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El FMI ve peor el declive económico |
Las economías más ricas del mundo se contraen a tasas no vistas desde la Segunda Guerra Mundial y el declive podría durar hasta 2010, justificando medidas de política sin precedentes, dijo el viernes un alto cargo del Fondo Monetario Internacional (FMI)
El FMI ya ha indicado que probablemente recorte sus estimaciones para el crecimiento global de 2009 para ponerlas en territorio negativo, respecto de una estimación de 0,5 por ciento de crecimiento que hizo en enero.
"Nuestros cálculos sugieren que la caída del PIB (producto interior bruto) en el cuarto trimestre del año pasado y el primero de este año es la más aguda que podemos encontrar en los registros de la posguerra", dijo el primer subdirector gerente del FMI, John Lipsky, al diario británico Daily Mail.
"Se requiere y se justifica una contundente respuesta de la política", agregó. Las autoridades del Grupo de los 20 países industrializados y en vías de desarrollo se reúnen en Londres el 2 de abril bajo presión para coordinar y aumentar sus esfuerzos destinados a contrarrestar el declive en medio de la peor crisis financiera en una generación.
Lipsky dijo que habría beneficios para las naciones que actúen en forma simultánea a fin de impulsar la demanda doméstica, porque eso también favorecería el comercio. El funcionario del FMI dijo que también se necesitaban medidas de política monetaria para apoyar al sistema financiero.
"El consenso emergente es que parece que el declive de las economías avanzadas continuará a lo largo de este año y entrando al próximo año", dijo Lipsky.
"Esto significaría que no se regresará a la línea de tendencia del crecimiento en las economías avanzadas hasta el segundo semestre del próximo año o la primera parte del año siguiente", agregó.
Lipsky dijo que eso implicaba que la tasa de desempleo subiría este año y el próximo.
"Este es un declive muy serio que justifica respuestas de política sin precedentes", sostuvo.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
El estudio, llamado "El impacto de la crisis financiera sobre los países de bajos ingresos", señala que más de 20 países se encuentran en situación particularmente vulnerable ante la actual crisis.
Este año se requieren al menos 25.000 millones de dólares en financiamiento blando para los países más afectados, pero podría necesitarse mucho más por los grandes riesgos de baja del panorama económico mundial y la posibilidad de que más países se vean afectados a medida que la crisis se profundiza, se indicó en el estudio.
Esta crisis "coloca en posición de riesgo los importantes logros alcanzados por muchos países de bajos ingresos en la última década, como un mayor crecimiento, menor pobreza y mayor estabilidad política", dijo el jefe del FMI.
También advirtió que un crecimiento menor podría tener serias implicaciones para la pobreza y también, de manera potencial, para la estabilidad política y agregó que debe aumentarse en gasto en programas definidos de la red de seguridad social para proteger a los pobres. Al mismo tiempo será crítico proteger el gasto en salud, educación e infraestructura vital.
Strauss-Kahn enfatizó que su objetivo es duplicar la capacidad de otorgamiento de préstamos blandos del FMI y agregó que el FMI también está analizando la manera de lograr más flexibilidad en los préstamos para los países de bajos ingresos y de lograr reflejar su creciente diversidad y su mayor exposición a la volatilidad global.
(Xinhua)
Además, alertó de que en abril reducirá sus previsiones en todo el mundo por el agravamiento de la crisis económica y financiera.
Sus cifras sobre el déficit de España reflejan el cambio brusco que han sufrido las cuentas por la recesión y el coste del programa de estímulo económico del Gobierno.
En 2008, el déficit español se elevó al 3,8 por ciento del PIB, según las cifras oficiales, frente al superávit del 2,2 por ciento de 2007.
Al igual que España, en Estados Unidos, Reino Unido y Japón las cuentas públicas se hundirán en los números rojos este año y el siguiente, según un informe preparado por el FMI para la cumbre del G-20, que tendrá lugar en Londres el 2 de abril.
La entidad pidió una "estrategia clara" para la vuelta a la disciplina presupuestaria, y alertó de que "dudas serias sobre la solvencia fiscal llevarían a un salto en las primas de riego, desestabilizarían las expectativas y sacudirían aún más la confianza del mercado".
