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CNN acusada de practicas engañosas |
La televisora norteamericana CNN ha sido acusada por usar tomas engañosas en sus coberturas del conflicto en Osetia del Sur. Un camarógrafo ruso afirma que las tomas de tanques destrozados y de edificios en ruinas, las cuales aparentaban ser en la ciudad de Gori, eran de hecho la capital Tskhinvali de Osetia del Sur. Se dijo que Gori está a punto de caer bajo el control del ejército ruso pero el camarógrafo dice que el video fue realmente tomado en Tskhinvali, la cual ha sido arrasada por el bombardeo georgiano.
Aleksandr Zhukov, del canal Russiya Al-Yaum, dijo:
“Cuando llegamos y salieron noticias de que Gori estaba siendo bombardeada, observé mis tomas. Dije: ¡eso no es Gori!, ¡eso es Tskhinvali!. Habiéndome arrastrado a lo largo y ancho de Tskhinvali, no necesito mucho para decir de cual punto ésta o esa toma fue grabada. Puedo jurarlo ante cualquier tribunal. Puedo señalar a esta localidad en el mapa de la ciudad, porque el camarógrafo del canal Russiya y yo grabamos eso”.
CNN acusada de usar tomas de guerra engañosas
El canal CNN está transmitiendo filmaciones engañosas del conflicto entre Georgia y Rusia, torciendo la opinión pública a favor de lo georgianos, según declaraciones del camarógrafo de Rusia Today en una entrevista.
La compañía de TV satelital Rusia Today transmitió la entrevista en su canal de noticias en lenguaje inglés, pero la historia todavía ha de aparecer por Internet o cualquier otro canal.
El camarógrafo ruso acusó a CNN por haber usado su filmación de fuerzas georgianas atacando a civiles rusos en Tskhinvali, la capital provincial de Osetia del Sur. CNN afirmó que mostraban rusos atacando georgianos en el pueblo georgiano de Gori.
El asalto georgiano a Tskhinvali, descrito por los oficiales rusos y otros testigos como un acto de genocidio y crimen de guerra, condujo a la masacre de al menos 2000 civiles. El hecho de que Georgia, apoyada por los EEUU e Israel, fuera responsable por la provocación que llevó a la respuesta rusa, ha sido ocultado por la mayoría de las corporaciones mediáticas occidentales.
El sesgo de los medios occidentales para torcer la opinión popular a favor del cliente estado georgiano de los EEUU y la OTAN, fue evidente desde el principio del conflicto.
Como reportamos ayer, un primer ejemplo de sesgo mediático para escudar a Georgia de responsabilidades por la carnicería, es el hecho de que canales de noticias como la BBC continúan reportando que miles de civiles fueron asesinados en Georgia, con la obvia deducción de que estas son víctimas del ataque ruso. Pero estas víctimas no fueron asesinadas en Georgia, fueron masacradas en Osetia por fuerzas georgianas.
Como detalla el Blog Campanadas de Libertad, “mientras los habitantes de Osetia reclamaron más de 1000 muertos, ni la BBC reportó esto ni cualquier otro noticiero saliendo de Osetia, mostrando la destrucción causada por el bombardeo georgiano de la república separada. Todo lo que estamos obteniendo son reportes desiguales de la destrucción causada por los rusos”.
El Presidente ruso Dmitri Medvedev ordenó inmediatamente interrumpir las operaciones militares contra Georgia. “Los propósitos de esta operación han sido alcanzados… La seguridad de nuestras fuerzas de paz y de la población civil ha sido restaurada”, lo citó textualmente Interfax.

Etiquetas: conocimiento, medios, mentiras, multitud, politica, violencia.
