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Comunistas de Moldavia ganan elecciones |
Partido Comunista (PC) de Moldavia ganó los comicios parlamentarios y probablemente tendrá el control de la Cámara, según los resultados incompletos del escrutinio anunciados hoy por la Comisión Electoral Central (CEC).
Con el 94,84 por ciento de las papeletas escrutadas, los comunistas obtenían el 49,92 por ciento de los votos, dijo a la prensa el secretario de la CEC, Yuri Chocan, citado por la agencia oficial rusa Itar-Tass.
Al PC le siguen tres formaciones opositoras: el Partido Democrático Liberal, con un 12,9 por ciento, el Partido Liberal, con un 12,24 por ciento, y la alianza "Nuestra Moldavia", con un 9,87 por ciento, indicó Chocan.
Los demás 13 partidos que participaron en los comicios celebrados el domingo no lograron superar la barrera del seis por ciento de los votos y acceder al reparto de los escaños.
En los comicios participó un 59,49 por ciento de los electores de Moldavia, considerada por el Banco Mundial el país más pobre de Europa.
Los comunistas muy probablemente obtendrán 61 de los 101 escaños de la Cámara lo que les permitirá formar el gobierno y elegir al presidente, que en Moldavia es prerrogativa del Legislativo.
Al acudir ayer a votar, el presidente saliente y líder comunista, Vladímir Voronin, que lleva en el poder ocho años, se mostró seguro de la victoria de su partido y reiteró su propósito de no abandonar la gran política después de transmitir la jefatura del Estado, que la Constitución no le permite seguir ocupando, a su sucesor.
Entre los posibles candidatos a sustituir a Voronin figuran el jefe de la comisión parlamentaria para Asuntos Jurídicos, Vladímir Tsurkan, ex embajador en Rusia y antiguo ministro del Interior; la primera ministra, Zinaída Grecheani, y el titular de Asuntos Exteriores e Integración Europea, Andréi Stratan.
En vísperas de la votación los partidos opositores aseveraron a sus electores que jamás pactarán con los comunistas en caso de que estos venzan sin mayoría absoluta y tengan que buscar alianzas para elegir al presidente y formar Gobierno.

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, multitud, politica.
Las autoridades moldovas acusan a los organizadores de la protesta de atraer a los estudiantes a las acciones que rayan en la desobediencia civil.
Los partidos contestatarios impugnan los resultados de las elecciones parlamentarias del 5 de abril en las que sobresale como virtual ganador la agrupación Comunista, liderada por el presidente Vladimir Voronin, con un 50 por ciento de los votos.
Según diversas fuentes, se han concentrado en la céntrica plaza más de 200 manifestantes y se prevé que la cifra aumente en horas.
Tras reunirse con representantes de organizaciones sociales, Voronin informó sobre la detención de unas 118 personas vinculadas con los violentos disturbios ocurridos ayer martes.
Dijo que los patrocinadores de esas acciones desestabilizadoras huyeron del país. Quedó claro que lo sucedido ayer fue un intento de golpe de Estado por parte de la oposición, afirmó el mandatario en referencia al asalto del parlamento y de la administración presidencial.
Agregó que las ideas antigubernamentales de los opositores se pusieron en evidencia cuando izaron la bandera de Rumania en la residencia de trabajo del Presidente.
En ese sentido Voronin –quien llegó al término de su mandato este mes- anunció la implantación de régimen de visado para los ciudadanos romanos. “Esa será la respuesta a la intromisión de Rumania en los asuntos internos de Moldova y a la participación de ciudadanos de ese país en los disturbios en Kishinev”, sentenció el jefe de Estado.
A esa medida el gobernante sumó la declaración de persona no grata al embajador romano y advirtió que de repetirse los hechos de violencia ordenarán a la policía usar la fuerza.
El ministerio de Interior denunció la destrucción y saqueo de los edificios del Parlamento y de la administración presidencial, tomados por asalto el martes, y abandonados luego de que fueron quemados objetos valiosos, documentos y muebles.
Al admitir que las supuestas protestas pacíficas para impugnar la victoria electoral del partido Comunista en los comicios parlamentarios del 5 de abril se fueron de control, dirigentes opositores llamaron a los manifestantes a abandonar la plaza central.
Las televisoras reportan la presencia todavía de varios centenares de personas en el centro capitalino, cerca de la sede de la cámara legislativa.
El ministerio de Interior confirmó que brigadas de bomberos sofocaron el incendio de grandes magnitudes que abarcó el edificio del Parlamento, tomado por asalto y destruido en su interior.
Grupos enardecidos de jóvenes rompieron las ventanas, las puertas del recinto y arrojaron a hogueras muebles, equipos, teléfonos y documentos de los diputados.
Fuentes castrenses dijeron que la policía tenía órdenes de no reprimir a los manifestantes para evitar provocaciones. Diversos reportes aseguran que la mayoría de los heridos son agentes de las fuerzas de seguridad y el orden público.
El presidente moldovo, Vladimir Voronin, acusó a los grupos contestatarios de utilizar “como escudo viviente” a adolescentes, escolares y a estudiantes de liceos. Los exhortó al mismo tiempo a renunciar a los intentos de usurpar el poder por la fuerza.
Inicialmente dirigentes contestatarios llegaron a un acuerdo con las autoridades para efectuar un nuevo conteo de votos, como condición para disolver las protestas.
Algunos dirigentes opositores dieron vuelta atrás a sus compromisos públicos y exhortaron a los manifestantes a exigir nuevas elecciones, la renuncia del gobierno y la creación de un consejo nacional provisional.
Encabezan las revueltas los partidos Liberal, el Liberal Democrático y la Alianza Nuestra Moldova, que juntos obtuvieron en las consultas parlamentarias un 35 por ciento de votos.
Según el escrutinio parcial de las boletas, el partido Comunista, liderado por el presidente Vladimir Voronin, se alzó con el 50 por ciento de los sufragios.
De confirmarse esos resultados, los comunistas controlarán 61 mandatos –de 101- y con ello, la mayoría parlamentaria, con el derecho a designar al nuevo presidente, quien a su vez, deberá ser ratificado por el Parlamento.
