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Temor a una crisis humanitaria en Gaza |
Los temores de una crisis humanitaria de envergadura en la franja de Gaza se acentuaban en el tercer día de la ofensiva terrestre lanzada por Israel contra ese territorio palestino, y la comunidad internacional multiplicaba el lunes los llamamientos a una solución diplomática del conflicto.
El presidente chino Hu Jintao manifestó a su homólogo estadounidense George W. Bush su inquietud respecto a la "crisis humanitaria" en la franja de Gaza, en una entrevista telefónica el domingo por la noche.
Por su parte el presidente ruso Dimitri Medvedev pidió este lunes un inmediato cese del fuego en Gaza en una conversación telefónica con el líder palestino Mahmud Abas, informó el Kremlin.
Ambos dirigentes "discutieron sobre el agravamiento de la situación en la franja de Gaza, que causó numerosas víctimas entre la población civil y condujo a una situación humanitaria difícil", según el comunicado del Kremlin.
Por su parte, el presidente sirio Bachar al-Assad llamó este mismo día al influyente dignatario sunita Yussef Al-Qardaui, que dirige la Unión internacional de ulemas musulmanes, a "asumir sus responsabilidades movilizando los pueblos árabes y musulmanes para que aporten su ayuda al pueblo palestino resistente" en Gaza.
La ofensiva terrestre, iniciada el sábado por la noche después de un intenso bombardeo aéreo en los días precedentes, ha agravado la crisis humanitaria en el minúsculo territorio palestino superpoblado.
Cortes de suministro eléctrico y de comunicaciones, grave carencia de productos alimentarios son algunos de los aspectos de la situación en Gaza, según las agencias de la ONU.
El gobierno japonés se declaró "muy inquieto pues la violencia creciente provoca numerosas víctimas civiles".
Este lunes, el primer ministro australiano Kevin Rudd consideró "crucial" que Israel permita a la población de Gaza el acceso a sus necesidades básicas, como alimentos, asistencia humanitaria y médica.
Canadá llamó a "la comunidad internacional" a "concertarse para enfrentar la situación humanitaria", en particular para garantizar el acceso a los alimentos, a los combustibles y a los medicamentos".
Mauritania, uno de los escasos países de la Liga árabe que tiene relaciones con el Estado hebreo, "decidió llamar a su embajador en Israel".
Desde hace varios días, miles de manifestantes exigían de Nuakchott la ruptura de relaciones diplomáticas entre los dos países, establecidas en 1999.
El domingo, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) se declaró "inquieto" por el aumento de víctimas civiles y por los daños provocados en los hospitales por las tropas israelíes.
Los heridos mueren esperando las ambulancias que no pueden llegar debido a los combates en la franja de Gaza, denunció este lunes una portavoz del CIRC.
El CIRC también se declaró muy preocupado por el abastecimiento de agua en el territorio: "medio millón de personas, es decir un tercio de la población del territorio, están amenazadas de quedar completamente privadas de agua", agregó la portavoz Dorothea Krimitsas.
En Francia, el Consejo de las iglesias cristianas (católica, protestante y ortodoxa) llamó a un "cese del fuego inmediato" entre Gaza e Israel, alentando todos los esfuerzos diplomáticos en este sentido.
Miembro de la troika de la Unión Europea enviada a la región, el jefe de la diplomacia francesa Bernard Kouchner lamentó el domingo en El Cairo, "una situación humanitaria (en Gaza) que es imposible de soportar".
Los llamamientos a una solución diplomática proseguían este lunes mientras el conflicto ha provocado desde que Israel comenzó a bombardear el 27 de diciembre, al menos 523 muertos palestinos, según los servicios de emergencia en Gaza.
Por parte israelí, un balance oficial da cuenta de un soldado muerto y de 55 heridos desde el comienzo de la ofensiva terrestre.
El jefe del gobierno español José Luis Rodriguez Zapatero estimó este lunes que "no hay solución militar para la crisis" y llamó a un "cese del fuego inmediato".
El primer ministro checo Mirek Topolanek indicó que trabajaba para conseguir por lo menos que "cesen los combates".
El presidente francés Nicolas Sarkozy comenzó este mismo día un gira que debía conducirlo a Cisjordania, Israel, Siria y Líbano para tratar de "encontrar el camino de la paz".
Australia y Canadá, así como Alemania y Holanda la víspera, se pronunciaron por una solución diplomática que ponga fin a los disparos de cohetes caseros palestinos contra Israel.
El emir de Qatar, jeque Hamad ben Khalifa Al-Thani, llamó el lunes a la celebración de una cumbre árabe extraordinaria consagrada a "la agresión" israelí contra la franja de Gaza, que calificó de "crimen de guerra".
El lunes, cientos de afganos manifestaron en Mihtarlam y Kandahar, un centenar de personas lo hizo en Bruselas y unos 200 tailandeses en Bangkok, para denunciar la ofensiva contra Gaza.

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, multitud, politica, violencia.
