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Obama debe ser suficiente |
Parag Khanna delira cuando vaticina que "Rusia será anexada por Europa". Perora mucho sobre geopolítica sin entender sus alcances, los cuales trivializa, debido a su deformación neoliberal, como "geopolítica del mercado". Ante la geopolítica no hay mercado, sea neoliberal o comunista, que resista.
Por alguna razón Li Hongmei, del The People’s Daily –quien sentenció el "fin de la hegemonía de EEUU y el inicio de la multipolaridad global"–, citó el artículo añejo del controvertido Parag Khanna (PK) Despidiendo la hegemonía, publicado en el suplemento sabatino de The New York Times.
PK, estadounidense nacido en India, es director de Global Governance Initiative y prominente becario del Programa de Estrategia Estadounidense en New America Foundation, además de autor de El segundo mundo: imperios e influencia en el nuevo orden global.
Trabajó como analista para el Consejo de Relaciones Exteriores, con sede en Nueva York, y el polémico Foro Económico Mundial de Davos, lo que enmarca su ideología neoliberal.
Su mentalidad globalizadora la aplica al mercado de la geopolítica, y aduce que "en el mejor de los casos, el momento unipolar de EEUU concluyó durante la década de los 90" cuando los "dividendos de la paz de la posguerra fría nunca fueron convertidos en un orden liberal (sic) global bajo el liderazgo estadounidense".
Acepta que “en lugar de que EEUU controle al globo, ahora se encuentra en competencia, y perdiendo, en el mercado geopolítico junto a las otras superpotencias mundiales: la Unión Europea (UE) y China. Ésta es la geopolítica del siglo 21: los nuevos ‘tres grandes’. No Rusia, un vasto territorio cada vez más despoblado dominado por el gobierno Gazprom; no un Islam incoherente (sic) enfrascado en guerras internas; y tampoco India, atrasada por décadas detrás de China tanto en desarrollo como en apetito estratégico. Los Tres Grandes hacen las reglas (…), sin que ninguno de ellos pueda dominar”.
A sus 32 años de edad, PK come ansias de novillero y se precipita en abultar su nuevo orden tripolar y en descalificar en forma absurda a otras superpotencias como Rusia; su propio país, India, que coloca detrás de China; y el Islam, que cataloga de "incoherente" y que peca más bien de falta de cohesión interna, como no la tiene ninguna religión en el planeta. Los lúcidos estrategas indios, mucho más sensatos, son más proclives a respetar el ascenso del BRIC (Brasil, Rusia, India, China).
No hay que ser muy crueles con la prospectiva sesgada de PK debido a que realizó su frágil apuesta a principios del año pasado, cuando nuestros amigos de la UE aún no exhibían su vulnerabilidad geofinanciera y geoeconómica.
A su juicio, nos encontramos ante "un nuevo juego global" donde "por primera vez en la historia sucede una batalla multipolar, multicivilizatoria y global". Aquí PK se contradice porque en su "nuevo orden tripolar" se trataría más bien de una batalla "bicivilizatoria" entre China, por un lado, y el eje trasatlántico conformado por EEUU y la UE, por otro lado.
Cita el concepto del "patriotismo europeo" de Jorgo Chatzimarkakis, miembro alemán del Parlamento Europeo, y refiere que "en Bruselas, la capital de Europa, los tecnócratas, estrategas y legisladores cada vez más perciben su papel como el fiel de la balanza global entre EEUU y China".
Se trata de una visión exageradamente mercantilista que prescinde del crucial papel geopolítico de Rusia en Europa. PK no se había enterado en ese entonces que ocho meses más tarde Rusia trastocaría exquisitamente el balance de poder desde el Cáucaso, pasando por los Balcanes, hasta Europa del Este, al obligar el repliegue de las fuerzas invasoras de Georgia en Osetia del Sur, lo cual fue leído pulcramente por las grandes potencias europeas continentales (Alemania, Francia e Italia) y recientemente hasta España.
Evoca las vulnerabilidades de Europa, que "todavía carece de un ejército común" (¡nada más!) y ,en forma descabellada, pretende que "el único problema es que realmente no necesita ningún ejército".
