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Producción industrial sufre caída histórica |
El Indice General de Producción Industrial ha experimentado un descenso interanual del 23,6% en enero y del 20,2% al descontar los efectos de calendario. Se trata de la mayor caída desde que se inició la serie en 1994.
El de enero es el noveno retroceso consecutivo de la producción industrial, lastrada por caídas en la producción de todas las actividades, con especial mención para el sector automovilístico. Así, la fabricación de vehículos de motor, remolques y semirremolques se ha derrumbado un 54,4% en enero.
Según el destino económico de los bienes, el descenso ha sido liderado por el retroceso del 29,9% en la producción de bienes de equipo. Los intermedios y los de consumo también han contribuido con caídas del 27,6% y el 12,6%, respectivamente. La producción de energía ha resistido mejor el envite de la crisis y ha retrocedido un 2,5%, según los datos presentados hoy el por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Dentro de los bienes de consumo, la producción ha disminuido un 28,2% en el caso de los duraderos y del 9,9% en los no duraderos.
La única actividad en la que no ha caído la producción ha sido la extracción de antracita, hulla y lignito, que ha crecido un 20% sin descontar el efecto calendario.
CCAA
La producción industrial ha caído en todas las Comunidades Autónomas. Los mayores descensos se han dado en Aragón (29%), País Vasco (27,2%) y Cataluña (27,1%). Extremadura (10,8%), Asturias (11,9%) y La Rioja (14,1%) han sufrido las menores caídas.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
La producción industrial cayó en todas las actividades a excepción de la extracción de antracita, hulla y lignito, que aumentó el 20 % (sin descontar el efecto calendario).
Del resto, las relacionadas con la fabricación de vehículos de motor, remolques y semiremolques, que cayeron el 54,4%, y la elaboración de otros productos minerales no metálicos, que lo hicieron en un 46,1%, encabezaron la caída de producción en enero, sin descontar el efecto calendario.
Le siguieron la producción de otras industrias extractivas, que se redujo el 38,9%; la de metalurgia, fabricación de productos de hierro, acero y ferroaleaciones, el 38,5%; la de fabricación de muebles, el 38,1%, y la de la industria textil, el 37,9%.
En el caso de la industria de la madera y el corcho, excepto muebles, cestería y espartería, la producción se redujo el 34,4%; en el de la fabricación de productos informáticos, electrónicos y ópticos lo hizo un 29,6%, y en la de productos de caucho y plástico, el 29,3%.
La producción industrial, que cayó el 23,6 por ciento sin descontar el efecto calendario, disminuyó en todas las comunidades autónomas, especialmente en Aragón (29%), País Vasco (27,2%), Cataluña (27,1%), la Comunidad Valenciana (26,5%) y Navarra (26,1%).
Los menores descensos se registraron en Extremadura (10,8%), Asturias (11,9%) y La Rioja (14,1%).
Todas las actividades experimentaron en enero descensos en su producción, destacando la fabricación de vehículos de motor, remolques y semirremolques, que registró una caída del 54,4%, en línea con la difícil situación que vive el sector del automóvil y la desaceleración del consumo.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), y atendiendo al destino económico de los bienes, esta bajada se debió especialmente a la caída del 29,9 por ciento en la producción de bienes de equipo, seguida de la de los intermedios, que descendió el 27,6 por ciento; la de bienes de consumo, el 12,6 por ciento, y la de energía, el 2,5 por ciento.
Dentro de los bienes de consumo, la producción disminuyó el 28,2 por ciento en el caso de los duraderos y el 9,9 por ciento en los no duraderos.
La producción industrial cayó en todas las actividades, a excepción de la extracción de antracita, hulla y lignito, que aumentó el 20 por ciento (sin descontar el efecto calendario).
Del resto, las relacionadas con la fabricación de vehículos de motor, remolques y semiremolques, que cayeron el 54,4 por ciento, y la elaboración de otros productos minerales no metálicos, que lo hicieron en un 46,1 por ciento, encabezaron la caída de producción en enero, sin descontar el efecto calendario.
Le siguieron la producción de otras industrias extractivas, que se redujo el 38,9 por ciento; la de metalurgia, fabricación de productos de hierro, acero y ferroaleaciones, el 38,5 por ciento; la de fabricación de muebles, el 38,1 por ciento, y la de la industria textil, el 37,9 por ciento.
En el caso de la industria de la madera y el corcho, excepto muebles, cestería y espartería, la producción se redujo el 34,4 por ciento; en el de la fabricación de productos informáticos, electrónicos y ópticos lo hizo un 29,6 por ciento, y en la de productos de caucho y plástico, el 29,3 por ciento.
La producción industrial, que cayó el 23,6 por ciento sin descontar el efecto calendario, disminuyó en todas las comunidades autónomas, especialmente en Aragón (29%), País Vasco (27,2%), Cataluña (27,1%), la Comunidad Valenciana (26,5%) y Navarra (26,1%).
Los menores descensos se registraron en Extremadura (10,8%), Asturias (11,9%) y La Rioja (14,1%).
El desplome más profundo fue de un 54,4 por ciento en la fabricación de vehículos de motor, remolques y semirremolques, sector que representa alrededor de ocho puntos del Producto Interno Bruto del país.
Otros retrocesos significativos en enero ocurrieron en las ramas de productos minerales no metálicos (46,1 negativo), la industria extractiva (38,9), metalurgía, productos hierro y acero (38,5 y fabricación de muebles (38,1).
El reporte oficial indica que entre los meses de enero de 2008 y 2009 la producción de bienes de consumo bajó en un 16,9 por ciento, la de bienes de equipo en un 33,3 y la de intermedios en un 31,1.
La precipitación de la producción industrial afectó a todas las comunidades autónomas en que se divide el país, con los mayores descensos en Aragón (29), País Vasco (27,2) y Cataluña (27,1) y los más leves en La Rioja (14,1), Asturias (11,9) y Extremadura (10,8).
La economía española terminó el 2008 en recesión después de verificar contracciones del 0,3 y del uno por ciento en los dos últimos trimestres de ese año.
La agudización de la crisis produjo una acentuada escalada del desempleo, con la destrucción de 602 mil puestos de labor sólo en el último trimestre de ese año y la existencia de más de 827 mil hogares en los que todos sus miembros están sin trabajo.
Datos oficiales divulgados hace dos días situaron el número de desempleados al cierre de febrero en casi tres millones 500 mil la cifra más alta desde 1996.
En enero pasado, España fue el país de la Unión Europea con mayor tasa de desempleo, con un 14,8, de acuerdo con la agencia Eurostat.
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