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Régimen de Israel da giro más a la derecha |
Febrero se perfila como un mes récord en las cifras del paro, con decenas de miles de nuevos desocupados, y de luchas de los trabajadores del sector público y del privado.
La radicalidad derechista que augura el perfil del próximo gobierno, una mezcla de neoliberales, capitalistas y fundamentalistas religiosos opuestos al proceso de paz, preocupa tanto dentro como fuera de Israel. Hasta la lider del partido de centro derecha Kadima, Tzipi Livni, ministra de Asuntos Exteriores se ha negado a participar en un gobierno de unidad por calificarlo de extrema derecha.
A la hora de publicar este artículo, a fines de febrero, todavía no se había formado un nuevo gobierno en Israel tras las elecciones del pasado 10 de febrero. Pero finalmente, y tal como se esperaba, el 20 de febrero el presidente israelí, Shimon Peres, encargó al líder del partido derechista Likud, Benjamín Netanyahu, la formación del próximo gobierno en Israel. A partir de ese día Netanyahu tiene seis semanas para formar un gabinete de coalición que luego deberá ser aprobado por la Knesset (el Parlamento israelí).
Ese día Peres se reunió con Netanyahu y Tzipi Livni, su rival de Kadima y la más votada en los comicios del 10 de febrero (aunque sólo le sacó una banca de diferencia), para proponerles un gobierno "de unidad", pero la jefa del partido centroderechista rechazó formar un gobierno de coalición. Al término de la reunión, Livni afirmó que el gabinete que pretende formar Netanyahu es un "gobierno sin visión política". Y agregó:
"Tal gobierno no tiene ningún valor y yo no le serviré de garante".
El apoyo de Israel Beitenu (literalmente "Israel es nuestro hogar"), el partido del ultraderechista Yvette (Avigdor) Liberman, fue clave para la elección de Netanyahu a la hora de formar gobierno. Con su apoyo, Liberman le otorgó a Netanyahu una mayoría parlamentaria de 65 diputados de un total de 120, un bloque de apoyo en el que están incluidos los ultrareligiosos y un partido aún más extremista de derecha que Netanyahu y Liberman a la vez, denominado "Unidad Nacional" (Haijud Haleumi).
De acuerdo con los resultados definitivos de la consulta, el partido Kadima fue el más votado con 28 escaños para el Knesset o parlamento, seguido con apenas un diputado de diferencia (27) por el derechista Likud, que dirige Netanyahu.
Sin embargo, el predominio de la derecha, a partir del tercer lugar obtenido por el partido ultranacionalista Israel Beiteinu, de Liberman (15 diputados), aleja las posibilidades de que Kadima pueda encabezar una coalición de gobierno.
El espectro político se mantiene aún muy cambiante, toda vez que dentro del partido laborista, que fue relegado al cuarto puesto con 13 escaños, se levantan voces para que dimita su líder, el ministro de Defensa, Ehud Barak, quien también pasará a la oposición. Por otro lado, los ministros del equipo saliente coincidieron en “pagar el precio” de no alcanzar una tregua duradera con el grupo islamista Hamas -que controla la Franja de Gaza-, si ésta no incluye la liberación del soldado israelí Gilad Shalit, preso desde 2006.
Con tales resultados electorales: un refuerzo de la derecha y la extrema derecha, un bajón histórico del laborismo y la casi-desaparición del ultimo partido que se reivindica sionista y de izquierdas, Meretz, la situación política de Israel se vuelve mas volátil que nunca. A la izquierda solo queda el Partido Comunista y su frente Hadash, recogieron los frutos de la protesta frente a la criminal guerra en Gaza y el creciente descontento social producto de la crisis capitalista. Hadash aumento el número de diputados de tres a cuatro y su caudal electoral en un 30%.
En las grandes ciudades aumentó su votación: en un 150% en Tel-Aviv; en un 100% en Jerusalén y en un 70% en Haifa. Incluso en la ciudad de Nazareth, la "capital árabe" de Israel, después de casi cuatro decenios de hegemonía comunista y de alcaldes afiliados a Hadash, logró mejorar sus históricos resultados.
La "revelación" de estas elecciones: Liberman condicionó su apoyo a Netanyahu a la formación de un ejecutivo de unidad nacional que incluya también a Kadima, con el fin de evitar "un gobierno inestable con 65 escaños de seis partidos distintos. Queremos un gobierno con todos los partidos sionistas".
Pero, por el momento, Livni no está por la labor, a pesar de las reiteradas ofertas del Likud. "No fuimos elegidos para legitimar este gobierno de extrema derecha. Debemos representar un alternativa de esperanza yéndonos a la oposición", dijo la ministra de Asuntos Exteriores. La ironía es que Livni ha tratado de ganarse al xenófobo Liberman hasta el último instante.
Como protesta, tanto los laboristas como Meretz, aliados naturales de la jefa de Kadima, optaron por no apoyar a ningún candidato. La radicalidad derechista que augura el perfil del próximo gobierno, una mezcla de neoliberales, capitalistas y fundamentalistas religiosos opuestos al proceso de paz, preocupa tanto dentro como fuera de Israel. El ex-embajador de EEUU en Israel, Daniel Kurtzer, decía que un ejecutivo liderado por Netanyahu y Liberman es "una mala combinación para los intereses estadounidenses".
Netanyahu ha venido sosteniendo las posiciones más duras en el conflicto palestino y esencialmente en la crisis de la Franja de Gaza. El dirigente logró la oportunidad de formar gobierno debido al apoyo decidido que recibió de partidos ultraderechistas y xenófobos.
Así, tiene en sus manos una problemática coalición de 65 diputados (de un total de 120). En ella se aprietan su propio partido de derecha política y económica, dos partidos ultrareligiosos enfrentados con otro socio de peso: un partido de ultraderecha al borde del racismo. También se enfila una agrupación de colonos de Cisjordania que enarbola las más duras consignas antiárabes y ultranacionalistas.
Netanyahu tiene seis semanas para formar su gobierno. Sin embargo, el tiempo apura. El presupuesto nacional para 2009 tiene que estar aprobado el 31 de marzo, y si no se consigue se deberá llamar automáticamente a nuevas elecciones.
Es interesante recordar que en 1996 este dirigente logró triunfar en las elecciones con una coalición muy similar a ésta. Pero fue esa misma alianza la que lo hizo renunciar dos años después bajo cargos de "haber cedido a los palestinos". También hay otro frente a tener en cuenta y es el social y sindical.
Los dirigentes del trabajo en Israel no ven como una salida favorable las ideas neo-liberales y capitalistas a ultranza que siempre defendió este futuro Primer Ministro y el mes de febrero ya se perfila como un mes record en las cifras del paro, con decenas de miles de nuevos desocupados, y de luchas de los trabajadores, tanto en el sector público como en el privado. "Gobierne quien gobierne, los trabajadores y los palestinos perderán" comento un veterano militante sindicalista comunista.
Efraim Davidi
Sindicalista y profesor universitario, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Israel.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
El "Le Pen israelí" lleva siendo investigado desde el año 2001, y la División de Investigaciones e Inteligencia de la Policía entregó al fiscal general, Menajem Mazuz, una nueva petición para que sea interrogado, en una reunión a la que acudió también el fiscal del Estado, Moshe Lador, y en donde se informó del progreso de la investigación y de los próximos pasos que deben darse.
El mes pasado la hija de Liberman, Mijal, fue detenida junto a otros seis asociados del líder xenófobo, incluyendo el antiguo abogado de éste, Yoav Mani y la plana mayor de su partido. La policía aseguró que existe un caso firme contra Liberman, centrado en varias cuentas creadas en Chipre bajo el nombre de Mijal Lieberman, y que fueron utilizadas como un canal ilícito para el fraude y el lavado de dinero al parecer provenientes de la mafia rusa.
ODIN
El procurador general israelí Menachem Mazuz informó a Olmert de su decisión, según el portal en Internet del periódico Ha'aretz.
La ex jefa de la oficina de Olmert, Shula Zaken, podría ser acusada también.
Olmert, sospechoso de haber recibido cientos de miles de dólares de Talansky en un periodo de 15 años, tendrá una oportunidad para prestar testimonio antes de que se tomen cualesquier decisiones finales sobre el asunto, en caso de que desee hacerlo, dijo el reporte.
Mazuz ya había recomendado que Olmert sea acusado formalmente por el asunto Rishon Tours, en el cual el premier es sospechoso de cobrar dos veces a varias agencias estatales y no lucrativas por los mismos vuelos al extranjero por negocios públicos y luego usar el dinero adicional para financiar vuelos y mejores asientos para él mismo y su familia.
La audiencia en el caso Rishon Tours ha sido pospuesta para abril.
El viernes, Olmert fue interrogado bajo caución por décimosexta ocasión desde que la policía abrió una investigación de corrupción en su contra el año pasado.
(Xinhua)
Las acusaciones provienen de una serie de denuncias presentadas por cuatro mujeres que trabajaron para Katsav cuando fue ministro de Turismo, en la década de 1990, y cuando fue presidente, a comienzos de esta década. Entre los crímenes de que se acusa a Katsav figuran violación, ataque sexual y hostigamiento sexual.
Katsav alega ser inocente. Su abogado, Tzion Amir, dijo a la televisión de Israel que la fiscalía estatal “no tiene evidencia o caso alguno” y que su cliente “será absuelto”.
Un proceso de varios años
Katsav renunció en 2007, dos semanas antes de expirar su mandato de siete años, tras llegar a un acuerdo con la fiscalía. El acuerdo le exigía admitir cargos menores de mala conducta en materia sexual.
