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Lo peor de la crisis está por venir |
Proyectado en secuencia: El "lunes negro" de los mercados globales, que registró el mayor derrumbe de Wall Street desde el 11-S, trasformó la crisis hipotecaria en crisis crediticia e instaló oficialmente la crisis financiera con recesión proyectada de las economías centrales a los países emergentes y periféricos del sistema capitalista a escala global. En consecuencia: El cóctel crisis del crédito-caída de la producción-desempleo masivo ya se proyecta como efecto inmediato de la crisis financiera con caída bancaria y derrumbe de bolsas a escala global con epicentro en EEUU y Europa.
En el tablero de la especulación y la concentración capitalista a alta escala el dinero, durante las crisis financieras, no se evapora, solamente pasa de unas manos a otras en un mayor nivel de concentración.
Una crisis financiera, es antes que nada un reciclamiento del sistema: Lo que estaba en un casillero, se traslada a otro. Lo que estaba en Merrill Linch se recicló en el tablero contable de Bank Of América que compró a la entidad semiquebrada.
En las jornadas "negras" que vienen experimentando los mercados del dinero, billones de dólares solamente se pasaron de unas manos a otras, pero el impacto de temor que generan la crisis produce el retiro del efectivo en masa, desparece la liquidez, y los bancos restringen créditos: ese es el mecanismo clave que activa la recesión.
El gran problema que dejan las crisis financieras del capitalismo es el encarecimiento y/o desaparición del crédito. Se contrae el crecimiento económico y las empresas reducen la producción y achican plantel de empleados para sobrevivir.
Como dicen los expertos: El lunes (junto con los mercados financieros) estalló la confianza en el sistema financiero, y se desató la furia "vendedora" donde empresas e inversores se desprendieron de sus acciones y trataron de convertirlos en "efectivo" dejando las plazas sin liquidez.
Y un mercado sin liquidez (sin circulación de dinero) genera escasez de dinero.
Y la escasez de dinero genera dos efectos inmediatos: Retracción del crédito y suba de las tasas de interés.
Y la retracción del crédito y su encarecimiento genera como efecto inmediato: Caída de producción y baja de las ventas.
Y caída de producción y achicamiento de ventas en los códigos del empresariado capitalista significa sólo dos alternativas: Suba de precios y despido de personal, para conservar el margen de rentabilidad vendiendo y produciendo menos.
Se trata de una ley universal y probada del capitalismo que se desata como emergente inmediato de la recesión económica con paralización de la producción y desaparición del crédito.
En ese escenario, y como efecto de la recesión económica, los países "exportadores" e "importadores" (materias primas y manufacturas) del actual modelo capitalista globalizado reducirán sus ventas (ya está pasando con el petróleo) y en consecuencia restringirán sus compras.
Veamos como impactará la crisis del crédito (el efecto inmediato de la perdida de confianza en el sistema financiero global) en las primeras economías capitalistas del mundo: EEUU, Europa y China.
Según las primeras autoridades del sistema capitalista (Reserva Federal USA, BCE, FMI, Banco Mundial; OCDE, G-8) EEUU y las quince naciones de la zona euro, países que en conjunto representan más de la mitad de la economía mundial, o ya están en recesión o enfrentan significativos riesgos de entrar en recesión en los próximos meses.
En estas naciones centrales (y con epicentro en EEUU) comenzó a propagarse como un virus la crisis hipotecaria desde septiembre de 2007, la que devino finalmente en crisis financiera expandida a escala global a través de los mercados bursátiles.
EEUU y Europa (el corazón del Imperio económico "unipolar") por lo tanto, se han convertido ya en el epicentro de la crisis crediticia emergente del derrumbe globalizado de los mercados del día lunes que se "institucionalizó en la economía real como multiplicación y potencialización del proceso inflacionario-recesivo en desarrollo en las primeras potencias económicas del sistema.
Hay que aclarar que el llamado "lunes negro" no inventó la crisis recesiva (que ya venía desarrollándose), sino que sumó a la misma un naciente proceso de "desaparición del crédito" que va generar un impacto negativo directo en las economías centrales cuyos números ya venían en rojo con la inflación (suba de precios) y el achicamiento del consumo.
En las últimas semanas, los números mostraron claramente que la economía mundial estaba ingresando en la recesión global, de la mano de las dos primeras potencias: EEUU y Europa, cuyos datos macroeconómicos indicaban que ya se encuentran insertas en un proceso inflacionario recesivo como consecuencia de la suba de precios (sobre todo de alimentos y de energía) y del achicamiento del consumo.
