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Lula preocupado por la Cuarta Flota |
Lula preocupado porque Cuarta Flota "va adonde acabamos de descubrir petróleo". Según el mandatario brasileño, es innecesaria para la región la supuesta ayuda sanitaria que afirma Estados Unidos brindará con esa fuerza militar. El mandatario abogó por la creación de un Consejo de Defensa Suramericano que tenga una concepción política para salvaguardar la región.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reiteró su inquietud por la reactivación de la IV Flota en aguas latinoamericanas y caribeñas, durante una entrevista que publicó este domingo el periódico argentino Clarín y difunde la agencia de noticias Prensa Latina.
"A mí me preocupa la IV Flota porque va ir exactamente donde nosotros acabamos de descubrir petróleo", alertó Lula. Según el mandatario brasileño, es innecesaria para la región la supuesta ayuda sanitaria que afirma Estados Unidos brindará con esa formación.
El mandatario abogó por la creación de un Consejo de Defensa Suramericano que tenga una concepción política para salvaguardar la región. Aclaró que Brasil no tiene enemigos, pero puede 'aparecer alguien que quiera guerra y por eso nosotros precisamos estar preparados para hacernos cargo de nuestro territorio y de nuestra región'.
Recientemente, el Gobierno argentino también reiteró su preocupación por esa fuerza militar al jefe del Pentágono, Robert Gates, durante la VIII Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, que se celebró en la ciudad canadiense de Banff.
El presidente venezolano, Hugo Chávez Frías, alertó el pasado 1 de julio al Mercado Común del Sur (Mercosur) sobre la presencia de la IV Flota. 'Ese es otro tema geopolítico y debemos preguntarle a Estados Unidos ¿qué es esto?', subrayó Chávez en la XXXV Cumbre de las naciones miembros plenos y asociadas del bloque, que sesionó en la ciudad argentina de San Miguel de Tucumán.
El Jefe de Estado venezolano insistió en no tener dudas de que la IV Flota es una amenaza y pidió el cese de la injerencia de Washington en Latinoamérica.

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, mentiras, multitud, politica.
Citado en este texto, el director de Inteligencia Estratégica del Estado Mayor Naval de la Armada venezolana, el contralmirante Salbatore Cammarata Bastidas, resaltó que la actividad "tiene gran importancia para América Latina porque es la primera vez que se ejecuta" en la región.
Cammarata Bastidas explicó que en la operación también participará la Aviación venezolana.
"En los ejercicios operacionales participarán, por el componente naval venezolano, unidades de línea como las fragatas misilísticas, los escuadrones de patrulleros y de transporte, así como unidades aeronavales y submarinas. Además de los aviones de patrullaje marítimo pertenecientes a la Aviación", precisa el comunicado.
El presidente venezolano dio su visto bueno públicamente en dos ocasiones para que barcos y aviones militares rusos entren en territorio venezolano si así lo requieren.
"Rusia nos ha informado de la intención que tiene de visitar Venezuela, es decir, de la intención de que una flota rusa venga por el Caribe (...) Le dije al presidente (Medvedev) 'si van por el Caribe los recibiremos'", dijo Chávez a mediados de agosto.
El mandatario venezolano ha incrementado su cooperación con Rusia en los últimos meses, entre otros, en el ámbito armamentístico, y se ha felicitado por haber establecido una "alianza estratégica" con Moscú.
Además, Chávez apoya a Rusia en la disputa que ese país mantiene con su vecina Georgia por el estatus de las regiones georgianas de Abjasia y Osetia del Sur, y considera que Estados Unidos está detrás de este conflicto y maneja a su antojo al gobierno de Tiflis.
"Rusia está en su derecho" de reconocer la independencia de esas provincias "porque la están atacando, y Rusia se levanta de nuevo como una potencia mundial", recalcó Chávez.
Antes de que los cuatro buques rusos lleguen al Caribe, el buque anfibio estadounidense USS Kearsarge, de la recientemente reactivada IV Flota, también realizará una misión humanitaria por Centroamérica, el Caribe y Sudamérica.
En julio, la prensa rusa publicó que Moscú también tenía intenciones de enviar bombarderos a Cuba pero las informaciones fueron desmentidas por el Kremlin.
