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El capitalismo baila en el Titanic |
Hay un fenómeno probado por la realidad: Los números en "rojo" de las primeras economías mundiales (EEUU, Europa, China, son el factor predominante (y determinante) de un proceso recesivo que ya amenaza al sistema capitalista a escala global de acuerdo con las propias proyecciones oficiales de las primeras autoridades mundiales del sistema (Reserva Federal, BCE, FMI, Etc). En el medio de este cuadro, casi rozándose con la guerra energética en el Caspio y en el Golfo Pérsico, los mercados del dinero, en una esquizofrenia compulsiva, suben un día y bajan al otro, en un festival "cortoplacista" de la rentabilidad especulativa de un capitalismo que sigue bailando (como si nada pasara) en la cubierta del Titanic.
La orgía cortoplacista
En este escenario los llamados "mercados" del dinero (la especulación financiera internacional), con sus subas y bajas, cada vez más "volátiles" y cortoplacistas, son el espejo distorsionado de un sistema económico internacional aquejado por una crisis estructural en desarrollo cada vez más avanzado.
La especulación parasitaria y desenfrenada (la mayor tasa de rentabilidad capitalista) en los "mercados del dinero", las "ganancias" o las "pérdidas" coyunturales con el petróleo, las materias primas o las acciones empresariales, son falsamente utilizadas por los analistas del sistema para mensurar la "buena" o la "mala salud" de la economía a escala planetaria.
De tal manera que, a diario, la prensa internacional (controlada por el sionismo financiero) y sus repetidoras continentales presentan la "marcha de los mercados", las subas o bajas de los principales índices bursátiles mundiales empezando por el Dow Jones en Nueva York, como un espejo del "mal" o "buen" funcionamiento de todo el modelo económico globalizado.
Y la realidad probada por los números es otra: Los índices bursátiles no representan la "buena" o "mala salud" de la economía estructural (la que genera producción y trabajo masivo a escala planetaria), sino que solo reflejan el resultante de la dinámica del proceso especulativo del "dinero por el dinero mismo" (base de acumulación del capitalismo) que desarrollan un conjunto de bancos y empresas trasnacionales que hegemonizan el control de Wall Street y de las principales plazas financieras del mundo "globalizado".
Las últimas cuatro semanas, con un retroceso en las marcas del crudo y de las materias primas, los mercados del dinero se caracterizan por vivir ganancias y euforias "cortoplacistas" (que no duran más de un día) combinadas con "perdidas" también cortoplacistas de 24 horas y "volatilidad" creciente de las variables financieras.
Según los analistas: Esto señala una dinámica de "capitalismo sin futuro" donde los "inversores" (especuladores capitalistas) "compran" un día y "venden" al otro, para efectivizar la rentabilidad y volver a comenzar el juego.
Con los cables confundidos, también los analistas del sistema gozan un día con la "recuperación" y lloran al otro con la "caída". Y en el escenario, los mercados bursátiles viven un sube y baja constante, mientras los números en rojo (los índices reales) de la economía estructural, principalmente de EEUU, Europa y China, muestran que la orgía sólo es producto de un espejismo.
En las últimas semanas, los números mostraron claramente lo que analistas y especuladores interesados de Wall Street intentan ocultar para prolongar la fiesta "cortoplacista" de las acciones financieras: La economía ya está ingresando a la recesión global de la mano de las dos primeras potencias: EEUU y Europa.
Tanto la Reserva Federal de EEUU como el Banco Central Europeo han alertado que las economías de Europa y de Estados Unidos pararon de crecer, y la desaceleración se acentúa de la mano de la baja del consumo y la suba de los alimentos y la energía.
El Titanic
En el medio de este marco, los mercados del dinero bailan su fiesta cortoplacista en la cubierta del Titanic.
Este lunes, se repitió la dinámica compulsiva: Ante el anuncio del "rescate" de los dos gigantes hipotecarios en crisis por parte del Tesoro de EEUU, los mercados a nivel global estallaron en una "euforia ganancial" que terminó en 24 horas.
Este martes, señala la información internacional, los mercados amanecieron "cautos y planos" con tendencia a la caída, mientras los medios especializados señalan que las medidas del gobierno federal USA no alcanzan para detener las causas de fondo de la crisis hipotecaria-financiera estadounidense.
