Debido al apoyo incondicional de toda la clase política de los EE.UU., desde la Casa Blanca hasta el Congreso, incluyendo ambos partidos, responsables electos que dejan y ocupan sus cargos y todos los principales mass-media impresos y electrónicos, el gobierno israelí no siente ningún escrúpulo en proclamar públicamente un relato pormenorizado y gráfico de su política de exterminio en masa de la población de Gaza.
La sostenida y amplia campaña de Israel de bombardeo de todos los aspectos del gobierno, de las instituciones cívicas y de la sociedad, está destinada a destruir la vida civilizada en Gaza. La visión totalitaria de Israel está guiada por la práctica de una limpieza permanente de la Palestina árabe dada en conocimiento por el sionismo, una ideología étnico-racista, promulgada por el Estado judío y justificada, forzada y buscada por sus ayudantes organizados en los Estados Unidos.
Los hechos del exterminio israelí son conocidos: En los primeros seis días de bombardeos de terror noche y día de los mayores y menores centros poblados, el Estado judío asesinó y mutiló seriamente más de 2.500 personas, sobre todo fueron desmembrados y quemados en los hornos abiertos por el fuego de los misiles. Gran número de niños y mujeres fueron sacrificados, así como civiles y responsables indefensos.
Sellaron todo acceso a Gaza y la declararon zona militar de fuego libre, mientras ampliaban su blanco de tal manera que incluyese a toda la población de 1,5 millones de prisioneros semihambrientos. Según el Boston Globe (30 de diciembre de 2008): “Oficiales militares israelíes habían informado que sus listas de blancos habían sido ampliadas para incluir la basta red de apoyo en la que el movimiento islamista confía para permanecer en el poder”, estamos intentando alcanzar todo el espectro, porque todo está conectado y todo apoya el terrorismo contra Israel” (ibid.). Los planificadores políticos y militares israelíes designaban como “Hamás” toda la red de servicio social, todo el gobierno y la amplia mayoría de las actividades económicas, abarcando a casi todos los encarcelados: 1,5 millones de residentes en Gaza.
La lista “blanco” de Israel envuelve por tanto a la “población total”, utilizando la totalidad de su armamento no nuclear y por un período de tiempo ilimitado (hasta el “amargo fin” de acuerdo con el primer ministro israelí). El portavoz del ministro de la Defensa de Israel reiteró enfáticamente el concepto de guerra total del Estado judío enfatizando los civiles como blanco: “Hamás ha utilizado ostensivamente operaciones civiles como cobertura para actividades militares. Cualquier cosa afiliada a Hamás es un blanco legítimo”.
De la misma forma que todos los totalitarios en el pasado, el Estado judío se jacta de haber sistemáticamente planificado con anticipación la campaña de exterminio –meses antes- incluyendo incluso el día y la hora precisa del bombardeo para inflingir el máximo asesinato de civiles. Los cohetes y bombas caían cuando los niños estaban dejando la escuela, cuando los cadetes de la policía estaban recibiendo sus diplomas y cuando las madres desesperadas corrían desde sus casas para encontrar a sus hijos e hijas.
La campaña de exterminio en masa por medios militares llegó después de su incesante embargo económico total y de la persistente campaña de asesinatos selectivos en los dos años anteriores. Ambos fueron concebidos para limpiar Palestina de su población árabe, primero a través del hambre masiva, de la enfermedad, de la humillación e intimidación violenta y del poder por autorización de los quislings de la OLP bajo el fantoche sionista Abbas. Cuando descubrieron que el hambre masiva y el asesinato selectivo israelí solo fortalecían las ligaduras de la población y su gobierno democráticamente elegido y la resolución del gobierno de Hamás para resistir a Israel, el régimen israelí desencadenó todo su arsenal de armas, incluyendo nuevas “prendas americanas” de último tipo: bombas “rompe bunker” de 1.000 libras [454 Kg.] y misiles de alta tecnología para incinerar seres humanos en gran número dentro de su radio mortal y destruir la civilización palestina.