Primero la muchedumbre intentó irrumpir en la residencia del presidente de Moldavia, pero la policía lo impidió, empleando mangueras. Tras ello unos manifestantes se dirigieron al parlamento y lograron entrar en su interior.
Los atacantes no dejan la intención de abrirse paso hacia la residencia presidencial, arrojan piedras contra ésta. Entre ellos y transeúntes hay lesionados.
En las acciones de protesta participan de 2,5 a 5 mil personas, según servicios secretos. Los organismos judiciales no recurren al empleo de la fuerza, procurando no permitir el derramamiento de sangre. Las fuerzas del orden publico se mantienen a unas decenas de metros y no toman ningunas medidas para disolver a los atacantes.
"La policía no permitirá que la situación escape a su control", dijo a RIA Novosti la jefa de la oficina de prensa del Interior de Moldavia, Alla Meleka. Pero al mismo tiempo refutó la noticia difundida por ciertos medios noticiosos occidentales de que la policía supuestamente haya empleado gas lacrimógeno para disolver a los manifestantes.
La oposición muestra descontento con los resultados de las elecciones parlamentarias celebradas el domingo pasado, las que ganó el Partido Comunista, dirigido por el presidente del país Vladímir Voronin, reuniendo el 50% de los votos.
Cerca del mediodía de este martes, más de cinco mil personas se dirigieron desde la plaza central de Chisinau a la sede del parlamento, enarbolando banderas rumanas y coreando "Somos rumanos" , "¡Abajo a los comunistas!"
Puesto que los comunistas tendrán 61 mandatos de los 101en el parlamento, ellos podrán elegir a los presidentes del Legislativo y del país, así como formar el Gobierno, sin la necesidad de hacer coalición con otras fracciones parlamentarias.
Según la Constitución de Moldavia, Voronin no puede postularse para cumplir el tercer mandato presidencial. Él dijo la víspera que planea trabajar en el nuevo parlamento.
El nuevo Legislativo formado el 5 de abril debe elegir al nuevo Jefe de Estado en el transcurso de 45 días. (mas...)
Los organizadores de las protestas en Chisinau desestabilizan la situación en el país, afirma presidente moldavo
Los organizadores de las masivas acciones de protesta en Chisinau pretenden desestabilizar la situación en Moldavia, declaró hoy el presidente moldavo Vladímir Voronin en vísperas de la reunión de la comisión gubernamental para situaciones de emergencia.
La oposición moldava expresa su descontento por los resultados de las elecciones parlamentarias celebradas el domingo pasado, las que ganó el Partido Comunista encabezado por Voronin.
Un mitin organizado por la oposición este martes en la capital de Moldavia, cerca de la residencia del presidente, desembocó en desórdenes. Según médicos, hay unos 20 lesionados. (mas...)
Presidente moldavo prohibió la víspera disparar contra los atacantes, ministro del Interior
El presidente de Moldavia, Vladímir Voronin, prohibió la víspera a las instituciones armadas emplear armas contra los atacantes, para evitar víctimas, en particular, entre los jóvenes, declaró a RIA Novosti hoy el ministro del Interior moldavo Gueorgui Papuk.
"Los organizadores de los excesos esperaban que el presidente de Moldavia, Vladímir Voronin, ordene emplear armas. Entonces se habrían realizado los planes de la oposición: habría sucedido una tragedia con niños víctimas. Pero el presidente supo contener su ira y el dolor ante aquello que hacían los atacantes, prohibió el empleo de armas contra ellos y los merodeadores. Su dominio de sí salvó centenares de vidas", dijo Papuk. (mas...)
Policía moldava no empleó la fuerza porque hubo adolescentes entre los participantes en desórdenes
La policía de Moldavia decidió evitar el empleo de la fuerza para aplastar los desórdenes que estallaron en Chisinau la víspera, porque entre los atacantes hubo muchos adolescentes, afirmó hoy el presidente moldavo, Vladímir Voronin.
"Vlad Filat, Serafim Urekian y Mijai Guimpu (líderes de los partidos de oposición) en vez de reunir a sus partidarios, sacaron a la calle a unos chicos: escolares y alumnos de liceos, dispuestos a armar un jaleo. No podíamos responder a esos canallas utilizando los métodos de ellos. ¡No podíamos declarar guerra a unos chicos!", dijo Voronin en una entrevista a RIA Novosti.
"Pero si los disturbios se repiten, se dará una respuesta adecuada", indicó el presidente moldavo.
Los desódenes ocurrieron durante protesta convocadas por fuerzas politicas de la oposición que cuestionaron la legalidad de los resultado de las elecciones parlamentarias, en las que venció el Partido Comunista, liderado por Voronin, al reunir más del 50% de los votos.
Según la oposición, en los comicios se cometieron falsificaciones, pero los observadores internacionales no notaron ningunas infracciones serias y anunciaron que fueron elecciones legítimas. (mas...)
Al menos 200 detenidos sospechosos de instigar los disturbios en la capital moldava
La policía de Moldavia detuvo a al menos 200 personas presuntos instigadores de los disturbios ocurridos la víspera en la capital moldava, informó hoy a RIA Novosti el ministro del Interior moldavo Gueorgui Papuk.
"Son instigadores que fueron detenidos en el marco de una operación legítima de imposición del orden público. Los organizadores de los disturbios estuvieron incitando a la gente durante dos días para que corearan proclamas antiestatales", dijo el ministro.
El presidente de Moldavia, Vladímir Voronin, prometió castigar severamente a los culpables.
Los desódenes ocurrieron durante protesta convocadas por fuerzas politicas de la oposición que cuestionaron la legalidad de los resultado de las elecciones parlamentarias, en las que venció el Partido Comunista, al reunir más del 50% de los votos.
Según la oposición, en los comicios se cometieron falsificaciones, pero los observadores internacionales no notaron ningunas infracciones serias y anunciaron que fueron elecciones legítimas. (mas...)
Presidente moldavo acusa a la oposición de provocar una guerra civil
La oposición moldava, al organizar la víspera las acciones de protesta que desembocaron en disturbios masivos, traicionó los intereses del pueblo e intentó provocar una guerra civil, declaró hoy el presidente de Moldavia, Vladímir Voronin, entrevistado por RIA Novosti.