En abril de 2008, sin embargo, Katsav decidió renunciar al acuerdo con la fiscalía y dijo que pensaba ir a juicio a fin de demostrar su inocencia. El ex presidente asegura ser víctima de una caza de brujas por parte de sus enemigos políticos.
El ministerio de Justicia dijo que el fiscal general Meni Mazuz no ha decidido aún cuándo presentará la acusación, que también incluirá cargos de actos indecentes y de obstrucción de la justicia.
Katsav, un mal ejemplo
Aunque la presidencia de Israel es un puesto en buena parte ceremonial, las acusaciones causaron un gran escándalo en el país. Se supone que el presidente es como la brújula moral del país y Katsav apareció como un jefe que se aprovechaba de su posición para hostigar sexualmente a sus empleadas.
Katsav fue reemplazado por Shimon Peres, premio Nobel de la Paz.
Antes de febrero de 2009
Avigdor Lieberman es, en este momento, un asunto «caliente» para el mundo político.
En las últimas elecciones israelíes de febrero, su partido, Israel Beiteinu, quedó el tercero y le convirtió en el «entronizador» capaz de decidir quién sería el próximo Primer Ministro de Israel: Livni o Netanyahu. Eligió a Netanyahu.
Sin embargo, la ironía es que Lieberman no sueña con ser el poder detrás del trono, sueña con estar en el trono.
Nació en Kishinev, Unión Soviética (ahora Moldavia) en 1958, y recibió el nombre de Evet Lvovich Lieberman. Estudió en el instituto agrícola local y trabajó de matón en un nightclub y de locutor en Baku (la capital de Azerbaiyán) antes de emigrar con sus padres a Israel en 1978.
Una vez allí, sirvió como cabo en el ejército y se graduó en Ciencias Sociales en la Universidad Hebrea. Comenzó su carrera política en Jerusalén mientras estudiaba.
Entre 1983 y 1988 colaboró en la fundación del Foro Sionista para el Judaísmo Soviético, fue miembro de la dirección de la Corporación Económica de Jerusalén y secretario de la rama, en esa ciudad, del Histadrut Ovdim Leumit (Sindicato Nacional de Trabajadores).
De 1993 a 1997, Lieberman ejerció como director general, primero en el Likud y después en la oficina del Primer Ministro, bajo el mandato de Benjamín Netanyahu. En 1999 puso en marcha el partido Israel Beiteinu, y ese mismo año resultó elegido a la Knesset.
A través de los años ha ejercido los cargos de ministro de la Infraestructura Nacional, ministro de Transportes, Viceprimer Ministro y, por último, ministro de Asuntos Estratégicos en 2006, centrado en la «amenaza estratégica de Irán».
El proceso de paz
Según Lieberman, el proceso de paz está basado en tres suposiciones falsas:
- Que el conflicto palestino-israelí es la causa principal de la inestabilidad en Oriente Próximo.
Lieberman dice:
«Realmente las tensiones en el seno del mundo musulmán representan entre el 95 y el 98 por ciento de todos los problemas de Oriente Próximo. La guerra entre Irán e Iraq y las guerras civiles en Líbano, Yemen, Túnez y Argelia suman el 98 por ciento de todas las víctimas de Oriente Próximo, y las del conflicto palestino-israelí ascienden al 2 por ciento»
- Que el conflicto es territorial y no ideológico.
Según Lieberman:
«En realidad se trata de nuestra visión y nuestros valores, y forma parte de un amplio choque mundial entre Occidente, es decir, el mundo libre, y el radical mundo islámico. Israel representa al mundo libre y la Autoridad Palestina y Hamás simbolizan el mundo islámico y radical»
- Que el establecimiento de un Estado palestino en las fronteras de 1967 acabaría con el conflicto.
La opinión de Lieberman:
«La mejor solución es la separación, como en los Balcanes. El mejor modelo es Chipre: antes de 1974, griegos y turcos vivían juntos y había fricciones y terrorismo. Desde la separación en territorios turcos y griegos no hemos visto un acuerdo de paz, pero hay seguridad. Lo mismo podemos ver en nuestra región»
Políticas racistas
Sumamente polémico, el programa de Lieberman contiene dos ideas que discriminan a los ciudadanos árabes de Israel con leyes especiales y segregacionistas.
- La primera establecería un «juramento de lealtad», que les exige jurar fidelidad a Israel como Estado judío. El rechazo llevaría a una invalidación de la ciudadanía o de ciertos derechos de estos ciudadanos de Israel.
- La segunda tiene en cuenta la necesidad de establecer una entidad palestina de algún tipo, aunque sólo para volver a designar las partes de Israel en las que los árabes constituyen una mayoría en esta nueva entidad.
Esta novedosa forma de limpieza étnica preserva la mayoría judía de Israel, pero también la despoja de su pretensión de ser una democracia que garantiza la igualdad de derechos a todos sus ciudadanos.
Una política de división
En febrero de 2007, con respecto a los árabes israelíes, Lieberman dijo:
«Quieren disfrutar de todas las ventajas del Israel moderno, pero por otra parte quieren destruirnos desde dentro»
En 2009 dijo que «Israel está bajo un doble ataque terrorista, desde dentro y desde fuera. Y el terrorismo desde dentro siempre es más peligroso que el terrorismo desde fuera»
Este hombre llegó a pedir públicamente en la Knesset, en noviembre del 2006, que se ahorcase a los parlamentarios árabes por colaboracionistas, a causa de su oposición a las políticas del gobierno: «la Segunda Guerra Mundial finalizó con los procesos de Nuremberg. Los jefes del régimen nazi y sus colaboradores fueron ejecutados. Espero que ésta sea la suerte de los colaboracionistas»
La retórica de Lieberman
En Marzo de 2002, tras varios ataques palestinos a israelíes, se citaron las siguientes palabras de Lieberman:
«No vacilaría en enviar al ejército israelí a toda la zona A (la zona de Cisjordania, en teoría controlada por la Autoridad Palestina) durante 48 horas para arrasar las bases de la autoridad, toda la infraestructura, todos los edificios de la policía, los arsenales, todos los puestos de las fuerzas de seguridad… no dejaría piedra sobre piedra: Lo destruiría todo»
También sugirió al gabinete israelí que el ejército del aire bombardeara sistemáticamente todos los centros comerciales, gasolineras y bancos de los territorios ocupados.
En julio de 2003 Ariel Sharon asumió un compromiso con Estados Unidos por el que se amnistiaba a 350 prisioneros palestinos en Israel. Lieberman, en la época ministro de Transportes, reaccionó negándose a participar en el correspondiente comité diciendo:
«Sería mejor ahogar a esos prisioneros en el Mar Muerto, si fuera posible, puesto que es el punto más bajo del mundo»
Y añadió que, con mucho gusto, él mismo los transportaría hasta allí.
En Enero de 2009, durante la masacre de Israel en Gaza, Lieberman dijo que Israel «debe continuar combatiendo a Hamás exactamente como hizo EEUU con los japoneses en la Segunda Guerra Mundial» -una aparente referencia al holocausto nuclear-. En el mismo mes, cuando hablaba de la reciente matanza de Gaza, Lieberman dijo, «los soldados han tenido éxito pero los políticos han fracasado. No han dejado que el ejército completara la operación»
La línea principal
A Lieberman se le ha acusado muchas veces de fascista, racista e ideólogo. Los medios de comunicación israelíes y los políticos están divididos sobre la cuestión. Algunos han descrito a Lieberman como contaminado por «las declaraciones racistas que perjudican el carácter democrático de Israel».
Muchos han declarado abiertamente su temor a que el perfil político de Lieberman influya en las relaciones exteriores de Israel.
Un miembro anónimo del partido Meretz de Israel dijo de Lieberman en febrero de 2009:
«Si te gustó Mussolini, si añoras a Stalin, amarás a Lieberman»
Este tipo de declaraciones han alarmado tanto a Lieberman como al Primer Ministro entrante, Netanyahu, que han puesto en marcha una planificada y bien coordinada «ofensiva de encanto» de Lieberman en el extranjero. Así, se presenta a sí mismo como un pragmático agraviado por los medios de comunicación, que todas sus beligerantes declaraciones son meras palabras que nunca van a hacerse realidad.
Lieberman ya ha suavizado sus planes sobre el «juramento de lealtad», e incluso ha ido más lejos al declarar su voluntad de abandonar su casa en el asentamiento ilegal de Nokdom en Cisjordania, donde se crearía el Estado palestino.
Al hombre que lidera un partido con un programa anti negociación, le han bastado unos pocos días para dar un giro de 180 grados por encima de su electorado. Esto sugiere que Lieberman, más que un ideólogo, es un oportunista dispuesto a incitar al miedo y la ira para obtener beneficios políticos sólo para tratar de apagar las llamas una vez instalado en el cargo.
El tiempo dirá cuál de las tendencias de Lieberman será más destructiva…
(mas...)
"Es como funcionan las cosas cuando Bibi [Netanyahu] necesita a Yvet más que Yvet a Bibi", confesó al diario 'Haaretz' una fuente cercana a las negociaciones, usando los nombres de pila de ambos políticos.
Lieberman "planteó un completo ultimátum, y en tanto que líder de nuestro principal socio de coalición, no teníamos más remedio que escucharle. No quiso siquiera hablar de la posibilidad de no recibir los ministerios de Exteriores y Justicia", reconoció, por su parte, un asesor de Netanyahu al periódico 'The Jerusalem Post'.
Asuntos Exteriores, Seguridad Pública, Turismo e Infraestructuras Nacionales son, pues, las carteras que dirigirá la formación que plantea la expulsión de los árabes con ciudadanía israelí que no juren fidelidad al Estado judío.