En este escenario, y con Chávez como nuevo jugador en el tablero, América Latina y la región petrolera del Caribe se convierten en un nuevo posible escenario de la guerra por el control de la energía entre el Rusia y el eje USA-UE. Se trata -dicen analistas rusos- de una jugada demostrativa de que Moscú resolvió elevar la apuesta de su desafío militar llevándola al propio "patio trasero" de Washington.
De esta manera, y utilizando a Chávez como su peón caribeño, Moscú abre un frente de la guerra energética en América Latina: Mientras controla el vital oleoducto BTC en Georgia (que Moscú esgrime como un "arma" para presionar a Europa) la dupla Medveved-Putin conserva la ofensiva y le asesta un nuevo golpe a la hegemonía imperial de EEUU.
Chávez, por su parte, intenta probar suerte en las grandes ligas de los que definen el tablero del "nuevo orden mundial". Ahora -como siempre- le toca mover a Washington.
Un grupo de buques de la Marina de Guerra de Rusia realizará maniobras conjuntas con Venezuela en aguas del Atlántico y el mar Caribe, confirmó este lunes el portavoz de la Armada rusa, el capitán Igor Digalo.
"Las maniobras se enmarcan en el plan de cooperación con las flotas extranjeras y Rusia enviará buques de su Flota del Norte, el crucero atómico 'Pedro el Grande' y varios barcos de apoyo logístico", precisó.
Hay un precedente inmediato: La instalación de la base militar rusa en Venezuela que Chávez anunció en su última visita a Moscú y que luego hubo de desmentir ante la reacción que generó en Washington.
En su visita a Moscú para comprar armas, en julio pasado, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ofreció a Rusia una alianza estratégica en materia de petróleo y de cooperación militar.
Según las agencias rusas, el presidente de Venezuela propuso a Rusia la instalación de bases militares de apoyo en territorio de Venezuela.
Pero Chávez, según la agencia RIA Novosti, fue más allá, y dijo: "si algún día una flota rusa llega por el Caribe, izaremos banderas, tocaremos tambores... porque sería la llegada de un amigo, que llegaría a dar la mano, sería la llegada de un aliado nuestro. Rusia se ha convertido hoy en uno de nuestros más grandes aliados en todo el planeta... ".
Las principales agencias y medios internacionales recogieron la información, que también consignaba que Venezuela pensaba adquirir armamento ruso para la defensa de una posible "invasión de EEUU". La noticia conmocionó al mundo y tuvo una réplica inmediata de Washington.
Posteriormente Hugo Chávez y su gobierno desmintieron la información denunciando una operación de prensa contra Venezuela: "Medios de comunicación social insisten en desvirtuar los esfuerzos y logros alcanzados por el Gobierno Bolivariano".
El sábado pasado, y con el conflicto militar en el Cáucaso como telón de fondo, Venezuela anunció que realizará ejercicios navales con Rusia en sus aguas territoriales del Caribe, entre el 10 y el 14 de noviembre.
"Con la finalidad de realizar ejercicios operacionales en el mar Caribe con la Armada Nacional Bolivariana, representantes de la Federación Rusa tienen previsto visitar el territorio venezolano entre los días 10 y 14 de noviembre del presente año para unificar lazos de amistad y cooperación", señala un comunicado oficial.
El director de Inteligencia Estratégica del Estado Mayor Naval, contraalmirante Salvatore Cammarata, indicó en dicho comunicado que participarán cuatro buques y unos 1.000 militares rusos.
Mientras que por el lado de Venezuela habrá fragatas misilísticas, escuadrones patrulleros y de transporte y unidades aeronavales y submarinas.
El contraalmirante informó que una delegación rusa, encabezada por el comandante en jefe de la Armada rusa, Popov Fedorovich, estuvo anteriormente en Venezuela para planificar los ejercicios.
El informe no precisa la zona del Caribe venezolano donde se llevarán a cabo los operativos, aunque destacó que serán los primeros en realizarse en América Latina.
El pasado domingo, durante su programa Aló, Presidente, el presidente venezolano adelantó que Rusia enviaría una flota por el Caribe en misión de entrenamiento y aseguró que ésta sería bienvenida en los puertos venezolanos.
