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Sobre el capitalismo |
El economista y Premio Nobel Michael Spense sostiene que en el próximo año podrían colapsar entre cien y doscientos bancos sólo en EEUU.
El moribundo mercado de la vivienda de Estados Unidos necesitará de otros dos a tres años para recuperarse, mientras que entre 100 y 200 bancos del país podrían colapsar el próximo año, dijo un ganador del premio Nobel de Economía.
Michael Spence dijo que el excedente de viviendas y una débil demanda de las consumidores, en medio de la turbulencia de los mercados financieros y una alta inflación, son un lastre para el mercado de la vivienda estadounidense, que experimenta su peor caída desde la Gran Depresión en los años 1930.
"Va a tomar cierto tiempo para encontrar una solución al sistema, probablemente un par de años," dijo Spence, quien ganó el premio Nobel en el 2001.
El laureado economista dijo que espera que "100 a 200 bancos" colapsen en Estados Unidos el próximo año porque muchos no están bien capitalizados y el Gobierno estadounidense dejará que caigan los más pequeños sin intervenir.
"Si uno hace una presunción razonable sobre el valor de los activos que ellos tienen, es menos que los pasivos, de manera que están en bancarrota," dijo.
La caída del sector vivienda estadounidense ha causado graves grietas a los mercados financieros globales, luego de que el incumplimiento de los préstamos hipotecarios, que fueron empaquetados y revendidos por muchos bancos como deuda de riesgo, acabó con la liquidez de los mercados a nivel mundial.
En la última debacle, el Gobierno de Estados Unidos asumió el domingo el control de los gigantes de financiamiento hipotecario Fannie Mae y Freddie Mac, que han sufrido pérdidas combinadas por casi 14.000 millones de dólares en los últimos cuatro trimestres y cuyas deudas están colocadas en muchos bancos centrales del mundo.
La medida, destinada a evitar que se profundice la turbulencia del mercado, representó lo que podría ser el mayor rescate financiero del Gobierno en la historia del país.
Fannie y Freddie poseen o garantizan cerca de la mitad de los 12 billones de dólares de la deuda hipotecaria de Estados Unidos.
Spence dijo que el Gobierno actuó correctamente al intervenir a Fannie y Freddie porque así redujo el riesgo de un mayor endurecimiento del crédito en los mercados, pero que ahora necesita colocar rápidamente dinero en esas compañías para que puedan seguir comprando hipotecas.
Pero agregó que las firmas y el Gobierno no deberían comprometerse en compras "irresponsables" de casas sobrevaluadas.
"Lo que realmente necesitamos es financiar compras legítimas de casas y negocios que quieran obtener préstamos," dijo.
Nueve bancos estadounidenses han quebrado en lo que va del año y la Corporación Federal de Garantías de Depósitos dijo que el número de bancos con problemas en Estados Unidos subió un 30 por ciento a 117 instituciones en el segundo trimestre.
Etiquetas: conocimiento, inteligencia, monopolios, multitud, politica.
Dos fuentes cercanas indicaron que la orden emanó el lunes del propio Buffett, presidente ejecutivo de Berkshire Hathaway. Chuck Towle, vicepresidente de KBS, rehusó comentar sobre la decisión. "Trabajaremos con cada banco y arreglaremos detalles con ellos", se limitó a decir Towle, quien no confirmó que la orden proviniera de Buffett. Buffett no quiso referirse al tema.
Once bancos han quebrado este año en Estados Unidos. Ocho lo han hecho desde el 11 de julio, una concentración no vista desde la crisis de ahorros y préstamos de fines de los años 80 y principios de los 90. El gobierno garantiza depósitos de hasta US$100.000 en la mayoría de las cuentas. La salida de Buffett de este mercado es una señal de la preocupación que existe por la posibilidad de futuras quiebras bancarias.
