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Con Rusia no se juega |
Rusia no quiere una confrontación con Occidente, pero devolverá el golpe si es atacada, dijo el domingo el presidente Dmitry Medvedev, un día antes de que los líderes de la Unión Europea se reúnan para decidir qué acciones tomar tras la intervención del Kremlin en Georgia.
El primer ministro británico, Gordon Brown, dijo el domingo que presionaría a sus pares en la UE para revisar los lazos con Rusia como respuesta por la decisión de Moscú de enviar tropas a Georgia y reconocer como independientes a dos regiones separatistas georgianas.
Pero en comentarios que evidenciaron las diferencias de enfoque dentro del bloque, el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, tomó una línea más suave, y dijo que aislar a Rusia dañaría los intereses del bloque.
En una ronda de último momento antes de la cumbre de emergencia de la UE prevista para el lunes en Bruselas, Medvedev y el presidente de Estados Unidos,George W. Bush, hablaron con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, quien es considerado a favor del Kremlin.
Medvedev ahora enfrenta las duras críticas de Occidente, que acusa a Moscú de ocupar partes del territorio georgiano mientras Rusia insiste en que actuó para prevenir lo que calificó como genocidio contra las regiones separatistas.
"Rusia no quiere confrontación con ningún país. Rusia no planea aislarse. Rusia se desarrollará, en lo posible, en relaciones con Europa, con Estados Unidos de América, y con otros países", dijo Medvedev en una entrevista con las tres principales estaciones de televisión rusas.
Pero agregó: "Todos deberían comprender que si alguien lanza una salida agresiva, recibirá una respuesta".
DIFERENCIAS EN LA UE
Desafiando la condena occidental por su decisión de reconocer como independientes a las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur, Medvedev dijo que el movimiento fue "irrevocable".
También sostuvo que había partes del mundo donde Rusia tenía "intereses privilegiados", una clara advertencia de que el Kremlin no aceptará la expansión de la OTAN en la esfera de influencia tradicional rusa.
"A la luz de las acciones rusas, la UE debería revisar -de raíz- nuestra relación con Rusia", escribió Brown en comentarios publicados en el diario británico The Observer. Sin embargo, no mencionó posibles sanciones del bloque contra Moscú.
Rusia suministra más de un cuarto del gas de las necesidades de gas a Europa. Algunos observadores dicen que esto hace improbable sanciones punitivas duras por parte del bloque.
El ministro de Relaciones Exteriores alemán sostuvo que Moscú merecía críticas pero que la estabilidad y la seguridad europeas dependerían de la cooperación con Rusia.
"De este modo Europa sólo se estaría dañando a sí misma", estimó Steinmeier.
La cumbre de emergencia es una prueba de unidad para la UE, que lucha para reconciliar diferencias entre estados que quieren acciones punitivas y a otros, incluyendo a las importantes Francia y Alemania, que favorecen un enfoque más equilibrado.
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"Mientras la retirada de tropas a sus posiciones anteriores al siete de agosto no haya tenido lugar, las reuniones sobre la negociación de un acuerdo de cooperación quedan aplazadas", señala una declaración de la cumbre.
El liderazgo comunitario igualmente condenó la decisión rusa de reconocer la independencia de las regiones separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjasia.
Entretanto, Rusia expresó que ofrecer un mayor apoyo al gobierno de Tiflis sería un error "histórico".
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, adviritió: "Si EE.UU. y sus aliados finalmente optan no por sus intereses nacionales o los del pueblo georgiano, sino por el régimen de (Mijail) Saakashvili, que nada ha aprendido, será un error de magnitud histórica".
El canciller sugirió la imposición de un embargo internacional a las ventas de armas a Georgia.
Misión
En declaraciones antes del inicio de la cumbre, el representante de política exterior de UE, Javier Solana, anunció planes de enviar cientos de monitores civiles a Georgia para verificar que Rusia cumpla con el acuerdo de cese el fuego.
Esta iniciativa no será aprobada o rechazada hasta el día 15 de este mes. De aprobarse, la misión podría entrar en funciones a mediados de octubre.
La misión "no será gigante", expresó el representante de la UE. Actualmente, se encuentran en el terreno unos 40 observadores.
Lo que aún no queda claro es si los monitores de la UE tendrán o no acceso a las llamadas zonas de seguridad, donde las fuerzas rusas han establecido puestos de control en territorio georgiano.
Solana aclaró que durante el encuentro no se tomará una decisioón sobre la aplicación de sanciones a Rusia por sus acciones militares en Georgia.
Divisiones
Según señala la corresponsal de la BBC en Bruselas Oana Lungescu, la cumbre tiene como objetivo enviar una señal de apoyo a Georgia.
Sin embargo, existen profundas divisiones dentro de la UE en torno a cómo se debe responder a la intervención militar de Rusia en las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur.
Previamente al encuentro, el primer ministro británico, Gordon Brown, manifestó su deseo de suspender conversaciones con Rusia sobre futuros acuerdos bilaterales y reconsiderar las relaciones entre Rusia y la UE.
Sin embargo, el primer ministro de Francia, Francois Fillon, aseguró que Europa no quería recrear la Guerra Fría, y que la única manera de avanzar era mediante el diálogo y no a través de las sanciones.
La canciller alemana, Angela Merkel, coincidió con Fillon y enfatizó en la necesidad de mantener el diálogo abierto entre la UE y Rusia.