Eso no significa, sin embargo, que los gobiernos tengan que abstenerse de gastar más a corto plazo para salir de la crisis, según el FMI.
Los datos de desempleo, producción industrial y confianza de los consumidores en los países industrializados en los últimos meses han sido desastrosos, y ahora el Fondo prevé que la recuperación sólo se logrará en 2010, siempre que continúe el apoyo público a la actividad económica.
"Va a llevar mucho tiempo hasta que el crecimiento potencial vuelva al nivel normal, así que tenemos que pensar en que los impulsos fiscales duren bastante", dijo en una rueda de prensa Olivier Blanchard, economista jefe del Fondo.
"En este momento, los gobiernos deberían estar pensando más en 2010 y quizá en 2011", explicó, pues el mejor estímulo son los proyectos de infraestructura, que se tardan algún tiempo en poner en marcha, añadió.
En 2009, la mayoría de los países avanzados aflojará el bolsillo público con grandes desembolsos, pero algunos de ellos tienen poco previsto para 2010, señaló Blanchard.
Ese es el caso de España, donde el impacto de las medidas anticrisis será mínimo el próximo año, según un análisis del Fondo, que calcula que en 2009 el plan del Gobierno aumentará el crecimiento entre un 0,3 y un 0,9 por ciento.
El mensaje del FMI a España y a los otros países más afectados por la crisis es, pues, aparentemente contradictorio: Mucho ojo con el déficit, pero preparaos para gastar más.
La clave está, a juicio de la entidad, en que ese gasto debe ser temporal y debe ir acompañado de un plan de ajuste a medio plazo para que los mercados no se espanten y exijan intereses astronómicos para comprar los bonos del Estado.
Además de la promesa de ajustarse el cinturón con metas específicas tan pronto como las condiciones mejoren, Carlo Cottarelli, director del departamento de asuntos fiscales del FMI, recomendó en la rueda de prensa que los países adopten reformas de más calado.
La más importante, en su opinión, es poner en orden las cuentas del sistema de salud y las pensiones, que el envejecimiento de la población ha hecho insostenibles, con el aumento de la edad de jubilación y otras medidas de ahorro, explicó.
También recomendó a los gobiernos simplificar el sistema tributario y dirigir el gasto público a infraestructura, educación y la salud, medidas que elevan el crecimiento potencial para el día en el que el mundo asome la cabeza al otro lado del túnel.
Asimismo, los augurios de la institución internacional anticipan un déficit presupuestario del 6,2% para los países que conforman el G-20, que pasaría a ser del 5,3% en 2010.
Medidas 'anticrisis' para 2010
Por otra parte, el FMI ha recomendado a los gobiernos que empiecen a preparar programas de estímulo fiscal para 2010, porque la crisis será más larga que lo anticipado, al tiempo que les ha instado a tomar más medidas para sanear las cuentas de los bancos.
Así lo ha declarado el economista jefe del organismo, Olivier Blanchard, que ha apuntado que "va a llevar mucho tiempo hasta que el crecimiento potencial vuelva al nivel normal, así que tenemos que pensar en que los impulsos fiscales duren bastante".
Blanchard lamenta que, a pesar de que la mayoría de los países avanzados opten por utilizar el bolsillo público para pagar las medidas anticrisis, muchos de ellos no tienen todavía previsto programas de estímulo para 2010.
Muchos de ellos, como Brasil, que soportaron sus propuestas durante décadas, ya habían alertado sobre el tema, pero hasta ahora la crítica no había sido reconocida oficialmente por el organismo.
Recién esta semana, en un documento sobre las lecciones de la crisis encargado por los mismos miembros del FMI -y que será analizado por el G-20 en su cumbre del 2 de abril en Londres-, la institución entonó el "mea culpa" por no haber detectado el peligro de que el hundimiento de los precios inmobiliarios en Estados Unidos podría destapar una montaña levantada sobre miles de préstamos de mala calidad.
