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La demanda mundial de petróleo caerá |
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) revisó hoy a la baja sus pronósticos respecto a la demanda mundial de petróleo en 2009 y prevé que bajará un 1,5% respecto al año pasado, hasta situarse en los 84,4 millones de barriles diarios (mb/d). El último boletín mensual de la agencia dependiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señala que la producción mundial de petróleo en febrero se situó en 83,9 mb/d, un millón de barriles menos al día que en el mes anterior y 3,4 mb/d por debajo del nivel de febrero de 2008.
El suministro de petróleo por parte de los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) disminuyó en 1,1 mb/d respecto a enero, hasta 28 mb/d, constatando el cumplimiento por encima del 80% de los recortes pactados por el cártel. Asimismo, la AIE advirtió que el pleno cumplimiento de la OPEP representaría un impacto en las reservas de la OCDE.
Por su parte, la agencia augura que el crecimiento del suministro procedente de países ajenos a la OPEP será próximo a cero en 2009, 380.000 barriles de diarios de crudo por debajo de la anterior previsión afectado por los problemas en los campos de Azerbaiyán. Asimismo, las reservas industriales de la OCDE crecieron un 9% en enero, hasta 2.712 millones de barriles. De este modo, las reservas de los países de la OCDE serían suficientes para cubrir la actual demanda durante 58,7 días, 4,6 jornadas más que en el mismo periodo de 2008.
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Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
La decisión de la OPEP tuvo consecuencia inmediata en los mercados. El lunes, el crudo liviano para entrega en abril bajó 2,14 dólares con respecto al viernes y se cotizó a 44,11 dólares el barril en las transacciones electrónicas de Singapur con la bolsa mercantil de Nueva York.
El secretario general de la OPEP dijo que la organización no ve resultados positivos provenientes de los países que causaron el problema.
Durante la reunión de la OPEP se afirmó que la tarea del cartel en los próximos días será eliminar la sobreproducción de algunos miembros.
La OPEP estima que el suministro de crudo mundial podría disminuir en unos 800.000 barriles diarios, si se elimina la sobreproducción.
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Pero las cosas comenzaron a cambiar en 1960 con la creación de la OPEP, ese cartel de países exportadores.
De acuerdo a Bronstein, el petróleo, en sentido estricto, es una fuente de energía que no tiene costos de producción, ya que fue "fabricado" por la naturaleza.
Así las cosas, en Medio Oriente su costo de extracción es muy bajo, de unos US$ 3 el barril. Y en la Argentina, en torno a US$ 10.
Esto quiere decir que aún con un valor de US$ 40 el barril, hay mucho margen.
Claro que se trata de una industria que debe esforzarse por incorporar nuevas reservas y con cotizaciones bajas, se postergan proyectos de inversión y, por lo tanto, el descubrimiento de nuevos yacimientos.
El presidente Obama está preocupado porque el petróleo participa con más del 90% en la matriz energética del transporte. "Sin petróleo se para el mundo", enfatiza Bronstein que insiste que, pese al estimulo a los biocombustibles, el petróleo es insustituible por el momento.
Desde hace 25 años el mundo descubre menos petróleo del que consume. Aunque con esta crisis global ya comienza a notarse una disminución de la demanda que, unido a las expectativas de un bajón en la economía global, derrumbó las cotizaciones del crudo de los US$ 150 a los 42 actuales.
Bronstein menciona un complejo escenario porque estos valores dejan afuera al petróleo no convencional: el que se extrae de aguas profundas en Brasil y Nigeria o el petróleo pesado en Venezuela.
Hacia delante, pocos creen que la cotización del crudo siga barranca abajo. Y arriesgan que continuará volátil.
También apuestan a una merma en la producción y a problemas de abastecimiento futuro. ¿Será así? Se trata de los mismos gurúes que proyectaban un valor del crudo de 200 dólares en 2010.
"No tienen otra opción, tienen que salir con un resultado", dijo.
En caso de que la reunión logre inyectar optimismo a las bolsas internacionales, Jelil espera que el precio del crudo mantenga una tendencia estable o al alza, a la par de los parqués, y se recupere lentamente hasta los 60 dólares hacia fines de año.
Pero si no ocurre así, y las cotizaciones del barril (actualmente en torno a los 45 dólares) vuelven a la tendencia bajista, entonces la OPEP probablemente pactará un nuevo recorte de su oferta.
La conferencia ministerial de esa organización, que controla cerca del 40 por ciento de la producción mundial de crudo, decidió el domingo en Viena mantener la reducción del bombeo de 4,2 millones de barriles diarios (bd), hasta los 24,8 millones adoptada en diciembre para fomentar la recuperación de los precios.
