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Metano sale a la superficie en el Ártico |
Científicos que viajan a bordo de un barco ruso afirman tener pruebas de que millones de toneladas de metano, un gas veinte veces más potente desde el punto de vista del calentamiento atmosférico, que el dióxido de carbono, está escapando a la atmósfera desde los fondos marinos del Ártico.
Depósitos masivos de metano encerrado bajo esos fondos marinos suben en forma de grandes burbujas a la superficie, fenómeno que coincide con un calentamiento del Ártico y la desaparición de los bloques de hielo de sus aguas, según una información que divulga hoy en exclusividad el diario británico "The Independent".
Los depósitos de metano son importantes porque los investigadores creen que su emergencia ha sido responsable en épocas pasadas de rápidos aumentos de temperaturas, cambios climáticos bruscos e incluso de la extinción de muchas especies, señala el periódico.
Los científicos que han recorrido a bordo de un barco de investigación ruso toda la costa norte de Rusia han descubierto intensas concentraciones de metano en varias zonas que cubren miles de kilómetros cuadrados de la plataforma continental siberiana.
Recientemente han visto la superficie marina bullendo por el efecto de las "chimeneas de metano" que subían desde los fondos marinos.
Los expertos creen que ello se debe a que se han fundido las capas de permafrost (hielo permanentemente congelado) que impedían escapar el metano de los depósitos submarinos formados antes de la última glaciación.
Los científicos temen que la liberación masiva de ese metano podría acelerar el calentamiento del planeta y dar lugar a un círculo vicioso por el cual cada vez se fundiría más permafost y se liberarían mayores cantidades de gas de efecto invernadero.
La cantidad de metano depositado bajo el Ártico se calcula que supera al carbono almacenado en las reservas carboníferas mundiales, por lo que es de vital importancia la estabilización de esos depósitos en un área que se está calentando a un ritmo mucho más rápido que otras del planeta.
Örjan Gustafsson, de la Universidad de Estocolmo, uno de los jefes del equipo de científicos que viaja en el barco Jacob Smirnitskyi, dice haber descubierto por primera vez un campo en el que la liberación de metano era tan intensa que el gas no tenía tiempo de disolverse en el agua del mar sino que salía a la superficie en forma de burbujas.
La existencia de esas "chimeneas de metano" se documentaron gracias a un sondeador de eco y a instrumentos sísmicos, explica el experto sueco, según el cual en algunos lugares las concentraciones de metano eran cien veces superiores a los niveles normales.
Esas anomalías se documentaron en el Mar Siberiano Oriental y en el mar de Laptev, en una superficie de varias decenas de miles de kilómetros cuadrados, lo que equivale a millones de toneladas de metano, según explicó Gustafson.
"La liberación de metano en esas regiones inaccesibles parecen indicar que la capa de permafrost está comenzando a perforarse, lo que permite escapar al gas. Hemos encontrado niveles elevados de metano en la superficie del mar y aun más a ciertas profundidades", dijo el científico.
Las conclusiones de ese estudio de la plataforma siberiana, que se publicarán próximamente en el boletín de la Unión Geofísica Americana, están siendo supervisadas por Igor Semiletov, de la Academia Rusa de Ciencias.
Desde 1994, Semiletov ha encabezado cerca de diez expediciones por el mar de Laptev, y durante los años noventa no detectó niveles elevados de metano, algo que empezó a ocurrir, sin embargo, a partir del 2003.
Según "The Independent", Semiletov ha sugerido varias posibles hipótesis que explicarían ese fenómeno, entre ellas un mayor volumen del agua de los ríos siberianos, que llega además al mar a temperaturas algo más altas que en el pasado debido a la fusión de la capa helada de la tierra.
El Ártico ha registrado un incremento medio de las temperaturas de 4 grados centígrados en las últimas décadas y una fuerte disminución del área oceánica cubierta por los hielos durante el verano.
Etiquetas: conocimiento, inteligencia, medios, memoria, multitud.
