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El gobierno español en Chad y Líbano |
España es un país capitalista del llamado primer mundo, y por tanto, imperialista. No hay misterio. Por eso, el ejecutivo de Zapatero vive con una lógica incuestionable el envío de tropas patrias a cuanto conflicto aparezca en el mundo. Y si no los hay, ya se encarga la ONU, con su brazo armado, los cascos azules, de crearlos. Todo, eso sí, con sonrisas y talante. Van a socorrer a los pobres, son lo más parecido a una ONG, la Cruz Roja es su ejemplo a imitar, lo aprueba el parlamento por amplia mayoría, la ONU está detrás... y toda esa tropelía con forma de argumentos que vierten desde los medios próximos, o sencillamente propiedad, del gobierno. Decir que son tropas al servicio de los poderosos que, como en el caso de Afganistán, están allí para robar materias primas y opio, es muy pero que muy incorrecto, pero sobre todo, muy poco progresista. Eso sí, si alguno de los soldados de la tropa enviada regresa como cadáver habrá discursos con bandera, rey y ministros apenados, cámaras de televisión transmitiendo el dolor, y la rabia en la población desinformada que se preguntará, ¿por qué los matan si van a hacer la paz? Y es que el mundo está lleno de desagradecidos.El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, será finalmente el encargado de solicitar al Congreso la autorización para enviar unos 100 militares y dos aviones de transporte a Chad en una nueva misión internacional, y una patrullera con 90 efectivos a Líbano. Ambas decisiones, como se esperaba, han sido aprobadas por el Gobierno este viernes. El titular de Exteriores comparecerá el jueves.
Fuentes gubernamentales han confirmado que finalmente será el ministro de Exteriores quien acudirá el jueves al Parlamento para recabar el apoyo de las fuerzas políticas, como lo contempla la Ley Orgánica de Defensa Nacional, al encontrarse de baja por maternidad la titular de Defensa, Carme Chacón.
En su reunión, el Consejo ha aprobado el acuerdo para solicitar la autorización del Congreso de los Diputados para participar en la Operación EUFOR Chad-RCA, con un contingente máximo de dos aviones de transporte C-295 y un máximo de cien efectivos, necesario para para este tipo de aparatos.
Los entre 90 y 100 efectivos de las Fuerzas Armadas Españolas que participarán en esta operación del Chad se contabilizarán dentro del límite de los 3.000 autorizados por ley, según concreta el Ejecutivo en la nota de prensa difundida tras el Consejo de Ministros.
Se desplegará en Chad personal de operaciones, seguridad e información, apoyo logístico y comunicaciones, así como personal destinado en los Cuarteles Generales.
La misión en Chad obedece a la Resolución 1778 de Naciones Unidas que autoriza a la UE a desplegar una operación que pretende contribuir a la protección de los civiles que se encuentren en peligro, en particular los refugiados y desplazados del conflicto en Darfur. Es una misión esencialmente humanitaria.
Por otra parte, el Consejo de Ministros también ha aprobado otro acuerdo en los mismos términos, con el fin de que una unidad naval española participe en la Fuerza Marítima de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FINUL), por un periodo inicial de seis meses prorrogables a otros seis. La unidad naval española, integrada en EUROMARFOR, será un patrullero de la clase 'Descubierta', con una dotación de 90 efectivos. En este caso, el Gobierno también subraya que el acuerdo aprobado contempla, igualmente, mantener en 1.100 el límite de efectivos para FINUL.

Etiquetas: conocimiento, medios, mentiras, multitud, politica, violencia.
Y luego está la historia de Sami al-Haj. Como camarógrafo de Al Jazeera, informaba sobre la invasión estadunidense de Afganistán. El 15 de diciembre de 2001, cuando se encontraba en una ciudad paquistaní cercana a la frontera con Afganistán, Haj fue arrestado y posteriormente enviado a una prisión en Afganistán. Seis meses después, esposado y amordazado, fue trasladado en avión a la prisión estadunidense de la bahía de Guantánamo. Estuvo detenido allí durante casi seis años, fue interrogado repetidas veces pero nunca se lo acusó de crimen alguno y nunca fue juzgado por un tribunal. Realizó una huelga de hambre durante más de un año, pero fue alimentado a la fuerza por sus carceleros con un tubo introducido por la nariz hasta su estómago. Haj fue liberado repentinamente esta semana. El gobierno de Estados Unidos anunció su traslado a Sudán, su país de origen, para ser custodiado allí, pero el gobierno de Sudán no llevó a cabo ninguna acción contra él. Fue llevado inmediatamente a una sala de urgencias, y en poco tiempo fue visto nuevamente en su emisora, Al Jazeera.