"El pueblo moldavo pudo ver con sus propios ojos que la oposición traicionó abiertamente a su pueblo y su país, al ponerse en el camino que conduce a una guerra civi", dijo Voronin.
Al condenar las acciones perpetradas por la oposición, Voronin subrayó que, " todo el país pudo convencerse de que en Moldavia no hay oposición anticomunista, ni contra Voronin, sólo una oposición anti-Estado".
Los desódenes ocurrieron durante protesta convocadas por fuerzas politicas de la oposición que cuestionaron la legalidad de los resultado de las elecciones parlamentarias, en las que venció el Partido Comunista, liderado por Voronin, al reunir más del 50% de los votos.
Según la oposición, en los comicios se cometieron falsificaciones, pero los observadores internacionales no notaron ningunas infracciones serias y anunciaron que fueron elecciones legítimas. (mas...)
La victoria del Partido Comunista de Moldavia en las elecciones legislativas del pasado domingo desató ayer violentos disturbios en la capital moldava de Chisinau. Los manifestantes, partidarios de las fuerzas políticas de la oposición, exigen la anexión de Moldavia a Rumania, país miembro de la UE.
El presidente de Moldavia, Vladímir Voronin, acusó a Rumania de haber organizado los disturbios en la capital del país. "Rumania está implicada en todo lo que está ocurriendo", declaró Voronin en un encuentro con representantes de la sociedad civil.
Descontenta con el resultado de las elecciones parlamentarias en que obtuvo victoria el Partido Comunista, liderado por el presidente en ejercicio Vladímir Voronin, la oposición moldava organizó las acciones de protesta en la capital de Moldavia que derivaron ayer en los desórdenes callejeros masivos. Al día siguiente de la votación, los opositores sacaron a la calle entre 2.500 y 4.000 partidarios cuya consigna principal era invalidar los resultados electorales. Según los servicios secretos, ayer la cifra subió a 5.000. Algunos manifestantes portaban banderas de Rumania y exigían la reunificación de dos países limítrofes coreando "¡Somos rumanos!".
En la tarde del martes, los manifestantes irrumpieron en el edificio del Parlamento moldavo y se pusieron a destruir muebles y equipos, romper ventanas y prender fuego en el interior. Otra multitud se apoderó de la sede de la Administración Presidencial y empezó a tirar equipos y muebles por las ventanas.
Los manifestantes, partidarios de las fuerzas políticas de la oposición, exigen que Moldavia sea anexada a Rumania, país miembro de la Unión Europea.
El CAEA, que agrupa a 46 países miembros y socios de la OTAN, constituye la base política del programa de la OTAN "Asociación en aras de la paz".
Las elecciones fueron ganadas por el Partido Comunista, que reunió el 50% de los votos. También serán representados en el parlamento los partidos Liberal y el Liberal-Demócrata, así como la alianza Nuestra Moldavia. Puesto que los comunistas tendrán 61 mandatos de los 101, ellos podrán elegir a los presidentes del Legislativo y del país, así como formar el Gobierno, sin la necesidad de hacer coalición con otras fracciones parlamentarias.
"La voluntad del electorado se expresó libremente, no fueron utilizadas palancas administrativas", dijo Efimiu.
Las elecciones se realizaron en un ambiente pluralista. Los rivales políticos actuaron en condiciones iguales. La base legislativa de la república reúne los requisitos democráticos, subrayó.
"Estamos registrando un sustancial progreso de la democracia en Moldavia", se señala en un informe que la misión de los observadores de la PACE difundió al término de la rueda de prensa.
Anteriormente, una misión de observadores de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) también calificó como libres y transparentes las elecciones parlamentarias celebradas en Moldavia.
Las protestas en la nación ex soviética se produjeron tras la victoria del Partido Comunista en las elecciones parlamentarias del domingo.
Alrededor de 10.000 manifestantes anticomunistas irrumpieron en el legislativo, lanzaron computadoras y muebles por las ventanas y, después, les prendieron fuego.
El presidente del país de Europa oriental, Vladimir Voronin, dijo que se trataba de una intentona golpista.
En un discurso transmitido por televisión, el mandatario señaló que su gobierno protegerá al país.
"Las autoridades en Moldavia no permitirán que un grupo de fascistas envenenados con odio pisotee nuestra democracia", indicó Voronin.
El corresponsal de la BBC en Kiev, Ucrania (país fronterizo en el este), Gabriel Gatehouse, informó que se han reportado decenas de heridos.
La televisión estatal dijo que una mujer murió intoxicada tras inhalar monóxido de carbono durante las manifestaciones.
¿Golpe de Estado?
Los disturbios se desataron el lunes cuando los resultados de las elecciones fueron anunciados en medio de las denuncias de los partidos de oposición sobre un supuesto fraude.
Los líderes de la oposición han respaldado las jornadas de protestas y señalan que deben continuar, aunque han condenado la violencia.
Voronin llamó a Occidente a que ayude a reestablecer el orden en su país. El mandatario enfatizó que los observadores de los comicios del domingo calificaron el proceso de limpio y justo.
"Todo lo que ha sucedido en las últimas horas no puede ser descrito de otro manera que como un golpe de Estado", indicó Voronin.
Gatehouse señaló que las protestas tomaron por sorpresa a las autoridades. La policía las intentó dispersar con agua y gases lacrimógenos.
Acusaciones rechazadas
El jefe de Relaciones Internacionales de la UE, Javier Solana, exhortó a los bandos enfrentados a ponerle fin a la violencia.
El presidente de Rusia, Dmitry Medvedev, instó a Voronin para que halle una solución rápida y pacífica a la crisis.
Voronin y la primera ministra, Zinaida Greceanii, mantienen conversaciones con los líderes de los tres principales partidos de la oposición: el Partido Liberal, el Partido Liberal Democrático y Nuestra Alianza Moldova.
Los representantes de esas agrupaciones políticas rechazaron las acusaciones de que están intentando derrocar a Voronin y reiteraron que los resultados electorales fueron fraudulentos.
"Apoyamos a los jóvenes en su aspiración absolutamente normal de reaccionar ante este fraude", señaló Vlad Filat, líder del Partido Liberal Democrático.