Llega hasta pretender que la "fortaleza económica de Europa" puede incorporar a los anteriores países miembros de la Unión Soviética y subyugar (¡súper-sic!) gradualmente a Rusia”. En realidad, la geopolítica y la geoeconomía de Rusia y Europa continental son complementarias desde el punto de vista energético y de las inversiones: Europa depende del gas de Rusia, quien a su vez requiere de las inversiones europeas, sin ejércitos de por medio, ámbito en el que prevalece Rusia como superpotencia nuclear de primer orden.
PK delira cuando vaticina que "Rusia será anexada por Europa". Perora mucho sobre geopolítica sin entender sus alcances, los cuales trivializa, debido a su deformación neoliberal, como "geopolítica del mercado". Ante la geopolítica no hay mercado, sea neoliberal o comunista, que resista.
Los hechos presentes desmintieron rotundamente su aserto de que "si EEUU y China combatiesen, el dinero del mundo sería invertido con mayor seguridad en los bancos europeos". ¡Sucedió todo lo contrario!
Peor aún: sobredimensiona el poderío del euro, que puede ser, según la prensa británica, presa de la balcanización financiera. A nuestro juicio, como diría el gran pensador francés Montaigne, sobre el devenir tan incierto del euro lo mejor es "suspender el juicio".
A nuestra manera de pensar, Europa constituye el polo civilizatorio de mayor avanzada en el mundo, pero en estos momentos exhibe demasiadas vulnerabilidades geofinancieras y geoeconómicas, ya no se diga geoenergéticas y geoestratégicas.
Desarrolla el milagro chino y asienta que "China se encuentra en el centro del triángulo India-Japón-Australia, que ha superado el comercio en todo el océano Pacífico".
Hay que reconocer que la fallida prospectiva de PK constituye más bien una excavación arqueológica para repetir lo archisabido: "el empequeñecimiento de EEUU", que es seguramente lo que más atrajo la atención de los estrategas chinos
Las graves equivocaciones geopolíticas de PK se derivan de su reduccionismo simplista y su adicción neoliberal cuando exalta que la "globalización es el arma verdadera",en tanto hasta los fanáticos neoliberales británicos vislumbran el advenimiento de la "desglobalización" (por cierto, neologismo acuñado por Bajo la Lupa).
La subtesis nodal de PK se centra en que "el principal campo de batalla" de la globalización se escenificará en lo que denomina "el segundo mundo", donde una plétora de "Estados oscilantes" (Swing States) muy difusos e inconexos serán quienes determinarán "cual de las superpotencias (Nota: de su nuevo orden tripolar) triunfará en la próxima generación de la geopolítica", y entre las que enumera están Brasil, India, Irán, Turquía, Venezuela, Sudáfrica, Arabia Saudita, Vietnam, Marruecos, Malasia y Libia, entre otras.
No cita a México, que Calderón ha proclamado será la "cuarta potencia mundial" en la próxima generación.

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
"Partimos de que nuestra producción y nuestra industria necesitan ayuda, pero una ayuda razonable. Resulta imposible sustituir la estabilización macroeconómica en los mercados financieros por una simple ayuda a determinadas entidades", dijo Medvédev durante su entrevista con la canciller alemana Angela Merkel, en Berlín.
"Por esta razón, la tarea clave del G-20 será determinar cómo reaccionar frente a la crisis", resumió el mandatario ruso.
El Grupo de los Veinte (G-20) está formado por los países del G-8 (EEUU, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia, Francia y Rusia), además de Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica y Turquía, más la Unión Europea como bloque.
Los países del G-20 representan cerca del 90% del Producto Interno Bruto, el 80% del comercio internacional y casi un 60% de la población del planeta. (mas...)
Medvédev resalta la necesidad de modernizar las entidades financieras internacionales
El presidente ruso Dmitri Medvédev declaró hoy que es indispensable modernizar a fondo las entidades financieras internacionales como premisa para la construcción de un nuevo orden financiero mundial.
"En vez de estar remendando los agujeros de las entidades financieras internacionales, se necesita modernizarlas porque no supieron cumplir con sus tareas", expresó Medvédev en Berlín donde mantuvo conversaciones con la canciller alemana Angela Merkel. (mas...)
El proteccionismo primitivo puede provocar guerras comerciales, señala Medvédev
Las medidas proteccionistas en el comercio deben ser de carácter provisional porque en las condiciones de la crisis mundial pueden provocar guerras comerciales, declaró hoy en esta capital el presidente ruso Dmitri Medvédev.
