««   »»
  

Geopolítica de USA: El buque hace agua

Cuando, el 8 de agosto pasado, el ejército de Georgia invadía a Osetia del Sur y bombardeaba su capital, Tsjinvali, dejando una estela de casi dos mil muertos y provocando el éxodo de decenas de miles de vecinos, comenzaba a ejecutarse, cual rito vergonzante -el fin andaba, anda oculto-, una nueva etapa de la estrategia de dominación yanqui en el Cáucaso, como eslabón imprescindible en la ambiciosa geofagia del Tío Sam.

Y cuando el gobierno de Moscú respondía al pedido de auxilio de los atacados, con una contraofensiva relampagueante, demoledora, enviaba al mundo desde puntos ocupados en el interior de la república invasora un claro mensaje de que Rusia vuelve a la liza geopolítica con increíbles bríos, y que no está dispuesta a permitir la expansión de Estados Unidos y la OTAN en sus fronteras. Al menos, ello es consenso entre diversos analistas, muchos de los cuales aún se ocupan en desmontar la gigantesca campaña de desinformación que propone el estereotipo mental de la agresora Georgia como víctima de Misha, “el osezno que sueña con su antigua condición de oso”.

Ante la avalancha de falacias y acaso medias verdades, atentos observadores como Miguel Urbano Rodríguez (sitio digital La Haine) subrayan que soldados y oficiales de la fuerza de estabilización internacional presente en el territorio osetio fueron abatidos durante la embestida, y que las tropas enviadas por el Kremlin se mantuvieron en las profundidades de Georgia para acelerar las negociaciones tendentes a garantizar la paz real. Ambigüedades en el texto del Acuerdo firmado permitieron actitudes desafiantes del presidente Mijail Saakashvili, las cuales motivaron algún retraso en la retirada del contingente ruso, dice Rodríguez.

Y dice correctamente. Claro que Saakashvili se las da de bravo, si bien una “malhadada” televisora lo ha exhibido aterrorizado, entre sus guardaespaldas, ante un ruido que el imaginó proveniente de aviones rusos del Armagedón. Y se las da de tal con todas las de la ley, porque muchos coinciden en que este “mandatario de bolsillo de George W. Bush” (por cierto, en las solemnidades de su país suele hablar en el inglés de estudiante en USA) contaba con el visto bueno de la Casa Blanca y Occidente, que en su momento lo instalaron en el poder por medio de un “golpe de Estado blando”, la “revolución rosa” patrocinada por intermedio de “fundaciones”, fondos para una supuesta ayuda al Tercer Mundo y ONG europeas, canadienses y norteamericanas.

Esta “clamorosa revolución”, nos recuerda en aporrea.org el colega Víctor Wilches, resulta en no tan última instancia un ardid para establecer, o apuntalar, la hegemonía mundial que busca Washington, acezante, mediante aparatos camuflados de buenas intenciones como la Fundación Nacional por la Democracia (NED), controlada por los halcones-gallina de Bush y experta en asignar cuantiosas sumas monetarias para la compra de supuestos opositores. Fundación experta también en amañar elecciones e instruir a los grandes medios sobre el mensaje favorable a la “oposición democrática”, para establecer regímenes políticos amigos de Estados Unidos.

Es tal el grado de manipulación de los heraldos del Imperio que, en el caso de la guerra emprendida por Bush y Saakashvili llegaron al fariseísmo de presentar como pertenecientes a la georgiana ciudad de Gori dantescas fotografías, de desolación y muerte de civiles, tomadas en Tsjinvali al paso de las tropas enviadas por Tbilisi.

Ahora, ni la campaña antirusa; ni la alharaca del presidente Bush, la secretaria de Estado Condoleezza Rice, la canciller alemana, Angela Merkel, y otros conspicuos dirigentes de la Unión Europea, han impedido que la verdad reluzca entre el dédalo de falsedades: desde la caída de la Unión Soviética, las políticas de la Oficina Oval han rezumado el propósito de cercar a Rusia de Estados hostiles, lacayos de EE.UU.

