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¿El Fin De La Historia? O El Fin Del Cuento Y La Melodía Del Neoliberalismo |
El fin de la Historia y el último hombre, la historia humana, como lucha de ideologías ha terminado, con un mundo final basado en una democracia reformista y representativa, que se ha impuesto finalmente tras el fin de la guerra fría, afirma que el motor de la historia, se ha paralizado en la actualidad con el fracaso del socialismo soviético, demostrando que la única opción viable es la democracia liberal tanto en lo económico como en lo político.
Se constituye así en el llamado PENSAMIENTO ÚNICO: las ideologías ya no son necesarias y han sido sustituidas por la economía. Neoliberal.
"El fin de la historia significaría el fin de las guerras y las revoluciones sangrientas, los hombres satisfacen sus necesidades a través de la actividad económica sin tener que arriesgar sus vidas en ese tipo de batallas".
Pero como tercamente la HISTORIA PERSISTE, Las guerras de agresión imperial continúan, las revoluciones sangrientas o no se siguen produciendo ahora con mas rapidez y los hombres siguen tenazmente arriesgando la vida en pos de un "mundo mejor que es posible".
Las teorías de la perfección del mercado para arreglar absolutamente todo, el tabú de las intervenciones del Estado, criticadas y rigurosamente descalificadas por los "grandes Gurus" del capitalismo salvaje, se han precipitado a los abismos de la insondable estupidez humana.
Los pillos que manejan las finazas del mundo capitalista bajo la batuta del neoliberalismo, traicionan sus propios credos, abandonan raudos sus propios dogmas y corren a salvar lo que puedan de sus quebradas corporaciones, abrazando sin pudor y sin vergüenza los métodos odiados del control estatal y del "salvavidas" gubernamental. Eso sí, como lo afirma el premio Nóbel Joseph Stiglitz:
"Ponen las inversiones de riesgo en manos de los contribuyentes", "y se lavan las manos como Poncio lavo las de él" (digo yo) y remata; "Como ningún inversor privado quiere inversiones de riesgo "se las empapelan al contribuyente, es monstruoso".
El castillo se derrumba y no tiene quien lo detenga, porque sus bases son de barro, del barro de la especulación, del barro del engaño y del lucro obsceno, nacido de las podridas mentes de un puñado de corsarios modernos que ahora usan trajes y corbatas en sustitución del pañuelo en la cabeza y el parche en el ojo.
Es el principio del fin del "American dream". Las grandes corporaciones y los sicarios que colocan en lo centros de poder del mundo trabajan para ellos solamente, ya no son los Estados Unidos como nación la que avasalla y se lucra del saqueo a los países del mundo, no, ahora es el gobierno secreto del mundo, las grandes corporaciones financieras dueñas de todo, con los medios de comunicación en sus bolsillos, sin patria, sin bandera, sin limites, sin moral, sin remordimientos los que se lucran, los que disponen de los fondos públicos a su antojo, quienes utilizan los ahorros de los contribuyentes de manera especulativa e irresponsable, sin pedirle permiso a nadie.
A partir de ahora Estados Unidos de América comenzará a ser despojada por los buitres corporativos de sus privilegios de nación desarrollada y del primer mundo, para irse convirtiendo poco a poco en un país "tercer mundista". Es decir, un país donde cada vez habrá más pobres, más analfabetas, más madres adolescentes, hijos sin padres, familias sin hogar (ya proliferan las ciudades de carpas o campamentos de los "sin techo"), escasez de alimentos, delincuencia desbordada, empobrecimiento de los servicios públicos.
Mas temprano que tarde el pueblo estadounidense se hará conciente de los desmanes y tragedias que la banda de criminales desalmados que los han gobernado cometen contra el mundo y contra ellos mismos y es posible que lleguemos a ver la "madre de todas las revoluciones" cuando ese pueblo despierte.

► miércoles, 24 septiembre, 2008
¿Quién le diría al prepotente y hegemónico Tío Sam que tendría que adoptar medidas a las que siempre se había opuesto contundentemente?Al parecer, esa premisa capitalista que afirmaba que los mercados se autorregulaban por si solos se ha revelado rotundamente falsa y errónea, demostrando que tan solo era un pretexto de las elites para amparar las actividades fraudulentas de los grupos financieros, que exprimieron hasta la última gota el jugo de los créditos hipotecarios.
Sorprendentemente, los directivos de estas entidades no solo no están siendo juzgados sino que encima reciben finiquitos multimillonarios alarmantes, ante un estado que vergonzosamente ampara a estos delincuentes de las finanzas.
La falacia del crecimiento ilimitado defendida por el Gran Capital se ha desmontado. El crecimiento desorbitado, basado en la pura especulación y la creación de falsas expectativas,supuso un rentable negocio para los bancos, pero resultó ser una autentica chapuza y un saqueo de grandes dimensiones.
Ante este lamentable hecho, el estado norteamericano se vio obligado a intervenir de forma directa con tal de salvar este chiringuito bancario. Un remedio casero que de nada servirá en la gran selva neoliberal.
Pese a la humillación que le supondría a la oligarquía occidental el reconocerlo, esta crisis se muestra ante el resto del mundo como el fracaso de un sistema socio-económico, el ocaso del capitalismo salvaje “made in USA” que ha imperado durante décadas pero que ya está herido de muerte.
Mientras tanto, en el patio trasero, ya empezó a andar una criatura que crece a pasos agigantados, una firme alternativa que defiende una economía que redistribuye la riqueza, que mira por el bienestar de la mayoría y no el de unos pocos. Un sistema que garantiza el crecimiento sostenido y razonable: El socialismo del siglo XXI.
Oriol Sabata
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