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El Apocalipsis según Kim Jong-il |
Condenado por el Consejo de Seguridad de la ONU, presionado y aislado por las potencias mundiales, el régimen de Pyongyang, en total soledad, sigue desafiando al "mundo occidental" con su impredecible arsenal nuclear (por ahora fuera de control), cuya capacidad de destrucción real es tan difusa como la estrategia internacional que lo mantiene como un "gran mendigo asiático" sentado sobre un polvorín atómico.
Corea del Norte, desafiante ante la condena internacional de su último ensayo nuclear, disparó el martes dos misiles de corto alcance desde su costa oriental y acusó a EEUU de conspirar contra su Gobierno.
A su vez, en una decisión que posiblemente aumentará aún más la tensión en la zona, Corea del Sur advirtió que se unirá a una iniciativa liderada por EEUU para interceptar embarcaciones sospechosas de transportar armas de destrucción masiva, hecho que Pyongyang ha señalado que lo consideraría ya como una declaración de guerra.
La agencia de noticias surcoreana Yonhap citó a una fuente del Gobierno en Seúl diciendo que el Norte había probado un misil tierra-aire y uno tierra-mar desde su costa este. Los misiles tenían un alcance de unos 130 kilómetros.
Antes del más reciente ensayo, Corea del Norte se quejó -en un comunicado difundido por la agencia oficial KCNA- de que la "política hostil" de Estados Unidos hacia Pyongyang no había cambiado.
Y amenazó: "Nuestro ejército y nuestro pueblo están totalmente preparados para la batalla (...) contra cualquier intento imprudente de EEUU de realizar un ataque preventivo".
Una de las columnas vertebrales del país son sus fuerzas armadas, compuestas por 1.127.000 efectivos, según datos de 1993 y otras fuerzas revolucionarias entre las que se destacan la Guardia Roja de Campesinos, con 3.800.000 efectivos y las Tropas de Seguridad que dependen del Ministerio de Seguridad Pública y cuentan con 115.000 efectivos.
A última hora del lunes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se comunicó con los líderes de Japón y Corea del Sur para garantizarles el compromiso de Washington con la seguridad en el noreste de Asia.
Obama aseguró a su homólogo surcoreano, Lee Myung-bak, el "compromiso inequívoco" de Washington con la defensa de Corea del Sur tras la prueba nuclear norcoreana.
Estas conversaciones ocurrieron luego de que el Consejo de Seguridad de la ONU realizara una reunión de emergencia en la que los países miembros manifestaron su oposición y su condena a las pruebas nucleares norcoreanas.
La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Susan Rice, dijo que la Casa Blanca quería que la resolución en la que trabajaba el Consejo incluyera "fuertes medidas" contra Corea del Norte.
"EEUU piensa que se trata de una grave violación del derecho internacional y de una amenaza a la paz y la seguridad tanto regional como internacional", afirmó Rice.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, dijo a la prensa que los nuevos ensayos nucleares norcoreanos violaban claramente la Resolución 1718 de Naciones Unidas, que impone sanciones a Pyongyang luego de que realizara su primera prueba.
Mientras que su par británico, John Sawers, explicó que el Consejo de Seguridad decidió actuar en dos etapas, primero emitiendo un comunicado "condenando enérgicamente la actitud norcoreana de realizar más ensayos nucleares".
"Además, ya empezamos a trabajar en una resolución del Consejo de Seguridad para mantener la paz y la seguridad internacional", añadió el diplomático.
La corresponsal de la BBC en la ONU, Laura Trevelyan, dijo que ahora la gran pregunta es qué tipo de sanciones acordará Naciones Unidas contra Corea del Norte y si serán efectivas para lograr que ese país, considerado imprevisible, vuelva a la mesa de negociaciones sobre el desmantelamiento de su programa nuclear.
Según Trevelyan, cabe la posibilidad de ampliar medidas existentes como los castigos económicos contra empresas norcoreanas involucradas en el desarrollo de armamento.