Yendo directamente desde su visión totalitaria a los planes militares, al ataque bárbaro a los centros poblados palestinos, el Estado judío destruyó la principal universidad con más de 18 mil estudiantes (sobre todo mujeres), mezquitas, farmacias, conducciones de agua y electricidad, centrales eléctricas, aldeas de pescadores, barcos de pesca y el pequeño puerto pesquero que proporcionaba un magro abastecimiento de pescado a la población famélica. Han destruido carreteras, instalaciones de transporte, depósitos de alimentos, edificios dedicados a la ciencia, pequeñas fábricas, tiendas y apartamentos. Han destruido un dormitorio de mujeres en la universidad. En palabras del líder de Israel: “…porque todo está conectado con todo…” es necesario destruir todos y cada uno de los aspectos de la vida, los que permiten a los humanos existir con alguna dignidad e independencia.
Los líderes totalitarios israelíes sabían con seguridad que podían actuar y podían matar con impunidad, a nivel local y ante el mundo entero, debido a la influencia de la Configuración de Poder Americano-Sionista dentro de la Casa Blanca y del Congreso de los EE.UU. Sabían que tenían el pleno apoyo de todos los principales partidos políticos israelíes, de los sindicatos, mass-media y especialmente de la opinión pública. El estado de terror israelí es apoyado por el 81% de los judíos israelíes según una encuesta efectuada por Channel-10 de Israel (Financial Times, 30 de diciembre de 2008). La violencia totalitaria y el exterminio de palestinos son extremadamente populares entre el electorado judío, especialmente para aumentar el apoyo al candidato del Partido Laborista Ehud Barak. Sabían que tendrían “éxito” sin virtualmente ninguna baja porque bombardean, queman y desmiembran una población indefensa a la que le falta totalmente los medios mínimos para defenderse de los bombarderos F16, helicópteros cañoneros y misiles de asalto. La vil depravación del asalto a la población indefensa está acompañada por la absoluta cobardía del mando militar israelí y de su público sediento de sangre al abrigo de su monopolioaéreo. No han sufrido amenazas de represalias, ni pilotos heridos o muertos, cuando helicópteros cañoneros, oleada tras oleada, llenaban el espacio en gran cantidad sobre una población indefensa aprisionada en un gueto apiñado y sitiado.
Centenares de tanques y vehículos blindados están preparados para invadir inmediatamente después que las ciudades hayan sido arrasadas, inmediatamente después que la población esté demasiado debilitada por el hambre para resistir, inmediatamente después de que los líderes y combatientes hayan sido asesinados y las instituciones palestinas normales de la ley y el orden hayan sido pulverizadas, abriendo paso a los corruptos colaboradores de la llamada Autoridad Palestina. Entonces, y solamente entonces, el equipo israelí de generales arriesgará la piel de un precioso “soldado” judío.
Aliados exteriores: Los "Presidents of the Major American Jewish Organizations" (PMAJO)
Desde el momento en que el gobierno israelí decidió que destruiría el recién elegido gobierno de Hamás y castigaría la elección democrática con el hambre en Gaza y el asesinato, todo el poder de la Configuración Sionista (ZPC) en los EE.UU., incluida el PMAJO, actuó para implementar la política israelí. El PMAJO abarca dos quintas partes de las organizaciones judías con mayor número de miembros, con el mayor poder financiero y los más influyentes partidarios. El más destacado grupo de presión dentro del PMAJO es AIPAC, que cuenta con más de 100 mil miembros y 150 a tiempo completo en funcionamiento en Washington para presionar enérgicamente al Congreso, a la Casa Blanca y todos los organismos administrativos, cuyas políticas pueden relacionarse con los intereses del Estado de Israel. Sin embargo, la política israelí se extiende más allá de sus organismos no gubernamentales. Más de una veintena de legisladores en el Congreso y más de una docena de senadores son sionistas comprometidos que apoyan automáticamente las políticas de Israel y presionan para la financiación y armamento de los EE.UU. a su máquina militar. Los responsables en la parte alta de puestos administrativos clave, en el Tesoro, en el comercio y el Consejo de Seguridad Nacional, funcionarios superiores en el Pentágono y altos consejeros en cuestiones de Oriente Medio son también sionistas fanáticamente comprometidos que firmemente y sin rodeos apoyan las políticas del Estado de Israel.
