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OTAN enviará más soldados a Afganistán |
Los talibán suelen aparecer en los medios como unos primitivos seres subdesarrollados que viven en el medioevo. Bueno, pues según parece, esos talibán están ganando la batalla a la súper moderna y altamente preparada OTAN con sofisticados y costosos instrumentos de matar.
¿Que decir? ¿La OTAN es más fantasía que realidad?
¿Cuestión de mala suerte? Bueno, sea como fuese, la OTAN manda otros 5 mil soldados más a ver si tienen más suerte en su invasión de Afganistán.
Otan enviará 5 mil soldados más a Afganistán
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo en Francia al término de la cumbre de la Organización del Atlántico Norte (Otan), que la alianza está decidida a completar su misión en Afganistán, después de que sus miembros ofrecieran el envío de un refuerzo de cerca 5 mil soldados.
Finalizada la cumbre celebrada en Estrasburgo, Francia, y Kehl, Alemania, Obama enfatizó durante una rueda de prensa que la Otan se quedará en Afganistán, “hasta que finalicemos nuestra misión” de garantizar la seguridad de los ciudadanos, señaló la cadena informativa BBC Mundo.
Estados Unidos acudió a la reunión, que celebró el 60º aniversario de la alianza, para solicitar un mayor esfuerzo de los países miembros en Afganistán.
“Desplegaremos los soldados que sean necesarios para respaldar el próximo proceso electoral en Afganistán”, dijo el secretario general de la Otan, Jaap de Hoop Scheffer.
La organización, según el funcionario, también se comprometió a proveer más personal que entrene al ejército y la policía de la nación asiática.
Hay más de 70 mil soldados extranjeros en Afganistán, la mayoría bajo el comando de la Otan.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, multitud, politica, violencia.
Más que todo, se trata de la estrategia de la OTAN en Afganistán, la situación y las perspectivas de cooperación con Rusia, y la elaboración de una nueva concepción estratégica de la Alianza.
Ese es uno de los objetivos de la visita a Europa del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que necesita con urgencia la ayuda del Viejo Continente para continuar la lucha contra el movimiento Talibán en Afganistán.
Los estadounidenses cuentan con que sus aliados enviarán al menos otros 4.000 soldados y armamento a Afganistán, pero los europeos se resisten.
El problema se complica porque la OTAN no tiene ninguna estrategia de acción en Afganistán y que EEUU tampoco ha expuesto un plan concreto que sirva de guía a las tropas de la OTAN en el país asiático.
Durante el pasado mes de marzo los estadounidenses y la dirección de la OTAN febrilmente intentaron buscar una salida a situación, y sacarle a algunos países de Europa al menos una promesa de que enviará más tropas a Afganistán y evitar una situación confusa durante la cumbre.
Y esto también depende de forma directa de las relaciones entre la OTAN y Rusia.
En la OTAN comprenden que sin la cooperación con Rusia y la apertura de corredores aéreos y terrestres por su territorio, será muy complicado abastecer sus tropas y en consecuencia, será más difícil obtener la victoria sobre la guerrilla Talibán.
Y contar con la cooperación de Rusia cada vez es más complicado primero que todo porque el bloque atlántico no ha renunciado a sus planes de admitir a Georgia y Ucrania, y también porque EEUU no renuncia a sus planes de emplazar el escudo antimisiles DAM en países europeos miembros de la OTAN.
De cara al sexagésimo aniversario, la OTAN se ve en ante una situación increíble. En vísperas de la cumbre todavía no se sabe quién será el nuevo secretario general de la entidad.
La mayoría de las ocasiones, el nombre del nuevo secretario de la OTAN se conocía meses antes de la fecha de retiro del funcionario de turno, y la actual incertidumbre, enrarece más la atmosfera y la imagen del bloque ante la opinión pública.
La opinión que predomina es que esta situación de incertidumbre refleja la gran contradicción que tiene la OTAN, al pretender convertirse en un bloque político- militar de dimensión global viviendo con la ideología y las tesis de la década de los años 80.
Según las informaciones más recientes, el candidato con más opción es el actual primer ministro de Dinamarca Anders Fogh Rasmussen, cuya candidatura apoya Inglaterra, Alemania y también Francia, que recientemente se reintegró en el comando militar de la OTAN.
Pero la candidatura de Rasmussen es rechazada por Turquía, país musulmán miembro del bloque. El descontento se debe a unas caricaturas alusivas a Mahoma publicadas por la prensa danesa en 2005.
Entonces e incluso posteriormente, Rasmussen rehusó a condenar a la prensa danesa. El gobierno turco, sin precisar cuáles, declaró rotundo que los países musulmanes miembros de la OTAN vetarán la candidatura de Rasmussen y según los procedimientos de la OTAN, las decisiones adoptadas se hacen por consenso.
