«« | »» |
La UE aprobrá la semana laboral de 65h |
El Consejo Europeo de ministros aprobará el lunes una nueva directiva en materia laboral Esta directiva constituye un suma y sigue en el papel de la UE como ente neoliberal. Después de la aprobación de una norma que permite retener a los personas en situación irregular durante 18 meses, ahora la semana laboral podrá llegar a un máximo de 65 horas; así de un plumazo los gobernantes europeos se cargan la lucha 150 años de luchas obreras.
La justificación es la misma en ambos casos: La norma supondrá un avance para ciertos países con unas condiciones peores. Esta argumentación sin embargo no se aplica para la convergencia económica en la que o se baja el déficit público, se privatizan los servicios públicos, se “reconvierte” la industria obsoleta o no se entra en la UE.
Es necesario decir que el gobierno del Estado español se opone a la misma y que la entrada de Berlusconi en Italia ha propiciado la aprobación de esta directiva que se venía discutiendo desde el 2005.
El gabinete de Zapatero también ha declarado que aquí no va a cambiar el estatuto de los trabajadores, ley que regula una semana laboral de 40 horas. Sin embargo la aprobación de la ampliación de la semana laboral tiene dos derivadas extremadamente peligrosas para los intereses de los trabajadores. La primera es la profundización del dumping social dentro de la UE. Las multinacionales presionaran a los gobiernos para incrementar la semana laboral por dos vías: -la amenaza de deslocalización- o la posibilidad de implantación siempre y cunado aumente la jornada laboral.
La segunda derivada hay que analizarla en el marco de la directiva Bolkenstein (que aunque no fue aprobada se aplica de facto). Con esta directiva los tecnócratas de Bruselas pretendían que en el caso que una compañía de un país X desplace trabajadores a un país Y, el derecho laboral aplicado sea el del país de origen aunque este incumpla las normativas locales. Así trabajadores del Este de Europa podrán ser contratados en su país de origen para trabajar en cualquier país de Europa. De esta manera podría darse el caso que en la SEAT trabajase un subcontrata con un salario máximo de 300€ al mes etc. Pues bien aunque esta directiva no llegó a ser aprobada debido a la victoria del No en el referéndum sobre la constitución europea en Francia y Holanda; la Corte Europea de Justicia ha dictado tres sentencias favorables en los que los sindicatos se enfrentaban a subcontratas que ejercían el dumping en Alemania, Suecia y Finladia (casos Laval y Viking). En virtud de estos precedentes, si un país incrementa la semana laboral hasta las 65 horas podrá “exportar” trabajadores a cualquier punto de la UE, por lo tanto en unos meses podremos ver cómo compañeros de trabajo contratados pro diferentes empresas tendrán una diferencia de 25 horas laborales. Alguien se atreve a manifestar que los empresarios van a desperdiciar esta ventaja.
Por si fuera poco el texto de la actual directiva también incluye la no equiparación de los trabajadores de ETTS hasta los 4 meses de trabajar en el mismo sitio, esto es decir prácticamente que nunca cobrarán igual que sus compañeros.
En momentos de crisis económicas los gobernantes y los lobbies corporativos se mueven rápido, al principio las personas estamos desorientados, los augurios de debacle económica, el miedo a perder el trabajo, la casa nos paralizan en cierta medida. En dos semanas se han aprobado sendas directivas que suponen un enorme retroceso en los derechos civiles y laborales de los trabajadores y la respuesta han sido prácticamente inexistentes. En palabras de Naomi Klein, nos hallaríamos ante una nueva aplicación de la terapia del shock. El miedo impide a la población actuar.
Entre 1, 2 y 3 de mayo de 1886 un número indeterminado de trabajadores fue asesinado por la policía de Chicago (de ahí que 1 de mayo sea el día de la clase trabajadora), su reivindicación las 8 horas diarias de jornada laboral. 132 años más tarde ¿Vamos a dejar que borren su memoria? ¿Vamos a dejar que pisoteen nuestros derechos.

Etiquetas: conocimiento, memoria, monopolios, multitud, politica.