Además de los esfuerzos de la Unión Europea -con una misión liderada por el ministro de Relaciones Exteriores checo, Karel Schwarzenberg, y una gira del presidente francés, Nicolas Sarkozy-, el periódico francés de izquierda Liberation pidió la intervención del presidente norteamericano electo, Barack Obama, y los países árabes. Obama "debe tener el valor político de hacer presión a Israel sin esperar" a tomar posesión de su cargo, el 20 de enero. "Los países árabes también deben presionar a Hamas" para "acabar con la guerra", consideró el periódico.
"Dos pueblos comparten el mismo infierno", titulaba La Tribuna de Ginebra, subrayando la densidad de población de Gaza (1,5 millones de palestinos).
Il Messagero titulaba: "Gaza tiene fuego y sangre", al unísono con el resto de la prensa italiana, que calificaba de forma unánime la situación de "tragedia" para los civiles.
En Alemania, el Suddeutsche Zeitung (liberal) criticó que los actuales esfuerzos diplomáticos sólo conseguían "acentuar la frustración general", pero no impresiona a las partes en conflicto.
Para el diario español El País, "la dimensión de los medios desplegados en Gaza sólo puede acabar con la desaparición total de Hamas, pues cualquier otra solución sería equivalente a una derrota" para Israel.
Para el Times (independiente) de Londres, no se puede alcanzar una paz duradera mientras Hamas no reconozca la existencia de Israel, aunque Israel también debe ayudar a "mejorar la desastrosa situación de pobreza y malnutrición en Palestina".
Israel debe "mantener un aura invencible" si quiere coexistir pacíficamente con sus vecinos árabes, afirma The Wall Street Journal, y añade que ese "aura" le permitió alcanzar la paz con Egipto en los años 70.
Para el diario paquistaní Nawa-e-Waqt, los países árabes y musulmanes deberían "lanzar un ultimátum a Estados Unidos, a Europa y a Naciones Unidas para que las fuerzas (israelíes) se retiren y se cree un Estado palestino", bajo la amenaza de "boicot económico y social a todos los países que apoyan a Israel".
En Irán, la prensa tildó de "traición" la pasividad de los países árabes frente a la ofensiva israelí en Gaza y llamó a boicotear los intereses occidentales.
La prensa marroquí puso el acento en las multitudinarias manifestaciones en Rabat contra la ofensiva israelí.
En Turquía, el periódico de gran tirada Milliyet subrayó que "mientras que la maquinaria de guerra israelí derrama sangre sin piedad, la ira que suscita alimenta el radicalismo y amenaza la paz y la estabilidad en el mundo entero".
La prensa peruana había destacado el domingo la virulencia de la ofensiva israelí. "Sigue la carnicería", tituló el diario La Primera, en tanto que La República sostuvo que "Gaza es sometido a sangre y fuego".
En la mañana de este martes tenían lugar combates o bombardeos en varios sectores de la franja, después del estallido de los primeros enfrentamientos en la ciudad de Gaza, el lunes por la noche.
Tres personas murieron en un ataque aéreo contra una escuela administrada por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en el campo de refugiados de Chati, afirmó un portavoz de esa entidad, Adnan Abu Hasna, precisando que 450 personas se habían refugiado allí para huir de los bombardeos en otros barrios de la ciudad de Gaza.
También en Jan Yunes, la mayor ciudad del sur de la franja de Gaza, un obús de artillería alcanzó la entrada de una escuela, matando a dos personas.
Poco antes del amanecer, tanques israelíes, apoyados por helicópteros de combate, entraron en Jan Yunes por primera vez desde el inicio de la ofensiva terrestre, según testigos. El avance de los blindados se topó en este bastión de Hamas con disparos de combatientes palestinos.
El ejército israelí afirmó haber matado a 130 combatientes de Hamas desde el inicio de la ofensiva terrestre, en la noche del sábado. En el mismo periodo, cinco militares israelíes murieron y 79 resultaron heridos, según el balance oficial israelí. El último de ellos, un oficial paracaidista, pereció el lunes por la noche en circunstancias que estaban por determinar y podría haber sido alcanzado por disparos israelíes, según un portavoz militar.
El brazo armado de Hamas, las brigadas Ezedin al Qasam, afirmó el lunes haber matado a "diez soldados" israelíes y herido a 30, información que Israel se negó a comentar.
Pese a la ofensiva, cuatro cohetes palestinos fueron disparados en la mañana de este martes contra el sur de Israel, según el ejército. Cuatro civiles israelíes han muerto a causa de estos disparos desde el 27 de diciembre. Según un informe de la inteligencia militar israelí, "Hamas tiene suficientes cohetes y obuses de mortero para continuar disparando durante semanas contra el territorio israelí". Un cohete palestino cayó este martes por primera vez a más de 45 km de la franja de Gaza, en la ciudad de Gedera, donde hirió levemente a un bebé.
Más de 560 palestinos han muerto en la franja de Gaza, según los servicios de urgencias palestinos, desde el inicio de la ofensiva, lanzada para poner fin a los disparos de cohetes contra el territorio israelí. Más de 2.700 han resultado heridos.
