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Argentina quiere a la OIT en el G20 |
La presidenta argentina Cristina Fernández anunció que invitará a su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, "a presentar un pedido" para que la OIT (Organización Internacional del Trabajo) ingrese al G-20.
"Esto que les envíen una carta contándoles lo que se ha resuelto (en dicho foro), no me parece apropiado" , afirmó enfáticamente Fernández durante el cierre de un seminario que en esta capital desarrolla aquel organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Cristina Fernández fundamentó la iniciativa en que, en su opinión, los "trabajadores no tienen resto para afrontar la crisis y su presencia es parte de la solución".
La Jefa de Estado sostuvo después que "empresarios y trabajadores son la gran solución, fundamentalmente los sindicatos, que son a los que más les interesa que la crisis se supere rápidamente".
"Los más afectados son los que pierden el trabajo. Esto no significa que los empresarios o los banqueros no desean que se supere la crisis, pero ambos tienen resto. Los trabajadores no. Su presencia es parte de la solución. Por eso deben estar en el G 20 a través de la OIT", concluyó Cristina Fernández.
Xinhua
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, monopolios, multitud, politica.
Lula viajó anoche a Buenos Aires para una visita de trabajo a fin de participar en la Tercera Reunión Presidencial del Mecanismo de Integración y Coordinación Bilateral Brasil-Argentina, según una nota de prensa de la cancillería brasileña.
La información destaca que actualmente ese mecanismo bilateral incluye más de 20 proyectos, entre ellos el sistema de pagos con monedas nacionales, la cooperación del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social -Banco de la Nación-Banco de Inversion y Comercio Exterior.
También comprende la hidroeléctrica de Garabi y diversos planes de colaboración en las esferas de defensa, nuclear, espacial, salud, transporte, ciencia y tecnología.
"Las reuniones del Mecanismo de Integración y Coordinación ofrecen una oportunidad para que los jefes de estado pasen revista a temas prioritarios de la agenda bilateral. La participación directa de los presidentes confiere mayor impulso político a la ejecución de los proyectos de cooperación", apunta la cancillería.
Añade que se trata de un mecanismo innovador que Brasil mantiene con Argentina y que refleja la dimensión de las relaciones entre los dos países, con el firme propósito de continuar fortaleciendo esa alianza estratégica.
En el plano bilateral, sostiene la nota de prensa, Lula y la presidenta de Argentina discutirán iniciativas que puedan contribuir a superar la crisis por medio del fortalecimiento de la integración y de los lazos económicos y comerciales bilaterales.
El presidente brasileño conversará con su homóloga argentina temas de la agenda regional y mundial, incluyendo las perspectivas de integración suramericana, los resultados de las cumbres de las Américas y del G-20, y el impacto de la crisis económica mundial en la región.
"Hay que tener en cuenta el momento excepcional que vivimos", relativizó primero, para luego aclarar su postura: "La tesis de Brasil es que cuanto más proteccionismo, menos posibilidad tenemos de resolver la crisis mundial. Cuanta más libertad, más posibilidades hay de resolverla".
"Tenemos la necesidad de realizar un proceso de convencimiento de las personas para que entienden que con la libertad en el comercio tendremos más posibilidadades de salir de la crisis", sostuvo Lula a su arribo en la noche del miércoles a Buenos Aires.
Las tensiones comerciales y la fuerte caída del comercio bilateral, de un 40 por ciento en el primer bimestre del año, no opacan sin embargo los fuertes lazos que unen a ambos socios del bloque del Mercosur, que permitió seis encuentros presidenciales en las últimas semanas en el marco de visitas bilaterales y cumbres internacionales.
La balanza comercial bilateral mostró en tanto un cambio significativo para la Argentina, que después de varios años dejó de anotar un déficit para contar con al menos 20 millones de dólares de superávit en las cuentas de exportaciones e importaciones con Brasil.
"Nuestra relación está en un momento excepcional", aseguró Lula, cuya nueva visita de Lula se enmarca en el mecanismo de integración y coordinación bilateral.