Igualmente importante, la mayoría de la gran industria del cine, los periódicos y los medios electrónicos son propiedad o están profundamente influidos magnates judío-sionistas empeñados en inclinar las "noticias" en favor de Israel. La composición y influencia de la ZPC son centrales para la comprensión de las tres principales características del poder de Israel:
(1) Israel puede cometer lo que los principales expertos de las Naciones Unidas y de derechos humanos definirían como "crímenes contra la humanidad" con total impunidad;
(2) Israel puede garantizar un suministro ilimitado de las armas tecnológicamente más avanzadas y más destructivas y utilizarlas sin límites sobre una población civil, en violación incluso de las restricciones del Congreso de los EE.UU. y
(3) la veintena de condenas casi unánimes de las Naciones Unidas sobre laconstrucción de barreras de apartheid genocida contra una población nativa, de los embargos para provocar el hambre y de la actual campaña de exterminio en Gaza, son siempre vetadas por el representante de los EE.UU.
Muchos críticos del genocidio de Israel en Gaza también condenan lo que denominan "la complicidad" de Washington o de "los Estados Unidos", sin identificar claramente las fuerzas sociopolíticas reales que influyen en los encargados de formular políticas o las lealtades políticas e identidades "duales" de los políticos "americanos" que tienen fidelidades consagradas y profundas con Israel. Consecuentemente, la mayoría de los críticos deja de registrar, protestar o incluso identificar la ideología y la política de las organizaciones de poder organizado que definen la complicidad estadounidense con Israel, que intimidan a posibles críticos, que escriben y propalan los editoriales pro Israel en los medios de comunicación y filtran cualquier crítica, cualquier verdad, incluso cuando Israel se empeña en prolongadas campañas de exterminio sangriento.
ZPC y la guerra israelí de exterminio en Gaza
La ZPC ha desempeñado un papel importante en todas las etapas de la campaña de exterminio contra Gaza, incluyendo un prolongado esfuerzo de propaganda. La ZPC orquestó una campaña masiva a través de la vasta red de medios de comunicación americanos, que controla e influencia. Fabricó una imagen de la administración de Hamás en Gaza como una organización terrorista, que supuestamente capturó el poder mediante la violencia -negando totalmente su ascenso al poder a través de elecciones democráticas y supervisadas internacionalmente y la defensa de su mandato electoral contra una captura militar de los EE.UU.- Israel apoyada por la OLP. Todos los dirigentes sionistas judíos apoyaron las tomas de tierras de Israel, sus muros de gueto en torno a los palestinos, los cientos de obstrucciones de carreteras, a los colonos judíos que arrebatan mediante la violencia hogares palestinos en Cisjordania y en Jerusalén Este y en el criminal y genocida bloqueo económico contra Gaza concebido para matar de hambre a los palestinos y llevarlos a la sumisión.
A lo largo de dos años de esta campaña israelí de exterminio, los sionistas americanos han desempeñado un importante papel llevando al servil gobierno de EE.UU. a apoyar interna y externamente cada una de las medidas totalitarias: La inmensa mayoría de las sinagogas locales se han convertido en púlpitos para la defensa del hambre y la degradación de los 1,5 millones de refugiados palestinos en Gaza enjaulados por todos los lados por fuerzas mortíferas y de los 4,5 millones "emparedados" en los rincones económica y socialmente devastadores de Cisjordania bajo la ocupación extranjera. El Congreso de los EE.UU. vergonzosamente siguió el liderazgo sionista, apoyando todas y cada una de las medidas criminales tomadas por el Estado de Israel y aprobando docenas de resoluciones, la mayoría de los cuales fueron totalmente redactadas por los lobbyistas de la AIPAC actuando como agentes no registrados del gobierno israelí (contrariando el estatuto federal de los EE.UU., que exige a los lobbyistas y a los agentes extranjeros inscribirse como tales). Las solicitudes de Israel de los más actualizados aviones de guerra de los EE.UU., incluyendoaviones F16, helicópteros cañoneros Apache y bombas de 1.000 libras fueron garantizados gracias a los esfuerzos de los grupos de presión AIPAC y sus clientes en el Congreso de los EE.UU. En otras palabras, la ZPC americana creó la cobertura ideológica y los instrumentos militares para la "guerra total" de Israel contra la indefensa población palestina. Igualmente importante es que prominentes líderes sionistas en el Congreso y miembros del establishment de la política exterior bloquearon o vetaron cualquier crítica internacional a Israel - garantizando su impunidad e inmunidad en relación a cualquier sanción del Congreso aprobada habitualmente contra Estados criminales. En otras palabras, los encargados de formular las políticas israelíes operan con el conocimiento de que no habría repercusiones económicas, diplomáticas y militares negativas para el lanzamiento de su planificada campaña de exterminio en Gaza porque sabían de antemano, que "su equipo" tenía el pleno control de la política estadounidense en el Oriente Medio hasta el punto de repetir al pie de la letra todas y cada una de las mentiras de la propaganda en defensa de la guerra total de Israel contra toda la población de Gaza.