"El proteccionismo primitivo en estas condiciones provocará el cierre de mercados, erigirá barreras y hará desencadenar guerras comerciales", expresó Medvédev en rueda de prensa concedida al término de sus conversaciones con la canciller alemana Angela Merkel. (mas...)
Al hablar en un foro en Londres previo a la reunión de líderes del Grupo de los 20, Calderón comentó que el BID "necesita más de 100 mil millones de dólares para financiar a América Latina".
"América Latina es la única región que probablemente va a crecer, junto con Asia", durante esta crisis mundial, declaró Calderón, en un seminario en Londres para fomentar las inversiones británicas en México. (mas...)
Solicitará México crédito por 40 mil mdd al FMI
El presidente mexicano, Felipe Calderón, anunció el martes en Londres que su país "abrirá una línea de crédito" con el Fondo Monetario Internacional (FMI) del orden de los 30 mil millones a 40 mil millones de dólares".
"Tenemos nuestras finanzas públicas en orden, lo que nos permite tomar una línea de crédito con el FMI, hasta en esta misma semana", explicó Calderón.
La línea de crédito posiblemente esté enfocada en apoyar al peso, la moneda mexicana, que en lo que va de marzo se ha recuperado un 8.1 por ciento, su mayor rendimiento mensual en 14 años, después de depreciarse por siete meses consecutivos. (mas...)
(Con información de Finsat/MCH)
"Esta institución debe convertirse en un sistema de alerta temprana cuando surjan riesgos financieros globales, y también, debe convertirse en un mecanismo internacional de prevención de esos riesgos", declaró Barroso ante la prensa en Bruselas.
"El Fondo Monetario Internacional debe ser más eficaz y más fuerte", agregó.
Rusia y China ya han respaldado la reforma del sistema financiero mundial.
Ahora, mientras la crisis global ataca a un país después de otro, no puede atender a todos los pacientes.
El FMI ha prestado unos US$50.000 millones para detener la hemorragia en algunos países, pero los enfermos se acumulan en la sala de espera.
La cumbre de líderes del Grupo de los 20 países industrializados y en desarrollo —entres los que figuran Argentina, Brasil y México— se apresta a elevar de categoría al FMI, al prometer una inyección de US$250.000 millones y pedirle que emita "advertencias tempranas" sobre países en riesgo.
"Todo el mundo ve la necesidad de un FMI rejuvenecido", dice el ministro egipcio de Finanzas Youssef Boutros-Ghali, quien lidera un grupo regulatorio que supervisa al FMI.
La entidad, integrada por 185 miembros, estuvo por última vez en el centro de la atención hace una década, cuando diseñó paquetes de miles de millones de dólares para paliar los efectos de la crisis asiática.
El Fondo insistió en exigir severos cambios en la política económica doméstica a cambio de los préstamos, provocando un profundo resentimiento y, en algunos casos, disturbios sangrientos.
De todos modos, las economías que recibieron los fondos se recuperaron bastante rápido.
La receta del FMI —reducir el gasto fiscal, devaluar las monedas, sanear las instituciones financieras y abrir los mercados— ayudó a muchos países a exportar más a EE.UU. y Europa.
La estrategia, no obstante, no funcionará hoy porque los países ricos están reduciendo sus importaciones.
En cambio, el FMI está exhortando a los países ricos a aumentar el gasto fiscal para estimular el crecimiento, manteniendo al mismo tiempo a flote a los países más débiles hasta que se extienda la recuperación.
En un giro radical, el FMI ya no le está exigiendo a los países deudores que reformen sus economías.
"En la mayoría de los casos, lo que ahora le interesa al FMI no es realizar cambios fundamentales de política" en los países prestatarios, dice Marek Belka, ex primer ministro polaco que es ahora el principal representante del FMI para Europa.
"Es ayudar a los países [más débiles] a cruzar el río".
La reinvención del FMI, que ocurrió en gran medida a puertas cerradas, empezó durante la expansión global de mediados de la década, cuando Brasil, Argentina, Rusia y otros países pagaron los préstamos del FMI antes de tiempo y pocos países solicitaron nuevos créditos.
Los economistas de la institución empezaron a prepararse para lo que consideraron la inevitable próxima crisis.
