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Israel utiliza los métodos de Hitler |
Mi vida ha estado modelada por el Holocausto judío bajo Hitler. Mi madre murió en Auschwitz y yo escapé por muy poco a ese mismo destino fatal. Como muchas otras personas he tratado de resistir a las fuerzas de la guerra y de la opresión que vimos en el nazismo y que todavía perduran.
Hemos logrado victorias, como la destrucción del apartheid en Sudáfrica. Pero hoy vemos que los métodos del nazismo se emplean contra los palestinos con el objetivo último de exterminarlos como pueblo. Y este horror se justifica haciendo referencia a las víctimas del Holocausto.
¡Qué enorme mentira!
Israel es quien utiliza métodos del nazismo para oprimir a los palestinos. Mientras tanto, la lucha de resistencia palestina permanece como una continuidad de las resistencias de mi pueblo y de otros pueblos en Europa contra el nazismo.
El objetivo fundamental del Holocausto nazi fue la limpieza étnica: liberar Alemania y todos los territorios que ocupaba del todo el pueblo judío. Los nazis se plantearon expulsar de Europa al pueblo judío, pero al no encontrar al manera de hacerlo decidieron matarlos a todos. Se sacó a los judíos de sus casas, se les robaron sus posesiones, los apiñaron en ghettos y millones de ellos fueron enviados a la cámara de gas.
El Holocausto es uno de los acontecimientos históricos mejor documentado de todos los tiempos. Los nazis fueron metódicos (contaron a sus víctimas y mantuvieron registros meticulosos de ellas). En la ciudad polaca de la que mi familia era originaria, Piotrkow, había 30.000 judíos. Sólo sobrevivieron cien. En el tren que llevaba a mi madre a Auschwitz había mil judíos de los cuales sólo sobrevivieron diez. No se niega la verdad este deplorable capítulo de la historia humana.
Otro hecho histórico que no se puede denegar es la Nakba, la catástrofe que los sionistas infligieron a los palestinos en 1948. La idea básica era la misma: la limpieza étnica. Desposeer a los palestinos y expulsarlos de sus casas y de sus tierras. El objetivo de los sionistas no era matar a todos los palestinos, sino matar sólo a los suficientes como para expulsarlos y apoderarse de su tierra.
Los historiadores sionistas inventaron una historia de un "voluntario" éxodo masivo de cientos de miles de palestinos que, según dicen los sionistas, habían decidido abandonar temporalmente sus hogares y sus pueblos para dejar libre el camino a los ejércitos árabes invasores. Esto es una mentira descomunal. Es tan deshonesto y tan absurdo como las historias de Hitler acerca de cómo los judíos supuestamente iniciaron la Segunda Guerra Mundial. De hecho la expulsión de los palestinos empezó en 1948 en condiciones de paz.
Los sionistas y sus aliados desplazaron a cientos de miles de palestinos, les robaron sus tierras que tradicionalmente habían dedicado a la agricultura y los dejaron sin hogar. Lo hicieron con la ayuda de asesinatos masivos.
El objetivo de los sionistas era eliminar a Palestina de la familia de las naciones del mundo. Esperaban que el mundo olvidaría que alguna vez había existido el pueblo palestino. Ésta es la "solución final" sionista para los palestinos.
Esto es también una forma de genocidio y hoy en día continua.
Déjenme contarles algunas de las cosas que los nazis hicieron en Piotrkow, la ciudad polaca de donde era mi familia. Les parecerá que es muy similar a lo que hoy ocurre en Gaza y Cisjordania.
La Gestapo alemana y sus aliados expulsaron a los judíos de Piotrkow de la sociedad y los confinaron en un ghetto rodeado de un muro inmenso. La idea era mantener en la ignorancia [de lo que ocurría] a las personas que estaban a ambos lados del muro, segregar a los leprosos, los judíos, de manera que los nazis pudieran cometer sus acciones asesinas en secreto.
Dentro del ghetto se privó a los judíos de lo esencial para vivir y se les impidió entrar o salir. Eran hostigados y humillados en los checkpoints. Miles de ellos fueron asesinos de manera arbitraria, incluidos niños inocentes.
El ghetto de Piotrokov creció y cada vez se superpoblaba más a medida que judíos de otras ciudades eran enviados a apiñarse en él. Las condiciones del ghetto se deterioraron. Las casas estaban extraordinariamente superpobladas y las condiciones sanitarias eran muy malas. Se empezaron a propagar epidemias.
Dentro del ghetto había un gobierno y una policía judíos, pero estaban controlados por las autoridades nazis. Algunos dirigentes judíos, incluido un miembro de mi familia, Yakov Berliner, organizaron la resistencia, pero se les dio caza y fueron ejecutados.