Varios testigos informaron durante la noche de combates e intensos bombardeos en Shuyaiya y en Zeitun, dos barrios del este de la ciudad de Gaza, rodeada por los tanques. La aviación israelí también bombardeó el centro de la ciudad.
El ejército, que afirmó haber capturado a decenas de miembros de Hamas, afirmó también haber bombardeado con artillería el campo de refugiados de Bureij y la localidad de Deir al Balah, en el centro del territorio, cortado en dos por las tropas israelíes.
La situación humanitaria continuaba degradándose para los 1,5 millones de habitantes de la franja, donde la mayor parte de sectores estaban privados de electricidad y sufrían importantes penurias de agua corriente, de alimentos y de carburante. Según el Comité Internacional de la Cruz Roja, los heridos mueren esperando a las ambulancias que no pueden acercarse a causa de los combates. Y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) pidió la apertura de fronteras para permitir huir a los palestinos que lo deseen.
Pese a las presiones internacionales, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, rechazó el lunes un alto el fuego sin garantía de cese total de los disparos de cohetes, durante un encuentro en Jerusalén con el presidente francés, Nicolas Sarkozy. Sarkozy, que este martes llegó a Damasco en el marco de una gira regional, abogó por un "alto el fuego humanitario de varios días".
Tony Blair, representente del Cuarteto para Oriente Medio, consideró en Londres que cortar los túneles clandestinos que sirven al aprovisionamiento de armas y dinero de Gaza desde Egipto podría permitir "un cese el fuego inmediato".
La ministra de Relaciones Exteriores israelí, Tzipi Livni, afirmó por su parte de que Israel no "firmaría un acuerdo con los terroristas", en referencia a Hamas.
El presidente palestino, Mahmud Abas, llamó al fin "inmediato y sin condiciones" de la ofensiva, antes de viajar a Nueva York este martes, donde el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá en presencia de varios ministros de Relaciones Exteriores árabes.
En Washington, el presidente estadounidense, George W. Bush, mantuvo su apoyo a Israel.
El mando militar israelí aseguró que la ofensiva marcha “de acuerdo con los planes”, pero admitió que un soldado fue abatido y otros 30 sufrieron lesiones en los enfrentamientos con los palestinos en la periferia y zonas densamente pobladas de la urbe.
Las bajas israelíes ascendían hasta ahora a cuatro muertos, uno de ellos militar, y a decenas de heridos como consecuencia de los cohetes lanzados por los palestinos, 25 de los cuales impactaron hoy en suelo judío, pese a la envergadura de la ofensiva por tierra.
De acuerdo con fuentes médicas, al final de la tarde del domingo la cifra de palestinos muertos se elevó a 510 y la de heridos a más de dos mil 400, la mayoría de estos últimos civiles indefensos.
Estimados oficiales indican que sólo desde este sábado en la noche hasta hoy hubo unos 40 decesos y 150 heridos, la mayoría palestinos.
Las Brigadas Ezzedine al-Qassam, brazo armado del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas), así como otras de grupos palestinos afines advirtieron que, a pesar de la inferioridad en armamento y técnica, Gaza se convertirá en un gran cementerio para los ocupantes.
Los hebreos bombardearon la sede de la emisora televisiva Al-Aqsa, vinculada a Hamas y, aunque aseguraron que prevén destruir sólo la infraestructura de Hamas, han reducido a escombros 11 mezquitas desde que estalló la beligerancia en pasado 27 de diciembre.
Familias con bultos y niños en brazos abandonan a pie o en carros las zonas a las que llega la infantería israelí, dejando en las calles cadáveres que no han sido recogidos debido a los intensos tiroteos.
Entretanto, en los hospitales se suceden escenas de dolor y desesperación por la afluencia de muertos y heridos, un elevado número de ellos civiles, mientras resultan cada vez más escasos materiales curativos y quirúrgico, reservas de sangre y agua potable.
El representante de la agencia de la ONU que asiste a los refugiados palestinos (UNRWA), Christopher Gunness, consideró absurda la aseveración de Tel Aviv –repetida en París por la canciller Tzipi Livni- de que no hay crisis humanitaria en Gaza.
Tras descartar que hiciera cualquier propaganda a favor de los grupos islamistas, Gunness aseguró que los cerca de 10 mil trabajadores de la UNRWA lidian a cada momento con un panorama desolador que amenaza con empeorar, si no se detiene la agresión.
Mientras el director del hospital Al-Shifa, Hassan Khalaf, calificó de masacre la muerte de pacientes por la falta de medicinas y vendas, la directora regional de Save the Children, Sanna Johnson, dijo al canal Al Jazeera que muchos niños morirán si persiste la agresión.
Khalaf relató que muchos heridos son atendidos en el suelo y los hospitales no dan abasto con insumos y medicinas, mientras los médicos curan con lo que está a su alcance, sin poder evitar la muerte de algunos a los que no se les puede dar la atención requerida.
Otras agencias de ayuda piden se abra un corredor humanitario para permitir la entrada de medicinas, alimentos y agua potable, y facilitar la evacuación de los heridos requeridos de tratamiento especializado.
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