Lieberman también ha forzado a Netanyahu a mantener al frente de Justicia al polémico Daniel Friedman, enfrentado a la magistratura por su política de dar competencias judiciales al poder ejecutivo.
La presencia de Friedman en el Gobierno implica que los laboristas del ministro de Defensa, Ehud Barak, no integrarán la coalición bajo el paraguas de Netanyahu, como dejó claro Barak el viernes en una entrevista televisada.
Una fuente cercana al líder laborista confirmó anoche que la cúpula de la formación ha dado el no definitivo y pasará a la oposición.
Likud e Israel Beitenu no han alcanzado todavía acuerdo alguno sobre la creación en Israel de los matrimonios civiles, que defiende el partido de Lieberman para legalizar la situación de muchos de sus votantes originarios de la extinta Unión Soviética que no pueden casarse en el país porque su madre no es judía.
Un pacto que abra claramente la puerta a estas uniones supondría la negativa de los dos partidos ultra-ortodoxos judíos -a sefardí Shas (once legisladores) y la asquenazí Judaísmo Unido de la Biblia (cinco)- a entrar en el Ejecutivo, lo que dejaría a Netanyahu en minoría parlamentaria.
'Haaretz' precisa asimismo que Netanyahu ha decidido correr el riesgo de formar una mayoría mínima -una coalición formada justo por la mitad más uno de los diputados de la Cámara- para ahorrarse la mala imagen internacional que supondría incluir a la formación de extrema derecha Unión Nacional (cuatro escaños).
Unión Nacional aboga por un Gran Israel que se extienda del Mediterráneo al Jordán y cuenta en sus filas con partidarios del rabino Meir Kahane, cuyo partido fue ilegalizado en el Estado judío por el contenido racista de su programa político, que pide la expulsión de los palestinos de Gaza y Cisjordania.
"Si [Netanyahu] accediese a autorizar los asentamientos [judíos en territorio palestino] que ha pedido la Unión Nacional, haría un daño irreparable a su relación con el Departamento de Estado" de EEUU, apunta otra fuente próxima al proceso negociador.
Los iraquíes produjeron al odioso Saddam, los iraníes han creado al chiflado Ahmadinejad, y por motivos de salud mental, prefiero omitir al extraño dirigente de Libia. Pero ahora los israelíes han exaltado a este hombre, Avigdor Lieberman, quien es más sharonista que el mismo Ariel Sharon.
Algunos palestinos expresaron con cruel deleite el hecho de que ahora sí Occidente verá el verdadero rostro de Israel. Eso ya lo había yo escuchado cuando Sharon se convirtió en primer ministro y escuché la manoseada premisa de que sólo un extremista de línea dura es capaz de hacer los compromisos necesarios para lograr un pacto con los palestinos. Esta clase de autoengaño es prácticamente una enfermedad en Medio Oriente.
El hecho es que el próximo primer ministro israelí ha dejado perfectamente claro que no habrá solución de dos estados, y que ha plantado un árbol en Golán para demostrarle a los sirios que no recuperarán esta meseta. Ahora ha nombrado en su gabinete a un hombre que considera que los árabes israelíes son ciudadanos de segunda clase.
La primera visita de Liberman a Washington será una joya. El AIPAC (Comité Americano Israelí de Temas Públicos, por sus siglas en inglés) fingirá ser un lobby antisraelí cuando en realidad trabajan y luchan por él, mientras lady Hillary tendrá que darle una calurosa bienvenida en el Departamento de Estado. ¿Quién sabe? Quizás le sugiera imponer una prueba de lealtad para todas las minorías que hay en Estados Unidos, lo cual sería exigir un juramento de fidelidad del mismo Barack. El horizonte no tiene límites.
En Egipto, Lieberman la tendrá difícil. Hosni Mubrak es tratado suavemente por los estadunidenses, pero fue Lieberman quien espetó que el presidente egipcio debería visitar Israel o irse al infierno, con lo que ofendió profundamente a un hombre que ha tomado grandes riesgos para conservar la paz entre su país e Israel.
Los egipcios se han indignado al leer en sus diarios que Lieberman ha hablado de ahogar a los palestinos en el Mar Muerto o ejecutar a los palestinos que hablen con miembros de Hamas. Anoche, un simpatizante de Lieberman apareció en el canal de televisión Al Jazeera y tachó a Hamas de ser una organización antisemita y bárbara, pese a que oficiales del ejército israelí hablaron abiertamente con este supuesto grupo bárbaro, antes y después de los acuerdos de Oslo.
Pero el crecimiento de esta administración extremista en Israel, y la patética respuesta del gobierno de Obama hacia los supuestos simpatizantes de Israel que destruyeron la carrera de Freeman, no es sino malas noticias para Medio Oriente.
El canal de noticias Arab News afirmó que el desastre Charles Freeman fue una grave derrota para la política exterior de Estados Unidos.
Si bien la prensa árabe repite los vanales comentarios de siempre, sí se han resaltado las pusilánimes observaciones del secretario de prensa, Robert Gibbs, cuando se le preguntó por qué Obama se mantiene en silencio tras lo ocurrido con Freeman. He observado con gran interés cómo la gente percibe nuestra política de forma diferente y durante la campaña, en cuanto si estamos más cerca de un grupo que de otro. Así que no le doy mucha importancia a eso.
Cuando se le pidió dar una respuesta directa, Gibbs contestó: Ya di la respuesta más directa que puedo dar.
Ésto es casi cómico, como cuando The New York Times intentó la semana pasada por qué lady Hillary temía ofender a los israelíes cuando, durante la formación del gobierno de Netanyahu , ella señaló que la destrucción de mil hogares palestinos no ayuda. Su cautela ante el tema de Medio Oriente, dijo el Times, se explica como un reflejo del traicionero territorio que es Medio Oriente, donde una frase mal empleada puede ponerle los pelos de punta a diversas instituciones en nuestro país. Desde luego que así es, y cuando Lieberman asuma su cargo ya verán a quién pertenecen esas cabelleras erizadas.
Los propietarios de las mismas harán bien en analizar a fondo el incendiario discurso de Avigdor Lieberman. Habla como nacionalista ruso más que como el israelí laico que dice ser.
Yo cubrí las matanzas en Bosnia, a principios de los años 90, y puedo identificar el lenguaje de las ejecuciones, ahogamientos, de irse al infierno y de los juramentos de lealtad con los discursos de los señores Mladicand, Karadzic y Milosevic.
Lady Hillary y su jefe deberían buscar algunos libros sobre la guerra en la ex Yugoslavia si quieren entender con qué están tratando y para que sepan que decir que algo no ayuda no es la respuesta.
© The Independent
A Katzav le incriminan dos violaciones en el período de desempeñarse él como ministro de Turismo (1996-1999) y el acoso sexual a dos mujeres siendo él presidente de Israel.
La fiscalía lo acusa también de haber obstaculizado el desarrollo de la investigación y presionado sobre testigos. El fallo acusatorio se basó en las declaraciones de 56 personas.
Katzav dimitió en 2007, dos semanas antes de vencerse su mandato presidencial de siete años de duración. La fiscalía general de Israel y Katzav habían acordado que él pagaría compensaciones a unas demandantes y sólo sería acusado de cargos menores, evitando con ello la perspectiva de un largo plazo de prisión. Pero un año después, el ex presidente rechazó ese acuerdo y declaró que estaba dispuesto a demostrar su inocencia.
"Era como Doctor Jekyll y Mister Hyde: doctor en la mañana y asesino en la noche. Conocí su lado monstruoso", afirmó una de sus ex empleadas.
Moshé Katzav, de 63 años, padre de cinco hijos, renunció a la presidencia de Israel en junio de 2007 tras haber sido suspendido en enero de ese año, por expresa petición suya, debido a las acusaciones de violación y acoso sexual en su contra.
Según la ley israelí, Katzav podría pasar 16 años de cárcel si es declarado culpable de los cargos que se le imputan.
El caso Katzav, como si fuera una telenovela por entregas, conmociona la sociedad israelí (sobre todo a las mujeres) y despierta todo tipo de comentarios morbosos que van desde la broma hasta expresiones "moralizantes" de condena al delito sexual que la prensa judía difunde por medio de testimonios.
Este juicio ejemplificador de la Justicia israelí contra los "actos indecentes" de su ex presidente, que promueve testimonios y comentarios encendidos, es el reverso del "silencio" que esta misma Justicia mantiene ante las solicitudes de gobiernos y organizaciones internacionales pidiendo el enjuiciamiento por crímenes de lesa humanidad de los funcionarios y militares que ordenaron la masacre de 22 días en Gaza.
A su vez, la preocupación por el "abuso sexual" que hoy luce la sociedad israelí en la figura de su ex presidente, choca con la indiferencia ante la actitud de su gobierno en Gaza, que luego de la masacre y del fracaso de la operación "Plomo Sólido" decidió cambiar los bombardeos por el cerco y seguir estrangulando a la Franja con el bloqueo fronterizo para obligar a Hamás a negociar una tregua duradera y garantizar el fin de los disparos de cohetes contra territorio israelí.
Como sostienen observadores y corresponsales en el área, la Franja de Gaza, destruida y con sus fronteras bloqueadas, se ha convertido más que nunca en un campo de concentración de Israel que digita quién ingresa y quién no a la Franja de 360 Km2.
Según publicó el jueves el diario Haaretz, soldados israelíes que participaron en la ofensiva en Gaza del pasado mes de enero mataron a civiles palestinos y destruyeron propiedades de manera intencionada siguiendo órdenes de combate permisivas de sus superiores.