Esto resulta muy familiar para cualquiera que conozca las condiciones actuales de Palestina.
Hoy la inmensa mayoría de los palestinos han sido desposeídos de sus tierras y expulsados de ellas. En la ocupada Palestina la gente está confinada en pequeños enclaves, rodeados de altos muros y de checkpoints intimidantes. Los palestinos son humillados, incluso se les obliga a arrastrarse desnudos. Gaza se parece a los ghettos de Hitler. Los palestinos están encerrados y privados de las necesidades vitales.
Existe una Autoridad Palestina, pero su poder está limitado por los sionistas. La policía palestina, adiestrada por los enemigos de su pueblo, incluido el gobierno canadiense, suelen reprimir a la población. Los palestinos sufren una persecución y una humillación permanentes. No pueden ganarse la vida y tiene que padecer una pobreza que amenaza sus vidas.
Los palestinos sufren ataques arbitrarios y no provocados, la demolición y el bombardeo de sus casas y de sus pueblos. Se da caza y se ejecuta a los dirigentes de la resistencia palestina.
En Gaza los palestinos han sido capaces de mantener un gobierno establecido por medio de unas elecciones libres. Por este crimen han sido situados bajo asedio y bombardeados.
El vice-ministro de Defensa de Israel, Matan Vilnai, ha lanzado una terrible amenaza contra el pueblo de Gaza. Los jóvenes palestinos utilizan los únicos medios de defensa de los que disponen. No son comparables a las bombas y los tanques que destruyen su sociedad. El pueblo palestino tiene el derecho inalienable a defenderse a ellos mismos, de defender su tierra y sus propiedades por cualquier medio que puedan, incluido por medio de su gobierno elegido democráticamente, Hamas. Sin embargo Vilnai ha dicho que si se intensifica el lanzamiento de cohetes artesanos "atraerán sobre ellos (los palestinos) un holcausto mayor porque nosotros utilizaremos todo nuestro poder para defendernos".
Un holocausto mayor: la referencia a las acciones de Hitler es evidente. Esto significa que tratará de borrar físicamente del mapa a la población de Gaza.
Fuerzas poderosas han tratado de borrar el crimen cometido contra los palestinos de la memoria pública del mundo. Pero el pueblo palestino ha sobrevivido y su resistencia continúa, con la simpatía de pueblos de todo el mundo. La verdad acerca de los crímenes cometidos contra los palestinos no se puede silenciar.
Los sionistas emplean mal el recuerdo del Holocausto para alimentar y justificar nuevas guerras en Oriente Próximo. Esto es un crimen contra la memoria de mi familia y de otras víctimas judías bajo Hitler.
Lo sionistas actúan con un fuerte apoyo de Estados Unidos, que tiene sus propias razones criminales para ver a los palestinos derrotados. Los sionistas quieren su exclusivo Estados judío, y quieren que se expanda y domine la zona. Estados Unidos, con el apoyo de Ottawa, quiere el petróleo y otros recursos, quiere controlar todo Oriente Próximo. Esta es la razón por la llevan a cabo una guerra contra Iraq y Afganistán, y están amenazando a Irán.
Estar en contra del gobierno de Israel no es anti-semita. Debemos defender la justicia y la humanidad. Nos oponemos al sistema del sionismo que oprime a un pueblo, los palestinos. Y pone en peligro a otros, a los judíos israelíes, al tiempo que condena a estos últimos al odio del mundo.
Si prevalece el crimen contra los palestinos, esto significaría que ha triunfado el espíritu de Hitler. Para ser fieles a la memoria de las víctimas del Holocausto y de todas las víctimas de Hitler debemos defender a los palestinos.
Debemos unirnos a su lucha de resistencia para recuperar su tierra. Podemos hacerlo aquí, en Canadá.
Necesitamos una campaña unitaria por la paz y la justicia para Palestina, por una sociedad en la que todos los habitantes, judíos y palestinos, tengan igual voz e iguales derechos. Todos los palestinos expulsados de su país deberían tener derecho a retornar a él.
Durante la época de Hitler los gobiernos del mundo apoyaron en silencio estos crímenes contra el pueblo judío, incluyendo el gobierno canadiense que se negó a aceptar a inmigrantes judíos que huían del Holocausto. Hoy no podemos permitir el silencio en torno a los crímenes perpetrados contra el pueblo palestino. Debemos exigir justicia desde nuestros propios gobiernos.
