«« | »» |
Preparan escenario invasión de Pakistán |
Voz de "alarma" de Hillary Clinton
Talibanes a punto de controlar Pakistán
EEUU prepara el escenario para una invasión
En lo que algunos analistas caracterizan como una "preparación de escenario" para una invasión militar de EEUU a Pakistán, Hillary Clinton advirtió de que el país "puede caer en manos de los extremistas", que ganan según EEUU terreno e imponen su ley en lugares estratégicos. Washington estaría creando una sensación de "peligro inminente" y de "impotencia del gobierno pakistaní" para justificar una operación militar contra ese país. Washington presiona al gobierno de Islamabad para obligarlo a un nuevo pacto que le permita cerrar su objetivo de ocupación militar en el enclave estratégico de la frontera Afganistán-Pakistán.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, advirtió de que Pakistán "está en peligro" de caer en manos de los talibanes por el recrudecimiento de la actividad de los "terroristas" en ese país.
Clinton "advirtió" en el Senado de EEUU que los extremistas islámicos ganan terreno más allá de las provincias tribales y se acercan hasta Islamabad, capital paquistaní.
Según publica The New York Times, esta semana ha caído en manos de los talibanes uno de los distritos más importantes y estratégicos del país, Buner, donde residen alrededor de un millón de personas.
Buner, a unos 100 kilómetros de Islamabad, es puerta de entrada a Mardan, la segunda ciudad más grande en la Provincia de la Frontera del Noroeste. En Buner, los talibanes han establecido un control efectivo y estratégico que pone de manifiesto la incapacidad del Gobierno y el Ejército para detenerlos, señala el Times.
El gobierno pakistaní, a su vez, reconocen el avance talibán y la falta de resistencia ante los cada vez más numerosos extremistas que "están en todas partes", dicen fuentes oficiales citadas por la prensa pakistaní.
Algunos al tos funcionarios gubernamentales se han visto obligados a abandonar el distrito, dicen los medios locales.
La televisión paquistaní muestra a los talibanes patrullando por las calles e imponiendo su ley bajo la fuerza de las armas. "Han tomado Buner, luego irán a por Mardar y eso será el final del juego", reconoce un alto cargo provincial en declaraciones al The New York Times.
La semana pasada los talibanes impusieron la sharía (ley islámica) en el valle del Swat, región al noroeste y fronteriza con Afganistán, después del "acuerdo de paz" con el Gobierno.
Los rebeldes se alzaron en armas en Swat a finales de 2007, y Washington, aduciendo la "debilidad" del gobierno, dice temer que el levantamiento "terrorista" se expanda por todo el país en un efecto encedenado.
Segun la CNN, Hillary Clinton afirmó en el Senado que EEUU teme la "desintegración" del Estado pakistaní, y advirtió el miércoles que el Gobierno de Alí Azif Zardari ha fracasado en sus políticas para combatir a los talibanes, según publica la cadena CNN.
"Creo que no podemos infravalorar la seriedad de una amenaza existente en el Estado de Pakistán por el avance terrorista, ahora están a unas horas de Islamabad", señaló Clinton ante el Comité de Asuntos Exteriores.
En su primera presentación ante los legisladores desde que es secretaria de Estado, Clinton aseguró que el objetivo primordial de la Administración de Obama es "combatir a Al Qaeda" en la región, tanto en Pakistán como Afganistán, y pidió redoblar el esfuerzo militar y civil en la zona. Clinton llegó a calificar el problema paquistaní como "amenaza global".
Tras los ataques "terroristas" en Bombay, en diciembre pasado, Washington (todavía con Bush en la Casa Blanca) utilizó los patrones de costumbre: La CIA señaló como autor del atentado a un grupo islámico pakistaní, la India (aliada de la maniobra) lanzó el involucramiento del gobierno de Pakistán en la operación, y la Casa Blanca cerró el círculo intimando a Islamabab a una mayor cooperación en la persecución y el exterminio de los grupos talibanes que operan en su frontera con Afganistán.