Este medio reproduce conversaciones de militares que participaron en la operación "Plomo Sólido" en Gaza, entre el 27 de diciembre y el 18 de enero pasados, en la que murieron 1.400 palestinos y más de 5.000 resultaron heridos, y la Franja quedó convertida en escombros.
Los relatos de primera mano de los efectivos de las Fuerzas de Defensa Israelíes fueron publicados el jueves en la portada del diario Haaretz.
"Un comandante con 100 soldados bajo su mando vio que una mujer caminaba por la calle lo suficientemente cerca como bajarla de un tiro. Era una anciana, no puedo decir si parecía sospechosa o no. Pero lo que hizo el oficial fue colocar hombres en el techo y pedirles a los francotiradores que la mataran. Pensé que era sencillamente un asesinato a sangre fría", relató un suboficial.
Danny Zamir, director del instituto militar Isaac Rabin, quien además compiló los testimonios, intervino en el relato del suboficial, según la compilación de testimonios.
"No entiendo, ¿por qué le tenía que disparar?", preguntó Zamir. "Podría decirse que eso es lo impresionante de Gaza. Ves a alguien en la calle, que no necesariamente está armado, y puedes tirarle sin que pase nada", fue la respuesta.
"En nuestro caso fue una anciana. No vi que tuviera un arma. La orden fue bajar a esa persona, a esa mujer "en cuanto la tenga en la mira". Siempre te advierten y te dicen "puede ser un atacante suicida". Yo sentí que había mucha sed de sangre. Es que no tuvimos muchos combates. Nuestro batallón participó en muy pocos enfrentamientos con terroristas", añadió.
Las revelaciones aparecieron publicadas en el boletín de un curso de graduados de una academia militar israelì.
Los pilotos de combate y soldados de infantería también describen como destruyeron propiedad palestina de manera innecesaria.
"Lo tirábamos todo por las ventanas para hacer espacio y ordenar. Todo, refrigeradores, muebles, platos. La orden era lanzar todo el contenido de las casas por la ventana", explicó un soldado.
Otro de los testimonios conmovedores es el asesinato de una palestina y sus dos hijos a manos de un francotirador israelí, relatado por el comandante de un escuadrón de infantería.
"Pusimos a todos los miembros de una familia en una habitación de la casa. Después nos fuimos e ingresó otro pelotón. A los pocos días se ordenó su liberación. Habían hombres arriba y un francotirador en el techo", recordó.
"El comandante los dejó ir y les dijo que se fueran hacia la derecha. Una mujer con sus dos hijos no entendió y fueron hacia la izquierda. Nadie le avisó al francotirador que tenían permiso para irse y que no tenía que abrir fuego. Él hizo lo que se suponía que tenía que hacer, como si estuviera cumpliendo órdenes", añadió.
El comandante del escuadrón relató que "el francotirador vio a una mujer con dos niños que se le acercaban, cruzaron la línea que le habían dicho que nadie debía pasar y les disparó de inmediato. Y, al final, lo que sucedió fue que los mató. No creo que se sintiera muy mal porque, en lo que a él respecta, estaba haciendo su trabajo según las órdenes que había recibido".
Los soldados también describen una inusual intervención en la ofensiva de rabinos militares y civiles, que repartían panfletos que describían el conflicto en términos religiosos.
Los testimonios contradicen la versión de las autoridades israelíes, que afirman que las tropas mantuvieron un "alto comportamiento moral" durante la operación militar, y pone en duda las acusaciones de que la organización palestina Hamás puso en peligro la vida de civiles.
Amos Harel, el periodista de Haaretz para asuntos militares que reveló el informe, evaluó los relatos como verosímiles.
"Los soldados no mienten, simplemente porque no tienen ningún motivo para hacerlo. Hay una continuidad en los relatos de diferentes partes de Gaza. Si lees las historias no encontrarás ninguna opinión ni fanfarronada. Es lo que los efectivos vieron en ese territorio palestino", explicó.
Las fuerzas armadas de Israel figuran en el tope del consenso social y del orgullo nacional.
Uno de los principios fundamentales del Estado de Israel es que su ejército no comete crímenes de guerra y opera según los "más altos estándares éticos", aun en tiempos de guerra.
A este principio los doctrinarios judíos lo llaman "pureza de armas".
El informe con los relatos de los soldados israelíes fue entregado hace tres semanas al jefe del Estado Mayor, general Gaby Ashkenazi. El ejército declaró que las acusaciones iban a ser investigadas a fondo, pero nada de eso sucedió.
Los grupos de defensa de los derechos humanos israelíes han criticado a la cúpula militar por no investigar las violaciones en Gaza, pese a las evidencias de que se cometieron crímenes de guerra.
Los relatos de la masacre de civiles palestinos revelados el jueves echan por tierra la mitología "ética" y muestran una visión descarnada de la barbarie criminal que encubre la doctrina de "pureza de armas" del ejército israelí.
Como primera reacción al informe, Israel rechazó las acusaciones provenientes de organizaciones de derechos humanos y desvió nuevos pedidos para investigar denuncias de crímenes de guerra, con el argumento de que constituían mera "propaganda anti-israelí".
En Israel uno se afilia primero a Histadrut y después es asignado a un sindicato.
Es solamente fuera de Israel que Histadrut es visto como un sindicato común, el equivalente israelí del Congreso de los Sindicatos británico o el Movimiento [norte]Americano de Sindicatos AFL/CIO.
Menos conocido es el hecho de que Histadrut, una organización de la clase trabajadora de colonos judíos, fue la organización sionista clave responsable de la formación del Estado de Israel. Como observó la anterior Primer Ministra israelí Golda Meir:
"Entonces [1928] fuí puesta en el Comité Ejecutivo de Histadrut en tiempos en los que este gran sindicato no era solamente una organización sindical. Era una gran agencia de colonización". [1]
Pinhas Lavon, como secretario general de Histadrut, llegó a describirlo en 1960 como "una organización esencialmente general. No es un sindicato ..." [2]
El primero de los Primeros Ministros israelíes, David Ben-Gurion, mantuvo que si no fuera por Histadrut, "Dudo si habríamos tenido un estado". [3]
Histadrut es hoy una sombra de lo que era antes. De ser el segundo empleador más grande, siendo dueño de mas del 25% de la industria Israelí, vió en los 80 y los 90 [del siglo pasado] la privatización de casi todas sus industrias.
La Ley Nacional de Salud de 1995, que cortó los lazos entre Kupat Holim (el Servicio Nacional de Salud de Israel) e Histadrut, le dió el golpe final.
La afiliación a Histadrut cayó en picado de 1,6 millones en 1994 a 650.000 en 1996 y sus 150.000 afiliados árabes decayeron a menos de 50.000 [4]
Políticamente, Histadrut operaba como un brazo de la política exterior israelí y norteamericana.
En 1958 se creó el Instituto Internacional para el Desarrollo, Cooperación y Estudios Laborales como un medio para favorecer los intereses occidentales en el tercer mundo.
La mitad de sus graduados venían de África y otro 40 por ciento de Asia. [5] Y en 1960 Histadrut formó el Instituto Afro-Asiático de Estudios Laborales y Cooperación, financiado por la CIA através del AFL-CIO.
Operaba en nombre de Estados Unidos en países africanos como Zaire y Kenia. [6]
Hasta los sindicatos socialdemócratas mas de derechas se opusieron al apartheid.
Histadrut fué el único que colaboró con el estado sudafricano.
La empresa de acero Iskoor, cuyo 51 por ciento pertenecía a las Industrias Koor de Histadrut, y el 49 por ciento a la Corporación Sudafricana de Acero, fabricó acero para las Fuerzas Armadas de Sudáfrica.
Acero parcialmente terminado fue enviado de Israel a Sudáfrica, permitiendo que el estado de apartheid se librara de los arancéles. [7]
Otras empresas de Histadrut como Tadiran y Soltam fueron igualmente cómplices al suministrar armamento a Sudáfrica. [8]
Histadrut también ayudo a construir el muro electrónico entre Sudáfrica/Namibia y los estados africanos vecinos con el fin de mantener fuera a las guerrillas. [9]
Fue un precursor del muro de Israel en Cisjordania.
Mientras que su importancia económica ha declinado, el rol político de Histadrut ha crecido en importancia.
Histadrut es reconocida por la Confederación Internacional de Sindicatos como el representante de los trabajadores israelíes.
Es visto como la izquierda de la sociedad israelí, a favor de la reconciliación y la paz, y sus delegaciones en el extranjero siempre incluyen al menos un maleable miembro árabe. Por ello resultó chocante que Histadrut apoyara el ataque a Gaza:
"Israel no tenía otra opción que responder a los repetidos ataques y agresiones como un acto de autodefensa justificada". [10]
Antes de 1948
Histadrut fundó la Haganah, el grupo terrorista sionista, en 1920, que mas tarde se convertiría en las Fuerzas Armadas de Israel, y el Mapai, el Partido Laborista Israelí, un partido anti-socialista cuyo valor supremo consistió en la necesidad de el estado judío. [11]
David Ben-Gurion, el primer secretario general del Histadrut, se convirtió en 1935 en presidente de la Agencia Judía, el gobierno sionista provisional, y en 1948 Primer Ministro del Estado de Israel.
Histadrut fue formado en 1920 como la Confederación General Hebrea del Trabajo por los dos principales partidos sionistas, Hapoel Hatzair(Juventudes Trabajadoras) y Achdut Ha'Avodah (Unión del Trabajo).
Desde su inicio exluyó la mano de obra árabe, es decir desestimó la solidaridad con los trabajadores en favor de un exclusivismo nacional.