Andrei Fediashin
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDIRÁ OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
Al mismo tiempo, 28 jefes de Estado o Gobierno culminaban el sábado una cumbre que celebraba el 60 aniversario de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) mientras cerca de 30 mil personas demandaban su disolución.
Según fuentes policiales, siete mil personas que arribarían a través de Alemania fueron bloqueadas por las autoridades de ese país y no pudieron llegar a esta urbe del este de Francia.
En la cita, con sede en esta ciudad y sus vecinas Kehl y Baden Baden, los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, de Francia, Nicolás Sarkozy, y la canciller federal alemana, Angela Merkel, hablaron de las armonías, pero el rechazo a la alianza militar se hizo notorio.
Las acciones contra la cumbre que incluían conferencias “60 años de OTAN, 60 años de amenazas contra la paz mundial”, “El impacto de la guerra en el medio ambiente” y un debate con distintos enfoques sobre un mundo sin OTAN, se dieron de miércoles a domingo.
Los ecos del continente africano también llegaron expuestos en una gran tela que decía” Es necesaria la creación de un Tribunal Internacional para juzgar los crímenes cometidos en R.D. del Congo-Tanzania de 1996 a 2009 con seis millones de muertos”.
La manifestación del sábado respondió al llamado de 600 asociaciones internacionales de 43 países, entre ellas 50 de la nación gala del colectivo Anti-OTAN-Afganistán.
“Por un mundo de paz y solidaridad, la Otan debe desaparecer”, no a la Otan no a la guerra”, disolución de la Otan, de la Alianza Atlántica, de la Alianza imperialista” “no pagaremos sus crisis, no pagaremos sus guerras” señalaban algunos carteles portados durante la marcha.
Asimismo, el rechazo amplio al reingreso de Francia al comando militar de la concertación atlantista, se evidenció aquí incluso por personalidades de diferentes tendencias políticas.
“Ni OTAN ni imperialismo francés, abajo el militarismo” y “tropas francesas fuera de Afganistán”, fueron consignas que se repitieron a lo largo de la semana.
Sin embargo, el fuego en un hotel y en un antiguo puesto de policía se convirtió en la nota negativa de la marcha pacífica que terminó con gases lacrimógenos, violencia y una decena de heridos.
Según fuentes de la Prefectura de Estrasburgo, los destrozos fueron cometidos por un grupo denominado Black Blocks, los cuales incendiaron además neumáticos, rompieron ventanas de tiendas y saquearon una estación de combustible y una farmacia, bloqueando la manifestación pacífica que estuvo obligada a retornar.
“Hicieron todo lo posible para neutralizar las protestas y crear así un ambiente de frustración entre quienes vinimos a expresar nuestro rechazo a una alianza militar que sólo trajo guerras al mundo”, dijo el Movimiento por la Paz y contra el Racismo de Francia.
Prensa Latina fue testigo del lanzamiento de piedras, los insistentes y nocivos gases lacrimógenos, y un clima de represión que igualmente afectó a policías y gendarmes, 30 mil de Francia y Alemania, de acuerdo a cifras oficiales.
Los disturbios estuvieron centrados en el lado francés del Puente de Europa, un puesto sobre el río Rin que conecta a Francia y Alemania, y por el cual transitaron este sábado los dignatarios de 28 países pertenecientes a la OTAN.
"Queremos aliados fuertes. Querríamos ver que Europa tenga capacidades militares reforzadas", dijo Obama en una conferencia de prensa con su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, tras una reunión bilateral.
Asimismo, Obama saludó el liderazgo "valiente" de Sarkozy en la OTAN. "Gracias por el gran liderazgo del presidente Sarkozy, valiente en tantos frentes", dijo. Obama agregó que Francia, el más viejo aliado de Estados Unidos, ha vuelto a tomar "un papel de liderazgo extraordinario en la OTAN".
Los retos que enfrenta la Organización del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán dominan la agenda de la cumbre que reúne este sábado a los líderes de la alianza.
El inicio de la jornada sufrió un retraso debido a que el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, recibió una llamada en su teléfono celular y dejó esperando varios minutos a Angela Merkel, la canciller alemana
Merkel debía recibirlo antes de que los jefes de Estado y de gobierno cruzaran el "Puente de Europa" que une a la ciudad francesa de Estrasburgo con la alemana de Kehl.
La víspera, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió un mejor manejo de los recursos de la organización en territorio afgano, alegando que la organización extremista al-Qaeda es una amenaza mayor para Europa que para su país.
