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Georgia contra provincia separatista |
Luego de que Rusia advirtiera este domingo del peligro de un conflicto militar "a gran escala" entre Georgia y su región separatista de Osetia del Sur a la que apoya Moscú, este viernes los combates se intensificaron tanto en Osetia como en sus alrededores, cuando las tropas de Georgia, apoyadas por aviones, lanzaron una ofensiva contra las fuerzas separatistas en un intento de retomar el control del territorio. Georgia denuncia la presencia de tanques rusos en su territorio, y tanto la UE como EE UU han llamado a las partes a frenar la escalada de violencia, que amenaza con incendiar el Cáucaso y con hacer estallar las ya tensas relaciones entre Moscú y la OTAN.
Los temores de una guerra entre Rusia y Georgia se avivaron este viernes ante anuncios de que tanques rusos ingresaron a sectores de Tsjinvali, capital de Osetia del Sur, apenas horas después de que el gobierno georgiano dijera que sus tropas habían tomado la ciudad.
Georgia sostiene ahora que sus fuerzas controlan una parte de Tsjinvali y los rusos otra zona.
Tanques rusos ingresaron el viernes en Georgia, cerca de la convulsionada región separatista de Osetia del Sur, informó el Gobierno de Tiflis, que acusó a Moscú de iniciar un guerra en el territorio.
Antes de que se informara de los tanques rusos avanzando hacia Tsjinvali, el presidente ruso Dmitry Medvedev advirtió que Moscú "defendería a sus compatriotas".
"Yo debo proteger la vida y la dignidad de los ciudadanos rusos, estén donde estén. No vamos a dejar que sus muertes queden sin castigo", subrayó.
Rusia tiene fuertes vínculos con la región separatista y el 90% de los osetios del sur tiene pasaportes de
Los combates entre las fuerzas georgianas y los separatistas apoyados por Rusia se intensificaron en Tskhinvali, la capital de Osetia del Sur, después de que Tiflis enviara tropas a recuperar el territorio, que se separó en los años 90.
Marat Kulajmetov, comandante de las fuerzas de paz rusas en el territorio, dijo a la agencia Interfax desde Tskhinvali que "como resultado de muchas horas de bombardeos de armas pesadas, la ciudad está prácticamente destruida".
Andrei Chistyakov, un corresponsal de la cadena de televisión rusa Vesti-24, dijo que al menos 15 civiles habían muerto en Tskhinvali, donde miles de personas acudieron a refugios subterráneos: "Los cuerpos de esa gente fueron vistos en jardines y en las calles".
Previamente, el presidente ruso, Dmitri Medvedev, dijo que su país defendería a sus ciudadanos en Osetia del Sur. Entretanto, el canciller ruso, Sergei Lavrov, habló de "limpieza étnica".
Por su parte, medios de comunicación georgianos aseguran que baterías antiaéreas del ejército de su país habrían derribado dos cazas rusas Su-24, algo que las autoridades rusas niegan.
Asimismo, se ha informado de la muerte de al menos diez integrantes de las fuerzas de paz rusas en la capital de Osetia del Sur.
Este viernes el presidente de Georgia, Mikheil Saakashvili, acusó a Rusia de realizar una incursión en territorio georgiano, y ha señalado que vehículos armados han entrado en la región separatista de Osetia del Sur.
"Ciento cincuenta tanques rusos, transportes de personal blindados y otros vehículos han entrado en Osetia del Sur (...). Esta es una clara intrusión en el territorio de otro país. Tenemos tanques rusos en nuestro territorio, aviones en nuestro territorio a plena luz del día", señaló el mandatario citado por Reuters.
Saakashvili añadío que "las fuerzas georgianas han derribado dos aviones de combate rusos sobre el territorio de Georgia", aunque no ha dado más detalles.
Sin embargo, un alto funcionario de Seguridad, ha precisado que aviones rusos han bombardeado la base militar Vaziani, situada a unos 25 kilómetros de Tiflis, la capital georgiana.
"Nadie ha resultado herido, pero algunos edificios han sido destruidos", ha señalado el funcionario Kakha Lamaia, quien ha agregado: "ellos nos han declarado la guerra".
Fuentes del Ministerio del Interior georgiano han señalado, por su parte, que dos aviones rusos de combate han sido abatidos.
La Casa Blanca solicitó este viernes a las partes en conflicto que "pongan fin de inmediato a la violencia y entablen negociaciones para resolver pacíficamente la crisis".
Desde Pekín, donde se encuentra el presidente de EE UU, George W. Bush, para asistir a la apertura de los Juegos Olímpicos, el portavoz de la presidencia, Gordon Johndroe, ha sido el encargado de llamar a la pacificación.