Por su parte, los gobiernos de Asia y Europa condenaron este martes el ensayo nuclear realizado por Corea del Norte durante la reunión ministerial del ASEM (Reunión de Ministros del Exterior de la Región Asia-Europa), que ha congregado a una treintena de ministros de Asuntos Exteriores en Hanoi los últimos dos días.
"Teniendo en cuenta la necesidad de mantener la paz y estabilidad en la región y el régimen internacional de no proliferación, los ministros condenan el test nuclear llevado a cabo por Corea del Norte el 25 de mayo, que constituye una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", dice el comunicado firmado por los asistentes.
"Los ministros instan firmemente a Corea del Norte a que no lleve a cabo ningún ensayo nuclear más y cumpla debidamente con las resoluciones y decisiones de la ONU", añade el texto de la novena reunión ministerial del ASEM.
Históricamente, Corea del Norte recibió ayuda externa de la URSS y de China, las dos superpotencias comunistas, y en menor cantidad, de los otros países del sector comunista, y siguió su modelo de industrialización, dando lugar a la industria pesada y a la de bienes de capital, dejando fuera la industria ligera.
Actualmente, y luego de la caída de la URSS y de la conversión de China al sistema capitalista, Norcorea tiene una economía planificada al estilo soviético, padece una crisis y una hambruna sin precedentes, principalmente como consecuencia del bloqueo económico de Europa y EEUU, mientras que las relaciones económicas con el resto del mundo son mínimas y el país subsiste recibiendo ayuda alimenticia de la ONU.
La crisis económica declarada (tras la caída de la Unión Soviética) en los países de la Comunidad de Estados Independientes -heredera de la URSS-, que eran los principales socios comerciales de Corea del Norte, y el posterior colapso de la URSS agravaron las dificultades financieras del régimen de Pyongyang. El país se quedó sin recursos para mantener su maquinaria agrícola y sus fábricas de fertilizantes.
En el año 2008, el Programa Mundial de Alimentos (PMA), estimó que un 40% de la población norcoreana (unos 8,7 millones de personas), necesitaría ayuda alimentaria desde ese año en adelante y previó que entre los años 2008 y 2009 pudo haber un déficit de 837.000 toneladas de cereales, según un estudio conjunto con la FAO.
Se estima que entre los años 1995 y 1999, entre uno y dos millones de personas fallecieron por falta de alimentos en Corea del Norte. A finales de 1998, UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA), publicaron el primer estudio científico de la falta de alimentos que sufre Corea del Norte. El 60% de los niños menores de siete años estaban “atrofiados” física o mentalmente debido a la desnutrición, que data de mucho antes de la crisis.
Su actual líder, Kim Jong-il es comandante supremo del ejército, presidente de la Comisión de Defensa Nacional y jefe del comité militar del Partido de los Trabajadores de Corea, pero hasta julio de 1995 no había asumido formalmente la jefatura del Estado y del partido que quedaron vacantes a la muerte de su antecesor Kim Il Sung. El órgano máximo del Estado es la Asamblea Popular con 541 miembros.
En octubre de 2006 Corea del Norte hizo explotar su primera bomba nuclear, a pesar de las notables amenazas que en ese sentido había recibido, por parte de EEUU y de las potencias aliadas.
Hay que aclarar que el programa nuclear de Irán o las ojivas en manos de Corea del Norte, no preocupan a EEUU por su capacidad masiva de destrucción sino por el nivel de "crisis nuclear" que puede desatar a escala planetaria.
Irán y Corea del Norte, a diferencia de la antigua disputa de las potencias en la "guerra fría" (EEUU, URSS, China) por la posibilidad de descargar un primer golpe (first strike) contra el enemigo, recrean el peligro de un estallido nuclear "fuera de control" que podría alcanzar a cualquier ciudad europea, estadounidense o israelí.
En julio de 2006, Pyonyang lanzó siete misiles de prueba, incluyendo el Taepodong-2, que según los analistas, podría hipotéticamente alcanzar la costa oeste de EEUU.
