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De Pekín 2008 a Barcelona 1992 |
Los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 se están caracterizando por las continuas acusaciones hacia la República Popular China de vulneración de los derechos humanos por parte de determinadas onGs, los Estados Unidos, y estados occidentales europeos, expresadas, reiterativamente, una y otra vez, por los grandes medios de comunicación de masas, que se pretenden así erigir en supremos defensores de los derechos humanos en ese país.
Bush expresaba el 7 de agosto en Bangkok, un día antes del comienzo de los Juegos, su “profunda preocupación por la detención de disidentes y la situación de los derechos humanos en China”, por otro lado, Amnistía Internacional aseguraba que “los Juegos Olímpicos han deteriorado los derechos humanos en China”, y añadía: "En los alrededores de las instalaciones que se van a utilizar para la celebración de los juegos, muchas personas han sido detenidas y expulsadas de sus casas. Las restricciones y censuras en Internet se han incrementado por denunciar la situación en el contexto de los Juegos y los activistas que protestaban por considerar que los Juegos no debían ir a China han sido detenidos". Aunque el Gobierno español de manera oficial, a diferencia del francés que sugirió la posibilidad del boicot, no ha hecho declaración expresa sobre el estado de los derechos humanos en China a cuenta de la celebración de los Juegos Olímpicos, medios de comunicación afines a la socialdemocracia española, sí se han pronunciado al respecto, el 8 de agosto, el periodista de El País, Carlos Arribas, escribía: “Los argumentos del movimiento deportivo y de las potencias ante Pekín recuerdan los utilizados con Hitler en 1936”, una afirmación muy del gusto de la socialdemocracia imperialista española y europea, mientras que Esteban Beltrán el 3 de agosto en Público escribía en su artículo “El lado oscuro de la cita olímpica”: “La verdad, no sé si los Juegos Olímpicos en Pekín van a ser un éxito deportivo o mediático, pero hasta ahora no sólo no han ayudado –como prometía Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI)– a mejorar los derechos humanos en China, sino que han contribuido a su deterioro.”, continuaba diciendo que “Lejos de actuar como catalizador de reformas, las autoridades chinas han utilizado la celebración de los Juegos Olímpicos como pretexto para ampliar el uso de la detención administrativa punitiva, en particular la “reeducación por el trabajo”. El 7 de febrero de 2007, el Departamento de Seguridad Pública de Pekín anunció que durante el año siguiente la policía ampliaría los periodos de rehabilitación forzosa de drogodependientes de seis meses a un año.”
China y la retórica de los derechos humanos
Es pura retórica, o mejor dicho, una mera arma de guerra sicológica contra el enemigo a batir. La utilización de la vulneración de los derechos humanos como un medio más de desprestigiar al enemigo, de caracterizarlo como un criminal sin escrúpulos, una bestia, y como argumento supremo y siempre válido para justificar todo tipo de intervenciones militares, violaciones a la soberanía nacional e independencia, golpes de estado, acciones armadas indiscriminadas, operaciones secretas de contrainsurgencia, etc. El recurso a la vulneración de los derechos humanos para ocultar, en definitiva, los intereses de multinacionales y estados imperialistas poroprimir y explotar, por acumular más y más, a costa del sudor y la sangre de los pueblos y los trabajadores.
Ya lo comprobamos en la antigua Yugoslavia, en Irak, en Afganistán, lo comprobamos en las burdas campañas de intoxicación dirigidas contra Cuba, Venezuela y Bolivia, Irán, Siria, Zimbabwe o Bielorrusia. A cada gobierno popular que surge en el mundo y que tenga la osadía de proclamar su soberanía e independencia, y de optar por vías de desarrollo propias y orientadas socialmente, le sigue una intensa campaña de intoxicación donde la vulneración de los derechos humanos es el tópico más reconocido y utilizado. Es de manual.