En defensa de la guerra de exterminio de Israel
Los medios de comunicación de masas de los EE.UU. controlados por los sionistas, en particular el New York Times y el Washington Post, fabricaron sistemáticamente un cuento que se ajusta perfectamente a la línea oficial de Israel en la defensa de su asalto masivo en Gaza: Omitiendo cualquier relato histórico de los cientos de incursiones armadas israelíes y de los asesinatos "selectivos" de líderes y responsables palestinos (incluso en sus propios hogares) que en repetidas ocasiones violaron el “alto el fuego" acordado por Hamás y provocaron las represalias en auto defensa de su pueblo; omitiendo los daños de un embargo de alimentos y bienes esenciales forzado por Israel que amenazan la vida de 1,5 millones de palestinos y ha conducido a los esfuerzos desesperados de los dirigentes electos de Hamás para garantizar los suministros para la supervivencia del pueblo a través de túneles bajo la frontera egipcia y a través de ataques con misiles contra Israel para presionar al Estado judío a negociar un fin del criminal bloqueo.
La Conferencia de Presidentes de las Principales Organizaciones Judías Americanas, y la gran mayoría de los grupos y congregaciones de la comunidad judía, dieron su apoyo entusiasta y unánime a la guerra total de Israel, a su campaña de exterminio contra la población palestina cautiva en Gaza. Aun cuando las imágenes y los informes de destrucción en masa, de las muertes y lesiones de más de 2.500 indefensos palestinos se infiltraron en los medios de comunicación, ni una sola gran organización judía rompió filas; sólo individuos y pequeños grupos han protestado. Todos los "Grandes" han persistido en su política de la Gran Mentira: la destrucción de hospitales, mezquitas, universidades, carreteras, apartamentos, farmacias y todos los puertos pesqueros fueron etiquetados como "objetivos Hamás." El sistemático asalto total, sin oposición, de helicópteros cañoneros contra 1,5 millones de civiles palestinos fue borrado por los informes tendenciosos de los misiles artesanales de Hamás cayendo ineficientemente cerca de las ciudades israelíes.
Una mirada atenta al más importante órgano de propaganda del PMAJO, el Daily Alert (TDA) durante los cinco primeros días del ataque a Israel, revela la dirección de la propaganda tomada por los dirigentes de la configuración de poder pro-Israel. El TDA trabajó sistemáticamente para alcanzar lo siguiente:
1 - Exagerar las amenazas a Israel por parte de los misiles palestinos de Gaza, citando cuatro muertes israelíes, mientras omitía cualquier referencia a los 2.500 palestinos muertos y heridos y la destrucción completa de su economía y las condiciones de vida (no hay agua potable, electricidad, alimentos, combustible, medicinas y calefacción para el invierno).
2 - Promover el asalto militar israelí como "defensiva", destinado a eliminar los ataques con cohetes de Hamás, omitiendo toda mención del objetivo claramente declarado de Israel de destruir todas las organizaciones civiles, organismos de asistencia social, instalaciones de educación, clínicas medianas y las instituciones de seguridad pública en modo alguno vinculadas al gobierno electo de Hamás y cualesquier organismos auxiliares.