"Nosotros les pedimos que no usaran la violencia", dijo Filat.
Números
El alcalde de Chisinau, Dorin Chirtoaca, quien es uno de los líderes del Partido Liberal, dijo que las protestas eran justificadas "porque la gente no votó por los comunistas en tan numerosa cantidad".
Según los resultados oficiales, el Partido Comunista ganó con 50% de los votos. Le siguió el Partido Liberal con casi 13% de los sufragios, el Partido Liberal Democrático con 12% y Nuestra Alianza Moldova con casi 10%.
No está claro si los comunistas obtendrán 61 curules de los 101 que constituyen el parlamento, proporción que requieren para nombrar, sin oposición, al sucesor de Voronin.
La Constitución de Moldavia le prohíbe al mandatario presentarse para gobernar un tercer mandato, pero él ha indicado que quiere seguir involucrado con los asuntos de Estado.
Si ninguna persona es nombrada para ocupar la presidencia antes del 8 de junio, otro proceso electoral deberá llevarse a cabo en el legislativo.
Se prevé que para este miércoles se desarrollen más movilizaciones populares en el país más pobre de Europa.
En la capital moldava de Chisinau fueron saqueados el Parlamento y la sede del Gabinete de la Presidencia, recibieron heridas unas 270 personas. La policía detuvo a más de 200 participantes en los desórdenes.
"Condenamos las manifestaciones de violencia y los intentos de minar los procesos democráticos, y exhortamos a resolver los problemas exclusivamente en el marco de la Ley", expresó Lavrov en rueda de prensa celebrada al término del encuentro ministerial de la CEI, en Ashjabad.
Los participantes en el encuentro aprobaron una declaración en relación con los sucesos en Moldavia.
La Fiscalía General de Ucrania está analizando una solicitud de extradición expedida por la Fiscalía General de Moldavia.
Los desórdenes ocurrieron el 7 de abril durante protestas convocadas por fuerzas políticas de la oposición que cuestionaron la legalidad de los resultados de las elecciones parlamentarias, en las que venció el Partido Comunista, liderado por el presidente del país Vladímir Voronin, al reunir más del 50% de los votos.
Alrededor de 200 personas fueron detenidas en Chisinau a causa de los disturbios
Entretanto, observadores internacionales no denunciaron irregularidades graves durante el proceso electoral y calificaron de legítimos los comicios que tuvieron lugar en Moldavia el pasado domingo.
El director del Instituto de los países de la CEI, Konstantin Zatulin, no descartó que los acontecimientos en Moldavia den inicio al reconocimiento de la independencia de Transnistria.
El presidente del comité para asuntos internacionales de la Duma de Estado, Konstantín Kosachov, opina lo contrario: discutir el tema de Transnistria es contraproducente. "Es importante que apoyemos a las autoridades de Moldavia. Con tanta más razón de que se trata del quinto intento, después de Kirguizistán, Mongolia, Ucrania y Georgia, de llevar a cabo una ‘revolución de color'".
Ahora no conviene cambiar nuestra política en la región, aunque sea porque los dirigentes de Moldavia, al convencerse de que la Unión Europea y, sobre todo, Rumania no le ayudarán, tiende a orientarse a Rusia, aseguró el politólogo Serguei Karagánov. Se tiene que hacer todo lo posible para que Rusia desempeñe el papel de mediadora, pero si no lo logra, Transnistria podría convertirse en otra república no reconocida por la comunidad internacional, pero independiente de facto.
"Estoy convencido de que el recuento total de los votos, conforme a la legislación vigente y los procedimientos establecidos, contribuirá a establecer la estabilidad política, la paz y la confianza mutua en la República de Moldavia", dice el texto del mensaje remitido por Voronin a la instancia judicial máxima.
Descontenta con el resultado de las elecciones parlamentarias del 5 de abril pasado y sospechando fraude, la oposición moldava organizó las acciones de protesta en la capital de Moldavia que derivaron en los desórdenes callejeros masivos.
Los manifestantes -algunos enarbolaban banderas de Rumania y exigían la reunificación de dos países limítrofes- irrumpieron en el edificio del Parlamento moldavo y le causaron daños sustanciales. Otra multitud se apoderó de la sede de la Administración Presidencial e izó una bandera rumana sobre la entrada en el edificio. En los disturbios recibieron heridas más de 270 personas.
La Fiscalía de Moldavia calificó los disturbios del pasado martes en Chisinau como intentona golpista.
"Esperamos que la UE y Rumania, que condenó públicamente la violencia, actúen para que no se utilicen las banderas, las consignas rumanas como tapadera para minar la soberanía de Moldavia", dijo en una entrevista con varios medios de comunicación rusos, entre ellos la agencia Ria Novosti.
Algunos manifestantes gritaban "Somos rumanos" y "Queremos estar en Europa", mientras agitaban banderas del país vecino.
Por su parte, la UE exhortó el jueves a Moldavia a restablecer "relaciones normales" con Rumania y a respetar "todas las libertades constitucionales".
"Si bien comprendemos la complejidad de las relaciones moldavo-rumanas, instamos al Gobierno moldavo a restablecer relaciones normales con Rumania", país miembro de la UE desde 2007, según un comunicado de los cancilleres francés, checo y sueco, cuyos países, al mando sucesivamente de la Unión entre julio de 2008 y diciembre de 2009, forman la 'troika europea'.
El Gobierno moldavo acusó a Rumania de instigar las manifestaciones del martes, que dejaron decenas de heridos y en la que unas 200 personas fueron detenidas, y conminó al embajador rumano a abandonar el país por ejercer "actividades incompatibles con su estatuto diplomático".
Tras el caos desatado el martes, la capital Chisinau había recobrado la serenidad este jueves.
Sin embargo, los movimientos de jóvenes anticomunistas que organizaron las protestas estaban llamando a través de mensajes de texto y de Internet a una nueva manifestación el viernes por la mañana, una táctica que les permitió sorpresivamente reunir a unas 10.000 personas el martes.
Moldavia, un país de lengua rumana de 4,3 millones de habitantes, formó parte de Rumania antes de ser anexada por la Unión Soviética al final de la Segunda Guerra Mundial. Se independizó en 1991, cuando se desmembró el imperio soviético.