Pertenezco a "Not in Our Name (NION): Jewish Voice Against Zionism" [“No en Nuestro Nombre: Voz Judía contra el Sionismo”] y también estoy con la Coalition Against Israeli Apartheid (CAIA) [“Coalición contra del Apartheid Israelí”].
Estas organizaciones apoyan el derecho palestino a retornar y a recuperar su tierra. Hacen un llamamiento al boicot, las desinversiones y las sanciones contra las políticas de apartheid israelíes.
Llegará el día en que caerá el Muro del Apartheid y veremos la liberación de los palestinos. Será un nuevo día para la libertad de todos nosotros en todos el mundo.
Trabajemos juntos por ese día de liberación.
¡Libertad para los palestinos!
Suzanne Weiss

Etiquetas: conocimiento, memoria, mentiras, multitud, politica, violencia.
Cuando él respondió que ese no podía ser su pasaporte, porque el suyo no tenía tales visados, ella pasó a preguntarle por los nombres de su padre y de su abuelo. A pesar de que Ian contestó a la pregunta la primera vez, ella la repitió tres veces más.
En esos momentos Ian comprendió que intentaban intimidarle y, a pesar de sentir cierto miedo, le hizo notar que ella ya le había hecho la misma pregunta varias veces y que él ya le había contestado. Tras veinticinco minutos de lo mismo, Ian fue finalmente dejado libre sin explicaciones y con una débil disculpa por haberle retrasado.
Como antigua ciudadana israelí con entrenamiento militar, estoy familiarizada con las tácticas psicológicas usadas por la Patrulla de Fronteras Israelí (Magav) y por el ejército.
Ellos intentan deliberadamente intimidar a su víctima y mantenerla en un estado de inseguridad -sobre qué está pasando, de qué va todo, dónde están sus papeles.
Ellos saben que los ciudadanos extranjeros se sienten profundamente inseguros sin sus pasaportes y que esta inseguridad lleva al miedo y al estrés a la mayoría de la gente.
También saben que la sensación de seguridad de la mayoría de la gente puede derrumbarse bajo tales condiciones, y si hay algo que contar es muy probable que lo hagan entonces. Los agentes israelíes están entrenados para observar el lenguaje corporal, las micro-expresiones, la transpiración, todo.
Las preguntas en sí mismas son a menudo sólo pretextos para inducir estrés y así poder ellos observar detenidamente a su víctima, para ver si guarda secretos. Ellos tenían el pasaporte de Ian. Sabían muy bien que no había tales visados en él.
(Y una puede preguntarse: ¿y qué si los hubiera habido? ¿Qué le podría haber pasado a él? Los ciudadanos australianos son libres de visitar cualquier país que quieran. Pero parece que en Israel tener los visados "equivocados" en tu pasaporte te convierte en un sospechoso. Por supuesto nunca sabremos si la historia sobre los visados fue la razón real para su corta detención)
Israel y sus apologistas presentan repetidamente a Israel como "la única democracia en Oriente Medio", un régimen democrático aislado en una región no democrática. Esto se supone que hace que nos sintamos más cercanos y que justifique nuestro apoyo.
Pero la democracia israelí es un mito.
En mis 27 años allí fui parte de la mayoría israelí. Era judía, nacida en Israel y secular. Era una ciudadana normal, que completó su servicio militar, la israelí típica, no envuelta en política o activismo de ningún tipo. Pensaba tener mi propio negocio, me preocupaba por el dinero, el trabajo, el estudio, mi propia pequeña vida. No era "conflictiva" en ningún sentido. Cualquiera que me hubiera visto entonces habría asumido que yo estaba de acuerdo con la ideología dominante israelí. Y, sinceramente, habría tenido razón.
A pesar de que la vida diaria en Israel pueda ser frustrante, en especial en lo tocante a la burocracia, nos sentíamos seguros en la confianza de que por muy molestas que pudieran ser, nuestras autoridades nunca actuarían contra nosotros. De hecho ni siquiera este pensamiento se nos pasaba por la cabeza. Debido a que yo era miembro de este confortable centro de la sociedad israelí, era también ignorante de lo que Israel era capaz de hacer, y qué podría implicar no pertenecer a todo eso.
La primera vez que probé este "estatus" fue hace unos diecisiete años, cuando mi ex marido (también israelí) y yo planificábamos emigrar a Australia, y estábamos en los últimos pasos para obtener nuestro permiso de residencia permanente. Mi ex marido, ingeniero y capitán del ejército a punto de terminar su contrato, fue llamado de golpe una tarde, sin explicaciones, para presentarse en cierto lugar y tener una pequeña "conversación" con alguien de la Policía Militar.
