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La cúpula militar israelí pide al gobierno prepararse para atacar a Irán |
Un documento militar difundido por el influyente diario judío, Haaretz, revela que el Estado Mayor de las fuerzas armadas israelíes ya cuenta con un "plan de contingencia" para atacar Irán más allá de la decisión de EEUU. Como ya venía advirtiendo la prensa norteamericana, la plana mayor militar del Estado judío (igual que los halcones conservadores) teme que posibles negociaciones de la administración entrante el 20 de enero en EEUU, posterguen las acciones militares dándole al régimen de Teherán un tiempo valioso para avanzar en la construcción de una bomba nuclear. Luego de la difusión del informe, analistas de las cadenas estadounidenses puntualizaban que el documento, junto a la información de que Irán ya está en capacidad de iniciar el proceso de fabricación de ojivas nuclear, puede acelerar peligrosamente un desenlace en Medio Oriente, incluido antes de que asuma la presidencia Barack Obama. Precisamente, el conflicto bélico en Medio Oriente está entre "uno de los frentes" que los demócratas creen que podría ser activado por la administración saliente para perjudicar la asunción de Obama en la Casa Blanca el 20 de enero.
La cúpula militar de Israel propone al Gobierno del país que prepare " planes de contingencia para atacar a un Irán nuclear", al que considera la mayor "amenaza a la supervivencia" del Estado judío.
La recomendación figura en un documento -cuyo contenido ha difundido el diario Haaretz- que el Ejército entregará el próximo mes al Consejo de Ministros como parte del análisis de la situación para 2009 que anualmente difunde el Consejo Nacional de Seguridad.
La cúpula militar advierte que Israel tendrá que afrontar "casi sola" las distintas amenazas a su supervivencia si se da un acercamiento entre Washington, Teherán y el mundo árabe tras la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca.
Estos riesgos son, en primer lugar Irán, y los misiles de largo alcance que poseen otros países de la región, en segundo
La recomendación figura en un documento -cuyo contenido ha difundido el diario Haaretz- y que el Ejército entregará el próximo mes al Consejo de Ministros, como parte del análisis de la situación para 2009 que anualmente difunde el Consejo Nacional de Seguridad.
Además el informe considera que "Es imprescindible movilizar a la comunidad internacional y obtener cooperación regional. La nueva administración estadounidense (de Barack Obama) es una oportunidad para ello", sugiere el documento.
El texto señala el riesgo de que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) se derrumbe en 2009 y, en consecuencia, la solución de dos Estados para dos pueblos, base del actual diálogo de paz lanzado en noviembre de 2007 en la Conferencia de Annapolis (EEUU).
Por ello, Israel deberá "impedir" la celebración de elecciones presidenciales palestinas en enero de 2009, "incluso al coste de una confrontación" con su gran aliado, Estados Unidos, y con la comunidad internacional, señala el documento militar judío.
El presidente palestino y líder de Al-Fatah, Mahmud Abás, rechaza convocar esta consulta en esa fecha para hacerla así coincidir con los comicios legislativos, en 2010. El movimiento islamista Hamás se opone a este cambio y el próximo enero dejará de considerar a Abás como legítimo presidente palestino.
La cúpula militar israelí sugiere "derribar" el Gobierno de facto de Hamás en Gaza si se "colapsa la tregua y vuelve el conflicto" a la franja.
Por el contrario, aboga por avanzar en el diálogo con Siria, "pese al alto precio que Israel tendría que pagar" para sellar la paz con su vecino. Este "alto precio" sería la devolución a Damasco de los Altos del Golán, conquistados por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967.
A cambio, la paz con Siria generaría un acuerdo con Líbano, lo que debilitaría el eje Irán-Siria-Hizbulá-Hamás.
La semana pasada, los observadores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) advirtieron en su último informe que Irán dispone del suficiente uranio enriquecido para fabricar una bomba nuclear, según publica el diario estadounidense The New York Times.
El grupo de expertos de la AIEA analizó la planta nuclear de Natanz, la más grande de Irán, donde afirman que este mes se han producido 630 kilos de uranio poco enriquecido.
Con la cantidad de uranio enriquecido de la que ya dispone Irán se podría conseguir una explosión equivalente a la de la bomba de Nagasaki en la Segunda Guerra Mundial, según un científico del Consejo de Defensa de Recursos Naturales, Thomas B. Cochran.