Tanto la Reserva Federal de EEUU como el Banco Central Europeo han alertado que las economías de Europa y de Estados Unidos pararon de crecer, y la desaceleración se acentúa a raíz de la baja del consumo y la suba de los alimentos y de la energía.
La crisis, como fue planteada hasta ahora, viró de lo "financiero" hacia lo "económico-.financiero": Tuvo un epicentro en la crisis hipotecaria de EEUU, se expandió a los mercados financieros globales (subdesarrollados y desarrollados), y ahora ya toca variables estructurales de la "economía real" por medio del proceso desatado por el cóctel suba del petróleo + suba de alimentos = proceso inflacionario, que ya padecen las economías centrales del sistema capitalista: EEUU, Unión Europea y China.
A este escenario, se suma la naciente crisis del crédito que (según todos los pronósticos) va a obrar con un efecto de acelerador del proceso inflacionario-recesivo paralizando aún más las primeras economías del sistema capitalista (EEUU-Europa-China) con un impacto directo en los países de la periferia.
La falta de crédito, a su vez, actúa como principal disparador de la detención de la producción y de la suba de precios lo cual genera un consecuente proceso de achicamiento del consumo y despidos en masa de la masa laboral, en EEUU y Europa.
La recesión y la crisis crediticia convergen en la desaceleración económica que achica el consumo y la demanda de productos y paraliza cada vez más la economía.
Según publica The Wall Street Journal este martes, la economía de EEUU está en lo que el ex gobernador de la Reserva Federal Laurence Meyer describe como una "zona de peligro", cercana a una recesión y quizás ya en ella.
Los empleadores han reducido sus nóminas cada mes de este año, eliminando un total de 605.000 puestos de trabajo. El índice de desempleo ha subido de 5% a 6,1% desde diciembre. Además, la Fed informó el lunes que la producción de las fábricas estadounidenses cayó 1,1% en agosto, debido a los recortes en la industria automotriz. La producción de las fábricas que no están en el sector automotor ha caído o se ha mantenido sin cambios durante los últimos cinco meses, y la producción de las fábricas se encuentra 1,9% por debajo de los niveles de hace un año, señala el Journal.
A este contexto se agrega (como efecto multiplicador) la crisis del crédito emergente del derrumbe bancario en EEUU con efecto encadenado en Europa y en el resto de las economías centrales o emergentes con China a la cabeza .
Es decir, a la lista en "rojo" de los números macroeconómicos de las primeras economías capitalistas a escala mundial, EEUU , UE y China (juntas suman más del 50% del PBI mundial), se suma la crisis del crédito que, según todas las estimaciones, ya se proyecta en una recesión interna con directa implicancia en el mercado global por la incidencias de sus economías en el proceso de importación y exportación global.
Pero hay otro dato que convierte a sus economías en el eje económico global: EEUU, la Unión Europea y China, son los mayores compradores de petróleo y materias primas del mundo.
En el actual modelo globalizado de economía planetaria los PBI juntos de EEUU, la Unión Europea y China alcanzan el 50% del PBI mundial, mientras que el sistema capitalista está "dolarizado" (el dólar es la moneda patrón de todas las transacciones comerciales y financieras a escala global).
Estos dos factores centrales explican porqué cualquier oscilación o desequilibrio económico-financiero que tenga a estas tres economías centrales como protagonistas, impacta y se esparce inmediatamente por todo el "sistema".
EEUU y Europa son los principales compradores de productos chinos, y el gigante asiático, a su vez, es el principal importador de petróleo y materias primas de los "países emergentes", con lo que se puede deducir que si el Imperio estadounidense (en proceso recesivo) reduce sus compras, el impacto se va a proyectar inevitablemente en una crisis de China proyectada a los "países emergentes".
Con un proceso recesivo de su economía, EEUU (el principal comprador de la "gran fábrica" asiática) reduciría drásticamente sus compras a China, y Europa, que ya enfrenta un fenómeno recesivo en su economía comunitaria, ingresaría en una contracción de sus sistema económico productivo.
Como impacto inmediato, la economía china también ingresaría en un proceso recesivo (detención del crecimiento) que la obligaría a reducir sus importaciones de materias primas y de petróleo,
A su vez la reducción en la importación de materias primas y de petróleo por parte de China (el principal importador mundial) impactaría en las economías de Rusia y de los "países emergentes" (los principales exportadores de petróleo y de materias primas a China) que también podrían ingresar en un proceso recesivo.