El presidente de Moldavia, el comunista Vladimir Voronin, declaró que agentes secretos de Rumania habían estado trabajando en su país y que su "paciencia tenía límites".
En Bucarest, el canciller rumano tachó la acusación de Voronin de "provocación" y calificó de "absurda" una decisión del presidente comunista de imponer una visa de entrada a los ciudadanos rumanos.
Voronin también advirtió que la policía moldava usaría la fuerza si seguían las protestas. Las autoridades ya detuvieron a 193 personas, según el Ministerio del Interior.
Entre los detenidos figuran un dirigente de la oposición, Sergiu Mocanu, y la periodista Natalya Morar, una de las líderes del movimiento de protesta "Soy Anticomunista".
La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) instó a las autoridades a evitar las detenciones arbitrarias, y subrayó que los manifestantes arrestados podían ser condenados a hasta ocho años de cárcel.
Las autoridades "deben hacer una diferencia prudente entre los que son sospechosos de haber cometido delitos y los que ejercieron su derecho a la libertad de expresión y de manifestación pacífica", indicó la organización en un comunicado.
Según los resultados de las elecciones legislativas, publicados el miércoles, los comunistas ganaron con el 49,48% de los votos, y obtuvieron 60 escaños, uno menos que la mayoría necesaria para poder elegir el nuevo presidente del país.
El Partido Liberal y el Partido Liberal Democrático obtuvieron 15 escaños cada uno, y la coalición Nueva Moldavia, 11 escaños.
Pregunta. Los manifestantes no parecen entender su política proeuropea.
Respuesta. Les han metido en la cabeza que los comunistas no son capaces de integrarlos en Europa ni de observar las normas democráticas y asegurar la libertad de información. Protesta un 2% o un 3% de la población mentalizada por los partidos políticos, pero la mayoría apoya nuestra línea de integración europea.
P. Usted culpa al profesorado de influir en los jóvenes. ¿Cómo?
R. Los profesores de enseñanza media y superior han desempeñado un papel muy destructivo, sobre todo en Chisinau, porque forman continuadores de (Ion) Antonescu (dictador rumano aliado de Hitler).
P. Los jóvenes, que antes iban a Rumania sin visado, quieren viajar por Europa como sus vecinos. ¿Ha complicado las cosas el ingreso de Rumania en la UE?
R. Así es. Yo ya dije a la Comisión Europea que al aceptar a Rumania en la UE deberían haber abolido los visados para los ciudadanos de Moldavia y así nadie hubiera tomado el pasaporte rumano. La gente necesita ese pasaporte para viajar. Pero en la UE son duros de mollera. Lo planteé muchas veces y se lo he dicho hoy (por el sábado) a Javier Solana (alto representante de la política exterior de la UE). Volveremos a insistir. A Europa, queremos ir por Bruselas, no por Bucarest.
P. ¿Cómo puede ayudar la UE a estabilizar la situación?
R. Hemos cumplido un plan de colaboración con la UE de tres años y comenzamos a elaborar otro más amplio. Espero que ese trabajo, interrumpido durante la campaña electoral, se reanudará en breve y que, cuando cumplamos el nuevo plan, recibiremos el estatus de miembro asociado de la UE.
P. Usted pide a Bruselas que anteponga los valores democráticos a la solidaridad con Rumania. ¿Qué espera?
R. Nada bueno en el futuro próximo. Rumania no es consciente de que está en la UE y de que hay que observar algunas reglas. Rumania no puede renunciar a sus ansias expansionistas, y hasta ahora se niega a firmar el Tratado de Fronteras y el de relaciones interestatales con nosotros.
P. ¿Cómo influye la situación aquí en los separatistas del Transdniéster?
R. Negativamente, pero seguiremos conversando con ellos. Nuestro fin estratégico en política interior es unir el país.
P. ¿La reunificación está más cerca o más lejos que antes?
R. Más cerca, porque nosotros no hemos derramado sangre y porque 505 empresas, prácticamente todas las del Transdniéster, se han registrado en Moldavia, y cerca de 350.000 residentes en el Transdniéster recibieron pasaportes moldavos, y aquí vienen los estudiantes y miles de personas a trabajar todos los días. Podríamos hacer más, pero ellos se resisten.
P. ¿Usted se enorgullecía de no haber reprimido una manifestación en 1989 como ministro del Interior en la Moldavia soviética?
R. Ni entonces, ni en 2002, cuando la oposición pasó seis meses protestando, ni ahora. Si lo hubiera hecho, hubieran logrado su objetivo. Si hubiéramos dado fusiles y orden de disparar a las piernas a chicos inexpertos y de la misma edad que los atacantes se hubieran echado a temblar, y sabe Dios adónde hubieran apuntado. Hay máquinas especiales de agua a presión, pero no las tenemos.
P. ¿Dónde estuvo durante el ataque?
R. Aquí, en el Parlamento. Mi escolta no permitió que tocaran mi despacho. Cuando destrozaron los cristales y se produjeron corrientes de aire me trasladé al Gobierno. A ellos no les interesaba el resultado de las elecciones. El problema no es la falsificación. Querían aprovechar el momento y organizar una de esas operaciones codificadas como Revolución de Colores. El mismo escenario que en Belgrado, en Tbilisi, en Bishkek y en Kiev. Aquí, en la entrada, fotografiamos a un yugoslavo con documentos de una institución norteamericana. El 7 de abril había nueve personas de Serbia que dirigían los acontecimientos y agentes de los servicios de Seguridad de Rumania. Lo tenemos todo filmado y podemos identificar las caras de todas las fieras que pegaron a la policía. Los detendremos y los procesaremos. Fue pillaje. Se llevaron la caja de la tesorería y la policía encontró muebles del Parlamento en 18 viviendas.
P. Moldavia es un país frágil que usted quiere consolidar como Estado neutral. ¿Pasa por aquí la confrontación entre Rusia y la OTAN?