"Debemos incrementar el comercio bilateral, porque es el camino para preservarnos de la crisis", afirmó, en una iniciativa que busca evitar que los productos que importa cada país del socio sean reemplazados por otros de destinos lejanos.
Fernández de Kirchner recibirá a Lula a las 11:00 horas (18:00 GMT) en la Casa Rosada, y luego lo homenajeará con un almuerzo en su honor en el Palacio San Martín, sede de la Cancillería argentina.
Lula llegó al país acompañado por su canciller, Celso Amorim; los ministros de Energía, Edison Lobao; Defensa, Nelson Jobim, el titular de Comunicaciones Helio Costa y el viceministro de Desarrollo e Industria, Ivan Ramalho.
Los presidentes analizarán no sólo el comercio bilateral, sino que también buscarán avanzar en los acuerdos para comprar aviones a la empresa estatal Embraer para la flota de Aerolíneas Argentinas, cooperación en temas de defensa, el suministro de energía brasileña y la construcción de la central hidroeléctrica Garabí.
"En los grandes asuntos internacionales como el asunto de Medio Oriente Brasil no está del lado de nadie. Esa imparcialidad puede ayudar. Como un país influyente, puede interferir en ese proceso", dijo en conferencia de prensa el embajador de Irán en Brasilia, Mohsen Shaterzadeh.
El canciller brasileño, Celso Amorim, había anunciado el martes que su país abrirá un diálogo franco con Irán, sin reservas, para expresar divergencias.
Es que la semana pasada el gobierno de Brasil repudió en un comunicado la acusación de Ahmadinejad a Israel de ser un "país racista" durante la conferencia sobre discriminación racial de la ONU realizada en Ginebra.
Asociaciones judías brasileñas anunciaron que preparan acciones de repudio a la presidencia del presidente de Irán en Brasil, dada su visión relativista sobre el Holocausto perpetrado por el nazismo.
(ANSA)
Pese a que han crecido en medio de la crisis mundial, las exportaciones brasileñas tienden a ser cada vez más de productos básicos y cada vez menos de productos industrializados.
Los resultados de la balanza comercial brasileña en los últimos meses y un estudio divulgado esta semana por la consultora Ernst & Young confirmaron esas tenencias.
Los datos de la balanza comercial demostraron que el impacto de la crisis económica internacional sobre las exportaciones brasileñas fue mayor sobre los productos manufacturados que sobre los semi-manufacturados o sobre las materias primas.
Por esa razón, Brasil consiguió un elevado superávit en su balanza comercial de abril, pero básicamente gracias al fuerte crecimiento de su venta de materias primas a China.
Tan sólo las exportaciones brasileñas de petróleo a China crecieron un 230 por ciento en abril frente al mismo mes del año pasado y se ubicaron en 462 millones de dólares.
Las exportaciones de manufacturados, por su parte, registraron en abril, por cuarto mes consecutivo, un desempeño inferior al de los otros productos.
Las ventas externas de productos manufacturados en abril fueron en un 27,4 por ciento inferiores a las del mismo mes del año pasado, en tanto que las exportaciones en general apenas se redujeron un 8 por ciento en la misma comparación.
Esa caída del 27,4 por ciento en las exportaciones de manufacturados contrastó con la reducción de apenas el 17,2 por ciento en las ventas de semi-manufacturados y un aumento del 27,4 por ciento en los embarques de productos básicos (materias primas).
De acuerdo con un análisis del Instituto de Estudios para el Desarrollo Industrial (IEDI), tras el fuerte impacto de los últimos meses del año pasado, cuando la caída de la demanda externa y de las cotizaciones de las materias primas derrumbaron las exportaciones brasileñas, las ventas han registrado una recuperación en los cuatro primeros meses de 2009.
Pero el aumento de las ventas apenas se ha sustentado por la subida de las cotizaciones internacionales de las materias primas y una mayor demanda mundial por estos productos.
"Un análisis de los datos de la balanza comercial indica que el impacto adverso de la crisis ha sido más intenso en la categoría de bienes industrializados de mayor valor agregado, que es afectada principalmente por la caída de la demanda externa", según el Instituto.
