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Grecia: El capitalismo en llamas |
“El estado mata y no rinde cuentas”
Triste pero cierto, esta es una realidad que se repite cada vez más veces y que estamos hartos de presenciar; y es que el asesinato de Alexandros Grigoropoulos no ha sido más que la gota que ha colmado el vaso en Grecia, haciendo que se desate la rabia contenida del pueblo después de continuos pisoteos…
El gobierno griego no es otra cosa que la cara más visible de la crisis capitalista mundial que a todos nos ahoga, con un gobierno de derechas salpicado por decenas de escándalos, -algunos incluso han sido demostrados ante los tribunales- y en los cuales no ha habido ningún tipo de depuración…
Grecia posee una de las políticas de inmigración de las mas duras de Europa, unos índices de desempleo altísimos y la cada vez más cercana privatización de servicios públicos como sanidad y educación, nos encontramos con una merma cada vez mayor de las condiciones de vida del pueblo griego, que por supuesto no se ha quedado de brazos cruzados mientras el verdadero culpable de todo esto, el capitalismo, le aprieta cada vez más las tuercas.
Y es que si nos remontamos al mes anterior, a la muerte de Alexandros, observamos multitud de muestras de resistencia, como la huelga de hambre de 15 inmigrantes en la isla de Creta revindicando su derecho a una vida digna o la batalla que estalló el 3 de noviembre en las cárceles griegas, donde casi 7000 presos iniciaron otra huelga de hambre exigiendo la mejora de sus condiciones, y gracias a la cual consiguieron que el gobierno griego aceptase un listado con 16 de sus peticiones. Esta revuelta coincidió con el aniversario de la caída de la dictadura, lo que provocó marchas masivas a lo largo de todas las ciudades griegas solidarizándose con la revuelta de los presos. Además de todo esto, ya había una huelga general programada para el mes de Diciembre.
La revuelta ya estaba a pie de calle y la mecha estaba a punto de prenderse; un joven pakistaní murió durante unos disturbios en Noviembre y una marcha del partido ultraderechista LAOS fue atacada por manifestantes anarquistas y jóvenes inmigrantes justo una semana antes a la muerte de Alexandros, lo que provocó graves incidentes en Atenas…
En este contexto, un sábado 6 de Diciembre y según testigos presenciales, un policía dispara indiscriminadamente a un grupo de jóvenes estudiantes entre los que se encontraba Alexandros, de tan solo 16 años de edad. La bala le hirió de muerte en el corazón, el policía, para variar, dijo que había disparado al aire, y que los jóvenes les estaban atacando, nada más lejos de la versión de numerosos testigos presenciales, que afirman que alguien lanzó una botella de plástico al paso de la patrulla, lo que cabreó a los prepotentes agentes que no dudaron en disparar al primer grupo de jóvenes con el que se toparon…
Desde ese día la rabia contenida se extendió como la pólvora, los primeros días, y de forma autoorganizada, las calles de la mayoría de las ciudades de Grecia fueron tomadas por la juventud griega, harta de ser pisoteada.
Pero todo esto no hizo más que empezar, en el transcurso de la primera semana desde la muerte de Alexandros, se empezaron a crear asambleas multitudinarias en las que participaban principalmente: Estudiantes, inmigrantes (de la primera y segunda generación) y trabajadores nativos de todas las edades. En ellas no sólo se organizaban los disturbios, sino que se trataban todo tipo de problemas que les afectaban en el día a día; casi todas las comisarías de Atenas acabaron en llamas, se ocuparon ayuntamientos, facultades e institutos para hacer asambleas y centros de medios, se acudió a las empresas precarias para concienciar a los trabajadores y denunciar su situación, se prendió fuego a los símbolos del capital, se hicieron huelgas generales…
En resumen, se creó un movimiento de oposición y resistencia al capitalismo real y palpable, pero el estado no puede permitir eso, así que utilizó todas las armas de las que disponía para apagar la revuelta, por un lado, aumentó exponencialmente la represión, a 20 de diciembre se contabilizaron más de 250 detenidos, de los que como mínimo una tercera parte se fueron a prisión –cabe destacar que de los 67 compañeros que a día de hoy se encuentran en prisión, 50 son inmigrantes- y por otro lado, su arma mas poderosa, la manipulación y el engaño, diciendo que los disturbios eran provocados por “antisistema” que no son más que unos descerebrados que no tienen ningún reparo en atacar pequeños comercios. Nada más alejado de la realidad, ya que las imágenes (de las cuales hay bastantes) hablan por si solas, en ellas se ve como individuos que salen de las líneas policiales atacan pequeños comercios y luego regresan a ellas cuando los manifestantes van a por ellos…
Los medios de desinformación, tanto de Grecia como de la mayoría de países y como era de esperar, corroboran la versión del gobierno y se dedican a criminalizar aún más a los compañeros griegos, criminalizando y mintiendo todo lo que pueden, no vaya a ser que la revuelta se extienda por otros países…
Y por si esto fuera poco, el gobierno griego, acojonado por lo que se le viene encima, utiliza el “comodín del terrorismo”, y empieza a acusar al movimiento de ataques selectivos contra la policía y de la colocación de diversos artefactos explosivos, que, aunque no fueron reivindicados por ningún grupo, se sacaron de la manga un supuesto grupo terrorista y así tener carta libre para entrar arbitrariamente en infinidad de casas, endurecer si cabe aún mas la represión policial y vulnerar los derechos fundamentales.
