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El PIB de EEUU se contrajo un poco más |
La contracción anualizada de la economía estadounidense en el cuarto trimestre de 2008 alcanzó el 6,3%, su peor dato desde 1982 y una décima peor que la anterior previsión, según informó el Departamento de Comercio. No obstante, el dato es una décima mejor de lo esperado por los analistas.
En el conjunto de 2008, la economía de EEUU experimentó un crecimiento del 1,1%, lo que representa prácticamente la mitad del crecimiento registrado en 2007, cuando el PIB avanzó un 2%.
Por otro lado, las peticiones iniciales de subsidio por desempleo alcanzaron la semana pasada un total de 652.000 solicitudes, lo que supone un incremento de 8.000 peticiones, mientras que la media móvil de las cuatro últimas semanas alcanzó las 649.000 solicitudes, lo que implica un descenso de 1.000 personas.
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Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
En la estimación inicial del Gobierno para este mismo periodo, el descenso del PIB había quedado situado en el 6,2%. Este retroceso definitivo es mucho más grande del registrado en el tercer trimestre, que fue del 0,5%.
El consumo interno, que representa alrededor del 70% del PIB, ha sido uno de los principales componentes que ha provocado la caída de la economía, igual que las exportaciones y la inversión en activos fijos residenciales.
El occidental territorio norteamericano ha sufrido junto a la recesión nacional una caída en la venta de viviendas, crisis presupuestarias, baja del consumo, y una contracción en el sector manufacturero.
Según analistas, el desempleo en el estado del gobernador republicano, Arnold Schwarzenegger, será de 11,9 por ciento en 2010, y marcará un promedio de 11,7 para final de este año.
Aunque la economía californiana crezca en 2011, la expansión no evitará que la generación de empleos sea suficiente para mejorar la cota de doble dígitos en el déficit, indicó el Anderson Forecast.
En el ámbito nacional el desempleo trepó a sus niveles más altos en 25 años, con 12,5 millones de norteamericanos sin trabajo hoy día.
La estadística del paro marcó en febrero último una tasa de 8,1 por ciento como derivado de la recesión que ha frenado la economía desde finales de 2007.
Los números confirmados por reportes federales indican que la industria doméstica perdió durante los últimos seis meses alrededor de 3,3 millones de puestos laborales.
Así a principios del mes de marzo -según New York Times y Wall Street Journal- las grandes y medianas empresas industriales así como las de los servicios que se conectan con ellas, lo mismo que la rama de la construcción, son los sectores que suprimen más empleos.
El sector bancario y financiero contribuye también al aumento de las personas despedidas. Pero, además: escuelas, administraciones públicas y bibliotecas, despiden asalariados/as en este sector público.
Son California, Illinois, Pensylvania, Georgia y Massachusetts que están en primera fila.
La reducción de los “gastos públicos” es la causa.
En la industria, una empresa tan prestigiosa como United Tecnologías -un conglomerado transnacional, asentado en Connecticut y activo en la aeronáutica (los helicópteros Sikorsky, los motores Pratt & Whitney) o en los ascensores Otis, sistemas antifuego, etc- anunció, a principios de marzo, 15.000 “reducciones de empleos” en Estados Unidos.
Manpower Internacional, en su investigación adjunta para los patrones sobre las perspectivas de compromiso de nuevos empleos, de abril a junio 2009, registra su resultado más bajo desde que estableció este censo en 1982.
El resultado neto es negativo.
El hacha para los empleos
La simple enumeración de los empleos suprimidos entre enero 2008 y febrero 2009 da una imagen de lo que ocurre en la principal economía capitalista a escala mundial.
El 6 de marzo 2008, el Bureau of Labor Statistic (BLS) anunciaba que el desempleo había alcanzado el porcentaje del 8,1%.
Este resultado valía un gran título, en primera plana, del diario británico Financial Times (7-03-09):
“El número de personas estadounidenses desempleadas es el peor desde hace 25 años”.
Durante los cuatro meses (noviembre 2008-febrero 2009), la economía norteamericana perdió, como promedio, 600.000 empleos al mes.
Para representarse mejor la situación, es útil recordar la duración, en meses, de las recesiones registradas oficialmente en Estados Unidos: en 1973-1975: 17 meses; 1981-1982: 16 meses (sin contar la recesión de julio de 1980); 1990-1991 (9 meses); 2001 (9 meses); diciembre de 2007 a ¿?.