En un documento preparatorio, el director adjunto de la AIEA, Olli Heinonen, expresó su "alarma" por el hecho de que Irán tenga en su posesión un documento que describe el proceso de fabricación de lo que podría ser el corazón de una bomba nuclear.
Tel Aviv y la Casa Blanca, en su última cumbre en Washington, y según reveló la prensa norteamericana, manejaron la hipótesis de un ataque preventivo a las usinas de Teherán a fin de neutralizar lo que denunció la AIEA: La capacidad de Irán para construir ojivas nucleares, lo que lo tornaría inmune a las presiones de EEUU y las potencias.
Tel Aviv siempre dejó en claro que un Irán en posesión de armamento nuclear es la "máxima amenaza" para su supervivencia y seguridad. Si bien el régimen de Teherán -como consigna el informe de la AIEA- todavía no tiene la bomba, ya está en capacidad de empezar a fabricarla.
Esa es la tesis principal de los halcones militares israelíes que suscriben el documento de presión al gobierno sionista difundido por el diario Haaretz.
Durante la campaña presidencial en EEUU, el ex viceministro de Defensa, general Efraim Sne (un vocero calificado de los halcones militares) envió un documento a los dos candidatos a la presidencia de EE UU.
El informe incluía ocho puntos en los que destacaba que "ningún gobierno israelí podrá aceptar un Irán nuclear". "Cuando ellos estén a punto de conseguirlo, una operación militar israelí será puesta sobre la mesa del Ejecutivo", indica. Por eso Sne propone "la única opción que es equilibrada y que ahorraría derramamiento de sangre: llegó el momento para una ofensiva diplomática norteamericana fuerte y determinada, para movilizar Europa de verdad y aprobar sanciones verdaderas que finalmente derriben el peligroso régimen iraní".
Si bien en los documentos militares de los halcones israelíes, así como en las continuas advertencias del gobierno sionista señalando la decisión de Israel de evitar "a todo precio" que Teherán se convierta en una potencia nuclear, hay elementos de guerra psicológica preventiva, los mismos generan una tensión creciente en Irán y en todo el Medio Oriente.
En este escenario, una posible respuesta militar de Irán a las "advertencias" del estado judío podría precipitar lo que más teme el equipo de Obama: Una escalada bélica en Medio Oriente, en medio de la peor crisis recesiva de EEUU.

Varios informes afirmaron recientemente que el presidente de los EEUU, George W. Bush, se negó a dar a Israel una luz verde para un ataque contra las instalaciones iraníes.
Uno de esos informes, publicado en septiembre en Gran Bretaña, afirmó que el primer ministro, Ehud Olmert, la solicitó en mayo para atacar a Irán, pero fue rechazada por Bush.
Una fuente gubernamental norteamericana comentó que "en primer lugar, queremos poner a Teherán sobre aviso que estamos reforzando nuestra capacidad en toda la región, y especialmente en Israel.
Pero igual de importante, estamos diciendo a los israelíes que se comporten con calma. Hacemos todo lo posible para estar a su lado y fortalecer sus defensas, porque en este momento, no queremos precipitarnos en la opción militar".
Funcionarios del Gobierno comentaron que la caída de los precios del petróleo y la continuación de las sanciones sobre Irán están teniendo un efecto, a pesar que aún Teherán no detuvo el programa nuclear.
Los funcionarios dijeron que, si bien Irán avanza tecnológicamente, no tendrá la cantidad necesaria de uranio altamente enriquecido para una bomba nuclear hasta finales de 2009.
"Todavía hay tiempo y no hay ninguna necesidad de apresurarse en una operación ya" apuntó otro funcionario, agregando que "el régimen se está cayendo a pedazos y es probable que no esté en el poder en diez años a partir de ahora".
El comandante de la Fuerza Aérea, Ido Nehushtan, declaró que poner en marcha una operación es una decisión política.
"La Fuerza Aérea es una fuerza muy robusta y flexible y estamos dispuestos a hacer todo lo que se nos exige", agregó.
Teherán desestimó la posibilidad de un ataque israelí, diciendo que no toma a Jerusalén en serio.
"Creemos que los acontecimientos regionales e internacionales y la complicada situación que enfrenta Israel no le permitirá lanzar ataques militares contra otros países", declaró el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Hassan Kashkavi.
"Las amenazas que hace Israel son para promover su guerra psicológica en los medios de comunicación", concluyó.
Tel Aviv, según afirma The New York Times, pidió a Washington bombas capaces de perforar los búnkeres que protegen el complejo nuclear iraní de Natanz.