Además, dentro de la política del miedo, a lo largo del mes de Diciembre se sucedieron varios ataques selectivos en los que por supuesto no ha habido ninguna detención, el primero de ellos, a una compañera sindicalista que fue atacada con ácido y el segundo, a un joven estudiante que a la salida de su instituto fue disparado presumiblemente por un policía y el cual no ha sido ni investigado. De esto por supuesto los medios no nos cuentan nada.
Los nazis como era de esperar, hicieron su papel, nos sobran las imágenes de fascistas griegos que salen de las líneas policiales para atacar a compañeros, actuando como fuerza de choque al servicio del estado, aunque con esto no hacen más que demostrar lo lejos que están del pueblo griego y que no son más que una pieza de este puzzle.
Aún así, los rebeldes griegos no se han dado por vencidos, y pese a toda la represión, el miedo y la criminalización siguen hasta el día de hoy sin dar un paso atrás, organizándose, creando alternativas y por supuesto apoyando a los presos, sin ir más lejos, el día de nochevieja, más de mil compañeros estuvieron en las puertas de una prisión ateniense solidarizándose con los que estaban dentro. Además, en 23 cárceles de todo el país, los presos se negaron a cenar, en solidaridad con la revuelta.
La solidaridad no sólo se extendió por Grecia, hubo muestras de la misma en casi toda Europa, a todos nos vienen a la cabeza los siete compañeros detenidos y encarcelados injustamente en el transcurso de una manifestación solidaria en las calles de Madrid y en donde se atacó una comisaría de la policía municipal.
El culpable de todo es el sistema económico actual, y esto no ha hecho mas que empezar, antes o después esto se reproducirá por todo el mundo y es inevitable que se extienda la llama…Contra el capitalismo:
¡¡¡FUEGO A DISCRECIÓN!!!
¡¡¡RESISTENCIA, AUTOORGANIZACIÓN Y SOLIDARIDAD!!!

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, memoria, multitud, politica, violencia.
La manifestación se dirigió hacia el Ministerio de Trabajo. Ahí, después de haber tirado botes de pintura, los MAT atacaron brutalmente con gases lacrimógenos consiguiendo partir la mani en dos partes. Después de un ataque organizado con piedras y cócteles molotov la gente consiguió unirse de nuevo y todos siguieron hacía el barrio de Gkázi. Durante el recorrido se hicieron ataques a bancos, destrozos a cajeros automáticos y también a varias cadenas de tiendas. El barrio de Gkázi se convirtió en un campo de batalla con barricadas y contenedores quemados.
grecia-libertaria.blogspot.com
La manifestación solidaria de ayer nos enseñó a todes algunas cosas
1) La rebelión de Diciembre ha cambiado la manera de funcionar en la calle. La violencia, como una práctica social, se ha difundido tanto que ya prácticamente es imposible controlarla. El proceso de dicha difusión, de la contraviolencia, empezó con el movimiento estudiantil durante el año 2006-2007, pero ya la composición del proletariado que sale a la calle es muchísimos más amplia. Aunque el nivel de la contraviolencia ha bajado bastante, comparándola con la de Diciembre, sin embargo el "olor", la "sensación" siguen siendo los mismos. La gente que atacó ayer a los antidisturbios, delante del Ministerio de Trabajo, era una respuesta clara al vitriolo ácido que recibió K. Kúneva. Demostró que ya tiene claro que el ácido era la otra cara de la bala que asesinó a Aléksandros. También, la mayoría de la gente que decidió no atacar a los antidisturbios sí que decidió quedarse ahí defendiendo a los que atacaron. No se retiró ante el intento de los MAT de disolver la manifestación demostrando que ya nada es como antes en cuanto la falsa separación (por parte de los medios burgueses) entre manifestantes violentos y pacíficos.
2) Los manifestantes desde el Ministerio de Trabajo hasta el barrio de Gkázi, a través de sus ataques a todos los símbolos de capital, "declararon" por una vez más que las manifestaciones, a partir de Diciembre pasado, ya no son paseos por el centro de la ciudad que lo único que provocan son los cortes "suaves" del tráfico, sino son una amenaza verdadera hacía la mercancía y sus inversiones. La expresión de la rabia social hacía el restaurante de lujo Varúlko, y también hacía el espacio de "diversión alternativa" Bios era solamente el prólogo de lo que iba a ocurrir más tarde en el barrio de Gkázi.
3) Cuando la manifestación llegó al barrio de Gkázi, inmediatamente se hizo claro que la "relación" entre los comercios que especulan gracias a nuestra precariedad y el cuerpo de la mani iba a acabar mal. Todos los ataques dejaron claro que las únicas fiestas se hacen en las calles y hasta hoy en día se llaman manifestaciones, disturbios, expropiaciones, street parties etc.
4) Con el fin de la manifestación, el comportamiento de la gente en el metro y dentro de los vagones. Lemas muy fuertes, pintadas solidarias con K. Kúneva, impidiendo la salida del metro hasta que todes les manifestantes entrasen en el tren. Esa "comunidad" de Diciembre demostró que ha adquirido algunos componentes nuevos y calidos. Que esa "comunidad" no se dispersa con el fin de la manifestación, que no queda ningún compañero solo atrás.
5) Los lemas proletarios y obreros eran muchísimos más que los lemas contra la policía
athens.indymedia.org
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