"Nosotros aportamos nuestra parte en esta sociedad y ellos (el G-20) aportan la suya", dijo el ministro argelino en alusión a la contribución que esperan los productores de petróleo de la cumbre de las veinte principales economías del mundo.
"Creemos que un precio entre los 70 y 80 dólares sería razonable", comentó Jelil sobre el nivel deseado por la OPEP del coste del crudo, pero se lamentó de que los países industrializados no se hayan pronunciado al respecto, una cuestión que no se ha solucionado y que debería ser acometida.
Este sería un buen precio porque no sólo ayuda a los países productores, sino que también ayudaría a renovar la industria de energía renovable, como la solar que debe ser desarrollada y a ahorrar más recursos energéticos en calefacción y automoción.
Sobre el contacto establecido con la nueva administración norteamericana, Jelil comentó que ésta está muy interesada en una nueva política de favorecer el control de la demanda mediante un uso más eficaz de la energía y el desarrollo de nuevas energías que hagan a la primera economía mundial menos dependiente del crudo.
Entre otras cosas, la propuesta de reducir la oferta tuvo pocas posibilidades de prosperar porque el precio del petróleo ya se estabilizó en torno a los 40 dólares el barril, los compromisos adoptados en diciembre por la OPEP de reducir la extracción en 4.2000 millones de barriles diarios apenas se cumple en un 80 %, y Estados Unidos dio a entender que no tolerará un aumento infundado de los precios de los hidrocarburos.
En la cumbre del cartel petrolero, Rusia participó en calidad de país observador, e incluso presentó una serie de propuestas para estabilizar el mercado del crudo. Al explicar su postura, Rusia expresó interés en influir en el mercado mundial de crudo, y al mismo tiempo, mantener la autonomía de maniobra como país productor.
De esta forma se debe interpretar los llamamientos a fortalecer la coordinación entre los participantes al mercado de crudo, es decir la OPEP y los productores independientes y la declaración de una hipotética incorporación de Rusia a la OPEP.
El jefe de la delegación rusa el viceprimer ministro Igor Sechin criticó la dinámica de los precios en el mercado petrolero que operó antes de la crisis. En efecto, el aumento del precio del crudo no se correspondía con el aumento de la demanda. Mientras que la demanda aumentó en 1-3 %, el crudo se encareció en el 47- 48%.
La situación del precio mundial del petróleo reflejó la tendencia general que imperaba en la economía mundial cuando se operó una redistribución de los activos desde el sector real de la economía hacia las estructura financieras.
Cantidades enormes de dinero concentrado en las "burbujas financieras" no encontraron aplicación en la economía real y circularon o bien en el interior de las mismas "burbujas" o bien fueron inyectados en sectores de la economía donde surgieron situaciones de bonanza especulativa, cuando el aumento de los precios no está condicionado por la demanda, sino por la expectativa de su continuo crecimiento.
Y uno de esos sectores de bonanza fue el sector petrolero, los contratos futuros de crudo en los últimos años se convirtieron en una especie de divisas alternativa en la que se invirtieron cantidades considerables de recursos en poder de los especuladores financieros.
De la circunstancia anteriormente descrita se desprende la necesidad de imponer cambios en los criterios que se aplican en el momento de establecer los precios del crudo.
Esto fue precisamente lo que propuso el vicepresidente ruso en la cumbre de la OPEP. Entre las variantes posibles, el funcionario ruso propuso supeditar hasta donde sea posible, los suministros importantes de crudo a contratos a largo plazo.
Esto permitiría a los productores planificar las inversiones en proyectos a largo plazo y tener en cuenta el crecimiento real de los gastos destinados al transporte y la extracción, al momento de fijar el valor del barril de crudo en el mercado.
Actualmente, los contratos de venta de petróleo a largo plazo tienen escasa aplicación. Los países de la OPEP venden crudo directamente en petroleros dispuestos a zarpar en cualquier momento, hacia cualquier lugar del mundo donde se pague el precio más alto. De la misma forma operan algunas de las compañías petroleras rusas.
Uno de los pocos ejemplos de contratos a largo plazo es contrato a 20 años suscrito por la empresa rusa Rosneft y China para el suministros de crudo ruso al país asiático por un ramal del oleoducto Siberia Oriental -Océano Pacífico.