Además, se divulgó hace unos días una sesión de fines de febrero en donde el Consejo Ejecutivo del organismo, compuesto por los 185 países miembros, da cuenta con pesar que una de las fallas graves que permitieron que se gestara la crisis fue la falta de avisos del FMI y de otras fuentes sobre las manzanas podridas ocultas en los sistemas financieros de los países desarrollados.
De aquí en adelante, la gerencia del FMI deberá vigilar "todo tipo de riesgos al sistema (financiero), igual en países avanzados que en los mercados emergentes", dijo el Consejo Ejecutivo en esa reunión.Reza Moghadam, director del departamento de Política y Revisión de la institución, reconoció que estaban "muy enfocados en los riesgos existentes en los mercados emergentes y no tanto en los países avanzados".
Hay que tener en cuenta que los países ricos, que dominan los órganos de decisión del FMI, no siempre han sido muy receptivos a las sugerencias de sus expertos. Estados Unidos, por ejemplo, no ha permitido aún que el organismo analice de forma confidencial la salud de su sistema bancario, aunque se prevé que lo haga el próximo año.
En el caso de la actual crisis, el problema no fue sin embargo que los Gobiernos hicieran oídos sordos a las críticas del FMI, sino que esas críticas jamás fueron emitidas.
Moghadam argumentó que "nadie predijo la crisis de la forma en que se desarrolló". Sin embargo, el mismo informe del FMI reconoce que sí hubo avisos de "riesgos claros y crecientes" en los informes del Banco Internacional de Pagos (BIP), una organización que promueve la cooperación monetaria internacional. Por eso el FMI se lleva la culpa, pues se trata de la institución encargada de vigilar la estabilidad financiera mundial.
Antes de la crisis el FMI, sesgado en la doctrina del libre mercado, tenía "una visión optimista en general", según reconoce en el mismo informe.
Ahora, la consigna que el organismo lleva al G-20 es aumentar la regulación y la promesa de ser el vigilante imparcial que no mira sólo para un lado.
Strauss-Kahn presentó su análisis de lo que llamó la Gran Recesión durante la inauguración de una conferencia de dos días en Tanzania, desde donde hizo un llamado a la comunidad internacional para que no abandone a África, donde las repercusiones de la crisis financiera mundial -advirtió- serán severas.
El titular del FMI señaló que el colapso mundial de la confianza de los consumidores estaba llevando a una caída alarmante en el comercio a nivel global.
Enfriamiento global
La situación hace que los expertos teman que ésta pueda ser la peor crisis en más de medio siglo.
En casos anteriores, las recesiones en una parte del mundo eran contrarrestadas por crecimiento en otros lugares, de manera que la economía mundial se seguía expandiendo.
Pero en esta ocasión todas las grandes economías se desaceleraron simultáneamente.
Como señala Gregory, en Estados Unidos, Europa, Japón y otras economías avanzadas esto significó una marcada disminución en la producción: sus economías se han contraído significativamente y seguirán deprimidas al menos hasta fin de año.
En China e India aún hay crecimiento pero a un ritmo mucho más lento que en años recientes.
Los pobres, más pobres
El efecto neto podría ser la contracción absoluta del valor de los bienes y servicios ofrecidos en todo el mundo.
Y eso es grave: los países en desarrollo, con sus crecientes poblaciones, necesitan un 2 ó 3% de crecimiento solo para mantenerse en el nivel en el que están.
Una disminución absoluta de la economía global muy probablemente implica que aumentará la pobreza en muchas de las naciones menos ricas.
Los comentarios del FMI son respaldados por un nuevo informe del Banco Mundial, que -además de la contracción de la producción global- predice la disminución más aguda del comercio global en 80 años.
El Banco Mundial dice que 94 de los 116 países en desarrollo han experimentado una reducción en su crecimiento económico, y en 43 de ellos ya había altos niveles de pobreza.
La propuesta será presentada en la próxima cumbre del G-20, que se celebrará en Londres el próximo 2 de abril, en el marco de la iniciativa europea para la reforma de los organismos internacionales y del funcionamiento de los mercados financieros.
