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La pesadilla americana |
Un hombre mata a su esposa y a sus cinco hijos y luego se suicida en Los Ángeles.
(historias de la crisis)
El suceso tuvo lugar poco antes de las 8.22 de la mañana en Wilmington, un área próxima a Long Beach, cuando aparentemente el hombre entró en su domicilio y disparó contra sus hijos y su mujer.
Antes de quitarse la vida, el individuo envió un fax a un medio de comunicación local, Channel 7, para avisar sobre lo ocurrido, aunque la policía también recibió una llamada telefónica del supuesto asesino.
"Acabo de regresar a mi casa y toda mi familia ha sido asesinada", dijo la persona que contactó con los agentes, según el testimonio del ayudante del jefe de policía de Los Ángeles, Kenneth Garner.
Aunque en un primer momento se notificaron cuatro cadáveres de niños junto con los cuerpos de dos adultos, se confirmó posteriormente que fallecieron cinco menores, tres niñas, una de ocho años y dos gemelas de cinco, y dos niños, también gemelos, de dos años.
Al parecer los agentes hallaron en el domicilio, que olía a pólvora, una nota en la que se vinculaba la matanza a "motivos laborales", lo que afianzó la teoría de que se trató de un crimen con posterior suicidio.
"Esto fue un asunto relacionado con temas financieros y de trabajo. En estos tiempos difíciles económicos hay otras salidas, en mis 32 años nunca había visto nada parecido", dijo Garner al diario Los Ángeles Times.
El fax enviado a Channel 7 detallaba problemas en el trabajo en el hospital Kaiser Permanente en Los Ángeles, donde al parecer un encargado le dijo al hombre un día que no debería haber ido a trabajar y que "tendría que volarse los sesos". La misiva decía también que el afectado reclamó a su sindicato sin éxito.
(continue)

Etiquetas: medios, memoria, monopolios, multitud, politica, violencia.
En tan sólo 25 días, entre el 10 de marzo y el 5 de abril, un total de 53 personas han muerto en este país en homicidios masivos perpetrados por sujetos con armas de fuego, subrayó Holmes.
Tras expresar sus condolencias a parientes de las víctimas, la congresista por el Distrito de Columbia señaló que urge modificar leyes locales para hacer a ciudades norteamericanas menos abiertas a la violencia civil.
Por primera vez –agregó-, los líderes de ambas cámaras parlamentarias deben observar muy seriamente el conjunto de legislaciones sobre armas actualmente vigentes en Estados Unidos.
Uno de los principales opositores de Holmes es el grupo conservador National Rifle Association (NRA) (Asociación Nacional del Rifle), con considerable influencia en la comunidad de votantes estadounidenses.
Este fin de semana, luego de descubrir que su esposa lo engañaba, un hombre mató a tiros a sus cinco hijos y luego se suicidó en la localidad de Graham, Washington.
También el sábado un sujeto armado acribilló a tres policías que atendieron una llamada por una disputa doméstica en el sector de Stanton Heights, en Pennsylvania.
Y antes, el viernes, un inmigrante de origen vietnamita irrumpió en un centro de atención a extranjeros en Binghamton, Nueva York, mató a 13 personas e hirió a otras 12 antes de quitarse la vida.
De acuerdo con estadísticas institucionales, alrededor del 60 por ciento de los asesinatos anuales en este país son cometidos con armas de fuego.
Se estima que Estados Unidos es la nación con mayor número de armas en manos privadas: 60 millones de personas y un arsenal combinado de 200 millones de pistolas, rifles o escopetas.
Sin embargo, no identificó a ningún grupo.
El DSN señaló que no maneja información específica sobre eventuales actos de violencia y que las amenazas hasta ahora han sido "en gran parte retóricas".
Pero advirtió de que las ejecuciones hipotecarias de viviendas, el desempleo y otras consecuencias de la recesión económica "podrían crear un fértil ambiente de reclutamiento para los extremistas de derechas".
"En la medida en que estos factores persistan, la extrema derecha probablemente ganará fuerza", precisó el DSN.
El informe advirtió de que los militares veteranos que vuelven de Irak y Afganistán con habilidades de combate podrían ser blancos de reclutamiento, especialmente aquellos que tengan problemas para encontrar trabajo o para reinsertarse en la sociedad civil.
La portavoz del DSN, Sara Kuban, dijo el martes que el informe forma parte de una serie de asesorías que pretenden "un mayor entendimiento de la radicalización violenta en Estados Unidos".
"Estas evaluaciones se hacen todo el tiempo, no es algo inusual", puntualizó Kuban.
El Departamento de Seguridad Nacional se formó en respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001 y se centra principalmente en las amenazas de extremistas islámicos.
El documento señaló que también durante la recesión económica de principios de la década de 1990 crecieron grupos terroristas de derechas en el país, pero se debilitaron junto con el fortalecimiento de la economía.
"A pesar de las similitudes con el clima de la década de 1990, la amenaza es más pronunciada que en años anteriores", enfatizó el informe.
Cinco días después, en dos pequeños poblados de Alabama, un individuo asesinó a su madre, su abuela y otras ocho personas, hasta ser ultimado por la policía.
A mediados de mes, seis personas fueron asesinadas en Sillicon Valley, California, en lo que simuló ser un suicidio colectivo, y en Oakland, California, cuatro agentes policiales murieron baleados.