La Unión Europea, por su parte, está "muy preocupada" por la evolución "dramática" de la situación en la región georgiana de Osetia del Sur, indicó hoy Cristina Gallach desde Bruselas, portavoz del Alto Representante de la UE para Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana.
"Lamentamos la pérdida de vidas humanas y el sufrimiento de la población civil", añadió Gallach, quien también recordó el mensaje de la Unión "a todas las partes" implicadas en el conflicto para que "cese inmediatamente" la violencia.
La Unión Europea mantiene, además, "contactos permanentes" con sus socios internacionales sobre la evolución de la situación, concluyó.
También la OTAN, por boca de su secretario general, Jaap de Hoop Scheffer, llamó a las partes a detener "inmediatamente" los choques armados y a utilizar el diálogo directo como solución. Scheffer también se mostró "seriamente preocupado por los sucesos que están registrándose en la región georgiana de Osetia del Sur" y, como el resto, asegura que la Alianza sigue de cerca la situación.
Ante el agravamiento de la situación, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) instó a las partes a negociar.
"La intensa lucha en esa zona puede escalar a una guerra", advirtió el ministro de Exteriores finlandés y presidente de turno de la OSCE, Alexander Stubb.
Por su parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja ha pedido la apertura de un corredor humanitario para proceder a la "evacuación de la población civil de la zona de conflicto y para el paso de ambulancias para evacuar a los heridos".
Además, pide a georgianos, osetios y rusos que "respeten las leyes internacionales humanitarias, no apunten a los civiles y se aseguren de que el material y los transportes médicos puedan atender a los heridos".
Georgia lanzó el jueves por la noche un "asalto" a la república separatista de Osetia del Sur y tenía rodeada la capital regional, Tskhinvali, para "restaurar el orden constitucional", anunciaron los gobiernos georgiano e independentista.
"Está en curso un asalto, con combates en los alrededores de Tskhinvali", declaró a la AFP en la noche del jueves el portavoz del Ministerio del Interior georgiano, Chota Otiachvili.
Horas más tarde, el ministro de Reintegración georgiano, Temur Iakobachvili, anunció a la AFP que "Tskhinvali está rodeada por las fuerzas armadas georgianas", subrayando que Tíflis no tiene como objetivo "asaltar Tskhinvali, sino neutralizar las posiciones de los separatistas".
Anteriormente, el presidente oseta, Eduard Kokoity, había anunciado, en declaraciones a la agencia rusa Interfax, el estallido de "combates violentos" entre las fuerzas georgianas y osetas cerca de Tskhinvali y calificó la ofensiva como una acción "pérfida y vil" del gobierno del presidente georgiano Mijail Saakachvili.
Según el el jefe de las fuerzas georgianas de mantenimiento de la paz en esta región separatista, el general Mamuka Kurachvili, el gobierno georgiano ha decidido "restaurar el orden constitucional" en Osetia del Sur.
El presidente pro-occidental de (aliado del eje EEUU-UE) Georgia, Mijeil Saakashvili, dijo el viernes que sus fuerzas habían "liberado" gran parte de Tskhinvali, capital de la región, y acusó a Rusia de conducir una operación "a gran escala" contra Georgia y aseguró que el Ejército ruso está bombardeando "ciudades pacíficas" del territorio georgiano, según informó la agencia de noticias Novosti-Georgia.
Saakashvili ordenó una completa movilización de los reservistas militares.
"Puedo declarar ante todo el mundo que Georgia es víctima de una agresión militar a gran escala", repitió en un mensaje televisado a la nación. "En los últimos minutos y en las últimas horas se ha sometido a bombardeo el territorio georgiano por parte de Rusia. No es sino una agresión internacional clásica", añadió.
"Quisiera dirigirme a la comunidad mundial, quisiera pedir que la Federación de Rusia ponga término de inmediato a los bombardeos de las ciudades pacíficas de Georgia", destacó el líder georgiano. "No tenemos nada que temer. Es nuestra patria y defendemos Georgia y nuestro futuro. La victoria será la nuestra porque defendemos nuestra patria", concluyó Saakashvili.
A su vez, según agencias rusas, Moscú informó que varios soldados rusos de la fuerza de paz han muerto como consecuencia de un bombardeo del Ejército georgiano contra sus bases en la capital de la región separatista de Osetia del Sur.
"Las tropas georgianas abrieron fuego directamente contra las bases de emplazamiento de las tropas rusas en Tsjinvali", indicó un portavoz del comando, quien precisó que varios proyectiles de artillería y misiles impactaron contra los cuarteles.