En la región del Cáucaso, las energías se han centrado en la injerencia en los asuntos internos de Azerbaiyán, Ucrania y Georgia, y de la propia Rusia, donde fuerzas sumamente interesadas apoyan al fundamentalismo islamista y a los separatistas de Chechenia.

Como si no bastara, el puntillazo final: los desvelos de Estados Unidos, al mando de Occidente, han fructificado con el saqueo y la privatización acelerada de todos los recursos estatales de las antiguas repúblicas socialistas -quizás con la honorable y anatematizada excepción de Belarús-, para lo cual se creó el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, con el “angélico” fin de “favorecer la transición a una economía de mercado y promover la iniciativa privada”.

A estas alturas, ningún analista de claro entendimiento duda de que la guerra lanzada por el gabinete de Tbilisi tenía como objetivo prioritario controlar lo más rápidamente posible el minúsculo territorio de Osetia del Sur, separado de su hermana Osetia del Norte por una decisión administrativa de la época de Iósif Stalin, para pasar a emprender el sometimiento de la otra provincia separatista, la república autónoma de Abjasia, con el seguro amparo de la Unión Europea y Washington, que exigirían el inmediato cese de las hostilidades. Ante el hecho consumado, Moscú se vería obligada a aceptar la nueva realidad: Estados Unidos campeando por sus respetos sobre el Cáucaso, el mar Caspio y el mar Negro. Estados Unidos, dueño de los inmensos recursos petrolíferos y gasíferos de la región y de largos corredores por donde trasiega buena parte de los hidrocarburos hacia el mercado internacional.

Más allá de Osetia

Pecaría cuando menos de débil visual quien no percibiera en este entuerto otras aristas, superpuestas capas de causas y efectos. No en balde muchos estiman que la derrota del ejército georgiano -a pesar de que Tbilisi congrega una ayuda militar gringa solo sobrepasada por la destinada a Tel Aviv- hace que la estrategia de domeñar a Rusia semeje una barca que se inunda, aunque sus tripulantes se las arreglen para achicar desesperadamente.

Y eso que el anhelo tiene el olor “santificado” de lo añejo. Porque, si atendemos al politólogo Heinz Dieterich, ya el presidente Bill Clinton desechó la opción posible de integrar a Rusia en la Unión Europea y la OTAN, y, contra la opinión del propio Jonh Kenneth Galbraith, fundador de las dos doctrinas fundamentales de la política imperial estadounidense -el Grand Area y el Containment (contención)-, se rindió a estas en lo que viene a constituir la reedición de la Guerra Fría. O sea: “el brazo militar del imperialismo trasatlántico, la OTAN, reforzado por Israel, debía amenazar directamente a Rusia desde su fronteras. Balcanización y cordon sanitaire militar, apoyado en la amenaza nuclear antimisilística (Star wars)”, que hoy involucra a antiguos aliados de la URSS como Polonia y la República Checa, “fue la política de Clinton durante ocho años, en el ajedrez de la dominación mundial”.

Sin embargo, apostilla nuestra fuente, el propósito empezó a fallar cuando el entonces presidente Vladimir Putin recuperó el Estado ruso del control de la mafia y de Occidente, bloqueando el importante “paso transcaucásico conquistador”, que Washington había planeado a través de la separación de Chechenia. Con los consabidos reveses en Iraq, Afganistán y Paquistán, la camarilla encabezada por el dúo Cheney-Bush decidió dar el golpe reparador en el Cáucaso, para lo cual creó una fuerza de choque georgiana mediante instructores norteamericanos, la armó y le dio experiencia de combate en las planicies mesopotámicas. No satisfecha, estacionó avanzadas fuerzas misilísticas ucranianas en Georgia y aprovechó la distracción mundial de los juegos olímpicos de Pekín y la ausencia de Moscú de Putin (ahora primer ministro) y Medvédev (flamante presidente) para el ataque con artillería pesada que se cebó en Tsjinvali.