El peligro que representa la República Popular China no es el de ser un estado socialista con un Partido Comunista de carácter revolucionario y marxista-leninista, no es el de ser un país que ofrece una alternativa socialista de desarrollo a imitar por países oprimidos y movimientos de liberación, ni mucho menos. China es enemigo a batir porque es un rival, al igual que Rusia, en los planes del imperialismo norteamericano por ser la potencia única y super hegemónica; así, China es elogiada cuando permite a las multinacionales y bancos europeos y norteamericanos instalarse en suelo chino, proporcionando mano de obra barata, cuando permite un rol cada vez más decisivo a las diferentes burguesías del país en lo político y en lo económico, cuando China supone para las multinacionales no sólo un país donde producir barato sinoun enorme mercado para sus mercancías, cuando esto es así, muy poco le importan los derechos humanos a los imperialistas occidentales, sin embargo, China sí es condenada cuando no llega a someterse a los dictados del imperialismo norteamericano o del bloque europeo, cuando no liberaliza ni abre lo suficiente su mercado a las multinacionales, cuando dispone de enormes sumas de dólares en concepto de compra de deuda pública norteamericana, cuando supone un rival para el control de materias primas en Eurasia, África o Latinoamérica, en definitiva, cuando China se procura un desarrollo capitalista independiente y no tutelado por las multinacionales o los estados imperialistas occidentales, llegando a acuerdos comerciales con países del llamado “Tercer Mundo”, especialmente África, o a alianzas estratégicas con otras potencias emergentes como Rusia, Brasil o India, que tanto inquietan a los EEUU.
El periodista belga, Michel Collon, en su libro “Monopoly. La OTAN a la conquista del mundo” (Hiru), lo dejaba bien claro recordando el bombardeo que sufrió la embajada china en Belgrado durante los criminales bombardeos de la OTAN en 1999: “Pero también se trata de un país cuya potencia económica y política está en aumento.
¿Cuáles son en realidad los objetivos generales de Washington?
1. Impedir que China sirva de polo de atracción a los pueblos del tercer mundo que, sobre todo en Asia, quieren resistirse al Nuevo Orden Mundial.
2. Frenar el aumento de su potencia.
3. Hacerse con el control del inmenso mercado chino.
“...Más tarde este mismo periodista en un artículo publicado en la revista Kalegorria de octubre de 2001 argumentaba: “El continente euro-asiático continua siendo “el tablero sobre el que se juega la suerte del mundo”, escribe el estratega USA Brzezinski. “Debemos vigilar que ningún Estado o grupo de Estados esté en condiciones de expulsar a los Estados Unidos de Euro-Asia o de debilitar su papel dirigente”. Además, Estados Unidos pretende también controlar a los colosos de la región: China y Rusia. Sus dos objetivos: impedir que la Chinasocialista continúe desarrollándose como potencia económica y militar con capacidad de hacerle frente. E impedirle a Rusia aproximarse a China y a otros países del tercer mundo. Pakistán, Afganistán y Tadjikistán forman un puente entre China y Rusia. He aquí lo que agudiza el apetito de Estados Unidos...”. Es el conocido como el “cerco a China”, cerco que tiene su ampliación política y mediática en estos Juegos Olímpicos, ya sea con extrañas onG’s que aparecen de repente reclamando los derechos de los cristianos, con fantasmagóricos independentistas tibetanos, o con organizaciones armadas islámicas que se expresaban en estos términos: "Por medio de esta santa jihad, esta vez en Yunnan, el Partido Islámico del Turkestán advierte a China una vez más. Nuestro objetivo es atacar la mayor cantidad de puntos críticos relacionados con los Juegos Olímpicos. Intentaremos atacar duramente las principales ciudades chinas utilizando tácticas que nunca se han usado. Por última vez advertimos a China y a la comunidad internacional de que aquellos espectadores, atletas, particularmente los musulmanes, que están planeando asistir a los Juegos Olímpicos, por favor, cambien sus planes de ir a China. Por favor, no estén junto a los infieles. Los voluntarios del Partido Islámico del Turkistán emprenderán acciones militares violentas contra los individuos, departamentos, sedes y actividades relacionadas con las Olimpiadas en China", amenazas que por cierto seestán cumpliendo hasta cierto punto, a tenor de las continuas noticias sobre acciones armadas contra policías y miembros de las fuerzas de seguridad chinas. Al Partido Islámico del Turkestán se le presuponen relacionado, según diversas fuentes, con la CIA a través de los servicios secretos pakistaníes, ISI (¿Intenta Washington sabotear los Juegos Olímpicos de Beijing?, Michel Chossudovsky, Global Research).