“Estoy muy feliz de estar en Sudán, pero a la vez muy triste por la situación de nuestros hermanos que siguen en Guantánamo. Las condiciones allí son muy muy malas, y empeoran día a día. Nuestra condición humana, nuestra dignidad humana fue violada; el gobierno estadunidense fue más allá de todos los valores humanos, de todos los valores morales y de todos los valores religiosos. En Guantánamo hay animales llamados iguanas, ratas que son tratadas con más humanidad. Pero hay gente de más de 50 países que está completamente privada de todos sus derechos y privilegios, y a quienes no les conceden los derechos que otorgan a los animales”. Haj describió la profanación del Corán como parte de los esfuerzos para quebrantar su voluntad: “Demostraban su desprecio al Corán, lo destruyeron varias veces y ponían sus pies sucios sobre él. También se sentaban en el Corán cuando intentaban enfadarnos. Cometieron repetidas violaciones contra nuestra dignidad y nuestros órganos sexuales”. Al menos un funcionario del Departamento de Defensa estadunidense ha negado esas acusaciones.
En enero, Asim al-Haj, hermano de Sami, me habló sobre los 130 interrogatorios en una entrevista: “Durante aquel tiempo, los interrogatorios trataban todos sobre Al Jazeera y su presunta relación con Al Qaeda. Intentaron inducir a mi hermano a que espiara a sus colegas de Al Jazeera”.
Según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), 10 periodistas han permanecido detenidos por el ejército de Estados Unidos largos periodos de tiempo y después han sido liberados sin que se presentaran cargos en su contra. Hace unas semanas, el ejército estadunidense liberó en Irak al fotógrafo de Associated Press (AP) Bilal Hussein, ganador del Premio Pulitzer, luego de haberlo mantenido en prisión durante dos años sin presentar cargos en su contra. El ejército había acusado a Hussein en una ocasión de ser un “agente terrorista que se había infiltrado en AP”.
El comité informa que 127 periodistas y otros 50 trabajadores de medios de comunicación han sido asesinados en Irak desde 2003, mucho más del doble de los periodistas fallecidos en la Segunda Guerra Mundial. Debemos recordarle al gobierno de Bush: no maten al mensajero.
* Amy Goodman es la presentadora de Democracy Now, noticiero internacional diario emitido en más de 700 emisoras de radio y tv en Estados Unidos y el mundo.
Pero volvamos a BBC Mundo. Es vital aclarar que reconocemos que el terrorismo existe. No cambiamos nunca la palabra terrorista o terrorismo cuando citamos a alguien, pero en la columna vertebral de nuestra política editorial está el hecho de que no calificamos a nadie de terrorista.
Y es que no hay que olvidar que no hay (y ni habrá) consenso sobre lo que es terrorismo. Si partimos de la definición técnica del diccionario de la Real Academia de la Lengua es fácil darse cuenta de lo difícil que es ponerle un rótulo a una persona, un grupo, un gobierno o un hecho. Y es que, como casi siempre, lo más difícil es ser consecuente y consistente. ¿Cómo entonces puede calificar uno de terrorista a un grupo que ataca con una pipeta de gas a una población rural y no a un Estado que bombardea una ciudad sin autorización de la comunidad internacional?
Para aclarar este punto, me gustaría citar un documento que escribió en 1988 David Spaull, un editor de la Redacción Central del Servicio Mundial:
"En un mundo inconsistente frente a su actitud al terrorismo, ¿debería la BBC buscar una política editorial consistente para usar 'terrorismo' al describir una acción que claramente se ajusta a su definición?... La respuesta es no... En primer lugar, nuestra audiencia es tan perceptiva como lo somos nosotros y puede llegar a sus propias conclusiones sin que nosotros le proveamos los rótulos. En segundo lugar, hay acciones que no son hechos terroristas tan obvios y no deberíamos estar forzados a crear juicios de valor en cada evento... Mientras que el rótulo de terrorismo es innecesario para la audiencia que comparte nuestros valores, es probable que genere un efecto negativo en aquellos que no".
Esta política crea dificultades, especialmente cuando hay que informar acerca de un ataque sangriento contra la población civil. Pero hay maneras de trasladar el horror y las consecuencias de los actos de terror sin utilizar la palabra terrorista para calificar a quienes los cometen.
El uso cuidadoso del término es esencial si BBC Mundo quiere mantener su reputación periodística. Esto no significa que disfracemos nuestras informaciones o que no describamos el horror de lo que ha ocurrido; pero hay que considerar las consecuencias que el uso del lenguaje puede tener en nuestra audiencia, sobre todo si partimos del hecho de que nuestros lectores y oyentes tienen opiniones y contextos variados.
Además, vale la pena resaltar que otro de nuestros objetivos es divulgar la pluralidad de ideas.
El mundo es demasiado diverso y si nuestra principal tarea es ser lo más objetivos posible no hay que olvidar que "quienes para algunos son terroristas, para otros son paladines de la libertad".
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