Ahora con 16 meses de recesión se dista mucho de una reactivación.
La parte de la población empleada (que dispone de un empleo) pasó de un 63,4%, en diciembre 2006 al 60,3% en febrero 2009.
Esta caída es ya superior a la registrada en el repliegue económico de los años ochenta.
Ahora bien, para mantener el número de empleos teniendo en cuenta la llegada al mercado laboral de nuevas personas, habría sido necesario aumentar el número de puestos de trabajo en 1,8 millón desde diciembre 2007.
No se contabilizan aquí en las estadísticas, las personas encarceladas: 2,7 millones en diciembre 2007.
La tasa de desempleo de los afro-americanos es, en febrero 2009, del 13,4% y el desempleo de los hispánicos del 10,9%; y es sólo la punta del iceberg.
La “desafiliación social”, entre otras cosas, de una fracción de estas poblaciones crea las condiciones que legitiman una política carcelaria de una extraordinaria brutalidad.
Por fin, es necesario recordar que el desempleo se prolonga bien después del final, formal, de una recesión; es decir, en la fase dicha de reactivación.
Se lo constatará en Suiza en 2010 y 2011; lo que no significa que 2010 suene como final de la recesión suiza.
En realidad, más de 23,1 millones
Para disponer de una medida más exacta de la situación del empleo, es necesario tener en cuenta el subempleo.
Es decir, las personas que trabajan a tiempo parcial y que buscan un empleo a tiempo completo.
Ahora bien, según el BLS, el porcentaje de personas subempleadas pasó de 13,9 en enero 2009 a 14,8 en febrero.
Desde el principio de la recesión, el número de asalariado/as obligados/as a un tiempo parcial -con la pérdida de renta que eso implica, fuera mencionar la inexistencia de protección social, esencialmente- aumentó en 4 millones.
En efecto, la estadística indica la cifra de 8,6 millones para febrero 2009, con relación a 4 millones en diciembre 2007.
En total, el subempleo afecta a 23,1 millones de personas por esta pandemia consustancial al sistema capitalista.
A eso se añade el desempleo a largo plazo, es decir, los que en Estados Unidos se encuentran en desempleo duradero por más de un período de seis semanas.
Es muy elevado: 23,1%, lo que no tiene nada de asombroso cuando se sabe que la relación entre los “lugares vacantes” de los desempleados y las desempleadas es de 1 a 4 (un lugar vacante por 4 sin empleo).
Mientras tanto, las “personas desalentadas” de buscar un empleo, no figuran en estas cifras mencionadas aquí.
Ahora bien, durante este año van a multiplicarse las quiebras, por lo que se sumarán los efectos sobre la cascada del desempleo.
El volumen de los empleos que se suprimirán -además de el ya efectuado– en la industria del automóvil será enorme.
El conjunto del sector (fabricantes de equipos, minoristas, etc.) que dependen del “núcleo duro” será afectado, como ya se vio en los casos de General Motors, Ford, Chrysler, pero también en Toyota y Honda cuyas ventas declinan cada vez más.
En este sector, ya siniestrado, despidos masivos desembocan en pérdidas no sólo de salario, sino también de seguro de enfermedad y jubilación.
Estas constataciones ponen de manifiesto que los “planes de reactivación” de la administración Obama distan mucho de responder a las necesidades de empleo, fuera de mencionar la calidad de estos empleos.
Esta crisis pone abiertamente en cuestión la capacidad del sistema capitalista para responder a las necesidades sociales. Y la brutalidad con la cual este sistema trata a los seres humanos (los “recursos humanos”) sólo es otra faceta de la rudeza con la cual “agota los recursos del planeta”.
Charles-André Udry
Economista marxista.
Militante del Movimiento Por el Socialismo (MPS), de Suiza.
Editor de la revista La Breche y de los Cahiers libres, Editions Page deux.
Revista La Breche.
www.alencontre.org
Traducción para La Haine de Ernesto Herrera
Agenda Radical
Según lo pactado con los sindicatos, estos trabajadores aceptarán las indemnizaciones que les ofrece la empresa, que, no obstante, podrá contratar mano de obra nueva con unos salarios un 50% más baratos que los sueldos de los sindicados.
El visto bueno de los 7.500 trabajadores a la propuesta está en línea con los objetivos que se ha fijado GM y el número de empleados que ha aceptado el acuerdo mejora casi en un 100% las previsiones de Barclays Capital.