Barcelona 1992, un balance represivo
Es justo y conveniente que en el Estado español se hiciera un ejercicio más de memoria histórica, y recordásemos la orgía represiva desatada en 1992 en Barcelona y en Catalunya en general, ahora que tanto se habla de derechos humanos y de países que los infringen, en el marco de unos Juegos Olímpicos.
Al parecer, denunciar la violación de los derechos humanos en China para los grandes medios de comunicación españoles es un ejercicio de responsabilidad democrática, mientras cuando estas violaciones se dan en el Estado español denunciarlas supone todo lo contrario: una irresponsabilidad. Denunciar en el Estado español violaciones de los derechos humanos o cualquier recorte de las libertades individuales y colectivas supone ser calificado de “terrorista”, de “hacer apología del terrorismo”, de situarse prácticamente fuera de la leyes y la Constitución. Ejemplos de ello hay muchos, demasiados, pero inmersos como estamos en estos Juegos Olímpicos sería procedente recordar lo ocurrido en Barcelona 92.
El 29 de junio de 1992 la Guardia Civil iniciaba en las localidades de Vic, Manresa y en la propia ciudad de Barcelona lo que se conocería como “Operación Garzón 92”. En menos de 15 días fueron detenidas 38 personas, pero el número de detenidos final aumentó hasta 60, de las cuales, 21 fueron encarcelados. Se interpusieron 23 denuncias por torturas, sin que se dedujeran de ellas responsabilidad criminal alguna. El ambiente represivo tanto en Barcelona en particular como en Catalunya en general se hizo por momentos insoportable, provocando lógicas reacciones populares de indignación que fueron acalladas y duramente reprimidas.
Aunque la operación se justificó en impedir acciones armadas del grupo independentista armado catalán Terra Lliure o de la organización armada vasca ETA, las detenciones abarcaron sobre todo a militantes de organizaciones políticas y movimientos populares: militantes del MDT (Moviment de Defensa de la Terra), del Partit dels Comunistes de Catalunya (PCC, en aquella época ligado a nivel estatal con el PCPE), o la propia Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), hoy partido gobernante en la Generalitat, así como miembros de la asociación de defensa de los presos independentistas catalanes Comités de Solidaritat amb els Patriotes Catalans (CSPC); además de personas sin filiación política o social concreta.
Según informaba la revista Kalegorria en el 2002 en su edición de junio recordando los 10 años de la fatídica “Operación Garzón 92”, y tomando como guía el libro del periodista catalán David Bassa, “L´Operació Garzón. Un balanç de Barcelona’92” (Lliibres de l’ Índex), la operación represiva fue diseñada en una reunión secreta mantenida en la localidad alemana de Baden Baden en la que participaron el por entonces Ministro de Defensa, Narcis Serra, el Presidente, Felipe González, el propio Juan Carlos I, el Ministro del Interior José Luis Corcuera, el Alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, y el Presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Los silbidos y abucheos que los Reyes de España recibieron en 1989 en el Estadi Olimpic en los mundiales de atletismo hicieron poner en guardia a las estructuras represivas del Estado de cara a los Juegos Olímpicos.
La niña que no cantó en Pekín, el himno que no sonó en Barcelona
Según nos informaban en estos días, después de la fastuosa gala de inauguración de los Juegos, diversos medios de comunicación la niña que cantó la “Oda a la Madre Patria” en realidad no lo hizo, sino que sólo se había limitado a poner su linda carita, ya que la niña que en realidad cantó no era tan agraciada como ella. El periódico 20 Minutos el 12 de agosto lo decía así: “La niña que encandiló en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín, ataviada con un traje rojo y cantando Oda a la madre patria, no cantó en realidad ni una sola nota, sino que fue elegida por su aspecto físico en detrimento de la cantante real, de cara rechoncha y dientes desparejados.”. Y todo, según este artículo por una cuestión de “interés nacional”. La fuente de esta noticia fue proporcionada, según los diversos medios de comunicación, por Cheng Qigang, director musical de la gala.
De ser cierto, este hecho nos recuerda en cierto modo al engaño de TVE en la retransmisión de la gala de apertura de los Juegos de Barcelona 92: mientras en el Estadi Olimpic sonó el himno de Catalunya (“Els Segadors”) en la retransmisión de TVE sonó el himno español. Este hecho, frecuentemente silenciado, no tiene nada envidiar al supuesto engaño de la niña china. Pura manipulación mediática.