"La comparación del resultado de abril con el de los meses anteriores muestra que la asimetría entre el desempeño de los bienes manufacturados y de las exportaciones totales aumentó desde febrero",agregó dicho centro de estudios económicos.
Mientras que las exportaciones totales bajaron un 18,7 por ciento en febrero, un 14,8 por ciento en marzo y un 8 por ciento en abril, las de productos manufacturados cayeron un 26,6 por ciento en febrero,un 27,1 por ciento en marzo y un 27,4 por ciento en abril.
La diferencia entre ambas reducciones, que era de 7,9 puntos porcentuales en febrero, subió hasta 12,3 puntos porcentuales en marzo y hasta 19,4 puntos porcentuales en abril.
El retroceso de las ventas externas de productos manufacturados en abril fue prácticamente generalizado.
Los productos con mayor caída de las ventas en comparación con abril del año pasado fueron los aceites combustibles (-75,1 por ciento), los aparatos de transmisión y recepción (-39,9 por ciento), las autopartes (-33,4 por ciento), los neumáticos (-31,7 por ciento), los calzados (-30,6 por ciento), el etanol (-28,7 por ciento), los automóviles de pasajeros (-22,9 por ciento), los laminados planos (-21,7 por ciento) y los aviones (-16,3 por ciento).
Esas cifras de la balanza comercial sirven para confirmar un estudio divulgado el martes por la consultora Ernst & Young y por el centro brasileño de estudios económicos Fundación Getulio Vargas (FGV) que prevé una caída en la participación de Brasil en las exportaciones mundiales hasta 2030.
Según el estudio, con el aumento de las exportaciones de materias primas (que tienen menor valor agregado) por encima de los productos industrializados, Brasil perderá cada vez más, en valores,participación en las ventas externas mundiales.
El análisis prevé que las exportaciones mundiales aumentarán en promedio un 3,7 por ciento al año hasta 2030 y que las brasileñas apenas se expandirán un 1,8 por ciento al año en el mismo período.
Según el coordinador del Núcleo de Economía de la FGV, Fernando García, incluso en una coyuntura favorable, la participación de Brasil en el mercado mundial de bienes manufacturados en 2030 será modesta y no superará el 2,7 por ciento.
De acuerdo con García, Brasil necesita mejorar su venta de productos industrializados con valor agregado para no depender demasiado en el futuro de las ventas de materias primas.
"Aunque eso no depende apenas de nosotros sino de lo que los otros países quieren. Nuestras limitaciones también son provocadas por la estrategia de los otros", reconoció.
Según el estudio, pese a que las exportaciones brasileñas de acero, máquinas y equipos de escritorio y de telecomunicaciones tendrán un peso menor en el comercio exterior brasileño, el crecimiento anual de las ventas de esos productos será satisfactorio.
El análisis concluye que la inversión extranjera en la industria brasileña crecerá, así como la producción de las fábricas del país, pero apenas para atender la creciente demanda interna y no tanto las exportaciones.
Según el estudio, la producción industrial brasileña podrá crecer un 4 por ciento anual en los próximos 22 años, pero tendrá como mercado principal el doméstico.
"Brasil se convirtió en Sudamérica y en el hemisferio sur en un polo diseminador de productos que tienen un mercado doméstico grande y creciente. La dinámica del consumo de las familias y la adquisición de bienes dentro del país van a ser más importantes para el crecimiento económico que el sector exportador", concluyó el estudio.
(Xinhua)
"Debemos tratar de atraer inversiones de Pekín a Brasil, aunque, claro, bien sabemos que un país fuerte como China, casi no necesita invertir en otros", admitió Jorge, en rueda de prensa con corresponsales extranjeros afincados en Rio de Janeiro.
Para el ministro, esa relación -de país que necesita inversiones extranjeras, como Brasil, y otro, como China- "es asimétrica y vamos a intentar de a poco, superar esas diferencias".
En términos de cifras, Miguel Jorge informó que durante el primer cuatrimestre de 2009, las exportaciones brasileñas destinadas a China crecieron 64,7%, de 3.400 millones de dólares de enero a abril de 2008, a 5.600 millones de dólares en los cuatro primeros meses del año en curso.