Nuestros planes de irnos de Israel no eran secretos. Irse de Israel no es un delito y Australia no estaba en la lista de países que los militares israelíes implicados en proyectos militares secretos tienen prohibido visitar o residir en ellos tras terminar su servicio (sí, esta lista existe).
En cualquier caso, no había razón para que mi ex marido sospechase que esta "conversación" tenía algo que ver con nuestros planes. Él fue llevado a una pequeña habitación y se le ordenó sentarse en una silla en el centro de la habitación.
Una mujer de la Policía Militar empezó a dar vueltas a su alrededor y le dijo: "Hemos descubierto que estás planeando migrar a Australia". A lo cual él replicó: "¿Y qué? No es un secreto".
Ella le respondió agresivamente que cerrara la boca, que era ella quien hacía las preguntas. Entonces pasó a preguntar cosas como "¿Por qué has decidido marcharte?" y "¿Sabe tu mujer que estás planeando marcharte?".
Aparentemente el ejército supo de nuestros planes por la policía, cuando estábamos intentando obtener el visto bueno de la inmigración australiana. Ellos deberían haber sabido que los dos estábamos por lo mismo. Las preguntas evidentemente no pretendían conseguir lo que aparentemente decían. Al principio mi ex intentó responder, pero cuando se dio cuenta de lo absurdo de la situación se sintió molesto. Entonces le dijo a la sargento que no veía el sentido de esa conversación y que, salvo que ella le acusara de algo, él se iba. Cuando ella respondió agresivamente una vez más, él se puso en pie, le recordó que él era un capitán y ella una sargento, y abandonó la habitación.
En ausencia de más información sobre este incidente, entendimos que eso había sido un intento de intimidarnos para que no nos marcháramos de Israel. Lógicamente esto se tenía que hacer mediante la psicología, ya que el ejército no tenía razones o procedimientos legales para impedírnoslo.
Hasta que el ejército se enteró de nuestra intención de irnos, mi marido, como oficial de carrera, y yo misma como "esposa de", habíamos sido tratados con gran respeto en la sociedad israelí y en el ejército. No sólo éramos parte de ellos, sino que teníamos un lugar de honor. El elegir a un sargento mujer fue algo premeditado para humillar a mi ex marido (no pretendo ofender a las mujeres, pero esta es la cultura que existe en el ejército israelí). Esta intimidación quería hacer ver a mi ex que su rango y estatus no significaban mucho si elegía el camino "equivocado". Nos enfadamos y sobre todo estábamos asombrados de que él pudiera ser tratado así sólo porque queríamos irnos de Israel. Una cosa es encontrarse con la desaprobación de amigos y familiares en conversaciones normales. Otra cosa muy diferente ser objeto de un interrogatorio amenazante por parte de la Policía Militar.
Nuestra decisión de irnos aparentemente nos había colocado en una nueva posición dentro de la sociedad: fuera de la confortable mayoría. Cuando finalmente nos fuimos a finales del 91, lo hicimos con el regusto amargo de haber visto un atisbo de un Israel que no conocíamos.
Pregunta a cualquier palestino y te contará historias mucho peores. Sinceramente, no hay comparación. Los palestinos son vistos como intrusos, sean ciudadanos de Israel o tengan el estatus de refugiados en los Territorios Ocupados, sean niños o adultos, hombres o mujeres. Todos los palestinos viven permanentemente bajo vigilancia militar y policial. Ellos no experimentan nada de la famosa democracia israelí.
La "democracia de Israel" es algo reservado sólo para la élite privilegiada y en su mayoría ignorante, de la cual yo fui parte también, hasta que decidí marcharme. Los ciudadanos palestinos en Israel viven bajo un estado policiaco arbitrario y brutal. Sus relaciones con la burocracia israelí no sólo son frustrantes sino que también pueden ser extremadamente peligrosas.
Los palestinos en los Territorios Ocupados viven bajo un control parecido al ejercido por el régimen de Pinochet.
Ellos también pueden desaparecer en mitad de la noche.
Pueden ser en cualquier momento amordazados, esposados, golpeados, humillados, llevados a lugares desconocidos sin que se les dé información a ellos o a sus familias, pueden ser torturados física y psicológicamente, y encarcelados indefinidamente, a menudo sin cargos e independientemente de que sean culpables de algo. Es un funcionamiento arbitrario y puede pasarle a cualquiera de ellos. Esta es una situación mucho peor que los dos incidentes que he contado antes, pero los principios básicos son los mismos.
En un régimen como este tú no tienes que hacer nada equivocado para recibir este trato. Y esto es porque está diseñado no sólo para atrapar a los que infringen la ley, sino también para constituir una especie de aviso, una amenaza tácita.