El control de los medios de comunicación
En el artículo ya citado de Esteban Beltrán en Público se decía: “A pesar de la introducción de nuevas normas sobre los medios de comunicación, que aumentan la libertad de los periodistas extranjeros para cubrir noticias en China, estos siguen denunciando obstrucciones y obstáculos para llevar a cabo entrevistas. El Club de Corresponsales Extranjeros de China documentó aproximadamente 180 casos en 2007. En julio de 2008, esta cifra había aumentado hasta los 230, incluidos más de 40 casos tras los disturbios de marzo en el Tíbet y más de 12, después del terremoto de Sichuan en mayo.”.
En Barcelona 92, y con la intención de evitar todo tipo de información a cerca de los atropellos que las fuerzas represivas estaban cometiendo, y se diera la imagen “adecuada” al mundo en un acontecimiento en el que la “democracia española” se jugaba su prestigio, se clausuró el programa “L’Orquestra” de Catalunya Radio, Salvador Alsius, director del Telenoticies Migdia de TV3 pasó a “Cultura”, mientras que la sede del semanario “El Temps” fue objeto de un registro ilegal. Pero quizá el hecho más significativo fue, sin duda, la dimisión del corresponsal de El País en Girona Quim Gil, este periodista cubrió la crónica de la detención del independentista catalán Marcel Dalmau y el registro de su piso, pero cuál fue la sorpresa de Quim Gil al descubrir la mañana siguiente su crónica “trastocada”, más bien “reescrita”, apareciendo una pistola decomisada que no aparecía en su crónica original. Las explicaciones que recibió Gil de la directora de El País de Catalunya, Blanca Cia, fue que la pistola se insertó por recomendación de sus contactos en la Guardia Civil.
Como siempre, los represores condecorados
Como ya nos tiene acostumbrado la “democracia española”, cuanto menos se respeta los derechos humanos, cuanto más se vulneren, cuanto más saña se demuestre con los detenidos por partes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, más felicitaciones, condecoraciones y medallas se imponen.
El General de la Guardia Civil encargado del operativo Vicente Faustino Pellicer llegaría ser número dos de la Benemérita con López Valdivieso. Pero antes, el 12 de octubre de 1992, Ferrán Cardenal, director de la Guardia Civil por aquellos entonces, condecoraría a los agentes que participaron en la operación. Mientras que Garzón conseguía la notoriedad que ya iba persiguiendo tan afanosamente. Más tarde, en 1995, Garzón y Pellicer, junto con la labor de los por entonces dirigentes de ERC, Pilar Rahola y Ángel Colom, se apuntarían el tanto de la desarticulación y disolución definitiva de Terra Lliure. Al fin y al cabo, Terra Lliure no contaba, como al parecer si cuentan los del Partido Islámico del Turkestán, con el apoyo de la CIA, y el imperialismo norteamericano por supuesto rechazaba las propuestas de liberación nacional y socialistas de esta organización armada, y, como no, la idea de desestabilizar al Estado español, su fiel aliado durante la I Guerra del Golfo aún reciente en el tiempo.
En resumen
Con este “viaje atrás en el tiempo” no se pretende hacer apología del Gobierno chino, ni tampoco ocultar las presuntas violaciones de los derecho humanos y de las libertades que este Gobierno pueda cometer. Por otro lado, y como se puede deducir del propio texto, no se pretende, menos aún, hacer una exaltación abstracta de los derechos humanos tal y como pretenden siempre los medios afines al imperialismo occidental.
Se reprocha a la República Popular China en la inmensa mayoría de grandes medios de comunicación que intente aprovechar para sus intereses políticos estos Juegos Olímpicos, pero ¿no hacen todos los estados lo mismo con los grandes acontecimientos de alcance mundial? Al parecer quitar de en medioa mendigos de las calles de Pekín es reprobable, pero cuando esa “operación de limpieza” para ocultar la miseria tuvo lugar en Barcelona no lo fue. El que China quiera dar su mejor cara al exterior es criticable, que el Estado español quisiera hacer lo mismo con Barcelona y con Sevilla, donde tuvieron lugar igualmente numerosos episodios represivos con tiros en las calles para disolver manifestantes anti V Centenario, en 1992, no. Lo que es “malo” en Pekín 2008, al parecer, no lo fue en Barcelona 1992. ¿Cuál es la vara de medir? No se puede tener otra respuesta que la vara de medir de los grandes medios de comunicación occidentales es impuesta por los intereses políticos y económicos de estados imperialistas y multinacionales. De la información se hace pura propaganda al servicio de dichos intereses.