Obama desea que las naciones europeas aporten más tropas y más fondos para luchar contra la red de Osama bin Laden pero hasta ahora no ha obtenido la respuesta que busca.
Mientras tanto, los líderes de la OTAN -que cumple su 60º aniversario- no han podido ponerse de acuerdo sobre quién será el próximo secretario general, el cargo civil de mayor jerarquía dentro de esa entidad.
La mayoría de los aliados apoyan con determinación al primer ministro de Dinamarca, Anders Fogh Rasmussen. Sin embargo, un país miembro, Turquía, se ha mostrado renuente a respaldarlo.
El recuerdo de las caricaturas
Ankara tiene entre sus reparos el hecho de que un canal de televisión que se solidariza con los kurdos transmite desde suelo danés.
Pero no es el único reparo. Rasmussen no es percibido en algunos sectores como una figura que comprenda las inquietudes de los países islámicos.
En 2006 despertó la ira de varios musulmanes, después de que se declarara a favor de la libertad de expresión durante el escándalo que se desató por la publicación de caricaturas del profeta Mahoma en un periódico danés.
Como explica el enviado especial de la BBC, Jonathan Marcus, las discrepancias en torno a quien asumirá la secretaria general es un inicio un tanto vergonzoso del encuentro. Sin embargo, los líderes parecen empeñados impedir que las diferencias eclipsen el objetivo de posicionar a la OTAN en el siglo XXI.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que los mandatarios debieron haber nombrado a Rasmussen en la cena de gala con que se le dio inicio a la cumbre.
"Ya sea que lleguemos a un consenso o no, las discusiones continuarán", dijo un vocero de la OTAN.
En otros temas, como la mejora de los lazos con Rusia y la renovación de la perspectiva estratégica de la organización, se han visto avances.
Hay expectativas de que se produzca, el próximo mes, una reunión ministerial entre la OTAN y Rusia. Sin embargo, la prioridad de la reunión es todavía la revitalización de la relación trasatlántica.
¡Muchachos! ¡Mis valientes! ¡Vamos a la guerra!
Mientras el presidente Barack Obama comienza a reducir poco a poco la guerra de Bush en Iraq, está intensificando la suya más hacia el este.
Nos dicen que será una nueva, expandida, aventura estadounidense extra-especial en Afganistán, que involucrará una vigorosa estrategia de ‘oleada’ para ‘estabilizar’ este país perpetuamente inestable.
La ‘oleada’ inicial agregará 17.000 soldados a los 36.000 que ya están en el país. Luego, durante este año, habrá una segunda ‘oleada’ de soldados de unos 17.000 más.
Se espera que esa masa de soldados sea desplegada a una serie de nuevas guarniciones que serán construidas en vastas regiones de ese Estado empobrecido, rural, en su mayoría analfabeto, de señores de la guerra, gobernado por cientos de díscolos líderes tribales fuertemente armados.
No nos dicen cuánto costará esa escalada, pero por lo menos duplicará los 2.000 millones de dólares por mes que los contribuyentes estadounidenses ya están desembolsando para la guerra afgana.
La parte extra-especial de este esfuerzo provendrá de una ‘oleada civil’ simultánea de cientos de expertos estadounidenses en desarrollo económico. “Lo que no podemos hacer”, dijo Obama en una entrevista el domingo pasado, “es pensar que, sólo un enfoque militar en Afganistán logrará solucionar nuestros problemas”.
Para conquistar los corazones (y la cooperación) del pueblo afgano, este aspecto desarrollista de la operación tratará de construir infraestructura (carreteras, escuelas, etc), crear nuevas alternativas de cultivos para llevar a míseros agricultores a abandonar la producción de adormidera, y en general mejorar el nivel de vida de subsistencia mínima del país.
Lo que Obama no ha mencionado es que, aparte de soldados y civiles, hay una tercera ‘oleada’ en su plan: contratistas militares privados.
Sí, otro ejército privatizado, como el que hay en Iraq.
Allí, proliferaron los Halliburton, Blackwater y otros aprovechadores de la guerra, estropeando el trabajo de los soldados estadounidenses, desfalcando a los contribuyentes, asesinando civiles y haciendo un inmenso daño a la reputación de EE.UU.
Ya hay 71.000 contratistas privados operando en Afganistán, y muchos más se preparan para ser desplegados mientras se aumentan los gastos del Pentágono para la guerra de Obama.
Los militares ofrecen ahora nuevos contratos a firmas de seguridad para que suministren empleados armados (también conocidos como mercenarios) para proteger bases y convoyes de EE.UU.
A pesar de los abusos generalizados de contratistas en Iraq, el jefe del Pentágono defiende el continuo impulso hacia la privatización:
“El uso de personal de seguridad de contratistas es vital para apoyar las bases avanzadas en ciertas partes del país”, declaró en una carta de febrero al Comité de Servicios Armados del Senado.