3 - Citar declaraciones seleccionadas de aliados y clientes de Israel (Washington, los medios de los EE.UU., Alemania y Reino Unido) culpando del conflicto a Hamás sin mencionar la gran mayoría de los países de la Asamblea General de Naciones Unidas que condenan la brutalidad de Israel.
4 – Reproducir las calumnias israelíes contra todo líder y organizaciones internacionales de derechos humanos que condenen la política de genocidio del Estado judío contra los palestinos nativos. En este sentido, el TDA es el principal "negador del genocidio" en los Estados Unidos y tal vez, excepto Israel, en el mundo.
5 - Citar en repetidas ocasiones afirmaciones de líderes políticos y militares israelíes de que actúan "con moderación", "salvaguardando a los civiles" y con "objetivo de objetivos militares", incluso en la cara de los informes y las imágenes de destrucción en masa y la pérdida de vidas de civiles documentadas en la gran la mayoría por los medios de comunicación occidentales (no EE.UU.).
6 - Defender toda la misión israelí de bombardeo, todos los días, a todas horas, de todo edificio, de todos los hogares y todas las instituciones económicas, religiosas y educativas en Gaza como "defensivas" o una "represalia", mientras citan algunos de los más notorios, incondicionales apologistas de siempre de la violencia israelí como si fueran intelectuales exentos, incluyendo a Benny 'Nuke Teherán" Morris, Marty Peretz y Amos Oz.
7 - El Daily Alert cita escritores, periodistas y editores estadounidenses que alaban y defiende la "guerra total" de Israel sin identificar su afiliación anterior y la identificación con las organizaciones sionistas, dando la falsa imagen de un amplio espectro de la opinión pública detrás del asalto. Nunca los más moderados críticos judíos o gentiles de la campaña de exterminio en masa de Israel, han aparecido en ningún número de The Daily Alert.
Las principales organizaciones judías americanas han bombardeando el Congreso de los EE.UU., influenciando, intimidando y comprando a los acobardados "representantes" del pueblo americano, los medios de comunicación y los notables públicos con mentiras en defensa de la guerra total de Israel para el exterminio de un pueblo. Su complicidad pública, arrogante y abierta en el genocidio puede ser considerado como un crimen contra la humanidad: La promoción de actos deliberados de un Estado para destruir a todo un pueblo.
Y estos cómplices voluntarios, estos "verdugos voluntarios" del asesinato en masa por el Estado continúan sin contestación dentro de la clase política los EE.UU. Uno de sus principales portavoces de la nueva administración de Obama, el jefe de Consejeros de la Presidencia David Axelrod, cita incluso un discurso de la campaña de Obama para defender los ataques israelíes al pueblo de Gaza.
Israel arrogantemente repudia todos los llamamientos para poner fin a este asesinato en masa, porque Israel sabe que "su equipo" todavía controla la política estadounidense en relación al Oriente Medio y utilizará su poder en la nueva administración presidencial para bloquear cualquier condena de este crimen.
Hasta ahora, todos los movimientos de los derechos humanos y contra la guerra han dejado incluso de mencionar, y mucho menos desafiar, a las más poderosas organizaciones políticas de propaganda, que influyen en la política de los EE.UU. y manipulan los medios de comunicación en favor de la campaña de exterminio de Israel. No desempeñarán ningún papel restrictivo en las políticas totalitarias de Israel mientras sus principales partidarios americanos tengan libertad para mentir, manipular y defender todos y cada uno de los crímenes.