Por desgracia el ciudadano medio no puede seguir las sugerencias que el ya citado Michel Collon sugería en su libro “¡Ojo con los media!” (Hiru): “Releer, volver a mirar y después comparar entre ellos estos media es muy instructivo. Es una que, en la vida cotidiana, el lector o el espectador corriente no tenga el tiempo de releer, comparar y examinar lo que le cuentan los media”. Si esta afirmación es válida para juzgar las informaciones que estamos recibiendo sobre los Juegos Olímpicos lo es aún más para analizar el conflicto de Osetia del Sur y el enfrentamiento entre el régimen títere occidental de Georgia y los intereses de Rusia, que no está dispuesta, como la República Popular China, a ser tutelada en su desarrollo capitalista independiente por Occidente.

Sí, pero…
El lunes, 11 de agosto, desde que llegó mi prima a la oficina donde trabajo le pregunté: ¿viste la ceremonia de inauguración de los juegos olímpicos? Me respondió con un sí poco emotivo. Le pregunté entonces, ¿qué te pareció? Y me contestó: Estuvo bien, pero después está la otra parte, taparon la pobreza y… Ya no la dejé seguir. Me indigné. Los medios de comunicación occidentales han logrado lo que pretendían o buena parte de lo que pretendían. No cesan de criticar a China. No cesan de exponer los lados oscuros y feos de China. Porque no niego que en China haya lados oscuros y feos, ¿pero en qué país no los hay? Y otra cuestión: ¿quién decide cuando exponer por televisión los lados oscuros y feos de un país? Los occidentales. ¿Cómo se puede admitir que el mismo día en que se celebra una fiesta de una belleza enorme, como ha sido la inauguración de los juegos olímpicos, haya medios de comunicación que traten de afear ese evento con determinadas e intencionadas informaciones? ¿Qué razón explica este comportamiento? Pues lo explica una razón muy clara: sus intereses imperialistas. Y de ese imperialismo, de esa mentalidad donde el occidental se cree que toda la tierra es suya y que no respeta ninguna forma de vida distinta a la suya, participan las grandes masas de Occidente. Le dije a mi prima, notablemente irritado, ¿has escuchado tú a algún medio informativo chino alguna vez? Y sólo cabía una respuesta: no, jamás ha escuchado a un medio informativo chino. Lo que sabe sólo lo sabe por los medios informativos occidentales. Y esto nos da una idea de lo poco democrática que es la opinión publicada por los occidentales. Lo cierto es que no tuve la oportunidad de hablar con mi prima de la ceremonia, de su contenido, del sí, sólo hablamos del “pero”. Y fue así porque los medios de opinión occidentales así lo han forzado.
Sería bueno que cada vez que Nadal jugara un partido, el comentarista dijera “sí, está bonito y emocionante, pero gana muchísimo dinero Y al tiempo añadiera: “Y en España hay ocho millones de personas que viven bajo el umbral de la pobreza”. Y este “sí, pero…” deberían emplearlo cuando se celebra un partido de fútbol de primera división, cuando se celebra un evento de moda, cuando se informa sobre las grandes mansiones, cuando se habla de las grandes fortunas, y cuando se celebran las navidades y un sinfín de acontecimientos más. Pero esto no ocurre ni puede ocurrir, puesto que son los occidentales quienes deciden cuando es necesario emplear el “pero”. En esto es en lo que debe meditar mi prima, que la imagen que se hace del mundo no es libre ni objetiva, sino forzada e interesada. Puesto que para que fuera libre y objetiva habría que escuchar previamente a algunas voces autorizadas entre los 1.300 millones de chinos.