El lunes, Corea del Norte volvió a calentar el tablero mundial con un nuevo ensayo nuclear que generó la reacción inmediata de EEUU y de las potencias, quienes convocaron de urgencia una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para ese mismo dia.
Siguiendo la misma pauta que durante el ensayo de 2006, el régimen de Pyongyang primero "advirtió" con el lanzamiento de un cohete de larga distancia, y el domingo a la noche (cuando nadie lo esperaba) realizó un segundo ensayo nuclear que desató una conmoción a nivel mundial.
Desde la crisis desatada por el experimento nuclear norcoreano, en septiembre de 2006, Washington aumentó las presiones y consiguió que la ONU aplicara duras sanciones económicas contra Pyongyang.
Finalmente el gobierno de Kim Jong-Il accedió en 2007 a negociar el desmantelamiento de sus usinas nucleares a cambio del levantamiento de las sanciones y resarcimiento económico, lo que fue aceptado por EEUU.
Las negociaciones para la "desnuclearización" norcoreana fracasaron debido a que el régimen de Pyongyang se niega a revelar sus programas y número de armas, en tanto que EEUU busca obtener la información completa no sólo sobre el número de dispositivos, sino también respecto al lugar de su producción y almacenamiento.
Este martes, convertido en un gran mendigo asiático acosado por la hambruna, y sentado sobre un polvorín nuclear, el régimen de Pyongyang sigue desafiando a los poderes mundiales del sistema capitalista.
Para algunos Kim Jong-il, su líder indescifrable, es un dinousario de la Guerra Fría tratando de sobrevivir y conseguir comida para su pueblo a cualquier costo, para otros, es una muestra viviente de que el Apocalipsis nuclear podría venir de la mano de un ojiva de Corea del Norte.
Por ahora, son sólo juegos de guerra escenificados en el terreno de la disuasión.
Pero Kim Jong-il no juega con fuegos artificiales, juega con misiles nucleares.
Y nadie parece tener conciencia real de lo que puede hacer una sóla ojiva con un poder de destrucción equivalente a dos veces la bomba de Hiroshima en manos de un desesperado acosado por la hambruna y el aislamiento internacional.
(continue)
Como dice un experto: El aislamiento y la condena a Corea del Norte, demuestra que el sistema capitalista es un zombi que hace equilibrio sobre brasas nucleares.

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, memoria, multitud, politica, violencia.
Este mismo lunes se puede encontrar uno: en un solo día, Corea del Norte hizo estallar su segundo artefacto nuclear en tres años y, en las mismas horas, hizo disparos de prueba con tres misiles tierra-aire lo que constituye una asombrosa flexión de músculo militar para una de las naciones más pobres del planeta.
Es verdad, aún falta determinar el resultado de estas pruebas, algo que puede demandar hasta tres semanas, según los expertos. Eso es lo que se tardó en 2006 cuando en Occidente se llegó a la conclusión de que aquella explosión subterránea controlada había sido un fracaso parcial (parte del explosivo no estalló).
Aquella prueba fue modesta, apenas un kilotón; un monto primitivo si se tiene en cuenta que las dos bombas que iniciaron la era del temor atómico -las que cayeron sobre Hiroshima y Nagasaki- fueron de entre 15 a 23 kilotones.
Es curioso que en una época en que los satélites pueden tomar desde el espacio exterior fotos en las que imprimen el color de ojos de cualquier transeúnte desprevenido, un régimen primitivo como el de Pyonyang sea capaz de guardar secreto sobre la esencia de su proceso de decisión. Corea del Sur -y especialmente su bolsa de valores- dieron indicios claros de haber sido, al menos, parcialmente sorprendidos por las acciones de su vecino del norte.
Toda esa sorpresa parece haber descontado los indicios que sugerían que los generales de Kim Jong-il estaban a punto de volver a las andadas. En diciembre pasado, Corea del Norte decidió interrumpir el proceso de negociación con Estados Unidos y cinco estados europeos que ya le había permitido rehacerse de algunos de los depósitos congelados en bancos internacionales.