Chávez calificó a Rusia de "aliado estratégico" e informó sobre el próximo ingreso al país de un nuevo sistema defensivo ruso con cohetes de largo alcance, capaces de llegar a blancos situados a unos 200 kilómetros.
Las declaraciones se produjeron semanas después de que Washington anunciara la reactivación de su IV Flota, que navegará por aguas del Caribe.
A este escenario se suma el hecho de que, antes que los cuatro buques rusos lleguen al Caribe, el buque anfibio estadounidense USS Kearsarge de la IV Flota realizará una "misión humanitaria" por Centroamérica, el Caribe y Sudamérica.
Todo este panorama, sumado a una previsible nueva reacción de EEUU contra Chávez, ya lleva a algunos analistas a hablar de una posible "militarización" de América Latina con el conflicto del Cáucaso como eje central.
Para la mayoría de los analistas que siguen sus oscilaciones políticas con el Imperio, Chávez sigue "sorprendiendo".
En menos de tres meses, Chávez le pidió a las FARC que "abandonen la lucha armada", se abrazó e hizo las paces con Uribe, abogó por la "paz" como única alternativa para superar los conflictos regionales, viajó a Moscú a comprar armas de última generación, pidió la presencia de la flota rusa en América Latina, y ofreció el territorio de Venezuela para la instalación de bases militares rusas, luego lo negó, y ahora anuncia que sus FFAA realizarán ejercicios militares conjuntos con Rusia en el Caribe, en pleno patio trasero latinoamericano.
En julio, el diario moscovita Izvestiya aseguró que la Fuerza Aérea rusa estudiaba trasladar bombarderos de largo alcance a Cuba en respuesta al sistema de defensa antimisiles que Estados Unidos planea instalar en Europa central. La información fue luego desmentida por La Habana.
¿Maneja Moscú una hipótesis de conflicto militar en el patio trasero de EEUU?
Para algunos analistas rusos, América Latina solo representa para Moscú un teatro de operaciones "disuasivas" que contrabalancea el "Gran Juego" por recuperar sus espacios de poder ocupados por EEUU en el ex espacio soviético.
En América Latina, en cambio, la opinión generalizada es que Washington se toma muy "en serio" las movidas rusas de infiltración en su patio trasero, ya sea por medio de la venta de armas o de las alianzas comerciales, a las que ahora se agrega la presencia de la flota rusa en el Caribe.
La reactivación de la Cuarta Flota USA patrullando aguas latinoamericanas es una señal clara -dicen expertos regionales- de que EEUU está lanzando una señal preventiva a quienes se atrevan a poner los pies sobre los recursos estratégicos de la región (petróleo, agua potable y biodiversidad) que considera como suyos.
El Pentágono y el Departamento de Estado ven como "potencial peligro" (con posibles ramificaciones en otros países) el desembarco comercial-militar del eje Rusia-China-Irán en América utilizando a Venezuela como plataforma.
Esa, parece ser la explicación más clara de la "escalada militarista" de EEUU en una región donde la mayoría abrumante de los gobiernos, ejércitos, policías y servicios de inteligencia reportan en el Departamento de Estado, la CIA y el Pentágono.
Chávez, por su parte, sigue disparando desafíos que ya trascienden su conocida "guerra mediática" con el Imperio e intenta insertarse en el juego grande del "nuevo orden internacional".
Para la oposición venezolana, Chávez puede haber cometido un error al concretar lo único que no tolera EEUU en su patio trasero: El desafío militar.
Todo este escenario puede rebalsar al extremo con la tensión que va a producir la flota rusa entrenando militarmente con las fuerzas armadas venezolanas a tiro de misil del territorio norteamericano.
Ahora los analistas están con la vista fija en dos acontecimientos: La respuesta de Washington y la reacción interna en Venezuela.
La oposición venezolana (que devino de golpista en "democrática"), por sus usinas mediáticas ya está dejando trascender que esta vez Chávez se "pasó de la raya".
Una cosa es jugar de "revolucionario y antiimperialista" negociando con el empresariado capitalista venezolano por debajo de la mesa, y otra es meter a Venezuela en el marco de la guerra por áreas de influencia entre Rusia y EEUU, señala por su parte la izquierda venezolana que no comulga con Chávez.