Esta ahí para que el poder del estado pueda alardear, mostrar a la gente qué pequeños y débiles son comparados con el poderoso estado, y para ofrecer una muestra de qué les podría suceder si llegaran a pensar siquiera en oponerse- En el caso de los palestinos tales tácticas están diseñadas asimismo para hacer la vida diaria invivible y así romper su moral e intimidarlos para que se vayan. Después de todo, lo que Israel realmente quiere es toda la tierra pero sin su gente, algo que muchos todavía en Occidente se niegan a reconocer.
Israel no es un país agradable.
Es un poderoso estado policíaco fundado sobre una paranoia patológica, con sólo un barniz de civilidad, barniz cuidadosamente mantenido para el consumo de aquellos que todavía creen en el mito de la "democracia israelí".
Los israelíes miembros de la mayoría social viven en una burbuja ficticia que les aleja de la realidad. Si hay una democracia allí, sólo este selecto grupo disfruta de ella -exactamente igual que la población blanca conformista en la antigua Sudáfrica.
Apoyar a Israel hoy es lo mismo que defender que la Sudáfrica del apartheid era una democracia aceptable. También implica abandonar a los palestinos, igual que el mundo abandonó a los negros sudafricanos (y a los disidentes blancos) durante cuarenta y cinco largos años.
Avigail Abarbanel
La decisión, refirieron los rotativos Jerusalem Post y Haaretz, se toma en vísperas de una nueva visita a la zona de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, para impulsar el estancado proceso negociador lanzado en Annapolis, en noviembre de 2007.
El Gabinete israelí espera dar luz verde este domingo a la liberación de entre 150 y 200 palestinos, paso indispensable para que un comité ministerial especial decida redactar la lista con los nombres de quienes se beneficiarán del perdón.
La relación de presos pudiera incluir algunos luchadores de la resistencia involucrados en acciones armadas para forzar el cese de la ocupación y los atropellos hebreos, que tuvieron un saldo letal.
Un comunicado emitido hoy por la oficina de Fayyad señala que el gobernante pensaba pedir a Barak la liberación de Marwan Barghouti, histórico dirigente del grupo Al-Fatah, que lidera Abbas, condenado a varias cadenas perpetuas por participar en atentados contra israelíes.
De acuerdo con una nota de prensa del Ministerio israelí de Defensa, Barak y Fayyad también hablaron sobre “temas diplomáticos y de seguridad” concernientes a proyectos económicos en Cisjordania y las actividades de los servicios de seguridad palestinos.
Asimismo, la oficina del primer ministro palestino reseñó el encuentro como un diálogo en el que se le pidió a Barak detener los proyectos de construcción en territorios palestinos y cesar las incursiones militares hebreas en la Ribera Occidental.
Las fuerzas ocupantes israelíes realizan frecuentes redadas y allanamientos de viviendas en Cisjordania con el pretexto de detener a milicianos palestinos presuntamente simpatizantes del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas), que gobierna en la Franja de Gaza.
Medios noticiosos en Ramalah, entretanto, comentaron que en esas pláticas sobre los más de 11 mil palestinos presos en Israel se relegó nuevamente el tema de la devolución de territorios, elemento clave para lograr la paz con los israelíes.
Barak argumentó que la acción armada desde Gaza viola la tregua lograda con Hamas el 19 de junio, gracias a la mediación de Egipto, momento desde el cual han sido lanzados 44 cohetes o bombas hacia territorio judío, según fuentes militares.
Sin embargo, las autoridades hebreas persistieron en mantener sitiado el territorio palestino, aún después de entrar en vigor el referido pacto de cese del fuego, una de cuyas cláusulas contempla el levantamiento o, cuando menos, la flexibilización del bloqueo.
Según el reporte radial y un artículo publicado hoy por el rotativo Jerusalem Post, Barak ordenó que los puntos fronterizos permanezcan cerrados por lo menos hasta este jueves.
Autoridades de Israel y de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) confirmaron ayer la reapertura de varios cruces de importancia comercial, en particular el de Kerem Shalom, por donde ya habían pasado unos 80 camiones con alimentos y otros suministros.
El paso de Kerem Shalom fue cerrado por el gobierno en abril pasado luego de que un suicida palestino hizo estallar un vehículo allí.
De acuerdo con fuentes palestinas, unos 15 camiones con alimentos entraron a Gaza el lunes y se esperaba otro volumen similar el martes, pero la medida israelí volvió a disipar las esperanzas de aliviar las penurias de los residentes en el enclave costero.
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