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Sin lugar a dudas, y tal como lo describen los hechos, los Juegos Olímpicos de Pekín se han convertido en un teatro de operaciones de la confrontación geopolítica China-EEUU en el marco de la nueva Guerra Fría intercapitalista por áreas de influencia. Y el objetivo estratégico de los actores centrales también está claro: China quiere utilizar los Juegos para posicionar una imagen de superpotencia capitalista a escala global, y EEUU con sus socios de la Unión Europea quieren demostrar lo contrario: Que el gobierno chino, a pesar de su descomunal desarrollo económico, es un régimen represivo y violador de los "derechos humanos". En el medio de la pelea, las trasnacionales capitalistas facturan cifras multimillonarias con la "competencia olímpica" convertida en show mediático nivelado planetariamente.

Y hay una discusión y tres hipótesis en medio de la guerra y el negocio capitalista con el "deporte olímpico" que giran sobre una pregunta: ¿Cómo será el desenlace?

En una primera hipótesis, los chinos blindaron Pekín con un impresionante aparato de seguridad argumentando la prevención de un posible "ataque terrorista" por parte de grupos fundamentalistas musulmanes aliados a los grupos "desestabilizadores" del Tibet. Efectivamente, diversos informe señalan que esos grupos operan en la frontera de China con Pakistán y Afganistán armados, financiados y entrenados por la CIA a través del servicio de inteligencia pakistaní.

Pero lo que no está probado, es si alguna de esas células intentarán ejecutar un ataque terrorista contra los Juegos por cuenta de Washington, aunque la posibilidad está latente y el gobierno chino así lo señala.

En la segunda hipótesis de desenlace, EEUU sostiene que China está utilizando el argumento del "terrorismo" para justificar un despliegue militar-policial represivo dirigido a evitar las manifestaciones y protestas en su contra durante los Juegos de Pekín convertida en una pantalla mediática proyectada al mundo.

Esos son las dos hipótesis centrales sostenidas por una y otra trinchera de la guerra intercapitalista EEUU-China desatada con los Juegos Olímpicos como escenario mediático.

Pero hay una tercera hipótesis que señala que el desenlace se va a producir (o ya se está produciendo) dentro de un teatro de operaciones de Guerra de Cuarta Generación, sin llegar a las acciones terroristas reales.

Es decir, no en el marco de un atentado terrorista real, sino en el marco de operaciones psicológicas-mediáticas aplicadas con técnicas y estrategias de guerra militar.

En la Guerra de Cuarta Generación, las operaciones con unidades militares son sustituidas por operaciones con unidades mediáticas, y la acción psicológica con el "terror" sustituye a las armas en el teatro de la confrontación (ver Guerra de Cuarta Generación: Cuidado, su cerebro está siendo bombardeado).

El desarrollo tecnológico e informático, la globalización televisiva del mensaje y las capacidades para influir en la opinión pública mundial, convertirán a la Guerra Psicológica Mediática en el arma estratégica dominante de la 4GW, en su variante "contraterrorista"

De esta manera, y a partir del 11-S norteamericano, la "Guerra Contraterrorista" y la "Guerra Psicológica", conforman las dos columnas estratégicas que sostienen a la Guerra de Cuarta Generación, con los medios de comunicación convertidos en los nuevos ejércitos de conquista.

De esta manera, y de acuerdo con una tercera hipótesis alternativa, China y EEUU se estarían valiendo de la creación de un "clima terrorista" para imponer sus objetivos dentro de un "desenlace mediático" de la guerra.

En un video difundido recientemente el dirigente del Partido Islámico del Turkestán (TIP), el comandante Seyfullah, advirtió tanto a los atletas como a los espectadores de los Juegos que su organización tiene planeado llevar a cabo atentados simultáneos en varias zonas urbanas muy pobladas con el objetivo en última instancia de sabotear el evento internacional.