Con la crisis financiera y crediticia que ya desató el derrumbe bancario en EEUU, comienza a completarse (y a profundizarse) el cuadro recesivo de las economías capitalistas centrales que se irá proyectando cada vez con más fuerza hacia las economías de la periferia (principalmente los países exportadores de materias primas).
La recesión económica generalizada a escala global, a su vez amenaza con romper el equilibrio de la "gobernabilidad" política del sistema por medio de una ola de conflictos sociales y sindicales a escala mundial (cuyos primeros efectos ya se presentaron con la crisis alimentaria) con proyección tanto en las potencias centrales como en los países "emergentes".
El espectáculo recién comenzó y lo peor de la crisis todavía está por venir.
Manuel Freytas
Etiquetas: conocimiento, monopolios, multitud, politica, sabiduria.
► miércoles, 17 septiembre, 2008
El American International Group (AIG), una de las mayores compañías de seguros del mundo, entró en caída libre el lunes y perdió un 60,8%, tras haberse hundido otro 31% el viernes. En un año, sus títulos retrocedieron un 93%, y podría convertirse en la siguiente víctima de la crisis del crédito.Los negocios de AIG incluyen la venta de seguros de vida y propiedad en más de 100 países. Con más de 100.000 empleados, la aseguradora tiene un portafolio gigantesco de compañías que también incluye unidades que hacen préstamos privados y alquilan aviones.
Las tres principales agencias de calificación financiera, Standard & Poor's, Moody's y Fitch, rebajaron la calificación de AIG. El diario Wall Street Journal afirmó el martes que AIG se vería obligado a declarar la bancarrota si no obtiene suficientes fondos antes del miércoles.
Mientras el precio de su acción caía en picada -según el Journal- , los ejecutivos de American International Group pasaban apuros el lunes para forjar un complicado acuerdo con el objetivo de aplacar a los reguladores federales y estatales, convencer a los bancos de que le den un préstamo gigantesco y mantener a raya a las agencias calificadoras de crédito, las cuales tienen en sus manos el destino de la gigantesca aseguradora.
AIG, una de las instituciones financieras más importantes del mundo, recurrió al gobierno estadounidense después de que intensas negociaciones durante el fin de semana no produjeran un plan para recaudar entre US$35.000 y US$40.000 millones.
En este escenario, las bolsas europeas volvieron a abrir con fuertes bajas, y en Asia -donde las principales plazas estuvieron cerradas el lunes- los mercados se derrumbaron. Los bancos centrales, entre tanto, intentaban calmar los ánimos inyectando enormes sumas de dinero en el mercado.
El lunes, el índice Dow Jones de Wall Street se desplomó un 4,4% y registró su mayor pérdida en puntos desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Como ya ocurrió el lunes, este martes los valores bancarios y las aseguradoras volvieron a ser los más afectados en las bolsas. Así UBS perdía más del 11% en la Bolsa suiza y HBOS cerca de 12% en Londres.
En todas las plazas, los valores bancarios fueron los más afectados.
En Tokio, las acciones de grandes bancos japoneses como Mizuho Financial Group, Mitsubishi UFJ Financial Group, Sumitomo Mitsui Financial Group, Aozora Bank o Resona Holdings, algunos de los cuales son importantes acreedores de Lehman Brothers, sufrieron caídas de 10% o más.
Los mercados de valores de referencia en Europa, que ya se desplomaron durante la jornada del lunes, volvieron a mostrar pérdidas en la apertura del martes: los índices de Londres, París, Frankfourt y Madrid cayeron entre el 1 y el 1,8%.
El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, también bajó en las primeras negociaciones del día: se cotizaba a US$91; es decir, 3,56 menos que al cierre del lunes.
La jornada bursátil transcurre pendiente del anuncio de la Reserva Federal de Estados Unidos sobre las tasas de interés previsto para este martes.
Operadores y analistas especulan que la Fed podría optar por bajar las tasas como una medida de impulso a los mercados, algo que también se interpretaría como un signo de debilidad, según analistas.
Horas antes, los mercados asiáticos habían abierto también con fuertes caídas.
Las acciones en Japón, Corea del Sur, China y Taiwán retrocedieron entre un 5% y un 6%, después de que el lunes estuvieran cerradas por feriado bancario.