"Los líderes de Georgia han recurrido a acciones muy agresivas en Osetia del Sur, de hecho comenzaron una potente ofensiva utilizando armamento pesado y artillería", dijo el primer ministro ruso Wladimir Putin en Pekín, donde se encuentra de visita.
"Hay víctimas, incluidos pacificadores rusos", añadió, hablando en una reunión con el presidente kazajo, Nursultan Nazarbayev. "Esto es muy triste y desencadenará una respuesta", dijo, sin dar más detalles.
La agencia de noticias rusa Interfax informó que tropas georgianas habían entrado en Tskhinvali tras mantener intensos combates durante la noche.
El portavoz del Ministerio del Interior Chota Otiachvili dijo que las fuerzas georgianas habían también luchado contra dos convoys de "mercenarios" que habían entrado en Osetia del Sur desde Rusia, camino a Tskhinvali.
La situación se agravó en los últimos meses en ambos territorios, tras la decisión de Moscú en abril de estrechar sus vínculos con los dirigentes independentistas, lo que refuerza las sospechas del Gobierno de Georgia, que acusa a Rusia de querer anexionarse ambas regiones.
Rusia considera que Georgia, para su indignación aspirante a entrar en la OTAN, quiere retomar por la fuerza el control de Abjasia y Osetia del Sur.
El embajador especial ruso Yuri Popov anunció que este viernes se producirá "un encuentro en torno a las 13H00 (09H00 GMT) bajo mediación rusa" en Tskhinvali entre el ministro de Reintegración georgiano, Temur Iakobachvili, y el viceprimer ministro suroseta, Boris Chochiev.
El presidente de la también república separatista georgiana de Abjasia, Sergei Bagapch, prometió "apoyo" a su homólogo oseto. Un millar de voluntarios abjasios se dirigen hacia Osetia del Sur para ayudar a los osetos, dijo Bagapch a la agencia Interfax.
El presidente de la república rusa de Osetia del Norte, Taimuraz Mamsurov, también anunció que "centenares de voluntarios" parten hacia su vecina del sur. "No podemos detenerles... Yo mismo salgo para Tskhinvali", aseguró a Interfax.
La tensión en Osetia del Sur, poblada por 70.000 habitantes, y en otra región separatista georgiana, Abjasia, ambas apoyadas por Moscú, se agravó durante los últimos meses y tiene como telón de fondo las rivalidades ruso-georgianas por el control de la región.
Osetia del Sur, que proclamó su independencia en 1992 tras el desmoronamiento de la URSS, quiere adherirse a la Federación de Rusia, de la que ya forma parte Osetia del Norte.
El conflicto se inscribe en el marco general de la nueva "guerra fría" por áreas de influencia que mantienen Rusia y el eje EEUU-Unión Europea en el espacio postsoviético.
De la cual también forma parte la crisis Rusia-EEUU por la instalación de un escudo nuclear norteamericano en Polonia y la República Checa.

Etiquetas: conocimiento, medios, mentiras, multitud, politica, violencia.
Tiflis debe comprender el peligro real que representa la continuidad de los ataques y adoptar medidas para impedir un agravamiento de la situación, sostiene el texto.
Ante el clima de tensión, las autoridades de la república secesionista iniciaron el pasado sábado la evacuación de mujeres y niños de las áreas más peligrosas hacia la región rusa de Osetia del Norte.
Según el ministro del Interior suroseta, Mijaíl Minzáyev, reina un clima de tranquilidad en estos momentos, no obstante las fuerzas se mantienen en estado de máxima alerta.
Por su parte, el presidente de Osetia del Sur, Eduard Kokoiti, anunció que si Georgia no pone fin a los ataques armados procederá al reclutamiento de voluntarios en las repúblicas rusas del Cáucaso Norte.
En otro momento, Moscú deploró la actitud georgiana que de una parte crea la ilusión de progresos en la zona de enfrentamientos con las autodenominadas regiones independientes de Abjasia y Surosetia, y de otra comete actos de agresión.
Ambos territorios obtuvieron la separación de facto de Georgia, tras sendos conflictos armados, a principios de la década de 1990.
Tiflis acusa a Rusia de intentar una anexión solapada de las referidas zonas.
"Todo fue destruido. Dispararon contra las casas, los hospitales. Todos los sitios de la ciudad están en llamas, escuelas, universidad, ministerios, parlamento", dijo el vocero Inal Pliev.
Empero, las fuerzas de Osetia del Sur "controlan" Tskhinvali, dijo la vocera del gobierno sudoseto, Irina Gogloieva, citada por la agencia rusa Interfax, contradiciendo afirmaciones previas del presidente georgiano, quien afirmó que la capital sudoseta estaba en manos de militares del gobierno central.