Las condiciones impuestas por el Gobierno de EEUU para facilitar a GM las inyecciones de capital necesarias para evitar la quiebra requieren que el fabricante de coches recorte costes laborales hasta niveles similares a los de sus rivales japoneses. Además, la compañía de Detroit también debe lograr que los tenedores de sus bonos acepten cambiar 27.500 millones de dólares (20.374 millones de euros) en deuda por 9.200 millones y acciones de la compañía.
Hasta la fecha estos dos requisitos son los que mayores problemas están ocasionando al fabricante de coches para ajustarse a las exigencias del Tesoro antes de que se cumpla el plazo de tiempo de que dispone para ello y que expira el próximo 31 de marzo.
Hasta la fecha estos dos requisitos son los que mayores problemas están ocasionando al fabricante de coches para ajustarse a las exigencias del Tesoro antes de que se cumpla el plazo de tiempo de que dispone para ello y que expira el próximo 31 de marzo.
Posible inyección
Por otro lado, la prensa financiera de EEUU apunta a una posible inyección de capital por parte del Gobierno. Según publica The Wall Street Journal, GM podría recibir un nuevo préstamo por valor de 22.000 millones de dólares (unos 16.300 millones de euros).
(continue)
El promedio en cuatro semanas de las solicitudes bajó en mil y se ubicó en 652 mil, informó el Gobierno. Fue la octava semana consecutiva en que las solicitudes superan el nivel de 600 mil.
La cifra semanal de solicitudes de subsidio refleja el ritmo de pérdida de puestos de trabajo, y la cifra de personas que continúan recibiendo el subsidio muestra la dificultad para encontrar un nuevo empleo en EE.UU.
En la actualidad, según explicó, el modelo de negocio del sector estadounidense del motor "no es viable" y es necesaria una reforma profunda. "Si no están dispuestos a hacer los cambios y las reestructuraciones necesarias, no estoy dispuesto a despilfarrar el dinero del contribuyente", recalcó el presidente estadounidense, que añadió que, por lo tanto, el plan de rescate "dependerá de su voluntad de adoptar cambios bastante drásticos, algunos incluso dolorosos".
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, aseguró por su parte que el anuncio del plan tendrá lugar antes de que Obama parta el próximo martes en su primera gira por Europa como presidente de Estados Unidos.
La nueva estimación, que ya es la definitiva, sorprendió positivamente a los economistas, que habían pronosticado una caída del PIB mayor, de alrededor del 6,6%. Esta contracción es la mayor que registra la primera economía del mundo en los últimos 26 años.
El consumo interno, que representa alrededor del 70% del PIB, ha sido uno de los principales componentes que ha provocado la caída del PIB, igual que las exportaciones y la inversión en activos fijos residenciales.
Sin embargo, estos indicadores han dejado de empeorar en la revisión definitiva del Gobierno y, en contra de lo esperado, su evolución se ha mantenido intacta, con una caída del 4,3% (consumo) y del 23,6% (exportaciones).
En el conjunto del año pasado, el PIB todavía logró tener un comportamiento positivo, al registrar un avance del 1,1%, frente al 2% de incremento de 2007. El consumo interno aumentó un 2,8% el año pasado.
Las empresas estadounidenses están notando la recesión económica en sus cuentas de resultados. Los beneficios netos de las compañías ascendieron a 931.200 millones de dólares (687.411 millones de euros) en el cuarto trimestre. Este importe representa un descenso del 33%.
Los analistas creen que, a raíz de los datos macroeconómicos que empiezan a conocerse, el primer trimestre de este año puede ser más positivo que los últimos tres meses de 2008. Así, Ian Shepherdson, de High Frecuency Economics, pronosticó que el PIB retrocederá un 4% en los tres primeros meses de este año.
Stephen Stanley, economista jefe de RBS Greenwich Capital, fue más cauto.
"Es demasiado pronto y muchos indicadores todavía pueden tener un mal comportamiento desde ahora hasta mitad de año. No hay evidencia de que el mercado laboral haya empezado a recuperarse".
El Gobierno también reveló ayer que las solicitudes semanales de subsidio de desempleo han aumentado hasta las 652.000 (8.000 más) en la última semana, un poco menos de lo esperado.