Ochocientos años de historia caucásica explican por qué Saakashvili ha impuesto semejante destrucción e ignominia sobre sus compatriotas durante los últimos días. La reina Tamar, la más importante soberana georgiana, es responsable por el hábito mostrado por los gobernantes georgianos durante el último milenio de tratar a sus vecinos Armenia, Azerbaiján, Osetia y la costa de Turquía en el Mar Negro como si fueran protectorados. Pero como Tamar también enseñó a sus compatriotas, a la ambición georgiana siempre se le acaba la fuerza cuando los vecinos resultan ser igual de ambiciosos, ricos o duros.
El número 300 explica lo que significa ser más duro – es la suma de la cantidad de piezas de artillería rusa que fueron desplegadas solo a Osetia del Sur, una vez que Saakashvili despachó sus soldados entrenados por EE.UU. e Israel para que entraran en acción en Tsjinvali, capital de Osetia del Sur. Ese ataque, según el pensamiento militar ruso, no tenía la intención de retener a Tsjinvali en Georgia, sino de destruirla, y retirarse rápidamente a Georgia – terminando con la secesión surosetia a través de la liquidación de su pueblo.
Queda por ver cuán duros son ahora los objetivos de guerra rusos – a diferencia de sus métodos. Según fuentes georgianas, no hay refugio para los atacantes en la propia Georgia, mientras la artillería rusa golpea duramente a las unidades militares georgianas dentro de su alcance; la fuerza aérea rusa bombardea toda unidad y depósito militar en territorio georgiano; y la flota rusa del Mar Negro responde al fuego de barcos georgianos frente a Ochamchire, el puerto regional abjazio.
Para todos los rusos, no sólo para los que tienen parientes en Osetia, la destrucción casi total por cañones georgianos de Tsjinvali es un crimen de guerra. Las muertes de unos 2.000 civiles en el ataque georgiano, y la fuga forzada de unos 35.000 sobrevivientes de la ciudad – el último censo de la población de Tsjinvali fue de 30.000 – han sido descritas por los dirigentes rusos, y son entendidas por la opinión pública rusa, como una forma de genocidio. Noventa por ciento de la población de la ciudad, son ciudadanos rusos.
Para los rusos, el ataque georgiano del 8 de agosto parece ser el mismo tipo de “limpieza étnica” que EE.UU. y las potencias europeas han tratado como un crimen contra la humanidad, cuando fue cometido en el antiguo territorio de Yugoslavia federal.
Pero los rusos ven la guerra internacional que despedazó Yugoslavia como un ensayo para despedazar el Cáucaso ruso, primero al armar al secesionista chechenio Dzhokar Dudayev; luego, al financiar terrorismo anti-ruso en las provincias rusas de Chechenia e Ingushetia; y ahora por la arremetida militar georgiana contra Osetia del Sur.
Ya que EE.UU. y la Unión Europea han obligado hace tan poco tiempo a Serbia a aceptar la toma albana de la provincia Kosovo de Serbia, el punto de vista abrumador en Rusia es que no se permitirá que esto vuelva a ocurrir. “Osetia no es Kosovo” es hoy un refrán generalizado en Moscú.
“Si [el antiguo presidente yugoslavo] Slobodan Milosevic tuvo que ser juzgado – la opinión en este país es que lo mismo debería pasar con Saakashvili," dice un destacado analista moscovita.
Pero ¿es ahora un objetivo de guerra ruso expulsar del poder de Saakashvili? Dicen que el Ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo a la Secretaria de Estado de EE.UU., Condoleezza Rice, durante el fin de semana que Saakashvili "debe irse". Bernard Kouchner, Ministro de Exteriores francés, en una misión de mediación entre las capitales georgiana y rusa, oirá el mismo punto de vista en Moscú el lunes.
El argumento ruso es que, desde su llegada al poder en 2003, Saakashvili ha militarizado su país con armas, entrenamiento militar y dinero de EE.UU., la OTAN e Israel, sin otro propósito que amenazar a Rusia, y a las nacionalidades minoritarias de la región, que buscan la protección de Moscú – los abjazios y los osetios.