El índice Nikkei de la bolsa de Tokio se fue a la baja un 4,8% apenas comenzó la jornada bursátil en Japón. En Corea del Sur el principal índice cayó un 6,2%.
En Hong Kong, el índice Hang Seng descendió un 6,4%.
A su vez, los mercados de Shangai (China), Taipei (Taiwán) y Singapur se fueron en picada, mientras que las caídas observadas en Australia y Nueva Zelanda fueron más leves.
La Reserva Federal de EEUU (Fed) anunció el martes la inyección de 50.000 millones de dólares, y dijo estar dispuesta a tomar más medidas en esta jornada si fuera necesario.
El Banco Central Europeo (BCE), por su parte, inyectó 70.000 millones de euros en el mercado monetario de la Eurozona, una cantidad que representa más del doble de la suma inyectada la víspera.
El Banco de Inglaterra anunció por su parte que inyectará 20.000 millones de libras (25.000 millones de euros, 35.600 millones de dólares), y el Banco de Japón (BoJ) inyectó 2,5 billones de yenes (16.700 millones de euros).
La desaparición de Lehman Brothers Holdings Inc., un banco de inversión fundado hace 158 años, la súbita adquisición de Merrill Lynch & Co. y el colapso de Bear Stearns Cos. representan un hito en la mayor reestructuración de la industria bancaria desde la Gran Depresión.
De los cinco mayores bancos de inversión independientes que existían hace dos años, sólo dos (Goldman Sachs Group Inc. y Morgan Stanley) siguen en pie.
► miércoles, 17 septiembre, 2008
AIG
La Reserva Federal le inyectará al gigante American International Group Inc (AIG), la mayor aseguradora del mundo, 85.000 millones de dólares para evitar su quiebra, según ha comunicado la institución, que cuenta con el apoyo del Tesoro de EEUU.
La Reserva Federal estadounidense autorizó ayer a la Fed de Nueva York a prestar hasta 85.000 millones de dólares (60,045 millones de euros) a la aseguradora American International Group (AIG) para intentar solventar su frágil situación financiera.
El banco central estadounidense informó de que el préstamo garantizado fue autorizado con el total respaldo del Departamento del Tesoro "con términos y condiciones diseñadas para proteger los intereses del Gobierno de Estados Unidos y de los contribuyentes".
"El propósito de está línea de liquidez es ayudar a AIG a cumplir con sus obligaciones en la medida que caducan", agregó en un comunicado. El Gobierno estadounidense recibirá un 79,9% de AIG (AIG.NYAMERICAN INT y tienel derecho a veto en los pagos de dividendos para accionistas comunes y preferentes.
El crédito, que está garantizado por todos los activos de AIG y sus filiales, tiene un plazo de 24 meses y los intereses serán determinados por el balance de una tasa Libor a tres meses más 850 puntos básicos. Está previsto que sea pagado con los fondos de la venta de activos de la firma, agregó.
Rescate necesario
La Fed indicó asimismo que en las actuales circunstancias, una quiebra desordenada de AIG agregaría niveles significativos de fragilidad a los mercados financieros, incrementando los costos de créditos y debilitando la economía.
Los miembros más importantes de la Fed afirmaron ayer que el rescate era algo necesario, en contraste con el del banco de inversión Lehman Brothers, ya que la aseguradora tiene extensos vínculos con otras firmas y productos financieros.
Además, comentaron que los mercados financieros estaban mejor preparados para la bancarrota de Lehman. Se espera que le reemplace el consejo de AIG por un nuevo equipo, según los miembros de la Fed.
El plan evitará la mayor bancarrota de la historia empresarial en Estados Unidos y sigue los pasos de los rescates de las hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae hace sólo una semana.
Apoyo de Paulson y Bush
El secretario del Tesoro Henry Paulson dio luz verde al acuerdo, con el aval del presidente estadounidense George W. Bush, que por medio de un comunicado de prensa apoyó el plan de rescate. "Apoyo los pasos tomados por la Reserva Federal esta noche (martes) para asistir AIG en el cumplimiento de sus obligaciones, mitigar consecuencias más amplias y al mismo tiempo proteger a los contribuyentes".
Poco después salió al ruedo el presidente George W. Bush, que por medio de un comunicado de prensa apoyó el plan de rescate, que "promoverá la estabilidad en los mercados financieros".