Solo que los grandes estrategas occidentales no previeron la manera mesurada y fría, rápida, con que el Gobierno moscovita liquidaría la intriga imperial-oligárquica, como la califica Dieterich, en el nivel planteado: el militar. Manera que se extiende, con el reconocimiento de la independencia de Osetia del Sur y Abjasia, el anuncio de que esta última rubricará un acuerdo sobre el emplazamiento de bases militares de la Federación euroasiática en su territorio, “para protegerse de una agresión”, e incluso con el manifiesto interés de Osetia del Sur de unirse a Osetia del Norte, en el seno de la madre Rusia. Madre, porque los antecesores de los osetios provienen de las estepas del río Don.

Lecciones del diferendo

Conforme a algunos analistas, cuestiones como la presencia de buques de la OTAN en el mar Negro no han permitido, incluso ni a las autoridades moscovitas, percibir en toda su magnitud el hecho de que el potencial militar de la Alianza se va reduciendo raudo; que, lejos de fortalecerla, la ampliación hacia el Este la debilita. No se percibe en su real significado, insisten los comentaristas, que casi todos los países de Europa continental envían cada vez más reducidos contingentes a Afganistán, o simplemente se niegan a combatir. Mientras tanto, el número de anglosajones no alcanza para dos guerras simultáneas: la iraquí y la afgana.

La invasión de Osetia del Sur por Georgia no hace más que avalar la aseveración de debilitamiento, pues, aunque todos los miembros de la OTAN se solidarizaron enteramente con Tbilisi, la asociación no le brindó ayuda militar alguna durante la guerra. Ni siquiera en forma de suministro de armas, no ya la participación directa en las hostilidades.

Para calzar estas apreciaciones, los expertos se extienden en hechos como que la OTAN no pudo adoptar una resolución política coherente sobre los sucesos, que la composición de la escuadra que arribó al mar Negro después de la conflagración volvió a ofrecer un fehaciente testimonio de la inoperancia del bloque, pues no apareció en la zona ninguno de los 17 portaaviones con que cuenta la enorme armada, con la cual la rusa no puede compararse. “Al enviar hacia las costas de Georgia una escuadra así, la OTAN demostró a Rusia que solo pretendía guardar las apariencias”, concluye uno de los articulistas que, aun si pecaran de exagerados, nos proveen de detalles para deducir que la estrategia imperial en el Cáucaso anda haciendo agua, en procelosa mar.

Prolijos argumentos estos que se entrelazan con otros, entrevistos aquí, allá y acullá, y que significan certeras estocadas al brutal unipolarismo liderado por Estados Unidos. En el criterio del colega Víctor Wilches, que compartimos en toda la línea, la primera cornada al orgullo de Washington se la propinó la insurgencia iraquí. Esta ha puesto a la superpotencia en crisis, hasta el punto que otros poderes se dieron a desafiarla abiertamente, contribuyendo a que cancaneen los planes hegemónicos. Situación que se hace más intolerable tras al resurgimiento de los talibanes (los llamados neotabilanes) en Afganistán, enseñoreados ya en más del 50 por ciento del territorio.

Segunda estocada resulta la contundente derrota militar encajada a Israel por Hezbolá, en la guerra del Líbano en el verano de 2006. Los combatientes chiitas de la resistencia obligaron a Tel Aviv a abandonar, por el momento, los deseos expansionistas de reconfiguración del Oriente Medio y la ocupación de la “nación de los cedros”, que se habría convertido en plataforma para una posterior arremetida contra Siria, y contra Irán, que se mantiene enhiesto en el propósito de desarrollo nuclear pacífico, a pesar de las amenazas yanquis. Como tercera estocada, el observador señala la acción con que Moscú cortó a EE..UU., de raíz, la ambición de convertirse en la superpotencia dominante del Cáucaso.

A estas lanzadas contra el anhelo dictatorial yanqui podrían adicionarse otras como el magistral contragolpe del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a la política desestabilizadora en América Latina, con la expulsión del embajador gringo, Patrick Duddy, en solidaridad con Bolivia, pasto de las apetencias del Imperio y de la oligarquía local. Para hacer más lancinante la herida en el flanco de la bestia, Brasil ha declarado: “No toleraremos una ruptura en el ordenamiento institucional boliviano”.