Deutsche Post favoreció la “opción alemana” frente a la oferta de Santander. El banco español ofreció comprar la totalidad de su paquete del 50% para después lanzar una opa sobre el resto del capital. Así lo confirmó Santander, que ayer envió un hecho relevante a la CNMV, después de que el propio supervisor bursátil le pidiese aclarar las informaciones que le relacionaban con la compra de Deutsche Post.
Diferencias de valoración
Santander no ha informado sobre cuánto estaba dispuesto a pagar por la entidad alemana. Sin embargo, fuentes cercanas a la operación aseguraban ayer que su oferta estaba ligeramente por debajo de la de su competidor. Algunas fuentes situaban en dos euros por acción la diferencia entre la propuesta de Santander (de 53 euros) y la de Deutsche. Sin embargo, el banco español se dirigía al 100% del capital y, consecuentemente, a todos los accionistas, mientras que Deutsche Bank sólo pagará a Deutsche Post.
Si se confirman los 2.500 millones que pagará Deutsche Bank en metálico, se valoraría el banco postal en 8.000 millones, casi 1.000 más que su actual precio en bolsa. Deutsche Bank mantendrá la marca de Postbank que, con casi 15 millones de clientes, es el mayor en banca minorista de Alemania. Y pese a que no tocará la red de oficinas (800 propias más 5.000 ventanillas del sevicio postal), la mayor del país, los sindicatos ven con escepticismo la operación.
El presidente de Deutsche Bank, Josef Ackermann, había apuntado algunos detalles de la operación en ciernes el miércoles, durante una conferencia financiera. Aseguró que Postbank “podría fortalecer Deutsche Bank de manera estratégica, tanto en el mercado de banca minorista como en la red de distribución, esto es algo indudable”, señaló. “La cuestión es si se encuentra una solución también en lo que respecta al precio” indicó el jefe de la primera entidad alemana para añadir que Deutsche Bank “mantiene una disciplina muy severa”.
Esta disciplina de la que hablaba Ackermann es la que limitó la oferta de Deutsche por la red de oficinas del grupo americano Citi en Alemania, que finalmente se quedó el banco cooperativo francés Crédit Mutuel tras desembolsar 4.900 millones. Pero la fusión de Dresdner y Commerzbank ha acercado al segundo banco alemán a Deutche Bank, hasta casi pisarle los talones en algunas áreas.
Postbank nació en 1990 de la fusión de los bancos postales de la extinta RDA y el de la RFA y en 1995 se conviertió en sociedad anónima para salir a bolsa en 2004. Con un precio de colocación de 28,5euros, las acciones del banco postal cotizan actualmente a 44 euros, después de haber sufrido una fuerte caída en los últimos meses, y haber comenzado a recuperarse hace algunos días, a medida que se acercaba la decisión de su venta.
Cuenta con 21.000 empleados y más de 14,5 millones de cliente, aunque un tercio de ellos se consideran inactivos al ser libretas de ahorro. En 2007 Postbank alcanzó un balance de 203.000 millones de euros, una décima parte de la Deutsche Bank que tenía 2 billones de euros en activos.
El último ejercicio Postbank obtuvo 1.000 millones de beneficios antes de impuestos. Pero parte de este brillante resultado se lo comería después la crisis financiera. En el segundo trimestre de 2008 Postbank corrió a la baja sus previsiones de beneficios, debido a los fuertes provisiones .
El Gobierno alemán aplaude y los sindicatos protestan
El Gobierno que dirige Angela Merkel no ha ocultado nunca que ve con simpatías una concentración bancaria a nivel nacional. Ayer lo expresó el ministro de Finazas, el socialdemócrata Peer Steinbrück, quien dió la bienvenida al proyecto, igual que el presidente de Commerzbank, Martin Blessing. Los sindicatos, en cambio anunciaron que “torpedearán” la operación porque temen que genere miles de despidos. Los analistas creen que no habrá una reestructuración inmediata.