Fuertes combates se desarrollaban hoy al sur de Tskhinvali entre fuerzas de interposición rusas y unidades militares georgianas, dijo un comandante ruso, informó la agencia rusa Ria-Novosti.
El militar agregó que en los choques de hoy murieron 12 militares rusos y otros 150 fueron heridos.
Autoridades osetas y rusas advirtieron que las fuerzas georgianas dispararon incluso contra ambulancias que intentaban acceder a zonas donde había víctimas civiles.
El coronel Igor Konashenkov advirtió que las fuerzas georgianas impiden el traslado a los hospitales. Miles de civiles que escapan de la zona de enfrentamientos se dirigen hacia Rusia, informó hoy la vocera de Naciones Unidas Michelle Montas, en base a datos del Alto Comisionado para los Refugiados.
En tanto, el Consejo de Seguridad de la ONU comenzó hoy una reunión de urgencia sobre la crisis entre Georgia y la república separatista de Osetia del Sur, con participación rusa.
El organismo tiene a estudio una propuesta de declaración, no vinculante, que según trascendió no cuenta con apoyo unánime.
Estados Unidos manifestó hoy que mantiene su apoyo a la integridad territorial de Georgia, uno de sus principales aliados en la región del Cáucaso, pero llamó a un cese el fuego inmediato.
Al parecer, el presidente estadounidense, George W. Bush, y el primer ministro ruso, Vladimir Putin, mantuvieron hoy un diálogo sobre la crisis en la región.
Rusia anunció la organización de un comando operativo en Vladikavkaz, capital de Osetia del Norte, para las operaciones de asistencia a fuerzas de paz y civiles.
Los bombardeos a zonas civiles causaron la "destrucción" de la capital de Osetia del Sur y la muerte de unas 1.400 personas, según fuentes locales, entre ellas el presidente sudoseto, Eduard Kokoity.
Mamsurov definió el ataque de Tbilisi como "un acto abierto de fascismo", reportó la agencia rusa Itar-Tass.
"La sangre de nuestros hermanos, la mayoría de ellos civiles, está siendo derramada en el sur. ¿Cuán bestia es quien ataca una ciudad dormida con tanques y aviación?", agregó.
Autoridades de la OTAN, el Consejo de Europa y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) reclamaron el fin de las hostilidades.
La Unión Europea, Estados Unidos y la OSCE enviarán una delegación conjunta para tratar de lograr una tregua, informó la presidencia francesa de turno de la UE en un comunicado.
"Se decidió que los enviados viajen a Georgia para lograr lo antes posible un cese del fuego", dice el documento, "teniendo en cuenta la gravedad de la situación y los múltiples contactos mantenidos desde ayer por el canciller francés, Bernard Kouchner".
Alexander Stubb, ministro de Exteriores de Finlandia, a cargo de la presidencia de turno de la OSCE, declaró que su enviado especial es Heikki Talvitie.
Stubb agregó que tomó contacto con autoridades de Georgia y de Osetia del Sur para que cesen acciones armadas y entablen el diálogo de inmediato, y advirtió sobre el riesgo de un conflicto total.
El bloque europeo exhorta a "la reanudación de las tratativas para una solución política del problema en el respeto de la soberanía y la integridad territorial de Georgia", agregó.
El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, pidió el fin "inmediato" de los enfrentamientos armados y reclamó la apertura de conversaciones directas entre las partes, dijo un comunicado difundido en Bruselas.
En Estrasburgo, el Consejo de Europa hizo un pedido similar, para el "cese inmediato y sin condiciones" de las acciones militares.
En tanto, Estados Unidos declaró que reconoce la "integridad territorial" de Georgia, en respaldo abierto a su aliado, aunque reclamó un cese del fuego inmediato en la región y el inicio de conversaciones.
La secretaria de estado norteamericana, Condoleezza Rice, pidió a Rusia "cesar los ataques aéreos y con misiles" y "retirar sus tropas del territorio" de Georgia.
Rice también subrayó los esfuerzos conjuntos de Washington con sus "socios europeos" para buscar la paz y dijo: "buscamos de manera urgente el apoyo de Rusia a estos esfuerzos".
Las hostilidades empezaron horas antes de la inauguración de los juegos olímpicos, por cuya celebración el gobierno georgiano había decretado un armisticio, acordado con las fuerzas independentistas locales, que obligaba a suspender las operaciones bélicas hasta el fin de las competiciones.
En los últimos días, Osetia del Sur había denunciado los preparativos de una agresión georgiana a gran escala.