R. Le diré tres cosas. Ucrania quiere entrar en la OTAN con todas sus fuerzas. Rusia se niega porque distorsiona todo su equilibrio estratégico y EE UU ha establecido dos bases militares en Rumania. Y nosotros nos quedamos como en una bolsa entre todos ellos. Y vea por qué no se resuelve el problema de los del Transdniéster. No porque Voronin no les dé derechos. Yo mismo soy de allí. Ni porque no queramos estar juntos, sino porque Rusia mantiene a ese cabezota de (Igor) Smirnov (el líder del Transdniéster), que cumple sus órdenes. Mantiene a todos los ministros, que son oficiales en activo del Servicio de Seguridad del Estado (de Rusia), y la cuestión no se resolverá mientras Rusia no resuelva el acuerdo de armas convencionales y de los flancos y de las bases norteamericanas que controlan el mar Negro.
(mas...)
El presidente comunista Voronin (en el poder desde 2001) , tras haber jugado durante un tiempo la baza de la adhesión a la Unión Europea, se había acercado a Moscú, renunciado a la perspectiva de unirse a Rumania, como deseaban los nacionalistas de este país. Pero ese sueño de unificación (que en 1991 provocó la secesión de Transnistria, hoy en proceso de reconciliación con Voronin), un sueño que mezcla el deseo de incorporarse a la Unión Europea con viejos tufillos rusófobos (cuyos peores efectos se manifestaron en los años cuarenta del siglo pasado) permanece todavía vivo, tanto en Chisinau como en Bucarest y así, desde 2002, muchos moldavos han adquirido la doble nacionalidad moldavo-rumana, con el beneplácito del gobierno (sobre todo para facilitar las perspectivas de migración hacia la Unión Europea).
El domingo pas ado se produjo la victoria del Partido Comunista (en el poder) en unas elecciones legitimadas por la OSCE. Tras el anuncio de los resultados, manifestantes que protestaban contra la victoria del Partido Comunista en las legislativas del domingo penetraron por la fuerza en los despachos de la Presidencia y en el recinto del Parlamento. De repente, la idea de que podía tratarse de una “revolución de colores” manipulada desde el exterior, como en Ucrania o en Georgia, tomó forma en la mente de los observadores. Un diputado ruso, Vladímir Pekhtin, propuso llamarla la “revolución de las lilas”. Reuters informaba ayer de la llegada masiva, en autobuses repletos, de gente de Rumania para apoyar a los manifestantes en Chisinau, una forma de organizar manifestaciones “espontáneas” similares a las de Belgrado, Kiev o Tiflis.
El Presidente moldavo Vladímir Voronin acusó a Rumania de estar implicada en los violentos disturbios. Expulsó al embajador de Rumania y, acto seguido, aprobó la implantación de un régimen de visados con este país (Rumania introdujo un régimen de visados para los moldavos tras su adhesión a la Unión Europea en 2007). Además, declaró que los “responsables de los disturbios” de Chisinau habían abandonado el país y que se había arrestado a 118 instigadores de los altercados al tiempo que se evitaba reprimir de forma violenta a los estudiantes de colegios e institutos movilizados por los opositores. Los medios de comunicación atlantistas franceses, empezando por Le Monde, han dado la palabra a los partidarios de los insurgentes. La BBC, que transmite las declaraciones del responsable de su servicio Russie Mark Grigoryan, sin embargo considera que el PC moldavo cuenta con el apoyo popular y que los agitadores tienen pocas posibilidades de salir victoriosos.
(mas...)
La violencia estalló en Chisinau, capital de Moldavia, después que la Comisión Electoral Central de ese país anunciara la victoria del gobernante Partido Comunista en las elecciones. Los incidentes dejaron un saldo de una persona muerta y unas 270 heridas.
Los observadores electorales internacionales declararon que las elecciones respetaron los estándares internacionales, pero la oposición reclamó que los comicios fueron manipulados.
"Respetamos la selección independiente del pueblo moldavo. Como amigo de ese país, China espera sinceramente que Moldavia mantenga la estabilidad y los vínculos de cooperación integral sino-moldovanos sean fortalecidos", manifestó la portavoz.
El Tribunal Constitucional de Moldavia decidió ayer domingo que se volviera a hacer un nuevo recuento de votos dentro de un plazo de nueve días.
(Xinhua)
"Abajo con los comunistas" o "Democracia para Moldavia", gritaron los manifestantes reunidos frente a la sede del gobierno, bajo la mirada de la policía.
Denunciaban también las detenciones y las palizas propiciadas a los jóvenes durante las manifestaciones que culminaron el martes con el saqueo de la Presidencia y del Parlamento. "Centenares de jóvenes inocentes fueron arrestados y golpeados por la policía", denunció en la tribuna del Partido Liberal Demócrata, Vlad Filat.
Un joven manifestante murió en la noche del martes, anunciaron este domingo sus padres, una información confirmada por la policía y por la fiscalía. Los padres de Valerio Boboc, de 23 años, aseguraron haber recuperado el cuerpo de su hijo lleno de golpes en la morgue de Chisinau.
Un portavoz de la policía moldava, Alla Meleka, confirmó la muerte del joven pero aseguró que se debió al gas utilizado para dispersar a los manifestantes. La fiscalía secunda esta versión pero se ha mostrado dispuesta a ordenar una investigación internacional.
Una gran parte de las personas concentradas este domingo en Chisinau eran viejos militantes de los partidos opositores. Los jóvenes, muy activos en los dos primeros días de la protesta, ya no eran muy numerosos. "Estoy aquí para protestar contra las tentativas de los comunistas de establecer un régimen totalitario", declaró Ion Hadirca, de 62 años.
"Los comunistas han obtenido muchos votos de los jubilados. Pero no quiero que los jubilados decidan el destino de mis hijos", declaró Maria Iordache, de 42 años, quien vino a manifestarse con su hijo de 10 años.
La manifestación tuvo lugar de forma pacífica.
Miembros de la oposición afirmaron que en la entrada de la capital los policías inspeccionaban minuciosamente los autobuses provenientes de otras provincias.
A iniciativa del presidente comunista, Vladimir Voronin, el Tribunal Constitucional ordenó este domingo un nuevo escrutinio de los votos. "La comisión electoral central tiene nueve días para efectuar un nuevo recuento de los votos", declaró a la prensa el presidente del Constitucional, Dmitir Pulbere.