Los empleados que aceptaron las liquidaciones, representados por United Auto Workers (UAW), recibirán como parte del acuerdo 20.000 dólares en efectivo y un voucher para un vehículo de 25.000 dólares.
Gary Cowager, vicepresidente de grupo de Manufactura Global y Relaciones Laborales de GM, dijo que este es un ejemplo más del compromiso de GM con la ejecución de su Plan de Viabilidad.
Esta es la tercera ronda de ofertas de GM para la jubilación anticipada para sus empleados en los últimos tres años. En el 2006, cerca de 34.000 empleados que trabajaban por hora dejaron la empresa por medio del Programa Especial de Desgaste y otros 19.000 empleados que trabajaban por hora hicieron lo mismo en el 2008. Esta última ronda lleva la reducción total de este tipo de empleados de GM a 60. 500.
Impulsadas por las noticias, las acciones de GM subieron 42 centavos, o 14 por ciento, para llegar hoy a 3,41 dólares.
GM, empresa que está batallando con la quiebra, está funcionando actualmente con 13.400 millones de dólares en préstamos federales y un Plan de Viabilidad presentado al Departamento del Tesoro el 17 de febrero. Pero la empresa requiere otros 16.600 millones de dólares en préstamos federales. GM también prometió cerrar más plantas y despedir 47.000 empleados en todo el mundo. La administración Obama debe tomar una decisión sobre los nuevos fondos federales solicitados por GM para el 31 de marzo.
(Xinhua)
Se espera que la Administración Obama establezca un plazo para que las compañías, los acreedores y los sindicatos lleguen a un acuerdo. Tanto GM como Chrysler están cerca de agotar la ayuda financiera que ya recibieron de fondos estatales en diciembre, que representaba un préstamo de 17.400 millones de dólares. Sin embargo, ninguna de las dos compañías han satisfecho por el momento el acuerdo al que se llegó con la Administración Bush para la concesión de esos préstamos, entre otros, el cambio de acciones de las empresas por el 50% de los costes de cobertura sanitaria de su personal retirado.
Las dos compañías, que emplean a cerca de 140.000 trabajadores sólo en Estados Unidos, corren graves problemas de liquidez para afrontar sus enormes costes operativos. Por ello, solicitaron nuevas ayudas financieras al Gobierno de EEUU. GM hizo un requerimiento de 16.600 millones de dólares en préstamos federales y Chrysler otro de 5.000 millones.
Esta semana, Obama aseguró que el modelo de negocio del sector estadounidense del motor "no es viable" y que es necesaria una reforma profunda. "Si no están dispuestos a hacer los cambios y las reestructuraciones necesarias, no estoy dispuesto a despilfarrar el dinero del contribuyente", recalcó el presidente estadounidense, que añadió que, por lo tanto, el plan de rescate "dependerá de su voluntad de adoptar cambios bastante drásticos, algunos incluso dolorosos".
Las utilidades de las empresas cayeron 16,5% en el cuarto trimestre comparadas con el trimestre anterior, informó el Departamento del Comercio de EE.UU. En el sector financiero, las ganancias disminuyeron en US$178.000 millones, y esta cifra no refleja las gigantescas rebajas contables que la industria tuvo que asumir debido a la devaluación de sus activos.
El descenso de las ganancias antes de impuestos fue el más significativo en 55 años. Comparado con el cuarto trimestre del año anterior, el declive fue de más de 20%. "Es terrible", dijo Joshua Shapiro, economista jefe de MFR Inc. en Nueva York. "Destruye la habilidad de las empresas de pagar salarios, invertir en equipos y hacer todo lo demás que ayuda al crecimiento de la economía".
Las pérdidas se derivan principalmente de una caída en el gasto de los consumidores durante el segundo semestre de 2008 y el declive en la demanda internacional de bienes y servicios estadounidenses.
"¿Hay señales favorables? La respuesta es sí", dice Jeffrey Lacker, presidente de la Reserva Federal de Richmond. "Creo que ya hemos recibido la mayoría de las malas noticias del sector inmobiliario", agregó.
Lacker también cree que los bruscos descensos en la industria automotriz y minorista también pueden estar cerca de llegar a su fin.
La tasa de incumplimiento en unos US$700.000 millones en préstamos titularizados respaldados por edificios de oficinas, hoteles, tiendas y otras propiedades de inversión se ha más que duplicado desde septiembre a 1,8% este mes, según datos de Deutsche Bank AG. Mientras esa cifra es baja en comparación a las tasas de incumplimiento de las hipotecas de bienes raíces residenciales, es apenas menor que la tasa más alta alcanzada durante la última crisis a comienzos de esta década.