La UE apoya que se doblen los recursos del FMI hasta alcanzar los 500.000 millones de dólares (400.000 millones de euros).
El lunes se conoció que otro país europeo, Rumania, ha solicitado ayuda a Bruselas y al FMI para superar la grave crisis financiera que atraviesa, según confirmó el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia.
Una vez recibida la petición formal de Bucarest, comenzarán las negociaciones para determinar el importe de la asistencia y las condiciones, explicó Almunia en rueda de prensa. Rumania se convertirá así en el tercer país comunitario en recibir un crédito de la UE para solventar su desequilibrio corriente, después de Hungría y Letonia. La Comisión planea utilizar, como ya hizo con los otros dos países, el instrumento para la estabilización de la balanza de pagos, cuya dotación se elevó de 12.000 a 25.000 millones de euros. Hungría recibió 6.500 millones y Letonia 3.100 millones, por lo que aún está disponible "una cantidad razonablemente elevada".
Japón ya propuso en la última reunión del G-7 en Roma aumentar su aportación al FMI unos 100.000 millones de dólares. Los 150.000 restantes deberían ser aportados por Europa, EE UU y los países emergentes. Los países europeos, especialmente los que tienen superávit, estarían dispuestos a aportar entre 60.000 y 80.000 millones de euros (75.000 y 100.000 millones de dólares), según fuentes comunitarias.
La iniciativa ya obtuvo el respaldo de los mandatarios europeos reunidos en febrero en Berlín. Almunia se ha mostrado claramente a favor de aumentar los recursos del Fondo y de "seguir el ejemplo de Japón". Bruselas quiere que el FMI refuerce la supervisión multilateral del sector financiero. La Comisión también aboga por una mayor cooperación entre el FMI y el Fondo de Estabilidad Financiera.
Además, Francia presentará de nuevo en el Ecofin su propuesta de un tipo reducido de IVA en la hostelería, el 5,5%, frente al 19,6% actual. La principal oposición procede de Alemania, que teme reivindicaciones similares si prospera la iniciativa.
Por otra parte, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, destacó ayer que "hay una serie de elementos que sugieren" que se acerca la recuperación de la economía, dijo Trichet en una conferencia de prensa en Suiza.
El presidente del BCE señaló que algunos elementos de la economía mundial son "expansionistas", lo cual ofrece "un rayo de esperanza". Asimismo, subrayó que inversores y agentes del mercado subestiman el impulso potencial de los menores precios del crudo y las materias primas, de los paquetes de estímulo y de la política monetaria.
El ex jefe de la ONU describió a otros países donadores de Africa como donadores tradicionales.
"China tiene un importante papel que desempeñar", afirmó Annan. "China puede y está invirtiendo en Africa".
El presidente de Tanzania, Jakaya Kikwete, quien asistió a la sesión plenaria inaugural de la conferencia del FMI de dos días para ministros africanos de Finanzas y gobernadores de bancos centrales, señaló que China es un socio clave para el desarrollo de Africa con sus inversiones, mercados y ayuda.
El director administrativo del FMI, Dominique Strauss-Kahn, coincidió en que China tiene un papel clave que desempeñar en Africa.
El jefe del FMI describió a China como lo mejor que hay en la actual crisis financiera con su fuerte paquete de estímulos.
Chen Yuan, gobernador del Banco de Desarrollo de China, fue invitado a la conferencia de Dar es Salaam, organizada en conjunto por el FMI y el gobierno de Tanzania.
El Banco de Desarrollo de China está encargado del Fondo de Desarrollo China-Africa creado en el año 2006.
El Fondo, iniciado con 1.000 millones de dólares USA, tendrá 50. 000 millones de dólares USA a disposición para el desarrollo de la cooperación entre China y Africa en varios terrenos.
(Xinhua)
En un comunicado conjunto, el G-20 se mostró de acuerdo en la "necesidad urgente de incrementar de forma muy sustancial los recursos del FMI". Además, se ha respaldado el acuerdo para reforzar el Fondo Monetario Internacional.