A partir de 2007, los veteranos de la crisis asiática se reunieron en pequeños grupos para producir estudios sobre cómo crear un sistema de seguro de depósitos, cómo cerrar bancos y lidiar con otros asuntos financieros.
La reinvención retomó impulso con la llegada del director gerente Dominique Strauss-Kahn, a fines de 2007.
El ex ministro francés de Finanzas de 59 años se hizo cargo de una institución encaminada a registrar grandes pérdidas porque pocos países estaban pidiendo préstamos y que tenía ordenes de los países miembros de reducir sus gastos.
En el segundo trimestre de 2008, Strauss-Kahn realizó la ronda de despidos más importante desde la fundación del FMI en 1945.
En la cumbre económica de Davos, Suiza, en enero de 2008, Strauss-Kahn instó a los países a aumentar el gasto para combatir una probable recesión.
Se trataba de algo tan alejado de la ortodoxia del FMI que Lawrence Summers, el actual asesor económico del presidente Barack Obama, lo llamó "un evento levemente histórico".
Los comentarios asustaron a algunos economistas de la entidad, que trataron de persuadir a Strauss-Khan a no seguir adelante con la idea.
El director gerente no les hizo caso y a fines de 2008 dijo que los países que pudieran permitírselo deberían gastar al menos 2% de su PIB —más de US$1 billón (millón de millones) globalmente.
Los economistas del FMI reconocen que la cifra de 2% era tanto política como económica: 1% parecía demasiado poco y 3% podría ahuyentar a los mercados.
"¿Cómo se convence a los gobiernos de que hagan algo?", preguntó un alto funcionario del FMI. "Uno quiere asustarlos, pero no mucho".
En la Casa Blanca, la cifra dada a conocer por el FMI "reforzó" la convicción acerca de la necesidad de lanzar un paquete de estímulo fiscal a gran escala, dijo un alto funcionario del gobierno de Barack Obama.
Alemania, Francia y otros países se resistieron.
En total, los países del G-20 han aprobado paquetes por cerca de 1,8% de sus PIB combinados este año, estima el FMI.
Los funcionarios del FMI señalan que ya no quieren ser sindicados como los grandes culpables.
El Fondo, por ejemplo, empezó a ofrecer líneas de créditos sin condiciones para economías que considera sólidas, pero que podrían entrar en recesión, como Brasil, México y Corea del Sur.
Cuando Corea del Sur rechazó la oferta del Fondo, un funcionario del Ministerio de Finanzas, Lee Hyoung-ryoul, lo explicó con claridad meridiana:
"Los surcoreanos tiemblan y los mercados financieros se vuelven muy sensibles cuando escuchan la palabra FMI".
El FMI también ha redoblado sus esfuerzos para atraer a China.
Beijing informó recientemente que le facilitará dinero al Fondo aunque no ha especificado el monto.
Eso requerirá una ronda de duras negociaciones para que los países europeos más pequeños disminuyan su participación para aumentar la de China.
En la actualidad, la participación de China en el Fondo es equivalente a la de Holanda y Bélgica combinados, aunque China es tres veces mayor que los dos países europeos combinados.
¿Criticará el FMI el manejo chino de su moneda?
"Es mejor no apuntar con el dedo a los países"... señala Olivier Blanchard, economista jefe del FMI. "Eso ha sido contraproducente".
Bob Davis
The Wall Street Journal
"Las finanzas públicas están en orden, los fundamentos de la economía están en orden", destacó Calderón, al anunciar que México "está listo para beneficiarse" de la reforma y la ampliación del capital del FMI, que debe ser aprobada en la reunión del G20, el jueves en Londres.
"La economía y el comercio de México van a estar bien en el largo plazo", aseguró Calderón, urgiendo a empresarios y financieros británicos a invertir en México.
El FMI se congratuló de "la respuesta positiva de hoy (martes) del presidente Calderón a la invitación del director gerente" del FMI Dominique Strauss-Kahn, dijo una portavoz en correo electrónico a la AFP en Washington.
El Fondo anunció hace una semana una reforma para simplificar sus préstamos a los países en dificultades, que incluye la creación de una nueva línea de créditos flexible, sin condiciones ni límite de montos y desde ese momento "hemos estado en discusiones con México, así como con otros países con buen rendimiento", dijo la portavoz.