Algunos expertos afirman que ahora parece que el actual bajón de los bienes raíces comerciales estará a la altura o quizás supere el de comienzos de los años 90, cuando la deuda incobrable de propiedades comerciales jugó un importante rol para arrastrar a la economía hacia una recesión.
En ese entonces, cerca de 1.000 bancos e instituciones de ahorro estadounidenses quebraron. Los prestamistas debieron pasar a pérdida alrededor de US$48.500 millones en deuda de inmuebles comerciales entre 1990 y 1995, lo que representa 7,9% del total.
Desde fines de 2007, 47 bancos e instituciones de ahorro y préstamos se han declarado en bancarrota, de los cuales alrededor de una decena tenía una exposición inusualmente alta a hipotecas comerciales. Foresight Analytics, con sede en Oakland, California, estima que el sector bancario de EE.UU. podría soportar pérdidas de hasta US$250.000 millones por inmuebles comerciales en esta crisis. La firma de investigación proyecta que más de 700 bancos podrían quebrar debido a su exposición a los bienes raíces comerciales.
El sector tal vez no se verá tan afectado si la economía estadounidense sale de la recesión más rápidamente, y de esta forma repuntan los precios de los alquileres y las tasas de ocupación. Además, un mayor acceso al financiamiento —una meta clave del gobierno del presidente Barack Obama— podría provocar un aumento en los valores de las propiedades.
General Growth Properties Inc., uno de los mayores propietarios de centros comerciales de EE.UU., ha estado al borde de la bancarrota y recientemente no cumplió con los pagos de préstamos ligados dos centros comerciales en California y Texas, según Trepp, una firma que monitorea el mercado de deuda de propiedades comerciales. La torre John Hancock, en Boston, será vendida en una subasta de ejecución hipotecaria.
El problema cobró más importancia cuando Moody's Investors Service rebajó la calificación de Bank of America el miércoles, aludiendo a probables aumentos en incumplimientos en "tarjetas de crédito y préstamos inmobiliarios residenciales y comerciales". Bank of America no quiso hacer comentarios.
La deuda de bienes raíces comerciales es potencialmente más peligrosa para el sistema financiero que otros tipos de deuda como la relacionadas a tarjetas de crédito o préstamos estudiantiles debido a su magnitud.
La Mesa Redonda de Bienes Raíces, un grupo comercial, estima que los bienes raíces comerciales en Estados Unidos valen US$6.500 billones (millones de millones) y que están financiados por alrededor de US$3.100 billones en deuda.
En parte debido a que el mercado de deuda de bienes raíces comerciales es ahora casi tres veces más grande que a principios de los años 90, se anticipa que las pérdidas potenciales en dólares serían mayores.
Según un análisis de informes financieros bancarios realizado por The Wall Street Journal, el marcado cambio de dirección hacia los préstamos inmobiliarios puede apreciarse al comparar préstamos inmobiliarios comerciales —incluyendo hipotecas y préstamos para la construcción— con las llamadas relaciones de capital Tier 1 de los bancos, un indicador clave acerca de la capacidad de un banco para absorber pérdidas.
En 1993, menos de 2% de los bancos e instituciones de ahorro y préstamos de EE.UU. tenían una exposición a los bienes raíces comerciales que superara cinco veces su capital Tier 1. Para fines de 2008, esa cifra había aumentado a alrededor del 12%, o unas 800 instituciones financieras. Una relación más alta significa un colchón más delgado para cubrir préstamos incumplidos.
A diferencia de las hipotecas de bienes raíces residenciales —cuya mayoría fue extendida por tan sólo unas 10 grandes instituciones— cientos de bancos pequeños y regionales adquirieron grandes cantidades de bienes raíces comerciales.
Al 31 de diciembre, más de 2.900 bancos e instituciones de ahorro y préstamos tenían más del 300% de su capital de riesgo en préstamos de bienes raíces comerciales, incluyendo hipotecas y préstamos para la construcción.
En una entrevista con el programa de la cadena CBS Face the Nation, el mandatario dijo que era necesaria "una serie de sacrificios" para reestructurar a la alicaída industria automotriz del país y agregó que el sector debía emerger de la crisis mundial más severa y competitiva.