Una de las condiciones establecidas en el contrato estableció que Pekín debió asignar un crédito por un monto de 25.000 millones de dólares a favor de empresas rusas dedicadas a la construcción del ramal del oleoducto que unirá Rusia y China.
Pero si los nuevos criterios para la formación del precio del crudo es un asunto del futuro, las cuotas de extracción ya son un instrumento que puede influir en el precio actual de los hidrocarburos.
Sechin afirmó que Rusia ya optó por esa variante y que en enero-febrero del presente año redujo la extracción de crudo en un 1,9%, hasta 78,5 millones de toneladas), un recorte que más que todo, se debe a la disminución de las inversiones en sector petrolero ruso.
Según Sechin, el nivel de extracción actual se mantiene gracias "a los recursos invertidos hasta ahora", y la disminución de las inversiones amenazan con rebajar la extracción.
No obstante, la reducción de la extracción en los primeros dos meses de 2009, las exportaciones rusas de crudo aumentaron un 2-3%.
Sechin también propuso a los productores desarrollar activamente la infraestructura para almacenar crudo y derivados, indicando que esto se puede lograr de dos formas, mediante la extracción de petróleo y su conservación en depósitos especiales, o la suspensión temporal de la extracción en los pozos en funcionamiento.
En la actualidad, Rusia no necesita de depósitos para almacenar crudo y el cierre temporal de los pozos es una labor complicada por razones del clima.
Sechin explicó que Rusia reducirá las exportaciones de crudo aumentando el consumo interno, en particular mediante un plan para entregar dos millones de toneladas de petróleo al sector agrícola y también aumentando la producción de productos derivados en las refinerías del país.
Vlad Grinkevich
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDIRÁ OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), que agrupa a países industrializados, los inventarios acumulados en esas naciones consumidoras alcanzaron en enero 2.712 millones de barriles, que cubren su demanda durante 58,7 días, 4,6 días más que hace un año y casi una semana sobre lo que consideran su umbral de crisis.
Irán, Libia y Venezuela han abogado en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) por recortar la oferta de ese grupo de 12 miembros, que produce cerca de 28 millones de barriles diarios y exporta más de 22 millones de unidades para atender parte de la demanda mundial, que se cifra sobre los 84 millones de barriles por día.
La OPEP decidió a mediados de marzo completar el recorte de 4,2 millones de barriles diarios, que ejecuta desde finales de 2008 y que se ha cumplido en un 80 por ciento, sin nuevos cortes en los suministros, pero sin cerrar las puertas a esa alternativa para cuando efectúe su próxima reunión en Viena, el 28 de mayo.
Los precios son, en el corto término, un tema de ingresos para los productores, pero para el mediano y largo plazo inciden en la capacidad de nuevas inversiones y, con ello, en la disponibilidad de petróleo cuando lleguen tiempos de mayor bonanza y demanda.
Los socios de la OPEP son Angola, Arabia Saudita (el mayor productor mundial, con casi nueve millones de barriles por día), Argelia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela.
"Basta con llegar al 100 por ciento del cumplimiento (del recorte) para comenzar a ver los efectos que ha tenido sobre el precio del petróleo", dijo Ramírez.
Los precios, que en julio de 2008 se acercaron a 150 dólares por barril, se derrumbaron a fines del año pasado a entre 30 y 40 dólares, pero han repuntado y esta semana la cesta de 12 crudos de la OPEP pasó los 50 dólares por unidad. Los crudos de referencia en los mercados mundiales, el estadounidense West Texas Intermediate (WTI, crudo dulce ligero) y el Brent del Mar del Norte retrocedieron entre dos y tres dólares este viernes en los mercados de Nueva York y Londres, debido a una toma de ganancias de los operadores, y se cotizaron alrededor de 52 dólares por barril.
Pero las alzas recientes "están fundamentadas en condiciones especiales como la debilidad del dólar y una repentina suba de las acciones asiáticas, que han dado al petróleo un impulso psicológico", dijo a la televisora de su país Al Jazeera el ministro de petróleo de Qatar, Abdulah al-Attiyah.
"No deberíamos ser muy optimistas sino muy cautelosos, y no leer esto (las alzas del crudo sobre los 50 dólares el barril) como señal de un cambio en la economía mundial", que soporta una depresión que "aún no ha tocado fondo", advirtió Al-Attiyah.
Las señales de este viernes sobre los mercados parecieron darle la razón acerca de los altibajos, porque se registraron datos de menores ventas en el mercado minorista de Japón, señal de posible deflación en el gigante asiático, y un aumento de desempleados en Estados Unidos de hasta 5,56 millones de personas.