Una línea de crédito apoyaría al peso mexicano y calmaría los temores sobre el declive de las reservas en divisas, a las cuales el gobierno mexicano ha recurrido masivamente para sostener su moneda.
El Banco de México (Banxico, central) ha vendido unos 21.100 millones de dólares de reservas desde octubre para apoyar el peso.
Desde que inició la crisis financiera internacional, el peso mexicano se ha devaluado más de 50% frente al dólar.
"Es una señal muy positiva (...) porque México no tiene problemas de sobreendeudamiento y la recesión viene por aspectos externos", dijo a la AFP en México Alejandro Ascencio, analista de la casa Bursamétrica.
"Es una medida que va a apuntalar el programa de infraestructura", impulsado por el gobierno de Calderón para paliar la crisis, agregó.
En su intervención ante los empresarios, el gobernante mexicano llamó a los jefes de Estado y de Gobierno del G20 a que arremetan contra el proteccionismo, en su cumbre el jueves en Londres.
"Si pudiera destacar algo (en la declaración final de la cumbre del G20) sería cómo frenar el proteccionismo, que es una gran tentación en todos los países, tanto los desarrollados y en vías de desarrollo", afirmó Calderón.
El presidente mexicano insistió también en la importancia de que el G20 apruebe una restructuración y recapitalización de los organismos financieros multilaterales, entre ellos el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
"El G20 debe decir sí a la reestructuración de las instituciones financieras multilaterales", reiteró el gobernante.
Al llamar a la ampliación de capital del BID, el mandatario mexicano destacó que la institución "necesita más de 100.000 millones de dólares para financiar a América Latina".
"Latinoamérica es la única región que probablemente va a crecer, junto con Asia", durante esta crisis mundial, agregó Calderón.
Los accionistas del BID reunidos en Medellín, Colombia, aprobaron el lunes el principio de un aumento de capital, cuyo monto será determinado posteriormente.
La dirección del BID quiere un aumento de 180.000 millones de dólares, según explicó una comisión externa que analizó en los últimos tres meses las finanzas de la entidad.
Como los principales problemas para hacer negocios en México mencionó la ineficiencia burocrática, la corrupción, la falta de financiamiento e infraestructura así como el crimen, el robo, la regulación fiscal y laboral.
En conferencia de prensa, se refirió a la pérdida de 350 mil empleos para este año que proyecta la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), y dijo compartir la preocupación aunque descartó un escenario catastrófico, "depende mucho de lo que hagamos".
El gobierno, insistió, aplica buenas medidas anticíclicas. "No estamos rebasados, sino que van en un camino muy lento y con mucha tramitología".
Para el dirigente de la Concamin, los puntos débiles en el país, y que restan competitividad, están en la educación, el mercado y el sistema financiero y en la baja capacidad de innovación.
Presburger Slovik insistió en la desindustrialización, proceso que inició desde 1992 y que no es la pérdida de industrias, sino un debilitamiento de las cadenas productivas y freno a las ventas en los mercados interno y externo de productos fabricados en México.
(Con información de Notimex/MCH)
"En los países en desarrollo vemos más notablemente el efecto de la suspensión de flujos de crédito", dijo Singh al periódico Financial Times antes de la cumbre de Londres, que reúne a los líderes de las 20 principales economías industrializadas y emergentes.
"Todas las mayores economías tienen su responsabilidad de ayudar... a sanear el estado de cuenta del sistema bancario y garantizar que los flujos de crédito se reanuden", declaró.
El primer ministro comentó que los países en desarrollo, incluyendo importantes economías emergentes, sienten cada vez más el impacto de la disminución de los flujos de capital y del crédito comercial así como la caída en la demanda para la exportación.
"El descenso en los flujos de capital que ha tenido lugar debe ser compensado proporcionando adecuados recursos a las instituciones financieras internacionales para ir al rescate de países emergentes y de países de bajos ingresos", expresó.
La cumbre del G20 empezará en el Excel Centre en Docklands, Londres, mañana jueves.
Al pedirle que comentara el debate transatlántico sobre si se profundizan los estímulos fiscales o se presta más atención a la regulación, Singh dijo que es necesario que haya un "árbitro" para garantizar que los países desarrollados cumplan sus promesas.
Si las medidas de estímulo de las economías líderes en 2009 ascienden a dos por ciento del producto interno bruto (PIB) como calcula el Fondo Monetario Internacional (FMI), sería probablemente lo adecuado, mencionó.