Obama insistió en su intención de reducir los impuestos para la clase media estadounidense, señalando que "aún es lo correcto" y que presionaría por la medida este año.
Además, aseveró que hay señales de que la economía estadounidense está de nuevo en actividad y que la tarea más importante era impulsar el flujo de crédito en el sistema financiero.
Obama declaró que su administración ofrecerá a GM y a Chrysler un periodo limitado de tiempo para que trabajen con acreedores, sindicatos y otros involucrados "con el fin de reestructurarse fundamentalmente en una forma que justifique una inversión de dólares fiscales adicionales".
Durante este periodo, los fabricantes de autos "deben producir planes que den a los estadounidenses la confianza en sus perspectivas de éxito de largo plazo", dijo.
GM recibirá capital de trabajo adecuado en los 60 días próximos para producir un plan de reorganización aceptable para la administración, mientras que Chrysler va a recibir hasta 6.000 millones de dólares y 30 días para concluir un acuerdo de fusión con el fabricante italiano de autos Fiat.
Para apoyar la demanda de las ventas de autos durante este periodo, el gobierno ofrecerá incentivos fiscales para compras de autos y a los consumidores para que cambien autos viejos por modelos más nuevos eficientes en combustible.
GM y Chrysler, dos de los Tres Grandes fabricantes de autos de la nación, han sido afectados fuertemente por la desaceleración económica y por el mayor descenso en las ventas de autos en 27 años. Ellos recibieron 17.400 millones de dólares en créditos de emergencia de la administración Bush en diciembre del año pasado con la condición de que desarrollaran planes para reestructurarse.
La administración Obama también sustituyó al director general de GM, Rick Wagoner, por el jefe de operaciones de la compañía, Fritz Henderson.
(Xinhua)
Desde hace meses, GM y Chrysler tienen abogados trabajando para diseñar los planes para tal proceso.
El equipo de la Casa Blanca para el sector automotor le ha dicho a ambas empresas que el gobierno prefiere ese camino para reorganizar a las dos automotrices, en vez de optar por el prolongado proceso fuera de las cortes de bancarrota que hasta ahora ha frustrado a funcionarios gubernamentales.
Cada vez más, parece inevitable que GM será obligada a acogerse a las leyes de protección por bancarrota para mediados o fines de mayo, a través de un plan según el cual la automotriz se dividiría en dos. La entidad que sobreviviría sería una "nueva GM" que mantendría marcas clave como Chevy y Cadillac y algunas unidades internacionales, afirman varias fuentes al tanto.
Los acreedores y miembros del sindicato UAW podrían recibir participaciones en la nueva GM. También es posible que la nueva empresa sea vendida entera o en partes a inversionistas.
Las automotrices podrían evitar la bancarrota en los próximos dos meses. Un elemento clave es lograr que el sindicato UAW acepte un contrato laboral completamente nuevo, incluyendo importantes reducciones en los beneficios de cobertura médica, según varias fuentes involucradas en las negociaciones.
Bajo este plan, la buena GM no tendría que mantener sus compromisos por decenas de miles de millones de dólares en beneficios de jubilación y cobertura médica que han perjudicado tanto sus finanzas en las últimas décadas. En cambio, esas obligaciones serían transferidas a una "vieja GM", compuesta por marcas menos atractivas como Hummer y Saturn, y por plantas poco productivas y otros activos. Es probable que esta GM permanezca bajo protección por bancarrota por mucho más tiempo, mientras se busca un comprador para partes de la misma o se liquida. Las ganancias obtenidas por la venta de la vieja GM se destinarían a pagarles a varios acreedores, incluyendo a los jubilados de GM.
"Ese es el plan, hasta donde encaje con las leyes de bancarrota", afirmó una fuente al tanto.
Parte del plan de la nueva GM-vieja GM se basa en la propuesta de viabilidad que la empresa presentó al gobierno el mes pasado. En ésta, GM estima que su participación de mercado se reduciría de 22% a cerca del 19% en EE.UU.
En Chrysler, la bancarrota se utilizaría para imponer nuevos contratos laborales y reestructurar acuerdos de deuda con acreedores asegurados. Fuentes que trabajan para Chrysler afirman que el acuerdo es riesgoso porque la empresa no confía en que pueda sobrevivir ni siquiera una bancarrota a corto plazo. Pero podría acceder para cumplir con el pedido del gobierno de que los acreedores de Chrysler acepten grandes reducciones en lo que esperan recuperar en deuda de la empresa.