Ante la conflictiva situación que prima en el Cáucaso, entre Georgia y Osetia del Sur, el gobierno ruso convocó este viernes a una reunión de emergencia en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Moscú instó a la comunidad internacional a que se una y trabaje de forma conjunta para poner fin a los enfrentamientos, que han causado masivos desplazamientos entre la población civil.
No obstante, las repercusiones de este conflicto bélico trascienden con mucho la situación de aquella pequeña nación. En el fondo, Osetia no es más que uno más de los terrenos fronterizos en los que se dividen dos grandes bloques políticos enfrentados por conseguir la hegemonía mundial -o, cuando menos, por compartirla-. Por un lado está el atlantismo liderado por EEUU, y no cabe duda de que Georgia representa una de la torretas exteriores más importantes de ese bloque. Las palabras del presidente georgiano, Mijail Saakashvili, no dejan lugar a la duda: «Ya no se trata sólo de Georgia, se trata de América y de sus valores». Por otro lado está una Rusia emergente, que no admite tutelajes y reivindica su condición de potencia mundial.
La «paz caliente» que sustituyó a la «guerra fría» puede dejar de ser paz y pasar a ser algo más que caliente. En este contexto, existen dos opciones, dado que la hipótesis de una victoria de Georgia queda descartada -Rusia no lo permitiría-. Por lo tanto, o se abre una negociación que busque un acuerdo en la región o se desencadena una verdadera guerra de dimensiones impredecibles. Por eso este momento es crucial y urge evitar una guerra de fronteras mundial en Europa.
Por su parte, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, ha considerado hoy que lo que está ocurriendo en Osetia del Sur es una "catástrofe humanitaria".
"Los autores de esta catástrofe humanitaria deberían asumir la responsabilidad, incluido en el marco del Derecho Internacional", ha afirmado, para añadir que "nuestro objetivo es gestionar las consecuencias de esta catástrofe humanitaria.
El presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, ha anunciado que declarará la ley marcial por agresión militar rusa.
"Las negociaciones continúan, no se han terminado y seguiremos mañana", ha dicho el presidente de turno del Consejo de Seguridad, el embajador belga Jan Grauls, tras cuatro horas de conversaciones.
El diplomático ha indicado que la falta de acuerdo se debe a que algunos miembros del Consejo necesitan realizar consultas con sus capitales y a la cambiante evolución de los acontecimientos en la zona del conflicto.
Grauls ha asegurado que mantendrá consultas bilaterales con los otros 14 miembros del máximo órgano de la ONU para tratar de acordar un texto cuando vuelvan a reunirse el sábado, a una hora aún por determinar.
Ésta es la segunda reunión en menos de 24 horas del Consejo de Seguridad sobre la grave situación en Georgia y, al igual que la anterior, tampoco se han podido superar las diferencia sobre el contenido del texto propuesto para llamar al cese de las hostilidades.
Fuentes diplomáticas han indicado que Rusia insiste en su voluntad de que la declaración enfatice la necesidad de que la situación en el enclave caucásico regrese a como estaba antes del inicio de los combates.
Estados Unidos, por otro lado, apoya la opinión de Georgia de que lo primordial es que las partes declaren un alto al fuego y cesen los bombardeos rusos contra objetivos georgianos antes de acordar cualquier otra concesión, han agregado.
"Estamos dispuestos a sentarnos a negociar con todas las partes, pero primero debe haber un alto al fuego", ha advertido el embajador de Georgia ante la ONU, Irakli Alasania, tras denunciar que su país seguía siendo blanco de bombardeos por parte de la aviación rusa.
Alasania ha rechazado la posibilidad de que las fuerzas armadas georgianas abandonen la parte de Osetia del Sur que han ocupado en los dos días de combates con los secesionistas surosetas.
"No podemos regresar al 'status quo', no podemos ceder lo ganado a estas bandas armadas porque volverán a amenazar la seguridad de la población civil georgiana", ha apuntado el embajador a la salida de la reunión.
Conflicto
Georgia culpa del conflicto a los bombardeos de fuerzas separatistas contra localidades georgianas, mientras que Rusia y las autoridades surosetas aseguran que Tiflis es responsable del inicio del conflicto.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, ha exigido del Gobierno georgiano una "disculpa" y ha asegurado que se debe "castigar a los responsables" de las hostilidades.
"No dejaremos que la muerte de nuestros compatriotas quede impune, los responsables tienen que pagar", ha afirmado Churkin en su intervención en el segmento abierto de la reunión del Consejo.
Ha acusado a los georgianos de realizar "una limpieza étnica" de Osetia del Sur y de emplear "la táctica de tierra quemada" para aterrar a la población civil.
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