"Por medio de esta santa jihad, esta vez en Yunnan, el Partido Islámico del Turkestán advierte a China una vez más. Nuestro objetivo es atacar la mayor cantidad de puntos críticos relacionados con los Juegos Olímpicos", señala el mensaje.

Intentaremos atacar duramente las principales ciudades chinas utilizando tácticas que nunca se han usado. Por última vez advertimos a China y a la comunidad internacional de que aquellos espectadores, atletas, particularmente los musulmanes, que están planeando asistir a los Juegos Olímpicos, por favor, cambien sus planes de ir a China. Por favor, no estén junto a los infieles. Los voluntarios del Partido Islámico del Turkistán emprenderán acciones militares violentas contra los individuos, departamentos, sedes y actividades relacionadas con las Olimpiadas en China", señala el supuesto comunicado del comandante Seyfullah, difundida por IntelCenter.

Si se analiza el contenido de la proclama su objetivo coincide con el EEUU y la Unión Europea: Boicotear los Juegos con la amenaza terrorista dirigida a "los atletas y los espectadores".

Y hay otro "dato conductor" aportado por el profesor y experto Michel Chossudovsky : El misterioso video fue proporcionado a los medios occidentales y chinos por IntelCenter, una compañía Intel privada basada en Washington que está en contacto con la inteligencia estadounidense y con el Pentágono. No se ha revelado cómo, de quién y cuándo se obtuvo.

El vídeo -según Chossudovsky- contiene un relato cuidadosamente diseñado. Manda un mensaje bien definido con evocativas imágenes. Manténganse apartados de los Juegos Olímpicos. Empieza con el logo de los Juegos Olímpicos de Beijing y un misil atacando la avenida olímpica (Véase el diario canadiense Toronto Star, 1 de agosto de 2008).

El Partido Islámico del Turkestan (TIP), que -en opinión de Chossudovsky- asumió la responsabilidad de los atentados terroristas previos a las Olimpiadas, pertenece a un más amplio Movimiento Islámico del Turkestán del Este (ETIM, por sus siglas en inglés), basado en la región autónoma de Xinjiang-Uigur.

Se sabe -afirma el profesor- que el ETIM es apoyado de manera encubierta por los Servicios de Inteligencia pakistaníes (ISI), que actúan en estrecha colaboración con la CIA. El papel del ISI paquistaní de apoyo a las insurgencias islamistas uigures data de mediados de los noventa, según afirma Yossef Bodansky en un informe de 2000, “Política Estratégica de Asuntos Exteriores y Defensa".

Ahora bien, y más allá de los datos aportados por Chossudovsky, la difusión y el contenido del video existieron, y su lectura estratégica es clara: Su mensaje está orientado a crear un clima de "temor e inseguridad" y de "terrorismo latente" que beneficia claramente los objetivos de boicotear los Juegos por parte de Washington y de la Unión Europea.

Pero hay una segunda lectura: Paradojalmente, el clima de "peligro terrorista" (al más clásico estilo de Guerra de Cuarta Generación) también favorece al despliegue represivo chino contra los movimientos opositores que intentan desestabilizar en la calle el desarrollo de los Juegos Olímpicos.

De tal manera, y como se verifica claramente en esta tercera hipótesis, por ahora la guerra intercapitalista China- EEUU, con los Juegos Olímpicos como escenario, se está desarrollando en el marco operativo de la Guerra de Cuarta Generación desarrollada en los medios de comunicación internacionales.

Pero esa situación, vale aclararlo, no descarta de ninguna manera que la estrategia del lado de Washington no se complemente (a modo de desenlace) con un atentado terrorista real.

Para EEUU y la Unión Europea, sería el argumento ideal para demostrar que China, además de reprimir y perseguir a los movimientos opositores, no controla el "terrorismo islámico" infiltrado en su territorio con financiación y entrenamiento del gobierno de Teherán.

Como dice Bush: Las "opciones están sobre la mesa".

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