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¿El Dow Jones en 5.000 puntos? |
Algo improbable, pero no descabellado. ¿Hasta dónde pueden seguir cayendo los grandes índices bursátiles estadounidenses?
A pesar del leve repunte del viernes, el Promedio Industrial Dow Jones marcó su cuarta semana consecutiva de pérdidas, cayendo por debajo de los 7.000 puntos y registrando su nivel más bajo en 12 años. El índice Standard & Poor's 500 ha descendido por debajo de los 700 puntos por primera vez desde 1996.
A medida que se revisan a la baja las proyecciones de ganancias de las empresas y se desvanece la esperanza de una pronta mejoría económica, la noción otrora inconcebible de ver al Dow en 5.000 puntos o al S&P en 500 parece un poco menos descabellada.
Para que el S&P cruce la barrera de los 500 puntos, basta un declive de 183,38 unidades, un 27%. El índice ya ha perdido 881,77 puntos, 56%, desde su máximo en octubre de 2007. El S&P, que perdió 7% la semana pasada, no ha estado por debajo de los 500 puntos desde 1995, cuando la burbuja de las acciones tecnológicas apenas empezaba. Tras caer 6,2% la semana pasada, el Dow está sólo 25% por encima de la marca de los 5.000 puntos, un nivel no visto desde 1995.
Analistas e inversionistas que están analizando las valoraciones, la historia y las tendencias de los precios bursátiles predicen en general que los índices no volverán a esos mínimos, pero todos reconocen que en el estado actual del mercado todo es posible.
Incluso los estrategas de Wall Street están sacando y volviendo a sacar las cuentas, mientras mantienen sus proyecciones de que habrá un repunte en el segundo semestre. David Kostin, de Goldman Sachs, presentó a fines de febrero tres escenarios posibles para el S&P, incluyendo el "caso bajista", que situaba al índice en entre 400 puntos y 500 puntos. Aunque Kostin no anticipa que el índice descenderá tanto, "estos son los pronósticos que distintos tipos de inversionistas están haciendo", observa.
Considerando sólo las valoraciones, es decir, el precio de la acción en relación a las proyecciones de ganancias, que el S&P descienda a los 500 puntos no es necesariamente tan descabellado. La actual proyección de ganancias para 2009 para las empresas que componen el índice es de US$64 por acción, comparado con US$113 en abril, según S&P. Goldman ahora predice US$40 la acción, tras reducir su pronóstico de US$53 a fines de febrero. Bank of America Merrill Lynch calcula US$46 por acción y Citigroup US$51. En US$64, el S&P se cotiza a unas 11 veces las ganancias. En US$40, el índice se negociaría a unas 17 veces las ganancias.
En su propio pronóstico, Kostin cree que el S&P oscilará entre 650 puntos y 750 puntos y posiblemente alcance las 940 unidades a fines de año. La proyección de Goldman incluye rebajas contables y provisiones, añade Kostin. Pero a medida que las firmas financieras se sinceran y reconocen que registrarán pérdidas significativas en los próximos dos trimestres, los inversionistas, según Kostin, podrían volcar su atención hacia 2010 y a la evolución de las ganancias en 2009 antes de rebajas contables y provisiones, una cifra que él sitúa en US$63.
La trayectoria de las acciones depende en gran medida "de la confianza", dice Chris Guinther, director de inversiones de Silvant Capital Management, quien argumenta que, ante la ausencia de indicios claros de que el estímulo gubernamental y los paquetes de rescate están funcionando, los inversionistas tienen pocos incentivos para comprar. Silvant calcula que el S&P permanecerá en un rango entre 650 y 750 puntos, pero aclara Guinther que un declive a 500 puntos "es ciertamente posible".
Thomas Lee, estratega jefe de renta variable de J.P. Morgan, dice que un S&P en 500 "implicaría que ahora estamos en un período similar a abril de 1932, la fase final de un mercado bajista". Entre el 8 de abril y el 8 de julio de 1932, las acciones cayeron 34%, un poco más de lo que se necesitaría para que el S&P alcance los 500 puntos. La marca de los 500 indicaría un declive del 68% para el S&P desde su máximo en 2007, comparado con un desplome del 90% entre su máximo y mínimo durante la Depresión.
Sin embargo, Lee proyecta que las acciones y la economía tocarán tentativamente fondo a mediados de 2009. De ahí en adelante, Lee no descarta en absoluto que el S&P repunte hasta los 1.100 puntos a fines de año.
Algunos analistas creen que los índices podrían seguir cayendo. "Hay una gran posibilidad de que bajen mucho más", dice Bill Strazullo, estratega jefe de Bell Curve Trading. Su firma prevé que el S&P descenderá a 500 puntos y el Dow a 5.500 puntos, con base en análisis de las tendencias de compra y venta de títulos.