La comisión aprobó el sábado los resultados finales de los comicios que otorgan a los comunistas 60 de los 101 escaños del parlamento. Estos resultados fueron transmitidos al Tribunal Constitucional, aunque tres de los nuevos miembros de la comisión habían denunciado "graves violaciones".
El Parlamento debe escoger al sucesor de Voronin en la presidencia de esta antigua república soviética.
Voronin acusó a Rumanía de incitar los disturbios, acusación rechazada por Bucarest.
Los partidos mencionados declararon que el recuento no impactará en los resultados de las elecciones, porque las principales infracciones se cometieron al componer listas del electorado, afirmando que en éstas fueron incluidos ilícitamente unos 400 mil electores.
La oposición dice que hará copias de las listas del electorado para chequearlas y verificar también el procedimiento de votación utilizado.
Entretanto, observadores internacionales no denunciaron irregularidades graves durante el proceso electoral y calificaron de legítimos los comicios que tuvieron lugar en Moldavia el 5 de abril.
Cabe resaltar que el fracaso de la revolución en Moldavia no ha sido un caso único.
Los desórdenes y manifestaciones de protesta promovidos por los partidos políticos perdedores después de los comicios no siempre terminaron en victorias como en Georgia o Ucrania. Las manifestaciones callejeras tras elecciones celebradas en Azerbaiyán y en Armenia, transcurrieron sin producir ningún efecto.
Aquellos que no comprenden muy bien las particularidades de la legislación moldava expresaron asombro. ¿Cuál era el objetivo oposición moldava?
Según el resultado de los comicios, la oposición sufrió una derrota desastrosa ante el Partido Comunista que cuenta con una mayoría estable en el Parlamento y ningún recuento de los votos podría modificar esa situación.
Lo que pasa es que de acuerdo a la Constitución de Moldavia, el presidente, que a propósito, goza de amplias atribuciones, es elegido si cuenta con el respaldo de las 3/5 partes del Parlamento, es decir con los votos de 61 diputados de un total de 101 mandatos que conforman el legislativo moldavo.
Al parecer, los comunistas obtuvieron precisamente ese número de escaños, y de esa forma, la oposición quedó al margen del juego político.
Según el recuento provisional de los votos, precisamente ese fue el resultado. Y después de que se supo que la oposición no contaba para nada, comenzaron los desórdenes en el Parlamento y en la residencia presidencial.
Ahora, los representantes de la oposición declaran que no son responsables de haber perturbado el orden público y que los desórdenes fueron provocados por el propio presidente del país, Vladímir Voronin, e incluso responsabilizan a los servicios secretos de Rusia.
Pero la autoría de la oposición en los desórdenes quedó demostrada y no cabe dudas, y cuando la Comisión Central Electoral precisó declaró oficialmente que el partido comunista de todas maneras obtuvo 61 escaños en el parlamento, como por arte de magia los mítines ante el parlamento adquirieron un carácter pacífico, y la oposición repente perdió todo el interés por un conteo adicional de los sufragios.
Lo que pasa es que llegó el momento de negociar con los comunistas la candidatura del presidente y si las negociaciones no dan ningún resultado, entonces bloquear la votación durante al menos 45 días y después convocar a nuevos comicios legislativos, según la Constitución.
¿Y por qué la oposición moldava perdió los comicios sin pena ni gloria?
Predominaba la opinión de que todas las circunstancias estaban precisamente a favor de la oposición y en contra de los comunistas.
Los comunistas y Voronin ya llevan ocho años en el poder y en la opinión pública moldava tuvo que acumularse cierto cansancio y apatía por esos gobernantes.
Además, la permanente crisis económica que vivía Moldavia empeoró a consecuencia de la crisis mundial y comenzaron a regresar al país los emigrantes laborales desde Rusia y Europa que antes enviaban al país remesas que suponían más del 20 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Como si esto fuera poco, el contencioso en Transnistria todavía está sin solución, un asunto muy sensible para la opinión pública moldava.
Lo que pasa que a pesar de las quejas contra Voronin y el partido comunista, la mayoría de la población moldava no ve que la oposición tenga propuestas constructivas que valga la pena apoyar.
En Moldavia, nadie cree en una pronta inclusión de su país en la Unión Europa (UE).
Y, teniendo en cuanta esta circunstancia, no fue casual que en las recientes manifestaciones y desórdenes se ondearan banderas rumanas y se corearan consignas sobre la anexión de Moldavia a Rumania.
El planteamiento era sencillo, si Moldavia no puede ser admitida en la UE, optar por la liquidación del estado y fusionarse con Rumania que ya es miembro de la UE.
Pero esta idea tan sencilla es inaceptable para una buena parte de la población con elemental orgullo patriótico y que, además, comprende que una fusión con Rumania significa el fin de todas las posibilidades para la reunificación con Transnistria.
Políticos y expertos ya han podido constatar que las consignas públicas sobre la anexión de Moldavia a Rumania han afectado las negociaciones sobre el arreglo de en Transnistria devolviendo el proceso al estado en se que encontraba hace varios años atrás.
¿Y qué conclusiones se puede sacar de fallida revolución callejera en Chisinau?
Parece que tras el recuento definitivo de los votos y la ratificación oficial del escrutinio, los partidos de la oposición decretarán el fin de las manifestaciones callejeras y comenzarán las consultas, regateos y maniobras políticas encubiertas.
Las posibles candidaturas a la presidencia por parte del partido comunista moldavo implica la búsqueda de compromiso con los partidos de la oposición. Estos compromisos, pueden influir mucho en el nuevo presidente que elegirá el parlamento moldavo.
Vladimir Zharijin
Director adjunto del Instituto de los países de la CEI
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDIRÁ OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
La victoria del Partido Comunista de Moldavia en las elecciones legislativas del 5 de abril desató violentos disturbios en la capital moldava de Chisinau. Los manifestantes, partidarios de las fuerzas políticas de la oposición, saquearon la sede del Parlamento y la residencia presidencial.
Vladímir Voronin expresó su esperanza de que "en víspera de la fiesta de Pascua de Resurrección, todas las fuerzas políticas del país muestren su solidaridad y unión para normalizar la situación política y social en Moldavia".