Solbes, que calificó de "satisfactorio" el resultado de la reunión, a la que España acudió en calidad de país invitado, indicó que "es imposible saber de forma concreta" la dotación económica necesaria para fortalecer las arcas del FMI. "De momento, se está hablando de 250.000 millones de dólares. Japón -señaló- ya ha hecho una aportación de 100.000 millones de dólares. Por tanto, quedan 150.000 millones más", declaró.
"¿Cuánto corresponderá a la Unión Europea?. Pues es difícil de calcular. Pero si suponemos que la UE financiará la mitad, serían 75.000 millones de dólares", razonó el titular español de Economía.
"Y si suponemos que el sistema de reparto sea el de la cuota (...), supondría que de las reservas del Banco de España tendríamos que poner a disposición del Fondo para ser utilizadas temporalmente en el entorno de los 3.000 millones de dólares", precisó.
"El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha estimado que la economía mundial probablemente se contraiga un 0,5 por ciento en el 2009", dijo el secretario del Tesoro, Timothy Geithner.
"La recesión mundial se está agravando", aseveró en una declaración previa a la reunión de los ministros de Economía del Grupo de los Veinte (G-20), que tendrá lugar el viernes y el sábado próximo en Londres.
El Fondo no ha divulgado oficialmente sus nuevas estimaciones, que ahora revisa a menudo para apuntalar los trabajos del G-20, aunque ya había adelantado que las recortaría por el empeoramiento de las condiciones económicas.
El Banco Mundial dijo el pasado fin de semana que el planeta caerá en recesión este año por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, cuando se empezaron a recopilar datos de todos los países, pero no divulgó el alcance de la contracción prevista.
En su declaración, Geithner solicitó, además, un aumento de hasta 500.000 millones de dólares en las líneas de crédito oficiales disponibles para el FMI, de forma que pueda echar cables a países en aguas bravas por la crisis, aunque el secretario no ofreció nuevas aportaciones de EE.UU.
Esa cifra es el doble que los recursos adicionales de 250.000 millones de dólares que la propia entidad ha pedido.
En el documento, el titular del Tesoro detalló las prioridades de Estados Unidos para la reunión del G-20, que deberá centrarse en revitalizar el crecimiento y reformar el sistema regulador, en su opinión.
Geithner instó a los otros miembros del grupo a seguir los pasos de su país con paquetes de estímulo que alcancen el 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2009 y en 2010, según ha sugerido el FMI.
La entidad ha indicado que la mayoría de las naciones se ha concentrado en apoyar el crecimiento este año, pero muchas de ellas no prevén nada para el 2010, cuando - a su juicio- la intervención pública aún será necesaria.
Algunos países europeos en particular son reticentes a aumentar los programas de expansión fiscal el próximo año, temerosos del efecto de los déficit sobre las finanzas públicas.
Tras una reunión con Geithner, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, señaló que las medidas adoptadas por su país para estimular la economía no serán suficientes si otras naciones no hacen lo mismo.
"Esto no es algo que queramos hacer a nivel doméstico, sino que tenemos que asegurarnos que estamos coordinados con los otros países del G-20", apuntó.
El G20 está integrado por la Unión Europea (UE), el Grupo de los Siete (EE.UU., Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia) y Corea del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Arabia Saudí, Sudáfrica, Turquía y Rusia.
La economía de EE.UU. "necesita un repunte del crecimiento mundial que complemente el estímulo que estamos inyectando", afirmó Geithner en su declaración, al explicar que la salud económica de su país "está vinculada de forma inextricable" al resto del mundo.
En el terreno financiero, las propuestas estadounidenses difieren menos de lo sugerido por Europa, aunque las disensiones siempre surgen cuando se baja a los detalles.
El secretario del Tesoro pidió una supervisión especial para las entidades financieras de tal tamaño que su quiebra crearía el caos en los mercados, como demostró el hundimiento el año pasado del banco de inversión Lehman Brothers.
También propuso que se sometan a regulación los mercados de derivados y se eleven los requisitos de colchones de reservas para los bancos en épocas de vacas gordas.
Además, pidió apretarles las tuercas a los paraísos fiscales, una llamada que se ha oído ya al otro lado del Atlántico.
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