Si la negociación hubiera continuado Corea del Norte estaría hoy cerca de recibir ayuda internacional, especialmente energética y alimentaria. En Corea del Norte solo la dirigencia del régimen y su poderoso ejército están en condiciones de asegurar que están bien alimentados. El resto del país orilla cada tanto una hambruna de proporciones épicas.
Pyonyang adujo entonces que Washington se negaba a abandonar sus "políticas criminales" contra Corea del Norte. Pero, claro, para esto las inspecciones internacionales deberían haber comenzado y la continuidad de cualquier programa bélico de armas de destrucción masiva se hubiese vuelto muy difícil de seguir estando bajo camuflaje.
Ahora veamos las razones que el estallido de cada acción de Corea del Norte produce en la prensa internacional que suele explicar todo según un único eje: el de la disputa de Corea del Norte con Estados Unidos.
En la segunda mitad del año pasado Kim Jong-il, de 68 años, sufrió un serio episodio de salud (otra vez la oscuridad, nadie sabe la naturaleza real del ataque que padeció) y esto ha puesto al régimen en un nuevo curso de velocidad para consolidar una sucesión.
La especulación que hacen los más conocedores es que el sucesor será el más joven de los tres hijos (conocidos) del líder: Kim Jong, uno que aún no ha cumplido 30 años.
La línea más dura del régimen lleva un año demandando que se interrumpa toda negociación con Occidente. Uno de ellos, desconocido hasta para los propios coreanos del norte, el general Kim Yong-chol, ha comenzado a hacer pública esta demanda, algo que no es frecuente entre los uniformados de Kim que no suelen soltar su lengua en público. Mostrar firmeza militar en tiempos inciertos de cambio puede no ser, en este caso, demasiado inteligente, pero nadie puede decir que no es un recurso frecuentemente visto.
Oscar Raúl Cardoso
Clarín
El presidente de EEUU, Barack Obama, acordó ayer con los líderes de Japón y Corea del Sur conseguir que la ONU imponga sanciones más severas en lo que concierne a Corea del Norte. No obstante, las posiciones de Moscú y Pekín, que gozan del derecho a vetar la resolución de la organización, pueden ser decisivas.
Rusia a través de su embajador ante la ONU, Vitali Churkin, declaró que la "solución de los problemas nucleares en la Península Coreana" puede ser alcanzada sólo mediante la diplomacia continuando con las negociaciones sextipartitas. "Ya hemos recibido una lección por haber aplicado sanciones severas. Los norcoreanos reaccionan a ellas con más endurecimiento", destacó el diplomático ruso.
La clave para resolver el problema nuclear con Corea del Norte la tiene China que es el país que suministra el combustible, alimentos y otros recursos vitales sin los que la economía de ese país no subsistiría. Pero esperar que Pekín se decida a hacer esto en contra de su ex aliado en la guerra coreana es también muy difícil. A China no le conviene la caída de Kim Chin Ir. La reunificación de las dos Coreas significaría para China tener nuevamente en sus fronteras un nuevo centro de fuerzas muy vinculado con EEUU.
Según el director del Centro de Investigaciones sobre Corea, Alexandr Zhebin, estos últimos acontecimientos no son nada prometedores para Rusia, puesto que en Japón existen círculos dispuestos a provocar a Corea del Norte con el fin de deshacerse de su constitución que estipula el carácter pacífico de su país y optar por la variante nuclear. EEUU podría emplazar su escudo antimisiles en el Lejano Oriente muy cerca de las fronteras de Rusia, lo que sería un problema más para ésta. Las reales pruebas nucleares y lanzamientos de misiles de Corea del Norte son más peligrosos que los misiles de Irán.
Nezavisimaya Gazeta
Vremia Novostei
Moskovski Komsomolets
El documento, entregado el pasado miércoles a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EEUU, Rusia, China, Francia y Reino Unido), contempla prohibir vuelos aéreos a Corea del Norte y desde este país, congelar las cuentas bancarias en el extranjero de los dirigentes norcoreanos y de varias compañías locales y embargar, además de suministros de armamento pesado (medida incluida en la resolución anterior), las ventas de armas ligeras, precisaron las fuentes.