El rol principal de Histadrut no fue la defensa de los salarios y condiciones de sus afiliados sino la colonización de Palestina. A falta de una burguesía israelí, se tuvo que convertir en la burguesía.
Como lo describió el difunto William Frankel, editor de The Jewish Chronicle (Lóndres), Histadrut era un sindicato capitalista. [12]
Sus empresas incluían Tnuva (productos lácteos), Solel Boneh (construcción y edificación), Koor (manufacturas), Hamashbir (cooperativa alimentaria) y el Banco Hapoalim.
Estableció una empresa de participación, Hevrat Ovdim, para administrar a todas estas empresas e incluso después de 1966, continuó siendo controlada al cien por cien por judíos.
Histadrut: un sindicato de apartheid
A medida que el desempleo crecía en la economía sionista en Palestina, en los años 20, Histadrut lanzó una campaña para promover la mano de obra judía (Avodat Ivrit) y los productos judíos (Totzeret Haaretz), lo cual era esencialmente un boicot a la mano de obra y productos árabes.
David HaCohen, anterior Director General de Solel Boneh, describió lo que esto significaba:
"Tenía que pelearme con mis amigos sobre el tema del socialismo judío defendiendo que no aceptaría árabes en mi sindicato, el Histadrut; defendiendo la recomendación a las amas de casa para que no compraran en tiendas árabes; defendiendo el hecho de que montábamos guardia en las huertas para evitar que los trabajadores árabes consiguieran trabajo en ellas... y rociar con queroseno los tomates árabes; atacar a las amas de casa judías en los mercados y romperles los huevos árabes que acababan de comprar... Comprar docenas de dunams [medida de tierra] a los árabes estaba permitido pero vender, Dios no lo quiera, un solo dunam judío a un árabe estaba prohibido; hacer pasar a Rothschild, la encarnación del capitalismo por un socialista y nombrarlo el 'benefactor' -- hacer todo eso no fue fácil". [13]
En 1944, "el simple rumor de que un café en la ciudad exclusivamente judía de Tel Aviv había contratado a unos pocos trabajadores árabes provocó una protesta multitudinaria de miles de personas... Cada miembro de la Federación de Sindicatos Sionistas -El Histadrut [sic]- tenía que pagar dos impuestos obligatorios:
(1) 'Para la mano de obra judía' -fondos para organizar piquetes, etc. contra el empleo de trabajadores árabes, y
(2) 'Para los productos judíos'- para organizar el boicot de productos árabes'". [14]
Fue Histadrut que marcó la ruta que el proyecto sionista seguiría en Palestina.
Desde el comienzo excluyó a los palestinos, primero de la economía y después de la tierra misma.
La lucha de clases fue redefinida como la lucha contra la mano de obra árabe, cuando Ben-Gurion hizo campaña contra "el mal de la mezcla de la mano de obra". [15]
Ben-Gurion les explicó a aquellos que mal interpretaron el rojo de las banderas de Histadrut como socialismo que "Nada está mas lejos de la mente del trabajador judío que crear disputas que traen consigo pérdidas políticas y materiales. Por ello, el privilegio supremo de nuestra generación es la reconstrucción y la Aliyah [Inmigración a Palestina]... Es un privilegio sin sentido sin la mano de obra judía". [16]
Con una condescendencia típicamente colonial, Ben-Gurion habló de los trabajadores árabes adquiriendo "nociones de cultura" al mezclarse con trabajadores judíos. [17]
El rol de la clase trabajadora fue un rol nacional, construir el estado judío; "El socialismo nunca fue un objetivo en si mismo, sino una herramienta para el avance de los objetivos nacionales". [18]
Fue Ben Gurion quien "acuñó el eslogan 'de la clase a la nación'... ambas perspectivas vieron el rol de la mano de obra como un rol nacional". [19]
El sionismo seguía un paciente transcurrir.
Todos los proyectos de asentamiento colonial, por ej. el camino de los Boer de Sudáfrica y la colonización de América comenzaron como emprendimientos colectivos.
El capital privado solo podría operar una vez que la amenaza de la población indígena hubiera sido eliminada. Como explicó Arthur Ruppin, el padre de los asentamientos en Palestina y un ferviente creyente en las ciencias raciales:
"Puedo decir con absoluta certeza: esas empresas en Palestina que tienen mayores beneficios para los empresarios son casi las menos beneficiosas para el esfuerzo nacional, y en cambio muchas empresas, que son menos beneficiosas para los empresarios son de altísimo valor nacional". [20]
Allí donde la mano de obra exclusivamente judía no era posible, como era el caso del empleo gubernamental, Histadrut hizo campaña, como sus homólogos sudafricanos, por mayores salarios para los trabajadores judíos.
Aunque los británicos rechazaron esta petición, en la práctica se desarrollaron cuatro tasas salariales para trabajadores no cualificados dependiendo de si el trabajador era judío o árabe. [21]
Ernest Bevin, lider del Sindicato Británico de Trabajadores Comunes y de Transporte y anterior Secretario Británico de Asuntos Exteriores, se mostraba empático:
"No, nosotros estaríamos completamente en contra de dos tipos de salarios". [22]
Pero para Berl Katznelson, el segundo en funciones en la jerarquía del laborismo sionista después de Ben-Gurion la igualdad "era solamente un látigo con el cual azotar el concepto de la mano de obra judía". [23]
El Sindicato de Trabajadores de Ferrocarriles, Correos y Telégrafos(URPTW) era un bastión de la izquierda política con una afiliación mixta de árabes y judíos.
Histadrut trató de incorporarlos con el fin de escindir a los trabajadores árabes en una sección nacional separada. [24]
Los trabajadores árabes que se unieron a esta sección árabe se opusieron al sionismo de Histadrut, y no menos a su política de mano de obra judía.
En una reunión en Haifa en 1924, el activista sindical Elias Asad describió cómo los trabajadores árabes "vieron en los carnés de afiliación las palabras 'Federación de Trabajadores Judíos' y no entienden cual es el propósito de esto.
Llamo a todos los camaradas a borrar la palabra 'Judíos', y estoy seguro que si están de acuerdo existirá un fuerte vínculo entre nosotros y todos los árabes se unirán.
Yo seré el primero en rechazar unirme a una organización laboral nacionalista ..." [25]
Irónicamente, cuando al final de 1923, los líderes del Club Árabe de Trabajadores de Ferrocarriles presentó una petición al Gobierno del Mandato Británico para establecer una organización de trabajadores, la Sociedad de Trabajadores Árabes Palestinos(PAWS), Histadrut ejerció presiones contra su reconocimiento, lo denunció por ser separatista y exclusivo y por consiguiente contrario al espíritu de solidaridad entre los trabajadores! [26]
En 1936 los trabajadores árabes de Palestina declararon una huelga general que duró seis meses, una de las huelgas mas largas de la historia del trabajo.
Esto permitió a Histadrut reemplazar a los trabajadores árabes en huelga con mano de obra judía.
Con el apoyo de la autoridades británicas, la Agencia Judía e Histadrut establecieron Tel Aviv como un puerto alternativo a Jaffa, paralizado por la huelga.
Lejos de ser un sindicato, Histadrut era una organización de esquiroles.
Los líderes del Histadrut y del laborismo sionista se mostraban a si mismos como si fueran unos nobles idealistas, incorruptibles.
En realidad Ben-Gurion y los otros líderes vivieron la vida de una élite laboral, con vacaciones en el extranjero y grandes apartamentos.
No solamente eran sus salarios muchísimo más elevados que los de los trabajadores comunes sino que obtenían grandes préstamos personales de los fondos de Histadrut, los cuales fueron silenciosamente cancelados en 1926. [27]
La deuda de Ben Gurion era igual al salario anual de un trabajador común.
Histadrut era gobernado por una élite que se autoperpetuaba y evitaba elecciones.
Pasaron cuatro años entra la segunda y tercera convención de Histadrut, seis entre la tercera y la cuarta y nueve años entre la cuarta y la quinta en 1942.
Como planteó Zalman Aranne, un miembro del ejecutivo de Histadrut de 1936 a 1947 y posteriormente Ministro de Educación, la norma "es no celebrar elecciones durante años, e incluso cuando se celebren elecciones, nosotros no votamos.
Es una especie de comité designado el que hace la votación". [28]
Incluso hoy en día, en su convención septuanual, menos del 10 por ciento de los delegados son elegidos directamente.
Como observó Frankel, la designación de los delegados para las Convenciones de Histadrut son de listas partidarias, principalmente de los partidos sionistas.
Ellos eligen a los líderes y "en elecciones nacionales, los votantes no tienen voz sobre qué individuos serán elegidos para representarles". [29]
Histadrut después de 1948
Entre 1948 y 1966, los palestinos que vivían en Israel fueron sujetos a la ley marcial.
Debido a la cercanía de Histadrut a la administración militar de los gobiernos del Mapai, Histadrut no era popular entre los trabajadores árabes.
Los miembros árabes son vistos en la actualidad como oportunistas y colaboracionistas. [30]
En 1959 la Convención de Histadrut decidió admitir a miembros árabes.
Sin embargo fueron confinados a la sección árabe (hipócritamente llamada mas tarde el Departamento de Integración) capitaneada por un judío.
En 1966, Histadrut cambió su nombre al de Confederación General del Trabajo en la Tierra de Israel.
"Tierra de Israel" es un eufemismo para la tierra bíblica de Israel, que incluye como mínimo toda la Palestina histórica.
Una resolución de Rakah, el Partido Comunista Israelí, que pretendía cambiar el nombre a Federación General del Trabajo en Israel, fue derrotada.