Así, "China superó a Estados Unidos, y devino mayor comprador de productos brasileños", destacó Jorge.
La visita a China, cuya delegación brasileña estará integrada por unos 200 empresarios locales, adelantó el ministro, también buscará crear condiciones para explicar de qué manera Brasil y Argentina usan monedas locales en sus relaciones comerciales.
(ANSA)
Aunque la visita de Lula a China es apuntada como la etapa más importante de la gira, la escala en Riad es una parada fundamental para reforzar la aproximación a los países árabes, mientras que Lula será el primer presidente brasileño en visitar oficialmente Turquía.
En Pekín, Lula compartirá dos encuentros con el presidente Hu Jintao, en su octava reunión en un año.
Para el subsecretario general de Asuntos Políticos de la cancillería brasileña, Roberto Jaguaribe, la visita de Lula a China debe ser vista en el marco de una "reorganización del espacio internacional" en el que Brasil y China tienen un papel especial.
"Esa reorganización se caracteriza con el fortalecimiento de los grandes países emergentes. Lo podemos ver con el llamado G-20 de la OMC (Organización Mundial de Comercio) así como con el G-20 financiero, donde tanto China como Brasil tienen una participación destacada", dijo Jaguaribe a la AFP.
Además, los dos países integran el grupo BRIC, junto a India y Rusia.
Brasil y China "tienen una asociación estratégica que data de 1993. Esta visita del presidente tiene por objetivo hablar de cooperación tecnológica y comercio, pero también tener un diálogo estratégico, un diálogo político en el sentido más amplio", añadió.
Los dos gigantes "ayudaron a romper con el paradigma de décadas" según el cual las grandes negociaciones internacionales se realizaban sin la participación de los países periféricos, indicó Jaguaribe.
En marzo de este año por primera vez China se convirtió en el principal socio comercial de Brasil, superando a Estados Unidos, aunque Jaguaribe estimó que "eso ocurrió en un escenario bastante volátil, y por eso es difícil prever si continuará de esa forma".
De acuerdo con el vocero presidencial, Marcelo Baumbach, el viaje de Lula a China servirá para "la consolidación de posiciones comunes en diversos temas de la agenda multilateral, como la reforma de la gobernanza global, la reforma de la ONU, del FMI y de los bancos multilaterales de desarrollo".
En la agenda bilateral, el elemento central es la firma de un "Plan de Acción", que deberá orientar las relaciones entre Brasil y China entre 2010 y 2014, para reforzar la cooperación tecnológica y espacial y estimular el comercio y las inversiones.
Según el ministro de Comercio, Industria y Desarrollo, Miguel Jorge, la visita apunta además a promover contratos para que la estatal petrolera Petrobrás participe en exploración en aguas profundas en China; una línea de crédito de 800 millones de dólares para el banco nacional de fomento (BNDES), y un acuerdo para la venta de 25 aviones de la estatal aeronáutica Embraer.
El intercambio comercial bilateral en 2008 alcanzó los 36.443 millones de dólares, según cifras oficiales.
La gira de Lula comenzará con una visita oficial a Arabia Saudita, donde se reunirá con el rey Abdalá bin Abdelaziz y con empresarios locales.
Arabia Saudita es el principal mercado para productos brasileños en Medio Oriente, con un flujo de comercio anual del orden de los 5.500 millones de dólares, pero para Brasil la presencia de Lula en Riad tiene también un objetivo estratégico.
"La fluidez de la interlución con Arabia Saudita es un elemento positivo para la relación de Brasil con los demás países árabes, en especial los del Golfo" Pérsico, dijo Baumbach.
Brasil se ha ofrecido como interlocutor en Medio Oriente, tras una visita a la región del canciller Celso Amorim a fines del año pasado.
El cierre de la gira será en Turquía. Lula desembarcará el jueves en Estambul para visitar sitios históricos y reuniones de empresarios brasileños y turcos.
El viernes, viajará a Ankara donde se reunirá separadamente con el presidente Abdula Gul, el primer ministro Recip Erdogan, y el presidente del Parlamento turco, Koksal Toptan.
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