Por su parte el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, afirmó que Moscú estaba dispuesta a participar en una fuerza policial internacional en Georgia en las áreas que ocupa, cerca de las regiones separatistas.
Ayuda económica
En opinión del corresponsal de la BBC en Bruselas Jonny Dymond, es poco probable que prospere la idea de reconsiderar las relaciones con Rusia ya que muchos estados miembro de la UE no quieren alienar a Moscú, por ser un importante aliado comercial y una fuente importante de suministros energéticos.
Otro de los temas que se tocarán en la reunión, agrega Dymond, es el de la ayuda económica y un acuerdo de libre comercio con Georgia.
La guerra -de cuatro días- entre Rusia y Georgia comenzó el siete de agosto pasado cuando Georgia intentó retomar el control de Osetia del Sur por la fuerza y Rusia contraatacó en Georgia.
La obligación de Rusia ahora es garantizar la paz y la calma de los ciudadanos de esas regiones separatistas, opinó.
El mandatario afirmó que la decisión de reconocer la independencia de ambas regiones se tomó para evitar el genocidio y prevenir el éxodo de la población oseta y abjasia.
Asimismo, esbozó cinco puntos de la política exterior de su gabinete, entre los que figura el reconocimiento por Moscú de la supremacía de los principios fundamentales del derecho internacional que definen las relaciones entre naciones civilizadas.
El mundo debe ser multipolar, pues “la unipolaridad es inadmisible”, apuntó el dirigente ruso, quien afirmó que Moscú rechaza un orden mundial en el cual todas las decisiones las tome un solo país, aún cuando se trate de Estados Unidos.
“Moscú no desea la confrontación con ninguna otra nación, ni tampoco tiene la intención de aislarse, aclaró. Desarrollaremos cuanto sea posible nuestras relaciones amistosas con Europa, Estados Unidos y otros países”, afirmó.
La prioridad absoluta de la política exterior rusa es la protección de la vida y la dignidad de sus ciudadanos, estén donde estén, apuntó.
“Rusia, como cualquier otro país del mundo, tiene regiones en las que cuenta con intereses privilegiados y en ellas se encuentran estados a los que nos unen relaciones de amistad”, destacó Medvedev.
El estadista explicó que Moscú trabajará con mucho cuidado con esas regiones y especificó que no sólo hablaba de naciones limítrofes.
► miércoles, 03 septiembre, 2008
Esta fue la respuesta de Medvedev a la pregunta de un periodista sobre si Rusia participaría en la conferencia que el gobierno italiano quiere organizar en noviembre en Roma sobre el Cáucaso, y en la que participaría Saakashvili.El presidente ruso aseguró asimismo que su país "no teme" una eventual "exclusión del G8" por la crisis con Georgia, en reacción a algunos llamados en ese sentido, que calificó de "tecnología electoral" estadounidense.
"Los llamados que se están escuchando, yo los atribuyo a la tecnología electoral estadounidense para hacer subir el índice de popularidad sobre un fondo de conflicto", declaró.
El candidato republicano a la Casa Blanca, John McCain, afirmó el domingo que Rusia se había convertido en una "autocracia" que debía ser excluida del G8, que reúne a los ocho países más industrializados del mundo (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia).
Tampoco resultaría "dramático" para Rusia una ruptura de las relaciones con la OTAN, que tendría "más" que perder que el Kremlin, dijo Medvedev.
No obstante, se mostró dispuesto a hablar con la comunidad internacional "de todo tipo de asuntos, incluido de una solución post-conflicto en la región" del Cáucaso.
"Pero nos gustaría que la comunidad internacional se acuerde de quién empezó la agresión y quién es el responsable de la muerte de personas", defendió, en alusión a la ofensiva georgiana en Osetia del Sur que provocó la intervención militar rusa en el país caucásico.
Estas declaraciones se producen después de que la Unión Europea lanzara el lunes una tibia advertencia a Moscú ante su injerencia política y militar en Georgia.
Los líderes de la UE, reunidos en cumbre extraordianaria, decidieron postergar las negociaciones sobre su acuerdo de cooperación reforzada con Rusia, mientras las tropas rusas sigan desplegadas en territorio georgiano más allá de sus posiciones anteriores al conflicto, que estalló el 8 de agosto.
Pero el hecho de que el bloque se abstuviera de aplicarle sanciones, fue interpretado por Rusia como una victoria.
"A Dios gracias, el sentido común triunfó", juzgó el primer ministro ruso, Vladimir Putin. "No vemos ninguna conclusión ni propuesta extrema" en la declaración final de la cumbre "y esto está muy bien", apostilló.
"Esencialmente", comentó el ministerio ruso de Relaciones Exteriores, los países que reclamaban sanciones contra Rusia "quedaron en minoría" y "una mayoría dio muestras de responsabilidad y confirmó su política de cooperación con Rusia".
En cuanto a los resultados concretos de la cumbre, es decir, el aplazamiento de las negociaciones del acuerdo de cooperación ampliada Rusia-UE, la cancillería se limitó a "lamentarlos".
"En los últimos dos años, Rusia se ha acostumbrado a los obstáculos artificiales" de estas negociaciones, según un comunicado.
Medvedev lamentó que la UE "no haya entendido totalmente" los motivos de la ofensiva rusa contra Georgia ni del reconocimiento de la independencia de Osetia del Sur y de Abjasia.
Saakashvili se felicitó por su parte de la decisión de los europeos, que calificó de "paso muy importante".
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