"Las bolsas asiáticas vuelven a vestirse de rojo. Las fuertes subidas registradas el lunes provocadas por el rescate hipotecario en Estados Unidos han dado paso hoy de nuevo a la recogida de beneficios (venta de acciones), ante la persistente preocupación por la desaceleración económica a nivel mundial", dice Cotizalia de España este martes.
Apunta The Wall Street Journal en la misma senda: "Muchos inversionistas aplaudieron la decisión del gobierno estadounidense de rescatar a los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac y algunos incluso predijeron un auge del mercado bursátil, al menos a corto plazo. Los analistas, sin embargo, cuestionaron si la medida es nada más que una cura temporal para los males que aquejan a la economía y los mercados financieros".
Según el más poderoso banco de inversión (léase de especulación) Goldman Sach: "La mitad del mundo ya está en recesión o entrará en ella en los próximos meses".
EEUU, Japón, las quince naciones de la zona euro y Reino Unido, países que en conjunto representan más de la mitad de la economía mundial están "o en una recesión o enfrentan significativos riesgos de entrar en recesión en los próximos meses”, señaló el lunes el economista de Goldman Sachs, Binit Patel, en un reporte a sus clientes.
La crisis inmobiliaria -según el banco insignia de la especulación en Wall Street- ya ha provocado pérdidas y amortizaciones para los bancos en todo el mundo, por hasta US$ 500 mil millones.
Todas las principales economías mundiales están cayendo a medida que los crecientes costos de préstamo se unen a los precios récord de las materias primas para frenar el crecimiento económico, señala Goldman Sach.
Par el banco, la economía estadounidense se encuentra al borde de una recesión y Francia, Alemania y Japón sufrieron una contracción durante el segundo trimestre de este año.
Economistas del banco suizo UBS, por su parte, encabezados por el experto Larry Hatheway, esta semana recortaron sus pronósticos para el crecimiento global para el próximo año a 2,9% desde el 3,1% pronosticado previamente.
Con esta calificación, la proyección cada vez se acerca más al 2,5%, lo que se considera una recesión mundial.
Por su lado, especialistas del banco de especulación JPMorgan prevén que la estimación de 1% de expansión para este trimestre será la más lenta desde mediados de 2001.
"La economía realmente ha mostrado una señal tras otra de debilitamiento",señaló para la agencia Bloomberg el economista de la Universidad de Harvard, Martin Feldstein. “Estoy mucho más pesimista que hace un año respecto del panorama”, añadió.
De acuerdo con la visión de The Wall Street Journal, lo que "más preocupa a los inversionistas" es que los problemas económicos de EEUU ya se han contagiado a Europa, Japón y el mundo en desarrollo. Incluso después del rescate, es probable que el deslizamiento hacia un bajón económico global continúe, con recesiones en algunos de los grandes países europeos y, posiblemente, EEUU".
Un temor de los inversionistas -señala el Journal- es que el multimillonario costo del rescate incremente la deuda fiscal, lo que podría elevar el rendimiento de los bonos del Tesoro y, a su vez, aumentar las tasas de interés del mercado.
A su vez -continúa- el alza de las tasas dificulta el financiamiento tanto para las empresas como para las personas, golpeando el crecimiento económico y el precio de las acciones. El rendimiento de los bonos también afecta a las tasas hipotecarias, lo que implica que un mayor rendimiento podría anular algunas de las ventajas del rescate para los compradores de casas.
El vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda de España, Pedro Solbes, aseguró este martes que existe "posibilidad y riesgo" de que la económica española entre en recesión.
Según The Wall Street Journal, la economía global, que hasta hace poco "seguía creciendo pese al debilitamiento de Estados Unidos, acaba de exhibir los más recientes signos de enfriamiento y recesión en puerta".
En la mitad de agosto, la oficina de estadísticas de la Unión Europea confirmó los negativos pronósticos del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, admitiendo que los 15 países de la zona euro decrecieron un 0,2% respecto a los tres primeros meses del año.
Se trata de la primera caída en los 15 países que usan el euro desde inicios de los años 90, que impacta su vez en el derrumbe del euro frente al dólar que se ha incrementado este martes.
El martes de la semana pasada, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) también revisó a la baja su pronóstico de crecimiento para la Eurozona, a un 1,3% en 2008, contra un 1,7% en su anterior estimación.
De esta manera, y según reflejan los índices macroeconómicos del FMI, cuatro de las cinco mayores economías del mundo, incluyendo EEUU, la zona euro, el Reino Unido y Japón, están por entrar en recesión.