No todos son tan pesimistas. El alud de medidas gubernamentales hace que un declive como el de la Gran Depresión sea muy improbable, dice Richard Sylla, profesor de economía de la escuela de negocios Stern de la Universidad de Nueva York.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
Es la pregunta de millón.
El pesimismo se ha apoderado de los corros bursátiles y de los inversores, que tarde o temprano podrían sucumbir a la capitulación final. Esto es, vender a cualquier precio.
Con pocas señales desde el punto de vista técnico o fundamental capaces de aportar luz sobre el devenir de los mercados, dos analistas de bolsa consultados por MarketWatch han elaborado una lista con las 10 señales que podrían anticipar el fin de la caída.
Son Nicholas Colas y Oren Klachkin, que presentan su peor escenario: el apocalipsis.
1.- Colas y Klachkin destacan, en primer lugar, una significativa caída de los mercados durante una o dos sesiones. Y con ‘significativa’ los expertos se refieren a desplomes superiores al 10%. En su opinión, la actual caída de las bolsas está siendo ordenada y, aunque severa, se está produciendo en línea con el deterioro de la economía de Estados Unidos. Además, un descenso más acusado en los mercados bursátiles haría que las acciones fueran más baratas en relación con los fundamentales, tan baratas incluso, que podría hablarse ya de suelo de los mercados.
2.- Segunda señal. Que el actual secretario del Tesoro, Timothy Geithner sea sustituido por Paul Volcker. Factible o no, según Colas y Klachkin, el mercado no tiene demasiada confianza en Geithner, mientras que el antiguo presidente de la Reserva Federal, quien ya ha demostrado sus habilidades para enfrentarse a una crisis, podría tener mejor calado entre los inversores. Volcker dirige actualmente el Consejo Asesor de Recuperación Económica bajo la presidencia de Barack Obama.
3.- Los 100 días desde la bancarrota de General Motors. Las primeras semanas del posible colapso del fabricante automovilístico podrían ser caóticas, dado el vínculo existente entre esta industria con muchas áreas de la economía estadounidenses. Sin embargo, después de los problemas iniciales, el mercado habría ya descontado lo peor.
4.- Oro a 2.000 dólares la onza. Para Colas y Klachkin, este metal precioso es último refugio al que acuden los inversores cuando el pánico se apodera de ellos. Una espectacular subida de los precios indicaría que ha llegado el momento de comprar acciones. “No estoy seguro si querría vivir en un mundo donde el oro cuesta 2.000 dólares la onza. Significaría que algo está realmente equivocado. Desde un punto de vista bursátil, lo mejor que puedes decir sobre el oro ahora es que no ha superado los máximos históricos pese a la incertidumbre de los mercados”, comentan estos dos expertos.
5.- Otra de las señales que indicaría el suelo de los mercados sería que dos o más empresas salieran al mismo tiempo del Dow Jones o que incluyera nuevos valores que ponderan en el indicador. “Hay algunas acciones zombies en el índice. Tal y como explicó S. McCoy a finales de enero, haciéndose eco de un artículo de John Mauldin, el Dow Jones ha dejado de er ser una muestra lo suficientemente amplia de la economía a la que representa y reflejar así del modo más eficiente posible las expectativas que los distintos agentes tienen sobre la misma. Las compañías con los precios de sus acciones más bajos son casi irrelevantes en el comportamiento del mismo, frente a otros valores que, por el mayor precio de sus acciones tienen mayor influencia en las fluctuaciones del indicador.
6.- Si el volumen diario del New York Stock Exchange cae a 1.000 millones de acciones durante 30 sesiones consecutivas, sería otra señal de que la bolsa ha tocado suelo. “Algunas veces sólo se necesita que todo el mundo capitulice a la vez para tocar fondo”, comentan Colas y Klachkin.
7.- Otro. La pérdida de un millón de trabajos en un solo mes. Una cifra tan mala como ésta puede indicar que el mercado ha hecho suelo, ya que los datos de empleo van por detrás de la situación económica de un país.
8.- Más. Que el mercado se anime con las malas noticias. “Cuando el mercado puede subir con las malas noticias, es un verdadero signo de que las valoraciones finalmente reflejan el entorno actual”.
9.- Que las acciones favoritas de los inversores caigan entre un 15% y un 20%. Cuando las compañías que sobresalen –como Wal-Mart o McDonald’s- también pinchan en bolsa, final de la caída está cerca, según estos expertos.
10.- Última señal del apocalipsis: que la CNBC deje de emitir. “La comunidad financiera internacional mantiene una relación amor-odio con la cadena de televisión. El único suelo cierto para los mercados se produciría cuando sólo a unas pocas personas les preocupe que la CNBC tenga que cerrar”.
Ayer, Geithner todavía permanecía como secretario del Tesoro, GM tampoco se había declarado en bancarrota, y la CNBC seguía emitiendo. Sin embargo, la euforia se apoderó de los inversores con los principales indicadores de Estados Unidos y Europa disparados, ¿estará cerca el suelo de los mercados?
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