| «« | »» |
Washington blande el garrote |
Después del repudio concitado en América Latina por la operación militar Bush-Uribe contra territorio ecuatoriano, Estados Unidos arrecia su estrategia contrarrevolucionaria para encender uno o más conflictos armados en el área andina y barrer del río Bravo a la Patagonia todo vestigio de movimientos o gobiernos populares y progresistas e incluso la misma idea de revolución.
Haciendo gala del desprecio que le merece la opinión de los gobiernos latinoamericanos y caribeños, insubordinados en el Grupo de Río y hasta en la OEA no obstante sus presiones para forzarlos a convalidar la violación de la soberanía territorial ecuatoriana, Washington insiste en ahogar por la fuerza los aires de independencia que soplan desde el sur.
Los hechos así lo demuestran. El restablecimiento de la IV Flota, con jurisdicción en América Latina y el Caribe, es amenazante, pues la única función de los buques de guerra yanquis en la historia de esta región ha sido agredir a sus pueblos. Igualmente graves son la creciente actitud provocadora de Bogotá contra Venezuela y Ecuador, la violación en los últimos días del espacio territorial y aéreo de Caracas, respectivamente por tropas colombianas y por un avión espía estadunidense, y la injerencia a la luz del día de Washington en las acciones separatistas y conspirativas que empujan a la guerra civil en Bolivia. Mientras, la hostilidad de Bush y McCain contra Cuba se acrecienta y es inaudito el desparpajo con que sus diplomáticos en La Habana conspiran y pagan a su servil quinta columna dentro de la isla.
Resulta, además, muy significativo que al bombardeo por aviones yanquis en Sucumbíos –sí, yanquis, toda vez que los aeronaves militares colombianas no pueden disparar el tipo de proyectiles utilizados- ha seguido uno mucho más intenso y machacante del brazo mediático del Pentágono, ergo la totalidad de los diarios y difusores electrónicos corporativos del así llamado Occidente. Blandiendo las truculentas e infinitas revelaciones de las famosas computadoras supuestamente pertenecientes al comandante de las FARC Raúl Reyes, dato fundamental que curiosamente la muy técnica e imparcial Interpol no se molestó en demostrar, la campaña mediática sigue al pie de la letra el tradicional guión del imperio en el condicionamiento de la opinión pública cuando se dispone a atacar. Con la bazofia de las computadoras, que ningún juez que se respete aceptaría como prueba de nada, se acusa, juzga y sentencia a Chávez y Correa como cómplices de las FARC. En otras palabras, se crea el clima sicológico para justificar futuras agresiones contra Caracas y Quito, a la vez que se reproducen por su pares de la región los bodrios del archioligárquico diario bogotano El Tiempo, ahora asociado nada menos que con El País de España, añadiendo a la lista de terroristas a un creciente número de organizaciones y activistas populares en distintos países latinoamericanos. Se trata de una nueva modalidad de la caza de brujas y el anticomunismo más primitivo que intenta sembrar en las clases medias y sectores despolitizados el miedo y el odio a los que se rebelan contra la injusticia dominante, introduciendo en América Latina la lógica mononeuronal de la "guerra contra el terrorismo", que desconoce las ideas de libertad, patria, soberanía y no intervención. Desarmarnos de ellas, forjadas en siglos de luchas populares, es su consigna.
Pero esas ideas y las de independencia, unidad continental, cambio social y democracia popular brotan y crecen hoy lozanas por todos los poros de nuestra América y no hay bombardeos, ni marines, ni flotas de un imperio decadente que puedan matarlas.
Lo que precipitó el ataque a Ecuador fue el pánico de Washington y Bogotá a que la liberación de los rehenes civiles retenidos por las FARC pudiera abrir el camino a una salida negociada del conflicto interno y a la paz, que no les conviene ni en Colombia ni en la región.
Etiquetas: conocimiento, medios, mentiras, multitud, politica.
Washington ha llegado a la conclusión de que: 1. las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han perdido su capacidad operativa; 2. que ha logrado neutralizar el gobierno de Evo Morales con la creación de un Estado paralelo en las cuatro provincias de la “Nación Camba”; 3. que sus éxitos en Colombia y Bolivia le proporcionaron el escenario para iniciar el jaque mate contra los gobiernos de Hugo Chávez y Rafael Correa. Esta es la razón de las crecientes provocaciones militares de las tropas de Uribe, de los militares estadounidenses en el Caribe y de la reactivación de la Cuarta Flota Imperial.