► viernes, 26 septiembre, 2008
Una reciente caída en la temperatura global es debida a cambios naturales en los sistemas meteorológicos, según muestra un nuevo análisis, y no altera la tendencia a largo plazo del calentamiento.El centro dice que las temperaturas promedio han continuado su tendencia ascendente durante la última década y la culpa es de los humanos.
En una declaración publicada en su web, dicen: “Cualquiera que piense que el calentamiento global ha parado es que quiere ignorar la realidad para no enfrentarse a ella”.
“La evidencia es clara, la tendencia a largo plazo de la temperatura global es ascendente y los humanos son enormemente responsables de este ascenso. El calentamiento global no significa que cada año sea más cálido que el anterior".
La nueva investigación confirma que el mundo se ha enfriado ligeramente desde 2005, pero dice que esto es debido al fenómeno meteorológico La Niña, cuando agua fría sube a la superficie del océano Pacífico. Pesar de este efecto, el centro dice, que 11 de los últimos 13 años son los más cálidos nunca registrados.
Vicky Pope del Met Office dice que la nueva investigación fue en respuesta a las prominentes afirmaciones realizadas por Lawson el anterior canciller, otras que afirmaban que el reciente enfriamiento observado mostraba que los miedos al cambio climático son exagerados y que es improbable que las temperaturas suban tanto como se prevé.
Dijo:”Creo que ha confundido a la gente. Recibimos muchos correos electrónicos preguntando si el calentamiento global ha parado y esto nos lanzó a mirar en los datos de nuevo e intentar comprender la situación mejor”.
La tendencia aparente del enfriamiento es exagerada por la temperatura máxima registrada en 1998 causada por un evento meteorológico separado, El Niño, dijo. “Podrías mirar a lo que paso en 1998 y decir que el calentamiento se aceleró y tampoco sería cierto”.
“Cualquier experto en estadística dirá que no puedes solo dibujar una línea recta entre dos puntos, necesitas mirar a la tendencia subyacente”.
A pesar del reciente enfriamiento, las temperaturas medias todavía están creciendo a 0.09 ºC por década, el centro dice que está por debajo del record de 0.33ºC por década medido durante 1990.
► viernes, 26 septiembre, 2008
Preparado por la Organización Internacional del Trabajo, el Programa del Medio Ambiente (PNUMA) y las organizaciones internacionales de Sindicatos y de Empleadores, el documento aborda el tema de la labor en una “economía verde”.Titulado Trabajo Verde; hacia la labor adecuada en un mundo sostenible bajo en emisiones de carbón, el reporte asegura que las acciones para contener el calentamiento global conducen a la creación de empleos ecológicos en varias esferas.
El informe incluye propuestas y recomendaciones a la Conferencia sobre Cambio Climático del próximo año en Copenhague, Dinamarca, donde se debe acordar un documento que sustituya el Protocolo de Kyoto, que caducará en 2012.
Achim Steiner, director ejecutivo del PNUMA, dijo hoy que el informe presenta desde la perspectiva de la sostenibilidad cómo con incentivos adecuados, investigaciones y programas de apoyo existe un potencial laboral a desarrollar.
En medio de la actual crisis financiera en diversas partes del mundo, los países gastarán miles de millones en los próximos meses para estabilizar la economía global, apuntó el funcionario en declaraciones en esta sede.
Imaginen por un momento si algunos de los paquetes de estímulo ahora en fase de preparación pudieran ser destinados no a mantener la vieja economía del siglo XX, sino a invertir en la nueva economía del siglo XXI, subrayó.
El informe alerta que muy pocos trabajos verdes han sido creados para los más vulnerables, cuando mil 300 millones de pobres, es decir, el 43 por ciento de la fuerza laboral mundial, tiene ingresos menores a dos dólares diarios.
► viernes, 26 septiembre, 2008
El profesor John Schellnhuberm director del Potsdam Institute for Climate Impact en Alemania, dijo a The Guardian que sólo una vuelta a los niveles preindustriales de CO2 sería suficiente para garantizar una futuro seguro al planeta. Dijo que los actuales objetivos políticos para frenar el crecimiento en las emisiones y estabilizar los niveles de carbono eran insuficientes, y que habría que encontrar la forma de quitar de forma activa el CO2 en el aire.Schellnhuber comentó: “Tenemos que empezar a ponderar que podría no ser suficiente estabilizar los niveles de carbono. Deberíamos no descartar que podría ser necesario bajarlos de nuevo”.