La prensa estadounidense ya especulaba con el plan horas antes, cuando detalles del mismo fueron divulgados después de que el secretario Paulson y el presidente de la Fed, Ben Bernanke, se presentaran ante el Congreso para informar a líderes de la Cámara de Representantes y del Senado.
Inicialmente la Fed pidió al banco Goldman Sachs y al JPMorgan sindicar las enormes sumas necesarias para que el ex líder mundial de los seguros escapara de la declaración de quiebra. Pero la Fed se vio forzada a comprometerse más después de una nueva caída de la acción de AIG en la bolsa (21% tras 60% el lunes), que disuadió a los bancos contactados para aportar su contribución al préstamo necesario para el grupo. Normalmente, la Fed no está autorizada a abastecer de liquidez a las aseguradoras, las cuales no están bajo su supervisión.
Pero el presidente de la Fed de Nueva York, Timothy Geithner, desempeñó un papel activo en las discusiones sobre el futuro de AIG, como lo atestiguó su ausencia en la reunión del Comité de Política Monetaria del Banco Central. Entre Paulson, Bernanke y Geithner se llegó a la conclusión que dejar caer a AIG sería "catastrófico", informó The Wall Street Journal en su edición electrónica.
Durante la sesión del martes en Wall Street ya se hablaba de una ayuda del gobierno a AIG, ya que la eventual quiebra de la aseguradora habría tenido implicaciones para el sistema financiero mundial todavía más graves que la del banco de inversiones estadounidense Lehman Brothers, quebrado el lunes. El otrora prestigioso banco fue reducido a ese extremo debido a la actitud inflexible del Tesoro, que se negó a echar mano a las finanzas públicas para facilitar la compra por el británico Barclays.
También más temprano, en el que fue su primer comunicado desde que sus acciones se hundieron en medio de temores de una bancarrota, AIG despejó dudas y afirmó que sus servicios financieros, entre ellos los de seguros y retiros, operaban normalmente. La crisis de AIG se agudizó el lunes por la decisión de las tres principales agencias de notación de rebajar la calificación de la aseguradora, lo que le aumentó fuertemente el costo del crédito.
HBOS
La realidad esta mañana es que el británico HBOS ha llegado a caer un 40% ante los rumores de quiebra por sus problemas de solvencia y que ahora sólo cede un 1,6%. La razón, la posible fusión con Lloyds, que de retroceder un 11% sube ahora un 5%. Volatilidad extrema y riesgo máximo dentro de una semana bursátil que pasará a la historia por la caída de algunos de los iconos del capitalismo occidental víctimas de la crisis subprime.
La banca, la gran damnificada de las peores previsiones posibles para HBOS, se ha subido a la montaña rusa y arrastra al resto del mercado. La recuperación inicial se deshizo como un azucarrillo para dar paso a las pérdidas, que otra vez han dado paso a las ganancias tras el posible matrimonio forzado de HBOS y Lloyds. A la espera de una confirmación oficial, la incertidumbre sigue en todo lo alto. Sea cual sea el desenlace, queda claro que al sector bancario no le queda otra que las soluciones emergencia. Fusiones salvadora como la de los bancos británicos o salvavidas valorados en 60.000 millones de euros de la Fed para rescatar a AIG.
► miércoles, 17 septiembre, 2008
Es un giro dramático para el gobierno de EE.UU., que se había resistido a los pedidos de AIG por un préstamo de o algún tipo de intervención que evitara que la aseguradora fuera a la quiebra. El gobierno dejó que Lehman Brothers Inc. colapsara. Esta vez, decidió que AIG era demasiado grande como para que quebrara.Según el acuerdo alcanzado el martes por la noche, la Fed le otorgaría a AIG un préstamo puente a corto plazo de US$85.000 millones, según fuentes al tanto. A cambio, el gobierno recibiría garantías de AIG que representen el derecho a comprar sus acciones, bajo ciertas condiciones. Eso pone al gobierno en una posición para controlar a la aseguradora, particularmente considerando que AIG no está directamente regulada por el gobierno.
El rescate de AIG cierra 10 días tumultuosos que transformaron el sistema financiero estadounidense. En ese lapso, el gobierno ha diseñado rescates para las industrias inmobiliaria y aseguradora, mientras que Wall Street miraba cómo dos de sus últimas cuatro firmas independientes de valores se derrumbaban.