Los palestinos en la Cisjordania ocupada y en la Franja de Gaza ni siquiera pueden afiliarse a Histadrut, a pesar de que ellos viven en lo que los israelíes consideran parte de la "Tierra de Israel". [31]
Sin embargo, muchos palestinos trabajaron para la empresa de construcción de Histadrut, Solel Boneh, la cual construyó la mayor parte de los primeros asentamientos. [31]
Trabajadores inmigrantes de las Filipinas y otros países tampoco pueden afiliarse a Histadrut.
La lucha de clases siempre fue un anatema para Histadrut, antes y después de que Israel fuera creado.
En la huelga de marineros de 1951, los huelguistas fueron llamados a filas por el ejército con el apoyo de Histadrut.
Como sus predecesores en las brigadas de trabajadores de Gdud Avodah en los años 20, algunos de los trabajadores mas militantes rompieron con el sionismo.
Gdud Avodah fueron sometidos por hambre por Ben-Gurion en los años 20. [33]
Pero esto fue la excepción, no la regla.
La huelga de marineros fue la huelga de este tipo mas violenta en Israel, con barcos que eran comandados y usados contra las fuerzas del estado.
En la huelga de 1969 de los trabajadores del puerto de Ashdod, Histadrut acusó a los trabajadores judíos de ser igual que agentes de Fatah, la principal facción de la OLP, por ej. "terroristas" y "saboteadores".
Pero el juicio a los militantes en un tribunal de Histadrut fracasó y fue cerrado sin alcanzar un veredicto.
En Febrero de 1976, miles de ciudadanos árabes de Galilea se manifestaron por sus derechos a la tierra y en contra de las confiscaciones. En Marzo de 1976, el liderazgo árabe llamó a una huelga general.
En respuesta, el Consejo Laboral de Haifa se opuso activamente a la huelga.
Seis palestinos fueron muertos a tiros por la policía y el ejército, un evento que marcó cada 30 de Marzo para los palestinos como el Día de la Tierra.
Cuando Histadrut era uno de los principales empleadores, los árabes no eran empleados en sus industrias de seguridad, por ej. armas, petróleo, química, electrónica, aviación, navegación, compañías aéreas, electricidad, gas, telecomunicaciones - ya que el servicio militar era un requisito para el empleo.
Eran vistos como una "amenaza a la seguridad".
Esta discriminación racial sistémica continúa en la actualidad. [34]
Esto se reflejaba en el hecho de que sólo el 0.8 por ciento de los empleados de las empresas gubernamentales son árabes y en 2004 sólo el 5.5 por ciento de los funcionarios públicos eran árabes, de los cuales un 56 por ciento trabajaban solamente en el ministerio de salud. [35]
La exclusión de los trabajadores árabes de secciones completas de la industria israelí equivale a una barrera racial.
Histadrut conscientemente no invirtió ni creó fábricas en poblaciones o aldeas árabes.
Lejos de ser su sindicato, Histadrut fue una de las principales causas del desempleo y la pobreza árabe, una situación que continúa en la actualidad.
Según el Instituto Nacional del Seguro, el 52 por ciento de los ciudadanos árabes israelíes viven por debajo de la linea de la pobreza, en contraposición con el 16 por ciento de los judíos israelíes. [36]
Casi la mitad de los árabes con empleo trabajan en los sectores de baja remuneración de manufacturas, construcción y comercio.
En 1985 el Plan de Estabilización de Yitshak Shamir y Shimon Peres, que permitía "flexibilidad" en el mercado laboral, preparó el camino para la globalización mientras que Estados Unidos e Israel firmaban un acuerdo de libre comercio.
Industrias Koor, una empresa de participación para cientos de empresas de Histadrut, fue vendida en 1991 para reducir la deuda de Histadrut.
La elección de Haim Ramon como secretario general en 1994 condujo a la desaparición de Hevrat HaOvedim, que era dueña de las industrias de Histadrut. [37]
En 1994, Histadrut pasó a llamarse Nueva Histadrut.
Histadrut nunca ha apoyado la lucha de los trabajadores árabes contra la discriminación racial, como en el caso de los despidos multitudinarios de árabes que ocurrieron tras el estallido de la segunda intifada palestina en el 2000 o en la disputa laboral entre empleados árabes y judíos con el Hotel Nirvana en el Mar Muerto en 2003, cuando un directivo árabe fue despedido porqué se negó a prohibir a sus trabajadores que hablaran árabe enfrente de turistas, a pesar de que el árabe es una de las lenguas oficiales de Israel.
Tampoco hizo nada en torno a la decisión política de McDonalds Israel de no permitir que se hable árabe en sus restaurantes, ni cuando en un edificio en construcción en terrenos del Parlamento en 2004 los cascos de los obreros árabes fueron marcados con una X roja, para facilitar su asesinato por franco tiradores en caso de emergencia. [38]
La ocupación, Histadrut y los trabajadores palestinos
La explotación de los trabajadores palestinos de los territorios ocupados fue institucionalizada por una decisión del gabinete israelí en Octubre de 1970, según la cual la administración militar debería supervisar su empleo.
Sus salarios serían distribuidos por el departamento de pagos del Servicio Nacional de Empleo.
Histadrut era partícipe en este acuerdo.
La cobertura nacional de seguros solo era permitida en tres áreas: accidentes de trabajo, bancarrota del empleador y un subsidio por el nacimiento de un hijo en un hospital israelí.
Diez por ciento de los salarios de los trabajadores palestinos irían a un "fondo igualitario", el cual se suponía que proporcionaría a la población de los territorios ocupados servicios sociales y culturales.
En realidad, este dinero fue utilizado para financiar la ocupación.
Los trabajadores no recibieron ni beneficios de desempleo ni de incapacidad, ni pensiones de jubilación, ni una asignación complementaria mensual por cada hijo, ni formación profesional.
Adicionalmente, cada trabajador palestino tenía que pagar el uno por ciento de su salario en concepto de cuotas a Histadrut.
Los trabajadores no recibían nada a cambio y hoy una pequeña parte de este dinero ha sido devuelto, como una estratagema de propaganda, a la Federación General Palestina de Sindicatos.
Cuando el servicio de inteligencia del Shin Bet usó permisos de trabajo como medio para coaccionar a trabajadores palestinos a colaborar, siendo colocados en una lista negra aquellos que se negaban y sus permisos de trabajo cancelados, de nuevo Histadrut no hizo nada. [39]
En la última década, nuevas organizaciones de trabajadores han surgido en Israel, como Kav La'Oved (Linea Directa del Trabajador), Compromiso, el Centro para la Ayuda al Trabajador Extranjero, Sawt el-Amel y el Centro Consejero del Trabajador.
Es este sector el que puede servir como base para un nuevo sindicato, accesible a todos y no conectado con la dirigencia sionista.
Nota del Editor:
Este artículo originalmente establecía que el Pacto de Estabilización tuvo lugar durante el gobierno de Benjamin Netanyahu.
Este artículo ha sido corregido para reflejar que el Pacto ocurrió durante el gobierno de Yitzhak Shamir y Shimon Peres.
Tony Greenstein es un activista sindical, miembro de UNISON, el Consejo de Comercio de Brighton y de Hove y secretario de los Centros de Trabajadores Desempleados de Brighton y de Hove, donde trabaja como consejero de empleo.
Dirige un blog socialista antisionista:
www.azvsas.blogspot.com
Notas
[1] Observer, 24 de Enero de 1971, citado por Uri Davies, Utopia Incorporated, Zed Press.
[2] Moed, Departamento de Cultura y Educaci ón de Histadrut , 1963, p.3, citado por Arie Bober (ed.), The Other Israel: The Radical Case Against Zionism.
[3] Moshe Pearlman, Ben-Gurion Looks Back in Talks with Moshe Pearlman, Weidenfeld & Nicholson, 1965.
[4] Sawt el-Amel, "Separate and Unequal: The History of Arab Labour in pre-1948 Palestine and Israel," Diciembre 2006.
[5] Benjamin Beit Hallahmi, The Israeli Connection, I B Tauris & Co. Ltd.
[6] Haim Hanegebi, Moshe Machover, Akiva Orr, "The Class Nature of Israeli Society," New Left Review, Enero-Febrero 1971, Pluto Press. Ver también , Archivos Centrales Confidenciales del Departamento de Estado Americano, PALESTINA-ISRAEL, 1960-Enero 1963, ASUNTOS INTERNOS N úmeros decimales 784, 784A, 884, 884A, 984, y 984A y ASUNTOS EXTERIORES N úmeros decimales 611.84, 611.84A, 684, y 684A Coordinador de Proyecto Robert E. Lester Gu ía compilada por Blair D. Hydrick, accedida 8 de Mazo 2009.
[7] Sunday Times Review 15 de Abril de 1984, James Adams, The Unnatural Alliance, Quartet. Extractos del libro fueron serializados por el Sunday Times.
[8] Jane Hunter, Israeli Foreign Policy, South End Press, 1987.
[9] Uri Davies, Israel: Utopia Incorporated, Zed Press.
[10] "Comunicado de Histadrut acerca de la situaci ón en el sur de Israel y Gaza", 13 de Enero del 2009.