Precisamente es lo que ha intentado Ackermann al adquirir Postbank en al menos dos fases. Pero tras el anuncio de recorte de 9.000 empleos en la fusión de Commerz con Dresdner, los sindicatos temen lo peor. Frank Bsirske, presidente del sindicato de servicios donde se integra la banca, dijo anoche que se utilizarán su voto en el Consejo de Vigilancia de Deutsche Post para bloquear la operación.
No deja de ser una paradoja que la consolidación bancaria alemana, pedida agritos por las autoridades políticas y por los propios bancos privados desde hace una década, se produzca de un tirón ahora, en plena crisis financiera internacional.
La adquisición de Postbank en Deutsche Bank se anuncia dos semanas después de que el tercer banco del país, Dresdner pase a manos del segundo, Commerzbank. Postbank es prácticamente la última oportunidad para Deutsche Bank de crecer dentro de Alemania, pues el resto del sector es público y sus decisiones dependen siempre del capricho de los políticos regionales y sus partidos. Ayer precisamente se anunció una tercera fusión, esta vez dentro del sector de la banca cooperativa , la del DZ Bank con el WGZ de Düsseldorf. Los detalles de la operación se conocerán más adelante.
Que la concentración del sector financiero alemán se ha producido hasta este mes a cuenta gotas y con años de retraso frente a sus competidores europeos tiene que ver sin duda con la unificación alemana en 1990 y la borrachera y resaca que trajo ésta para el sector. Pero también con la propia estructura bancaria, en la que más del 50% está en manos de las cajas de ahorro y los Landenbanken o bancos públicos regionales.
El objetivo de los encuentros es encontrar algún modo de rescatar el banco de inversión, el cuarto en el país y que en la última semana ha presentado un plan de reestructuración para hacer frente a las pérdidas ocasionadas por el mal estado del mercado inmobiliario.
En la reunión del viernes la Fed pidió a los representantes bancarios que presentaran propuestas para solucionar la crisis de Lehman Brothers que no implicara la intervención financiera del Gobierno, publican medios estadounidenses.
Según afirma The Wall Street Journal, los bancos examinan dos posibles soluciones, o bien la liquidación o bien una iniciativa en la cual las entidades bancarias proveerían financiación para que Lehman se deshiciera de sus activos inmobiliarios problemáticos.
Paulson ha dejado claro que no cabe esperar una intervención del Gobierno similar a la sucedida la semana pasada, cuando asumió el control de las hipotecarias semipúblicas Freddie Mac y Fannie Mae, o cuando emitió un conjunto de medidas para el rescate del banco Bear Stearns en marzo.
En un sentido similar se ha manifestado la campaña del candidato demócrata a la presidencia, Barack Obama, que consideró que los problemas que atraviesa Lehman ponen de relieve la necesidad de modernizar las normas del sistema financiero estadounidense.
La campaña del candidato republicano, John McCain, también se mostró contraria a utilizar dinero público para rescatar a la entidad.
La institución financiera, que esta semana ha perdido más del 74% de su valor en la bolsa, busca un comprador, entre los que se baraja al Bank of America o los británicos Barclays o HSBC.
Dado que Lehman Brothers, una institución que cuenta con 158 años de antigüedad, mantiene negocios con varios de las principales entidades financieras en Wall Street, su derrumbe podría tener efectos en todo el sistema bancario.
Los inversores temen que en caso de que se produzca una venta, ésta sea a un precio irrisorio, tal y como ocurrió con Bear Stearns, que colapsó el pasado marzo y fue adquirido por JPMorgan Chase a 10 dólares por acción con el beneplácito de la Reserva Federal.
El miércoles, una semana antes de lo previsto, el banco de inversión informó de pérdidas de 6.212 millones de dólares en los nueve primeros meses del año fiscal, frente a los 3.306 millones que ganó un año antes en el mismo periodo.
Lehman Brothers anunció paralelamente el recorte del dividendo trimestral de 68 a 5 centavos por acción y una "drástica" reducción de su grado de exposición a activos vinculados al sector inmobiliario y a préstamos hipotecarios.