El 6 de septiembre, EE.UU. tomó el control de las gigantes hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac. El domingo, se rehusó a rescatar a Lehman Brothers, la cual se declaró en quiebra y ahora está siendo vendida en partes. El mismo día, otro gigante de Wall Street, Merrill Lynch & Co., acordó ser adquirida por Bank of America Corp.
El acuerdo con AIG llegó después de un día de mucho drama en Washington. El secretario del Tesoro Henry Paulson y el presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke se reunieron de emergencia con líderes del Congreso.
La crisis financiera de AIG se intensificó el lunes por la noche, cuando su calificación de crédito fue rebajada, forzando la aseguradora a emitir US$14.500 millones de colateral. La empresa tiene un monto muy superior a esa suma en activos que podría vender, pero no consiguió reunir el efectivo lo suficientemente rápido como para satisfacer las demandas de colateral. Eso explica su interés en obtener un préstamo puente para sobrevivir a la tormenta. La junta directiva de AIG aprobó el rescate el martes por la noche.
La decisión final de ayudar a AIG ocurrió después de que el gobierno federal concluyera que sería "catastrófico" permitir que la aseguradora colapsara, según una fuente al tanto. Durante el fin de semana, autoridades del gobierno estadounidense habían intentado convencer al sector privado a participar con parte de los fondos. Pero cuando los esfuerzos fracasaron, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, el presidente de la Fed de Nueva York, Timothy Geithner y el secretario del Tesoro Henry Paulson concluyeron que la asistencia federal era necesaria para evitar la quiebra de AIG, la cual temían que tendría repercusiones desastrosas.
Los equipos de la Reserva Federal y del Tesoro de EE.UU. trabajaron en el plan toda la noche de lunes. El presidente George W. Bush fue informado sobre el plan de rescate en la tarde de martes.
La decisión del gobierno de rescatar financieramente a AIG ofrece un indicio contundente del importante papel que la aseguradora ocupa en la economía global. Si AIG no logra cumplir con sus obligaciones, el potencial efecto dominó podría alcanzar las más esquinas más remotas del mundo.
Sin ir más lejos, los bancos y los fondos mutuos son grandes tenedores de deuda de AIG y podrían ser golpeados si la aseguradora no cumple sus pagos. Además, AIG es uno de los principales participantes del mercado de CDS, un tipo de seguro contra las cesaciones de pagos de activos ligados a deuda corporativa y valores inmobiliarios. Un colapso de AIG podría forzar las instituciones financieras de EE.UU., Europa y Asia que compraron esos seguros a tener que asumir enormes pérdidas.
Los millones de titulares de pólizas de seguro de AIG, sin embargo, aparentemente están considerablemente más protegidos, ya que esas pólizas son emitidas por subsidiarias independientes de AIG y ese mercado es más regulado.
El martes por la tarde, después del cierre de los mercados, AIG emitió un comunicado diciendo que los negocios de seguros básicos y servicios de jubilación están completamente "capacitados para cumplir con sus obligaciones para con los tenedores de pólizas".
AIG señaló que intentaba"incrementar su liquidez a corto plazo en la empresa matriz", pero añadió que eso no "incluye ningún esfuerzo por reducir el capital de ninguna de sus filiales ni recurrir a sus operaciones asiáticas en busca de liquidez". Asia es uno de los mayores mercados de AIG.
La urgencia de la ayuda federal se hizo patente el martes por la noche a medida que otras opciones se hicieron más remotas y las presiones continuaban acrecentándose. Los intentos de recaudar hasta US$75.000 millones con bancos del sector privado no rindieron fruto. Los bancos que asesoraban a la firma concluyeron que sería imposible organizar un préstamo de ese tamaño, convirtiendo al gobierno en la principal esperanza de AIG.
Los inversionistas pusieron aún más problemas sobre la mesa de AIG al continuar bajando el precio de la acción otro 21% a US$3,75. Este fue el tercer declive de dos dígitos en los últimos tres días de sesión.
Los problemas de efectivo de AIG fueron causados en gran parte por pérdidas en una unidad separada de su negocio tradicional de seguro. La unidad de productos financieros, la cual había sido parte de AIG por años, vendió contratos de seguro de contra cesaciones de pagos diseñados para proteger a los inversionistas en contra de la cesación de pagos de una gama de activos, incluyendo hipotecas de alto riesgo o subprime.