Hay pocas esperanzas de una política independiente en el Congreso de los EE.UU. mientras la guerra de exterminio de Israel en Gaza pueda ser defendido por el Presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso (y sionista fanático), el diputado Howard Berman, en los siguientes términos: "Israel tiene el derecho, de hecho el deber, de defenderse en respuesta a cientos de cohetes y morteros disparados desde Gaza durante la pasada semana. Ningún gobierno del mundo asentiría y permitiría que sus ciudadanos fuesen sometidos a este tipo de bombardeos indiscriminados. La pérdida de vidas inocentes es una tragedia terrible y la culpa de esta tragedia se encuentra en Hamás". Por tanto, el diputado Berman cínicamente omite los dos años de bloqueo de Israel, los asesinatos" selectivos" de palestinos, los ataques de misiles "selectivos" contra civiles, los bloqueos por tierra, mar y aire y la flagrante destrucción "selectiva" de la infraestructura de Gaza. Ningún gobierno, mucho menos un gobierno islámico elegido democráticamente, puede permanecer pasivo mientras su pueblo es condenado al hambre y asesinado con el fin de ser sometido. Pero para los respetados diputados Bermans del mundo, sólo la vida de los judíos importan, y no los crecientes miles de asesinados, desmembrados y mutilados ciudadanos de Gaza - ¡no cuentan como personas!
¿Qué se debe hacer?
Los crímenes de Israel contra la humanidad exigen una respuesta pública: acción social, que forzará a cesar y desistir de su campaña para exterminar al pueblo de Gaza. Dado que el estado judío asaltó un amplio conjunto de instituciones sociales palestinos, las cuales repercuten con los de nuestra propia sociedad, podemos y debemos movilizarlas para condenar y condenar sus equivalentes en Israel:
1 - Se debe instar a toda la comunidad académica a denunciar el bombardeo por Israel de la Universidad Islámica de Gaza y la destrucción total de todas sus instalaciones científicas. Un boicot organizado a las universidades israelíes y todos los intercambios académicos, especialmente científicos, debe convertirse en política universitaria por todo el país. Atención especial debería ser prestada a los 450 presidentes de universidades de los EE.UU. que en el pasado reciente denunciaron un llamamiento de académicos a un boicot y que permanecen en silencio cómplice frente la aniquilación física total de todas las decenas de facultades para 20 mil estudiantes universitarios palestinos.
2 - Todos los trabajadores de la salud americanos, médicos, enfermeros, técnicos, deberían organizar y denunciar el embargo médico de Israel contra 1,5 millones de palestinos hacinados en la Franja de Gaza. Deben condenar el bombardeo por Israel del Hospital Pediátrico de Gaza, de las farmacias de barrio y los ataques a cualquier medio de transporte de heridos palestinos víctimas de sus ataques aéreos y de misiles. El personal médico debería plantear las cuestiones éticas fundamentales relativas a la cooperación del personal médico americano y a los programas con las políticas de "guerra total" de exterminio del Estado judío.
3 - Todos los ciudadanos deberían exigir el cese de toda ayuda militar americana a Israel, especialmente cazas F16, helicópteros de ataque Apache, misiles, bombas "anti búnker" de 1.000 libras utilizados por las fuerzas armadas israelíes sobre las infraestructuras civiles de Gaza y el asesinato y la mutilación de más de 2.500 palestinos, civiles, funcionarios públicos, policía y milicias nacionales. En busca de un recorte de ayuda militar de los EE.UU. a Israel, debería hacerse todo lo posible para seleccionar y denunciar a los más poderosos, agresivos y muy exitosos abogados y grupos de presión sionistas que influyen en los miembros elegidos del Congreso y la Casa Blanca sobre los presupuestos de ayuda militar en el extranjero. Ningún progreso en la financiación de la ayuda militar de los EE.UU. a la limpieza étnica de Israel tendrá éxito a menos que el movimiento por la paz y otros, horrorizados por el asesinato en masa de Israel, se enfrente directamente al lobby sionista. Esto incluye boicots, protestas y manifestaciones contra el AIPAC, la Jewish Anti-Defamation League y las otras 50 organizaciones judías americanas, que crean y garantizan la aprobación gubernamental de las políticas de exterminio de Israel.
4 - Las instituciones religiosas deberían denunciar enérgicamente los crímenes de Israel contra la humanidad, incluyendo la demolición de cinco mezquitas, uniendo todas las creencias (cristiana, musulmana, budista) y en especial extendiendo la mano a la pequeña minoría de rabinos y judíos practicantes deseosos de denunciar directamente las prácticas totalitarias del Estado israelí.