Lo que el afable secretario de guerra realmente dice es:
“No tenemos servicio militar obligatorio, y no creo que muchos de los parientes de los senadores vayan a presentarse como voluntarios para poner sus traseros en la línea de fuego en Afganistán, de modo que me va a costar un ojo de la cara encontrar suficientes aventureros para que protejan al ejército de EE.UU. en ese inhóspito país”.
Mientras tanto, un rasgo interesante de la ‘oleada’ de contratistas de Obama: los guardias alquilados que protegen nuestras bases y convoyes probablemente no serán estadounidenses.
Associated Press informa que de los 3.847 contratistas de seguridad en Afganistán, sólo cinco son firmas estadounidenses.
En realidad, ser contratista estadounidense no es una ventaja ante los ojos del pueblo afgano, porque ha tenido amargas experiencias con ellos.
Apunta a DynCorp, contratista basado en Virginia que obtuvo casi mil millones de dólares en 2006 para entrenar a la policía afgana.
El torpe "Inspector Clouseau" de fama cómica habría hecho un mejor trabajo.
Por lo menos hubiera divertido a la gente.
Lo que los afganos recibieron de DynCorp fue un montón de “asesores” estadounidenses altamente remunerados que no estaban calificados y no sabían nada del país.
Entrenaron a unos 70.000 policías, pero menos de la mitad terminó realmente el ridículo programa de ocho semanas, que no incluía ningún entrenamiento en el terreno.
Un informe estadounidense de 2006 sobre los entrenados por Dyncorp los consideró “incapaces de realizar trabajo rutinario de mantenimiento del orden”.
Mientras tanto, nadie sabe cuántos de los entrenados llegaron a presentarse para cumplir con sus tareas, o qué pasó con los miles de camiones faltantes y otras partes del equipamiento policial que había sido entregado para el entrenamiento.
La punta de este chiste es que DynCorp obtuvo otro contrato (317 millones de dólares en agosto pasado para “seguir entrenando fuerzas policiales civiles en Afganistán”.
Perdonad si lo digo, pero Obama está a punto de meternos a nosotros –y a su presidencia– en un lío.
(mas...)
Jim Hightower
Comentarista nacional de radio, escritor, orador público, y autor del nuevo libro:
"Swim Against the Current: Even a Dead Fish Can Go With the Flow". (Wiley, marzo de 2008) Publica el mensual.
"Hightower Lowdown", coeditado por Phillip Frazer.
© 2009 Creators Syndicate All rights reserved.
Tres frentes de conflictos militares principales -según coinciden expertos- acechan a la futura administración imperial de Barack Obama: Irán, el Cáucaso y Afganistán.
De esos tres escenarios predominantes, la guerra de ocupación en Afganistán sobresale nítidamente como el frente más "peligroso" para el eje ocupante EEUU-OTAN, cuyas tropas se encuentran sometidas a una feroz y sangrienta contraofensiva de los talibanes que ya controlan el 72% del país.
La estrategia de conquista capitalista y militar que Bush y los halcones imperiales lanzaron detrás de la pantalla de la "guerra contraterrorista", emergente del 11-S, ya comienza claramente a resquebrajarse en Afganistán donde la resistencia talibán y los muertos estadounidenses y europeos crecen en simétricas proporciones.
Ahora los talibanes -según The New York Times- "van por Kabul" donde se atrincherarán los nuevos contingentes de soldados enviados por el Pentágono para defender el último bastión de la ocupación.
Luego de vestirse de "progresista" para el marketing electoral de campaña, Barack Obama, el nuevo CEO de la empresa imperial USA, centró la columna vertebral de su estrategia exterior en la continuidad de la "guerra contra el terrorismo" iniciada por Bush tras el 11-S.
El eje de la nueva estrategia de EEUU para Afganistán presentada este fin de semana por Obama a sus socios europeos de la OTAN, incluye envío de más soldados adicionales a ese país, y sitúa su objetivo central en la destrucción de Al Qaeda y de sus bases "terroristas" diseminadas en la frontera con Pakistán.
"La situación es cada vez más peligrosa" en Afganistán, indicó el presidente estadounidense, que precisó que Al Qaeda cuenta con un refugio en la frontera con Pakistán desde donde trama nuevos atentados. "La seguridad de todo el mundo está en juego", alertó al más puro estilo de Bush.
La cumbre del 60 aniversario de la OTAN, celebrada en las ciudades fronterizas de Estrasburgo (Francia) y Kehl (Alemania), sirvió para que el nuevo gerente de la Casa Blanca imperial, Barack Obama, comprometiera a sus socios sionistas de la Unión Europea a participar en forma más "activa" en la guerra de ocupación en Afganistán.