Saakashvili, dice el argumento ruso, ha iniciado una escalada militar durante el último año porque su base política se ha resquebrajado y su apoyo interior disminuye. La oposición política georgiana en el interior, y en el exilio, está de acuerdo. Acusa al presidente y a su familia, incluyendo al poderoso Timur Alasaniya, tío de Saakashvili, de enriquecerse de un modo corrupto con el tráfico de armas y de apoderarse de los recursos del país, de concesiones portuarias y comerciales para ellos y sus partidarios. Alasaniya, hermano de la madre de Saakashvili, tiene la posición oficial de representante georgiano ante una Comisión de Desarme de Naciones Unidas en Nueva York (nada que ver con Irakly Alasaniya, embajador de Georgia ante Naciones Unidas).
Los dirigentes de la oposición georgiana casi lograron derribar a Saakashvili durante el otoño pasado. El presidente se vio obligado a imponer el estado militar en Tbilisi, mientras su ex ministro de defensa, Irakly Okruashvili, lo acusaba públicamente de asesinato y corrupción. Okruashvili se encuentra actualmente en París, donde el gobierno francés le otorgó asilo político. En junio, un tribunal francés rechazó la orden de detención de Saakashvili para el arresto y extradición de su antiguo amigo y actual crítico más encarnizado. Okruashvili no está comprometido por antiguos vínculos profesionales con Moscú, como una serie de dirigentes de partidos políticos en Tbilisi. Okruashvili es un probable candidato para reemplazar a Saakashvili, siempre y cuando la opinión pública se vuelva contra el presidente.
Pero esto no puede suceder mientras continúen las operaciones militares rusas contra objetivos georgianos. Destacadas personalidades de la oposición dentro del país, como Shalva Natelashvili, jefe del Partido del Trabajo Georgiano, creen que deben mantenerse en silencio por el momento. Según Irakly Kakabadze, organizador independiente de la oposición basado en Nueva York: “Una vez que terminen los bombardeos, creo que Saakashvili no sobrevivirá.” En la primavera, Kakabadze fue arrestado y encarcelado en Tbilisi por hombres de la seguridad de Saakashvili que trataban de desorganizar una protesta callejera contra el régimen del presidente.
La opinión pública en Georgia ya culpa a Saakashvili por la locura y la pérdida de la aventura osetia. Incluso antes de que comenzara la semana pasada, dirigentes de la oposición llamaron a terminar con la militarización del país. Sin embargo, como dijo un dirigente opositor el lunes, los bombardeos deben detenerse: “De otra manera, los rusos estarán convirtiendo a Saakashvili en la víctima”.
El problema para los rusos es que la detención de la campaña militar no pone fin a las amenazas de Saakashvili. Tampoco existe confianza alguna en Moscú, a ambos lados del muro del Kremlin, en que se pueda confiar en que Rice y en Kouchner controlen a Saakashvili, incluso si prometieran hacerlo.
Si esta semana se acuerda un cese al fuego, georgianos y rusos podrían ponerse de acuerdo en que Saakashvili tiene una responsabilidad por la guerra que comenzó el 8 de agosto. Sin embargo, ni los críticos internos de Saakashvili, ni el gobierno ruso, esperan que los estadounidenses abandonen ahora a su hombre – menos todavía, que lo escolten al tribunal de crímenes de guerra de La Haya.
Ya que los franceses tienen a la alternativa presidencial georgiana, Okruashvili, bajo su tutela en Paris, lo que hagan a continuación podría colmar la brecha que abrió la artillería de Saakashvili el viernes pasado.
El comunicado asegura que el ejército georgiano, armado y entrenado "por instructores americanos y utilizando armamento también norteamericano", sometió a una "bárbara destrucción" la ciudad de Tskhinvali. Un bombardeo en el que murieron multitud de civiles. "Osetios, hermanas y hermanos nuestros, niños, mujeres y ancianos. Han muerto más de dos mil habitantes de Tskhinvali y de sus alrededores. Han muerto igualmente centenares de civiles de nacionalidad georgiana, tanto en la zona del conflicto, como por todo el territorio de Georgia", recuerda el texto.