También están los que se preguntan, en un posible marco de "militarización" del conflicto de Chávez con EEUU, ¿Qué va a hacer Venezuela con su condición de proveedor petrolero cautivo de EEUU?.
¿Y qué va a hacer Chávez con la "exclusividad" de su alianza comercial con EEUU la cual insume la parte mayoritaria del comercio exterior venezolano? ¿Y qué va a hacer Chávez con sus generales admiradores del Comando Sur liderados actualmente por el general Baduel?
Y las preguntas se suman hasta el infinito, pero por ahora la tensión se concentra en un solo interrogante: Qué hará Washington cuando la flota rusa ingrese a las aguas del Mar Caribe.
Como acostumbran a decir Bush y Cheney: Todas las opciones están sobre la mesa.
Actualmente, la flotilla de buques sólo puede proporcionar apoyo moral a Georgia. "Bajo el pretexto de brindar ayuda humanitaria, esos barcos militares se encuentran en la ensenada de Batumi esperando la orden de volver a sus bases", indicó el almirante.
Al comentar la presencia cerca de las costas de Abjasia del portamisiles Moskva, buque insignia de la Flota rusa del mar Negro, Kasatónov también descartó cualquier tipo de acción de guerra.
"Actualmente, el crucero cumple una misión diplomática en Sujumi. Y como en esa zona se encuentra la flotilla de la OTAN, es importante que el Moskva enseñe la bandera de San Andrés, estandarte de la Armada rusa", anotó el almirante.
Recordamos que varios buques de la Flota rusa del mar Negro continúan cerca de las costas de Abjasia, y el portamisiles Moskva volvió de nuevo a la zona del conflicto, tras el arribo de los buques de la OTAN a puertos georgianos.
La presencia de buques de la OTAN en el mar Negro causó asombró en las estructuras castrenses rusas, en especial el argumento expuesto por Bruselas de que esos buques están brindando ayuda humanitaria.
En ese sentido, el jefe adjunto del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, general Anatoli Nogovitsin comentó, "llama la atención el costo de esa ayuda humanitaria, incluidos productos como pañales desechables, que se pueden comprar en cualquier mercado de Georgia sin necesidad de movilizar acorazados, además, a nuestro juicio, la parte georgiana no necesita ayuda humanitaria".
Expertos señalan que en la mayoría de las ocasiones, la ayuda humanitaria se distribuye en aviones, y el Estado Mayor de las FFAA de Rusia destacó el hecho de que además de pañales desechables, los barcos de la OTAN también transportan más de un centenar de misiles Tomahawk y otros tantos, tipo Harpoon, armas destinadas a atacar objetivos en tierra.
El director del Instituto de Análisis Político y Militar de Rusia Alexandr Jramchigin, minimizó la presencia de los misiles, y supone que los barcos de la OTAN no tienen planes de combatir pero sí de ejercer presión psicológica y diplomática sobre Rusia.
"Dese el punto de vista bélico, el hecho que se encuentren allí no quiere decir nada, los estadounidenses no tienen recursos para comenzar una nueva guerra y los europeos no tienen intenciones de participar en conflictos armados", indicó Jramchigin.
Según el experto, en comparación con la aviación o la infantería, la flota es más eficaz al momento de ejercer presión psicológica o campañas de ostentación.
Algunos expertos militares suponen que la OTAN, bajo el pretexto de una ayuda a Georgia pueden estar acumulando buques de cara a posibles acciones contra Irán, otros, subrayan que esos buques cumplen una misión de apoyo moral al presidente georgiano Mijaíl Saakashvili.
Por lo visto, la flotilla de la OTAN en el mar Negro forma parte de una campaña informativa y su objetivo posiblemente, consiste en manipular la opinión pública. Muchos en Occidente están preocupados de que la OTAN en estos momentos, no puede ayudar a Georgia, un país al que le ha prometido apoyo.
Para muchos ciudadanos de EEUU, Inglaterra y otros países europeos, la flotilla de la OTAN en el mar Negro es una señal que les dice, "no estamos de brazos cruzados en esa zona de conflicto".