No obstante, a medida que el mercado inmobiliario ha colapsado, el valor de esos contratos ha caído, generando US$18.000 millones en pérdidas a lo largo de los tres últimos trimestres y forzando a AIG a poner miles de millones de dólares en colateral. AIG recaudó US$20.000 millones a principios de este año, pero las constantes demandas están poniendo presión sobre los recursos de la firma y las pérdidas en el tercer trimestre complican aún más la situación.
Tal presión contribuyó a la rebaja de calificación el lunes y tales rebajas a su vez aumentaron la presión para que la empresa encuentre más efectivo rápidamente.
► miércoles, 17 septiembre, 2008
Para el trimestre terminado el 29 de agosto, Goldman reportó ganancias de US$845 millones, o US$1,81 la acción, frente a US$2.850 millones en el mismo lapso del año anterior. Los ingresos cayeron 51% a US$6.040 millones.La crisis financiera que comenzó a golpear a Wall Street hace un año y la desaceleración de la economía global está afectando a los grandes bancos. El crecimiento se ha desacelerado y esto afecta a las ganancias, dijo el director financiero de la firma, David Viniar, durante una conferencia telefónica con reporteros esta mañana. "Tan pronto se recupere el crecimiento global, nuestros negocios se mejorarán", dijo.
La referencia que hizo el presidente ejecutivo Lloyd C. Blankfein a "un marcado descenso en la actividad de los clientes" es un gran cambio frente a hace tres meses, cuando el banco dijo que la actividad de los clientes era "sólida" en las transacciones de renta fija y "fuerte" en las de valores.
No obstante, los analistas continúan creyendo en la estrategia de inversión de Goldman. "la ejecución gerencial ha sido excelente, ya que ha identificado tendencias significativas y ha reposicionado a la firma mucho antes que sus pares para obtener ganancias significativas y ganar participación de mercado", dijo Prashant Bhatia, analista de Citigroup, en una nota de investigación. Aunque Bhatia cree que Goldman está bien posicionado, anota que el "el ambiente macro a corto plazo se mantendrá difícil".
Pese a la crisis, Goldman Sachs pudo ganar dinero en el tercer trimestre. El modelo de banca de inversión "supuestamente no funciona", pero Goldman Sachs logró ganar dinero durante una de las peores crisis en Wll Street, dijo William Smith, presidente y gestor de portafolio de SAM Advisors.
Sin embargo, las ganancias del tercer trimestre no fueron estelares para Goldman Sachs. Los ingresos de su unidad de banca de inversión cayó 40%, los de la división de asesoría financiera cayeron 56% en medio del declive de las fusiones y adquisiciones completadas y los ingresos cayeron en dos tercios en los negocios de corretaje e inversiones principales.
► miércoles, 17 septiembre, 2008
Mientras el precio de su acción caía en picada, los ejecutivos de American International Group Inc. pasaban apuros el lunes para forjar un complicado acuerdo con el objetivo de aplacar a los reguladores federales y estatales, convencer a los bancos de que le den un préstamo gigantesco y mantener a raya a las agencias calificadoras de crédito, las cuales tienen en sus manos el destino de la gigantesca aseguradora.En la noche del lunes, Standard & Poor's recortó la calificación de crédito de AIG en tres niveles. Moody's Investors Service también rebajó la calificación de de AIG el lunes por la noche, forzando a la aseguradora a recaudar US$14.500 millones antes del miércoles para cubrir sus obligaciones. De no hacerlo, podría tener que declararse en bancarrota.
La acción de AIG cayó 61% evaporando más de US$18.000 millones del valor de mercado de la empresa. Los inversionistas temían los escenarios más catastróficos para una empresa castigada por el derrumbe de las acciones de las compañías financieras que han sido afectadas por los valores hipotecarios que guardan en sus balances.
AIG, una de las instituciones financieras más importantes del mundo, recurrió al gobierno estadounidense después de que intensas negociaciones durante el fin de semana no produjeran un plan para recaudar entre US$35.000 y US$40.000 millones.
El lunes, la Fed de Nueva York organizó una reunión para analizar el futuro de la empresa.
Con el estímulo de la Fed, Goldman Sachs Group Inc. y J.P. Morgan Chase buscan recaudar entre US$70.000 millones y US$75.000 millones para apuntalar a AIG, según fuentes al tanto. La noticia de que AIG necesitaba tanto dinero precipitó la caída del Promedio Industrial Dow Jones en la última hora de sesión, llegando a su peor cierre en seis años. El Dow Jones perdió 4,4% para cerrar en 10.917,51 puntos.