No en balde una agencia internacional de prensa afirmaba, lapidaria y premonitoriamente: “Bombardeos supersónicos rusos sobrevuelan el Caribe, Bolivia y Venezuela expulsan a los embajadores estadounidenses, y Honduras, una vez fiel aliado de Washington, es ahora amiga de Cuba, mientras el auge de la izquierda mella la influencia regional de Estados Unidos”.

Así las cosas, no desbarran precisamente quienes enarbolan el aserto de que la estrategia de Washington está trastabillando, y que con la batalla por Osetia del Sur comienza a despejarse el dilema acuciante de si una sola potencia hegemónica o el inicio explícito de un nuevo orden internacional, basado en un mundo decididamente multipolar.

¿Alguien se atrevería a desdecirlos?

Eduardo Montes de Oca

Publicado por Pause Editar entrada contiene 45 comentarios.
  Anónimo

sábado, 04 octubre, 2008  

  Anónimo

sábado, 04 octubre, 2008  

  Anónimo

sábado, 04 octubre, 2008  

  Anónimo

martes, 07 octubre, 2008  

  Anónimo

martes, 27 enero, 2009  

  Anónimo

martes, 27 enero, 2009  

  Anónimo

martes, 27 enero, 2009  

  Anónimo

martes, 27 enero, 2009  

  Anónimo

viernes, 30 enero, 2009  

  Anónimo

viernes, 30 enero, 2009  

  Anónimo

viernes, 30 enero, 2009  

  Anónimo

martes, 03 febrero, 2009  

  Anónimo

martes, 03 febrero, 2009  

  Anónimo

martes, 03 febrero, 2009  

  Anónimo

martes, 03 febrero, 2009  

  Anónimo

lunes, 16 febrero, 2009  

  Anónimo

lunes, 16 febrero, 2009  

  Anónimo

domingo, 22 febrero, 2009  

  Anónimo

domingo, 22 febrero, 2009  

  Anónimo

domingo, 22 febrero, 2009  

  Anónimo

sábado, 28 febrero, 2009  

  Anónimo

sábado, 28 febrero, 2009  

  Anónimo

domingo, 15 marzo, 2009  

  Misión de la UE asegura que Georgia no concentra tropas cerca de Abjasia y Osetia del Sur. El jefe de la misión de observación de la Unión Europea en Georgia, Hansjörg Haber, aseguró hoy que Tbilisi no concentra las tropas cerca de Abjasia y Osetia del Sur.

sábado, 28 marzo, 2009  

  EEUU y Ucrania estimulan la política de agresión georgiana, dice diplomático ruso. En Moscú sostienen que EEUU y Ucrania, al contribuir al restablecimiento del potencial militar de Tbilisi, estimulan la política de agresión que aplican los dirigentes georgianos, declaró hoy en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Andrei Nesterenko.

sábado, 04 abril, 2009  

  Fragata Klakring de EEUU arriba al puerto georgiano de Batumi

sábado, 04 abril, 2009  

  Saakashvili afirma que Georgia tendrá un Ejército moderno y poderoso

sábado, 04 abril, 2009  

  Georgia no saco conclusiones de la agresión militar a Osetia del Sur

sábado, 04 abril, 2009  

  Rusia y EEUU se esforzarán por lograr arreglo en el Cáucaso

sábado, 04 abril, 2009  

  Rusia propone a la OSCE cumplir misiones de observación en Georgia y Osetia del Sur. El embajador ruso ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, Anvar Azimov, propuso hoy a la OSCE cumplir misiones de observación a ambos lados de la frontera entre Georgia y Osetia del Sur.

sábado, 04 abril, 2009  

  Cancillería de Abjasia manifiesta su desconcierto por la declaración de la OTAN sobre Georgia. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Abjasia manifestó hoy su desconcierto por la declaración de la OTAN sobre apoyo a la integridad territorial de Georgia, indica un comunicado de la cancillería abjasa.