EEUU enviará 21.000 soldados más para reforzar sus contingentes antes de las elecciones afganas del 20 de agosto. Los europeos -Reino Unido, Alemania y España, y algo menos Francia e Italia- sumarán otros 5.000 soldados de refuerzo.
De esta manera, el contingente militar de EEUU en el país asiático contando los envíos adicionales, de los actuales 38.000 ascenderá a 68.000 hombres.
Sin contar el ejército estadounidense, los países miembros de la OTAN y otros países aliados son 32.000 soldados, lo que contabilizará un total de 100.000 efectivos extranjeros en el territorio afgano después de que lleguen todos los "refuerzos".
Los cancilleres de la Unión Europea (UE) se manifestaron dispuestos a aumentar la colaboración en Afganistán para apoyar la nueva estrategia del presidente estadounidense en ese país. "Estamos dispuestos a hacer más", dijo el ministro checo de Relaciones Exteriores, Karel Schwarzenberg, cuyo país preside actualmente la UE.
La idea -expresada en forma oficial por Obama- es "frenar al fundamentalismo talibán" que se expande desde Afganistán hasta la debilitada y nuclear Pakistán donde tienen apoyo de parte de los militares y los servicios de inteligencia.
Reunido por primera vez con los líderes de la OTAN, el presidente "negro" estadounidense resaltó que el aumento de tropas y medios apuntalará no sólo la operación afgana, sino el propio futuro de la Alianza Atlántica, principal foro de las relaciones bilaterales.
En su publicitada "revisión estratégica" hacia Afganistán, el presidente de EEUU, prometió "barrer a los terroristas" de sus refugios en Pakistán y advirtió que Al Qaeda está planeando nuevos ataques, al dar a conocer su nueva estrategia para la guerra de ocupación contra los talibanes en Afganistán.
El presidente USA afirmó que las conflictivas regiones fronterizas de Pakistán son "el lugar más peligroso del mundo" para los norteamericanos y describió a la red Al Qaeda como un "cáncer" que podría devorar a Pakistán, a más de siete años de los ataques del 11 de septiembre.
La nueva iniciativa para Afganistán presentada por el presidente estadounidense, es fruto de una larga planificación culminada por unas extensas negociaciones de 60 días con la potencias centrales de la Unión Europea y su brazo armado europeo, la OTAN, que fueron gestionadas por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el vicepresidente Joe Biden y el enviado especial para Oriente Próximo, Richard Holbrooke.
La estrategia de Obama ubica la "estabilización de Pakistán" en el centro del nuevo enfoque norteamericano para pelear el "continuo y sangriento combate" contra Al Qaeda en Afganistán, el cual, dijo, fue descuidado durante el desvío del conflicto hacia Irak.
La estrategia de Obama también repercutió en "otros países aliados" de EEUU en la "guerra contraterrorista", según el enviado especial de Washington para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke. "Numerosos países nos hablaron en privado (del envío) de fuerzas durante las próximas elecciones afganas o bien de una ayuda no militar", dijo Holbrooke a periodistas.
En ese sentido, la estrategia norteamericana se vio respaldada en la cumbre con la decisión de crear, según anunció la Casa Blanca, un fondo de US$ 100 millones para la "asistencia técnica" a las fuerzas colaboracionistas afganas.
Los medios y analistas europeos coinciden en que Obama consiguió, aunque sea parcialmente, derrotar las serias resistencias que existían hasta hoy dentro de la OTAN para agrandar su operación en Afganistán. "Por lo que respecta a Afganistán, esta cumbre ha cumplido", opinó el secretario general de la Alianza, Jaap de Hoop Scheffer.
Obama coincidió en el "éxito de la reunión", no sólo por los compromisos asumidos, sino también porque se ha alcanzado "absoluta unanimidad sobre cuál debe de ser nuestra estrategia".
"Ésta no era una conferencia de donantes", advirtió el presidente USA. "El objetivo aquí, según dijo, era el de redefinir los objetivos y readaptar los medios a esos objetivos. Y eso, se ha hecho exitosamente", añadió.
Obama tiene a Pakistán y a Afganistán como sus principales prioridades en política exterior, y con la continuidad de Gates en el Pentágono y con el nombramiento de Hillary Clinton al frente del Departamento ya ratificó su idea de "no innovar" y continuar con la política de los halcones republicanos.
Tras los atentados del 11-M, en el 2001, la administración Bush invadió Afganistán contando con el apoyo de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), lo que -a diferencia de Irak donde la organización no actúa- supuso a posteriori para la organización atlántica, un involucramiento directo en la "guerra contraterrorista" de Bush en el país ocupado.