Economistas de la AIE y ministros como Ramírez estimaron que si la OPEP sostiene su recorte se estrechará el mercado y obtendrá solidez un piso de 40 dólares como precio para el barril de crudo.
Sin embargo Ramírez y su colega argelino Chakib Jelil expresaron esperanza de que los precios se recuperen y alcancen la banda de los 70 a 80 dólares.
Jelil destacó que la contención de la OPEP en sus recortes está asociada a la disposición y capacidad del Grupo de los 20 (países industrializados y emergentes), que se reunirá en Londres el 2 de abril, para discutir regulaciones al sistema financiero internacional, desbloquear los flujos de capitales y reanimar los mercados.
El flujo de capitales corresponde a otro frente de preocupación entre los petroleros, y es la caída de la inversión y el desarrollo de nuevos campos productores, por menor disponibilidad de dinero y el bajo estímulo de unos precios deprimidos.
La compañía consultora en energía CERA (Cambridge Energy Research Associates), de Estados Unidos, publicó un informe según el cual la capacidad de producción petrolera actual, de 94,5 millones de barriles diarios, podría pasar a 109 millones de unidades para el año 2014.
Pero la mitad de ese incremento, unos 7,6 millones de barriles por día, estaría "en riesgo" por aplazamientos o cancelaciones.
Los proyectos que se pospondrían a la espera de mejores oportunidades estarían bajo aguas del Golfo de México, a gran profundidad en el océano Atlántico frente al oeste de África y al este de Brasil, en la venezolana Faja del Orinoco y en las arenas petrolíferas de Canadá.
El analista venezolano Pablo Hernández Parra ha llamado la atención sobre la brutal caída de precios en pocos meses (de casi 150 a cerca de 30 dólares por barril), en contraste con una reducción de la demanda estimada en menos de dos por ciento.
A su juicio los precios se mantendrán bajos sólo "mientras se reorganiza la economía planetaria, adaptándose a la realidad del mercado capitalista mundial", el cual ya probó "que los 1.800 millones de personas que más consumen pueden resistir los altos precios, de 147 dólares por barril. El resto del mundo, dos tercios de la población, no cuenta".
El director de la División de Investigación de la OPEP, Hasan Qabazard, quien representa al secretario general del cartel petrolero en la cita, estableció que la reunión busca tecnologías "más eficientes y más amigables con el ambiente".
Los delegados se reúnen en cinco comisiones con cinco temáticas alrededor del objetivo del encuentro.
De esta cita, Ecuador aspira a "obtener conocimientos y transferencia de tecnología", apuntó el ministro de Petróleo ecuatoriano, Derlis Palacios.
Para El Badri, "el resultado de la reciente cumbre del G-20 (el 2 de abril en Londres) ha sido positivo en general". "Se hicieron compromisos para incrementar la financiación del comercio internacional, mientras que los mercados de las economías emergentes deberán recibir un apoyo muy necesario del significativo aumento de los recursos del FMI", destacó en alusión al acuerdo del G20 de inyectar un billón de dólares en la economía.
"Todo ello, esperamos, acelerará los actuales esfuerzos para estabilizar el sistema financiero global", expresó El Badri, que ostenta la secretaría general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) desde enero de 2007.
Reclama más compromisos financieros
"Sin embargo, es una lástima que la reunión no consiguiera más compromisos financieros para ayudar a hacer frente a la recesión mundial. En total, sin embargo, me ha dado ánimos la respuesta unificada de los países del G-20 a la hora de buscar una solución a la crisis financiera actual", añadió.
"Espero que ello también siente las bases para una cooperación ulterior con la industria global de la energía", subrayó el ex presidente de la Compañía Nacional de Petróleo de Libia y también ex viceprimer ministro de su país.
Con respecto al precio actual del crudo, casi 100 dólares menos que el récord alcanzado a mediados del año pasado, reiteró que es demasiado bajo para los productores de petróleo, si bien la organización tiene en cuenta la situación excepcional de crisis.
"Necesitamos ser realistas sobre nuestras expectativas en cuanto a los precios actuales. Un precio de 50 dólares por barril está lejos del ideal para las economías de nuestros países miembros y no fomenta las muy necesarias inversiones en la industria de la energía", insistió. "Pero no podemos ignorar el hecho de que tenemos ahora un crecimiento negativo en la economía global y estamos recibiendo datos negativos a diario", agregó.
El Badri subrayó que "la OPEP ha demostrado claramente que está preparada para hacer todo lo posible para apoyar a la economía mundial y mantener estable el mercado petrolero".
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