Los niveles de carbono han fluctuado durante los últimos cientos de años, pero raramente ha ido mucho mas allá de las 280 partes por millón (ppm), lo que es comúnmente referido como concentración preindustrial. Durante los últimos siglos, las emisiones humanas de gases invernadero han forzado las concentraciones a ascender hasta 387 ppm y sube más de 2 ppm al año.
Los gobiernos del mundo están actualmente intentando llegar a un acuerdo que restringiría y estabilizaría las emisiones de carbono a 450 ppm, en un esfuerzo para limitar un aumento de la temperatura global de 2ºC desde los tiempos preindustriales.
Schellnhuber, que ha aconsejado al gobierno germano y a la Comisión Europea sobre el clima dice: “Es un compromiso entre la ambición y la viabilidad. Un aumento de 2ºC podría evitar alguno de los desastres ambientales más grandes, pero es todavía sólo un compromiso”.
Dijo incluso que un pequeño incremento en la temperatura podría desencadenar uno de varios puntos de no retorno climático, como la emisión de metano del permafrost fundido y llevar a un calentamiento global mucho más severo.
“Es un argumento dramático, pero nadie puede decir con seguridad que 330 ppm es seguro”, dijo. “Quizás no importará si tenemos 270 ppm o 320 ppm, pero operar por afuera del reino histórico de las concentraciones de dióxido de carbono es arriesgado ya que no hemos comprendido completamente la relevancia de los mecanismo de retroalimentación”.
Llama al plan para quitar las emisiones provocadas por el hombre “restitución atmosférica” y lo ha discutido en seminarios recientes, pero no escrito para una revista científica. “Es una idea tan audaz que suena muy desesperada”; comentó.
Schellnhuber dijo que el impacto más severo a largo plazo podría ser la subida del nivel del mar. Durante varios siglos o mas, una subida global de 1 ºC correspondería a un aumento del nivel del mar de entre 15 y 20 metros. “Como hemos construido todas nuestras zonas costeras para el nivel del mar actual no deberíamos cambiarlo en decenas de metros”.
Si los niveles de CO2 son estabilizados durante las próximas décadas, dijo, entonces la tecnología de “ciencia ficción” podría ser desarrollada para bajar el nivel de nuevo para 2200. Sugirió que la quema a gran escala de materia vegetal para energía, capturando el dióxido de carbono resultante y almacenándolo, podría reducir los niveles de C02 cerca de 50 ppm. Otras técnicas serías necesarias también, añadió.
Científicos en EEUU, liderados por Klaus Lackner de la Universidad Columbia, están desarrollando un dispositivo que podría anular el dióxido de carbono del aire usando tiras de plástico absorbente. Richard Branson ha prometido 25 millones de dólares al inventor de una máquina que quite el CO2 del aire en una gran escala.
El aviso de Schellnhuber llega cuando experto en el clima dicen que la tendencia de las emisiones actuales muestra que es improbable que el mundo estabilice los niveles de dióxido de carbono por debajo de 650 ppm, que podría ver un aumento de 4ºC. Alice Bows y Kevin Anderson, del Tyndall Centre for Climate Change Research de la Universidad de Manchester, dicen que la contaminación de carbono está creciendo más rápido de lo que se admite oficialmente. Dicen que las emisiones necesitan tocar techo para el 2015 y después descender hasta un 6,5% cada año para que los niveles de CO2 atmosférico se estabilicen a 450 ppm.
Incluso un objetivo de 650 ppm –muy por encima de las proyecciones del gobierno– necesitaría que las emisiones mundiales alcanzaran su pico en 2020 y después reducir un 3% cada año. Dicen que la promesa del G8 de reducir las emisiones un 50% para 2050, en un esfuerzo para limitar el calentamiento global a 2ºC, no tiene base científica y podría llevar a políticas “peligrosamente equivocadas”.
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