De esta manera, aparecía -según los expertos- uno de los objetivos encubiertos centrales del exterminio "terrorista" en la India: Romper la reticencia del gobierno pakistaní a colaborar y preparar con EEUU el terreno para una ocupación militar de la frontera con Afganistán donde se encuentran las bases centrales de la resistencia talibán.
La estrategia de Obama aprobada en la última cumbre de la OTAN, hace dos semanas, reafirmó una tendencia ya probada: La "guerra contraterrorista" en Afganistán no fue una política coyuntural de Bush y los halcones neocon, sino que expresa una estrategia global del Estado imperial norteamericano que cuenta con una clara línea de aceptación y apoyo entre sus socios sionistas de la Unión Europea.
De los escenarios de conflicto predominantes, la guerra de ocupación en Afganistán y su impacto en el vecino Pakistán, sobresale nítidamente como el frente más "peligroso" para el eje ocupante EEUU-OTAN, cuyas tropas se encuentran sometidas a una feroz y sangrienta contraofensiva de los talibanes que ya controlan el 72% de Afganistán.
Sin la mano dura de Musharraf, atacado por un vacío de poder ascendente, metido en un espiral de crisis económica, y con una escalada indetenible de violencia y atentados en las grandes ciudades, Pakistán, un resorte geopolítico-militar clave en la estrategia regional de Washington y un aliado invalorable en el marco de la disputa con Rusia e Irán, comienza convertirse en un dilema difícil de resolver para los halcones de la Casa Blanca.
Obama tiene a Pakistán y a Afganistán como sus principales prioridades en política exterior, y con la continuidad de Gates en el Pentágono y con el nombramiento de Hillary Clinton al frente del Departamento de Estado ratificó su idea de "no innovar" y continuar con la política de los halcones republicanos.
Pakistán, un aliado estratégico clave de EEUU, es un país en crisis y en "guerra permanente", y en este escenario -afirman las usinas conservadoras- resulta suicida dejar el país en manos de políticos débiles y divididos.
Cuando se habla de Pakistán, se habla de Afganistán: Una frontera por donde -en la visión de Washington- se infiltra la "guerra contraterrorista" en el gigante islámico con dientes nucleares.
El eje de la nueva estrategia de EEUU para Afganistán presentada hace dos semanas por Obama a sus socios europeos de la OTAN, incluye envío de más soldados adicionales a ese país, y sitúa su objetivo central en la destrucción de Al Qaeda y de sus bases "terroristas" diseminadas en la frontera con Pakistán.
El viejo plan archivado de Bush de ocupar militarmente las zonas de Pakistán en "peligro" -según lo rescata Hillary Clinton- parece reciclarse con las advertencias estadounidenses de que el país está a punto de ser tomado por los talibanes.
Una vez que asumió Obama ha puesto reiteradamente de manifiesto su creciente "preocupación" ante lo que denomina el "fuerte avance del extremismo islámico en Pakistán", un gigante con bomba nuclear aliado de Washington en la lucha contra los talibanes.
Hillary Clinton acusó el miércoles al Ejecutivo paquistaní de "ceder más y más territorio" a los insurgentes y los talibán y de no estar haciendo suficiente contra estos grupos.
"Creo que no podemos subrayar más la seriedad" de este asunto, dijo. La secretaria de Estado advirtió de que "un grupo de terroristas y otros individuos que intentan derrocar el Estado paquistaní" están ahora "a sólo unas horas" de viaje de Islamabad.
El embajador paquistaní en Estados Unidos, Husain Haqqani, descartó de plano la posibilidad de que los talibán lleguen a controlar la capital y negó que el acuerdo de paz en Swat signifique que el Gobierno ya no asume sus responsabilidades para con el pueblo paquistaní.
Haqqani rechazó la idea que, a su juicio, difunden los medios de comunicación de que Pakistán se enfrenta a una situación en la que podría capitular ante el avance de los combatientes talibán y éstos tomarían el poder como hicieron en Afganistán en la década de los años noventa.
Según The Washington Post, Hillary Clinton y el Departamento de Estado están creando una sensación de "peligro inminente" y de impotencia del gobierno pakistaní para detener el avance taliban, como un escenario de justificación de una inminente invasión militar a ese país.