Ayer, el nuevo presidente ejecutivo de GM, Frederick "Fritz" Henderson, les dijo a los empleados y a los concesionarios que la empresa terminará en la corte de bancarrota si no acelera de forma significativa su reestructuración en los próximos 60 días para cumplir con las demandas del gobierno, según un concesionario. De acuerdo con esta fuente, Henderson dijo que el gobierno estaba decepcionado del plan de viabilidad de GM y sentía que la automotriz no actuó con la rapidez suficiente o redujo su deuda en la medida necesaria. El gobierno también le habría dicho a GM que debe aprender a generar ganancias de autos pequeños, no sólo con camionetas.
Al advertir que no pueden depender de un flujo inagotable de dinero de los contribuyentes, el lunes el presidente Barack Obama les dio a GM y Chrysler un breve lapso para diseñar planes que justifiquen nuevos préstamos federales.
"No podemos, no debemos y no permitiremos que nuestra industria automotriz simplemente se desvanezca", dijo Obama. "Lo que estamos pidiendo es difícil. Demandará decisiones difíciles por parte de las empresas. Requerirá que los sindicatos y los trabajadores, que ya han hecho concesiones difíciles, hagan aún más. Requerirá que los acreedores entiendan que no pueden aferrarse a la posibilidad de rescates gubernamentales sin fin".
Estas declaraciones se producen un día después de que la Casa Blanca rechazara los planes de reestructuración de GM y Chrysler. El gobierno le dio a GM 60 días para definir una estrategia viable. Chrysler tiene un mes para cerrar una sociedad con Fiat, en la cual la automotriz italiana obtendría una participación de 20% de la estadounidense frente al 30% previsto en un inicio, según una fuente.
El gobierno dijo ayer que un acuerdo con Fiat es la única ruta para que Chrysler sobreviva y una condición para recibir más dólares de los contribuyentes.
El sector financiero presenció marcadas declinaciones hoy, después que el secretario estadounidense del Tesoro Timoty Geithner dijo el domingo durante una entrevista televisada que los bancos probablemente necesitarán una ayuda sustancial del gobierno.
Bank of America cayó 1,31 dólares, o 17,85 por ciento, hasta 6,03 dólares por acción. JPMorgan Chase & Co. perdió 2,55 dólares, o 9,31 por ciento, para quedar en 24,85 dólares la acción. Las acciones de Citigroup perdieron 31 centavos, o sea 11,83 por ciento, para cerrar en 2,31 dólares.
El Dow Jones cayó 254,16 puntos para quedar en 7.522,02 unidades. Indices más amplios también cayeron marcadamente. El índice de los 500 de Standard & Poor perdió 28,41 puntos para cerrar en 787,53 unidades, mientras que el Nasdaq declinó 43.40 puntos para establecerse en 1.501,80 unidades.
(Xinhua)
Las ventas de Ford, General Motors Chrysler y Toyota cayeron en marzo en Estados Unidos entre un 39 y un 45 por ciento.
Pero en Europa, los incentivos para que la gente se deshaga de sus autos antiguos y compre modelos nuevos dieron frutos.
Las ventas aumentaron en Francia e Italia y la caída se redujo en España, mientras que funcionarios alemanes dijeron que recibieron más de 860.000 solicitudes para cambios de vehículos.
Renault dijo que las ventas generales en el mercado francés crecieron un 8,1 por ciento en marzo.
La segunda mayor fabricante de Francia, después de PSA Peugeot Citroen, dijo que sus propias ventas subieron un 12,8 por ciento, ayudadas por fuertes incentivos.
Esos planes también impulsaron la industria en Italia.
"Los registros de venta evidenciaron un importante repunte" en marzo, afirmó el grupo investigador Promotor.
En España, la caída en las ventas de autos se redujo al 38,7 por ciento anualizado en marzo, después de un retroceso del 48,8 por ciento en febrero, debido en parte a un plan de estímulo del Gobierno, dijo la asociación de fabricantes de autos Anfac.
GM
Las acciones de GM, golpeadas por la crisis, se derrumbaban después de que su nuevo presidente, Fritz Henderson, dijera el martes que había crecientes posibilidades de que presentara la quiebra en junio
Mientras tanto, siguen los esfuerzos para implementar una difícil reestructuración impulsada por el Gobierno.