Según las fuentes, el proyecto de resolución también insta a Corea del Norte para que renuncie a nuevos ensayos nucleares, permita el acceso de los inspectores internacionales a sus instalaciones nucleares y se reincorpore a las conversaciones a seis bandas sobre el problema nuclear en la península de Corea.
El borrador surcoreano se discutirá este jueves por la tarde en Nueva York durante la segunda ronda de las consultas con la participación de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, Japón y Corea del Sur.
Los embajadores de Rusia y de EEUU ante la ONU, Vitali Churkin y Susan Rice, se negaron la víspera a comentar las propuestas japonesas, mientras el canciller ruso, Serguei Lavrov, al destacar ayer que la ONU debe asumir una postura firme, planteó la necesidad de crear condiciones, a través de la futura resolución, para reanudar las conversaciones a seis bandas.
"Es improcedente imponer un castigo a Corea del Norte sólo para castigarla", enfatizó Lavrov e insistió en resguardar el régimen de no proliferación, teniendo presente que las negociaciones son la única vía para dar solución al problema.
Corea del Norte realizó el pasado lunes una prueba nuclear subterránea. Militares rusos estiman que el artefacto tenía una potencia entre 10 y 20 kilotones (un kilotón equivale a 1.000 toneladas de TNT). Además, según algunas fuentes, Corea del Norte efectuó en los últimos días varios lanzamientos de prueba de misiles con alcance de hasta 160 kilómetros.
La resolución 1718, aprobada el 14 de octubre de 2006 tras primer ensayo nuclear norcoreano, prohibe a Corea del Norte realizar ensayos nucleares y lanzamientos de misiles balísticos e insta a las autoridades de Pyongyang a reintegrarse al Tratado de No Proliferación Nuclear, abandonado por Corea del Norte en 2003.
"La postura de Rusia sobre el contenido concreto (del proyecto de resolución de la ONU sobre Corea del Norte) se basará en dos principios clave", dijo Lavrov en una rueda de prensa celebrada este miércoles en Moscú.
Según Lavrov, el Consejo de Seguridad de la ONU debe asumir una postura firme y "elaborar las medidas que ayuden a prevenir el deterioro ulterior del régimen de no proliferación nuclear".
El segundo principio, indicó el ministro, consiste en crear condiciones, a través de la futura resolución, para reanudar las conversaciones a seis bandas.
"Es improcedente imponer un castigo a Corea del Norte sólo para castigarla", destacó Lavrov e insistió en la necesidad de resguardar el régimen de no proliferación, teniendo presente que las negociaciones son la única vía para dar solución al problema.
Según fuentes diplomáticas, durante las consultas, celebradas ayer en la ONU con la participación de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EEUU, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia) y diplomáticos de Japón y Corea del Sur, "se discutieron diversas versiones de una resolución que contempla nuevas sanciones contra Corea del Norte".
No obstante, los países miembros del Consejo de Seguridad reúsan utilizar el vocablo "sanciones" en referencia a la futura resolución.
Corea del Norte realizó el pasado lunes una prueba nuclear subterránea. Militares rusos estiman que el artefacto tenía una potencia entre 10 y 20 kilotones (un kilotón equivale a 1.000 toneladas de TNT). Además, según algunas fuentes, Corea del Norte efectuó en los últimos dos días al menos cuatro lanzamientos de prueba de misiles con alcance de hasta 160 kilómetros.
La resolución 1718, aprobada el 14 de octubre de 2006 tras primer ensayo nuclear norcoreano, prohibe a Corea del Norte realizar ensayos nucleares y lanzamientos de misiles balísticos e insta a las autoridades de Pyongyang a reintegrarse al Tratado de No Proliferación Nuclear, abandonado por Corea del Norte en 2003.
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