Para EEUU y las usinas conservadoras de EEUU, Pakistán, también en frontera con Irán, es una extensión natural del combate contra el terrorismo en Afganistán, metido en la geografía de los corredores energéticos y del conflicto en el Cáucaso.
Washington presiona al gobierno de Islamabad para obligarlo a un nuevo pacto que le permita cerrar su objetivo de ocupación militar en el enclave estratégico de la frontera Afganistán-Pakistán.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, medios, multitud, politica, violencia.
Independent, Londres:
“En vista de los informes sobre los avances de los talibanes, el futuro de Pakistán como democracia y Estado unitario está en peligro. No hay razón para optimismo en cuanto al futuro inmediato de Pakistán. El presidente de EE. UU., Barack Obama, ha dicho claramente que ve a Pakistán como país clave para la estabilidad –actualmente la inestabilidad– de la región. Con el nombramiento del experimentado diplomático Richard Holbrooke como Enviado Especial para Afganistán y Pakistán demuestra que toma en serio ese problema. Obama resalta también que el poder militar no puede ser la única respuesta en esos países. Los programas de ayuda que quiere poner a disposición de Pakistán, particularmente para el sistema educativo, son un buen comienzo”.
Condenado a desintegrarse
Le Figaro, París:
“Que los talibanes se hallen hoy a menos de 100 kilómetros de Islamabad, la capital de Pakistán, no es ninguna casualidad. Pakistán está condenado a desintegrarse. El poder civil no está a la altura de los sucesos y las fuerzas armadas, el único factor de poder en el país, están divididas. Una gran porcentaje de militares no está dispuesto a luchar contra una parte de la población o a llevar adelante una guerra contra grupos combatientes que los propios militares han formado. El peligro de un colapso de Pakistán toma formas concretas. Antes de que los talibanes asuman el poder en este país con armas atómicas, sería bueno hallar una respuesta adecuada”.
Prácticamente feudal
Nepszabadsag, Budapest:
“Por alguna razón inescrutable, Pakistán no está en condiciones de transformarse a sí mismo. Las inmensas tensiones dentro de una sociedad prácticamente feudal adquieren formas cada vez más insoportables. Nadie puede sorprenderse entonces de que los islamistas conquisten a gente que vive en la miseria y la ignorancia con la consigna y la práctica de la “justicia”, tal como lo hacen también Hamás en Palestina y Hisbolá en Líbano. Lo especial de esa política es en todos los casos el antiamericanismo. Esas fuerzas lo impulsan, despertando la impresión de que a la “justicia islamista” sólo es impedida por los gobiernos pro norteamericanos”.
Autor: PK/dpa
Editor: Enrique López Magallón
"Cambiar los paradigmas y la mentalidad no es fácil, pero creo que se está generando una conciencia, no sólo en las autoridades paquistaníes sino en la población general, de que la insurgencia que se aproxima cada vez más a las principales ciudades representa una amenaza", precisó la jefa de la Diplomacia estadounidense, un día después de que denunciase que el Gobierno está cediendo cada vez más territorio a los insurgentes.
Oportunidad
En ese sentido, explicó que el enviado especial de Estados Unidos para Pakistán y Afganistán, Richard Holbrooke, mantuvo conversaciones "desagradables y específicas" con una amplia gama de paquistaníes sobre la necesidad de actuar más contundente contra la insurgencia.
"Se nos ha presentado (a Estados Unidos) una oportunidad muy significativa para colaborar con Pakistán y darles el apoyo necesario para que cambien de mentalidad y actúen con mayorvigor contra esta amenaza", recalcó Clinton quien añadió que no bastaba con promesas, sino que simplemente había que hacerlo, según informaciones recogidas por Geo Tv.
Fuentes de la Casa Blanca anunciaron ayer que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunirá en Washington a principios del próximo mes con sus homólogos afgano y paquistaní, Hamid Karzai y Asif Ali Zardari, respectivamente, para buscar soluciones al aumento de la violencia en la región.