En cuanto a lo que puede ocurrir en el futuro, el vicepresidente de la Academia de Problemas Geopolíticos de Rusia, Denga Jalídov supone que Georgia se convertirá en una base de la OTAN que le permitirá atacar Irán.
En lo que se refiere a las relaciones entre Rusia y la OTAN, una vez concluya la "demostración de músculos", el conflicto difícilmente podrá desembocar en un enfrentamiento armado porque EEUU no está preparado para afrontarlo.
No obstante, durante cierto tiempo la situación seguirá siendo tensa y de vez en cuando, se escucharán "ruidos de sables" hasta alcanzar un punto crítico que paulatinamente perderá intensidad hasta encauzar las relaciones a las vías políticas y diplomáticas.
Entre tanto, la presencia de OTAN en la zona sigue aumentando. Como informó el comandante de la base rusa de Novorossisk, el vicealmirante Serguei Meniailo, ocho buques de guerra avanzan viento en popa para sumarse a la flotilla de buques de la Alianza Atlántica en el mar Negro.
Lo que ocurre es que la presencia del buque americano en el puerto de Poti es ilegal, salvo que haya llegado por aire o se haya teletransportado desde su base italiana hasta allí, ya que el paso de buques militares y civiles por los estrechos del Bósforo y de los Dardanelos está regulado por la Convención de Montreux, de julio de 1936. Dicha convención establece que en tiempos de paz, ambos estrechos podrán ser atravesados libremente por cualquier tipo de buque civil, pero en cuanto a los buques militares establece algunas limitaciones, especialmente cuando se trata de potencias no ribereñas con el Mar Negro, como son España, Alemania, Polonia y Estados Unidos, es decir, los países que han enviado sus buques de Guerra al Cáucaso.
En concreto, la convención establece que en tiempos de paz, podrán atravesar los estrechos sólo navíos militares ligeros y sus buques auxiliares. Los buques no ligeros -el USS Mount Whitney entre ellos- pueden adentrarse en el Mar Negro pero tienen dos tipos de limitaciones. En cuanto al tonelaje global que pueden hacer pasar por los estrechos, y en cuanto al tiempo que pueden permanecer en el Mar Negro, que no debe ser superior a 21 días. Me atrevo a aventurar que el límite de los 21 días va a ser rebasado por el buque norteamericano, dada la actitud provocadora que en este asunto han mantenido Estados Unidos y la OTAN hasta la fecha, pero lo que es seguro es que la limitación del tonelaje la han rebasado, ya que si el USS Mount Whitney, que no es evidentemente un buque ligero, lleva una carga declarada de 17 toneladas, y su tonelaje máximo a plena carga es de 18,4 toneladas. Parece evidente que en el momento de pasar por los estrechos, el buque pesaba lo máximo que puede pesar, y por lo tanto lo hizo de manera ilegal.
Rusia y Osetia del Sur tienen motivos sobrados para dudar de la sinceridad de Estados Unidos cuando dice que entrega a Georgia ayuda humanitaria, pero ante la evidencia de que la presencia de buques de guerra norteamericanos en el Mar Negro no obedece directamente al transporte de dicha ayuda, sino al objetivo norteamericano de hacerse fuerte ilegalmente en el Mar Negro y cerrar de esa manera su cerco a Rusia, el Gobierno de Medvediev ha manifestado su intención de llevar el asunto a la ONU. No servirá de nada, pero lo mismo obligan a los medios de comunicación occidentales y a la Unión Europea, vergonzosamente entregados a los dictados de la Casa Blanca, a pronunciarse sobre el tema.
Brasil ya encargó 37 buques patrulleros de alta mar, informó la ministra, quien anticipó que el astillero estatal Río Santiago y la industria privada deberán coordinar esfuerzos para cumplir con el pedido.
Garré destacó que durante la reciente reunión entre los presidentes Cristina Fernández y Luiz Lula da Silva en Brasilia, "quedó constitutido el grupo de trabajo conjunto para la defensa, con tres subcomisiones: una terrestre, otra naval y otra aeronáutica".
La ministra argentina mencionó la producción de motores diesel y motores navales, el intercambio de sistemas informáticos y la modernización de motores para misiles, entre otros acuerdos con Brasil.
La modernización de motores para misiles es encarada por el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa de Argentina.
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