5 - Los trabajadores de los puertos y muelles, marineros y otros trabajadores y oficiales de la marina deberían boicotear el funcionamiento de todo el comercio con Israel y condenar el violento asalto de su Armada de Guerra en aguas internacionales a barcos de pesca y navíos que transportaban ayuda humanitaria a Gaza. Ningún navío israelí transportando mercancías israelíes debería ser cargado o descargado mientras Israel mantuviese su criminal bloqueo militar a las instalaciones del puerto de Gaza.
6 - Decenas de millones de ciudadanos estadounidenses sujetos al sesgo unilateral de los medios de comunicación electrónicos e impresos pro-Israel, a las presentaciones parciales de editorialistas, "reporteros" y presuntos expertos en Oriente Medio, deberían exigir el mismo tiempo, cobertura y reportajes de especialistas no sionistas, analistas y comentaristas. Deberíamos exigir el fin de eufemismos y fabricaciones, que convierten las víctimas en agresores y a los exterminadores en víctimas.
7 - Debemos tener una batalla de ideas por todas partes (y en cualquier foro público) en contra de los esfuerzos de la Configuración de Poder Sionista de monopolizar el debate sobre la política israelí de genocidio, para eliminar, intimidar e inclinar a los críticos de apartheid israelí - como el presidente de la Asamblea General de la onU, Manuel d'Escoto, tan apropiadamente denomina al Muro del Gueto de Israel rodeando las aldeas palestinas. La expansión de la protesta pública contra la guerra de exterminio de Israel es un enorme paso adelante para reaccionar al monopolio sionista de los medios de comunicación y fomentar las decenas de millones de estadounidenses que reconocen claramente y en privado no estar de acuerdo con los crímenes de Israel contra la humanidad y se sienten mal con la barbarie de la élite local sionista contra los que se expresan. La presión de masas sobre los representantes electos puede empujar a algunos a reconsiderar su abyecto servilismo a sus "colaboradores" sionistas y a sus colegas del "Israel First" ("Israel Primero") del Congreso.
8 – Una campaña patriótica a escala nacional debería exigir que el lobby de Israel, en particular la AIPAC, confesase todo y se registrase como agente extranjero del Estado de Israel. Esto puede socavar el atractivo del lobby ante los judíos americanos, reducir su influencia sobre el Congreso y abrir procesos e investigaciones sobre su abuso de exenciones fiscales, blanqueo de dinero y conducir a revelaciones acerca de su adquisición traicionera de documentos confidenciales del Estado americano a una potencia extranjera. Existe una poderosa base política y legal para tal negación del status legal de exención fiscal del lobby, así como de evidencia transparente y abrumadora de que todas las organizaciones sionistas actúan como correas de transmisión de las políticas del Estado israelí: Desde el comienzo de la década de 1950 hasta 1963, el precursor de la AIPAC fue obligado a registrarse como agente extranjero del Estado de Israel. Más recientemente, un promotor israelí presentó pruebas de que la Agencia Israelí-Judía y sus equivalentes en los EE.UU. estaban blanqueando millones de dólares especialmente para financiar los asentamientos coloniales israelíes en las tierras palestinas ocupadas, condenados como ilegales por el derecho internacional. Las Audiciones del Congreso, el proceso y nuevas investigaciones publicadas revelarían el papel del Lobby como una quinta columna del Estado de Israel contra los intereses del pueblo de los Estados Unidos.
Hasta que no neutralicemos el poder de difusión de la Configuración de Poder Sionista y todas sus manifestaciones -en la vida pública y en la vida cívica americana- y su profunda penetración en los gabinetes legislativos y ejecutivos americanos, fallaremos en impedir a Israel recibir armas, financiación y apoyo político para sostener sus guerras de exterminio étnico.
Cuando se les ha dicho que la mayoría de los pueblos del mundo están indignados y enojados por el asesinato en masa de los ciudadanos de Gaza, podemos fácilmente imaginar el desdeñoso rechazo de los principales dirigentes de Israel, parafraseando a Joseph Stalin:
¿Cuántas bombarderos, misiles, aviones de combate y lobbys poderosos disponen ellos (los ultrajados pueblos del mundo)?
Traducción de José André Lôpez Gonçâlez
James Petras
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