Además, confirmó que estudiaba la venta de una participación mayoritaria en su división de administración de activos Neuberger Berman.
En lo que va de año, los valores de la entidad financiera estadounidense han bajado un 93,5%, ya que al final de 2007 sus acciones costaban 65,44 dólares cada una.
"Los clientes de Lehman Brothers, incluidos los de su subsidiaria de su entera propiedad Neuberger Berman Holdings LLC, pueden mantener sus operaciones o tomar la decisión que consideren necesaria con respecto a sus cuentas", señaló el gigante de las finanzas en la nota.
La situación precipitó no sólo la compra de Merril Lynch, en una operación que dará como resultado un megagigante bancario, sino también una serie de iniciativas privadas y públicas para intentar proteger el sistema financiero de las consecuencias de la quiebra.
Un grupo de 10 bancos internacionales (el propio Bank of America, Barclays, Goldman Sachs, Merrill Lynch, Morgan Stanley, JP Morgan, Citi, Credit Suisse, Deutsche Bank y UBS), anunciaron esta noche la formación de un fondo de 70.000 millones de dólares que servirá de garantía para el sistema financiero. Cada uno de los bancos participantes aportará 7.000 millones de dólares al fondo. Las entidades financieras podrán apoyarse en este fondo para hacer frente a sus necesidades de crédito.
Los bancos participantes podrán recibir una inyección de liquidez de hasta un máximo de un tercio del valor total del fondo, según el comunicado, que indica que otras entidades financieras podrían sumarse y expandir el valor del fondo.
Por su parte, la Reserva Federal anunció una serie de medidas adicionales para apoyar el sistema financiero, entre ellas una ampliación de sus mecanismos actuales para la concesión de préstamos. Además de la expansión de sus mecanismos de préstamo, la Fed aceptará un abanico más amplio de garantías como aval para esos créditos, dice el comunicado.
Según la Fed, estas medidas "tienen como objetivo mitigar los riesgos y alteraciones potenciales en los mercados" ante el colapso de Lehman Brothers. La solución inicial para Lehman, que incluía la venta de sus activos rentables al grupo británico Barclays, se abandonó después de que la entidad del Reino Unido renunciara por la negativa del Tesoro a dar respaldo financiero a la operación.
El Tesoro, que en marzo pasado ya salió en defensa del banco Bear Stearns y que hace una semana intervino en favor de las hipotecarias semipúblicas Freddie Mac y Fannie Mae, rechazaba hacer lo mismo en favor de Lehman al considerar que ello haría que los bancos reclamaran siempre el respaldo del Estado en estas situaciones.
Lehman, una institución con 158 años de antigüedad, desarrolla negocios con otras entidades financieras que podrían verse afectadas por el colapso.
Bank of America y Merrill Lynch
Esta situación ha sido el desencadenante de la compra por parte de Bank of America de Merril Lynch, otro banco de inversión que se consideraba vulnerable.
Con esta adquisición, Bank of America, la primera entidad bancaria del país, consolida aún más su posición de gigante, reforzada ya por una serie de compras anteriores que incluyen el banco hipotecario Countrywide Financial.
La adquisición de Merrill Lynch, acordada esta noche por los consejos de administración de ambas entidades, le permite controlar la mayor fuerza de intermediarios bursátiles del país y crea una entidad que tendrá tentáculos en todos los aspectos del sistema financiero de EEUU.
AIG
La mayor aseguradora del mundo, AIG, también se encuentra en conversaciones para su posible venta, según los medios estadounidenses. The Wall Street Journal publicaba hoy en su página de Internet que AIG anunciará este lunes una reestructuración que incluirá la liquidación de algunos importantes activos, como su división de alquiler de aviones.