El Gobierno del presidente Barack Obama sigue creyendo que GM aún puede reestructurarse sin presentarse en bancarrota.
"Seguimos siendo optimistas que una reestructuración significativa puede lograrse sin ir a la quiebra", dijo el miércoles un alto funcionario del Gobierno
Al mismo tiempo, la estadounidense GMAC Financial Services dijo que reducirá los costos de financiamiento de vehículos y reanudará los préstamos para postulantes del sector de mayor riesgo o "subprime", lo que podría estimular las ventas de GM.
La empresa dijo el miércoles que se espera que, con las medidas, hayan al menos 5.000 millones de dólares disponibles en créditos para clientes durante los próximos 60 días.
La situación de GM ponía tensión sobre el mercado de bonos corporativos de "grado de inversión".
El principal índice que mide el comportamiento de los seguros por incumplimiento deudas (CDs) subía 5 puntos básicos a 201 unidades desde un previo de 196, según Markit Intraday, lo que reflejaba un mayor temor a incumplimientos de deuda de empresas.
PLANTA RUSA
Pese a la recuperación incipiente en Europa, no todas eran buenas noticias.
Daimler dijo que está en conversaciones con sus empleados alemanes para recortar 2.640 millones de dólares en costos laborales que podrían implicar despidos compulsivos.
Además la planta rusa Izhavto, que produce vehículos para la surcoreana Kia Motors y para AvtoVAZ, dijo que paralizará su producción indefinidamente este mes y despedirá a 5.000 empleados.
El panorama para Asia se presentaba oscuro.
Cinco automotrices surcoreanas presentaron en marzo una caída de las ventas del 18,8 por ciento, a 402.563 vehículos, mientras que las exportaciones retrocedieron un 19,9 por ciento.
Las ventas generales de Hyundai en marzo bajaron un 9,8 por ciento.
En Japón, las ventas totales de autos se derrumbaron un 25,3 por ciento en marzo.
No obstante, las acciones de Honda subieron después de que la automotriz dijera que recortará su producción en Estados Unidos cerrando temporalmente algunas fábricas y que reduciría el pago a los trabajadores.
En el caso del sector servicios, las empresas emplearon a 415.000 trabajadores menos que en febrero y en el de producción de bienes se perdieron 327.000 ocupaciones en marzo respecto del mes anterior. La ocupación en el sector manufacturero bajó en 206.000 empleos y ha descendido de forma consecutiva durante 37 meses.
Las grandes empresas, aquellas que tienen una plantilla superior a 500 empleados, ocuparon en marzo a 128.000 trabajadores menos que en febrero y las de tamaño mediano, con una plantilla de entre 50 y 499 trabajadores, recortaron 330.000 empleos. En el caso de los pequeños negocios, los que cuentan con una fuerza laboral inferior a 50 empleados, perdieron 284.000 ocupaciones, según ADP.
El sector de la construcción perdió 118.000 puestos de trabajo y el empleo ha descendido durante 26 meses consecutivos.
Pero el fabricante también señaló que en marzo, las ventas del sector se recuperaron con respecto a los números abismales de los dos primeros meses del año.
"Las ventas de GM y el sector mostraron señales de vida al final del mes comparado con enero y febrero" afirmó a través de un comunicado Mark LaNeve, vicepresidente de GM para Ventas y Mercadotecnia.
El fabricante, que tiene hasta el 1 de junio para reestructurarse o se tendrá que declarar en bancarrota, dijo que siete de sus ocho marcas experimentaron aumentos de ventas con respecto a febrero.
GM indicó que en marzo produjo 170.000 vehículos en Norteamérica, un 28 por ciento menos que hace un año y que durante el primer trimestre de sus fábricas salieron 372.000 vehículos, un 58 por ciento por debajo de las cifras del año pasado.
En el segundo trimestre, GM calcula que producirá 550.000 vehículos, un 34 por ciento menos que en 2008.
Por categorías, la empresa vendió 68.877 autos y 87.503 camionetas (que incluye todoterrenos SUV, monovolúmenes, "pickup", camionetas y furgonetas).
General Motors dijo que espera que el programa "Confianza Total de GM" que lanzó ayer, y que entre otras medidas cubre pagará hasta nueve mensualidades a aquellos compradores que pierdan su empleo tras comprar un vehículo, acelere la recuperación de la demanda en los próximos meses.
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