Cuando el miedo se extendía en Islamabad ante la proximidad de los militantes fundamentalistas instalados en Buner y sus voceros aseguraban que tomarían la capital si la "sharía" o justicia islámica no se extendía a todo el país, Kayani habló ayer para marcar el campo de juego desde Rawalpindi. Al mismo tiempo, el Ejército hablaba de una "inminente operación militar " en Swat, el idílico valle controlado por los talibán, donde el gobierno de Asif Alí Zardari aceptó la "sharía" en nombre de un acuerdo de paz, hoy en peligro y cuestionado en las últimas 48 horas por todos los que lo firmaron previamente, ante el temor de un control talibán del país.
"El Ejército no permitirá a los militantes dictar sus términos al gobierno o imponer sus formas de vida sobre la sociedad civil en Pakistán", dijo el jefe del Ejército, comandante de una fuerza de 1 millón y medio de hombres.
Antes de que Kayani hablara, el gobierno amenazaba ayer por la mañana a los talibán "con actuar", si no respetaban el acuerdo de paz para el valle de Swat. Exigía su retiro inmediato del distrito de Buner, donde los militantes patrullaban armados y aterrorizaban a las mujeres con sus órdenes de verlas en burqa y no las dejaban salir si no estaban acompañadas por un varón de la familia.
Más tarde, el general Ashfaq Kayani consideró que el retiro del ejército de Swat era "una pausa" para dar una posibilidad a las fuerzas de la reconciliación. Pero que "no debería ser considerada una concesión a los militantes". Cuando desde Londres y Washington sonaban las alarmas ante el avance talibán y sus chances de controlar la capital paquistaní y Hilarry Clinton lo bautizaba "una amenaza global", el jefe de Ejército paquistaní dijo que "los pronunciamientos por los poderes de afuera elevando dudas sobre el futuro de Pakistán son condenables" y que "un país con 170 millones de personas fuertemente apoyado por el Ejército es capaz de manejar cualquier crisis".
El ex primer ministro Nawaz Sharif, quien era visto como demasiado pro islámico por EE.UU. hasta hace poco, está cambiando rápidamente su imagen frente a los países occidentales. Sharif pidió al gobierno que convoque a "una conferencia nacional para encontrar consenso" frente a la insurgencia talibán, el terrorismo, la autonomía provincial, la insurrección en Baluchistán y la crisis económica en el pais. En ella se debe incluir a los militares, la justicia, la sociedad civil, los lideres baluches y los partidos políticos. Pero el ex premier evadió precisiones cuando se le preguntó si los talibán que están peleando contra el Estado en la zona tribal debían ser convocados o no. India pidió ayer al gobierno paquistaní "controlar a los talibán" y advirtió que "son una amenaza a la seguridad de todo el sudeste asiático", tras acusar a Pakistán de "ser el epicentro del terrorismo".
Luego de que Kayani hablara, el mullah Maulana Fazlullah, comandante en jefe talibán, ordenó a sus fuerzas desplegadas en Buner replegarse hacia Swat "en las próximas 48 horas". Esto fue al mismo tiempo en que el Ejército anunció que iniciaría una operación en la región. Pero no había militares en Buner. Los talibán patrullaban las calles anoche mientras los 100 efectivos de la policía paquistaní estaban encerrados en sus bases. No tienen poder de fuego ni vehículos para acercarse a las zonas montañosas y otras áreas donde están desplegados los talibán. Los policías han huido -bajo amenazas de muerte- o dirigen el escaso tráfico.
El Sufí Mohamad, quien consiguió el acuerdo de paz a cambio de la "sharía", se dirigía a Swat junto con representantes del gobierno para pedirle a los talibán que se retiraran de la región. Algunos informes hablaban de la infiltración por parte de los talibán de Shangla, otro distrito cercano. Los vecinos denunciaron que las patrullas talibán exigen por altoparlantes que las mujeres se cubran completamente, los hombres no se corten su barba ni manden sus hijas al colegio.
María Laura Avignolo
Clarín
«« | Inicio | »» |