Los odiosos occidentales
Los occidentales no sólo se creen los dueños del mundo, también se creen los dueños de los conceptos, de su sentido y de su verdad. El mundo es la representación que se hace el occidental del mundo. Y China es, por supuesto, como se la representan los occidentales. El hecho de que los chinos sean 1.300 millones de personas no importa. Lo que ellos piensen, sientan y crean no entra en juego. Que sea una civilización con 5.000 años de historia tampoco cuenta. Lo que cuenta es Occidente y lo que ella piensa y se representa. ¿Y por qué esto es así? Porque los occidentales monopolizan los grandes medios de comunicación de masas y ellos dan la imagen del mundo que ellos quieren.
Los occidentales quieren o pretenden que el mundo sea un reflejo suyo, que todo sea a su imagen y semejanza. Pero esto no sólo lo quiere la derecha burguesa, también lo quiere la izquierda burguesa. Y lo que es peor: también lo quiere la izquierda radical y aún la izquierda extremista. Si la derecha y la izquierda burguesa quieren que China sea como es Occidente, la izquierda radical y la izquierda extremista quiere que China sea como ellos se han imaginado que debe ser el socialismo. Sin duda que son odiosos los occidentales y se comportan de un modo imperialista.
¿Se puede hablar desde la neutralidad?
Me ha alegrado muchísimo saber que Fidel Castro se ha referido a la ceremonia como “maravilloso espectáculo”. Habla de forma alineada y de forma partidista. Sin embargo, ha habido una serie de articulistas, algunos de ellos desde Rebelión, que han hablado desde una aparente neutralidad y objetividad. No creo que sea objetivo hablar desde el punto de vista de los derechos humanos o desde el punto de vista de la libertad de expresión, puesto que ambos aspectos dependen del poder. Tampoco es justo hablar sin perspectiva histórica, sin examinar donde estaba China en 1949 y donde está ahora. Y tampoco es conforme a la verdad que las fuentes sean siempre extranjeras, como si los chinos no tuvieran boca. Sería de agradecer que de vez en cuando se citaran fuentes chinas.
Lenin supo tener una visión estratégica del mundo. Supo comprender que los movimientos de liberación nacional, movimientos burgueses, formaban parte de la revolución socialista. Tuvo la clarividencia de distinguir entre potencias capitalistas opresoras y potencias capitalistas oprimidas. Y China es una sociedad que está llevando a cabo un proceso de liberación nacional y está haciendo un socialismo con características chinas. Y en la actualidad es el mayor freno al imperialismo de Estados Unidos y de la Unión Europea.
La perspectiva histórica
Sin duda que China tiene partes feas y oscuras. Pero en 1949 China era todavía un país semifeudal y semicolonial. Hasta ese entonces Francia e Inglaterra ejercían el colonialismo sobre buena parte de ese continente. Pensemos sólo cuando Europa occidental era un país semifeudal, pensemos en los siglos XVI, XVII, XVIII. Contemos todo lo feo y ruin que ha habido en Europa occidental durante todo ese periodo, añadiéndole además el siglo XX con sus dos guerras mundiales. Pensemos en el sistema colonial y la acumulación originaria del capital en Europa occidental. Contabilicemos sobre cuánto saqueo, robo, y muerte se ha edificado el civilizado Occidente. Sin duda que Occidente en el marco de esta perspectiva histórica es más maldito que China.
¿No comprende Occidente que el África de hoy, su inmensa pobreza y subdesarrollo, es obra suya? ¿Por qué se alarma de la pobreza que hay en China cuando la que ella ha generado en África es mil veces peor? ¿Ignoran acaso que América fue conquistada por los occidentales a cuchillo y que fue saqueada? ¿Ignoran acaso que convirtieron a los africanos en esclavos y esquilmaron buena parte de las riquezas naturales de África?
Si los occidentales se molestaran en mirar a la historia, no serían tan subidos y tan creídos. Serían más comprensivos, reconocerían que más sangre y lodo que la que contiene la historia de Europa occidental no es posible encontrar en ningún otro grupo de naciones, y ayudarían a China en vez de intentar constantemente hostigarla. ¿No comprenden los occidentales que en 1949 la mayoría de la población campesina eran siervos y el resto del pueblo estaba bajo el poder despótico de las potencias coloniales? ¿No es un hito histórico y un gran triunfo de la razón comunista que en el plazo de no llega todavía a los sesenta años China sea una de las grandes potencias económicas, políticas y culturales del mundo? Sin duda que es así. Y a los occidentales no le va a quedar más remedio que aceptarlo: el futuro del mundo será también un futuro comunista.
