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La guerra sucia entre el CNI y Rubalcaba

La seguridad nacional es un hervidero. Rubalcaba tiene un cabreo feroz por lo ocurrido en el CNI, donde se ha renovado al actual director, Alberto Saiz, que es un hombre de Bono. Este ninguneo ha sentado como un tiro al ministro de Interior, que ha comenzado a jugar por su cuenta. La caída del número tres de ETA es la prueba. La decisión de que fuera la Policía la que detuviera a Julen Martitegi ha sido premeditada. Un golpe bajo a Alberto Saiz. Se espera otro todavía más gordo en estos días: ¿ha dado la orden ya Rubalcaba a la Policía de capturar a Josu Ternera?
Rubalcaba apareció satisfecho antes las cámaras. La Policía Nacional había atrapado al número tres de ETA, el jefe militar de la banda terrorista. El ministro del Interior apareció con una sonrisa de oreja a oreja enseñando la cabeza cortada del etarra Julen Martitegi. Y es que no sólo había caído un importante terrorista, sino que Rubalcaba devolvió el golpe recibido con la imposición en el CNI de Alberto Saiz, más cercano a la Guardia Civil que al cuerpo de la Policía. Además, esto ponía un poco de calma a los ataques al Cuerpo propinados por el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido.

Saiz y Casinello, dos enemigos dentro de 'la casa'

En la intrahistoria de esta detención está la "casa de los líos" de la carretera de La Coruña. La sede de los servicios secretos españoles es una caldera que hierve a borbotones. Rubalcaba no quería que a Saiz se le renovara en el cargo. Y tiene razones de peso para defender su posición. Sobre todo, el ministro ha argumentado a Zapatero que la mitad del CNI no le quiere de jefe. Los 'díscolos' ya han comenzado a agruparse en torno al ahora postergado Agustín Casinello.

La lucha entre ambos es conocida. Fue tras el atentado de Afganistán de finales de 2008, en el que fueron asesinados dos miembros del Ejército español, el que puso de manifiesto las discrepancias. Su máximo responsable, Agustín Casinello, máximo reponsable de la División de Inteligencia Contraterrorista, fue destituido por el director general del Centro, Alberto Sáiz, al detectarse un «déficit continuado» de información en la zona de Afganistán que, según filtraban fuentes del CNI, habría tenido consecuencias directas en la comisión del atentado.

Las cacerías de Alberto Saiz y el Rey

Alfredo Pérez-Rubalcaba tiene un disgusto enorme. El ministro quería que Saiz fuera sustituído por una persona "más competente". El actual director del CNI no sabe idiomas y, lo peor según creen en el departamento de Interior, es que está repitiendo "el esquema Manglano". Es decir, "mucho chascarrillo, juego sucio contra la Policía, pinitos en la lucha contra ETA y -lo más folclórico pero que daña mucho la imagen de 'la casa'- sus cacerías con el Rey". Con don Juan Carlos y con Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola.

"El CNI nunca ha estado peor. Ni más desmotivado, ni más desmoralizado el personal. Alberto Saiz manda inquisitoriamente. A los altos cargos los cambia continuamente. Lleva tres secretarias generales y tres directores de Inteligencia en menos de 5 años. Es el peor que hemos tenido y se está aprovechando del Centro y de sus presupuestos en su propio beneficio".

Era Antonio Rubio, en el diario El Mundo, el que sacaba a reluciar estas críticas de algunos directivos y altos cargos del Centro Nacional de Inteligencia. De hecho, muchos agentes dicen sentirse utilizados a su antojo por el director de los servicios secretos. "Cada vez que viaja al extranjero con motivo del encuentro o jornadas de trabajo relacionadas con los servicios secretos se lleva su escopeta o rifle y aprovecha para pasar unas jornadas de caza a cuenta del erario público: gratis total", se quejan amargamente algunos agentes cansados de hacer de porteadores o secretarios de caza.

A la espera del "gran golpe" de Rubalcaba

Fuentes internas del Cuerpo Nacional de Policía consultadas por Periodista Digital dan por seguro que la decisión de Rubalcaba de primarles en la detencion del jefe de ETA, tiene que ver con el acercamiento del CNI a la Guardia Civil. El desquite de Rubalcaba por la imposición de Alberto Saiz.

Al jefe militar de ETA lo tenían vigilado hace mucho tiempo, porque su contacto en España, el que fue a entrevistarse con él, era vigilado día y noche.

"Lleva en su coche más balizas que un emisor de telefónica".

Ahora, aseguran estas mismas fuentes, "se espera un gran golpe en breve y podría ser la caída de alguien gordo, tipo Josu ternera, a quien Saiz quiere mantener libre, -para usarlo como negociador (el ultimo japones que sube al barco a firmar la paz)- y Rubalcaba, harto de que se la jueguen, puede meter ya entre rejas".

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