[11] Zeev Sternhell, Founding Myths of Zionism, Princeton University Press, 1998
[12] William Frankel, Israel Observed, Thames & Hudson, 1980
[13] David Hirst, The Gun and the Olive Branch, Nation Books, 2003, Segunda Edici ón, citando a Haaretz, 15 de Noviembre de 1969
[14] Nathan Weinstock, Zionism: False Messiah, Ink Links LTD, 1979
[15] David Ben-Gurion, Rebirth and destiny of Israel, Philosophical Library, 1954
[16] Ibid
[17] Ibid
[18] Zeev Sternhell
[19] Noah Lucas, Modern History of Israel, Weidenfield & Nicholson, 1975
[20] Walter Lacquer, A History of Zionism, Holt, Rinehart & Winston, p.151, citando a Arthur Ruppin, Building Israel, Selected Essays, 1907-1935, Schocken Books, 1965
[21] Gabriel Piterberg, The Returns of Zionism, Verso, 2008
[22] Josef Gorni, The British Labour Movement & Zionism 1917-48, 1983, Frank Cass
[23] Zeev Sternhell
[24] Piterberg
[25] Sawt el-Amel citando a Zachary Lockman, Comrades and Enemies: Arab and Jewish Workers in Palestine, 1906-1948, University of California Press, 1996, Chapter 3: The Railway Workers of Palestine (I): The Struggle for Arab-Jewish Unity, 1919-1925 'Struggling for Unity'.
[26] Ibid.
[27] Sternhell.
[28] Sternhell.
[29] Frankel.
[30] Sawt el-Amel.
[31] Michael Shalev, "The Labor Movement in Israel: Ideology and Political Economy", in The Social History of Labour in the Middle East, editado por Ellis J. Goldberg, Westview, 1996: "La afiliaci ón nunca se le ha ofrecido a residentes de los territorios ocupados sin ciudadania, aunque la mayor ía the la clase trabajadora palestina en los territorios, que son empleados dentro de Israel en sus fronteras previas a 1967, son legalmente requeridos del pago a Histadrut puesto que al mismo tiempo, dentro de su circunscripci ón, el Histadrut es generoso en extremo al abrir sus filas a no-trabajadores. Encuestas al público adulto judío sugieren que al menos la mitad de los trabajadores autónomos son miembros de Histadrut".
[32] Jewish Chronicle, 7 de Enero de 1983
[33] Sternhell p.198-216. Ver tambi én "The Left" in the Gdud Ha'avodah (Labor Brigade) and the Palestine Communist Party until 1928, Anita Shapira,Zionism Vol. 1, Massada Publishing Co. Ltd., Tel-Aviv University, 1975
[34] Emmanuel Farjoun, "Class Divisions in Israeli Society," Khamsin, no. 10, 1983
[35] Sawt el-Amel citing Sikkuy, "Informe del Sikkuy 2004-2005".
[36] Sawt el-Amel.
[37] Jewish Virtual Library entry, "Hevrat Ha-Ovedim," accedido 1 de Marzo de 2009
[38] Sawt el-Amel.
[39] B'Tselem, "Poalei Tzion: Violaciones de los Derechos Humanos de Trabajadores de los Territorios en Israel y en los asentamientos", 1999 (en hebreo)
Electronic Intifada
Traducido al castellano por Nicolás Lévinton
«Estamos dispuestos a trabajar con normalidad con un Gobierno israelí que esté preparado para continuar negociando hacia una solución de dos estados; si ese no es el caso, la situación sería diferente», declaró el responsable de la diplomacia de la UE, Javier Solana, a su llegada al Consejo de Ministros de Exteriores que se celebró ayer en Bruselas.
Tal y como se esperaba, el partido derechista Likud firmó el domingo por la noche un acuerdo de coalición parlamentaria con el ultraderechista Israel Beitenu para formar el núcleo duro del nuevo Gobierno israelí, que liderará Benjamin Netanyahu como primer ministro.
Avigdor Lieberman, líder de Israel Beitenu, será el nuevo ministro de Exteriores. De este modo, el encargado de negociar con la Autoridad Palestina, la UE y EEUU será un ultraderechista que aboga por la expulsión de los palestinos a otros países árabes.
El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, sin embargo, confió en que la configuración del nuevo Gobierno israelí «permita continuar dentro de los parámetros y de los compromisos de la comunidad internacional».
«Hay que trabajar con todas las partes, hay que trabajar con todos los gobiernos. Hay que respetar la elección democrática en Israel», añadió Moratinos.
El titular sueco de Exteriores, Carl Bildt, por su parte, consideró que se puede esperar que el nuevo Gobierno de Israel «respete sus obligaciones, y eso incluye el compromiso con la solución de los dos estados. No podemos tener un doble rasero».
Esta disposición a entenderse con Israel fue apoyada también por el ministro finlandés, Alexander Stubb, quien a la pregunta de si la UE puede trabajar con un Gobierno israelí extremista respondió que «podemos y debemos».
«Estamos en un periodo de vacío», mientras se intenta formar un Gobierno palestino de unidad y otro israelí que surge tras las últimas elecciones, añadió Stubb, quien concluyó señalando que «podemos trabajar con un Gobierno israelí igual que con un Gobierno palestino».
Esta predisposición de la UE al diálogo con el Gobierno ultraderechista israelí choca con la opción por el bloqueo que ha adoptado hacia el Gobierno de Gaza liderado por Hamas.
Ayer, la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, destacó que «la reconstrucción de Gaza sólo será posible cuando haya un Gobierno unitario y se abran todos los pasos. En caso contrario, no podemos transportar ni cemento», indicó a su llegada a la reunión que mantuvo en Bruselas la troika de la UE con los ministros de Exteriores de Egipto y de la Autoridad Palestina (ANP).
El canciller de la ANP, Riyad al-Malki, instó a la UE a hacer todo lo posible por impedir la formación de un Gobierno ultraderechista en Israel. «Si este es el caso, todas las expectativas de negociación habrá sido totalmente desperdiciadas», aseguró Al-Malki, que acusó a Israel de «amenazar con dinamitar cualquier proceso de paz duradero y real».
El rey Abdallah II de Jordania, que se encontraba de visita oficial en Lisboa, también se mostró a favor de seguir negociando con Israel, destacando que su carácter ultraderechista «no puede servir de excusa» para retrasar las conversaciones.
Continúa la negociación
El acuerdo alcanzado por Likud e Israel Beitenu, en cualquier caso, es insuficiente para formar Gobierno, ya que ambos partidos se encuentran muy alejados de la mayoría absoluta, que se alcanza con 61 diputados en la Knesset. El Likud tiene 27 e Israel Beitenu, quince, por lo que es imprescindible sumar nuevos socios a la coalición.
Así, Netanyahu deberá seguir negociando con el partido ultraortodoxo sefardí Shas (once escaños), el ultraortodoxo ashkenazi Lista Unificada de la Torah (cinco) y los ultraderechistas Unión Nacional (cuatro) y Habayit Hayehudi (tres), ambos favorables a incrementar la presencia de colonos sionistas en Cisjordania.
El acuerdo entre Likud e Israel Beitenu prevé la instauración del matrimonio civil, una figura inexistente en Israel y reclamada por los ultraderechistas, pero que puede ser un obstáculo para pactar con los ultraortodoxos de Shas, que ya han mostrado su oposición a la puesta en marcha de esta unión.
Según el calendario preestablecido, Netanyahu debería presentar su nuevo Gobierno en la Knesset (Parlamento) antes del jueves para que sea ratificado por los diputados. Sin embargo, se prevé que el líder del Likud pida al presidente Shimon Peres una prórroga de dos semanas.
Netanyahu también ha dejado entrever que no aún no descarta la incorporación del Kadima de Tzipi Livni (28 diputa- dos), lo que le supondría alcanzar la mayoría absoluta sin depender de cuatro partidos minoritarios.
El diario «The Jerusalem Post» informó, en cambio, de que Livni ha acordado con Ehud Barak, líder del Partido Laborista (trece escaños) negociar conjuntamente su eventual incorporación al Ejecutivo que lidera Netanyahu.
El domingo, horas antes de que Likud e Israel Beitenu suscribieran su acuerdo, Livni insistió en que sólo participará en el Gobierno si éste defiende la tesis de «dos estados para dos pueblos» -uno israelí y otro palestino, pero dependiente del primero- y que se continúe con el proceso de Annapolis.
Esta exigencia no deja de ser un brindis al sol, puesto que desde su puesto de ministra de Exteriores en el Gobierno de Ehud Olmert, Livni no apostó por impulsar la constitución del Estado palestino, por muy limitado que fuese, sino que ha abogado por mantener el status quo impuesto por la ocupación.
Asimismo, el acuerdo por el que Lieberman es nombrado nuevo ministro de Exteriores deja en evidencia que las demandas de Livni son ya inasumibles para Netanyahu. O se opta por Kadima o por Israel Beitenu. Y Netanyahu se ha inclinado por Israel Beitenu.
Por tanto, las declaraciones de Livni pueden interpretarse más como una pataleta por haber sido desplazada del poder, cuando se había presentado como la primera mujer que podía gobernar Israel desde Golda Meir (1969-1974), que como una propuesta seria.
Los grupos palestinos acuerdan celebrar comicios en enero de 2010
Los grupos palestinos reunidos en El Cairo acordaron celebrar los próximos comicios presidenciales y legislativos el 25 de enero de 2010, según informó ayer a la agencia Efe uno de los participantes en estas negociaciones.
Gamil al-Magdalawi, dirigente del FPLP, dijo que todos los grupos palestinos, que empezaron el pasado día 10 las conversaciones en El Cairo, han llegado por unanimidad a este acuerdo para fijar la fecha de las elecciones.
Las conversaciones entre una docena de grupos palestinos buscan avanzar hacia su reconciliación y fijar las bases para un Gobierno de unidad, sobre el que aún no se ha alcanzado un acuerdo, que debe estar finalizado para finales de mes.
