaron a Estados Unidos de propiciar un entorno que desembocó en las hostilidades, así como de apoyar al presidente de Georgia, Mikhail Saakashvili, a lo largo de la guerra.
La Unión Europea, Estados Unidos y la OTAN bajaron el rango de sus relaciones con Rusia. Se habló de guerra fría en un tono un tanto sobredramatizado, pero de hecho sí se produjo un enfriamiento en dichos nexos.
Desde entonces, tanto Occidente como Rusia han enmendado algunas de las posiciones que adoptaron durante la crisis. Por lo demás, se prestó algo de atención a la destrucción causada por la avanzada rusa.
Expertos internacionales elucubraron sobre el futuro de la región del Cáucaso, pero estos temas dejaron su lugar a otros; por ejemplo, la elección presidencial y la llegada de Barack Obama al poder.
Crisis interna
Meses más tarde, acontecimientos ocurridos en Tibilisi vuelven a ser noticia. Luego de acumular apoyo por su posición frente a Rusia, Saakashvili se enfrenta ahora a presiones internas de líderes opositores que exigen su renuncia.
Se acusa al presidente georgiano, entre otras cosas, de traicionar los valores que inspiraron a la llamada “revolución rosa” de 2003 al perseguir a la disidencia, reprimir a la prensa y concentrar el poder en su propia persona.
“Primero que nada, la situación económica en Georgia no presenta mejorías”, dice a Deutsche Welle Alexander Rahr, del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores. “Las cosas habían mejorado tras los dos primeros años de la revolución, pero no hay suficiente inversión en el país”.
El experto señala que en Georgia persisten problemas de censura, con lo cual no se ha cumplido la promesa de transformar al país en una sociedad democrática. En cuanto a la guerra con Rusia, “ahora se culpa al presidente de haberla provocado, involcurando al país en un conflicto que podía haberse evitado”, dice Rahr.
Este viernes, la oposición georgiana anunció que llevará a cabo una serie de acciones de desobediencia civil, en señal de protesta por éstos y otros factores. Las manfiestaciones incluirán bloqueos a las vías que conduzcan al palacio presidencial, informó el dirigiente opositor Kakha Kuvana.
Alexander Rahr advierte, sin embargo, que las protestas pueden no tener un efecto inmediato. “Saakashvili no renunciará tan fácilmente: ha sobrevivido a muchas protestas similares y lo que está por verse es si el actual movimiento opositor es tan fuerte como para provocar un cambio”, afirma el especialista alemán.
La oposición enarbola lemas como “construyamos la prosperidad” o “hagamos la democracia”, apunta Rahr. “Pero se trata de consignas con las cuales el propio Saakashvili se hizo del poder en 2003. La pregunta es cómo piensan estas fuerzas combatir la corrupción y, sobre todo, de dónde sacarán los fondos necesarios para la reconstrucción de Georgia”.
na/el/chp
Pese a una tregua anunciada el día anterior, miles de georgianos se concentraron el domingo en el centro de Tiflis después de que unos desconocidos irrumpieran y saquearan durante la noche el centro de prensa de los manifestantes.
"Mañana habrá más gente, y estoy seguro de que la gente se seguirá manifestando mientras el presidente no dimita", declaró Nino Burdjanadze, ex presidente del Parlamento, ahora en la oposición, quien veía tras el incidente "la mano de las autoridades".
Ocho meses tras la guerra entre Rusia y Georgia, la oposición le reprocha al jefe de Estado la mala gestión del conflicto, tras el cual Moscú reconoció los dos territorios separatistas georgianos. También acusan a Saakashvili de falta de avances en materia de democracia y de reformas económicas.
Saakashvili respondió el viernes que no se retirará antes de finalizar su mandato en 2013 y se esfuerza por sacar partido de esta contestación diciendo que es una prueba adicional de que su país es democrático.
"Con estas manifestaciones pacíficas, la ausencia total de violencia y el derecho garantizado a la libertad de concentración, hemos probado que Georgia era una democracia madura", aseguró.
Aupado al poder por la Revolución de las Rosas de 2003 que derrocó al régimen de Eduard Chevardnadze, antiguo ministro de Relaciones Exteriores soviético, este abogado formado en Estados Unidos y en Francia trata de hacer de su país el alumno modélico de Europa.
Las banderas de la Unión Europea ondean en los edificios oficiales junto a las de Georgia y los quioscos y las farolas de estilo parisino abundan en las calles de Tiflis.
Saakashvili admite que queda mucho por hacer, pero asegura que su país está bien encaminado en la lucha contra la corrupción y el refuerzo de las instituciones del Estado.
Los opositores, incluidos varios antiguos aliados, le acusan de haber traicionado los valores de la Revolución de las Rosas al haber usurpado el poder, lo cual tuvo graves consecuencias para el país, como la represión de una manifestación antigubernamental en noviembre de 2007 y la fatal ofensiva contra Osetia del Sur en agosto.
"El presidente tiene que escuchar a su pueblo y aprender de los errores del pasado", subrayó Irakli Alasania, antiguo embajador georgiano ante la ONU que se pasó a la oposición tras la guerra de agosto.
Saakashvili propone a la oposición negociaciones sobre varios asuntos, incluida la reforma electoral y cambios constitucionales para introducir la elección directa de los alcaldes.
Varios representantes de la oposición rechazaron la oferta. Sólo están dispuestos a discutir sobre las modalidades de su dimisión.
Semneby fue citado por el periódico georgiano Kavkaz diciendo que aunque las primeras conversaciones entre las dos partes concluyeron sin resultados,representan un importante paso para aliviar las tensiones.
Comentó que las dos partes actualmente carentes de mutua confianza tomarán acciones y se involucrarán en más diálogos.
Antes de la reunión, el enviado también dijo que la situación política en Georgia no solamente importa al país del Cáucaso, sino también a toda la UE.La UE seguirá con estrecha atención las situaciones y apoyará a Georgia para llevar a cabo reformas democráticas.
La primera reunión de cuatro líderes de la oposición y el presidente de Georgia Mijail Saakashvili tuvo lugar el 11 de mayo, después de casi un mes de protestas y manifestaciones masivas en Tbilisi que demandaban la renuncia de Saakashvili.
(Xinhua)
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