El Departamento del Trabajo de EEUU, por su parte, acaba de anunciar que la inflación alcanzó su nivel más alto en 17 años, al acumular un alza de 5,6% en los últimos 12 meses.
El porcentaje de hipotecas en proceso de ejecución (en quiebra) en EEUU alcanzó un nuevo récord en el segundo trimestre del año y ya más del 9% de los hogares con un préstamo de ese tipo no consigue pagar puntualmente sus mensualidades.
La Asociación de Banca Hipotecaria (MBA, por sus siglas en inglés) informó de que el 2,75% de las viviendas de los EEUU hipotecadas se encuentra ya en alguna fase del proceso de ejecución, frente al 2,47% del primer trimestre y al 1,4% de hace un año.
Por su parte, U.S. Federal Deposit Insurance Corp. dijo que su lista de bancos en problemas aumentó 30% en el segundo trimestre al mayor total en cinco años. La lista tenía 117 bancos "en problemas" hasta el 30 de junio, frente a 90 en el primer trimestre.
Es la más alta cifra desde mediados del 2003, afirmó el organismo en su informe trimestral publicado en agosto, en Washington.
Los bancos de crédito asegurados por FDIC, como se conoce a la institución, informaron de un ingreso neto de US$ 4.960 millones, comparado con una cifra de US$ 36.800 millones en el mismo trimestre hace un año.
"Francamente, los resultados fueron bastante desalentadores, y no vemos un retorno a los altos niveles de ganancias de años previos en el corto plazo", dijo en una conferencia de prensa la presidenta de FDIC, Sheila Bair.
Los mayores bancos y casas de bolsa USA, por su lado, han anunciado depreciaciones de activos y pérdidas crediticias por valor de más de US$ $500,000 millones desde el 2007 vinculadas a declinaciones de los títulos respaldados por hipotecas.
En suma, y para el que quiera verificarlos, la lista en "rojo" de los números macroeconómicos de las primeras economías capitalistas a escala mundial, EEUU y la UE (juntas suman más del 40% del PBI mundial), es interminable y se actualiza a diario.
A esta debacle matemática del capitalismo expresada en números, se suma la economía china, la tercera en importancia en la escala de producción mundial capitalista.
China, no obstante que descendieran temporariamente los precios de las materias primas y el petróleo, se encuentra en un proceso inflacionario récord.
Durante lo que va del año el precio de la comida se incrementó el 23,3%, arrastrado una vez más por la carne de cerdo, que se encareció el 63,4%, y las verduras, cuyo precio subió un 46%, respecto a 2007.
Cabe recordar que los PBI juntos de EEUU, la Unión Europea y China alcanzan el 50% del PBI mundial.
Pero hay otro dato que convierte a sus economías en el eje de un Apocalipsis económico global: EEUU, la Unión Europea y China, son los mayores compradores de petróleo y materias primas del mundo.
Si contraen su demanda por efecto de la inflación-recesión, se derrumban las economías de los países exportadores de commodities a escala global. Es decir, se desploma el sistema, por el centro y por la periferia.
La crisis, como fue planteada hasta ahora, viró de lo "financiero" hacia lo "económico-financiero": Tuvo un epicentro en la crisis hipotecaria de EEUU, se expandió a los mercados financieros globales (subdesarrollados y desarrollados), y ahora ya toca variables estructurales de la "economía real" a escala global por medio del proceso desatado por el cóctel suba del petróleo + suba de alimentos = proceso inflacionario, que ya padecen las economías centrales del sistema capitalista: EEUU, Unión Europea y China.
En este contexto, los mercados del dinero especulativo siguen bailando en el Titanic.
Manuel Freytas

Etiquetas: conocimiento, mentiras, monopolios, multitud, politica, sabiduria.
► miércoles, 10 septiembre, 2008
"Es el inicio de algo bueno, pero no es suficiente para hacernos saltar a las bolsas", dice Bruce McCain, director de estrategia de la división de gestión de inversiones de Key Private Bank. "Aún tenemos el problema de la desaceleración del crecimiento global, la cual está mostrando señales de estar afectando a las empresas estadounidenses. Desde un punto de vista de corto plazo, todavía hay mucho que hacer para mejorar la liquidez del sistema bancario".Aunque el rescate del gobierno no ayuda a los inversionistas de Fannie y Freddie, cuyas acciones han perdido la mayor parte de su valor, los bonos estarían seguros y las agencias semiestatales evitarían un colapso. Si el rescate permite que las dos empresas dejen más dinero disponible para financiar hipotecas, eso podría reducir las tasas hipotecarias y facilitaría la compra de viviendas. El rescate, no obstante, probablemente no detendrá las ejecuciones hipotecarias ni borrará el gigantesco inventario de casas sin vender.