Al-Magdalawi destacó que el programa político del próximo Gobierno, el tipo del Ejecutivo (si es de tecnócratas o de partidos políticos) y el porcentaje de representación de todas las partes palestinas en el gabinete siguen siendo temas en los que hay diferencias.
Las conversaciones, que se desarrollan en cinco mesas de diálogo, deben terminar antes de fin de mes, según lo acordado por los partidos palestinos el pasado 26 de febrero, para crear un Gobierno de unidad nacional, convocar nuevas elecciones y reformar la OLP.
Netanyahu fue ya primer ministro entre junio de 1996 y julio de 1999, hasta que nada menos que Barak le ganó una elección y obligó al hombre del Likud, el partido de la derecha por excelencia, a practicar un breve retiro de la política.
Barak mordió el polvo al caer desde la misma posición de Netanyahu -la jefatura del gobierno- en 2001 tras ejercer el cargo desde 1999.
Ambos habían soñado un regreso pleno en esta oportunidad y aunque la rueda de la fortuna electoral solo benefició realmente a Netanyahu, a Barak el ministerio de Defensa parece quedarle de maravillas.
En algún momento de los pasados meses, mientras se desarrollaba la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza, Barak se sintió -dicen sus propios colaboradores- el candidato imposible de derrotar en las elecciones.
No fue así. Los asientos en el Parlamento del Partido Laborista son ahora apenas 19 sobre un total de 120 y aunque no le alcanza para resolver el problema de Netanyahu (tiene 27 asientos y necesita 61 para formar gobierno), Barak conserva la facultad de empujar la corona en dirección a la cabeza del nuevo rey.
¿Y qué pasa si para concretar el gobierno, Netanyahu decide seguir adelante designando hombres de extrema derecha como Avigdor Lieberman, al que se ha mencionado como futuro canciller?
Este político, originalmente venido de Moldova en la ex Unión Soviética, tiene un discurso claramente racista en relación con los palestinos y los árabes.
Los críticos del laborismo creen que Barak está cometiendo los mismos errores que antes de las elecciones y otros de mayor alcance: Defensa no lo ayudó a ganar la elección nacional, la operación en Gaza no fue el éxito que Israel necesitaba (Hamas sigue operando desde la Franja contra Israel) y el costo en la opinión pública de las calamidades militares israelíes está siendo sujeto a escrutinio internacional.
El relator de Naciones Unidas de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, Richard Frank, presentó el lunes pasado su informe sobre el conflicto en Gaza. El texto censuró la acción militar israelí como ilegal porque, dijo, había otras opciones no violentas para resolver el problema.
El capitulo israelí de la organización Médicos por los Derechos Humanos presentó una acusación contra el Ejército de Israel que, asegura, violó su propio código ético al disparar contra civiles indefensos, no combatientes, alojados en hospitales como pacientes.
La sensación que se tiene frente a estos desarrollos es que el liderazgo israelí quiere seguir viviendo y operando como si la era de George W. Bush todavía no hubiese concluido.
Esto hace pensar si lo que el premier Netanyahu está formando ahora es un equipo de breve futuro político.
© The Independent
Traducción para La Jornada: Gabriela Fonseca
Oscar Raúl Cardoso
Clarín
Pese al pacto alcanzado ayer con el partido laborista, liderado por el ministro de Defensa Ehud Barak, los votos de Unión Nacional podrían resultar clave para la formación del Ejecutivo de Netanyahu, ya que siete diputados laboristas habían advertido que no se sentirían vinculados por un pacto con el derechista Likud.
Por el momento, a los 27 escaños obtenidos en los últimos comicios por el Likud, Netanyahu ha logrado sumar los 15 diputados del ultraderechista Yisrael Beitenu, otros 11 del partido ultraortodoxo sefardí Shas, pero no puede contar con el apoyo absoluto de los 13 laboristas con acta parlamentaria, lo que no le garantiza la mayoría de 62 votos que necesita.
Según indican hoy los medios israelíes, Netanyahu podría someter a votación su Gobierno a la Knesset (Parlamento) a principios de la próxima semana.
Conforme a las cláusulas del acuerdo, Israel formulará un plan general para la paz y la cooperación en Oriente Medio, continuará con las negociaciones de paz y se comprometerá con los acuerdos de paz ya firmados, según publicó el diario local Ha´retz en su edición online.
El gobierno israelí también aplicará la ley en lo que respecta a los puestos de avanzada ilegales de Cisjordania, según indica el borrador, así como las construcciones palestinas ilegales.
Las negociaciones entre el Partido Laborista y el Likud se iniciaron el lunes con el propósito de tender puentes sobre las diferencias y concluir las cuestiones pendientes de las negociaciones de coalición, principalmente los aspectos económicos.
(Xinhua)
El diario Jerusalem Post dijo en su página de internet que 1.071 miembros del partido asistieron a la convención, de los cuales 58 por ciento votó a favor de la decisión y 42 por ciento en contra, un margen de 165 votos.
En un discurso pronunciado antes de la votación, Barak prometió que el Laborista tendría una posición significativa en la coalición.
(Xinhua)
"Hay un documento que nos obliga - y que no es la conferencia de Anápolis, que no tiene validez".
Lieberman se refería al plan de paz internacional conocido como la Hoja de Ruta, firmado en 2003 y señaló que "el gobierno israelí nunca ratificó Anápolis".
Según informes, varios funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel se sorprendieron ante esta súbita posición que asumió Lieberman.
Entre los funcionarios palestinos Lieberman es visto como un "obstáculo para la paz", cuyas políticas tienen una influencia negativa en Israel.
Obama reacciona
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró que sigue comprometido a la solución que apunta a la existencia de dos estados para poner fin al conflicto entre palestinos e israelíes.
También dijo que intentará trabajar de cerca con el nuevo gobierno israelí.
Los acuerdos de Anápolis fueron "el último intento de administración anterior de EE.UU. para conseguir lo que George W. Bush describió como su 'visión' de paz" en la cual proponía una solución que incluyera la existencia de dos Estados.
Líderes palestinos e israelíes acordaron en otras ocasiones poner en marcha negociaciones "vigorosas y continuas " para alcanzar un acuerdo de paz para finales de 2008.
Tony Blair, el enviado del cuarteto internacional (Estados Unidos, Rusia, la ONU y la Unión Europea) para el Medio Oriente, advirtió anteriormente a Israel que para evitar una conflagración en la región, los palestinos deben tener su propio Estado.
"La única alternativa a una solución de dos Estados es una solución de un Estado. Y si esta es la solución, entonces habrá una gran batalla", afirmó el ex primer ministro británico en su visita a Bruselas.
Ratificado
Este martes Lieberman, conocido por sus fuertes opiniones acerca de los ciudadanos árabes en Israel y sobre algunos líderes árabes, fue juramentado como Ministro de Relaciones Exteriores en medio de la controversia que ha generado el nuevo gobierno de Benjamín Netanyahu.
En su discurso de toma de poder como canciller, Lieberman admitió haber votado en contra de la ratificación de la Hoja de Ruta, "el único documento que obliga a Israel y que fue ratificado por el gobierno y el Consejo de Seguridad", según aseveró.
Mientras tanto, después de una larga jornada de negociaciones para la conformación de su gobierno, Netanyahu se comprometió ante el Knesset a continuar con las negociaciones para lograr la paz en Medio Oriente.
Sin embargo, no hizo mención alguna de un Estado palestino, según informó el corresponsal de la BBC en Medio Oriente, Paul Wood.
La "hoja de ruta" supone un avance en la creación de un Estado palestino dependiendo de los avances en el control de las milicias palestinas o su total supresión.
Además obliga a Israel a congelar las actividades de asentamiento en el territorio que ocupó en la guerra de 1967.
El gabinete de Netanyahu es el más grande de la historia política de Israel y es muestra de la combinación de partidos de centro-derecha, de centro-izquierda y partidos de extrema derecha.
La agrupación Kadima, encabezada por Tzipi Livni y que se mostró a favor de una solución de dos Estados, ganó el mayor número de escaños en las elecciones de febrero.
Sin embargo, las conversaciones para sumar a Kadima a la coalición fracasaron porque Livni dijo que las plataformas de sus respectivos partidos eran "muy diferentes".
Estas declaraciones son las primeras sobre el movimiento chiita libanés de parte de un ministro del gobierno de derecha de Netanyahu, que llegó al poder a principios del mes.
Katz hizo esta declaración después del anuncio el miércoles pasado del fiscal general egipcio, Abdel Meguid Mahmud, de la detención de 49 personas vinculadas a Hezbolá, sospechosas de planificar ataques en Egipto. Nasralá reconoció que uno de ellos era un miembro de Hezbolá pero que estaba en Egipto en una "misión logística" para ayudar a los palestinos de Gaza en su lucha contra Israel y no pretendía desestabilizar Egipto.
"Nasralá admitió que miembros de su organización estaban implicados en el contrabando de armas iraníes hacia la Franja de Gaza para atacar a Israel. Se trata de un acto de guerra en todos los sentidos, e Israel debe actuar en consecuencia y sobre todo explicar al mundo que Hezbolá es una organización terrorista que debe ser desarmada", añadió el ministro. "Hoy, Egipto debe entender que la implicación de Irán en la Franja de Gaza a través de Hamas y de Hezbolá representa una amenaza interna para el régimen egipcio", agregó.
Hace dos años, Israel llevó adelante una guerra en Líbano contra Hezbolá después de que dos de sus soldados fueran capturados por la milicia chiita cerca de la frontera. El conflicto dejó más de 1.200 muertos en Líbano, en su mayoría civiles, y 160 muertos del lado israelí, casi todos militares.
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