A lo largo de casi 6 años de ocupación las tropas conjuntas de la OTAN y EEUU aún no han podido controlar a la guerrilla talibán que en los últimos meses lanzó una feroz contraofensiva que ya causó enormes bajas y daños a las fuerzas ocupantes y posicionó a la resistencia en el control de la mayoría del territorio afgano.
El secretario de prensa del Pentágono, Geoff Morrell, se mostró inflexible:
“Nunca recibimos una directiva semejante”.
A la pregunta de un periodista sobre cuál nomenclatura preferiría, Morrell fue despiadado:
“Otra manera de referirnos a ella sería, ya sabe, una campaña contra extremistas que quieren dañarnos”.
¡Así que se acaba la GWOT, y comienza la CAEWWTDUH [por sus siglas en inglés]!
¿Qué importa el nombre?
Todavía no hay evidencia alguna de que la nueva estrategia del gobierno de Obama será una total CAEWWTDUH.
O que la conferencia internacional sobre Afganistán respaldada por EE.UU. en La Haya el martes próximo –a la cual Irán ha confirmado su participación– seguirá ese camino.
O que la cumbre de la OTAN en Bruselas el próximo viernes vaya a reevaluar todas sus opciones para una CAEWWTDUH.
Es ampliamente aceptado en los círculos de política exterior de EE.UU., infestados por acrónimos, que lo que tiene lugar en el teatro afgano-paquistaní son en realidad tres guerras superpuestas.
Pero la duda shakesperiana prevalece:
¿son CT o son COIN?
El propio Afganistán es ciertamente un territorio privilegiado de COIN [contrainsurgencia] - según la estrategia del “hombre principal” de Bush, el supremo del Comando Central general David “siempre me coloco para 2012” Petraeus.
Y también lo son las áreas tribales, la Provincia de la Frontera Noroeste de Pakistán y ahora partes del Punjab en lo que se refiere a la ofensiva contra los neotalibanes Baitullah Mehsud y Mullah Fazlullah.
Pero también hay CT (contraterrorismo) en las áreas tribales que se concentra en unas pocas docenas de “históricos” de al-Qaeda, incluyendo al profesor-en-jefe Ayman al-Zawahiri y al elusivo icono Osama “muerto o vivo” bin Laden.
Estudiado estratégicamente o no, lo que suceda de facto en el teatro afgano de CAEWWTDUH durante el gobierno de Obama –por cortesía de Petraeus, una “Guerra Larga” (TLW) General como la que más– no es otra cosa que un remix de una política del Imperio Británico de comprar la paz con tribus afganas como medio para ganar tiempo hasta que se encuentre una fórmula para destruirlas.
No funcionó con los británicos y no hay evidencia de que funcione con los estadounidenses y la OTAN.
En cuando a los comandantes y combatientes talibanes y neotalibanes, es irrelevante si de ahora en adelante son designados como objetivos de Operaciones de Contingencia en Ultramar (OCO) o como primeras figuras en una CAEWWTDUH.
No combaten contra acrónimos:
combaten contra “invasores occidentales”.
De modo que en el interés del neorrealismo, examinemos como les va a CAEWWTDUH -u OCO, o la simple vieja COIN– cuando son aplicadas al microcosmo crucial del vasto teatro afgano-paquistaní, la región de Afganistán occidental alrededor de Herat.
Llamando a Sergio Leone
Para resumirlo todo, el cuadro general parece nada menos que una versión afgana de “El Bueno, el malo y el feo” dirigida por Sergio Leone, con música de Ennio Morricone.
Échense a un lado indios y vaqueros, y llamémoslo de afganos y vaqueros.
Hay tres bases militares (“camps” en terminología del Pentágono) en Afganistán occidental. Una es estadounidense.
La otra es afgana (estas dos son básicamente fuertes en medio de la nada, ocupadas por no más de 100 soldados).
Y la más importante –el comando regional de las tropas de la OTAN/Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF)– es italiana.
Sólo en los primeros dos meses de 2009, los “actos occidentales” contra occidentales –sobre todo coches bomba y artefactos explosivos improvisados– en esta zona “italiana” alrededor de Herat aumentaron en un 50%.
El general Paolo Serra comanda una fuerza internacional de sólo 3.000 hombres (la mitad de ellos italianos) que están a cargo del control de un área del tamaño de norte de Italia.
Sólo 600 de ellos –italianos y españoles– son realmente soldados.
Las fuerzas totales en el área ascienden a 10.000 hombres – incluidos soldados estadounidenses y afganos y 1.000 policías afganos.