Además, podría estar buscando un crédito puente de 40.000 millones de dólares de la Reserva Federal mientras intenta vender activos, según publica The New York Times. La aseguradora no ha querido inversiones de capital privado porque habrían supuesto perder el control de la compañía, según publica The Wall Street Journal citando fuentes anónimas. Citi señala que la Reserva Federal podría abrir su ventanilla a AIG.
La decisión del banco central estadounidense fue el colofón a una noche increíble. Primero, a las once, hora de España, se hacía público que Bank of America, el segundo mayor banco de EEUU, iba a rescatar a Merrill Lynch, el mayor bróker de EEUU, por 44.000 millones de dólares (30.500 millones de euros).
Poco después, AIG, la mayor aseguradora estadounidense, lanzaba un llamamiento a la Reserva Federal solicitando un crédito de 28.000 millones de euros (40.000 millones de dólares) para evitar una rebaja de la calificación de su deuda por las agencias de 'rating' que podría llevarla al colapso en 72 horas, según informaba el domingo por la noche 'The New York Times'.
Y Lehman Brothers, el cuarto mayor banco de inversión de Estados Unidos y la entidad decana de Wall Street, afronta una probable liquidación después de que el Tesoro de ese país se hubiera negado a ayudar financieramente a las entidades interesadas en comprarlo.
Una nueva fase de la crisis
El derrumbe de los tres gigantes supone una nueva fase en la crisis desatada en julio de 2007 con la explosión de las hipotecas subprime, créditos otorgados a clientes que no cumplían los criterios de riesgo utilizados habitualmente en el sector. Los bancos transformaron esas hipotecas en bonos (a menudo incluyendo en ellos otros créditos y productos financieros), que vendieron a otros inversores. Y ahora, los bancos y aseguradoras se han encontrados con que esos activos no valen nada porque la gente no paga sus hipotecas.
Así es como AIG, que hasta hace poco más de un año era la mayor aseguradora del mundo, ni siquiera ha podido encontrar un comprador que estuviera dispuesto a ofrecerle 5.700 millones de euros. Ésa es la cifra que barajaron el domingo una serie de fondos de capital-riesgo, como KKR y CJ Flowers, a cambio del control de la entidad, antes de retirarse ante el temor de que la empresa ni siquiera valga eso.
En ese contexto, John Thain, el ex presidente de la Bolsa de Nueva York y actual máximo ejecutivo de Merrill, parece haber optado por vender esa entidad antes de que siguiera el camino de su competidor Lehman, que desde la madrugada del lunes parece abocado a la liquidación.
Fracasa el 'niño prodigio' de Wall Street
La venta de Merrill Lynch es un fracaso de primera magnitud para Thain, el 'niño prodigio' de Wall Street, que desde su llegada al banco, en diciembre, trató de llevar a cabo un drástico programa de saneamiento que incluyó la venta de activos y la colocación en una entidad separada de una parte de los llamados 'activos tóxicos', es decir, los bonos basados total o parcialmente en hipotecas. Según informaba el domingo por la noche la cadena de televisión CNBC, el Tesoro de EEUU no presionó a Thain para que vendiera a Merrill.
A cambio, la situación ha creado un nuevo coloso, Bank of America que, con su adquisición de Merrill Lynch, arrebata definitivamente a Citigroup —otro gigante tocado por la crisis, hasta el punto de que no se descarta su división en varias empresas— el título de mayor banco del mundo.
Liquidez inmediata
La crisis es de tal magnitud que la industria financiera ha tenido que ponerse a colaborar para tratar de salir de ella. El domingo por la noche, nueve grandes bancos anunciaban la creación de un fondo de casi 50.000 millones de euros para proveer liquidez inmediata a empresas en dificultades.
Según 'The Wall Street Journal', las entidades que contribuirán al fondo son las estadounidenses Goldman Sachs, JP Morgan Chase, Bank of America, Citigroup, Merrill Lynch y Morgan Stanley, la británica Barclays, la alemana Deutsche Bank y las suizas Credit Suisse y UBS.