La niña china: imagen y sonido
Había dado por concluido este artículo cuando los medios de comunicación occidentales volvieron a alertar a las masas sobre un hecho aparentemente indignante. Esta es la información que suministraron y con la que cautivaron la conciencia de las grandes masas sociales: “La niña que aparecía cantando en la inauguración de los juegos olímpicos en verdad no estaba cantando, sólo lo estaba simulando, y lo peor: la voz que se oía no era la suya sino la de otra niña. ¿Y saben por qué la niña que en verdad cantaba no apareció en el escenario? Porque era fea y regordeta”. En la oficina donde trabajo, en el supermercado y en el barrio todo el mundo hablaba de eso: lo que le hicieron a la pobre niña y lo malo que son los chinos.
Yo no quepo en mi indignación. Pregunta: ¿alguien ha visto alguna vez en los spot publicitarios sobre pañales, colonias y demás enseres algún niño o niña que no sean rabiosamente hermosos? ¿Alguien ha visto en una pasarela o en cualquier evento publicitario hombres y mujeres que no sean hermosos? Hay que responder con un rotundo no. ¿No es cierto que todas las casas que elaboran productos para bebés eligen los niños y las niñas más hermosos para vender su imagen? Claro que es totalmente cierto. Entonces, ¿a que viene tanto revuelo por lo que ha pasado en China? Pues la respuesta es sencilla: los occidentales se creen en el derecho de juzgar y condenar a los demás pueblos. ¿Y por qué tienen esta creencia? Porque por su venas todavía corre la mentalidad colonialista e imperialista.
El que dirigió la inauguración de los juegos olímpicos eligió la mejor voz y la mejor imagen. Y está en todo su derecho de hacerlo. Y aún incluso si los occidentales no hicieran lo mismo, que sí lo hacen, tampoco tendrían derecho a creer que su escala de valores es la válida para medir éticamente las acciones de los demás pueblos. Así que incido en lo mismo: los occidentales son enormemente odiosos.
Según el diario, tras el final de las competiciones, los organizadores sólo tendrán ocho horas para adecuar el escenario para la clausura, prevista para las 20:00 horas. Además, tendrán que dar tiempo a un equipo de representantes de las Olimpíadas de Londres 2012 para que ensaye un espectáculo de danza de ocho minutos de duración para la ceremonia de entrega del testigo olímpico.
Sin embargo, fuentes de la organización revelaron que algunos ensayos en menor escala están siendo realizados en diferentes lugares adaptados para tal efecto fuera del Estadio Nacional, aunque no ofrecieron detalles al respecto.
Pese a que el contenido del espectáculo sigue siendo un secreto, el periódico aseguró que el "rollo de papel" electrónico que desplegó la historia de China en la ceremonia de inauguración con caracteres y cuadros, así como el pequeño globo en el que dos artistas cantaron la canción temática de estas Justas, no serán utilizados en esta ocasión.
Otra representación de kung-fu, llevada a cabo por 350 artistas de una escuela local de artes marciales, formará parte del show. Además, 60 intérpretes de erhu, el violín chino, procedentes de la oriental provincia china de Jiangsu, ofrecerán otro espectáculo.
Zhang Yimou, director general de las dos ceremonias, dijo a comienzos de este mes que el clímax de la clausura se producirá cuando la llama olímpica sea extinguida en el pebetero principal.
"Nuestro propósito es crear un ambiente alegre en la ceremonia. El mensaje es decir adiós, y prometer reunirnos de nuevo en cuatro años", dijo.
El diario informó que los organizadores han diseñado planes de contingencia en caso de que se presenten emergencias, y agregó que, como en el caso del acto de inauguración, la lluvia es nuevamente la mayor amenaza.
"Es posible que se presente la necesidad de cortar o reajustar parte del show si llueve el 24 de agosto, pero la esencia del acto no se verá afectada. La ceremonia de clausura ofrecerá al mundo una fiesta espléndida y extática", dijo un funcionario no identificado del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Beijing, citado por el diario.
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