Todo el que está familiarizado con la guerra recuerda que durante la yihad antisoviética de los años ochenta los soviéticos tuvieron 10 veces más hombres – con los resultados ya bien conocidos.
Las mejores carreteras en Afganistán están en la región de Herat – gracias a inversiones iraníes; después de todo esto solía ser una satrapía muy importante del imperio persa.
La frontera en Eslam Qal'eh está a sólo 40 minutos en auto desde Herat.
Toda la región es absolutamente estratégica para Irán.
Se encuentra sobre la Ruta de la Seda.
Irán quiere que el comercio centroasiático –de Tayikistán, Uzbekistán y Turkmenistán– fluya a puertos iraníes en vez de puertos paquistaníes.
Y luego está el aspecto global de Oleoductistán.
Irán –así como Rusia– no tiene interés alguno en que se construya el eternamente problemático oleoducto Turkmenistán-Afganistán-Pakistán-India (TAPI) de un costo de 7.600 millones de dólares, respaldado por EE.UU., que cruzaría Afganistán occidental al este de Herat y progresaría hacia el sur a través de territorio controlado por los talibanes hacia la provincia paquistaní Baluchistán.
De modo que no hay que sorprenderse de que el servicio secreto iraní esté absolutamente omnipresente.
Y su mejor aliado en la región no es otro que el legendario señor de la guerra muyahidín Ishmail Khan – con quien el presidente Hamid Karzai en Kabul ha estado chocando virtualmente sin parar desde 2002.
Para los italianos, el aceite negro –no de oliva– sobre la pizza no es Irán, sino los “talibanes”, una verdadera palabra compuesta.
En una base ultra remota en Bala Murghah, una aldea muy cercana a la frontera con Turkmenistán en lo que es ahora territorio controlado por los talibanes, el perímetro de seguridad de los italianos varía de sólo 500 metros a 1,5 kilómetros.
Si se quedan adentro, son protegidos por la aldea, controlada por –quién otro iba a ser– un ex muyahidín.
Si se aventuran afuera, están a la merced de los “leones” – un chiste que se refiere a los días del Coliseo del Imperio Romano.
Cualquier combatiente “talibán” vale 5 dólares al día.
Cualquiera pueda reunir un ejército privado.
Cualquiera con buenas conexiones tribales puede dar un paso muy lucrativo en su carrera de jefe tribal a señor de la guerra de la droga.
Y eso nos lleva a Qulum Yahya Sia Shoon.
Los italianos están virtualmente rodeados.
Hay una base pequeñísima en Farah, en la provincia del mismo nombre, al sur de Herat.
Al sur de Farah, hay una invasión de grupos de talibanes que huyen del poder aéreo estadounidense.
Al norte de Herat la región está infestada de contrabandistas favorables a los talibanes.
Y en Guzara, a mitad de camino entre Herat y la frontera iraní –se encuentra el nuevo enemigo número uno occidental, el exuberante Qulum Yahya Sia Shoon, ex alcalde anti-inflacionario de Herat quien, después de perder una batalla política, cambió de chaqueta y se convirtió- ¿qué otra cosa iba a ser?– en jefe criminal.
No está con los talibanes –contra quienes solía combatir– pero tampoco está con la gente abocada al fracaso de Karzai en Kabul.
Solía ser un seguidor fiel de Ishmail Khan, hasta que se volvió contra su amo.
De modo que esto significa que trabaja por sí solo, con su propia agenda (y milicia), y no quiere interferencia de extranjeros.
Virtualmente todos en la región saben dónde se oculta.
Pero siempre elude a la captura – una fuente de interminable desconcierto para el general Paolo Serra.
Así que en ese enorme espacio, los occidentales se enfrentan a vastas zonas sin gobierno; aldeas totalmente controladas por clanes tribales; la red de las propias tribus; los diversos shura (concejos tribales) compuestos por una red de matrimonios entrecruzados; una red de enemigos; y sobre todo señores de la guerra locales que gozan de muy buenas relaciones con los talibanes.
Este territorio controlado al estilo mafioso con abundantes Padrinos no es demasiado diferente de Sicilia o de la región alrededor de Nápoles controlada por la Camorra.
“Economía local” significa opio y heroína producidos en las provincias Helmand y Nimruz que tienen que pasar por Herat antes de cruzar a Irán y Turkmenistán y luego a Europa.
De ahí un reparto fenomenal de personajes locales que incluyen a contrabandistas de opio, traficantes con seres humanos, secuestradores, mercenarios que trabajan para los talibanes e incluso unos pocos islamistas suníes de la línea dura, muy fanáticos.
Estar “a favor” o “en contra” de Kabul bajo esas circunstancias es un simple detalle.
El pragmatismo triunfa sobre la ideología.