"Lo acaecido en Moldavia, país vecino, es por desgracia un ejemplo de desarrollo de los acontecimientos por una vía absolutamente anticonstitucional... Parecen monstruosos los intentos de izar banderas de otra nación sobre edificios oficiales, símbolos del Estado", destacó Medvédev en entrevista a la directora del servicio de noticias de la cadena rusa NTV, Tatiana Mitkova.
El presidente señaló que los ciudadanos deben realizar las acciones de protesta respetando la legislación vigente sin protagonizar las "llamadas revoluciones de colores que sólo trajeron miseria y problemas con derechos humanos en el espacio postsoviético".
"¿Acaso los manifestantes quieren que el Estado pierda su soberanía? ¿Quieren vivir en otro país y bajo otra bandera? En tal caso hay que llamar las cosas por sus nombres", enfatizó Medvédev.
El líder ruso informó de que había discutido el asunto varias veces con su homólogo moldavo, Vladimir Voronin. "Creo que también las instituciones europeas dieron una evaluación inequívoca a los sucesos en cuestión", concluyó Medvédev.
Descontenta con el resultado de las elecciones parlamentarias del 5 de abril en que obtuvo victoria el Partido Comunista, liderado por el presidente en ejercicio Vladímir Voronin, la oposición moldava organizó las acciones de protesta en la capital de Moldavia que derivaron en los desórdenes callejeros masivos.
Los manifestantes - algunos enarbolaban banderas de Rumania y exigían la reunificación de dos países limítrofes coreando "¡Somos rumanos!"- irrumpieron en el edificio del Parlamento moldavo y se pusieron a destruir muebles y equipos, romper ventanas y prender fuego en el interior. Otra multitud se apoderó de la sede de la Administración Presidencial e izó una bandera rumana sobre la entrada en el edificio.
En los disturbios recibieron heridas más de 270 personas. La policía no empleó armas por orden del presidente Voronin.
La Fiscalía de Moldavia calificó los disturbios en Chisinau como intentona golpista.
El Tribunal Constitucional moldavo falló a favor del recuento de votos, iniciativa adelantada por el presidente en ejercicio Vladímir Voronin. La autoridad electoral prometió dar a conocer hoy el resultado de recuento.
Tras los desórdenes del 7 de abril, cuando bajo consignas de unión con Rumania fueron atacados el parlamento y la residencia presidencial, Moldavia expulsó al embajador rumano e impuso el régimen de visados con Rumania.
El presidente rumano Traian Basescu declaró en el parlamento que Rumania no permitirá que el río fronterizo Prut se convierta en un nuevo "telón de acero" y exhortó a la UE a investigar "las represiones organizadas en Moldavia".
Voronin a su vez dijo que esa intervención de Basescu es un ejemplo del revanchismo elevado a rango de una política de Estado.
"Los datos del nuevo recuento se diferencian poco de los resultados del recuento anterior, apenas en centésimas por ciento", informó.
Agregó que la respectiva acta será firmada oficialmente el 21 de abril.
La correlación de fuerzas en el Parlamento moldavo no cambió tras el recuento de los votos
El secretario de la Comisión Electoral Central de Moldavia, Iurie Ciocan, informó hoy que la correlación de fuerzas en el nuevo Parlamento moldavo no ha cambiado tras el recuento de los votos de las elecciones legislativas del 5 de abril.
"Los datos del recuento no han descubierto ningún fraude y los casos de diferencias de votos son tan insignificantes que no modificarán los resultados de las elecciones", dijo Ciocan.
"De manera que la correlación de fuerzas en el nuevo Parlamento sigue siendo la misma. Los comunistas obtendrán 60 escaños, los liberales y los demócratas liberales, 15 cada uno, y la alianza Nuestra Moldavia, 11 escaños", precisó.
En Moldavia, el jefe del Estado lo elige el Parlamento. Para elegir al presidente de la nación se necesitan 61 de los 101 escaños parlamentarios.
"En cuanto a los participantes de los desórdenes del 7 de abril, que no sean los reincidentes, pido a los organismos competentes declararles la amnistía general y dejar de perseguirlos", declaró el presidente.
Voronin exhortó a todos los participantes del proceso político a retomar el diálogo civilizado. El destino de los partidos políticos debe decidirse por el electorado, dijo.
Las autoridades no fijan ningunas condiciones a la oposición. Le corresponde al electorado valorar a todos nosotros, subrayó.
Las relaciones entre Moldavia y Rumania empeoraron después de los disturbios del 7 de abril en la capital moldava de Chisinau. Aquel día fueron saqueados el Parlamento y la residencia del presidente moldavo. Los asaltantes lanzaron consignas de anexión a Rumania e izaron banderas de este país en los edificios administrativos moldavos.
Las autoridades moldavas acusaron a Rumania de haber organizado los desórdenes y provocado la crisis política en Moldavia. Seguidamente expulsaron del país al embajador rumano e impusieron el régimen de visado con Rumania, que rechazó las acusaciones calificándolas de "infundadas" y "absurdas".
"Rumania acelerará el proceso de concesión de la ciudadanía rumana a los moldavos sin infringir la legislación europea", informó Basesku citado por el canal Realitatea.
Moldavia sigue siendo el único país vecino de Rumania con el cual ésta rehúsa firmar el acuerdo sobre la frontera. La extensión total de la frontera rumano-moldava supera 680 kilómetros.
Tras el fallido intento de elegir al presidente el pasado 20 de mayo, el parlamento moldavo -al que la Constitución depara el derecho de elegir al jefe de Estado- fijó la nueva votación para el 28 de mayo.
A los comunistas moldavos que tienen 60 mandatos en el parlamento de 101 escaños les faltó un voto para elegir a su candidata Zinaida Grechanaya, primera ministra en ejercicio, como jefa de Estado en sustitución a Vladímir Voronin quien no puede aspirar al cargo porque la Constitución limita a dos los mandatos presidenciales consecutivos.
La oposición que cuenta con 41 escaños parlamentarios boicoteó la votación.
El vicepresidente del parlamento moldavo, Vladímir Tsukan, advirtió ayer que "si Zinaida Grechanaya no reúne el número de votos necesario en el segundo intento, el presidente en ejercicio de la república (Vladímir Voronin) disolverá el Legislativo". Según Tsukan, "es el único procedimiento establecido en la Constitución".
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