martes, 07 abril, 2009  

  Miles de georgianos piden la dimisión del presidente Saakashvili. Unos 50.000 georgianos se manifestaron el jueves en el inicio de una campaña para obligar a dimitir al presidente Mijail Saakashvili, encabezados por oponentes alentados por la desastrosa guerra del año pasado con Rusia.

viernes, 10 abril, 2009  

  Miles de personas se manifiestan en Georgia exigiendo la dimisión del presidente Saakashvili. Miles de personas se congregaron este jueves en la avenida Rustaveli, en el centro de la capital georgiana, para exigir la dimisión del presidente, Mijaíl Saakashvili.

viernes, 10 abril, 2009  

  Oposición georgiana aguarda renuncia de Saakashvili. La oposición georgiana seguida de miles de manifestantes en la calle se mantiene hoy expectante ante el ultimátum al presidente, Mijail Saakashvili, para que abandone el poder, en medio de una protesta nacional sin precedentes.

viernes, 10 abril, 2009  

  EEUU pide moderación al Gobierno y a la oposición de Georgia

viernes, 10 abril, 2009  

  Un vacío de poder en Georgia perjudica tanto a Europa como a Rusia.

martes, 14 abril, 2009  

  La oposición en Georgia advierte que el gobierno prepara provocaciones para alterar el orden público. Las autoridades de Georgia preparan actos de provocación encaminados a alterar el orden público, advirtió hoy uno de los líderes del partido opositor Foro Nacional, Gubaz Sanikidze, informó la agencia Novosti-Georgia.

martes, 14 abril, 2009  

  Manifestantes de la oposición bloquean la residencia del presidente de Georgia. El portavoz del opositor Partido Conservador de Georgia, Kaja Kukava, instó hoy a los participantes en el mitin de la oposición organizado cerca del Parlamento desplazarse hacia la residencia del presidente georgiano Mijaíl Saakashvili, cuya dimisión exigen los opositores.

martes, 14 abril, 2009  

  Opositores instalan tiendas de campaña y jaulas en Tbilisi

martes, 14 abril, 2009  

  Autoridades georgianas dispuestas a dialogar con la oposición y prometen abstenerse de emplear la fuerza. Las autoridades georgianas están dispuestas a dialogar con la oposición sobre cualquier asunto que no sea la dimisión del presidente y prometen no ser los primeros en emplear la fuerza, declaró hoy el viceprimer ministro de Georgia, Gueorgui Baramidze.

martes, 14 abril, 2009  

  Ministro georgiano de Exteriores inicia visita oficial a EEUU. El ministro de Exteriores de Georgia, Grigol Vashadze, inicia hoy la visita oficial a EEUU, informaron fuentes del departamento diplomático georgiano a la agencia Novosti-Georgia.

martes, 14 abril, 2009  

  EEUU prestará ayuda financiera a Georgia por importe de $242 millones. EEUU asigna 242 millones de dólares a Georgia a título de ayuda financiera. La respectiva propuesta ya fue elevada al Congreso de EEUU, informó hoy a la prensa el ministro de Hacienda georgiano Kaja Baindurashvili.

martes, 14 abril, 2009  

  Opositores anuncian desobediencia civil contra el Gobierno de Georgia. El presidente de Georgia, Mikhail Saakashvili, recibió gran apoyo internacional en 2008, durante la guerra de su país con Rusia. Hoy se enfrenta a una oposición que cuestiona el carácter democrático de su Gobierno.

martes, 14 abril, 2009  

  La protesta contra Saakashvili, una prueba para la democracia en Georgia. (version AFP)

martes, 14 abril, 2009  

  UE pide diálogo en lugar de confrontación en Georgia. La Unión Europea (UE) exhortó a las autoridades de Georgia y a la oposición a dar fin a su estancamiento político e iniciar un diálogo, declaró el enviado de la UE para el Cáucaso Sur, Peter Semneby, en Tbilisi, capital de Georgia.

martes, 19 mayo, 2009  

Publicar un comentario

Wonder News

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

«« Inicio »»