Después de todo, la guerra afgana en sus diversas encarnaciones ha tenido lugar durante 30 años, prácticamente sin interrupción.
La ‘oleada’ de la pizza
Lo que espera el Pentágono, y ante todo el general David McKiernan, comandante general de las tropas de la OTAN, ISAF y de EE.UU., de tropas de la OTAN como los italianos es menos prudencia y más acción viril, agresiva, de gatillo fácil.
Es el tipo de acción ante la cual la gente se horroriza en las capitales europeas – e incluso un Obama clásico no podrá cambiar los parámetros en su próxima ofensiva de turbo-charme en Europa.
El debate en Italia, por ejemplo, se concentra en que se envíe un mínimo de soldados adicionales a Afganistán para que el Pentágono se calle.
Esa “oleada de la pizza” significará un máximo de 200 soldados.
También tiene que ver con un presupuesto limitado.
Roma gasta algo como 1.000 euros por minuto por sus 2.800 soldados en Afganistán.
La idea es conseguir el máximo efecto por cada euro.
Para comenzar, significa más “entrenadores”.
En el mundo de la OTAN, un entrenador vale por 10 soldados regulares.
De modo que si se despliegan 50 entrenadores (equipados con radios que tengan acceso a cuatro cazas jet Tornado y a 13 helicópteros artillados Mangosta), cuentan por 500 personas en Bruselas.
Y en una organización mucho más eficiente – con los Tornados basados en Herat (y no en el distante Mazar-i-Sharif), más poder aéreo(16 helicópteros en lugar de 13) pero con menos horas de vuelo cada uno, gastando lo mismo, y cuatro bases avanzadas en lugar de las cuatro tres.
Es dolorosa y obviamente imposible ganar los corazones y mentes locales, reprimir el contrabando de drogas, invertir en construcción de la nación y librar una CAEWWTDUH u OCO bajo esas circunstancias con un dispositivo semejante.
La OTAN se ve frente a una guerra perdida – y las mejores mentes políticas en Bruselas lo saben.
Pero el problema crucial sigue siendo: el gobierno de Obama sólo vuelve a mezclar las prioridades operativas del Pentágono – lo mismo que en el fiasco de los acrónimos.
Para todos los efectos prácticos, revisados estratégicamente o no, GWOT, TLW, CAEWWTDUH u OCO continúan, sin un fin a la vista, con el Golfo Pérsico como teatro secundario, Afganistán-Pakistán y Asia Central como el teatro primordial, y con la ideología que envenena la visión estratégica.
Este marco, heredado de Bush y de su ex vicepresidente Dick Cheney, es incompatible con lo que se puede percibir en algunos de los discursos y acciones de Obama, los delineamientos de lo que tal vez podría ser un nuevo proyecto estadounidense más equitativo.
¿Sí podemos? Todavía no.
Habrá sangre –mucha más sangre– en este Western afgano de indios y vaqueros.
(mas...)
Pepe Escobar
Autor de “Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War” (Nimble Books, 2007) y de “Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge”. Su nuevo libro, que acaba de aparecer es “Obama does Globalistan” (Nimble Books, 2009).
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En conferencia de prensa, al término de la cumbre celebrada en Estrasburgo, Francia, y Kehl, Alemania, Obama enfatizó: "Vamos a continuar hasta que finalicemos nuestra misión" de garantizar la seguridad de los afganos.
El mandatario dijo, refiriéndose a los países de la alianza, que "estamos unidos, somos fuertes y no nos vencerán".
Estados Unidos acudió a la reunión -que celebró el 60º aniversario de la alianza- para solicitar un mayor esfuerzo de los países miembros en Afganistán.
"Desplegaremos los soldados que sean necesarios para respaldar el próximo proceso electoral en Afganistán", dijo el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, en una conferencia de prensa.
La organización, según el funcionario, también se comprometió a proveer más personal que entrene al ejército y la policía de la nación asiática.
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El vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs, señaló que el Reino Unido enviará 900 soldados; Alemania se comprometió con el envío de 600 y España mandará otros 600.
Obama considera enviar 21.000 soldados más.
Está previsto que Italia y Francia también contribuyan con agentes, pero se desconoce la cantidad.
El primer ministro del Reino Unido, Gordon Brown, se mostró satisfecho con la medida de reforzar la misión en Afganistán con nuevas tropas.
"Me complace señalar que un gran número de países han anunciado que ofrecerán un respaldo adicional: España, Holanda, Portugal, Italia, Grecia, Polonia, Turquía y Croacia se han unido a la Alemania", indicó el mandatario británico.
Hay más de 70.000 soldados extranjeros en Afganistán, la mayoría bajo el comando de la OTAN.
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