La Administración norteamericana estudió la solicitud y consideró que el ataque de Israel resultaría ineficaz desde el punto de vista militar y que, además, EEUU se vería involucrado inevitablemente en un conflicto bélico con Irán.
Los israelíes no habían propuesto una fecha específica para un ataque y no estaba claro qué tan avanzados estaban los planes cuando se hicieron las solicitudes, dijeron los funcionarios.
Aparte del reporte del Washington Post, el sitio de internet de The New York Times reportó hoy que el presidente Bush, en un intento para suavizar su negativa, dijo al gobierno israelí encabezado por el primer ministro Ehud Olmert que había autorizado un nuevo programa de acción encubierta para sabotear el programa de enriquecimiento de uranio de Irán.
Los reportes de los dos importantes periódicos estadounidenses no han sido confirmados por la Casa Blanca o el Departamento de Estado.
(Xinhua)
"Es importante que no sea una repetición de las afirmaciones hostiles precedentes" del gobierno saliente que conduce el presidente, George W. Bush, manifestó el vocero.
Qashqavi manifestó que Estados Unidos es "la amenaza más grande en la región y a nivel mundial" y recriminó a Washington el "apoyo a los terroristas sionistas", como llamó a Israel.
Obama aseguró el domingo que es necesario un "nuevo acercamiento" de Washington con Irán y dijo que puede constituir el "punto inicial" de su política exterior.
Después de ganar la elección presidencial en noviembre, Obama dijo una vez más que debe hacerse un esfuerzo internacional para impedir que Irán desarrolle un arma nuclear.
"El desarrollo de Irán de un arma nuclear, creo que es inaceptable. El apoyo de Irán a organizaciones terroristas, creo que es algo que tiene que acabar", dijo.
(CRI)
Los funcionarios de la Casa Blanca consultados por el diario desconocen si Israel ya había aprobado el ataque antes de la negativa de Bush, aunque el rotativo especula también con la posibilidad de que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, realizara la petición con ánimo de que Bush se despidiera de la Presidencia con un acto contundente contra el régimen presidido por Mahmud Ahmadineyad.
La petición israelí fue negada "inmediatamente", pero la insistencia de Israel en obtener las armas habría forzado a Bush tranquilizar los ánimos, asegurando al Ejecutivo de Tel Aviv que Estados Unidos estaba preparando nuevos intentos de sabotear el programa nuclear iraní, resumidos en un nuevo programa de espionaje del que el nuevo presidente estadounidense, Barack Obama, tendría constancia nada más asumir el cargo el próximo 20 de enero.
Esta operación consistiría en penetrar dentro de la ruta de suministro de material nuclear a Irán desde el extranjero, junto con el uso de tácticas avanzadas de sabotaje contra el sistema eléctrico e informático empleado por los investigadores nucleares iraníes.
Irán tiene funcionando en torno a 4.500 centrifugadoras
Un plan que, en ningún caso, pretende aplicar medidas directas contra Irán, siguiendo las recomendaciones del Departamento de Defensa encabezado por el secretario Robert Gates, quien considera que atacar la república islámica es un acto "completamente inefectivo": cualquier ataque aéreo podría desencadenar un "conflicto total" en Oriente Próximo que involucraría a las tropas presentes en Irak, según el medio. Fuentes estadounidenses creen que Irán tiene funcionando en torno a 4.500 centrifugadoras para el procesamiento de material nuclear.
Una cifra muy superior a las estimaciones de los inspectores internacionales, que creen que la república mantiene funcionando 3.800 de estas máquinas. Estados Unidos considera que más de 4.000 centrifugadoras son capaces de producir cada ocho meses el uranio suficiente para una bomba nuclear.
Cabe destacar que fuentes de la Inteligencia estadounidense llegaron a informar en 2007 de que Irán había cesado su programa nuclear por las dificultades técnicas que implicaba el proyecto. Tras conocer esa conclusión, Israel se apresuró a enviar pruebas fehacientes de que el programa seguía en curso.
Al margen de intentar convencer a Estados Unidos de que Irán seguía desarrollando tecnología nuclear, Tel Aviv intentó presionar al presidente Bush para acentuar la presión contra el régimen de Ahmadineyad, según el medio, de ahí la petición de bombas especiales que atravesarían las casi impenetrables paredes de cemento de la central de Natanz, cuyo centro neurálgico se encuentra, además, varios kilómetros bajo tierra.
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