2. Elemento estratégico del “plan maestro”: la neutralización de las FARC
La estrategia de Washington para destruir a las fuerzas de liberación latinoamericanas ha sido flexible, integrando nuevos desafíos en la medida en que se presentaban, superando derrotas parciales y llevando la contienda hemisférica hacia el campo que le conviene, el propagandístico-militar.
El punto de partida del plan fue la destrucción de las fuerzas guerrilleras en Colombia. La Guerra del Alto Cenepa entre Ecuador y Perú (1995) le permitió a Washington dar el primer gran paso al respeto, al desplazar el centro de gravitación de las FFAA del Ecuador hacía la frontera con Colombia, para ser el yunque contra el cual el martillo de las Fuerzas Armadas colombianas-estadounidenses-israelíes iba a destruir a las FARC y al ELN. Este triunfo imperial se complementó con el Plan Colombia, en 1999, y la instauración en el poder del “Señor de las Sombras”, Álvaro Uribe, en 2002.
3. El fracasado golpe militar en Venezuela cataliza la agresión imperialista
Cuando Hugo Chávez llegó a la presidencia en Venezuela y demostró que no iba a acomodar su proyecto nacional a los intereses oligárquíco-imperiales, se convirtió en el segundo blanco estratégico de Washington en Tierra Firme. La decisión que tomó la Casa Blanca fue, removerlo en un plazo de dos a tres años mediante un golpe de Estado. Al fracasar el coup d´etat de abril de 2002, la estrategia de destrucción fue replanteada con un mayor horizonte de tiempo.
El fracaso en Caracas hizo más imperiosa la destrucción de las FARC, porque Colombia solo sirve de plataforma de agresión militar -según el modelo de destrucción del Sandinismo desde Honduras- sin columnas guerrilleras en su retaguardia. De ahí que la Casa Blanca planeó la neutralización de la capacidad operativa de las FARC en torno al año 2007-2008, para desatar una ofensiva generalizada contra Chávez y las fuerzas bolivarianas, a partir del 2008-2009.
4. Evo Morales y Rafael Correa desafían el plan maestro
Cuando Evo Morales asume la presidencia en Bolivia en enero del 2006 y comienza a practicar el proyecto del desarrollismo nacionalista-regional democrático de Hugo Chávez, se convierte en el tercer blanco estratégico de Washington. Al igual que en Venezuela con la planeación original del golpe, Washington pretende liquidar el nuevo gobierno boliviano en apenas dos a tres años y lo logra por la vía del separatismo, del caballo de Troya de la Asamblea Constituyente y la formación de la CONFILAR.
Se repite el patrón de actuación imperialista con la llegada al poder de Rafael Correa, en enero del 2007. Las puntas de lanza que moviliza el imperialismo en su contra, son la oligarquía de Guayaquil, donde se fundó la CONFILAR (2006), y el descontento del movimiento indígena organizado en la CONAIE. Washington calcula que a finales del 2008, inicios del 2009, se podrán ver los primeros debilitamientos del gobierno, causados por su política de desestabilización.
5. El software decide la batalla por América Latina
La hipótesis del Pentágono es que la pérdida de capacidad operativa de las FARC y de Evo Morales son irreversibles, situación que permite desatar ya la subversión paramilitar-militar desde Colombia, y la militar desde la Cuarta Flota estadounidense, contra Venezuela y Ecuador.
De la validez de este supuesto depende, en gran medida, el futuro del proyecto bolivariano de América Latina. Es posible razonar que la crisis estructural de las FARC es comparable a la crisis estructural del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), en El Salvador, en 1984, que fue superada por medidas acertadas del Frente; y que Evo Morales puede recuperar la iniciativa estratégica para un proyecto popular.
El análisis correcto de los meritos y falacias de la hipótesis de Washington es vital para América Latina. Ojala, que los líderes estatales y populares de América Latina estén a la altura teórica de esta peligrosa coyuntura. Porque el éxito general del plan maestro de Washington, pese a algunas derrotas parciales, demuestra el terrible precio que tendríamos que pagar por el triunfalismo y la subestimación de este bestial enemigo.