El 29 de marzo, un hombre fuertemente armado mató a ocho personas en una casa de salud ,en Carolina del Norte, dedicada a atender ancianos y enfermos de Alzheimer.
El 3 de abril, otro individuo asesinó a 13 personas y después se suicidó, en un Centro para Inmigrantes en la apacible localidad neoyorquina de Binghamton.
Al otro día, un hombre de 23 años, armado con una AK-47 y usando un chaleco antibalas, dio muerte en su casa en Pittsburgh, Pensilvania, a tres policías que habían acudido por una denuncia de violencia doméstica.
El 5 de abril, un hombre del Estado de Washington mató a sus cinco hijos, de entre 7 y 16 años, y luego se suicidó, al parecer porque fue abandonado por la esposa.
El domingo pasado, un residente en Miami le disparó a su esposa y su hija, para luego intentar suicidarse. Los tres están hospitalizados.
Nadie sabe cuándo será la próxima matanza, que cebará de crónica roja a los telediarios y periódicos.
Muchos ven la causa del mal en la crisis económica que abate a los Estados Unidos y causa desazón social. Parte significativa de los autores de los crímenes habían quedado desempleados en los últimos meses. Cada vez son más los que pierden trabajo, vivienda, automóviles, sueños y tranquilidad.
El criminólogo Jack Levin, de la UniversidadNortheastern en Boston, Massachusetts, dijo en declaraciones a la AFP que parece haber una relación entre el declive económico estadounidense y el incremento de los asesinatos.
“Un asesino en masa es alguien que casi siempre ha sufrido una pérdida catastrófica, ese es el vínculo entre una recesión y asesinatos masivos”, opinó.
Un pastor residente en la atribulada ciudad de Binghamton dio a los medios similar explicación a la masacre ocurrida en esa localidad:
“Hay mucha gente acá que está padeciendo síntomas de depresión porque están perdiendo sus empleos”.
La Secretaría de Salud ha alertado sobre el incremento de los niveles de stress y depresión entre la población estadounidense y ha abierto líneas telefónicas de ayuda. Pero la situación va hacia peor, con casi 2 millones de ciudadanos que han perdido el empleo en los tres primeros meses del año.
Una agravante a la situación es la enorme cantidad de armas que están en manos de la población. Estadísticas oficiales hablan de más de 270 millones de armas de fuego en posesión de los individuos; y continua creciendo la cifra. A pesar de la crisis, las tiendas de armas han reportado en los últimos meses un crecimiento del 25% en sus ventas, resultado según dicen del temor de sus clientes a la ola de violencia y a que el gobierno de Obama ponga restricciones a la posesión de armas de fuego.
Diversas organizaciones de la sociedad civil han intensificado sus reclamos para incrementar el control de las armas de fuego. Paul Helmke, presidente de la Campaña Brady para prevenir la violencia con armas señaló:
“Las leyes no están cumpliendo su cometido. Este es el momento para adoptar medidas más eficaces para prevenir la violencia con las armas”.
Según Helmke, cada año 30 mil personas mueren en EE.UU por esta causa.
“Las armas son el cáncer de la democracia norteamericana”, escribió en The New York Times el escritor Timothy Egan.
A la violencia incubada en la sociedad norteamericana, hay que añadir la enquistada en las mentes de las decenas de miles de soldados y reservistas que han estado en las sangrientas guerras de Afganistán e Irak, muchos de los cuales han regrasado con traumas sicológicos.
Columbine, Virginia Tech, Binghamton, van marcando fechas de luto, violencia y odio en los Estados Unidos, un país donde el crimen se va haciendo identidad.
“El homicida múltiple es algo tan típicamente estadounidense como el pastel de manzana”, ha dicho el escritor de bet sellers de terror Stephen King.
El presidente Barack Obama se pronunció tras la matanza en Binghamton:
“Tenemos que ponernos en guardia contra una violencia insensata representada por esta tragedia”.
A la escucha estaban la crisis económica, las guerras, el quebrado “sueño americano”, la Segunda Enmienda que autoriza la posesión de armas, la Asociación Nacional del Rifle y la codicia, la ilusión del éxito a toda costa y el individualismo a ultranza que genera el sistema.
La epidemia necesita tratamiento.
De acuerdo con dicha encuesta, cerca del 10% de las 1.200.000 personas encuestadas expresaron que debido a la alta presión de la vida, ellos pasan nerviosos 14 días por mes por lo menos, de manera que padecen de muchas enfermedades como depresión, neurosis de ansiedad e insomnio.
Se descubre que la tasa de incidencia de enfermedades mentales está estrechamente relacionada con la pobreza. Cuando viven en mayor pobreza, habrá mayor número de personas que padezcan de enfermedades mentales, porque la vida pobre aumenta la presión de la vida y, además, esta parte de personas gozan de limitada asistencia médica.
Esta encuesta fue realizada entre 2003 y 2006. En la encuesta se descubrió que el número de pacientes de enfermedades mentales debido a la nerviosidad de la vida en este período aumentó en 1% en comparación con el período comprendido entre 1993 y 2001.
Mattew Zac, responsable de esta encuesta, dijo: La actual crisis financiera conduce al aumento de la tasa de desempleo. Ahora, es obvio el aumento de la presión de vida de los norteamericanos. En comperación con el período comprendido entre 2003 y 2006, ahora va en rápido aumento el número de pacientes de enfermedades mentales en los Estados Unidos.
(Pueblo en Línea)
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