El Comité de la Paz de Georgia expresó además sus profundas condolencias a los familiares y amigos de los fallecidos y achaca toda la responsabilidad de esta nueva guerra fratricida, "al actual Presidente, al Parlamento y al Gobierno de Georgia".
"La irresponsabilidad y el aventurerismo del régimen de Saakachvili no tienen límites", asegura el Comité, quien pide que el Presidente de Georgia y su equipo deben rendir cuenta por "criminales".
El Comité de la Paz de Georgia, asegura que luchará "junto con todos los partidos progresistas y movimiento sociales de Georgia", para que los organizadores de este monstruoso genocidio tengan "un legítimo y severo castigo".
El Comité de la Paz de Georgia, pidió además a la opinión pública que no identifique a la actual dirección georgiana con los pueblos de Georgia, con la nación georgiana, e hizo un llamado a que apoye al pueblo georgiano en la lucha contra el régimen criminal de Saakachvili.
"¡Llamamos a que todas las fuerzas políticas de Georgia, los movimientos sociales el pueblo de Georgia se unan para liberar al país del régimen antipopular, rusófobo y pro-fascista de Saakachvili!", finaliza el comunicado.
COMUNICADO COMPLETO
Declaración del Comité de la paz de Georgia
Georgia fue lanzada a una nueva sangrienta situación de caos. En la tierra georgiana estalló con nueva fuerza una guerra fratricida. Para nuestra infelicidad, no surtieron efecto las alertas del Comité de la Paz de Georgia y de las personalidades progresistas de Georgia sobre el carácter pernicioso de la militarización del país, y sobre el peligro de una política pro-fascista y nacionalista. Las autoridades de Georgia, una vez más, organizaron una guerra sangrienta, sintiendo el apoyo de algunos países occidentales y de organizaciones regionales e internacionales. La vergüenza vertida sobre el pueblo georgiano por los actuales detentores del poder tardará decenas de años en ser limpiada.
El ejército georgiano, armado y entrenado por instructores americanos y utilizando armamento también norteamericano, sometió a una bárbara destrucción la ciudad de Tskhinvali. Los bombardeos mataron civiles, osetios, hermanas y hermanos nuestros, niños, mujeres y ancianos. Han muerto más de dos mil habitantes de Tskhinvali y de sus alrededores. Han muerto igualmente centenares de civiles de nacionalidad georgiana, tanto en la zona del conflicto, como por todo el territorio de Georgia. El Comité de la Paz de Georgia expresa sus profundas condolencias a los familiares y amigos de los fallecidos.
Toda la responsabilidad por esta nueva guerra fratricida, por millares de niños, mujeres y ancianos muertos, por los habitantes de Osetia del Sur y de Georgia, pertenece exclusivamente al actual Presidente, al Parlamento y al Gobierno de Georgia. La irresponsabilidad y el aventurerismo del régimen de Saakachvili no tienen límites. El Presidente de Georgia y su equipo, sin duda, son criminales y se les deben pedir responsabilidades.
El Comité de la Paz de Georgia, junto con todos los partidos progresistas y movimiento sociales de Georgia, va a luchar para que los organizadores de este monstruoso genocidio tengan un legítimo y severo castigo.
El Comité de la Paz de Georgia, declara y pide a la amplia opinión pública que no identifique a la actual dirección georgiana con los pueblos de Georgia, con la nación georgiana, y llama a que apoye al pueblo georgiano en la lucha contra el régimen criminal de Saakachvili.
¡Llamamos a que todas las fuerzas políticas de Georgia, los movimientos sociales el pueblo de Georgia se unan para liberar al país del régimen antipopular, rusófobo y pro-fascista de Saakachvili!
Comité de la Paz de Georgia Tbilisi,
11 de Agosto de 2008
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