Heinz Dieterich
Y es que en esos países necesitan de Chávez. Estados Unidos vive una de las peores crisis económicas de toda su historia, eso referido por economistas considerados serios y analistas de inversión que trabajan allá en Norteamérica. Colombia, que podría decirse con propiedad es gobernado por una clase política que podría recibir con propiedad el calificativo de forajida, pues sus vínculos con el paramilitarismo y el narcotráfico, que en la práctica son dos caras de una misma moneda son inocultables.
La cosa ha llegado a tales extremos que el mismo primo hermano de Alvaro Uribe debió ser detenido por su participación en actividades paramilitares, eso sin contar el centenar de parlamentarios que se están procesando judicialmente por eso, el número de arrestados llegan casi a 40.
No sólo eso, la misma reelección del actual hospedado en la Casa de Nariño resulta espúrea pues ya se ve como se compraron voluntades para darle el visto bueno en el parlamento colombiano.
El paramilitarismo, es público y además sus principales jerarcas lo han señalado, tiene control sobre la administración pública neogranadina a todo nivel. Entonces cada vez que tienen una nueva crisis recurren a crear algún impasse con Venezuela.
Lo hacen sin ningún tipo de pudor. En marzo fue que el ejército colombiano, o mercenarios a su servicio ya nos e sabe bien, irrumpieron en suelo ecuatoriano bombardearon a ese país soberano para asesinar, pues no hubo enfrentamiento y lo hubiera existido hubiera sido desproporcionado por lo cual no se justificado el uso excesivo d e fuerza militar, con un grupo de las FARC liderado por Raúl Reyes.
Como era obvio el presidente Rafael Correa hizo la protesta del caso y el asunto llegó a l reuniónde presidentes latinoamericanos en Santo Domingo. Afortunadamente los países del hemisferio supieron llamar al orden a Uribe, que pese a sus falacias, entre las cuales estaba su “doctrina” de seguridad según la cual Colombia podría atacar grupos irregulares aunque se encontrasen al otro lado de la frontera, debió pedir disculpas y prometer que no se volverían a producir incidentes de ese tipo.
Pero mientras Uribe afirmaba eso, en su país, o al parecer desde Estados Unidos se fraguaba toda una campaña mediática a partir del supuesto computador personal de Raúl Reyes, el famoso aparato que resistió un brutal bombardeo y que pasó más de una semana en manos de las fuerzas de seguridad colombianas.
El primero titulado “60% de venezolanos rechaza políticas de Chávez” cita encuestas de Consultores 21 e Hinterlaces, que no especifican la ficha técnica del sondeo, ni su metodología. Sería positivo para sus lectores que su periódico reconozca que las dos encuestadoras tienen muy poca credibilidad, por sus equivocadas proyecciones en el pasado y conocido vínculo con partidos de la oposición venezolana.
Según la reciente encuesta del Instituto Venezolano de Análisis de Datos, un 66,5% de los venezolanos aprueba la gestión de Chávez, frente a un 31% que la rechaza.
En el segundo, “Los países andinos con mayor nivel de democracia son los que menos creen en ella” hace referencia a un informe de la Comisión Andina de Juristas (CAJ) que utiliza una ridícula argumentación al basar el alegato de que los venezolanos están contentos con su democracia porque confunden esta palabra con asistencialismo. Esta organización de dudosa reputación financiada por EE UU a través de la Nacional Endowment for Democracy , no elabora sus propias investigaciones y encuestas, sino que interpreta subjetivamente las elaboradas por otros, como ha ocurrido en el presente caso al manipular datos muy positivos sobre la percepción de la democracia en Venezuela recogidos por Latinobarómetro.
Por último, “Dictadores” encaja en la línea de hostigamiento editorial que mantuvo El País durante el 2007 cuando vinculó a Chávez con el calificativo “autoritario” 34 veces, 10 veces “dictador”, 7 veces “totalitario” y un sinnúmero de veces “caudillo”. Este artículo tilda al presidente de Venezuela de “payaso”, “caudillo” y “dictador”.
Además divulga información falsa al presentar la decisión de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de cambiar la franja horaria de la emisión de Los Simpsons de la infantil a la nocturna, como un acto de censura ordenado por el presidente.
Esta parcializada cobertura de Venezuela en El País desde el inicio del gobierno bolivariano está afectando seriamente la credibilidad del diario.
ANDRÉS IZARRA, Ministro del Poder Popular para la Comunicación y la Información
| «« | Inicio | »» |