Sin embargo, el mundo necesita un nuevo organismo supervisor, "una tripulación experta" ya sea al interior o desde el exterior del FMI para garantizar que las medidas de estímulo se "sostienen y mantienen" el próximo año para asegurar que cada país "está haciendo su parte", añadió Singh.
(Xinhua)
De acuerdo con el anuncio del ministro de Hacienda, Guido Mántega, el país pondrá a disposición del organismo internacional 4.500 millones de dólares que podrán salvar de la horca tanto a emergentes como a países muy pobres que requieren de urgente financiación para sobrevivir en este mundo en crisis.
"Entramos en el club de los acreedores", se jactaba anoche el ministro. Explicó que las naciones que más recursos precisan del Fondo "son los más pobres. Para los avanzados, eso puede no significar mucho porque no precisan de flujo financiero". Y agregó en tono acusador: "El país con mayores reservas financieras es, justamente, el que provocó la debacle mundial. Pero ellos tienen la maquinita de hacer dólares", ironizó. La colocación de esa plata pretende ser un refuerzo para las necesidades de América Latina y de Africa. Pero como señaló Mántega no implicará una caída de las reservas. El Fondo le da a cambio Derechos Especiales de Giro, una cuasi moneda que se utiliza como referencia para fijar paridades y que sirve además para ser canjeada en cualquier momento por dólares en el propio FMI. Apenas 47 de los 185 miembros del Fondo están en condiciones de prestarle dinero a la institución. Es evidente que para hacerlo es preciso contar con buena cantidad de divisas en las arcas del Banco Central. En el caso de Brasil, hay acumulados 201.000 millones de dólares.
La decisión de aportar al Fondo es esencialmente política. Resulta una consecuencia de la estrategia internacional que se fijó el presidente Lula da Silva. Durante la reunión del G-20 financiero, del 2 de abril en Londres, hubo un consenso en elevar a 250.000 millones de dólares la financiación directa aportada por los gobiernos al Fondo. Estableció también que 47 de los 185 países miembros de la institución aportarían hasta 250.000 millones de dólares para sostener los Derechos Especiales de Giro (la unidad de cuenta monetaria del FMI usada para prestar a países que demanden dinero).
Y Lula, que batalló para ser escuchado, no podía negar el aporte que el propio Fondo le pidió. El presidente ya había dado una señal al respecto cuando dijo en conferencia de prensa en Londres a periodistas de su país: "¿No les parece chic que Brasil preste plata al FMI?". En el momento sonó a ironía. Pero la realidad acaba de demostrar que, si se quiere estar en la primera línea mundial, hay que poner dinero. "Nuestra participación adquiere un significado especial en el difícil período que atraviesa la economía mundial", defendió Mántega.
Desde que fue creado el FMI, Brasil es el primer prestador latinoamericano al Fondo y lo hace, según sus propias declaraciones, para que a su vez la institución transfiera ese dinero a países con problemas. Más veces todavía que en Argentina, la historia brasileña está marcada por los default. El primero fue luego de la crisis norteamericana de 1929: en 1932, la deuda externa brasileña llegaba a 237 millones de libras esterlinas y no había como hacerle frente. El ministro económico de Getulio Vargas, Oswaldo Aranha, se opuso a tomar nuevos préstamos para pagar deudas antiguas.
El mayor endeudamiento brasileño ocurrió con la dictadura militar, entre 1964 y 1985. Fue la época del "milagro económico" a la que siguió el milagro de triplicar la deuda externa: saltó de 4.000 a 12.000 millones de dólares en 1968. La crisis del petróleo en 1974 agravó los problemas y en noviembre de 1982, el ex presidente Joao Baptista Figueiredo tuvo que pedir al Fondo un préstamo de 3.000 millones de dólares. En 1987, el gobierno brasileño entró en una nueva moratoria. Con Fernando Henrique Cardoso el país acumuló una deuda de 232.000 millones y en 2001, en plena crisis de Argentina, Brasil pidió más plata al Fondo bajo condiciones leoninas. El esfuerzo de ahorro fiscal y de eliminación de gastos de Lula durante su primer gobierno le permitió saldar sus cuentas con el FMI y pasar a una situación de tener más reservas que deudas. Claro que en 2005 casi le cuesta el puesto.
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