Lo que más preocupa a los inversionistas es que los problemas económicos de EE.UU. ya se han contagiado a Europa, Japón y el mundo en desarrollo. Incluso después del rescate, es probable que el deslizamiento hacia un bajón económico global continúe, con recesiones en algunos de los grandes países europeos y, posiblemente, EE.UU.
Un temor de los inversionistas es que el multimillonario costo del rescate incremente la deuda fiscal, lo que podría elevar el rendimiento de los bonos del Tesoro y, a su vez, aumentar las tasas de interés del mercado. El alza de las tasas dificulta el financiamiento tanto para las empresas como para las personas, golpeando el crecimiento económico y el precio de las acciones. El rendimiento de los bonos también afecta a las tasas hipotecarias, lo que implica que un mayor rendimiento podría anular algunas de las ventajas del rescate para los compradores de casas.
A algunos analistas les preocupa que, pese a que el rescate podría aliviar la crisis de crédito del país, también podría prolongarla. Esto fue lo que sucedió en Japón, donde los esfuerzos del gobierno por apuntalar a los bancos aquejaron al sistema financiero por años después de la explosión de la burbuja de los bienes raíces en 1990. "Todo lo que he visto hasta el momento está apuntando a que las cosas se muevan al estilo japonés", dijo Joshua Rosner, director gerente de Graham Fisher Co., una firma de investigación de servicios financieros.
Asimismo, crecen las señales de que la economía global se está deteriorando, más allá del rescate de Fannie y Freddie. Cuando los precios del petróleo, la gasolina y otras materias primas comenzaron a caer en julio, los inversionistas celebraron con la esperanza de que el descenso fortalecería el consumo y aceleraría la recuperación. Recientemente, cambiaron de parecer y ahora interpretan el desplome de los commodities como otro síntoma de las dificultades por las que atraviesa la economía global, junto al aumento del desempleo y de las ejecuciones inmobiliarias en EE.UU. y el debilitamiento del crecimiento de Europa a Asia.
Desde los máximos alcanzados hace un par de meses, los futuros del crudo han bajado 27%, los del cobre, 23% y los del maíz, 30%. En el caso de numerosas materias primas, incluyendo el petróleo, la tendencia se aceleró la semana pasada.
Los temores sobre la economía global contribuyeron al declive de 322,59 puntos del Promedio Industrial Dow Jones la semana pasada. El índice quedó en 11.220,96 puntos tras su mayor caída porcentual y por puntos en 10 semanas. El viernes, el Dow se encontraba un 21% por debajo de su récord de 14.164,53 puntos alcanzado en octubre del año pasado.
Debido a que las acciones han absorbido un gran castigo en las últimas jornadas, algunos inversionistas predicen una recuperación esta semana, alimentada por el rescate de Fannie y Freddie. La pregunta es si se trata de un repunte duradero.
"Pensamos que el declive en los precios de los commodities refleja el débil crecimiento en EE.UU. y también a nivel global", dijo el economista de Lehman Brothers Zach Pandl. El banco neoyorquino espera que las pérdidas de empleos en EE.UU. y la caída en las ventas minoristas se extiendan hasta el primer trimestre del próximo año, marcando el primer declive trimestral en ventas minoristas desde 1991.
A algunos economistas les preocupa que la recesión sea más grave en Europa que en EE.UU. Aunque buena parte de los países en desarrollo podría escapar una recesión, algunos pueden experimentar bruscas desaceleraciones, impulsando el desempleo y golpeando a los consumidores.
La caída en los precios de las materias primas está "teniendo consecuencias fundamentalmente negativas para las divisas y las economías emergentes", dijo Henry Herrmann, presidente ejecutivo del grupo de gestión de fondos Waddell & Reed. "En algunos lugares, hay que celebrar la caída de los precios, pero en otros lugares, el efecto no es tan bueno", agregó.
► miércoles, 10 septiembre, 2008
En una comparecencia en el Parlamento Europeo, el presidente del BCE, el francés Jean-Claude Trichet, defendió la política monetaria aplicada por esta institución y subrayó que persisten los riesgos para la estabilidad de precios en el área de la moneda única.Recordó que el objetivo de la entidad es lograr esa estabilidad a medio y largo plazo, para contribuir a impulsar el crecimiento y el empleo, y dejó claro que "mantenemos nuestra determinación de mantener las expectativas de inflación sólidamente ancladas".