Cada uno de los bancos participantes aportará 7.000 millones de dólares al fondo. Así, los bancos participantes podrán recibir una inyección de liquidez de hasta un máximo de un tercio del valor total del fondo, según el comunicado, que indica que otras entidades financieras podrían sumarse y expandir el valor del fondo.
Por su parte, la Reserva Federal anunció una serie de medidas adicionales para apoyar el sistema financiero, entre ellas una ampliación de sus mecanismos actuales para la concesión de préstamos.
Más mecanismos de préstamo
Además de la expansión de sus mecanismos de préstamo, la 'Fed' aceptará un abanico más amplio de garantías como aval para esos créditos, dice el comunicado. Según el organismo, estas medidas "tienen como objetivo mitigar los riesgos y alteraciones potenciales en los mercados" ante el colapso de Lehman Brothers.
El Tesoro, que en marzo pasado ya salió en defensa del banco Bear Stearns y que hace una semana intervino en favor de las hipotecarias semipúblicas Freddie Mac y Fannie Mae, rechazaba hacer lo mismo en favor de Lehman al considerar que ello haría que los bancos reclamaran siempre el respaldo del Estado en estas situaciones.
Bank of America compra Merrill Lynch
Mientras, un grupo de diez bancos internacionales anunció este domingo un programa de préstamos de US$70.000 millones para empresas con problemas y hacer frente a la crisis de crédito que amenaza la estabilidad del sistema financiero mundial.
El anuncio se produjo para hacer frente a las consecuencias de la quiebra de Lehman Brothers, abrumado por sus pérdidas en el sector hipotecario, después de que fracasaran las conversaciones para intentar encontrar un comprador.
La firma reportó pérdidas de US$7.000 millones relacionadas con inversiones hipotecarias.
Los dos potenciales compradores que había hasta ahora parecen haberse retirado de las conversaciones para rescatar a Lehman Brothers, el cuarto banco de inversiones más grande de EE.UU..
La casa matriz, Lehman Brothers Holdings, Inc., explicó que planea acogerse a la protección por bancarrota, pero la presentación al Capítulo 11 no incluirá sus operaciones de correduría/corredor y otras actividades.
La quiebra del banco estadounidense podría provocar una severa conmoción del sistema financiero global.
Reacciones a la bancarrota
Aporte millonario
En un comunicado, diez bancos internacionales, entre ellos el Bank of America, Barclays, Deutsche Bank y UBS, indicaron que cada uno aportará US$7.000 millones al fondo para hacer frente a la crisis crediticia.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, dijo este domingo que apoyaba las acciones de los participantes del mercado para fortalecer y realzar la industria financiera.
"Aprecio particularmente los esfuerzos de los participantes del mercado que se aunaron este fin de semana e iniciaron una serie de pasos para facilitar la organización y la estabilidad en nuestro nuestros mercados financieros...", dijo Paulson en una declaración.
Los bancos participantes podrán recibir una inyección de liquidez de hasta un máximo de un tercio del valor total del fondo, según el comunicado, que indica que otras entidades financieras podrían sumarse y expandir el valor del fondo.
La solución inicial para Lehman Brothers, que incluía la venta de sus activos rentables al grupo británico Barclays, no prosperó este domingo después de que los compradores se retiraran ante la negativa del Tesoro a darle respaldo financiero a la operación.
Crisis global: "Las perspectivas son malas"
El Tesoro de Estados Unidos, que en marzo pasado salió en defensa del banco Bear Stearns y que hace una semana intervino a favor de las hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae, rechazó hacer lo mismo a favor de Lehman Brothers al considerar que ello haría que los bancos reclamaran siempre el respaldo del estado en estas situaciones, según informó la agencia de noticias EFE.
Lehman Brothers emplea a unas 25.000 personas en todo el mundo.
El editor de negocios de la BBC, Robert Peston, dice que la decisión de Barclays de no realizar un acuerdo con Lehman es un enorme obstáculo para los esfuerzos de rescate.
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