La propuesta de compromiso presentada por la presidencia eslovena sigue permitiendo las excepciones a la jornada laboral de 48 horas semanales, tal y como exigía Reino Unido, y fija el límite máximo de trabajo en 65 horas semanales. España, que hasta ahora había conseguido bloquear la aprobación de esta norma, ha quedado en minoría.
Granado recordó que 'al final parece que hay cierta base de acuerdo sobre la propuesta suscrita por el Gobierno británico junto a otros gobiernos que hace que la posición española sea más reducida'.
El opting out británico, que ha ejercitado el Reino Unido desde el año 1993 y permite que cada trabajador pueda pactar con su empresario "libremente" el tiempo de trabajo, se va a convertir en norma general europea. En cualquier caso, la directiva deberá ser aprobada por el Parlamento Europeo.
España se opone
La iniciativa de aumentar la jornada laboral se encontraba paralizada desde hace tres años por la oposición de países como Francia, España e Italia, principalmente, que ejercían la minoría de bloqueo. Con la llegada de Silvio Berlusconi al poder, Italia fue la primera en abandonar el frente de la defensa del derecho social. Posteriormente, el presidente francés Nicolas Sarkozy y el premier británico Gordon Brown pactaron que si el Reino Unido apoyaba la reforma de las agencias de trabajo temporal, otra directiva que se discute paralelamente, Francia apoyaría el aumento de jornada.
España, por el contrario, mantiene su oposición a la directiva. Según el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, "supondría una regresión social". Con la nueva directiva de tiempo de trabajo se consagra el free choice, la libertad de elección del trabajador en materia de jornada. Los Estados miembros podrán modificar su legislación y permitir que los trabajadores alcancen acuerdos individuales con sus empresarios sobre la duración de la jornada, hasta un máximo de 60 horas semanales en los casos generales y de 65 en los casos especiales como los médicos. Este tiempo se computa como promedio durante tres meses, lo cual significa que las jornadas podrán alcanzar hasta las 78 horas.
Alejandro Cercas, eurodiputado socialista, considera que la directiva "supone un grave retroceso que convierte el derecho laboral europeo en un material de usar y tirar". "Es un precedente peligroso", añade, "que luego se puede aplicar a salarios y a condiciones de higiene y abre la puerta al dumping social". En su opinión, "dejar al trabajador que pacte a solas con el empresario es renunciar a toda la historia legal y de lucha social colectiva".
La directiva de la Unión Europea permitirá que el periodo inactivo de las guardias de los médicos no sea considerado tiempo de trabajo, en contra de lo que ha dictaminado el Tribunal de Justicia de la UE.
La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos ha advertido de que si se aprueba la directiva podría convocarse una huelga en toda Europa.
Italia y Francia se habían postulado en contra en anteriores reuniones, junto con España, pero “las agendas políticas” de ambos, según Corbacho, les han hecho modificar su postura e inclinarse por el aumento de las horas de trabajo. Por el otro bando se sitúan Reino Unido y Alemania que ya en otras ocasiones han apoyado una mayor flexibilización del mercado laboral.
Tras cerca de 12 horas de negociación, los ministros de Trabajo lograron sacar adelante una propuesta que llevaba varios años bloqueada y que, ahora, debe ser aprobada por el Parlamento Europeo (PE) para su entrada en vigor.
España, que ha sido uno de los países más críticos con esta posibilidad, se abstuvo en la votación y, junto a Bélgica, Chipre, Grecia y Hungría, presentó una declaración en la que aseguró no poder aceptar el texto por el "retroceso social" que supone.
En España el límite de horas trabajadas a la semana se establece en 40, en Europa en 48 y a partir de esta nueva directiva podrá aumentarse a 65, si así lo acuerdan empresario y trabajador. José Blanco, secretario de Organización del PSOE, dijo, tras una reunión de la Comisión Ejecutiva Federal de su partido, que esta norma es una amenaza para “las conquistas sociales más importantes” y permite que una de las condiciones laborales reservadas a las negociaciones colectivas entre trabajadores y patronal, permanezca en un plano personal entre empleado y empresario.
Al paso de la normativo por el Parlamento Europeo el Gobierno español espera se ponga freno a este retroceso en los derechos de los empleados. También confía en que el Partido Popular se pronuncie igualmente en contra de esta iniciativa.
«« | Inicio | »» |