Según el Consejo de Gobierno de la entidad, el actual enfoque de la política monetaria -los tipos de interés en el área permanecen inalterados en el 4,25%- es la adecuada.
Reconoció que, según las previsiones de la autoridad monetaria, la inflación continuará elevada bastante tiempo, lejos del umbral del 2% marcado en los tratados, y sólo se moderará a lo largo de 2009.
Advirtió, además, del riesgo de que se produzcan efectos "de segunda ronda" de la inflación en otros precios y salarios y pidió responsabilidad a la hora de fijar aumentos, especialmente en el sector público, para evitar que el alza de la inflación se haga permanente.
Las cláusulas de indexación automática de los salarios deben "desaparecer", señaló Trichet, quien se mostró más duro de lo habitual contra estos mecanismos, generalizados en algunos países como España y que persiguen garantizar a los trabajadores el mantenimiento de su poder adquisitivo ante las subidas de precios.
Según el presidente del BCE, los incrementos salariales deben reflejar la posición competitiva de cada país y tener en cuenta el alto nivel de desempleo en algunas economías del área, así como la evolución de la productividad en cada sector.
Respecto a la coyuntura, Trichet se mostró convencido de que la desaceleración actual irá seguida de una "recuperación gradual", siempre que se mantenga la moderación del petróleo y la creación de empleo, apoyada en la relativa fortaleza del crecimiento mundial.
Pero insistió en que la incertidumbre es muy elevada, con numerosos riesgos a la baja vinculados sobre todo a nuevos aumentos de la energía y los alimentos, así como a la posibilidad de que las turbulencias financieras tengan un impacto mayor en la economía que lo calculado hasta ahora.
Dijo que, hasta la fecha, la disponibilidad de crédito en la zona del euro no se ha visto afectada de manera significativa por los problemas en el mercado financiero, pero aseguró que, en ese ámbito, el BCE sigue "muy alerta".
"No debemos cruzarnos de brazos", señaló Trichet, quien hizo también hincapié en la importancia de que los bancos centrales de las principales áreas económicas mantengan un fluido intercambio de información.
Se refirió, en este punto, a la reciente decisión de las autoridades estadounidenses de intervenir las entidades hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, a las que inyectará capital.
En nombre del BCE y de la comunidad de bancos centrales, Trichet acogió favorablemente la intervención de Washington en las dos entidades, "teniendo en cuenta las circunstancias excepcionales".
"Es una decisión importantísima", consideró el economista francés y recordó que, en la situación actual, es fundamental que los gobiernos y los bancos centrales adopten las medidas "correctas".
► miércoles, 10 septiembre, 2008
El Ejecutivo comunitario también ha rebajado el aumento del PIB previsto en los Veintisiete, que será del 1,4% (seis décimas menos de lo anunciado en abril pasado).Esta brusca ralentización -el crecimiento se recortará a la mitad de 2007 a 2008, tanto en la eurozona como en la UE- refleja la debilidad de las principales economías europeas, varias de las cuales caerán este año en recesión técnica, al registrar dos trimestres seguidos con contracción de la actividad.
Según las previsiones de la Comisión, el PIB de la primera economía de la UE, Alemania, que ya bajó el 0,5% en el segundo trimestre, retrocederá el 0,2% en el tercero, para avanzar ligeramente en el último.
También la economía británica se hundirá, con caídas del 0,2% en su PIB en el tercer y cuarto trimestre del año.
España será la tercera gran economía que entre en recesión este año, al retroceder su PIB el 0,1% entre julio y septiembre, y el 0,3%, entre octubre y diciembre.
A la pérdida de fuelle de la actividad, se sumará la aceleración de la inflación, que escalará hasta el 3,6% en la zona euro, lejos del objetivo del 2% marcado por el BCE, y al 3,8% en la UE.
En su análisis, Bruselas destaca, entre las causas de esta crisis, la intensificación de las turbulencias financieras, el encarecimiento de las materias primas y la contracción inmobiliaria en varios países.
La Comisión reconoce que las perspectivas están rodeadas de "incertidumbre", por las dudas sobre el alcance de los problemas en los mercados financieros, las presiones inflacionistas y la caída generalizada de la confianza.
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