A AIG no se le está acabando el efectivo y su negocio de seguros goza de buena salud. No obstante, las pérdidas a lo largo de los últimos doce meses han hecho que las grandes calificadoras de crédito duden de su capacidad para levantar el capital necesario para compensar las pérdidas. Si no puede conseguir los fondos, podría verse obligada a acogerse a la protección por bancarrota.
David Paterson, el gobernador del estado de Nueva York, en donde está la sede de AIG, anunció que funcionarios estatales trabajan con AIG en un plan que permitiría que la aseguradora se prestara a sí misma US$20.000 millones, al endeudarse usando sus activos como garantía. El estado no le está prestando dinero a la empresa sino permitiéndole mover sus activos que están altamente regulados para darle más liquidez a corto plazo.
AIG también buscó un crédito puente de la Fed, aunque el banco central no está muy dispuesto a proveerlo, especialmente luego de decirle no a Lehman Brothers.
Negocio atribulado
Los negocios de AIG incluyen la venta de seguros de vida y propiedad en más de 100 países. Con más de 100.000 empleados, la aseguradora tiene un portafolio gigantesco de compañías que también incluye unidades que hacen préstamos privados y alquilan aviones.
Sus problemas, sin embargo, provienen en gran medida de un negocio que tiene poco que ver con los seguros convencionales. AIG tiene una unidad de productos financieros que vendía protección contra la posibilidad de una cesación de pagos sobre una variedad de activos, incluyendo las hipotecas de alto riesgo. Ese negocio la diferenciaba de la mayoría de aseguradores y la ligaba más a la suerte de los mercados de crédito y bienes raíces.
Cuando el mercado inmobiliario estadounidense empezó a caer, el valor de esos contratos se desplomó. Esa es la principal razón detrás de las gigantescas pérdidas de la compañía, que en los últimos tres trimestres han ascendido a los US$18.000 millones.
AIG ha mantenido charlas en los últimos días con firmas de capital privado buscando liquidez. Pero algunas se rehusaron a invertir si la Fed no hacía un préstamo puente. En estos momentos, firmas de capital privado como TPG y Kohlberg Kravis Roberts & Co. están más interesadas en comprar activos específicos de AIG que en inyectar capital, según personas familiarizadas con las firmas.
La compañía también habló con Warren Buffett, presidente de Berkshire Hathaway, que tiene negocios de seguros. Las negociaciones, sin embargo, no han resultado en un acuerdo concreto y no es claro si siguen adelante.
Los problemas de AIG son paradójicos al tomar en cuenta la dimensión de la compañía. A finales del segundo trimestre, sus activos excedían sus pasivos en US$78.000 millones. La mayor parte de esos activos, no obstante, están en poder de sus subsidiarias de seguros y sirven como garantía de que la empresa podrá hacer frente a los reclamos de seguros.
Debido a ello, tales activos no pueden ser liquidados para cumplir las otras obligaciones de la compañía, como las asociadas a sus recientes pérdidas.
► miércoles, 17 septiembre, 2008
El director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, estimó el martes que la crisis económica y financiera actual "no tiene precedentes"."Estamos frente a una crisis financiera nunca vista" porque nació del "corazón del sistema", Estados Unidos, y no de su "periferia", y afectó simultáneamente al mundo entero, dijo Strauss-Kahn a la AFP en El Cairo.
"Algunas partes del mundo están más o menos afectadas, pero la desaceleración es general", dijo, y estimó que "toda la economía mundial se desacelerará entre medio punto y dos puntos" porcentuales, incluido China y Europa.
"Lo que es nuevo plantea más peligro que lo que se repite, pero una de las diferencias con (la crisis de) 1929 es que disponemos de instrumentos que no permiten evitar la crisis pero sí atenuar las consecuencias y corregir los efectos", en particular el FMI, dijo Strauss-Kahn.
El jefe del Fondo se mostró convencido de que "desaparecerán actores" del mercado, en particular en Estados Unidos, con la posible extinción "progresiva" del banco de inversiones independiente, del tipo de Lehman Brothers o Merrill Lynch.
"Estos hechos se suman a las incertidumbres y no se pueden excluir tensiones financieras a corto plazo, agregó en momentos en que otros grandes bancos se encuentran en dificultades. Strauss-Kahn predijo que al finalizar la crisis habrá "un sector financiero mundial mucho más reducido".
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